derechos humanos
(Español) Denuncia de nuestros compañeros presos en lucha desde el CERESO numero 5 tras las intimidaciones por parte de de las autoridades de este penal y hacen un llamado a que las redes de apoyo para que esten al pendiente de cualquier futura represión
CERSO numero 5
San Cristóbal de las Casas Chiapas
29/10/20
A la opinión pública
A las Redes de Resistencia y Rebeldía
A la Sexta nacional e internacional
Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
A la Red contra la Represión y por la Solidaridad
A los medios de comunicación masivos y alternativos
A las organizaciones independientes
A los defensores de derechos humanos y a las ONG’s
A los pueblos indígenas de México y del mundo
Presos en lucha Adrián Gómez Jiménez integrante de la organización la Voz de Indígenas en Resistencia y la organización la Voz Verdadera del Amate sus integrantes German López Montejo y Abraham López Montejo, ambas organizaciones adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN recluidos en el CERESO numero 5 San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.
Antes que nada reciban un cordial saludo a todxs que han estado al pendiente de nuestra lucha por la libertad y por las injusticias que hemos vivido y viven los presos. Pasamos a dar nuestras palabras.
Hoy con fecha 29 de octubre 2020 sacamos una denuncia en contra de este sistema carcelario de este CERESO numero 5 ubicado en la carretera San Cristbal-Ocosingo Km 20 Ejido los Llanos. Siendo las 9 am nos vinieron a intimidarnos los custodios junto con el director, el alcaide, en total aproximadamente de 20 elementos que supuestamente túnel para escaparnos y hay una carta anónima que encontraron en el área de enfermería, en nuestra opinión es que el director debe de investigar quien tiró la carta. Nuestra conjetura debió ser los revoltosos que salieron en el área de enfermería , pues ellos nos han estado molestando, nos han tirado piedras cuando vamos a traer nuestra agua o nos amenaza con enfierrarnos , el director de nombre César Agusto Santiago Sánchez tiene conocimiento de los hechos, por eso pensamos que fueron ellos o pudieron ser otras personas que les caemos mal, pues aquí siempre tenemos una lucha y posición, por lo tanto revisaron nuestro espacio de lucha esperando según ellos encontrar el supuesto túnel. El lugar en donde campamento al inicio de montar el campamento hemos encontrado huecos y la hemos rellenado con puro aserrín y viruta que a la vez nos sirve de colchoneta, tal vez quieran valerse de esos pequeños huecos para prefabricar nuestros escapes. Están absurdo que queremos escapar debido al tiempo que llevamos, más de un año con cinco meses, de estar peleando nuestras libertades, nuestro objetivo es demostrar nuestras inocencias, pues ya casi estamos en la etapa de finalizar nuestras sentencias y en el caso de los integrantes de la organización La Voz Verdadera del Amate de obtener su libertad absolutorio.
El director de este CERESO numero 5 de nombre César Agusto Santiago Sánchez tiene la total razón de revisar nuestro espacio de lucha y cerciorarse de que no haya un túnel y por nuestra parte nosotros tenemos la total certeza de denunciar estas intimidaciones psicológicas y sacar nuestras palabras desde este CERESO numero 5 y decir que aquí seguimos en pie de lucha pese a lo que pese, no cesaremos de denunciar ya sea que haya represión, revisión, traslados o se nos gire cartas anónimas en contra de nosotros. Lo hacen esto con la finalidad de movernos, nos instó el director de que levantáramos lona que si lo cubre y que quedara visible, pero en cierta razón la utilizamos para descansar en el día y no la levantamos, pues si la levantamos se mojan nuestras cosas. Por eso les avisamos nuestras redes de apoyo que esperamos otra represión de parte de este centro pero esta vez ya tomaremos acciones y precisamos que se solidaricen con nosotros si vienen a levantar nuestros campamentos. Por eso hoy 29 de octubre bajaremos a hablar con el director sobre este dicho tema, para llegar a unos acuerdos para que no os afecten y ni a ellos y esto se hará por unos oficios.
Por ultimo invitamos a lxs defensores derechos humanos estatal, nacional e internacional y a las organizaciones independientes estatal, nacional e internacional a seguir exigiendo la justicia verdadera y libertad para lxs presxs políticos, presxs de conciencia y presxs en lucha.
Uniendo nuestras voces y fuerzas de los pueblos mexicanos triunfara la verdaderas justicias.
Respetuosamente.
Adrián Gómez Jiménez
Abraham López Montejo
German López Montejo
(Español) Brad Will, el periodista neoyorquino que cayó en la revuelta popular de Oaxaca
William Bradley Roland, mejor conocido como Brad Will, fue un periodista independiente, camarógrafo, documentalista y militante anarquista. Formó parte de la plataforma Indymedia en Nueva York, Bolivia y Brasil. Él viajó hacia el estado de Oaxaca a principios de octubre del año 2006. Su objetivo era documentar una de las principales revueltas con las que se inauguraba el nuevo milenio en Latinoamérica. Aunque este, sería el último viaje de Brad.
Habían pasado casi cinco meses desde que inició el estallido de la revuelta popular en el estado de Oaxaca cuando Brad llegó con su cámara recién adquirida. Este escenario comenzó con una orden de desalojo, emitida por el entonces gobernador de esta entidad, Ulises Ruiz Ortiz, hacia profesores de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes se mantenían en huelga en la plaza central y las principales calles de la turística ciudad de Oaxaca. Tras una fuerte represión hacia los profesores, cientos de vecinos y organizaciones sociales salieron a las calles a respaldar a los docentes, hasta que la revuelta se generalizó y la sociedad salió a las calles, pero para exigir la destitución del gobernador.
Es en medio de esta situación en la que Brad llegó a la ciudad y -después de acompañar a una parte de La Otra Campaña del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) que recorría el país- comenzó a explorar, en una motocicleta que había rentado con su chofer, los diversos puntos en los que se había extendido la edificación de barricadas. Estas barreras fueron creadas como un acto de defensa contra grupos de choque que portaban armas exclusivas del ejército, así como de policías vestidos de civil que disparaban hacia hombres, mujeres, niños y ancianos que se habían sumado a esta llamada “insurrección popular”.
Con más de 20 días en Oaxaca, al periodista estadounidense ya lo comenzaban a identificar como el “güero” y, entonces, la población le daba acceso a cada rincón de Oaxaca en donde hubiese un control para circular, principalmente, en las noches. Esta ciudad estaba completamente paralizada y pocos eran los automóviles que podían circular intentando esquivar palos, piedras, llantas y otros obstáculos esparcidos por las calles. Brad llegó a contabilizar hasta 3 mil barricadas levantadas en los cuatro puntos cardinales, no solo de la ciudad, sino de las colonias populares y de las comunidades con más cercanía a la ciudad.
El último día de Brad
El 27 de octubre, las personas que se mantenían en las barricadas tenían por objetivo la paralización completa de la ciudad, por lo menos, por 24 horas. Así amaneció la barricada conocida como “Calicanto”, en el municipio conurbado de Santa Lucia del Camino. Junto a los palos, llantas y otros objetos, atravesaron camiones de mercancía, los cuales fueron interceptados mientras circulaban por las calles.
Cuentan los vecinos que eran las primeras horas de la mañana cuando, de una camioneta cerrada, descendieron autoridades del municipio de Santa Lucia y, sin palabra alguna, “comenzaron a disparar contra los manifestantes y entonces todos corrimos y buscamos refugio”, dice una vecina que se presenta como Soledad Martínez.
La señora Martínez, comenta que unos minutos después todos los manifestantes se reorganizaron, pero también las autoridades junto con policías municipales. “Ahí volvimos a avanzar con cohetones y piedras, entonces corrieron. Ya cuando llegamos cerca de la camioneta algunos compañeros le prendieron fuego y empezó una tronadera. Eran las balas que había dentro de la camioneta”, agrega Martínez.
A 14 años de estos acontecimientos, ahora se sabe que quien dio la orden de utilizar estas armas fue el sobrino del presidente municipal de Santa Lucia en ese momento, Manuel Martínez Feria.
Ese día Brad llegó a este lugar y en las primeras imágenes que registra se aprecia que la camioneta de estas personas ya estaba casi calcinada, a lo lejos se pueden observar a personas disparando contra los manifestantes. “Brad se iba cubriendo con las llantas de los camiones mientras estaba grabando”, comparte Javier Santis.
La trifulca duró horas, hasta que las personas armadas se fueron replegando hacia la presidencia municipal. “De pronto se escucha que el compa dice me dieron, me dieron”, comparte Javier.
Varios manifestantes lo cargaron y comenzaron la búsqueda de un doctor y de un carro. En el camino uno de sus colegas guardó la cámara que se le iba cayendo de las manos, una vecina recogió uno de sus zapatos que, varios meses después, le fue entregado a la madre de Brad.
Minutos después lo subieron a un vehículo Volkswagen que llevaba varios días sin circular y con poca gasolina. Desesperadamente iban intentando esquivar las barricadas, las piedras, los palos. Mientras intentaban hablarle a Brad para que no se durmiera. De pronto el carro se apaga, la gasolina se había acabado.
Las personas que decidieron ayudar al periodista se desesperaron y pidieron ayuda al chofer de una camioneta que pasaba por donde se quedaron varados, que, tras varios minutos de explicación, “decidió llevarlo, pero ya no pudo llegar”, cuanta Jazmín López.
Justicia
Momentos después de este asesinato, en la terminal de autobuses ADO fueron interceptados algunos de los participantes armados del municipio, pero fueron liberados tiempo después.
Ese 27 de octubre, el gobierno que aún presidia Ruiz Ortiz desplegó a través de la policía y de diversos grupos de civiles armados conocidos como el “escuadrón de la muerte”, operativos para intentar retomar el control de la ciudad.
Con la muerte de Brad, se justificó ante los medios de comunicación, principalmente la prensa internacional, la participación de la policía militar, que ese momento era la Policía Federal Preventiva (PFP), que arremetió indiscriminadamente contra los manifestantes para retomar el control de la ciudad.
Según la denominada Comisión Civil Internacional de Observación de los Derechos Humanos (CCIODH) reveló que el saldo de este conflicto fue de 26 asesinatos, entre ellos, el periodista Brad Will.
Las instancias de gobierno encargadas de impartir justicia a nivel estatal y federal inculparon y llevaron presos a personas inocentes y con líneas de investigación sin fundamentos. Mientras que, los policías que aparecen disparando directo hacía dónde se encontraba Brad, así como de otros manifestantes que también fueron asesinados durante estas protestas, no fueron inculpados de ninguna responsabilidad.
Pero esto no es novedad. La sociedad oaxaqueña sabe bien que estas instancias no funcionan porque son juez y parte. El asesinato de Brad aún no se ha saldado, por el contrario, se ha sumado a un sin fin de activistas y periodistas asesinados en México que han quedado en la impunidad.
Brad, una luz
Después de que fue asesinado el periodista independiente, su fotografía figuraba, junto a la de los otros caídos en esta “insurrección popular” en un altar con ofrendas, con el fin de festejar y recordar a los seres queridos durante el día de los muertos. Esa ofrenda simbólica estuvo en una de las úlimas barricadas que quedaban, la de 5 señores, la cual protegía Radio Universidad. La PFP ya casi había recuperado la mayor parte de la ciudad, pero, en torno a esa ofrenda, cientos de personas se reunieron de todas partes y salieron a defenderla, reduciendo con ello el potencial de la policía.
Desde entonces, en varios altares, de muchas familias oaxaqueñas, sigue figurando la imagen de Brad Will. Pero, también, su referencia camina con varios jóvenes que ejercen el periodismo independiente. Detrás de varias cámaras, grabadoras y bolígrafos está la figura de Brad Will. Por ello, en memoria, desde Avispa Midia, a la 2ª generación de la escuela de comunicadores y comunicadoras independientes para jóvenxs indígenas y de barrio a realizarse en 2021, se la ha bautizado con el nombre de “2ª generación Brad Will”.