comunidades zapatistas
Caracol Zaragoza (Estado español) denuncia las nuevas agresiones a las bases de apoyo zapatista ocurridas en Roberto Barrios (Chiapas-México)
Ante los hechos denunciados los pasados 8 y 12 de septiembre por la Junta de Buen Gobierno “Nueva Semilla que Va a Producir” del Caracol de Roberto Barrios (denuncia completa en http://enlacezapatista.ezln.org.mx/), las personas que formamos parte de Caracol Zaragoza – Red por la Autonomía Zapatista, colectivo de apoyo y solidaridad con las comunidades zapatistas, de la ciudad de Zaragoza, Estado Español, queremos mostrar una vez más nuestra gran preocupación por el clima de enfrentamiento y tensión que se está generando en territorio zapatista.
En los últimos tiempos, son constantes las denuncias de las 5 Juntas de Buen Gobierno por amenazas, provocaciones, y agresiones, siempre llevadas a cabo por organizaciones paramilitares como ARIC, OPDDIC, PAZ Y JUSTICIA, u ORCAO, con total impunidad, colaboración, y protección por parte de los malos gobiernos municipal, estatal y federal.
Queremos recordar que el proyecto de autonomía que practican los zapatistas en Chipas (México) es un proyecto de paz basado en el trabajo y en la organización, rehuyendo de prácticas violentas y evitando la confrontación con el resto de comunidades no zapatistas, con las que conviven y se relacionan en situación de normalidad.
Desde Zaragoza, exigimos de nuevo a Felipe Calderón, Presidente de la República de México y a Juan Sabines Guerrero, Gobernador del Estado de Chiapas, el cese inmediato en su política de hostigamiento a las comunidades zapatistas. Declaramos nuestra repulsa por su permanente política violenta y paramilitarista, y los reconocemos como responsables directos de cualquier acción violenta que se lleve a cabo en comunidades zapatistas.
Reiteramos una vez más nuestro compromiso con nuestros compañeros y compañeras zapatistas, así como nuestra disposición a permanecer vigilantes ante cualquier nuevo ataque que se pueda producir.
Zapata Vive, La Lucha Sigue!
Fuera ejército y paramilitares de Chiapas!
Las Zapatistas no están solas!
Zaragoza, a 24 de septiembre de 2012
Desplazados por paramilitares, un centenar de indígenas en Chiapas: Frayba
Abandonaron las comunidades Comandante Abel y Unión Hidalgo por ataques a balazos.
Hermann Bellinghausen
Publicado: 25/09/2012 15:34
Publicado en La Jornada
México, DF. Cerca de un centenar de indígenas, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de las comunidades Comandante Abel y Unión Hidalgo, municipio autónomo La Dignidad, en Chiapas, se encuentran refugiados en otros poblados, en condiciones que fueron consideradas “graves” por el Frayba.
El pasado día 8 de septiembre fueron desplazadas a tiros 73 personas de Comandante Abel por parte de un grupo considerado paramilitar, vinculado con lo que se conocía como Desarrollo, Paz y Justicia, y con el Partido Revolucionario Institucional. Del 6 al 19 de septiembre, el número de agresores pasó de 55 a 150, y éstos han construido un campamento a 500 metros de la comunidad. Otras familias más debieron abandonar Unión Hidalgo, en Sabanilla.
Una brigada de observación, formada por organismos civiles y colectivos de la Otra Campaña, visitó la zona para encontrarse con los desplazados y dio a conocer un amplio informe. Pudo constatar varios impactos de bala en la escuela autónoma y las tiendas cooperativas, “así como la cimentación de trincheras a la orilla del río a 200 metros del poblado”. Según testimonios de los propios refugiados, se han identificado armas R-15. Durante la noche los agresores atrincherados apuntan con ellas.
Dos días antes de iniciar sus ataques, los paramilitares se reunieron en San Patricio con los funcionarios Eduardo Montoya, Maximiliano Narváez y Noé Castañón León, secretario de Gobierno, junto con agentes de Seguridad Pública. Después llegarían individuos con ropa militar y armados. “Hubo más disparos y nos tiramos al suelo para salvar nuestras vidas”. El día 8 “por tantos disparos, las compañeras agarraron rumbo sin saber a dónde. Hubo más uniformados vestidos de militares disparando”. Menos de 30 pobladores permanecen en la comunidad. La mitad de las 147 hectáreas del poblado están “ocupadas”. En la entrada se encuentra un control de Seguridad Pública estatal desde el día 16, que más bien parece proteger a los invasores. El día 18, los policías realizaron disparos.
Algunas mujeres escaparon rumbo al río. Los niños “se metieron al monte sin saber por dónde salir; los disparos venían de muy cerca, zumbado arriba de nosotros, tocando la pared de la casa”, narraron las mujeres. Una de ellas expuso: “Estaba despachando en la Tienda, de repente se soltaron los disparos y las compañeras salieron de manera dispersa. Tres días sin comer ni beber”. Otra mujer relata: “Las compañeras se escondieron bajo piedra y árbol, teníamos a dos compañeras desaparecidas, hasta 3 días aparecieron en San Marcos”.
Los paramilitares han ocupado la casa de salud autónoma. “Los terrenos están vigilados, buscan desalojar a las bases de apoyo, hay muchas milpas invadidas, desde el río hacia el monte. Animales y pastizales se está desperdiciando, los paramilitares cortan el alambrado, destruyen las cosechas, pero vamos a volver a sembrar”, advierten. Responsabilizan al “mal gobierno”, pues “es su manera de guerra y desgaste para rendirnos. No dejamos nuestra lucha y no nos vamos a rendir”.
También Unión Hidalgo “ha sido muy agredida por los mismos paramilitares”
En la comunidad autónoma San Marcos, los observadores encontraron a los desplazados de Comandante Abel en “condiciones precarias”. Cuatro mujeres están embarazadas, y hay “temor de abortos espontáneos”. Una de las mujeres que estuvieron desaparecidas tras el ataque refiere: “La bala nos perseguía y cuando llegamos a este lugar ya estábamos enfermas. No pasamos por la vereda, sino por la barranca. Sentí que hay un tigre detrás de mi, me perdí, estaba espantada, sentí que ya no estaba en el mundo”. Ahora son atendidos por los promotores de salud y las parteras de San Marcos.
Integrantes de la Junta de Buen Gobierno (JBG) de Roberto Barrios declararon a su vez: “El gobierno compra gentes. Después las convence de quitarnos la tierra”. Exigieron al gobierno “que saque sus paramilitares de tierras zapatistas”. La Seguridad Pública y el Ejército “no deben estar aquí”.
En Zaquitel Ojo de Agua se encuentran desplazados otras doce personas de Unión Hidalgo, donde quedaron algunos jóvenes para cuidar los pollos, cerdos y pavos, sin poder salir. Son amenazados por integrantes del PRI quienes se esconden para dispararles. Por medio de un aparato de sonido, los paramilitares anuncian “día y noche que nos van a comer, porque estamos en otra línea, fuera de la justicia y las leyes”, testimoniaron. “Si los paramilitares no logran tomar la comunidad Comandante Abel, dicen que nos van a masacrar a nosotros”.