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(Español) EEUU y Alemania, desesperados tras aumento de precios de energéticos
Fuente: Avispa Midia
Por Santiago Navarro F
Las amenazas de Estados Unidos (EEUU) y Reino Unido, en el contexto de la guerra en Ucrania, de dejar de comprar petróleo y gas a Rusia, han servido para que los costos de los energéticos se dispararan drásticamente, incluso, por arriba de los precios alcanzados con la crisis financiera del año 2008.
Para empeorar la situación, el jueves pasado (31), el presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó un decreto que establece que “países extranjeros no amistosos” comiencen a pagar en rublos el gas que les vende o, de lo contrario, cortará los suministros. “Nadie nos vende nada gratis, y tampoco vamos a hacer obras de caridad, es decir, se detendrán los contratos existentes”, sostuvo Putin.
El precio de la gasolina en el país norteamericano ha alcanzado su máximo histórico. En el estado de California, por ejemplo, el galón llegó a costar 6 dólares; en 2021, estuvo a 3,73.
“Los costos los tenemos que pagar los ciudadanos que vivimos al día. ¡Todo está aumentando de precio!”, comparte para Avispa Midia, Mara de Cordero, residente de California, quien se dedica a la limpieza de oficinas.
Cordero asevera que no solo es la gasolina que esta subiendo y asegura, “nos afecta, sobre todo, a quienes tenemos un salario mínimo; nuestra situación ya era vulnerable con la pandemia y hoy, con esta guerra, sentimos que los tiempos que vienen serán más difíciles”.
Semanas antes de la declaración de guerra de Rusia contra Ucrania, las empresas petroleras ya comenzaban a beneficiarse con el alza de los precios de los combustibles fósiles y los ciudadanos de a pie sufrían los impactos.
Elvys D. Cordero, mecánico residente en California, comparte con Avispa Midia que, actualmente, están gastando en sus cuentas diarias el doble de lo que gastaban antes de la pandemia. “En este país hay personas que trabajamos dos o tres turnos para poder solventar nuestros gastos y esta situación nos está afectando aun más”, comparte.
El escenario bélico viene impactando en escalada los costos de los energéticos y la inestabilidad en la oferta y la demanda podría agudizar aun más la situación. Según la agencia Bloomberg, la Casa Blanca debe anunciar próximamente un plan para liberar hasta un millón de barriles diarios de sus reservas estratégicas durante varios meses para frenar la inflación e intentar estabilizar el mercado.
El gobierno de los EEUU ha incentivado a los Estados y a las compañías petroleras a producir más petróleo y gas frente a la inestabilidad del mercado.
Por ejemplo, Jennifer Granholm, secretaria de energía de EEUU, pidió a Bento Albuquerque, ministro de Minas y Energía de Brasil, durante una videoconferencia el jueves 10 de marzo, que aumentara su producción de petróleo.
“Ella [Jennifer Granholm] me preguntó si Brasil podía formar parte de este esfuerzo, y yo le dije ‘por supuesto que sí’. Ya estamos aumentando la producción, mientras que la mayoría de los países de la OCDE [Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos] la han reducido”, respondió Albuquerque.
La OPEP+ (Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados) redujó su producción en 1,1 millones de barriles por día (bpd) por debajo del objetivo establecido, según La Agencia Internacional de la Energía.
Reducción en la producción Rusa
De acuerdo con un estudio llamado La invasión rusa de Ucrania y los escenarios del mercado mundial del petróleo, del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, se contempla la reducción de 1,1 millones (bpd) de producción de petróleo ruso para mayo de 2022 y en 2023 podría alcanzar pérdidas de crecimiento de hasta 2,5 millones de barriles por día.
En 2021 Rusia ocupo el 2º lugar como productor mundial de petróleo crudo, 14% de la producción mundial. Un 60% de este petróleo tienen como destino Europa y otro 35% termina en Asia, señala el informe de Oxford.
Acuerdo entre China y Rusia
Los analistas de Oxford destacan que, con el acuerdo comercial de gas entre Rusia y China, anunciado el 4 de febrero de 2022, se pretende vulnerar la dependencia de Europa. Según este estudio, la sorprendente rapidez con la que se ha firmado este pacto, se remonta a planes que se vienen dando desde el año 2014. “Sus bases se establecieron en diciembre de 2017, cuando se firmó un acuerdo de intenciones para el suministro de gas ruso a China a través de la ruta del Lejano Oriente”, remarca el documento.
Si Europa dejara de comprar gas a Rusia, los países impactados inmediatamente serían Italia y Alemania, principalmente con el aumento de los precios de la calefacción, que ya se consideran altos.
En un acto desesperado, este lunes (5), el ministro alemán de Economía, Robert Habeck, dio la orden a la Agencia Federal de Redes para tomar el control fiduciario de Gazprom Germania, la filial alemana de Gazprom Rusia. El ministro justificó esta acción asegurando que las relaciones legales con Rusia han sido poco claras y esto implica una violación de las normas de información.
Por otra parte, la petrolera rusa ya había anunciado desde días antes que abandonaba su participación en Gazprom Germania GmnH, también de Gazprom Marketing&Trading Ltd. “El 31 de marzo el grupo Gazprom puso término a su participación en la compañía Gazprom Germania GmbH y todos sus activos”, informó en su sitio web la empresa.
Mientras tanto la Agencia Federal de Redes de Alemania asumirá por un período transitorio la función de accionista fiduciario de Gazprom Germania.
EEUU
Por su parte, EEUU se mueve rápidamente para intentar llenar los vacíos que podría dejar Rusia y responder a la inestabilidad de los precios. La compañía de capital estadounidense, ExxonMobil, anunció recientemente que ha decidido invertir 10 mil millones de dólares en su cuarto proyecto de producción de petróleo frente a la costa de Guyana, el mayor del país sudamericano.
Estados Unidos, con tan solo 4% de la población mundial, consume más de 17 millones de barriles de petróleo por día que representa el 25% del consumo de energéticos a nivel mundial. En Guyana se busca producir hasta 1,2 millones de barriles diarios de petróleo y gas (boed), que se espera alcanzar para 2027.
Exxon y sus socios Hess Corp (HES.N) y el Consorcio CNOOC Ltd. iniciaron la producción en Guyana en 2019 y son responsables de toda la producción del país.
Este proyecto es uno de diez que estas empresas tienen previsto instalar en Guyana.
Además, la casa blanca esta buscando, según el The Wall Street Journal, reiniciar operaciones en Venezuela. La estadounidense Chevron se prepara para iniciar operaciones comerciales del crudo venezolano y pretende asumir el control operacional de cuatro empresas mixtas que comparte con Petróleos de Venezuela, SA (PDVSA).
Los principales países exportadores de petróleo hacia Estados Unidos son: Brasil, Argentina, Colombia, México, Venezuela, Ecuador y Guyana.
(Español) Aumento en hidrocarburos por guerra entre Rusia y Ucrania incrementará el hambre en el mundo
Fuente: Avispa Midia
Por Jeny Pascacio
A nivel global, los países se encuentran en situaciones económicas complejas, exacerbadas por la guerra entre Rusia y Ucrania, principales exportadores de commodities, que impulsarán graves consecuencias alimentarias sobre todo en los lugares con mayor nivel de pobreza.
Quienes pagan los platos rotos son los consumidores, señaló Jorge López Arévalo, economista y académico de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas.
El conflicto bélico impacta en el precio de materias primas con afectaciones y presiones inflacionarias que a su vez tienen efectos de desabasto en las cadenas de suministros, un problema que se arrastra desde antes de la pandemia del covid-19, dijo López Arévalo.
En el caso específico de los hidrocarburos, antes de la contingencia sanitaria —a finales de 2018— se tuvo la máxima producción mundial de petróleo que después bajó ligeramente. En 2020, con la pandemia, disminuyó por la falta de demanda; y volvió a subir, pero no recuperó su producción.
Combustibles fósiles, al alza
Luca Ferrari, investigador del Instituto de Geociencia de la Universidad Autónoma de México (UNAM), explicó que se debe a una tendencia global porque cada vez es más difícil obtener petróleo y gas.
Y en el contexto de la guerra, “la demanda de petróleo no había alcanzado todavía el nivel de antes de la pandemia”. En primera instancia, por la explotación de los pozos pequeños, lejanos, profundos, o en aguas costa afuera o profundas, que incrementan los costos, “particularmente en las últimas décadas”.
En la pandemia, el precio del petróleo bajó por la demanda y las compañías dejaron de invertir en la exploración y producción; pero cuando repunta la demanda después de la pandemia, “no hay suficiente petróleo y gas, y los precios empiezan a subir otra vez”, explicó Ferrari.
Luego llega la invasión rusa y se agudiza la tendencia: por un lado, por el riesgo de que se interrumpan los flujos de gas y petróleo por las penas que aplicó Estados Unidos y, en parte Europa, al prohibir la importación de petróleo y gas de Rusia, uno de los tres principales productores de petróleo y gas del mundo.
Rusia tiene el 10 por ciento de la producción mundial, además de ser el mayor proveedor de gas de Europa, suministrando alrededor del 43 por ciento total.

“Entonces al imponer esas sanciones donde no se quiere utilizar el petróleo ruso, hay una escasez adicional en el mercado petrolero mundial y eso ha hecho que el petróleo suba a 120 dólares el barril”, dijo Ferrari.
En el 2020, con la pandemia, el barril se mantuvo entre 30 y 40 dólares, pero el año pasado (2021) subió y hasta el 25 de marzo se encontraba en 115 dólares el barril,
“Son cosas que afectan profundamente porque el petróleo no es solamente la gasolina, diesel o combustibles, es también un insumo para toda la petroquímica. El gas en particular es un insumo para los fertilizantes”, explicó el investigador Luca Ferrari.
En general si suben los precios de la gasolina, también todos los productos, incluso los minerales. Con las consecuencias en la inflación, los expertos coincidieron que será evidente e inevitable una nueva recesión económica por efecto de los aumentos en los precios del petróleo y el gas.
Al límite
El investigador Luca Ferrari explicó que las afectaciones para países en América Latina y Europa son distintas y similares, al mismo tiempo.
Europa depende críticamente de la importación —entre el 75 y 80 por ciento— de petróleo y gas del extranjero, una buena parte de Rusia. En el caso de América Latina depende de otros países.
Aunque Brasil y Venezuela son países petroleros, la situación es bastante crítica en su economía —principalmente en Venezuela— , añadió Luca Ferrari, “otros países de América Latina que son importadores de hidrocarburos, como en Europa, van a estar muy afectados, porque suben los precios de manera importante”.

El aumento de los costos del fertilizante que proceden del gas natural elevará el precio de la comida. En general, es una situación global, agregó Luca Ferrari, aunque, destacó que se debe considerar que América Latina tiene el mayor porcentaje de población que vive en pobreza, que están “al límite”.
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“Entonces cualquier incremento de los precios de los alimentos, sobre todo, impactará más a los países que tienen los mayores índices de pobreza”; y el decrecimiento por el encarecimiento de las energías y demás, “en general, eso va a provocar conflictos sobre todos los territorios”, agregó el investigador.
El economista, López Arévalo dijo que urge una solución pacífica a la controversia, “en lugar de dar armas a los ucranianos para que la guerra civil de alguna manera se prolongue y para que la industria armamentística o el complejo industrial-militar tenga enormes utilidades”, pues, dijo que esa industria busca recuperarse de un año malo, en referencia al 2020.
Impactos en México
López Arévalo destacó que el comercio de México y Rusia es más importante que el que tiene con Ucrania. En el 2021, los lazos económicos con Rusia representaron 2,680 millones de dólares, mientras con Ucrania fue de apenas 232 millones.
Por ello, tras el alza en los precios del crudo a raíz del ataque de Rusia en Ucrania, y por la importación de gasolina y diésel de Estados Unidos, México aplicó una medida para evitar alzas en el crudo, pero López Arévalo, consideró que no podrá hacerlo por mucho tiempo.
A un mes de la guerra, el litro de gasolina Magna sigue con un descuento a su cuota del impuesto IEPS ( Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios) de 100%.
Para Luca Ferrari, aunque existen medidas paliativas a corto plazo, la situación requiere pensar a largo plazo. Por ejemplo, analizó que México debe orientar el gasto público hacia cosas más útiles para la población, “independientemente de la guerra, estábamos ya en una situación de energía cara”, que traerá como consecuencia una disminución del turismo internacional y de los intercambios comerciales.
Ferrari, explicó que es equivocado apostar en megaproyectos, en lugar de proyectos rentables, manejados de una manera descentralizada, con cooperativas y comunidades. “La solución no está en seguir con estos grandes proyectos controlados por el Estado”.

El investigador de la UNAM, ejemplificó como megaproyectos el aeropuerto en Texcoco, al igual que en Santa Lucía y el Tren Maya, porque en este contexto, incluso el tráfico aéreo disminuirá y, en consecuencia, el turismo. “Igual el Corredor Transístmico, que está basado otra vez en una idea de aumento de los intercambios internacionales, de bienes, etcétera”.
Luca Ferrari está convencido de que la solución está en una desglobalización, “que ya está ocurriendo, pero tendríamos que pensar en ser más independiente como país, incluso desarrollar economías regionales, producir y consumir localmente”, porque implica menor uso de energía, contaminación e impacto ambiental.
Hambre
En este tenor, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés), reconoció que los conflictos son uno de los principales impulsores del hambre y la inseguridad alimentaria en el mundo.
En un comunicado de prensa informó que en actualidad son 283 millones personas “empujadas hacia el hambre” y 45 millones “tocando a la puerta de la hambruna”. “La cuenca del Mar Negro es una de las áreas más importantes del mundo para la producción agrícola y de cereales, y es probable que el impacto del conflicto en la seguridad alimentaria se sienta más allá de la frontera de Ucrania, especialmente en los más pobres entre los pobres”.
Por su lado, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), se dijo profundamente preocupada por la situación de la seguridad alimentaria; también precisó que los costos base de los fertilizantes a nivel global aumentarán hasta 13 por ciento, “afectaría a los costos de producción en la temporada 2022/23″.
La semana pasada ministros de Agricultura de las Américas, de 34 países, pidieron coordinación y unidad regional ante el impacto de la guerra sobre la producción agropecuaria y la seguridad alimentaria.
A su participación, el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, expresó preocupación ante el peligro el abastecimiento de insumos, los riesgos en los canales al comercio y aunado a los efectos de La Niña.
Los representantes de Guatemala propusieron reducir el uso de fertilizantes para tener una menor dependencia, “es tiempo de que el mundo reconozca el rol de los agricultores en la estabilidad mundial”, dijo el ministro José Ángel López en la citada reunión convocada por Brasil.
El pasado 24 de marzo, a un mes exacto del inicio del conflicto bélico, Amnistía Internacional consideró que la magnitud y el impacto de esta guerra en Europa no tiene precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.






































