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Mumia Abu-Jamal

Mumia Abu-Jamal: Una Raza Encarcelada

Mumía Abú-Jamal
Discurso del 25/3/2011*

Queridos Amigos, Activistas, Académicos y Colegas: Ona Move! Gracias por su invitación a que venga a participar en esta Conferencia.

Es un honor compartir estos breves momentos con Ustedes  — un saludo especial a los panelistas, a muchos de los cuales conozco y admiro.

El tópico es, para decirlo de una vez, amedrentador: los increíbles números son pasmosos, especialmente si vemos su impacto familiar, social, comunitario y político.

Me atrevo a decir, para aquellos entre Ustedes que son Afro-Norteamericanos, no importa su clase social o sus ingresos, Ustedes no van a tener que pensar mucho para recordar que tienen un sobrino –y ahora mucho más — una sobrina– (sin mencionar un hijo o una hija) que, si no está en este momento en la cárcel, estuvo en el pasado en una del condado, del estado o en una prisión del sistema federal.

Eso habla de la ubicuidad del problema, de los vastos números de hombres, mujeres y jóvenes que pueblan el complejo industrial de prisiones en Estados Unidos. Como muchos de Ustedes sabe, Estados Unidos, con solo el 5% de la población del mundo, tiene en sus cárceles el 5% de todos los prisioneros del mundo. Como Michelle Alexander (a quien van a escuchar esta noche en el programa de esta Conferencia) ha escrito, los números de prisioneros negros aquí, rivaliza y sobrepasa los números de prisioneros en Sudáfrica durante el odioso sistema del apartheid, en sus tiempos más culminantes.

No debemos pasar por alto esta analogía, porque el apartheid sudafricano fue el  epítome del estado racista policía, segundo solo a Alemania nazi en lo repulsivo de su naturaleza. Además, mucha de su energía era dedicada a su guerra de hecho contra la mayoría negra, (en jerga militar, espionaje, conflicto de baja intensidad), que criminalizaba casi todas las formas de la vida independiente africana, restringuiendo los lugares para vivir, para trabajar, estudiar e incluso los lugares para hacer el amor.

Esto habla de lo ciegos que somos en este país a la magnitud del problema (mucho más a su solución), y de como se ha hecho normal en la conciencia social y política, en parte porque las corporaciones de los medios de comunicación no se preocupan por la historia, o la tergiversan; porque si ellos pudieron fallar en los reportajes conducentes a una horrible guerra (aquí estoy hablando de Irak) ellos ciertamente pueden fallar en sus reportajes de los parametros del conflicto de baja intensidad que destruye la vida de los negros.

Quizás las palabras de uno que no es norteamericano (no quiero llamarlo, extranjero), pero que por much tiempo es un observador de este país, nos puedan dar una mejor perspectiva. A los 71 años, el gran regalo musical de Sudáfrica, Hugh Masekela, dió una entrevista en la que habló de post-apartheid Sudáfrica: “La mayoría de la población solo obtuvo el derecho a votar y bajaron los ataque de la policía. Pero cualquier otro cambio sería malo para los negocios. Lo mismo que aquí en Estados Unidos –los frutos del Movimiento de los Derechos Civiles son muy pocos, mínimos.”

Cito a Masekela no solo porque es célebre (tampoco porque amo su música), si no porque él, como millones de africanos, vivió bajo la locura del apartheid, (aún cuando él escapó y después vivió como exiliado) y en consecuencia lo conoce íntimamente. Por éso él puede reconocer los elementos del apartheid en la vida norteamericana.

Pero, ¿porqué es que el apartheid es visto como algo repugnante y el complejo industrial de prisiones norteamericano (PIC, de su sigla en inglés) es visto como algo tan benigno?

Creo que la respuesta es doble: 1) las elites políticas de los partidos demócrata y republicano llegaron a un consenso bi-partidario en este asunto; y 2), la presencia de actores políticos negros en diferentes posiciones de gobierno actúa como escudo que protege de los ataques sobre la naturaleza racista del sistema.

Como en Sudáfrica, las elites políticas negras de Estados Unidos se han beneficiado de un sistema económico que es profundamente injusto para la gran mayoría de los negros, especialmente para los pobres y para la clase trabajadora.  Asi, la raza protege la división de clases, y a pesar de las apariencias, la raza termina protegiendo la desigualdad social.

En esencia, el régimen post-apartheid consiguió un resultado que la era del apartheid trató de conseguir, pero no pudo: crear una clase para protejer las tierras, la propiedad y la riqueza material de la minoría formada por los colonizadores blancos.

Es una de las ironías de la historia que el gobierno del Congreso Nacional Africano (African National Congress, ANC) pudiera haber conseguido ese resultado, si en verdad fue un acuerdo al que se llegó después de negociaciones.

Pongamos de lado las interpretaciones teóricas y políticas para ver un ejemplo real. Have varios meses, un pelotón de policía asaltó una casa de la clase trabajadora negra, disparó a la casa desde afuera, y mató a una niña. Eso, en sí, desgraciadamente, no podría ser noticia de importancia. Sin embargo, tiene significado si vemos que tanto el alcalde de la ciudad, como su jefe de policía, eran negros. Aquellos que recuerdan este incidente quizás reconozcan el nombre de la linda niña asesinada, Aiyannah Jones, si recuerdo bién, y la ciudad, Detroit, Michigan. En verdad ésto nos ofrece una idea sobre la función política de los líderes negros, y sobre su impotencia si tratan de limitar la acción del estado cuando está en peligro la vida de los negros pobres.

Una de las participantes principales en esta Conferencia, la profesora de leyes, Alexander, trata algunos de estos puntos en su libro, El Nuevo Jim Crow, (The New Jim Crow), pero lo que para mí tiene más importancia es algo que no he visto en ninguna de las críticas que he leído de ese libro, (naturalmente, comprendo que la mayoría de los presos no tenemos acceso a computadores, y probablemente no he visto muchas de las críticas.) Y es su observación que los negros de la clase pobre y trabajadora forman parte de una casta social en la sociedad norteamericana.

En una nación que promueve la democracia, uno podría pensar que la acusación de que una casta racial distinta existe al centro de esa democracia podría provocar controversia.  A juzgar por lo que he leído, ese importante punto ni siquiera se ha notado.

Conclusión

Para terminar, quiero naturalmente recomendar ese libro a todos Ustedes para que lo estudien.  Pero debo hacer algo más.

Debemos pedir, agitar, y si todo lo demás falla, crear un nuevo movimiento popular que luche for destruir de una vez por todas el sistema de castas. En verdad, es en nuestro interés colectivo hacerlo. Porque la mayoría de los eruditos, intelectuales, académicos y elites políticas de los negros están a una generación de distancia de los getos, que para muchos de ellos ya son solo una memoria lejana. Pero, con el derrumbe de la economía norteamericana, al reducirse el sistema de protección social –y cuando el estado mismo se reduzca– ¿dónde creen Ustedes los cortes van a empezar?

Finalmente, nosotros sabemos que el impacto de las leyes que privan a los delincuentes de sus derechos civiles, especialmente de su derecho al voto, inexorablemente condujo a la elección de George W. Bush, en 2000.  Piensen como luciera el mundo si ese evento político no hubiera pasado.

Esto es en el interés de todos.

Gracias.

Onamove!

Mumía Abú-Jamal, M.A.

Corredor de la Muerte, Pensylvania

*Discurso para la Conferencia, “Encarcelamiento de una Raza,” del Centro para Estudios Africano-Norteamericanos, de la Universidad de Princeton, Princeton, Nueva Jersey, EE.UU., del 25 de marzo, de 2011.

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Reporte Índigo

Javier Sicilia: De las letras al reclamo social (Reporte Índigo)

El pasado 17 de marzo Javier Sicilia amaneció con la amarga noticia de que su hijo Francisco, de 22 años, había sido encontrado muerto junto con otras seis víctimas en el interior de un Civic en el fraccionamiento Las Brisas del municipio de Temixco.

En un abrir y cerrar de ojos, dejó de ser poeta para convertirse en un símbolo más de la tragedia que viven día a día miles de mexicanos.

Con el dolor a cuestas y en medio del luto, Sicilia levantó inmediatamente la voz para exigir justicia, comenzó el doloroso camino de encontrar a los culpables y convocó a la marcha realizada el 5 de mayo que tuvo como sello el pedido de renuncia del secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna.

La defensa del cuestionado funcionario por parte del gobierno federal no tardó en llegar.

El secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional de México, Alejandro Poiré, destacó la labor de García Luna al frente de la seguridad del país, al afirmar que ha sido pieza claveen el combate del crimen organizado y uno de los principales impulsores de una policía nacional capacitada que preste seguridad a los ciudadanos.

"Si alguien ha impulsado la formación de una policía bien equipada, con capacidades y que garantice la seguridad de las personas, ese es Genaro García Luna", dijo Poiré.

El reclamo de Sicilia comienza a trascender. Ayer, senadores del PRD, PT y Convergencia, anunciaron que harán una invitación formal a Sicilia para que asista a dialogar a la Comisión Permanente del Congreso acerca de la ola de violencia e inseguridad que atraviesa el país.

Los legisladores desean la presencia del periodista en su calidad de dirigente ciudadano para que exponga y dialogue sus puntos de vista y proponga alternativas desde una visión más social y con mayor participación ciudadana para combatir a la delincuencia organizada.

En entrevista exclusiva con Reporte Indigo, Sicilia dijo que si a una ciudadanía se le instala el miedo, si no puede salir a las calles con seguridad, es señal de que el Estado no está cumpliendo su cometido.

“Y si esa ciudadanía tiene que vivir bajo la violencia del propio Estado porque está combatiendo a delincuentes que existen porque el Estado no está cumpliendo con su trabajo, pues entonces ya no hay país, ya no hay ciudad, ya no hay nación, hay un darwinismo social, y eso es muy grave”, afirmó.

 

 

 

 

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Movimiento de Resistencia al pago de las altas tarifas de la luz

RESISTENCIA CIVIL al pago de las altas tarifas de la luz

El movimiento de Resistencia al pago de las altas tarifas de la luz en México, integrado por organizaciones comunitarias y barriales, surgió hace más de 20 años. La paulatina privatización del servicio público de la comisión Federal de Electricidad (CFE) a manos de empresas trasnacionales, especialmente españolas, y el continuo y arbitrario incremento de las tarifas está desencadenando una mayor coordinación de las luchas a nivel regional y nacional.

En el estado de Chiapas se genera el 45% de la energía hidroeléctrica del país, que se exporta incluso a Centroamérica. Las comunidades chiapanecas en Resistencia, al margen del Estado, cuentan con sus propios técnicos electricistas, compran e instalan los transformadores y postes de luz y mandan un claro mensaje: “No pagaremos la luz hasta que se cumplan los Acuerdos de San Andrés”, firmados entre el gobierno federal y el EZLN en 1996 referentes, entre otros, al control de los recursos naturales.

ESTE ES EL CORRIDO DE LA RESISTENCIA QUE BUSCAMOS LOS QUE TENEMOS CONCIENCIA!

POR LA MADRE TIERRA Y NUESTRAS FAMILIAS ES QUE RESISTIMOS ESTA LUCHA NUESTRA!

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Upside Down World

Mexico’s Drug War Victims Find Their Voice in Massive Silent March

Disculpa, pero esta entrada está disponible sólo en English. For the sake of viewer convenience, the content is shown below in the alternative language. You may click the link to switch the active language.

Source: Upside Down World
Written by Kristin Bricker
Tuesday, 10 May 2011 16:19
Drug war victims finally made themselves heard in Mexico in the most unlikely way: a nation-wide silent March for Peace with Justice and Dignity. Photo courtesy of Notisystema.com.
Drug war victims finally made themselves heard in Mexico in the most unlikely way: a nation-wide silent March for Peace with Justice and Dignity.
Over 100,000 Mexicans took to the streets over the weekend to protest the war on drugs, impunity, corruption, and violence. The largest march lasted four days and covered nearly 100 kilometers from Cuernavaca, Morelos, to Mexico City. On Thursday, May 5, about 500 protesters began marching in Cuernavaca. Along the way, more contingents joined the march, while other marches set out from different states to join the protest in Mexico City. By the time the marches met in Mexico City’s main square on May 8, an estimated 100,000 people were gathered to protest the war.
Those who couldn’t make the trip to Mexico City held protests in their own states. In Chiapas, 25,000 masked Zapatistas marched in complete silence to the main plaza in San Cristobal de las Casas, where Comandante David read a communiqué from Subcomandante Marcos. “Tens of thousands of people have died in this absurd war,” said Comandante David. “Their only sin was to have been born or lived in a country that is badly governed by legal and illegal groups who are thirsty for war, death, and destruction.”
About seventy Central American migrants passing through Mexico to reach the United States also joined the March for Peace with Justice and Dignity. They marched along railroad tracks through Oaxaca, Veracruz, and Puebla, the route that migrants generally travel as they cling precariously to boxcars. Near the border between Veracruz and Puebla, armed men attempted to kidnap at least one woman during the march. The protesters don’t know if the attack was politically motivated, or just another example of the extreme violence migrants suffer daily as they travel through Mexico. Drug trafficking organizations frequently kidnap migrants for ransom or human trafficking. According to Eduardo Almeida of the Puebla-based Nodo human rights organization, the presence of reporters covering the march likely dissuaded the kidnappers in this case.
In Ciudad Juarez, about one thousand protesters marched in silence until they ran into the city’s mayor at the Benito Juarez monument. He fled the area on foot to avoid the protesters as they began chanting at him.
Protests occurred in all 31 states in Mexico. Protests were also reported in the United States, Canada, Europe, and South America. Mexican immigrants organized many of the protests that occurred in foreign cities.
“We Are Not Collateral Damage”
This weekend’s march, convoked by renowned Mexican writer Javier Sicilia after his son Juan Francisco was murdered in Morelos, allowed the drug war’s innocent victims to bring their stories to the national and international media, in many cases for the very first time. Prior to Sicilia’s public outrage over his son’s murder, the government stigmatized drug war murder victims, arguing that 90% of them are “cartel hit men.” Government agents have repeatedly doctored crime scenes and planted weapons on bodies to make innocent victims appear to be dangerous criminals. When the government does admit that innocent people have died in the drug war, it justifies the deaths as “collateral damage.”
However, from May 5-8, the drug war’s innocent victims stepped out of the shadows and into the international spotlight.
Many were meeting each other for the first time. When the marchers took breaks along Mexico’s 95D freeway, they sat down together to talk about their shared pain. Variations of the following exchange were frequently overheard during the march:
“Who is the young man in the photo you’re carrying?”
“He was my son. He was murdered. And who is the young man on your t-shirt?”
“He is my son. He’s disappeared.”
Some marchers lost family members within the past few months and had not yet politicized their search for answers; they were still in the initial stages of shock and desperation.
Carlos Castro marched with a 15-foot by 7-foot banner that pleaded “RETURN MY FAMILY TO ME” printed above photos of his missing wife, two daughters, and the family’s housekeeper. “I’m marching today to see if I can find my daughters,” Castro said as he choked back tears. The four women disappeared on January 6, 2011, from their home in Xalapa, Veracruz. Castro says he has no clue who took his family and housekeeper. “They entered [the house] and took the whole family. I’m doing this so that they [the kidnappers] receive this message and return them to me. I don’t know why they took them, they had no reason to take my daughters.” Castro’s wife Josefina Campillo Cerreto had just ended a stint as the Actopan (Veracruz) City Council’s trustee when the family was kidnapped. On December 13, 2010—just three weeks before the kidnapping—she updated her Facebook profile to list her job at the City Council and posted what would be her last status update: “I’d rather die fighting than give up without a fight.”
25,000 Zapatistas marched in Chiapas to demand "No more blood on Mexican Soil!" Photo by Moysés Zúñiga Santiago / La Jornada.
Most marchers had at least a general idea of who disappeared or killed their family members. Surprisingly, protesters at the march against President Felipe Calderon’s drug war weren’t just limited to victims of military and police abuse. Victims of both organized and unorganized crime also marched against the war in large numbers.
Teresa, a middle-aged woman who lives in Morelos, marched with a photo of her son, Joaquin. “They killed him ten months ago in Mexico City,” she recounts. “I’m carrying his photo so that everyone knows who he was, sees that he had a face and a mother, just like the over 30,000 dead in this country. The dead aren’t just numbers. They were loved ones.” Joaquin was apparently murdered during a mugging. Teresa filed a report with the government, but the investigation, if there ever was one, went nowhere. As long as the investigation remains open, the government won’t let her cremate her son and spread his ashes in Cancun, where he was born. Joaquin is buried in a temporary grave in Morelos. The protests convoked by Javier Sicilia were the first time Teresa took to the streets to demand justice for her son. “I identify with Javier,” she says. “He was a young, productive, happy boy. Joaquin was beginning his third year of college, studying architecture. Joaquin was the type of young man this country needs, just like Juanelo [Javier’s son] was.”
Isaac Gomez Lopez, an art student who lives in Cuernavaca, argues, “A lot of people use the drug war as a pretext to attack other people. Now, it’s almost like anyone can kill someone and justify it by saying ‘it’s the drug war’ and it won’t be investigated. It just goes into a file.” Cuernavaca’s murder rate jumped after soldiers killed drug kingpin Arturo Beltran Leyva there in late 2009. Beltran Leyva’s death destabilized the territory his organization controlled, providing an opening for other organizations to move in an attempt a takeover, which inevitably led to more violence. “You start to see curfews, the streets empty because they’re not as safe,” says Gomez Lopez. “It’s really affecting tourism.”
Victims of organized crime marched against the war as well. “I’m a victim of human trafficking and organized crime,” declares Ivan Monroy Medina of the Regional Coalition Against Trafficking of Women and Girls. “Seven months ago they took my daughter. She was eleven months old and they violently took her from my wife in Mexico State.” Ramos says that human trafficking is a growing problem in his state. “There were meetings in the neighborhood where we were living. They warned us to be careful because a lot of children had been stolen from the neighborhood. Fifteen or twenty days later, it happened to us.” Monroy Medina and his wife reported the kidnapping to the authorities, “but since we don’t live in Predregal [an upscale neighborhood] and since we don’t know how to play golf and don’t know governors, they don’t pay any attention to us.”
Seven members of the LeBaron family drove down from the Mormon community of Colonia LeBaron, Chihuahua, to participate in the march. The LeBarons made international headlines in 2009 when they publicly refused to pay a million-dollar ransom for 16-year-old Erick LeBaron after he was kidnapped. “The kidnappers told Erick, ‘But there’s so many of you, can’t you all chip in and pay the ransom?’” recounts Adrian LeBaron, Erick’s uncle. The LeBarons feared that if they paid one exorbitant ransom, kidnappers would descend upon their community like vultures. Instead, Colonia LeBaron organized protests in Chihuahua City to demand that the government take action to bring Erick home. Their gamble worked; the kidnappers released Erick after seven days.
The LeBaron’s victory was short-lived. Only a few months later, a criminal organization punished Erick’s older brother Benjamin for organizing about fourteen local communities into an anti-kidnapping organization called SOS Chihuahua. “Twenty armed men went to his house and broke all his windows, and so his brother-in-law [Luis Widmar] came over to help him,” recounts Benjamin’s brother Julian. “They kidnapped them both and executed them about a mile down the road.”
Despite the fact that the LeBaron’s battle is with organized crime, Julian argues that his community’s problems started when President Calderon declared war on drugs. “The war on drugs has been a disaster for this country,” he insists.
Chihuahua, particularly Ciudad Juarez, is Mexico’s drug war “laboratory.” There, argues Proceso reporter Marcela Turati, “Not only drug traffickers, drug dealers, and even drug addicts, but also common citizens, above all youngsters, are involuntarily subjected to an experiment: how it would be, in Mexico, to live under military control.” A large contingent from Chihuahua participated in the March for Peace and Justice with Dignity to tell the president that the experiment has failed.
Maria Alvarado traveled all the way from Ciudad Juarez to participate in the march because the military disappeared her sister Nitza Paola Alvarado and cousins Rocío Irene Alvarado and José Ángel Alvarado on December 29, 2009, from Ejido Benito Juarez, where they were spending the holidays with family. “We tried to follow the them,” she recalls. “But it was very dark and they were taking them on back roads. We returned to the house because we were scared.” The military later left Nitza’s truck at a Chihuahua State Investigations Agency office without giving the local authorities any explanation as to why they were leaving it there.
The Alvarado family filed all of the necessary complaints with relevant government agencies, but they hit a brick wall. “The military has always said that there’s no indication that it was them, that they’ve never carried out operations in the town, which is a big lie,” insists Alvaro. “They stayed three weeks on the ejido in a hotel called Los Arcos, and they made rounds in the entire ejido.”
Regardless of who perpetrated the attacks on their families, all of the drug war victims in the march had the same demand: “We’re demanding that the authorities do their jobs,” says Alvarado. “All they do is create fat case files, and they don’t investigate.”
“They told us we had to take the legal route. ‘You have to go give your testimony and file your complaint and we’ll see if we get motivated to go chase the kidnappers,’” complains Adrian LeBaron. “We told them, ‘We don’t want to be another little paper in your mountains of files. We want our son.’ So we protested.”
A common slogan on signs and banners in the March for Peace with Justice and Dignity was directed at the authorities: “If you can’t do your job, then quit!”
National Pact for Peace
The movement to compel Mexican authorities to “do their jobs” and reduce the country’s staggering impunity rate doesn’t show any signs of letting up.
Javier Sicilia says that Zapatista spokesperson Subcomandante Marcos sent him a letter to tell him that the Zapatistas would join his march. The letter was hand-delivered and came with an oral message, too: “This march, this struggle, transcends the Left. This is a war against all of us, and all of us need to join together.”
“This is a struggle between those who want life and those who want death,” declared Comandante David during the Zapatistas’ march in Chiapas. “And we, the Zapatistas, we chose to struggle for life—that is, for justice, liberty, and peace.”
On May 8 in front of about 100,000 people, Olga Reyes, who has lost six family members in the drug war, and Patricia Duarte, whose son Andrés died in a fire at the ABC Daycare due to government negligence, read the proposal for a National Pact for Peace, a citizens initiative to reduce violence, corruption, and impunity in Mexico. The pact has six central demands:
  1. truth and justice
  2. an end to the war in favor of a focus on citizen security
  3. combat corruption
  4. combat crime’s economic roots and profits
  5. emergency attention for youths and effective actions to rebuild the social fabric
  6. participative democracy, better representative democracy, and democratization of the media
The proposal will be finalized and signed during a public event on June 10 in Ciudad Juarez, the deadliest city in the world.
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Enlace Zapatista

Movilizaciones de la Zezta Internacional 7 y 8 de mayo en el mundo. Marcha por la Justicia y contra la Impunidad

París, Francia. Aquí.
Euskal Herria. Aquí
Oslo. Aquí
Madrid Aquí
Viena, Austria Aquí
(Continuar leyendo…)

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Javier Sicilia

Discurso de Javier Sicilia leído en el Zócalo de la Ciudad de México

Nuevo pacto o fractura nacional
Domingo, 08 de mayo de 2011
Javier Sicilia

Hemos llegado a pie, como lo hicieron los antiguos mexicanos, hasta este sitio en donde ellos por vez primera contemplaron el lago, el águila, la serpiente, el nopal y la piedra, ese emblema que fundó a la nación y que ha acompañado a los pueblos de México a lo largo de los siglos. Hemos llegado hasta esta esquina donde alguna vez habitó Tenochtitlan -a esta esquina donde el Estado y la Iglesia se asientan sobre los basamentos de un pasado rico en enseñanzas y donde los caminos se encuentran y se bifurcan-; hemos llegado aquí para volver a hacer visibles las raíces de nuestra nación, para que su desnudez, que acompañan la desnudez de la palabra, que es el silencio, y la dolorosa desnudez de nuestros muertos, nos ayuden a alumbrar el camino.

Si hemos caminado y hemos llegado así, en silencio, es porque nuestro dolor es tan grande y tan profundo, y el horror del que proviene tan inmenso, que ya no tienen palabras con qué decirse. Es también porque a través de ese silencio nos decimos, y les decimos a quienes tienen la responsabilidad de la seguridad de este país, que no queremos un muerto más a causa de esta confusión creciente que sólo busca asfixiarnos, como asfixiaron el aliento y la vida de mi hijo Juan Francisco, de Luis Antonio, de Julio César, de Gabo, de María del Socorro, del comandante Jaime y de tantos miles de hombres, mujeres, niños y ancianos asesinados con un desprecio y una vileza que pertenecen a mundos que no son ni serán nunca los nuestros; estamos aquí para decirnos y decirles que este dolor del alma en los cuerpos no lo convertiremos en odio ni en más violencia, sino en una palanca que nos ayude a restaurar el amor, la paz, la justicia, la dignidad y la balbuciente democracia que estamos perdiendo; para decirnos y decirles que aún creemos que es posible que la nación vuelva a renacer y a salir de sus ruinas, para mostrarles a los señores de la muerte que estamos de pie y que no cejaremos de defender la vida de todos los hijos y las hijas de este país, que aún creemos que es posible rescatar y reconstruir el tejido social de nuestros pueblos, barrios y ciudades.

Si no hacemos esto solamente podremos heredar a nuestros muchachos, a nuestras muchachas y a nuestros niños una casa llena de desamparo, de temor, de indolencia, de cinismo, de brutalidad y engaño, donde reinan los señores de la muerte, de la ambición, del poder desmedido y de la complacencia y la complicidad con el crimen.

Todos los días escuchamos historias terribles que nos hieren y nos hacen preguntarnos: ¿Cuándo y en dónde perdimos nuestra dignidad? Los claroscuros se entremezclan a lo largo del tiempo para advertirnos que esta casa donde habita el horror no es la de nuestros padres, pero sí lo es; no es el México de nuestros maestros, pero sí lo es; no es el de aquellos que ofrecieron lo mejor de sus vidas para construir un país más justo y democrático, pero sí lo es; esta casa donde habita el horror no es el México de Salvador Nava, de Heberto Castillo, de Manuel Clouthier, de los hombres y mujeres de las montañas del sur -de esos pueblos mayas que engarzan su palabra a la nación- y de tantos otros que nos han recordado la dignidad, pero sí lo es; no es el de los hombres y mujeres que cada amanecer se levantan para ir a trabajar y con honestidad sostenerse y sostener a sus familias, pero sí lo es; no es el de los poetas, de los músicos, de los pintores, de los bailarines, de todos los artistas que nos revelan el corazón del ser humano y nos conmueven y nos unen, pero sí lo es. Nuestro México, nuestra casa, está rodeada de grandezas, pero también de grietas y de abismos que al expandirse por descuido, complacencia y complicidad nos han conducido a esta espantosa desolación.

Son esas grietas, esas heridas abiertas, y no las grandezas de nuestra casa, las que también nos han obligado a caminar hasta aquí, entrelazando nuestro silencio con nuestros dolores, para decirles directamente a la cara que tienen que aprender a mirar y a escuchar, que deben nombrar a todos nuestros muertos -a esos que la maldad del crimen ha asesinado de tres maneras: privándolos de la vida, criminalizándolos y enterrándolos en las fosas comunes de un silencio ominoso que no es el nuestro-; para decirles que con nuestra presencia estamos nombrando esta infame realidad que ustedes, la clase política, los llamados poderes fácticos y sus siniestros monopolios, las jerarquías de los poderes económicos y religiosos, los gobiernos y las fuerzas policiacas han negado y quieren continuar negando. Una realidad que los criminales, en su demencia, buscan imponernos aliados con las omisiones de los que detentan alguna forma de poder.

Queremos afirmar aquí que no aceptaremos más una elección si antes los partidos políticos no limpian sus filas de esos que, enmascarados en la legalidad, están coludidos con el crimen y tienen al Estado maniatado y cooptado al usar los instrumentos de éste para erosionar las mismas esperanzas de cambio de los ciudadanos. O ¿dónde estaban los partidos, los alcaldes, los gobernadores, las autoridades federales, el ejército, la armada, las Iglesias, los congresos, los empresarios; dónde estábamos todos cuando los caminos y carreteras que llevan a Tamaulipas se convirtieron en trampas mortales para hombres y mujeres indefensos, para nuestros hermanos migrantes de Centroamérica? ¿Por qué nuestras autoridades y los partidos han aceptado que en Morelos y en muchos estados de la República gobernadores señalados públicamente como cómplices del crimen organizado permanezcan impunes y continúen en las filas de los partidos y a veces en puestos de gobierno? ¿Por qué se permitió que diputados del Congreso de la Unión se organizaran para ocultar a un prófugo de la justicia, acusado de tener vínculos con el crimen organizado y lo introdujeron al recinto que debería ser el más honorable de la patria porque en él reside la representación plural del pueblo y terminaran dándole fuero y después aceptando su realidad criminal en dos vergonzosos sainetes? ¿Por qué se permitió al presidente de la República y por qué decidió éste lanzar al ejército a las calles en una guerra absurda que nos ha costado 40 mil víctimas y millones de mexicanos abandonados al miedo y a la incertidumbre? ¿Por qué se trató de hacer pasar, a espaldas de la ciudadanía, una ley de seguridad que exige hoy, más que nunca una amplia reflexión, discusión y consenso ciudadano? La Ley de Seguridad Nacional no puede reducirse a un asunto militar. Asumida así es y será siempre un absurdo. La ciudadanía no tiene por qué seguir pagando el costo de la inercia e inoperancia del Congreso y sus tiempos convertido en chantaje administrativo y banal cálculo político. ¿Por qué los partidos enajenan su visión, impiden la reforma política y bloquean los instrumentos legales que permitan a la ciudadanía una representación digna y eficiente que controle todo tipo de abusos? ¿Por qué en ella no se ha incluido la revocación del mandato ni el plebiscito?

Estos casos -hay cientos de la misma o de mayor gravedad- ponen en evidencia que los partidos políticos, el PAN, el PRI, el PRD, el PT, Convergencia, Nueva Alianza, el Panal, el Verde, se han convertido en una partidocracia de cuyas filas emanan los dirigentes de la nación. En todos ellos hay vínculos con el crimen y sus mafias a lo largo y ancho de la nación. Sin una limpieza honorable de sus filas y un compromiso total con la ética política, los ciudadanos tendremos que preguntarnos en las próximas elecciones ¿por qué cártel y por qué poder fáctico tendremos que votar? ¿No se dan cuenta de que con ello están horadando y humillando lo más sagrado de nuestras instituciones republicanas, que están destruyendo la voluntad popular que mal que bien los llevó a donde hoy se encuentran?

Los partidos políticos debilitan nuestras instituciones republicanas, las vuelven vulnerables ante el crimen organizado y sumisas ante los grandes monopolios; hacen de la impunidad un modus vivendi y convierten a la ciudadanía en rehén de la violencia imperante.
Ante el avance del hampa vinculada con el narcotráfico, el Poder Ejecutivo asume, junto con la mayoría de la mal llamada clase política, que hay sólo dos formas de enfrentar esa amenaza: administrándola ilegalmente como solía hacerse y se hace en muchos lugares o haciéndole la guerra con el ejército en las calles como sucede hoy. Se ignora que la droga es un fenómeno histórico que, descontextualizado del mundo religioso al que servía, y sometido ahora al mercado y sus consumos, debió y debe ser tratado como un problema de sociología urbana y de salud pública, y no como un asunto criminal que debe enfrentarse con la violencia. Con ello se suma más sufrimiento a una sociedad donde se exalta el éxito, el dinero y el poder como premisas absolutas que deben conquistarse por cualquier medio y a cualquier precio.
Este clima ha sido tierra fértil para el crimen que se ha convertido en cobros de piso, secuestros, robos, tráfico de personas y en complejas empresas para delinquir y apropiarse del absurdo modelo económico de tener siempre más a costa de todos.

A esto, ya de por sí terrible, se agrega la política norteamericana. Su mercado millonario del consumo de la droga, sus bancos y empresas que lavan dinero, con la complicidad de los nuestros, y su industria armamentista -más letal, por contundente y expansiva, que las drogas-, cuyas armas llegan a nuestras tierras, no sólo fortalecen el crecimiento de los grupos criminales, sino que también los proveen de una capacidad inmensa de muerte. Los Estados Unidos han diseñado una política de seguridad cuya lógica responde fundamentalmente a sus intereses globales donde México ha quedado atrapado.

¿Como reestructurar esta realidad que nos ha puesto en un estado de emergencia nacional? Es un desafío más que complejo. Pero México no puede seguir simplificándolo y menos permitir que esto ahonde más sus divisiones internas y nos fracture hasta hacer casi inaudibles el latido de nuestros corazones que es el latido de la nación. Por eso les decimos que es urgente que los ciudadanos, los gobiernos de los tres órdenes, los partidos políticos, los campesinos, los obreros, los indios, los académicos, los intelectuales, los artistas, las Iglesias, los empresarios, las organizaciones civiles, hagamos un pacto, es decir, un compromiso fundamental de paz con justicia y dignidad, que le permita a la nación rehacer su suelo, un pacto en el que reconozcamos y asumamos nuestras diversas responsabilidades, un pacto que le permita a nuestros muchachos, a nuestras muchachas y a nuestros niños recuperar su presente y su futuro, para que dejen de ser las víctimas de esta guerra o el ejército de reserva de la delincuencia.

Por ello, es necesario que todos los gobernantes y las fuerzas políticas de este país se den cuenta que están perdiendo la representación de la nación que emana del pueblo, es decir, de los ciudadanos como los que hoy estamos reunidos en el zócalo de la Ciudad de México y en otras ciudades del país.

Si no lo hacen, y se empeñan en su ceguera, no sólo las instituciones quedarán vacías de sentido y de dignidad, sino que las elecciones de 2012 serán las de la ignominia, una ignominia que hará más profundas las fosas en donde, como en Tamaulipas y Durango, están enterrando la vida del país.

Estamos, pues, ante una encrucijada sin salidas fáciles, porque el suelo en el que una nación florece y el tejido en el que su alma se expresa están deshechos. Por ello, el pacto al que convocamos después de recoger muchas propuestas de la sociedad civil, y que en unos momentos leerá Olga Reyes, que ha sufrido el asesinato de 6 familiares, es un pacto que contiene seis puntos fundamentales que permitirán a la sociedad civil hacer un seguimiento puntual de su cumplimiento y, en el caso de traicionarse, penalizar a quienes sean responsables de esas traiciones; un pacto que se firmará en el Centro de Ciudad Juárez -el rostro más visible de la destrucción nacional- de cara a los nombres de nuestros muertos y lleno de un profundo sentido de lo que una paz digna significa.

Antes de darlo a conocer, hagamos un silencio más de 5 minutos en memoria de nuestros muertos, de la sociedad cercada por la delincuencia y un Estado omiso, y como una señal de la unidad y de la dignidad de nuestros corazones que llama a todos a refundar la Nación. Hagámoslo así porque el silencio es el lugar en donde se recoge y brota la palabra verdadera, es la hondura profunda del sentido, es lo que nos hermana en medio de nuestros dolores, es esa tierra interior y común que nadie tiene en propiedad y de la que, si sabemos escuchar, puede nacer la palabra que nos permita decir otra vez con dignidad y una paz justa el nombre de nuestra casa: México.

radio
Committee of Indigenous Solidarity (CIS)

Mexico Week In Review: 05.01-05.08

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Published since 1994, ‘Mexico Week In Review’ is a service of the
Committee of Indigenous Solidarity (CIS).  CIS is a Washington, D.C.
based activist group committed to the ongoing struggles of Indigenous
peoples in the Americas.  CIS is actively supporting the struggles
of the Indigenous peoples of Mexico while simultaneously combating
related structures of oppression within our own communities.

To view newsletter archives, visit:
http://lists.mutualaid.org/pipermail/mexico-week/

“Para Todos, Todo; Para Nosotros Nada”
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ZAPATISTAS JOIN DRUG WAR PROTEST

As momentum builds for the May 8 protest against violence and impunity in Mexico, the Zapatista National Liberation Army (EZLN) announced its support for the movement started by poet Javier Sicilia. In a communiqué dated April 28, the EZLN leadership declared it would wholeheartedly support the struggle by conducting a silent march of Zapatista base communities in the Chiapas highland city of San Cristobal de las Casas on May 7. In a pronouncement signed by the Zapatistas Subcomandante Marcos, the EZLN said it would terminate the march with readings of statements in Spanish and indigenous languages.

The Zapatistas sharply condemned the Mexican government’s anti-organized crime strategy as a “psychotic military campaign by Felipe Calderon Hinojosa”: that has turned into a “totalitarian argument” for spreading fear across the nation. In response to Sicilia’s earlier call to place name plaques of victims of
violence in public plazas, the Zapatista statement mentioned the names of 15 people killed in the Ciudad Juarez neighborhood of Villas de Salvarcar in 2010 and the 40 children who perished in the notorious ABC day care center fire in Hermosillo, Sonora, in 2009.

The EZLN also urged its supporters in Mexico and throughout the world to support the movement launched by Sicilia and supporters last month, which arose after the poet’s son and companions were murdered in Cuernavaca, Morelos, by an apparent organized crime group. Until this year, the Zapatistas had been largely silent on the so-called drug war that’s ravaged Mexico during the past few years.

Backed by prominent public figures like Eduardo Gallo, former president of Mexico United against Delinquency, and Malu Garcia, persecuted activist with the anti-femicide group Nuestras Hijas de Regreso a Casa of Ciudad Juarez, Sicilia and friends plan to begin a silent march from Cuernavaca on May 5 and then arrive in Mexico City for a massive rally the following Sunday. In the heart of the Mexican capital, the activists are expected to call for the signing of a national reconstruction pact at an undetermined time in Ciudad Juarez.

In addition to the main protest in Mexico City, similar events are expected to take place May 8 in more than 40 Mexican cities and  at least 20 foreign ones. Father Alejandro Solalinde, well-known Oaxaca migrant advocate, called the May 8 mobilization the best chance Mexico has had to “remake a country that’s going to the pits and put an end to violence, corruption and impunity/”

Sources: Frontera NorteSur: 05/03; Proceso: 04/30
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“DRUG WAR” HAS INTENSIFIED VIOLENCE AGAINST WOMEN

Mexican president Felipe Calderón Hinojosa’s militarization of the fight against drug trafficking has increased the level of violence against women, a leading Mexican feminist, María Marcela Lagarde y de los Ríos, told the Spanish wire service EFE on Apr. 29. “Everything that is happening favors violence against women,” she said. Calderón’s strategy “cultivates a very violent culture” and “establishes an ideology of violence, of defeat, of warŠ That’s a very macho culture, very misogynist, and we women are left defenseless.”

A member of the Chamber of Deputies for the center-left Party of the Democratic Revolution (PRD) from 2003 to 2006 and now a professor at the National Autonomous University of Mexico (UNAM), Lagarde is part of the movement to have femicide (misogynist murders) categorized as a special crime, not simply as murder or a hate crime.

Ciudad Juárez, near the US border in the northern state of Chihuahua, is one of the places that have suffered the most from femicide and from Calderón’s “drug war,” which has claimed some 35,000 lives since the beginning of 2007. In March this year the Geneva-based Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC) reported that nationally some 230,000 people had been displaced by drug-related violence. A new report by María del Socorro Velázquez Vargas, a researcher at the Autonomous University of Ciudad  Juárez, gives an even higher number.

Using a survey by Juárez’s municipal government and statistics from Chihuahua’s State Investigation Agency and the federal government’s National Statistics and Geography Institute (INEGI), Velázquez Vargas estimates that 273,000 people were displaced during 2008, 2009 and 2010 in Juárez alone-a full 21% of the municipality’s population.

Source: Weekly News Update on the Americas Issue #1078: 05/01
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NEW MURDER RECORD IN MEXICO: MORE THAN 1,400 IN APRIL

The drug-war death toll for Mexico in April was 1,400, the highest of any month since the Mexican government began its war on illicit drug trade four years ago. The previous high was 1,322 in August 2010, the daily newspaper Milenio reported.

Most of the murders in April occurred in northern Mexico, reflecting the trend of recent months as drug cartels battle each other over drug and migrant routes. An estimated 450 of the dead were found in mass graves, where the cartels try to conceal their grisly harvests. Most of those victims were migrants from countries south of Mexico who were trying to get into the United States. Organized gangs specialize in kidnapping the migrants and forcing them to turn over their money and work for them, or face death. In 2010, more than 15,000 people were murdered in Mexico.

Source: Boston Herald: 05/01
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MEXICO EXTRADITES DRUG KINGPIN TO THE U.S.

The Mexican government extradited to the United States drug kingpin Benjamin Arellano Felix, the former leader of one of Mexico’s most feared and powerful organized crime groups, whose ruthless reign transformed northern Baja California into a major drug trafficking corridor into the U.S. Arellano Felix, who had been incarcerated in a Mexican prison since his arrest in 2002, was flown to San Diego and transferred to the downtown Metropolitan Correctional Center, where he will be held under heightened security during court proceedings that are expected to last months, and possibly years.

The extradition marks the end of a long effort by U.S. authorities to get Arellano Felix into a U.S. courtroom. He faces racketeering and drug conspiracy charges as part of a San Diego federal grand jury indictment that has already led to the arrests and convictions of several of his brothers and associates from the cartel’s heyday during the 1980s and ’90s. Arellano Felix, who headed the organization known as the Arellano Felix, or Tijuana cartel, was among the first of Mexico’s modern organized crime bosses. With connections to Colombia, he and his brothers established a drug pipeline that funneled tons of cocaine and other drugs into California, according to the indictment.

Authorities allege the cartel generated hundreds of millions of dollars in revenue, using the money to bribe Mexican military and law enforcement officials and to purchase weapons that enforcers would use to torture and kill enemies in Mexico and the San Diego area. The effects of Arellano Felix’s iron-fisted rule are felt to this day. Many families in Baja California are still searching for the whereabouts of people who disappeared during his years in power. The cartel popularized the use of chemicals to dispose of enemies, disintegrating bodies by dumping them into vats of lye and acid. “The Arellano Felix organization has spread fear and violence on both sides of the border, and today’s extradition is an important step forward in our effort to hold the alleged leaders of this criminal enterprise to account,” said U.S. Assistant Atty. Gen. Lanny A. Breuer.

Many observers doubt the case will ever get to trial, noting that every other defendant has pleaded guilty. If he cooperates with prosecutors, Arellano Felix could shed light on the deaths of numerous potential witnesses and a crusading Mexican prosecutor whose head was crushed in an industrial press. He could also implicate people the cartel bribed, said John Kirby, a former federal prosecutor who worked on the case. “It shows they’re serious,” Kirby said, referring to the administration of Mexican President Felipe Calderon. Arellano Felix “could spill the beans on everybody. He had dealings with the highest levels of government, and in the church, in the military.” The extradition comes at a time of tense relations between the U.S. and Mexico, strained in part by leaked diplomatic cables that contained pointed criticisms by U.S. Ambassador to Mexico Carlos Pascual of the Mexican government’s drug-war efforts. Calderon complained vociferously about Pascual’s assessments, and Pascual offered his resignation in March.

Samuel Gonzalez, a former top organized crime prosecutor, said the extradition came as U.S. and Mexican officials were meeting in Washington to discuss the Merida Initiative, a package of U.S. aid for the drug war. At the State Department on Friday, U.S. Secretary of State Hillary Clinton hosted her Mexican counterpart, Patricia Espinosa, at the third gathering of the Merida Initiative High-Level Consultative Group. “It’s a gift from Mexico,” Gonzalez said of the extradition. “This is a way for Mexico to show its good intentions.”

With most of its original leaders either arrested or dead, the cartel has splintered into rival factions in recent years, leading to brutal infighting that has all but wiped out the once-powerful group. Arellano Felix’s brother, Javier, was captured on a boat off Baja California in 2006 and sentenced to life in prison. Another brother, Ramon, the cartel’s notorious enforcer, was gunned down in Mazatlan in 2002.

Source: Los Angeles Times: 04/30

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end: Mexico Week In Review: 05.01-05.08

radio
Narco News

Zapatistas inundan San Cristóbal por miles, se unen al llamado a detener la guerra

Fuente: Narco News

La marcha silenciosa del martes en Chiapas fue el preludio de la convergencia en la Ciudad de México del domingo

Por Natalie Long
Especial para The Narco News Bulletin

8 de mayo 2011

El sábado, los zapatistas, la Otra Campaña, y miembros de la sociedad civil en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, tomaron las calles, conduciendo una marcha silenciosa que procedió de la parte noroeste de la ciudad al centro del pueblo.

Con miles de participantes, esta marcha estaba en solidaridad con una marcha nacional más grande celebrada el domingo. La marcha nacional empezó en Cuernavaca, Morelos el pasado jueves 5 de mayo, y llegó el domingo a la Ciudad de México.


DR 2011 Gerardo Ozuna

La marcha nacional se debe en parte a los esfuerzos del reconocido poeta mexicano Javier Sicilia. El pasado 28 de marzo, el hijo de Sicilia fue hallado muerto cerca de Cuernavaca, Morelos, con su cuerpo mostrando señales de tortura antes de su muerte. Aproximadamente una semana después de la muerte de su hijo, el 3 de abril Sicilia publicó una carta en la revista mexicana Proceso, denunciando el sistema de violencia en México. En esta carta, Sicilia afirmó que los mexicanos estaban “hasta la madre” con la violencia y corrupción presente en su país, y convocó a una movilización de la sociedad civil para recuperar México a sus ciudadanos. Su más reciente llamado a la movilización es la de la actual marcha, también conocida como Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad.

Tras la convocatoria de Sicilia, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) publicó un comunicado el jueves 28 de abril, anunciando su intención de celebrar una marcha silenciosa el sábado 7 de mayo en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. En una carta del Subcomandante Marco publicada el mismo día del comunicado, señaló que las restricciones económicas no le permitirían al EZLN viajar a Cuernavaca o la Ciudad de México para participar en la marcha nacional. Por tanto, de acuerdo a los modestos medios disponibles el Subcomandante Marcos anunció la intención del EZLN de marchar en silencio en San Cristóbal. El comunicado indicó además que esta marcha silenciosa sería para apoyar y solidarizarse con la voz nacional que busca reclamar justicia para el pueblo.

Por lo tanto, el sábado se vio el encuentro del EZLN y sus partidarios en San Cristóbal de las Casas. A las 10 de la mañana, un gran contingente de zapatistas se alineaban afuera de CIDECI, el Centro Indigena De Capacitación Integral, también conocido como Universidad de la Tierra, uno ten que caminar para cubrir la caminata dediez minutos al final de la calle de la universidad, dado que la calle estaba llena de zapatistas con pasamontañas, prohibiendo el paso de vehículos.

Los zapatistas vinieron de todas partes del estado de Chiapas. Varias regiones estaban representadas, no sólo por la vestimenta tradicional de las mujeres, sino por los símbolos cosidos en los pasamontañas de los miembros del EZLN. Al frente de la mayoría de los pasamontañas, un parche identificaba el caracol de cada persona por un número y la región de la persona por un color. Los diferentes colores de los parches incluían el rojo, amarillo, naranja, morado, azul, blanco, gris, y verde, entre otros.


DR 2011 Gerardo Ozuna

A las 12:15 pm, los zapatistas comenzaron a alinearse afuera de CIDECI preparándose. Entre los zapatistas se incluía un gran espectro de diversas edades, desde niños llevados por sus madres, hasta ancianos con canas asomándose por debajo de sus máscaras. Las mujeres parecían más numerosas que los hombres en una relación dos a uno. Los zapatistas también mostraron representación tanto urbana como rural. Las mujeres rurales zapatistas eran fácilmente identificadas por sus trajes tradicionales, o por vestidos que muchas llevaban. Algunas de las mujeres estuvieron presentes en la marcha a pesar de la ausencia de zapatos en sus pies. Muchos de los hombres rurales zapatistas llevan el traje campesino tradicional, incluyendo botas para la lluvia, camisas de algodón de manga larga y pantalones de algodón. Algunos de los hombres llevaban trajes tradicionales también, aunque no tanto como las mujeres. El contingente urbano zapatista proporcionaba un contraste curioso, quizás mejor identificado por una joven mujere llevando grandes audífonos sobre su pasamontañas. Otros zapatistas urbanos llevaban playeras más justas y pantalones de mezclilla, artículos más familiares para aquellos viviendo en un ambiente urbano con tiendas al por menor.

Aproximadamente a la 1:10 pm, una mujer a la cabeza de la marcha llevando un pasamontañas recibió una orden en su radio, y ordenó a aquellos al inicio de la marcha a preparase. Parecía que la marcha estaba lista, los miembros del EZLN caminaban en silencio en las filas llevando pancartas con frases como “Estamos hasta la madre por la Guerra de Calderón!”, “Alto a la Guerra de Calderón” y “No más Sangre.”

Sin embargo, para la 1:25pm, la marcha se detuvo. El silencio fue roto por el murmullo de radios mientras aquellos al principio de la marcha trataban de de orientarse al interior de la colonia desde donde la marcha debía salir. Mientras los que portaban radios se comunicaban entre sí, la gente en las casas, tiendas, y talleres cercanos salieron a ver la procesión de los zapatistas enmascarados. Después de unos diez minutos de conversación, la marcha avanzó una vez más, continuando por una calle con dirección a la carretera a San Juan Chamula.

Sin embargo, la columna se enfrentó a un nuevo desafío antes de salir a la carretera. Alrededor de la 1:35 pm, la cabeza de la marcha se encontró con otro grupo de zapatistas – parecía que el inicio de la marcha se había encontrado con la retaguardia. Por un lado, fue un acontecimiento impresionante, mostrando que los zapatistas habían convocado a tantas personas que las calles no eran navegables. Por otro lado, esto causó gran confusión, con los caminos cerrados. La cabeza de la marcha no continuó con sus compañeros impidiendo el paso, y por tanto tuvieron que esperar pacientemente a que el resto se incorporara. Cerca de las 2 pm, el caracol se deshizo una vez más y la cabeza de la marcha procedió más adelante. Este progreso fue detenido una vez más mientras la cabeza de la marcha se encontraba con más zapatistas en su dirección.

Con este nuevo obstáculo, más o menos cinco o seis autoridades se reunieron para consultar. Con radios en las manos, se pararon en el medio de un círculo hecho por hombres tomados de las manos, creando un espacio de protección para que las autoridades hablaran y tomaran decisiones. Mientras las autoridades hablaban suavemente entre sí y con las radios, las filas zapatistas miraban y esperaban pacientemente por las órdenes.

A lo largo de todo el proceso, varias acciones sirvieron para recordar al espectador que el EZLN es un ejército, y debe ser considerado como tal. Entre la rápida respuesta a las órdenes dadas por las autoridades, las filas organizadas con las que procedían los zapatistas, y la clara cadena de mano presente, el espectador se vio obligado a recordar que la procesión que estaba pasando era una organización militar, capaz de ser convocada si es necesario por las cabezas del EZLN.

Para las 2:35pm. los zapatistas habían alcanzado un consenso sobre cómo proceder, y la marcha comenzó a orientarse a sí misma. Primero las autoridades del EZLN continuaron por la carretera, con otros zapatistas uniendo sus manos para formar un círculo protector alrededor de las autoridades. Inmediatamente detrás de las autoridades estaba la cabeza de la marcha, llevando una pancarta que condenaba la guerra de Calderón. La procesión serpenteaba su camino en la selva de autos y camiones estacionados a un lado del camino, los mismos vehículos que trajeron a los miembros del EZLN a esa parte de la ciudad más temprano. Algunos zapatistas continuaron a un lado del camino, esperando el momento de unirse a la marcha. Muchos de los que esperaban armaron un campamento, y comían sus almuerzos mientras sus compañeros marchaban.

Para las 2:55pm, la marcha llegó a la carretera que lleva al centro del pueblo en una dirección, mientras se dirigía al municipio de San Juan Chamula en otra dirección. A medida que el EZLN se topó con los autos que llegaban, los zapatistas se dirigieron a detener el tráfico. Algunos autos simplemente se detuvieron, mientras otros dieron la vuelta. A medida que la marcha procedía entre las calles, los sonidos que predominantemente se escuchaban era una mezcla de bocinas de autos, el sonido de los huaraches y botas en el pavimento, y el misterioso sonido de un caracol. Ocasionalmente los manifestantes compartían comentarios, pero en general los zapatistas se mantuvieron en silencio mientras continuaban por el camino al centro del pueblo. La suerte quiso que al llegar al semáforo este estuviera en verde, permitiendo que el EZLN continuara sin interrumpir la marcha.

La marcha con toda su fuerza en la calle hacia el centro, fue recibida por una gran variedad de curiosos, incluyendo camareros saliendo de restaurantes, turistas tomando fotos, y gente local mirando mientras la marcha llegaba al centro. Los clientes en las cafeterías dejaban las tazas para ver a los zapatistas marchando, algunos comentando lo impresionante de la vista. Para las 3:50 pm, el EZLN comenzó a llenar la plaza frente a la catedral de la ciudad, dirigiéndose a un escenario que tenía muchos micrófonos. Sin embargo, el discurso, aún no estaba listo.

Durante la espera, muchos zapatistas se sentaron a tomar un breve descanso, quitándose los paliacates para tomar un trago de agua o refresco, algunos corriendo a tiendas cercanas, con sus palacetes, para tomar un refrigerio. Las conversaciones comenzaron a circular en voz baja entre la gente que estaba sentada, algunas en español, otras en distintas lenguas indígenas.

A pesar de que los movimientos iniciales de la marcha fueron tal vez un poco rudos, a la llegada a la plaza de la cátedra, el EZLN mostró una impresionante organización, coordinando en que lugar se iban a colocar las distintas delegaciones para el discurso. Aproximadamente a las 4:45pm, la marcha continuó su arribo a la plaza. Un representante del EZLN se acercó al micrófono, pidiendo que los zapatistas que ya estaban en la plaza avanzaran, debido a que habían compañeros atrás que aún no habían llegado.

Para las 5:05 pm, los miembros de la Otra Campaña finalmente llegaron a la plaza. Las delegaciones arribaron de todas las comunidades, tal vez las más visibles fueron Cruztón, Mitzitón, Ejido Tila, Huixtan y Bachajón. También estaban representados otros miembros de la sociedad civil, incluyendo miembros del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, el Centro de Derechos de las Mujeres, y la Brigada Feminista por la Autonomía. A pesar de la importante señal de solidaridad, la presencia zapatista dominaba por mucho todo el evento.

Para las mujeres de los colectivos de las comunidades de Aguacatenango, La Grandeza, Napite, Corostik, Coquiteel, Sulupwitz, Frontera Comalapa, Santa Rosa de Cobán, Yaluma, Chihuahua, y Bella Vista del Norte, proporcionaron su palabra y la razón por la que estaban marchando. Reconociendo el pesar que sientes y las lágrimas que derramaron que escuchan noticias de violencia, las mujeres también señalaron el coraje que sienten al defendieres de violaciones y asesinatos cometidos por aquellos a quienes el gobierno les permite irse con libertad. Las mujeres hablaron en contra de la violencia, no solo en la forma de las armas, pero en la inherente violencia presente al sentenciar a la población a la pobreza, diciendo que el gobierno “no sólo nos mata con armas, con sus armas, también asesina con pobreza, con el hambre en nuestro pueblo que utilizan para engañarnos…” Entonces las mujeres pidieron justicia, y el fin de la violencia, por el respeto, y la libertad de la Madre Tierra, entre otras demandas a la sociedad y el gobierno.

El FrayBa también proporcionó su palabra al público concerniente a la marcha. Protestando las políticas de guerra del Presidente Felipe Calderón que han cobrado las vidas de cerca de 40,000 víctimas, el FrayBa señaló que la impunidad fue la clave para continuar con su clima de violencia. El Frayba señaló a la marcha como un signo de la esperanza por la vida y por a demanda de justicia mientras la sociedad civil se esfuerza por lograr una vida digna para todos.

Entre los simpatizantes zapatistas participando en la marcha, uno en particular comentó que la marcha nacional era un acontecimiento necesario que el país estaba esperando. La marcha del EZLN fue una promesa dada por los zapatistas que habían cumplido, cumpliendo su palabra a aquellos participando en el movimiento más grande.

Luego de una hora de que la marcha arribara a la plaza, a las 5:10 pm, las autoridades del EZLN tomaron el escenario. Llamando a que la asamblea saludara, la multitud primero cantó el himno nacional mexicano, seguido del himno del EZLN. No es de extrañar que el himno del EZLN resonara con más fuerza que el himno nacional. Al término de ambos, un representante tomó el micrófono para proporcionar a los ahí reunidos la palabra del EZLN.

El representante que habló, condenó la actual violencia en México, afirmando que la historia de México había resultado en el derramamiento de sangre inocente, y que la paz y justicia no se encontraban en el país. El orador lamentó el hecho de que “la única culpa que las víctimas tuvieron es el haber nacido o vivido en un país que es mal gobernado por grupos legales e ilegales con sed de guerra, muerte y destrucción.” Denunció la conversión de escuelas y universidades en zonas de guerra, y el estado general de miedo hacia la vida de uno que está presente en la simple acción de viajar al trabajo. Además, el orador criticó al gobierno, al que señaló de proporcionar declaraciones y promesas falsas a las madres y padres que demandaron justicia de parte de sus hijos asesinados. Ayer, dijo el orador, era cuando el pueblo de México escuchaba las dignas voces de las víctimas y sus familias. Hoy es el día de su digno silencio, un silencio que afirma, igual de fuerte que sus palabras, que quieren paz, justicia y una vida digna. La lucha de esas víctimas y sus familias no nació de un interés personal, sino que “nació del dolor de perder a alguien a quien amas tanto como a la vida misma.” Al llegar al fin del discurso, el orador declaró que la gente convocada al movimiento nacional están pidiendo a las asistentes luchar por la vida, y que la gente reunida en la ciudad estaban para responder a ese llamado.

Concluyendo su discurso, el representante y la multitud alzaron sus manos y gritaron siete veces, enviando un mensaje de solidaridad a las víctimas y sus familias, diciendo “No están solos.”

A las 5:45 pm, la presentación en español concluyó y fue seguida de ovaciones, aplausos y silbidos aprobatorios. El mismo discurso fue luego presentado en varias lenguas indígenas, incluyendo Tzotzil y Tzeltal. Alrededor de las 7 pm, cerca de tres horas después de que la marcha llegara al centro de la ciudad, las autoridades del EZLN descendieron del escenario, cerrando la asamblea. Con el fin de la ceremonia, el silencio fue oficialmente roto, y los murmullos comenzaron a escucharse entre los zapatistas mientras salían de acuerdo a sus grupos. A pera de haberse tomado la mayor parte del día para reunir a los miembros del EZLN y sus partidarios en la plaza, en sólo treinta minutos no había pasamontañas que ver en el centro de la ciudad. Los equipos de limpieza empezaron a trabajar, y los miembros de las comunidades se fueron a casa, llevando consigo la palabra de sus experiencias.

radio
KMN, imágenes en movimiento

Video sobre ma movilización zapatista en apoyo marcha nacional por la paz y la justicia

El 28 de Abril 2011 el EZLN declara con un comunicado que el 7 de Mayo participara a la Marcha silenciosa por la Paz, llamada por el poéta Javier Sicilia. El 7 de Mayo en San Cristóbal de Las Casas decenas de miles de bases de apoyo zapastistas, juntos con comunidades, organizaciones y individuoas adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, marchan hasta la Plaza de la Resistencia, frente a la Catedral de San Cristóbal de Las Casas. Comandantes y comandantas del EZLN leyeron un discurso enviado por el Subcomandante Insurgente Marcos por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del EZLN.

(Escucha el discurso y lee el texto completo aquí.)

radio
Radio Zapatista

Imágenes de la Marcha zapatista por la Justicia y contra la Impunidad en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

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