Puebla
“Solidaridad y respeto para las comunidades de la Sierra Norte de Puebla que se oponen a las hidroeléctricas y a las minas a cielo abierto”: Chomsky, Galeano y otros intelectuales.
¡Defendamos el territorio!
3 de junio 2013
A las comunidades indígenas de la Sierra Norte de Puebla
A los pueblos del mundo que cuidan a la Madre Tierra y la Madre Agua
A la sociedad civil y a los medios de comunicación nacionales e internacionales
A las autoridades estatales y municipales del estado de Puebla
“La tierra y el agua son sagradas para nosotras.
Son herencia de vida y futuro.
Por eso no se venden”.
Palabras de las compañeras totonacas
del Plantón de Ignacio Zaragoza
Manifestamos nuestra profunda indignación y preocupación por las violaciones a los derechos de las comunidades totonacas de Ignacio Zaragoza, Santa Catarina, Dimas López, Olintla, Sierra Norte de Puebla.
Sabemos que durante años las comunidades totonacas han cuidado las montañas conservando la tierra y el agua. Hoy están amenazadas por proyectos hidromineros que buscan fundamentalmente la ganancia, a costa del despojo, la aniquilación de la vida comunitaria y la devastación de la naturaleza.
Denunciamos que la actitud de las autoridades municipales y estatales ha sido de abierta agresión contra las comunidades, la cual se expresa en prácticas de violencia e intimidación como en los casos de las comunidades de Santa Catarina y Dimas López en las cuales se están abriendo caminos y brechas en este momento sin su consentimiento sobre terrenos de cultivos destruyendo milpas y cafetales que representan el sustento de dichas comunidades. Además de la articulación de un discurso racista y denigratorio en el cual se les acusa de “ignorantes” por no querer el “progreso”, de ser “manipulados” por activistas “pseudo ambientalistas, agitadores, radicales”, creando con ello un clima de legitimación de la violencia privada y estatal.
Expresamos nuestro respeto y nuestra solidaridad a las comunidades de la Sierra Norte de Puebla, en especial a las comunidades totonacas del municipio de Olintla que se oponen dignamente a estos proyectos de muerte de hidroeléctricas y minas a cielo abierto.
Reiteramos nuestro apoyo y reconocimiento a las organizaciones que integran el Consejo Tiyat Tlali, cuyo trabajo de más de 50 años en la Sierra Norte de Puebla ha contribuido a la construcción de una sociedad justa. Rechazamos la política de descalificación y denigración de sus miembros por parte de autoridades municipales y estatales de Puebla.
Exigimos a las autoridades que cese el hostigamiento a las comunidades de la Sierra Norte, se garantice su seguridad y se respete su derecho a la autodeterminación como pueblos originarios, según el Acuerdo 169 de la Organización Internacional del Trabajo. Exigimos también que atiendan las denuncias y quejas interpuestas por las comunidades afectadas.
1- Eduardo Galeano, escritor y periodista, Uruguay.
2- Noam Chomsky, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts.
3- Gustavo Esteva, Universidad de la Tierra
4- Luis Villoro, UNAM
5- Pablo González Casanova, UNAM
6- Fernanda Navarro, UNAM
7- John Holloway, Prodesos investigador del ICSyH de la BUAP
8- Magdalena Gómez, Derecho Indígena
9- Michael Löwy, Centre National de la Recherche Scientifique.
10- Raúl Vera, Obispo de Saltillo.
11- Raúl Zibechi, Periodista, Uruguay.
12- Carlos Fazio, UNAM
13- Rodolfo Stavenhagen, UNAM, México
14- Gilberto López y Rivas, INAH, Morelos
15- Manuel Rozental, Colombia.
16- Francisco López Bárcena, UNAM
17- Miguel Concha Malo, Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria OP”, AC
18- Alejandro Solalinde Guerra, Premio Nacional de Derechos Humanos
19- Miguel Álvarez Gándara, SERAPAZ .
20- Bernard Duterme, CETRI, Centre TricontinentalGilberto López y Rivas, INAH, Morel.
21- Ana Esther Ceceña, UNAM.
22- Fernando Matamoros, ICSyH BUAP.
23- Eckard Boegue
24- Kirk Helliker, Rhodes University, South Africa.
25- Richard Pithouse, Rhodes University, South Africa.
26- Jacques Depelchin, Rhodes University, South Africa .
27- Patrick Silberstein, L´autogestion, Paris.
28- Rev. Dan González Ortega, Rector de la Comunidad Teológica de México.
29- Guillermo Briseño, Escuela del Rock a la Palabra.
30- Raquel Gutiérrez, ICSyH de la BUAP.
31- Oscar González.
32- Dolores González Saravia, Comité de Derechos Humanos del Ajusco.
33- Fray González Ituarte Verduzco, OP (Prior Provincial, Provincia de Santiago de México.
34- Jorge Fernández Sousa.
35- Dolores González
36- Antonio Almazán.
37- Enrique Rajchenberg, UNAM.
38- Iglesias por la paz.
39- Observatorio Eclesial.
40- Joel Peña, INAH Puebla.
41- Blanca Lara Tenorio., INAH Puebla.
42- Zaid Lagunes Rodríguez, INAH Pue.
43- María Eugenia Márquez Calderón, INAH Pue.
44- José Luis Naval, INAH Pue.
45- Celia Salazar Exaire, INAH Pue.
46- Cecilia Vázquez Ahumada, INAH Pue
Ciudades Rurales, un despojo contra el campesinado, señaló Gerardo González
YADIRA LLAVEN
La Jornada de Oriente
31 de mayo de 2011
http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2011/05/31/puebla/jus508.php
Como ya está demostrado en Nuevo Juan de Grijalva y en Santiago El Pinar, en el estado de Chiapas, el proyecto de las Ciudades Rurales sólo representa el despojo gubernamental contra el campesinado, bajo el engaño de ordenar el uso de los recursos del campo, lo cual implica la separación del labriego de la tierra que actualmente habita.
Pero lo más grave no es la pérdida del hábitat, del entorno social, sino que la reclusión forzada de los campesinos es parte de una estrategia mucho más amplia de contrainsurgencia y pacificación, reveló el doctor Gerardo González Figueroa, del Colegio de la Frontera Sur, Unidad San Cristóbal de las Casas, durante su participación en el octavo Congreso Nacional de la Asociación Mexicana de Estudios Rurales (AMER).
El investigador concedió una entrevista a La Jornada de Oriente, a propósito del proyecto que implementará el gobernador Rafael Moreno Valle Rosas en la comunidad poblana de San Miguel Tenextatiloya.
González Figueroa expuso que los actores que están involucrados en el “impulso” del desarrollo en las Ciudades Rurales chiapanecas, como Tv Azteca y Wal Mart, únicamente buscan un beneficio, los explotan, y se olvidan que al hablar de vivienda “estamos hablando de su hábitat, de su agricultura de traspatio que refiere a la economía, salud y cultura”.
Por lo que advirtió que esto podría reproducirse en el proyecto de Ciudades Rurales en Tenextatiloya, donde el gobierno servirá como mediador para que el capital invertido obtenga retribuciones.
Explicó que cambiar abruptamente al campesino del campo a una cooperativa, los convierte en maquiladores. Al tiempo que señaló que pareciera ser que existe un interés por parte de los gobiernos en urbanizar a los labriegos, sin importar el riesgo que ello conlleva.
Por otro lado, el investigador señaló que las viviendas que conforman dichas ciudades son muy pequeñas, y están hechas con material de mala calidad. Aparentemente, señaló, cubre la demanda y otros servicios básicos, pero a la vez está convirtiendo al campesinado en actores dóciles, al aceptar las nuevas “políticas” gubernamentales.
El integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de la AMER comentó que es cierto que las Ciudades Rurales cuentan con clínicas de primer mundo, que se han convertido en elefantes blancos, porque los campesinos no acuden a ellas, por usos y costumbres.
También detalló que hay gente que habita en Santiago El Pinar con mucho remordimiento. “No son felices, hay problemas en la construcción de infraestructura, y las fuentes de trabajo muchas veces no satisfacen las necesidades que en teoría frenaría la migración”.
Esta añoranza por la tierra, por la parcela, aseveró, aísla a los campesinos porque el proyecto no conjunta los elementos de identidad, de cultura; además no los dejan participar en la toma de decisiones del rumbo de la ciudad rural.
Al último, el doctor Gerardo González aseguró que las Ciudades Rurales son la hipótesis equivocada de que la dispersión es la causante de la pobreza, cuando en realidad es la falta de ingresos y de trabajo, entre otros factores.
Un proyecto del Plan Puebla Panamá
Tras las tormentas que cayeron en gran parte del Sureste de México, en octubre y noviembre de 2007, el gobierno del estado de Chiapas, presidido por Juan Sabines Guerrero, impulsó el programa llamado Ciudades Rurales Sustentables.
El programa dotaría de vivienda a miles de damnificados que habían perdido a sus seres queridos, casas, tierras, animales y efectos personales. Sin embargo, una investigación de Mariela Zunino y Miguel Pickard, del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria (CIEPAC), desveló que el objetivo real del programa es “ordenar” el uso de los recursos del campo, además de concentrar a los labriegos en pequeñas aldeas, donde enajenan sus tierras y son explotados por las grandes empresas, dejando en evidencia la lógica mayormente económica y no social de Ciudades Rurales.
Evidentemente, expusieron que la idea original de la construcción de Ciudades Rurales no proviene del gobernador de Chiapas sino que surge primero en las instituciones multilaterales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); y forma parte del entramado neoliberal de planes, proyectos y negocios que están avanzando sobre México, a través del Plan Puebla Panamá.
En la reunión donde se lanzó el Proyecto Mesoamérica en junio de 2008, el presidente del Consejo Consultivo de Ciudades Rurales, Esteban Moctezuma Barragán, también presidente de Fundación Azteca, declaró que “habrá Ciudades Rurales no sólo en Chiapas ni sólo en todo México. Se multiplicarán por Latinoamérica y el orbe y serán herencia del presidente Felipe Calderón y del gobernador Sabines, porque resuelven muchos problemas a la vez, porque parten de una solución de fondo”.


