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Migración

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Avispa Midia

¿Qué puede festejar un migrante cuando no ha llegado al destino final?

Por Santiago Navarro F

A continuación presentamos un fotoreportaje que registró la situación de miles de migrantes haitianos, quienes atrapados durante los primeros días de diciembre en Tapachula, esperaron ante la promesa de las autoridades migratorias para conseguir trasladarse hacia otros puntos del país. Aún cuando la información oficial habla de miles reubicados, las autoridades desalojaron el campamento improvisado y aún no se tienen informaciones claras de hacia dónde partieron los migrantes y del número que aún permanecen en la ciudad fronteriza.

Algunos llevan años desde que emprendieron su marcha, ya no por el sueño americano, sino por mejores condiciones de vida. El destino es incierto. Las posibilidades reales se desvanecen en cada frontera y con cada declaración de algún político que jamás ha conocido en carne propia lo que significa la migración eterna, lo que significa dormir bajo un puente, en la intemperie, quedarse sin comida y sin dinero.

“Vengo de Chile, tengo cinco meses en camino. Gracias a Dios llegue acá y llevo dos semanas durmiendo acá (en Tapachula Chiapas)”, dice un migrante proveniente de Haití, quien se ha presentando como Reynol.
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Prensa Comunitaria

Una familia hondureña forzada a migrar por las tormentas y las pandillas

Por Francisco Simón, Andrea Hernández y Cenia Marroquín 

Editado por Javier De León

Kevin, un migrante hondureño de 28 años, abandonó su país junto a su esposa de 20 años y sus 3 hijas de 11 meses, 3 y 5 años a principios de enero de 2021. Él y su familia perdieron su casa y cultivos con el paso de las tormentas Eta y Iota en noviembre de 2020. Ahora se encuentran con estatus de residencia permanente en Ciudad Acuña, en la frontera de México con Estados Unidos. Intentó ingresar al país estadounidense con su familia en septiembre, sin embargo, fueron expulsados de inmediato a esa ciudad, bajo el Título 42. Al amanecer en la orilla del río Bravo se renuevan sus esperanzas de cruzar la frontera, porque retornar a su país no es una opción.

***

Sentado a la orilla del río Bravo en una tarde soleada, del 14 de noviembre, Kevin, un joven migrante, dice “yo salí de Honduras con mi familia, porque perdimos nuestra casa por el paso de las tormentas en noviembre de 2020, nunca recibimos apoyo del gobierno y nuestra esperanza era migrar”, mientras tanto dos agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos lo vigilan al otro lado del río.

Kevin tuvo que abandonar su país debido a los estragos de las tormentas Eta y Iota y al incremento de la pobreza que estas agudizaron. Su casa y sus cultivos quedaron sumergidos bajo el agua estancada y el lodo. A estas condiciones se suma la extorsión y las amenazas provocadas por las pandillas, con las que tenía que lidiar diariamente.

Antes de la pandemia se empleaba de manera informal en el sector de la construcción y ganaba en promedio diez dólares diarios cuando había oportunidades de trabajo, lo cual no era siempre. “Nosotros vivíamos en la zona del río Chamelecón y el huracán se llevó todo, la casa y los cultivos, lo perdimos todo. Luego por la violencia y la falta de trabajo salimos de nuestro país con la idea de llegar a Estados Unidos y tener mejores oportunidades”, dice Kevin, mientras recuerda con nostalgia lo vivido en Honduras.

Kevin nos indicaba que regresar a su país no es una opción, mientras ayudaba a su esposa a bañar a su hija de once meses en el río Bravo. Fotografía: Francisco Simón Francisco

De acuerdo con la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) de ese país, el río al que hace referencia Kevin, fue unos de los lugares donde hubo alerta roja durante las tormentas Eta y Iota. La ribera del río Chamelecón, en las zonas bajas de San Pedro Sula, Puerto Cortés, Villanueva y la Lima fue la más afectada por las inundaciones, incluso, mayores a las que provocó el huracán Mitch en 1998.

Las pandillas y la inseguridad fueron otros motivos más por los que abandonó el país. Estos factores de expulsión de migrantes en Honduras, también los menciona el medio Contracorriente en una publicación en 2020. El medio indica que Chamelecón es considerado uno de los focos de violencia de San Pedro Sula, la segunda ciudad del país con más homicidios; sólo en 2019 se registraron 438 casos en ese municipio, de acuerdo a los datos del Sistema Estadístico Policial en Línea (SEPOL), citado por el medio.

Chamelecón es un barrio situado en el municipio de San Pedro Sula, en Cortés, departamento de Honduras. Su nombre se debe a la cercanía que tiene con el río que lleva el mismo nombre. De allí es originario Kevin, el migrante, que ahora radica temporalmente en la ciudad norteña de Acuña, en el estado de Coahuila, México.

La historia de Kevin refleja la realidad que viven los hondureños en Chamelecón, no solo perdieron sus hogares con la inclemencia de las tormentas, sino también su tranquilidad, provocada por las pandillas y el sufrimiento por las extorsiones.

Kevin y su familia: los migrantes climáticos

Para Kevin, una de las principales causas de su migración fue la pérdida de su hogar por los efectos de las tormentas Eta y Iota. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), publicados en mayo de 2021, el costo total de los efectos causados en Honduras por estos fenómenos meteorológicos ha sido aproximadamente de 52 millones de lempiras, equivalente a más de 2 millones de dólares.

En Honduras hay unas 282 mil familias en las que al menos una persona se encuentra viviendo en otro país, lo que equivale a 424 mil migrantes en el exterior, de este número el 59.4% son hombres y el 40.6% mujeres, según cifras publicadas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en un estudio denominado “Perfil migratorio de Honduras 2019”.

En Centroamérica, Honduras se encuentra entre los principales países con mayores riesgos climáticos, los cuales han provocado en las poblaciones pérdidas de cultivos, hogares y familias, según el Índice de Riesgo Climático Global (IRC) de Germanwatch en un reporte de este año. En consecuencia los pobladores de este país, son actores de la migración internacional, a los que se les denomina, “migrantes climáticos o desplazados ambientales”.

Es decir, las consecuencias de estos fenómenos se traducen en la migración para sobrevivir, tal fue el caso de Kevin que se encontraba entre las personas que perdieron su hogar, convirtiéndose así en un “migrante climático”.

La esposa de Kevin reparte la comida que logró comprar a sus tres hijas. Fotografía: Francisco Simón Francisco

En el estudio de la migración, el término de migrante climático se utiliza para referirse a las personas que abandonan su lugar de origen de forma temporal o permanente dentro de un Estado o cruzando una frontera internacional, bajo contextos de desastres o deterioro ambiental y que afectan los entornos de vida, derivados por el cambio climático.

No obstante, estos grupos de migrantes aún no son reconocidos legalmente en el ámbito del Derecho Internacional. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2020 expresó que no se hace uso de este término, porque no está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas ni en la Convención de Ginebra de 1951.

La pandemia y las tormentas reflejan cada vez más la salida de personas migrantes del país hondureño, en busca de mejores oportunidades. En términos de sacrificio humanitario, social y económico, las consecuencias han sido evidentes. Y pese a los riesgos que la migración irregular conlleva, sigue siendo su opción para sobrevivir.

En Honduras, 3 millones 907 mil 229 personas fueron afectadas por las tormentas Eta y Iota, de este número 437 mil fueron evacuadas. El 88% eran originarias de Cortés, Gracias a Dios, Yoro, Santa Bárbara y Colón, según datos presentados por la COPECO de ese país en noviembre de 2020. Así mismo, el informe destaca que las consecuencias fueron trágicas, puesto que 95 personas perdieron la vida, 32 en el departamento de Cortés, 16 en Santa Bárbara y 12 en Lempira.

Salió de Honduras en búsqueda de un futuro incierto

Kevin abandonó su país en horas de la mañana, un 6 de enero de 2021.  Con 5 mil dólares en sus bolsillos -su único ahorro- en búsqueda de un futuro incierto. Él ya había estado en Estados Unidos cinco años atrás; en ese tiempo logró construir su casa y compró 10 cuerdas de terreno para cultivar, pero un desastre natural y la ola de violencia que vivió en su barrio de Chamelecón en San Pedro Sula, lo obligó a migrar de nuevo, pero esta vez acompañado de su familia.

Ingresó a Guatemala con su esposa aún embarazada y sus 2 hijas, por un paso ciego cercano a la frontera de El Corinto ubicada en el departamento de Izabal, frontera con Honduras. Evadieron el primer puesto de control migratorio instalado por el gobierno guatemalteco “porque allá nos pedían la constancia de la prueba de Covid para ingresar, el costo era caro, nos cobraban 100 dólares por persona para sacarla y el poco dinero que cargaba era para el viaje”, comentó.

Las personas migrantes que ingresan por esta frontera entran en pequeños grupos mixtos y de varios sectores etarios, incluyendo núcleos familiares. La mayoría prefieren evadir los puestos de control establecidos por las autoridades de migración guatemalteca, porque les revisan la identificación personal y la constancia de la prueba de COVID-19, este último se convirtió en un requisito indispensable en tiempos de pandemia, según reportó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en julio de este año.

A decir de la OIM, la emisión de certificaciones para la COVID-19 se ha establecido como un negocio bajo engaño y estafas con pruebas falsas en la localidad fronteriza de El Corinto.

Kevin no tenía entre sus planes quedarse en Guatemala, su meta era alcanzar el sueño americano, tuvo que recorrer el territorio guatemalteco por cuatro días desde que salió de su pueblo, en buses extraurbanos hasta llegar al municipio de Tecún Umán, frontera con México. Desconocer el país fue un desafío para él como para cualquier migrante, pero la necesidad de viajar le animó a buscar apoyo humanitario.

Los migrantes antes de cruzar la frontera de Estados Unidos se despojan de sus documentos personales para no ser identificados. Fotografía: Francisco Simón Francisco

Recordó que pasó por la Casa del Migrante, ubicada en la ciudad de Guatemala, “allí me dieron alimentación, chequeo médico para mis 2 hijas, -la tercera nació en México- y un mapa para ubicarme desde la frontera de Tecún Umán”, añadió.

Él y su familia pensaron pasar la noche en la Casa pero les dijeron que no “por temas de coronavirus”. “Fui a quedarme en un hotel pobre, no recuerdo su ubicación, pero me sacaron lana, me cobraron 300 quetzales por una noche para toda mi familia, fue un costo injusto”, recordó.

Durante su recorrido en el territorio guatemalteco, el migrante relató que fue “sujeto de extorsión” por agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), a quienes se les pagaba entre 100 y 200 quetzales por persona en cada estación de control. De lo contrario, amenazaban con regresarlos a su país de origen, pese a que él y su familia llevaban sus documentos de identificación como el pasaporte.

De acuerdo con Kevin, durante el trayecto encontró alrededor de siete puestos de control hasta llegar a la frontera de Tecún Umán, ubicado en San Marcos, uno de los cuatro departamentos guatemaltecos que colindan con México y que se extiende por 963 kilómetros.

Él y su familia, finalmente lograron llegar a la frontera el 9 de enero, en una tarde soleada entre cansancio y hambre, es decir 4 días después desde que salió de su barrio de Chamelecón.

La esposa de Kevin, de quien se omite el nombre, recordó que no aguantaba el cansancio, ella venía embarazada de su tercera hija que ahora tiene 11 meses. “Le dije a mi esposo, Kevin, que nos detuviéramos, pero no me respondió”, indicó.

En ese momento ella no entendió las razones de Kevin para no parar, pero lo explicó después: “la plata -dinero- se nos acababa, mi esposa venía embarazada y en cualquier momento podía dar a luz, entonces decidí seguir de largo”.

Tecún Umán: cruzar en balsa 

Esa misma tarde entraron por el territorio mexicano y para no pasar por el puesto de control migratorio, instalado por el gobierno de México sobre el puente “Dr. Rodolfo Robles”, evitaron la seguridad fronteriza y cruzaron en balsa.

Kevin, tímido pero astuto, no lo pensó dos veces. Nos dijo que buscó el famoso “Paso del Palenque”, encontró el lugar y contrató el servicio de un balsero, a quien le pagó 20 quetzales por persona. Se subió a una balsa con la intención de cruzar el río Suchiate, que separa a Guatemala del país mexicano.

Las balsas son conocidas por los lugareños como “cámaras”, están elaboradas con tubos y llantas de tractor sobre las cuales se colocan cinco tablas de madera, de forma separada.

En Tecún Umán para cruzar al lado mexicano utilizan las balsas elaboradas con tubos y llantas de tractor. Fotografía: Diego Petzey

Las famosas “cámaras”, al parecer ya forman parte de un sistema de transporte transfronterizo desde lo informal. Primero, cualquier migrante que llega ahí recurre a este servicio para evitar los controles migratorios del lado mexicano. Mientras que en Guatemala, se utiliza por el comercio local y regional para escapar de los controles aduaneros.

A diario decenas de personas cruzan esta línea fronteriza para diferentes fines. De acuerdo con la OIM, solo en julio de este año, más de 31 mil migrantes procedentes de distintos países salieron de Guatemala con destino a México. De esta cifra, 4 mil 650 pasaron por la frontera de Tecún Umán, es decir, en un día, un promedio de 155 personas utilizó el servicio de los balseros, en su mayoría eran haitianos y hondureños.

Kevin vivió en Chiapas, su hija menor nació en México

La primera estación mexicana a la que la familia llegó, fue a Ciudad Hidalgo, luego se dirigieron a Tapachula donde permanecieron por seis meses.

“La plata” de pronto se volvió un problema tanto para él y su familia. Llegó a Tapachula con 4 mil 200 dólares. Es decir, en su recorrido por Guatemala gastaron 800 dólares en transporte y alimentación. Llegaron solos sin apoyo de ningún guía de viaje.

Kevin vivió las primeras semanas en la Casa del Migrante Scalabrini, con sede en esa ciudad, mientras inició el proceso de solicitud de asilo a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), pero no tuvo éxito.

Kevin, un joven hondureño de 28 años huyó de su país porque perdió su casa y cultivos con el paso de las tormentas de noviembre de 2020. Fotografía: Francisco Simón Francisco

A su solicitud se suman más de 22 mil migrantes procedentes de Guatemala, Honduras, El Salvador, Cuba, Venezuela y Haití, quienes solicitaron asilo en México desde enero de 2021, según una nota de prensa publicada en el portal de noticias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el 13 de abril de este año.

El 64% de las solicitudes fueron del norte de Centroamérica, de las cuales, 51% eran de Honduras; 8% de El Salvador y 5% de Guatemala. Del total de las solicitudes registradas, el 22% eran de menores de edad no acompañados, es decir sin ningún familiar.

“Ahí están trabajando por citas y las están dejando para dos o tres meses de espera, y ahorita va para el otro año. Me dieron cita y como mi esposa venía embarazada, mi bebé nació en México. Por medio de mi hija recién nacida logré conseguir los permisos. Si fuera por la COMAR allá estaría en Tapachula esperando”, dijo Kevin.

Luego que su esposa diera a luz en el Hospital General de Tapachula, abandonaron la Casa del Migrante a principios de febrero y acudieron al Instituto Nacional de Migración (INM) con sede en Tapachula, para solicitar su residencia permanente, debido a que su hija recién había nacido en territorio mexicano.

Así, realizó los trámites y tres meses después obtuvo las credenciales por el costo de siete mil pesos mexicanos, luego recibió un apoyo del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) en donde le exoneraron del pago de una credencial.

“Los gastos del parto lo cubrió el DIF”, añadió Kevin mientras explica cómo logró sobrevivir en Chiapas. No encontró trabajo formal por dos razones: por su apariencia y su forma de vestir en su condición de migrante hondureño y por la falta de su documento personal que le acredita su legalidad en México.

“No hay trabajo, queremos ver tu documento”, fueron las palabras que más escuchó Kevin durante su estadía en Chiapas.

“Me dediqué a bolear, -lustrar- zapatos, fue el único trabajo que encontré, dice. Con este oficio él ganaba al día entre 100 a 140 pesos mexicanos diarios, que equivale a 6.5 dólares. Con este dinero él compraba alimentación para su familia.

Mientras estuvo en Tapachula, encontró algunos “paisanos catrachos”, con quienes se pudieron ir a vivir sin pagar renta por 3 meses. “La pura solidaridad”, dijo la esposa de Kevin. Con ese ahorro lograron juntar el dinero necesario para cambiar de destino. 

Viajar por México en autobús de “clase pobre”

Tras obtener la documentación que le acredita su residencia permanente en México, en agosto decidió salir junto a su familia de Tapachula a Ciudad Acuña, lugar fronterizo con Texas, Estados Unidos; el río Bravo separa a ambos países.

En agosto salió de Tapachula con destino a Saltillo, capital del estado de Coahuila. Abordó un autobús, según él “de clase pobre”, porque el pasaje es barato y poco seguro, “pagué 1,500 pesos por los 2, mis hijas no”, indicó.

Llegaron en 2 días a Saltillo, en donde vivió un mes como indigente, para reunir dinero y continuar su viaje hasta llegar a Acuña, llegó a esa ciudad fronteriza el 21 de septiembre de este año, durante la crisis de migrantes haitianos, que rebasó la capacidad de atención de las autoridades tanto de México como de Estados Unidos.

Llegar a Acuña, un paso desconocido

Kevin llegó a Ciudad Acuña el 21 de septiembre con la intención de cruzar la frontera de Estados Unidos. Lo intentó durante septiembre, pero fue expulsado el mismo día. “Crucé el río Bravo junto a mi familia a las 9 de la mañana y a las 5 de la tarde ya estábamos en el puente”, indicó.

El río Bravo separa a Ciudad Acuña, México, de la ciudad Del Río, un condado del estado de Texas. No existen datos oficiales de cuántos migrantes utilizan este lugar fronterizo. Antes de la crisis de los migrantes haitianos en septiembre, el río Bravo era un lugar poco utilizado o desconocido. En esta ciudad fueron albergados 14 mil migrantes haitianos bajo el Puente Internacional por orden del gobierno de Joe Biden.

Según cuentan habitantes cercanos al río, a diario pasan entre 90 y 120 personas migrantes. En una mañana pudimos observar durante un lapso de 3 horas y 45 minutos, el paso de 88 migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y otras nacionalidades.

Una familia nicaragüense con sus hijos y sus pocas pertenencias lograron cruzar el río Bravo en horas de la tarde. Fotografía: Francisco Simón Francisco

Por la tarde y parte de la noche disminuye el número de personas por los riesgos que presenta el río ya que aumenta su caudal, además del incremento de asaltantes en el área.

Una madre migrante es rescatada del río Bravo por su hijo, mientras avanzan para cruzar al lado de Estados Unidos. Fotografía: Francisco Simón Francisco

Kevin fue detenido a caballo en la ciudad Del Río, Texas por dos agentes de la Patrulla Fronteriza, luego fue trasladado al puente y nunca imaginó que su expulsión sería inmediata. Le dieron un número y pensó que era su pase de ingreso, sin embargo, ocurrió lo contrario. La política humanitaria ofrecida por el presidente Joe Biden fue un engaño para él. Fue expulsado bajo el Título 42.

Corrieron con mejor suerte los migrantes venezolanos, cubanos y nicaragüenses, según él. “A los centroamericanos nos regresan el mismo día sin preguntarnos nada. A los de Venezuela, Cuba y Nicaragua los dejan pasar, nada más los detienen un día y luego pueden entrar a Estados Unidos”, recordó.

El sueño americano opacado por el Título 42

La expulsión de migrantes bajo el Título 42 por Estados Unidos, se refiere a la expulsión irregular e invisible de migrantes guatemaltecos, centroamericanos o de otras nacionalidades de una forma no habitual e inmediata, por el país donde ingresaron, que en este caso sería México, o a un tercer país, que es Guatemala. Y si no es posible, a sus países de origen.

Para el caso de México, el gobierno de Estados Unidos expulsó a cientos de migrantes por la frontera de Ciudad de Acuña, que también se ha vuelto un lugar de paso cotidiano de personas de diversos países, a partir de la crisis de migrantes haitianos sobre el río Bravo. Además, algunas de estas personas expulsadas, como Kevin, prefieren quedarse varadas en esa frontera, que ser deportadas a su país de origen.

El Puente Internacional conecta a ambos países y permite su paso solo a quienes cuentan con documentación para ingresar a Estados Unidos. Abajo del puente fueron albergados los migrantes haitianos en la crisis de septiembre pasado. Fotografía: Francisco Simón Francisco

A los migrantes centroamericanos -a excepción de los nicaragüenses- que tienen la documentación mexicana, los regresan sobre el puente Internacional a Ciudad Acuña, y a los que no cuentan con dicha documentación, los regresan a su país de origen o a la frontera de Tecún Umán en Guatemala, bajo el Título 42.

Kevin cuenta que, por el temor a la pandemia, decidieron no sumarse a los 14 mil haitianos que arribaron a la misma ciudad el mismo mes.  “No me quise sumar por la pandemia, porque ahora no puede andar uno aglomerado, por querer buscar algo mejor se puede enfermar, ese es el problema, que se fueron todos juntos y uno tiene que buscar apartarse. Crucé a mi familia, pero están regresando por el Título 42”, explicó Kevin.

Cuatro migrantes de origen venezolano lograron cruzar el río Bravo con la solidaridad de un mexicano que se encontraba en el lugar. Fotografía: Francisco Simón Francisco

Respecto a la situación de la pandemia consultamos a David Fuentes, encargado de un albergue instalado por la sociedad civil quien indicó que varias personas han resultado contagiadas de COVID-19. Sin embargo, no se cuenta con datos estadísticos de las cifras de migrantes positivos. Según él, “porque la salud de los migrantes no es una prioridad del gobierno mexicano”.

El albergue social está situado en el centro de Ciudad Acuña a pocos minutos del Puente Internacional, actualmente alberga a 800 migrantes. Los colaboradores del lugar indicaron que buscan apoyar a los migrantes con tres servicios: alojamiento, alimentación y atención psicosocial, particularmente a las personas haitianas y algunas de origen hondureño que se quedaron varados, tras la crisis migratoria ocurrida en septiembre.

Ciudad Acuña: “Charolear” para sobrevivir

Desde el día que llegó a Ciudad Acuña, Kevin debe juntar dinero para pagar la renta diaria de un cuarto por 300 pesos mexicanos. Además, de conseguir “plata” para los alimentos de su esposa y de sus tres hijas.

Él y su familia viven en esa ciudad con estatus de residencia permanente, pero continúan abrazando la idea de llegar un día no tan lejano a Estados Unidos. Mientras ese día llega, comparten una pena en común: reunir los 300 pesos del cuarto antes del mediodía.

La habitación que mide 3 metros cuadrados, no cuenta con agua, sólo con una ventana y una puerta de madera, que está a 25 minutos caminando desde el río Bravo. Para obtener esa cantidad de dinero, por el día junto a su esposa se dedican a “charolear”, a pedir apoyo económico en las calles de la ciudad, de lo que obtienen entre 300 y 400 pesos diarios.

Por la tarde, y para no deambular en la ciudad, se dirigen a las orillas del río Bravo. Primero, porque allí se bañan. Segundo, porque su esposa también allí lava la ropa, ya que en el cuarto que alquilan no cuentan con servicio de agua. Y tercero, para ellos el río les trae muchos recuerdos, ya que en Honduras se iban a bañar al Río Chamelecón. Además, este río les ayudaba para el riego de sus cultivos de maíz y frijol, que con el paso de las tormentas se perdieron.

La esposa de Kevin aprovecha la tarde soleada para lavar la ropa de sus tres hijas. Fotografía: Francisco Simón Francisco

A pesar de las condiciones, Kevin encontró en esta ciudad fronteriza un espacio libre para bañarse, jugar, bailar y lavar la ropa, junto a su esposa de 20 años y sus 3 hijas, una de ellas mexicana.

Durante los meses que lleva viviendo en Ciudad Acuña, se han encontrado con distintas situaciones: “aquí en Acuña hay gente buena y gente mala, nos hemos topado a las dos, pero gracias a Dios han sido en su mayoría buenas”.

Al consultarle sobre quiénes son las “malas personas”, indica que se trata de personas racistas que salen con machetes y les gritan que no pueden permanecer en las orillas del río Bravo, también personas que fuman cristal “a esos vatos sí hay que tenerles miedo, por cincuenta o cien pesos te venden, incluso a las mujeres se las llevan, las violan y aquí los vecinos, aunque miran nunca hacen nada”, indicó.

El retorno a Honduras no es una opción

“Regresar a mi país en donde mi hogar fue arrasado por las tormentas, no es una opción; mi meta es llegar a Estados Unidos para trabajar y ahorrar lo suficiente, por si luego me retornan, -deportan- a Honduras, así ya tengo algunos recursos para sobrevivir con mi familia. Allá no hay futuro, no hay nada, allá quienes gobiernan son las pandillas y en cualquier rato vuelven a dar un golpe de Estado”, expresó Kevin.

“Si pones un negocio la mara te extorsiona y quieren más de lo que ganas, si no la pagas te matan. Y luego con la pandemia, las tormentas, lo perdí todo, perdí mi casa. Mi familia en Honduras está empezando de nuevo”, agregó.

Al consultarle a Kevin, cómo las personas aún sobreviven en Honduras, respondió con melancolía: “arroz y frijoles no faltan gracias a Dios, ni las tortillas. Se busca sobrevivir. Allá la gente está volviendo a empezar porque perdimos todo por la tormenta. El departamento de Lima quedó borrado, todo fue devastado. Mucha gente hasta el sol de hoy todavía sigue limpiando sus casas y el gobierno solo llegó con unas bolsas solidarias con arroz y frijol duro”.

La población hondureña, al menos, tendrá que pasar 20 años para que pueda recuperarse de los daños provocados por las tormentas ocurridas en noviembre de 2020, según el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FODESH) citado por el medio BBC News Mundo en 2020.

El ciclo migratorio para los hondureños se da en un contexto adverso y antimigratorio. Las cifras presentadas en un informe de la OIM de enero a septiembre de 2021, reflejan un aumento en el retorno de carácter forzado, es decir la deportación, puesto que durante estos meses han sido retornados al menos 39 mil 960 migrantes. 

De este número, 35 mil 231 desde México y 4 mil 293 procedentes de Estados Unidos, que en comparación con el año anterior incrementó la cantidad, dado que para 2020 fueron retornados desde México 18 mil 199 personas y 12 mil 593 desde EE. UU, lo que indica que la migración hondureña va en aumento y cada vez más personas quieren salir de las precarias condiciones en las que se encuentran.

La historia de Kevin y su familia retrata el éxodo de la migración centroamericana que implica múltiples riesgos y vulneraciones para quienes salen en condición de irregularidad. La situación sociopolítica, económica y ambiental de Honduras y de otros países centroamericanos ha provocado que esto siga convirtiéndose en la única salida para miles de personas que ya han perdido las esperanzas en su lugar de origen.

Kevin y su familia permanecen en una zona fronteriza militarizada, con cámaras y helicópteros de vigilancia que intentan detectar a cualquier migrante a su paso. A pesar de ello, aún se aferran al “sueño americano”. En su plan no cabe el retorno a su país, pues aseguran que su meta sigue siendo llegar a Estados Unidos.

Un helicóptero y cuatro agentes de la Patrulla Fronteriza vigilan la zona fronteriza del río Bravo. Fotografías: Francisco Simón Francisco

Mientras Kevin termina su relato, un helicóptero de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos sobrevuela el río. Del otro lado, una radiopatrulla con dos agentes estadounidenses observa fijamente al joven y su familia. “Creen que soy migrante o coyote”, finaliza.

Este texto fue producido con el apoyo del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional -CEJIL-

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Prensa Comunitaria

La familia indígena de San José Poaquil que espera el retorno de un sobreviviente del accidente de Chiapas

Por Joel Solano y Nelton Rivera

Isabela Esquit es una mujer jóven Maya Kaqchikel, de San José Poaquil, desde el 8 de diciembre se quedó a cargo de cuatro hijos pequeños, su esposo Baldomero Sis Cun, decidió emprender un largo viaje y encontrar el sueño americano, salió de casa de madrugada con el único objetivo de llegar a los Estados Unidos.

Baldomero un Maya Kaqchikel de 32 años, salió con lo único que llevaba puesto igual que miles de guatemaltecos que toman la ruta migratoria, con el sueño de darle una mejor vida a Isabela y a sus cuatro hijos, dos niños y dos niñas de 11, 10, 5 años y la más pequeña de un mes de nacida.

Es jornalero, su única fuente económica es trabajando la tierra y para él es muy difícil de lograr grandes cosas para su familia ganando únicamente Q40.00. Es uno de los sobrevivientes del terrible accidente de Chiapas, ocurrido el 9 de diciembre, está hospitalizado en México y aún no ha recibido ayuda del Estado de Guatemala.

Cómo familia saben que el camino a los Estados Unidos no sería fácil, nunca se imaginaron lo que iba a ocurrir en el trayecto rumbo al norte, Baldomero salió a las 4 de la mañana del 8 de diciembre, ese mismo día pasaron la frontera con México, con eso el primero de los pasos se había completado para el grupo de migrantes.

Un día después ya en la ruta, Baldomero y otros migrantes sufrieron un grave accidente en el estado de Chiapas, en la carretera de Corzo-Tuxtla Gutiérrez en el sur de México, una de las versiones de lo ocurrido se acerca al exceso de velocidad con el que el chofer se conducía, informó el gobierno mexicano. Con el accidente se truncó su anhelo de buscar una mejor vida, del accidente fallecieron 56 migrantes y un centenar resultaron heridos, en su mayoría de origen guatemalteco.

Isabela cuenta que para que su esposo pudiera viajar al norte, empeñaron la propiedad de la casa, que incluye el pequeño terreno en el que habitan, todo con tal de conseguir el dinero del viaje a los Estados Unidos. De la tragedia él sobrevivió al accidente, la familia espera que salga bien de una operación que necesita, según el diagnóstico médico debe de ser intervenido en uno de sus brazos.

Este jornalero y su familia viven en el Caserío El Centro en San José Poaquil, en el departamento de Chimaltenango, a unos 110 kilómetros de la ciudad capital de Guatemala. Isabela y su familia no cuentan con apoyo del Gobierno de Guatemala, esperan que las autoridades puedan auxiliarlos para el retorno de Baldomero, mientras tanto ella debe garantizar la sobrevivencia de ella y sus cuatro hijos.

Foto Joel Solano. Chimaltenango.

 

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Avispa Midia

Refugiados haitianos en Tapachula exigen alto a discriminación y racismo

Por Sare Frabes

En portada: Miles de migrantes haitianos subsisten en condición de calle, a la espera de transportes del INM para salir de Tapachula. Foto: Santiago Navarro F.    

Representantes de la Asociación de Refugiados Haitianos en Tapachula (ARHT) exigieron respeto a sus derechos humanos. Denunciaron que las y los migrantes de Haití sufren constantes actos de discriminación, xenofobia y racismo por parte de distintos organismos migratorios en Chiapas.

“Al llegar a México sufrimos de rechazo, hostigamiento y criminalización por parte de las autoridades. Hay una negativa de garantizar nuestros derechos más básicos, principalmente por parte del INM (Instituto Nacional de Migración), la COMAR (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) y ACNUR (Agencia de las Naciones Unidades de Ayuda a Refugiados)”, denunció una integrante de la ARHT mediante conferencia de prensa realizada este miércoles (15).

En dicho evento, también expusieron las condiciones en que ocurre el flujo migratorio de miles de personas, nacionales de Haití, quienes huyen de la situación de violencia generalizada que existe en el país caribeño, ocasionada por desastres naturales, pobreza extrema, inseguridad e inestabilidad política.

“Para salvar nuestras vidas tuvimos que dejar a nuestros hogares, familias y patrimonio. Para llegar a México atravesamos el mar Caribe, recorrimos largos caminos desde América del Sur para llegar a Brasil o a Chile, lugares donde no se nos permitió establecernos de manera definitiva, entonces tuvimos que dirigirnos hacia el norte”, contextualizaron.

Durante la conferencia, una de sus principales demandas fue el llamado para la conformación de una mesa de diálogo con el INM, la COMAR y la representación en México de la ACNUR, para con ello construir soluciones a las problemáticas de la comunidad haitiana que se encuentra en Chiapas.

Maltrato

Los representantes de ARHT detallaron que el INM ha sido la institución encargada de frenar y obstaculizar los trámites de regularización de las y los migrantes haitianos, así como la responsable de realizar constantes operativos de detención contra los mismos.

Es durante las detenciones, señalaron, cuando reciben maltratos y arrestos violentos por parte de los funcionarios de migración. Además, enfatizaron que existen testimonios de migrantes quienes, a pesar de contar con documentos legales que garantizan su permanencia en México, estos son destruidos por parte de las autoridades. También denunciaron que los agentes de migración roban su dinero y teléfonos, maltratan a las mujeres embarazadas y a sus hijos, e incluso realizan deportaciones arbitrarias.

“Todo eso, a pesar de contar con reconocimiento de medidas alternativas a la detención, lo que implica que tenemos el derecho a no ser detenidos, ni deportados. Durante nuestros traslados, pasamos mucho tiempo en el autobús, sin comida ni agua potable con nuestros hijos menores de edad”, acusan.

En lo que respecta a la actuación de COMAR, la ARHT acusó que dicho organismo no respeta los plazos legales para iniciar el trámite de refugio, tampoco realiza las entrevistas ni dicta la resolución a sus procedimientos de acuerdo a una valoración adecuada de la situación de cada uno de ellos.

“Vemos que la Comar se tarda mucho en dictar resolución y en la mayoría de los casos no reconoce a los haitianos como refugiados para poder vivir en el país. La falta de este reconocimiento no nos ha permitido acceder a otros derechos, pues con frecuencia no aceptan a nuestros niños en las escuelas, no tenemos acceso a hospitales, no podemos trabajar por falta documentos legales”, sostienen.

Entre otros detalles, también refirieron que aún cuando realizan el registro para la solicitud de refugio, la COMAR no proporciona fecha para realizar la entrevista para la residencia, por lo cual viven periodos prolongados de incertidumbre y sin documentos legales que les permitan vivir en Tapachula.

Además, “la forma en que (COMAR) analiza el caso de refugiados haitianos tiene un efecto racista”, denunciaron. De acuerdo a testimonios, las y los migrantes no son escuchados pues no cuentan con traductores ni tampoco se toma en consideración la violencia generalizada que se vive en Haití y que los obliga a migrar.

“Aunque existe violencia generalizada en nuestro país (nuestro presidente ha sido asesinado, nuestros hermanos y hermanas han sido asesinados y han ocurrido terremotos en nuestro país), COMAR no reconoce esto, no nos otorga el refugio, no nos han tratado bien”, aseguraron mediante comunicado leído durante la conferencia.

Referente a la labor de ACNUR, los integrantes de la ARHT aseguraron que la oficina en México de esta agencia perteneciente a Naciones Unidas, ha actuado de manera discriminatoria, “muchos refugiados haitianos duermen en las calles porque la ACNUR no les brinda ayuda y sus hijos están sufriendo. Hemos observado que en la atención, la agencia no nos dan el mismo trato que a los latinos”.

Refugio

La ARHT es una organización conformada en agosto de este año y está integrada por 3,000 haitianos, quienes comparten la idea de residir en la ciudad de Tapachula, frontera sur de México, aún cuando recientemente el INM ha realizado intentos de reubicar a sus connacionales hacia otros estados del país.

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“Nosotros no aceptamos eso tampoco, por eso estamos aquí para luchar junto con ellos (…) vamos a seguir viviendo aquí por mucho tiempo aquí mismo en Tapachula; por eso estamos pidiendo para que nuestros hijos tengan derecho de ir a la escuela”, demandó Wesly Luc, integrante de ARHT, quien hizo énfasis en que debido a la demora en los trámites, existen personas en situación de calle.

La ARHT enfatizó que sólo tres por ciento de los haitianos que han llegado a Tapachula han sido seleccionados para recibir refugio. De acuerdo a datos de la COMAR, los migrantes de dicho país caribeño que solicitaron este trámite en 2021 alcanzó un total de 47,494 personas, quienes permanecen en situaciones precarias en la ciudad fronteriza.

radio
Radio Zapote

ACCIÓN URGENTE: Tragedia en Chiapas deja 53 personas migrantes fallecidas y múltiples lesionadas: resultado de políticas migratorias mortales

Comunicado

9 de diciembre de 2021

ACCIÓN URGENTE: Tragedia en Chiapas deja 53 personas migrantes fallecidas y múltiples lesionadas: resultado de políticas migratorias mortales

Al menos 53 personas migrantes fallecieron y más de 50 resultaron heridas, tras accidentarse el tráiler en el que eran transportadas más de cien personas migrantes. Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 15:30 horas, a la salida de Chiapa de Corzo, Chiapas, de acuerdo con los primeros reportes de Protección Civil estatal.

Diversos medios de comunicación señalaron que las personas migrantes viajaban hacinadas en la caja del transporte de carga, cuyo chofer perdió el control debido al exceso de velocidad y huyó.

La tragedia deja nuevamente en claro que, el anonimato y las condiciones en las que las personas migrantes se ven forzadas a transitar, son mortales y consecuencia de políticas migratorias fallidas.

La muerte de estas personas se suma a las violaciones que se han documentado en los últimos años contra la población migrante en el contexto de la pandemia. La militarización de las fronteras y de las rutas; la falta de acceso a los procedimientos de asilo y regularización migratoria obliga a las personas migrantes a arriesgar sus vidas e integridad en un tránsito cada vez más peligroso.

Las organizaciones firmantes hemos denunciado que el endurecimiento de las políticas migratorias y la externalización de las fronteras traería como consecuencia el aumento de delitos y violaciones a derechos humanos en contra de la población migrante, solicitante de asilo y refugiada en México.

Recientemente, el gobierno mexicano aceptó volver a implementar el programa Quédate en México, lo que implica que las personas solicitantes de asilo en Estados Unidos permanecerán en nuestro país mientras dura el procedimiento, violando su derecho a estar en el país que ellos y ellas consideran seguro, y exponiendo a las personas a múltiples factores y contextos de riesgo y vulnerabilidad frente al crimen organizado.

Hemos visto que la manera de proceder del gobierno mexicano, en este tipo de casos, es “apagando el fuego”, sin buscar las causas de fondo. Es decir, mostrando en estos momentos su voluntad, pero dejando luego a las familias de las víctimas sin acceso a medidas de asistencia, sin verdad, justicia y reparación.

Las organizaciones firmantes hacemos un llamado a las distintas autoridades de gobierno para que:

  1. Las personas heridas reciban atención médica de manera inmediata.
  1. Se regularice la situación migratoria de las personas heridas y se permita que sus familiares, así como los de las personas que perdieron la vida, puedan ingresar al país para poder realizar el proceso de acompañamiento e identificación de restos y para buscar la verdad y justicia sobre lo sucedido.
  2. Los procesos de identificación y restitución de restos se lleven a cabo de manera digna y humana, en apego a los estándares internacionales y aplicando en lo conducente el protocolo de notificación y restitución de restos de la Comisión Forense.
  3. La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) represente dignamente a las familias de las víctimas, garantizando que el Estado Mexicano respete todos los derechos establecidos en la Ley General de Víctimas y en la legislación procesal penal, así como en tratados internacionales.
  4. La CEAV se encargue de todos los gastos funerarios y otros, que requieran las familias para dar sepultura a las víctimas de acuerdo con sus costumbres y tradiciones, consultando con ellas, no imponiendo ninguna acción.
  5. Se lleve a cabo una investigación efectiva de los hechos, estableciendo las circunstancias y responsabilidades, haciendo partícipes a las familias de los procesos de verdad, justicia y reparación.
  6. Se garantice el acceso a la justicia mediante mecanismos transnacionales, en el caso de que las víctimas directas e indirectas se encuentren fuera del país.
  7. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dicte medidas a todas las autoridades responsables, para que se garantice lo aquí solicitado y funja como institución vigilante de que no se violen los derechos humanos de las familias.
  8. La Procuraduría de Protección a la Infancia intervenga en los casos que involucren niñas, niños y adolescentes para determinar su interés superior.
  9. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) garantice efectiva coordinación con los países de origen, sin que se impongan acciones o medidas que no se tomen en consenso con los familiares de las víctimas. Que en todo momento se respete su derecho a la información y se garantice su derecho a decidir, opinar y participar.

Atentamente

Organizaciones, casas de migrantes y redes:

Fundación para la Justicia (FJEDD)

Sin Fronteras, IAP

Casa Migrante de Saltillo

Instituto para las Mujeres en la Migración (IMUMI)

Asylum Access México (AAMX) A.C.

FM4 Paso libre

Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) Red Regional de Organizaciones Civiles para las Migraciones Estancia del Migrante Gonzáles Martinez

Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos” (Red TDT)

Casa Monarca. Ayuda humanitaria al migrante, A.B.P.

Programa de Asuntos Migratorios, Universidad Iberoamericana Ciudad de México Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova A.C.

Geopaz. Instituto de Geografía para la paz AC (IGP) Centro de Derechos Humanos Fray Juan de Larios Programa Casa Refugiados

Grupo de Trabajo sobre Política Migratoria

Instituto de Investigación y Práctica Social y Cultural AC (IIPSOCULTA)

Apoyo a Migrantes Venezolanos, A.C.

Red Nacional Pro Inmigrantes y Refugiados (NNIRR)

Voces Mesoamericanas,Acción con Pueblos Migrantes A.C.

Pastoral de Movilidad Humana en Honduras

Scalabrinianas Misión con Migrantes y Refugiados (SMR)

Scalabrinianos en Guatemala

Espacio Migrante

Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano

Centro de Derechos Humanos Texas Sur

Parroquia San Lorenzo de Toronto

Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (ECAP)

Formación y Capacitación A.C.

Red Jesuita con Migrantes Centroamérica

Mesa Nacional para las Migraciones en Guatemala

Programa de Atención Movilización e Incidencia por la Niñez y Adolescencia. Red Jesuita con Migrantes Guatemala

American Friends Service Committee (AFSC), Oficina Regional de América Latina y El Caribe

Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano Centro Comunitario de Apoyo al Migrante y Necesitado (CCAMYN)

Mesa de Coordinación Transfronteriza, Migraciones y Género Alianza Américas

Servicio Jesuita a Refugiados

Asociación Pop No’j

Comités de familias:

Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos de El Progreso (COFAMIPRO) Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos del Centro de Honduras (COFAMICENH)

Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos Amor y Fe (COFAMIDEAF) Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos La Guadalupe (COFAMIGUA) Asociación de Familiares de Migrantes Desaparecidos de Guatemala (AFAMIDEG) Asociación Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos y Fallecidos de El Salvador (COFAMIDE)

Asamblea Popular de Familias Migrantes (APOFAM)

Sabuesos Guerreras A.C Culiacán, Sinaloa

Comité Familias Unidas de Chiapas Buscando a Nuestros Migrantes “Junax Ko’tantik” Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUUNDEC) Colectivo Justicia y Esperanza de San Luis de la Paz

 

radio
Noticias de Abajo

Noticias de abajo 5 de diciembre 2021

 

ROMPIENDO FRONTERAS

PALESTINA: Federación Palestina lanza su propia selección para imputados. PalestinaLibre
CHILE: a Javiera Rojas ambientalista defensora del territorio. Movimiento por el Agua y el territorio.
MUNDA GLOBAL PILDORA DE SALUD: VIH/Sida. El pasado primero de diciembre se conmemoró el día mundial del VIH/SIDA. Ese día gente de todo el mundo se unió para apoyar a las personas que viven con el VIH y recordar a las que han fallecido por enfermedades relacionadas con el sida. Mar
ESTADO ESPAÑOL: Absuelven a Pablo Hasel; el Betis le había denunciado por “delito de odio”. Insurgente.
ESTADO ESPAÑOL GIRA POR LA VIDA: Toxic Tour por las multinacionales españolas que más impacto tienen en la política comercial con México. AraInfo y Toxitour
HONDURAS: Un voto de castigo para los que hundieron al país. Radio Temblor

DESDE EL OMBLIGO DEL MONSTRUO

CDMX: AGRESIÓN POLICIACA A PARTICIPANTES DE LA CAFETERÍA  LA RESISTENCIA. Noticias de abajo y Del Barrio News.
ESTADO DE MEXICO: OMISIÓN, INOPERANCIA Y DISCRIMINACIÓN DE LAS AUTORIDADES FEDERALES Y DE LA CDMX, AL ELUDIR LA DEFENSA DE LOS BOSQUES DE LA COMUNIDAD DE TOPILEJO. REMA
MICHOACAN: “La Autonomía Es Todo”: Una Entrevista Con El Preso Político Indígena José Antonio Arreola De Nahuatzen. Its Going Down
CHIAPAS: SIGUEN LOS ATAQUES PARAMILITARES CONTRA COMUNIDADES ZAPATISTAS. JUNTA DE BUEN GOBIERNO Caracol 10 Patria Nueva denuncia agresiones contra Nuevo San Gregorio. frayba
CHIAPAS: DENUNCIA CHIAPAS MEXICO: SECUESTRO DE AMBIENTALISTAS EN SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS.

Música: -Fuga con Peligroso -Leona de Etiopia con Rebeldiía -Corrido a Ricardo Flores Magón

radio
Radio Zapote

| Comunicado y Video | Cafetería La Resistencia ante la brutal agresión policiaca en CDMX

La madrugada del 3 de diciembre, nuestra compañera y tres compañeros activistas, defensores de derechos humanos y periodistas del café/ galería La Resistencia, ubicada en República de Cuba 34, fuimos agredidos por un grupo aproximadamente de 10 policías. Al interior de un estacionamiento en el callejón de Héroes del 57 en el centro histórico de la CDMX, fuimos golpeados y despojados de nuestras pertenencias.

La gente que colabora en La Resistencia hemos demostrado solidaridad con las personas migrantes. En los días en que más se necesitó albergue para ellas y ellos, La Resistencia abrió sus puertas y todos los compañeros nuestros corazones.

La Resistencia también alberga proyectos de lucha por búsqueda de personas desaparecidas, de familias migrantes en búsqueda. Cobija a pequeños productores de comunidades campesinas e indígenas, y a artistas independientes.

La agresión que sufrimos no puede pasar desapercibida. Hacemos un llamado a defensores, personas solidarias, académicas y acompañantes de la causa migrante, pero también a defensores de territorio, comunidades indígenas, periodistas, artistas y artesanos a estar pendientes de esta agresión y de cualquiera que suceda contra cualquier persona y proyecto de La Resistencia.

En los últimos años, la violencia institucional se acrecentado hacia las mujeres y hacia las y los defensores de derechos humanos a nivel local y federal.

¡Ninguna agresión sin respuesta.

¡Seguimos resistiendo!

 

radio
Avispa Midia

El infierno vivido por los trabajadores agrícolas mexicanos en Canadá

Por Vanessa Garcia Navarro

Para muchos trabajadores mexicanos Canadá parece un destino tentador para buscar mejores oportunidades laborales y de vida, en los campos de cultivo de moras, frutas, vegetales, flores y plantas ornamentales, incluso son estimulados por iniciativas como el Programa de Trabajadores Agrícola Temporales (PTAT), del gobierno mexicano.

No obstante, los testimonios de mexicanos que confiaron en estos programas no deberían ser ignorados, pues muestran al mundo una realidad diferente, totalmente contrastante a las promesas maquilladas de las páginas web de los gobiernos y las agencias de trabajo que les prometen ayudarlos a realizar sus trámites y conseguirles ofertas laborales con condiciones de calidad.

El jueves (4) se llevó a cabo el conversatorio testimonial Trabajadores Agrícolas Mexicanos en el Extranjero, ¿Se respetan sus derechos en Canadá?, en el cual se exhibieron las inhumanas vejaciones que viven los trabajadores agrícolas mexicanos cuando laboran en Canadá.

La lista de denuncias es larga. Jornadas de hasta 15 horas diarias (cuando sus contratos estipulan claramente que deberían ser de 8), omisión del día de descanso por semana (sin reposición del mismo posteriormente), que no se les paguen las horas extras ni días festivos con la tarifa correspondiente, negación de servicio médico, hacinamiento en las viviendas, agresiones físicas y psicológicas por parte de los jefes de las granjas, dificultades a la hora de comunicarse por no dominar los idiomas del país (inglés y francés), así como la escasez de material traducido al español o traductores que los apoyen al momento de anteponer denuncias, entre otras.

Byron Cruz, proveniente de Guatemala y miembro del Colectivo Santuario (una red de derechos migrantes de Canadá), en un ejercicio de solidaridad con los mexicanos, puntualizó como la pandemia por COVID-19 fue la ocasión perfecta para dejar en descubierto las injurias vividas por los trabajadores agrícolas migrantes en Canadá.

Por experiencia puede dar fe de que en muchas ocasiones los trabajadores son puestos por sus jefes en habitaciones pequeñas que tienen que compartir con un elevado número de compañeros, lo cual, por si mismo es incómodo, pero tomando en cuenta que seguimos atravesando una pandemia, estas condiciones pasan al ámbito de lo peligroso e insalubre: los dos metros de distancia entre camas son imposibles, de hecho, los habitantes duermen codo a codo.

Por si fuera poco, en caso de que los trabajadores experimenten un accidente o enfermedad la estrategia de varios dueños y administradores de granjas es no reportar el incidente, lo cual deja desamparado al trabajador, cuya siguiente opción de acudir a un servicio medico privado (incosteable por ellos).

Finalmente, en un punto de vulnerabilidad absoluta del trabajador, los contratantes aprovechan y les proponen regresarlos a México, prometiéndoles que ahí tendrán la mejor atención médica patrocinada por ellos. “Esta por supuesto es una mentira, una manera de desechar a los trabajadores cuando consideran que ya no son una fuerza de trabajo útil”, dijo Byron.

Elizabeth Muñoz, socióloga con especialización en desarrollo comunitario, coordinadora del Centro de Trabajadores Inmigrantes (CTI), con una trayectoria de 8 años trabajando directamente con los trabajadores agrícolas migrantes en Canadá, observa que los empleadores tienen una visión de los trabajadores “como si fueran de su propiedad”, no respetan los contratos y los amenazan con regresarlos a México si se niegan a las jornadas exhaustivas. Los jefes no se presentan a acompañar a los trabajadores (como es el derecho de estos últimos) en caso de que estos acudan al hospital de emergencia.

Otro fenómeno alarmante, según indica la socióloga, es que cuando un trabajador agrícola se lesiona es regresado a su país. “México está teniendo una acumulación de trabajadores enfermos y lesionados que no pueden trabajar ni en Canadá, ni en México”.

De la vista gorda

Muñoz comparte la voz de los trabajadores agrícolas con los que ha trabajado. Estos le dicen que se sienten desamparados, pues cuando llaman al consulado mexicano la respuesta que obtienen de los que se supone deberían protegerlos es “trabajen”, y posteriormente obtienen una segunda estocada de parte de los empleadores que se enfurecen con ellos por haber contactado al consulado.

Karla Meza, periodista independiente mexicana que se encuentra en Canadá, enfoca su investigación en los problemas que viven los trabajadores agrícolas. Indica que la secretaría del trabajo tiene quejas, sin embargo, estas no son atendidas. Una amenaza común de los empleadores a los trabajadores mexicanos es que si no desean perpetuar el ritmo de trabajo se les remplazará con “algún trabajador guatemalteco”. Al parecer este racismo sistémico se fundamenta en que Guatemala no tiene acuerdo bilateral con Canadá, como es el caso de México, lo cual vulnera aun mas a los trabajadores proveniente de Guatemala.

Además, Muñoz reporta que el tráfico de humanos se está volviendo una realidad en Canadá. Ante la desesperación, muchos trabajadores prefieren pagarle a un traficante (de los denominados coyotes o polleros) para que los lleven a Estados Unidos, donde prefieren vivir indocumentados que tolerar los maltratos en las granjas e invernaderos donde laboran en Canadá.

Covid-19

Otros trabajadores narraron las dificultades para ser inoculados contra el COVID-19 (por no contar con seguro), lo cual desencadena un circulo vicioso, dado que sin certificación de haber sido vacunados no son aceptados para laborar y ni siquiera pueden desarrollar actividades tan esenciales como entrar a comer establecimientos, ya que les solicita pruebas de haber recibido las dosis de vacunas.

Otro empleado agrícola, quien si obtuvo acceso a la vacuna contra COVID-19 narra que se lesionó el pie durante su jornada laboral, y su jefe tradujo incorrectamente la situación en el hospital, atribuyéndolo a una reacción de la vacuna, a fin de entorpecer el uso del seguro médico.

¿Las autoridades?

La diputada Rosa María González Azcárraga, presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados del Congreso Mexicano, refirió que desde el congreso se está trabajando en un punto de acuerdo para solicitar a la Secretaría de Relaciones Exteriores y a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que garantice los derechos humanos y laborales de los trabajadores agrícolas mexicanos que se encuentran en Canadá, por la falta de oportunidades laborales en México. El punto de acuerdo  ha sido presentado el 28 de octubre.

radio
Guilhotina.info

Crónica de la llegada de los zapatistas a Viena y sus primeros días en Europa

Foto de Amehd Coca

 

La delegación aérea La Extemporánea llegó a Europa unos días después del regreso a México del Escuadrón 421. Antes de dividirse en grupos para recorrer todos los territorios de Europa que fueron invitados a visitar, participaron en encuentros con varios movimientos, organizaciones e internacionalistas en la capital austriaca, así como en diversas protestas. Su llegada estuvo marcada por el secuestro de dos compas zapatistas de la Junta de Buen Gobierno en Patria Nueva, Chiapas, un territorio al borde de la guerra civil, donde las comunidades zapatistas de raíces mayas se enfrentan a un número creciente de agresiones por parte de grupos paramilitares y narcotraficantes.

En plena Europa Central, el 14 de septiembre de 2021, un centenar de mujeres, hombres y niños zapatistas aterrizaron en Viena, Austria, la sexta ciudad más poblada de la Unión Europea, cerca de las fronteras con Hungría, República Checa y Eslovaquia. Organizados, con pasaportes, vacunas, protocolos sanitarios, cuarentena, documentación completa y boletos en mano, los compas zapatistas lograron romper el racismo transatlántico que intentó todo para impedir este viaje. El racismo de un México que considera a sus pueblos originarios “extemporáneos” (en el sentido de “inoportuno, inconveniente”, de “uno que no pertenece a estos tiempos”) y el racismo de la Fortaleza Europa que, escudándose en las normas sanitarias, no considera que cientos de reuniones con cientos de organizaciones, pueblos y movimientos en todo el continente sean un caso de fuerza mayor para conceder la entrada de esta delegación de 177 zapatistas.

En el aeropuerto de Viena, decenas de colectivos vieneses y de toda Europa -o Slumil K’ajxemk’op (“Tierra Insumisa” en lengua maya), como la rebautizó al continente el Escuadrón 421 a su llegada a Vigo el 22 de junio-, esperaban ansiosos al primer grupo de La Extemporánea. La delegación aérea cruzó las puertas de llegadas alrededor del mediodía, entre aplausos y cánticos de “¡Zapata vive, la lucha sigue!”, “EZLN”, “Los pueblos unidos jamás serán vencidos” y canciones revolucionarias en varios idiomas.

 

Fotos de Isabel Mateos

En las afueras del aeropuerto de Viena, la delegación zapatista fue recibida con mucha emoción y cálidas palabras por mujeres y migrantes austriacos que les dieron la bienvenida “a su casa” en alemán y español. Sin quitarse las mochilas, el Subcomandante Insurgente Moisés tomó el micrófono para dirigirse a sus anfitriones en Europa y hablar de la defensa de la naturaleza y la Madre Tierra. “La naturaleza perecerá. Esto es lo que hemos venido a deciros. ¿No lo creéis? Lo veréis”, advirtió. “Su nombre ya lo conocemos: es el capitalismo. Es el capitalismo el que está destruyendo la vida y la naturaleza”. Con camisa azul, gorra, visera de protección sanitaria y el rostro cubierto sólo por una máscara, prescindiendo por primera vez del pañuelo rojo y el pasamontañas, el Subcomandante Insurgente Moisés fue aplaudido durante su discurso de 13 minutos.

“Nosotros, los zapatistas, estamos aquí gracias a nuestros compas que cayeron en el levantamiento de 1994 cuando salimos a luchar contra el mal gobierno (…) Estamos aquí gracias a los compas que cayeron resistiendo y rebelándose. Nuestra rebeldía, nuestra resistencia, es que queremos gobernarnos como pueblos. (…) No queremos matar, no queremos morir. El problema es que no nos dan la oportunidad de hacerlo como nosotros, como hombres y mujeres, creemos que debe ser. Y es lo que llevamos haciendo desde hace 28 años: no disparamos, no matamos y no queremos morir. Queremos la Vida”, afirma el portavoz del EZLN.

Fotos de Amehd Coca e Isabel Mateos

Bajo un sol sorprendentemente fuerte para esta época del año en esta geografía, las mujeres mayas se protegieron del intenso calor con carpetas llenas de documentos, prueba de su lucha por entrar en Europa. Tras el discurso, se refugiaron a la sombra de un edificio y descansaron mientras los grupos se organizaban para llevar a las compas a sus alojamientos en distintos barrios de Viena, hasta donde se desplazaron en transporte público.

La Fuerza Aérea Zapatista aterrizó en una tierra insumisa cuya historia de dolor y resistencia va más allá de los valses y los palacios rococó a las orillas del río Danubio, el más grande de Europa después del Volga. Ricardo Loewe, del Comité de Solidaridad México-Salzburgo, explicó a los medios de comunicación independientes que “junto con Polonia y Hungría, Austria es un país del antiguo imperio de los Habsburgo que hoy lleva la bandera del racismo de Europa; es más que triste, es indignante, enfurece, porque aquí hay dramáticas reminiscencias del fascismo que todavía se sienten. Y, sin embargo, estamos recibiendo a la delegación zapatista; no es casualidad que vengan a Viena, donde hay muchos grupos que tienen gran simpatía por el zapatismo.”

Aparte de la Cripta Imperial, donde los turistas pueden visitar la tumba de Maximiliano, archiduque de Viena y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico de 1493 a 1519, el Museo Etnográfico exhibe su eurocentrismo y su narrativa colonial “con el Penacho de Moctezuma que parece un pollo muerto, tumbado, porque se está deshaciendo”. Las palabras de Loewe nos recuerdan también el pasado de la “Viena roja”, anterior a la dictadura fascista de Dolfus, así como el marxismo austriaco cristalizado, por ejemplo, en la plaza Friedrich Engels y el complejo multifamiliar Karl-Marx-Hof. Una compa austriaca, de 80 años, recuerda también los movimientos feminista y queer, el movimiento okupa y la cultura de la lucha anarcocomunista, “pequeña pero bien estructurada, no partidista”.

Algunas personas esperaban en el aeropuerto la recepción del segundo grupo, que se esperaba para la tarde del 14 de septiembre. Aunque este grupo no consiguió embarcar en Madrid en el vuelo de conexión a Viena, el acto cultural se celebró como estaba previsto. Además de la música, la poesía, la percusión y los cánticos colectivos, también hubo intervenciones en varios idiomas que expresaron no sólo la revuelta por el hecho de que el segundo grupo no haya podido embarcar en Madrid, sino también la alegría por la esperada llegada. Un compa migrante exclamó con vehemencia: “Si los zapatistas están atrapados en Madrid, en el corazón del colonialismo, entonces debemos ir por ellos, ¡aunque tengamos que ir caminando!”

No fue necesario porque, un día después, también alrededor del mediodía, más de 70 zapatistas aterrizaron y formaron alegremente una fila que salió del aeropuerto de la capital austriaca en otra mañana soleada. A pocos metros de la puerta de las llegadas internacionales, un grupo de anfitriones migrantes tomó la palabra:

Querido Compas, los migrantes de lengua española y portuguesa en la geografía de Viena te saludan y te dan la bienvenida. Somos un colectivo que se ha reunido para conocer y acompañar a ustedes, la delegación zapatista. Queremos que la voz de los migrantes se escuche en los diferentes frentes de la organización de la Jornada por la Vida en Austria. Nos preguntamos: “¿Cómo nos hubiera gustado ser recibidos al llegar del otro lado del océano?”. Y la respuesta fue que alguien nos hubiera dicho las siguientes palabras: ‘nosotros, los precarios, nosotros, los racializados, nosotros que luchamos por una voz migrante, nosotros que hablamos alemán con acento en la geografía llamada Viena, ¡os saludamos y os damos la bienvenida! Nuestra casa es vuestra casa”.

Por CompasZapatistas, colectivo de migrantes en Viena

El equipo de streaming se instaló durante dos días consecutivos frente a las puertas de las llegadas internacionales bajo la mirada incrédula de los viajeros y de los policías del aeropuerto. Con varias cámaras, el equipo pudo documentar las emociones de grandes decenas de activistas y simpatizantes del movimiento zapatista al ver las columnas rebeldes, mientras ambos grupos se fotografiaban y filmaban con sus teléfonos. Antes de acompañar a los grupos en los transportes públicos hasta sus alojamientos, los medios independientes realizaron pequeñas entrevistas a los presentes y documentaron los actos de recepción y las actividades culturales y artísticas que marcaron la historia de una invasión muy diferente. Documentaron el reparto por parte del Subcomandante Insurgente Moisés de los billetes de tren a los recién llegados que, a pesar de los largos viajes, se mostraban sonrientes y alegres por pisar por primera vez, tras una larga espera, el “verde pasto” europeo.

En ambos actos, estuvieron presentes colectivos y organizaciones internacionalistas, feministas, antifascistas y anticapitalistas de Austria: Zapalotta, Compas Zapatistas Viena, Asamblea Latinoamericana-Viena, Comité de Solidaridad México-Salzburgo, Ni Una Menos Austria, EKH, Frauenzentrum, KomIntern-y de toda Slumil K’ajxemk’op-Colectivo Acción Solidaria, Mujeres y Disidencias de la Sexta en la Otra Europa y Abya Yala-RRR, RAZB (Bélgica), Café Libertad Kollektiv de Hamburgo, y asambleas zapatistas de Berlín, Frankfurt y Wendland (Alemania), LAPAZ (Italia), Yretiemble, ¡Compas Arriba! , Medios de Comunicación Independientes con la Gira, y personas de diferentes organizaciones implicadas en la organización de esta Jornada por la Vida desde Portugal hasta Finlandia, desde el Estado español hasta Eslovenia y Grecia.

Mujeres zapatistas participan en protesta contra los feminicidios en Austria

Foto de Guilhotina.info

A poco más de 48 horas de haber llegado a la capital austriaca, un gran contingente de mujeres mayas zapatistas se unió a una protesta a última hora del jueves 16 de septiembre para exigir justicia por Shukri y Fadumo, dos mujeres de origen somalí asesinadas dos días antes en Viena, y que este doble feminicidio no quede impune. Esta protesta fue convocada por Ni Una Menos-Austria, que agradeció “a los compas zapatistas su apoyo en nuestra concentración y marcha en este triste día”.

Frente a la monumental iglesia de Karlsplatz, las compas escucharon, aplaudieron y filmaron diferentes intervenciones de mujeres somalíes y de otros países de Europa y África que se expresaron en sus diferentes idiomas, especialmente en somalí, árabe, español y alemán austriaco. Cientos de jóvenes feministas e internacionalistas portaban banderas y carteles contra el patriarcado y el racismo. Gritaron consignas y corearon una versión en alemán de “Canción sin miedo” de Vivir Quintana, antes de encender en silencio las luces de sus teléfonos al caer la noche.

Tras escuchar historias de sufrimiento en varios idiomas, los miembros de La Extemporánea continuaron el recorrido de la marcha de mujeres austriacas y migrantes por las grandes calles rodeadas de imponentes edificios.

Foto de Guilhotina.info

El tañido de la campana de la iglesia de Karlsplatz no pudo ahogar las voces fuertes ni los silencios de las mujeres que expresaban su dolor y que los teléfonos de los compas zapatistas y la cámara de video del compa de Tercios Compas intentaron captar. Asignado con el deber de documentación audiovisual de la delegación del EZLN, fue el único hombre zapatista presente en la concentración y la marcha nocturna. Las vibraciones antipatriarcales, antirracistas e internacionalistas de la primera marcha europea de la Sección Miliciana de Ixchel-Ramona pudieron percibirse en el streaming realizado por los medios de comunicación independientes desde Karlsplatz en Viena, con comentarios en español de los anfitriones de Zapalotta y del Comité de Solidaridad México-Salzburgo, explicando el contexto y el significado de las protestas contra los 21 feminicidios ocurridos en Austria en 2021.

Sin duda, mucha emoción marcará el recuerdo de las compas milicianas, vestidas con camisetas rosas, vaqueros y botas de cuero, dispuestas a caminar y a escuchar, intercambiar y aprender de las luchas de cientos de colectivos insumisos europeos que las invitaron y exigen incansablemente “¡Ni una menos!”, “¡Alerta Feminista!” y “¡Detengan los feminicidios!”

Llegada de La Extemporánea marcada por el secuestro de dos zapatistas en Chiapas

El 17 de septiembre, medio centenar de zapatistas, mujeres y hombres, reforzaron el contingente internacional reunido frente a la embajada de México, en el lujoso centro histórico de la antigua capital del Imperio de los Habsburgo. Esta protesta encendió una campaña internacional para denunciar el paramilitarismo y exigir el regreso con vida de José Antonio Sánchez Juárez y Sebastián Núñez Pérez, compas de la Junta de Buen Gobierno “Nuevo Amanecer en Resistencia y Rebeldía por la Vida y la Humanidad” del Caracol 10 “Floreciendo la Semilla Rebelde”, en Chiapas

Fueron secuestrados el 11 de septiembre en la comunidad 7 de Febrero, municipio de Ocosingo, Chiapas. Esta comunidad es la sede de ORCAO, organización paramilitar que desde hace varios meses viene perpetrando una serie de acciones criminales contra las Bases de Apoyo del EZLN en la comunidad autónoma de Moisés-Gandhi.

Fotos de Guilhotina.info and Pozol.org

Frente al edificio monumental de la diplomacia mexicana, decenas de activistas de toda Europa denunciaron con el megáfono, pancartas y carteles, la implicación del gobierno en la violencia antizapatista. Las intervenciones en español, alemán, griego, francés, portugués y gallego, así como la reciente declaración de las organizaciones que acogen al EZLN y al CNI, denunciaron la complicidad tanto del gobierno federal de López Obrador como de Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas, en los ataques paramilitares realizados no sólo contra los campesinos mayas zapatistas, sino también contra los defensores de los derechos humanos.

Al final de la manifestación, el Subcomandante Moisés, vestido de negro y cerrando la columna zapatista, se dirigió al edificio diplomático y, a modo de despedida, levantó dos veces el dedo medio, momento que captamos en video y que publicamos aquí con su consentimiento.

 

Los zapatistas visitan el campamento contra un megaproyecto en Viena

En la mañana del sábado 18 de septiembre, una delegación zapatista tuvo por primera vez un encuentro público con un movimiento de resistencia que, desde abajo y a la izquierda, se enfrenta al mal gobierno en esta Tierra Insumisa. El escenario es un campamento en Lobau, en las afueras de Viena, con una impresionante infraestructura -cocina, cafetería, puntos de información y una treintena de tiendas de campaña-, montado para proteger un raro ecosistema en lo que es uno de los grandes centros de la Hidra capitalista que, en su afán de crecimiento desenfrenado e infinito, se traga montañas, pastizales, ríos y humedales para sustituirlos por metrópolis, desiertos de concreto, agroindustrias, minas y un sinfín de megaproyectos que siembran la muerte donde antes había vida.

Alrededor de 60 zapatistas, hombres y mujeres, se reunieron con jóvenes ambientalistas que, con amplio apoyo de la población local, resisten desde agosto contra los planes del gobierno austriaco de construir una autopista que atraviese la mayor reserva natural de la ciudad, zona protegida desde 1978 y parte del Parque Nacional Danubio-Auen desde 1996.

En un primer momento de intercambio, los participantes en la acampada contaron a los zapatistas la historia del lugar, el proyecto y por qué defienden el que es el único paisaje de este tipo que permanece ecológicamente intacto no sólo en la ciudad, sino en toda Europa Central. Esta zona alberga 800 especies de plantas, así como 100 especies de aves nidificantes, más de 50 especies de mamíferos, reptiles y anfibios y 67 especies de peces.

Entre intervenciones y preguntas de ambas partes, se discutieron las estrategias de resistencia para defender el territorio: se habló de pacifismo, desobediencia civil, ocupación y violencia. Los activistas locales explicaron que todo el movimiento en Lobau es pacífico y que ésta es una condición fundamental para mantener el amplio apoyo de la comunidad. Aunque la mayoría de los acampados son jóvenes, los vecinos han colaborado y ayudado, permitiendo, por ejemplo, que los jóvenes acampados se duchen en sus casas.

Incluso se ha llegado a un acuerdo con la policía para que, si la protesta se mantiene sin violencia, avisen a los ocupantes con un día de antelación en caso de orden de desalojo.

Si esto resulta extraño para alguien que viene de una geografía del sur de Europa y, a diario, ve imágenes de policías reprimiendo y agrediendo violentamente a una población indefensa, no podemos imaginar lo extraño que suena para alguien de México, donde la violencia es una certeza cotidiana, y la policía una fuerza más de represión y violencia gratuita.

“¿Y si no se van?”, preguntan los zapatistas.

Explican que, si se enfrentan a una orden de desalojo y no se van por su cuenta, serían detenidos durante 24 horas y luego liberados, sin ninguna acusación. Lo que significa que “no pasa nada y volvemos a acampar”.

“Es como si yo te dijera ‘te voy a dar una paliza’, y tú me dijeras ‘no, no lo hagas’, y entonces no lo hago”, comenta SubMoy, sorprendido, preguntando entonces si este tipo de acciones tienen algún resultado. Lo cierto es que, desde el inicio de las ocupaciones en Lobau, las obras de construcción de la autopista y sus accesos están paradas.

Video de Lukas David Beck

Después de una buena hora en la que ambos movimientos compartieron sobre sí mismos e intercambiaron ideas e impresiones sobre la resistencia, los zapatistas recibieron un recorrido por el sitio de acampada. Luego partieron hacia un segundo sitio ocupado, a 15 minutos a pie, el patio de construcción con todas las máquinas. Allí, los zapatistas y los demás presentes se dividieron en dos grupos y conocieron los dos campamentos instalados allí, más pequeños que el principal.

Fue en uno de esos campamentos donde todos se reagruparon frente a una torre, construida por los manifestantes, para grabar un video en apoyo a la resistencia de Lobau.

Hasta que, de repente, empezó a llover a cántaros y las decenas de personas tuvieron que refugiarse bajo una larga lona, lo que no impidió que la mayoría se empapara.

En ese momento, la mayoría de los compas zapatistas decidieron regresar a sus alojamientos. Un grupo de mujeres zapatistas alojadas en el Frauenzentrum (Centro de Mujeres) decidieron quedarse en Lobau mientras esperaban la comida a la que habían sido invitadas.

En esa hora de espera, hubo otro momento de discusión e intercambio, esta vez más informal, en el que los compas compartieron la historia del movimiento zapatista desde 1986, la preparación para el levantamiento de 1994 y el papel de sus promotores de salud y educación, poniendo especial énfasis en la participación de las mujeres en todo el proceso. También abordaron el tema del consumo de alcohol en las comunidades, los problemas que surgieron de él tanto en el ámbito militar como en el familiar, y cómo, como comunidades y pueblos, decidieron enfrentarlo.

Un compa menciona que “Los zapatistas vienen a dar esperanza y a inspirarnos con todo lo que ya pudieron construir en Chiapas. Son una verdadera biblioteca ambulante”. Para concluir, los zapatistas subrayan que por el momento son un movimiento pacífico y que se resisten a tomar las armas a pesar de las provocaciones.

La zona de Lobau, en el Parque Nacional Danubio-Auen, es lo que queda de un enorme ecosistema húmedo que se extendía por las márgenes del Danubio, destruido en el proceso de movimiento de tierras para la expansión e industrialización de la capital austriaca a finales del siglo XIX.

Fue en este lugar tan especial donde se produjo el primero de los encuentros entre zapatistas y movimientos y resistencias en la Europa Insumisa, objetivo principal de este primer capítulo del Viaje por la Vida. Fue también en este Parque Nacional donde, en 1984, tuvo lugar uno de los principales procesos de resistencia de la historia reciente de Austria. El plan de construcción de una central hidroeléctrica en el límite oriental del parque desencadenó una oleada de protestas que culminó, en diciembre de ese año, con la ocupación del lugar que las máquinas estaban dispuestas a destruir. El 8 de diciembre, 8.000 personas se manifestaron en el lugar y algunos cientos iniciaron una ocupación permanente del espacio, obligando a detener la construcción.

El 19 de diciembre, un contingente de 800 policías expulsó violentamente a los 3000 manifestantes que permanecían en el lugar. Los enfrentamientos se saldaron con dos docenas de heridos y una ola de indignación en Viena, donde 40 mil personas se manifestaron esa misma noche. Temiendo una revuelta, el gobierno anunció la suspensión del proyecto un par de días después y, a principios de enero, el Tribunal Supremo anunció la prohibición de cualquier construcción en la zona. La ocupación terminó y, meses después, el proyecto se abandonó definitivamente.

Esta lucha se recuerda como uno de los momentos más importantes del proceso democrático en Austria, y fue la primera vez que la desobediencia civil fue ampliamente aceptada como estrategia para hacer valer la voluntad del pueblo frente a las intenciones del mal gobierno. Desde ese año, casi todos los megaproyectos en Austria se han enfrentado a algún grado de resistencia popular. En 1996, la construcción de una central hidroeléctrica en Lambach se retrasó debido a una ocupación y, en 2003, un proyecto similar para la zona de Lobau también se detuvo tras una ocupación simbólica del lugar.

El CNI y el FPDTA llegan a Austria y se unen al EZLN para la manifestación de la Huelga Climática en Viena

Los grupos de Escucha y Habla que conforman La Extemporánea comenzaron, el 22 de septiembre, a viajar a las geografías que constituyen la primera zona de este Viaje por la Vida -Alemania, Escandinavia, Europa del Este y los Balcanes-. A última hora de la tarde de ese mismo día, aterrizó en Viena la delegación de 16 personas del Congreso Nacional Indígena (CNI-CIG) y del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDTA) que acompañan al EZLN en este Viaje.

Dos días después, la delegación del CNI y el FPDTA participaron, junto con decenas de zapatistas presentes en la ciudad, en la manifestación de la Huelga Climática. Veinte mil personas salieron a las calles de la capital austriaca exigiendo un cambio urgente para enfrentar la crisis climática.

 

Foto de Guilhotina.info

La manifestación partió hacia la 1 de la tarde de Praterstern y cruzó las grandes avenidas de Viena en una caminata de 4 km llena de consignas en inglés y alemán que exigían justicia climática, una acción urgente para combatir el calentamiento global, un cambio de sistema y en apoyo de la resistencia en Lobau, en las afueras de la ciudad, contra la construcción de una autopista en su reserva natural más importante. Terminó en el Parlamento austriaco, donde los últimos manifestantes llegaron dos horas y media después del inicio de la marcha.

Tras los discursos de la organización y la actuación de una banda local, los compas subieron al escenario y compartieron el mensaje de los indígenas en México con miles de personas, frente a ese mismo majestuoso balcón desde el que Hitler habló en 1938, siendo aplaudido por cientos de miles de personas y consumando la anexión de este territorio por la Alemania nazi.

 

Esta vez el mensaje fue muy diferente. Primero habló Libertad, una compa zapatista que contó la historia de una mujer.

No importa el color de su piel, porque tiene todos los colores. No importa su lengua, porque escucha todas las lenguas. No importa su raza ni su cultura, porque en ella habitan todas las formas de vida. No importa su estatura, porque es grande y, sin embargo, cabe en una sola mano. Cada día y cada hora, esa mujer es violada, golpeada, herida, violada, engañada, despreciada. Un macho ejerce su poder sobre ella, cada día y cada hora. Ella viene a nosotros, nos muestra sus heridas, sus dolores, su pena, y nosotros sólo le damos palabras de consuelo, de lástima, o la ignoramos. Tal vez, como una limosna, le damos algo para aliviar sus heridas, pero el macho continúa con su violencia.

Nosotros y tú sabemos cómo terminará esto. Será asesinada y, con su muerte, todo morirá. Podemos seguir dándole palabras de esperanza y remedios para sus dolencias. O podemos decirle la verdad: la única medicina que puede tratarla y curarla por completo es enfrentar y destruir al que la viola. Y también podemos, en consecuencia, unirnos a ella y luchar a su lado.

Nosotros, los pueblos zapatistas, llamamos a esta mujer “Madre Tierra”. Para los machistas que la oprimen y humillan, usen el nombre, la cara y la forma que quieran. Nosotros, los pueblos zapatistas, llamamos a este macho asesino con un nombre: capitalismo.

Y llegamos a esta geografía para preguntarle: ¿vamos a seguir pensando que con pomadas y tranquilizantes podemos resolver los golpes de hoy, aunque sabemos que mañana la herida será más grande y profunda? ¿O lucharemos a su lado?

Nosotros, las comunidades zapatistas, decidimos luchar junto a ella, en su nombre y por ella.

Libertad termina su discurso entre aplausos y cánticos de: “Ah, Anti, Anticapitalistas”. A continuación, Isabel, una mujer otomí residente en la Ciudad de México que forma parte del CNI, toma la palabra y se dirige a la multitud, primero en otomí y luego en español:

Hoy estamos viendo que los que vivimos en la ciudad no tenemos derecho a ella, y los que vivimos en nuestros pueblos estamos desposeídos. Hay muchas empresas que nos han estado engañando sobre el progreso. Tenemos la termoeléctrica, el tren maya, los parques eólicos, los padres de Ayotzinapa, y los agroquímicos que aquí en los países desarrollados ya no se venden y se llevan a nuestros pueblos para matarnos a todos.

Hoy estamos aquí los pueblos del otro lado del mundo para caminar juntos. Por eso nosotros, el Concejo Indígena de Gobierno, estamos caminando al lado de nuestras hermanas y hermanos zapatistas. Esta es una Jornada por la Vida porque, si la Madre Tierra perece, si la matamos todos juntos, pereceremos con ella, moriremos con ella. Por eso le decimos al capitalismo y al patriarcado que lo único que queremos es nuestra autonomía, nuestros pueblos, nuestras aguas libres de contaminación, nuestros ríos. No queremos más capitalismo, no queremos más empresas. Y también decimos que no olvidamos y no nos rendimos y hasta la victoria… ¡Zapata vive!

Y el público responde: “¡La lucha sigue!”

Fotos de Guilhotina.info

A diferencia del discurso de Hitler, estos dos discursos no serán cubiertos por los medios de comunicación, no aparecerán en los libros de historia, pero cumplen la función de, a través de la escucha y la palabra, sembrar esa resistencia y rebeldía, que es el objetivo principal de esta Jornada por la Vida.

Estas dos mujeres indígenas, con sus palabras, conmovieron a miles de personas, la mayoría de ellas jóvenes y niños. Muchos son conscientes de los problemas del mundo, críticos con el sistema capitalista y ansiosos por ver un cambio que sabemos urgente y necesario pero que, en estas tierras europeas, aún no sabemos cómo construir. En el corazón de la bestia, estas dos mujeres indígenas sembraron en la nueva generación la esperanza y la certeza de que la única forma de evitar el colapso colectivo al que se dirige la humanidad -y el planeta- es organizarse y construir esa solidaridad entre los pueblos que no mira fronteras ni distancias, y caminar juntos hacia ese “mundo donde caben muchos mundos”.

Un poco después de estos discursos, mientras comenzaba otro acto musical, los compas zapatistas, el CNI y el FPDTA, junto con otras personas y colectivos solidarios, caminaron hacia la Embajada de México. Como parte de una acción convocada por el EZLN en su último pronunciamiento, “Chiapas al borde de la guerra civil”, que se realizó ese día en más de cincuenta ciudades del mundo, la manifestación exigió el cese inmediato de los ataques a las comunidades zapatistas de Chiapas, que han sido objeto de reiteradas agresiones y provocaciones por parte de grupos paramilitares con el apoyo, cuando no la colaboración directa, de los gobiernos federal y de Chiapas.

 

Durante estos días, a puerta cerrada, las zapatistas, el CNI y el FPDTA celebraron otros múltiples encuentros de Escucha y Habla con mujeres palestinas, con mujeres de habla hispana y portuguesa, y con otras comunidades y luchas en Viena, para discutir los asuntos que traen estos pueblos indígenas a Europa en esta Travesia por la Vida.

Partes de este artículo se basaron en notas escritas colectivamente por los medios independientes presentes en Viena, publicadas originalmente en español y portugués en Radio Zapatista, Pozol.org y Guilhotina.info.

Traducido al inglés por Ana Sophie y Ana Cristino

Traducciòn al español por RZ

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Avispa Midia

Migrantes buscan rutas alternativas en Chiapas; autoridades responden con violencia

Por Ñanì Pinto

En portada: Cientos de migrantes, niños y adultos, han sido detenidos con violencia mediante operativos realizados en Chiapas. Foto de Cuartoscuro

Frente a la búsqueda de alternativas por parte de personas en movilidad, las autoridades mexicanas han respondido con operativos violentos para la detención de migrantes, así como el hacinamiento de los mismos en las estaciones migratorias de Chiapas.

Lo anterior deriva de un comunicado publicado este lunes (20), mediante el cual organizaciones del Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano (COMDHSM) denuncian la estrategia militarizada de contención migratoria implementada por las autoridades, así como la crisis humanitaria que se desarrolla en el corredor central migratorio en Chiapas, el cual incluye las localidades de Frontera Comalapa, Comitán, San Cristóbal de las Casas, Tuxtla Gutiérrez y Chiapa de Corzo.

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“Hemos realizado diversas acciones de monitoreo ante el actual contexto de crisis humanitaria en que se encuentran cientos de personas solicitantes de protección internacional y con trámites migratorios en curso tras verse expuestas al abuso de poder, la represión, el uso excesivo de la fuerza, violaciones graves y sistemáticas de derechos humanos por parte de distintas fuerzas de seguridad y entidades mexicanas”, contextualiza el COMDHSM.

Hacinamiento

En el documento, el colectivo informa de la situación de hacinamiento en el que se encuentran cientos de personas en las estaciones migratorias de Cupape 1 en la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez, y en la estación Cupape 2 (conocida como La Mosca) ubicada en Chiapa de Corzo.

“En este último lugar se calculan cerca de 400 personas privadas de la libertad. En ambos lugares no se implementan protocolos de bioseguridad ante la pandemia de Covid-19, incrementando de forma grave las probabilidades de contagio. Es importante recalcar lo denunciado en repetidas ocasiones que La Mosca es una bodega abandonada que no cuenta con las condiciones mínimas para garantizar el bienestar de las personas migrantes por el contrario las expone a sufrir diversas formas de violencia, tortura y abusos de autoridades públicas y privadas”, denuncia el COMDHSM.

Mientras, en la estación migratoria en Tuxtla Gutiérrez no hay una cifra consolidada de personas detenidas, aún cuando es obligación del Instituto Nacional de Migración (INAMI) el mantener actualizado dicho dato.

“Sin embargo, se documentó la presencia de por lo menos 80 mujeres detenidas, entre ellas mujeres embarazadas que fueron violentadas (malos tratos e inhumanos) por personal público y privado dentro de las instalaciones. Asimismo, observamos más de 15 niñas, niños y adolescentes (NNA) en detención, incluyendo bebés de solo 4 meses en contravención a las normas vigentes de NNA migrantes que tajantemente prohiben la detención migratoria y estancia en Estaciones Migratorias y Provisionales del INAMI”, señala el colectivo sobre las irregularidades en las instalaciones migratorias.

El COMDHSM incluso recibió denuncias sobre que el hacinamiento en las estaciones es tal que mujeres han dormido de pie o en los baños de las celdas. Además, algunas mujeres quienes viajan con sus hij@s han pasado la noche y día en el patio al aire libre bajo la lluvia.

Detenciones

El colectivo de organizaciones enfatiza la expansión de la estrategia militar de contención que se ha desplegado en la costa pacífica de Chiapas contra los desplazamientos colectivos de migrantes que han querido salir de Tapachula. Esto ha llevado a las detenciones masivas y arbitrarias en Tuxtla Gutiérrez de personas migrantes, en su mayoría haitianas, quienes buscan rutas alternativas de movilidad pues sus procedimientos de solicitud de protección internacional y regularización migratoria no dieron frutos.

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En la ruta alterna a la costa, en el denominado corredor central migratorio en Chiapas, los operativos de detención entre el INM y la Guardia Nacional (GN) se concentran en los alrededores de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez y en las carreteras entre los municipios fronterizos de Motozintla, Frontera Comalapa y Chicomuselo.

“Vale recordar, que recientemente se denunció que policías municipales en esta región están deteniendo en separos preventivos (cárceles) a personas migrantes incluyendo familias con NNA para luego entregarlas al INAMI. Acción completamente ilegal: las fuerzas de seguridad no tienen funciones de control migratorio como recientemente se confirmó en el amparo 1597/2018 para el caso de Tijuana, Baja California”, aclara el documento del COMDHSM.

Durante las semanas previas, los colectivos han recabado testimonios de personas y familias con niñas y niños pequeños que fueron detenidas durante los desplazamientos colectivos en el corredor de la costa pacífica. En ellos, testificaron que después de las violentas detenciones, l@s migrantes fueron trasladados y abandonados durante la madrugada en el punto fronterizo denominado La Mesilla, Chiapas y en Tenosique, Tabasco.

“El primero es territorio reconocido por la presencia de grupos del crimen organizado y tráfico de personas, a las personas migrantes no se les dio información alguna dejándolas en pleno desamparo y sin orientación alguna de donde se encontraban y sin posibilidades de cubrir necesidades básicas. Se reconoce y destaca la hospitalidad popular que en estos últimos días se ha dejado ver en varios puntos de esta ruta. Estas muestras nos llenan de esperanza para continuar con la labor de desmontar narrativas xenófobas y discriminatorias. Retomar lógicas de solidaridad y hospitalidad con las mujeres, niñas, niños, adolescentes y hombres que se movilizan huyendo de diversas violencias para mejorar sus condiciones de vida”, concluyen los colectivos en la actualización de la crisis migratoria en la frontera sur de México.