Oaxaca de Juárez, 13 de septiembre de 2011 (Cencos).- Monte Alban, ciudad prehispánica que se yergue sobre la ciudad de Oaxaca, abrazó a la Caravana de la Paz, la rodeó de copal y oración, con latidos de tambor, con flores e inciensos, símbolos de las raíces profundas del pueblo indígena Zapoteca que resiste los embates de un sistema económico que los niega. Pero ellos, los pueblos, demuestran que existe otro mundo posible que respeta el medio ambiente, que respeta la vida y la comparte con tortilla, miel y mezcal.

Así recibió a la caravana este cuarto día de caminar, en una ceremonia que trajo calma y más esperanza al movimiento, las organizaciones indígenas brindaron su solidaridad. “Aquí estamos, queremos ser piedras vivas para construir la paz basada en la justicia” fue el mensaje que los pueblos Zapotecas le regalaron a la caravana que avanza por el sur.

La entrada fue serena, a la cabeza las víctimas siempre con las banderas, la blanca y la nacional, seguidos de los caravaneros que asomaron la mirada en la explanada central del monte sagrado donde fueron guiados por los ritmos autóctonos y rodearon en espiral hasta llegar al altar ceremonial y colocarse en rededor.

Un bastón de mando le fue entregado a Javier Sicilia, nombrado como “hermano mayor” y como “gobernante que es la madre y padre el pueblo”, encomendándolo a llevar la voz de los pueblos en el camino de la paz.

Todas y todos en círculo, tomados de las manos, pisando tierra sagrada escuchamos de las luchas políticas que han emprendido los pueblos indígenas de esta región contra el avance del neoliberalismo, los megaproyectos eólicos, las desapariciones de los líderes campesinos, los agravios históricos y contra la violencia: “en eso nos parecemos al Movimiento, ambos buscamos la paz y un mundo digno para vivir. Yo soy tú, tú eres yo” se dijo repetidas veces y se interiorizó.

Antes de partir, miramos a las cuatro direcciones para fortalecernos, para reflexionarnos. Ambos círculos, víctimas y caravaneros, giramos a la izquierda para deshacernos del miedo, el coraje, la tristeza; y a la derecha para recoger el consuelo, la ternura y comprensión.

Ya entonces, caravaneras y caravaneros iniciaban esta jornada en una “Oaxaca que esta de fiesta”, como dijeron los y las zapotecas, para continuar con jornadas de reflexión sobre las formas de violencia y acudir al penal de Ixcotel en visita a los presos políticos.

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Ixcotel, presos políticos sin voz

Media decena de viajantes acudieron al penal de Santa María Ixcotel en compañía de familiares de los presos políticos del pueblo Loxicha y de la organización Comisión Nacional de Comité de Defensa Ciudadana (CADECI), para exigir se les permitiera ver las condiciones en las que se encuentran los presos dentro del penal.

Al llegar, un grito de “libertad, libertad a los presos por luchar” dio cuenta de unas trescientas personas que se unieron a la visita y se le solicitó al director de penal Pedro Mar Ruiz, la entrada de una comisión integrada de caravaneros, familiares y medios de comunicación, pero este dio largas que causaron la indignación de los peticionarios. Para tranquilizar los ánimos el payaso Yayo, humorista oficial de la caravana realizó un sketch para darle ánimos a los familiares.

Después de varias horas, el director presentó a los manifestantes una carta suscrita por abogados de la sección 22 de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación (CNTE), donde los presos se abstenían de ver a los integrantes de la caravana. Minutos más tarde se habló con uno de los presos dentro del penal el cual dijo desconocer de la existencia del documento.

Declaración que causó sorpresa entre los manifestantes y después de un largo rato de anteponer la misiva por parte del director del penal, como excusa para no permitir la entrada de la comisión, los manifestantes decidieron retirarse del Penal.

Violencias de largo aliento

Al regreso de la ceremonia se dio inicio a las mesas de trabajo y reflexión en torno a las problemáticas políticas, económicas y sociales que generan los tipos de violencia que enfrentan los pueblos del sur del país históricamente y también la violencia que ha generado el avance de la guerra contra el crimen organizado. Tanto la Facultad de Derechos de la Universidad Autónoma Benito Juárez (UABJO) como el Café el Lobo Azul, lucían llenos de integrantes de la Caravana y de las organizaciones locales, periodistas y académicos.

A continuación, los audios o fragmentos de las relatorías de cada mesa que fueron leídas durante el acto en el Zócalo de Oaxaca.

Mesa de Pueblos Indígenas

Mesa Mujeres y Violencia de Género

“El coraje, la pena y el dolor nos alienta. Compartimos la palabra de 30 mujeres cuyos testimonios dieron cuenta de la realidad invisible, violencia institucional, familiar, corrupción de menores, acoso sexual y violaciones a los derechos civiles y políticos de participación ciudadana. No es un problema únicamente de las mujeres, queremos que la caravana levante la voz y no repita la violencia contra las mujeres invisibilizándola, no queremos que se nos etiquete como locas o putas.

No podemos hablar de presos políticos sin hablar de presas, nosotros estamos hombro con hombro con los compañeros pero dónde están ellos cuando nosotros denunciamos violencia contra las mujeres”.

Mesa de Víctimas de Represión y Violencia

Se abordó el contraste de las víctimas de violencia en norte y sur. Por un lado la represión en Oaxaca en 2006 y por otro los testimonios que desde el norte han traído las víctimas de la Caravana.

Mesa de Periodistas y Agresiones Políticas, Económicas y Culturales

Finalizó esta larga jornada con baile y saltos alegres provocados por los buenos sones del grupo Topacamino que entonaron la Bamba, La Guacamaya y el Son de la Barricada, ese que levantaba los ánimos en aquellos días del plantón de la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca y de los muros grafiteados que delineaban el horizonte del 2006 oaxaqueño.

Centro Nacional de Comunicación Social