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Tadeco

TADECO desmiente publicación de Milenio

COMUNICADO SOBRE LAS DIFAMACIONES AL COORDINADOR GENERAL DE NUESTRA ASOCIACION Y ALERTAMOS SOBRE AMENAZAS VELADAS DE REPRESION.

Chilpancingo, Gro. A 9 de enero del 2014

El pasado martes 7 de enero, el periódico Milenio publicó un artículo del periodista Juan Pablo Becerra Acosta titulado “Guerrilla “mueve” a grupos de autodefensa y maestros”, cuya fuente son supuestos “Documentos de inteligencia sobre movimientos políticos en Guerrero”, en el cual se hace referencia a la supuesta participación de diversos defensores de derechos humanos, promotores y luchadores sociales con organizaciones y grupos armados en la entidad.

En particular se hace la siguiente referencia al Coordinador General de nuestra asociación: “Una organización adicional señalada como parte del MPG y que puede tener tendencias insurgentes, es el Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco), cuyo director, Francisco Monroy Hernández, es identificado como “parte de la estructura del ERPI en Guerrero”, encargado “de la célula en Chilpancingo”.

Por lo anterior, consideramos necesario hacer del conocimiento público lo siguiente:

1.- Nos parece irresponsable que un medio de comunicación como Milenio, que hasta una televisora maneja, se preste a difundir información que a todas luces parece más una elucubración etílica del grupo gobernante de Guerrero encabezado por Ángel Aguirre Rivero, que un informe de supuesta “inteligencia política”. A sus promesas incumplidas, traiciones, mentiras y desaciertos, el gobierno de Guerrero agrega ahora difamaciones contra sus críticos y amenaza con reprimirlos con palos de ciego. No le han sido suficientes los asesinatos, desapariciones y encarcelamientos de dirigentes y luchadores sociales de los últimos años y ahora prepara una cacería de brujas mediante infundios y mentiras.

2.- La nota tiene, en el caso de nuestra asociación, diversas imprecisiones, empezando por el nombre incompleto de nuestro Coordinador General, además de que por razones que no vienen ahora al caso, no participamos en el MPG y tampoco formamos parte de la estructura de ninguna otra organización, menos político-militar.

3.- En el caso de nuestra asociación, el Taller de Desarrollo Comunitario, estamos constituidos legalmente y nuestro objeto social se enmarca en la promoción y defensa de los derechos humanos para impulsar el desarrollo comunitario y el cambio social. Por 20 años hemos estado establecidos en la ciudad de Chilpancingo ofreciendo servicios informativos, de apoyo al proceso educativo, a sectores sociales marginados y a organizaciones y grupos sociales. Realizamos una producción radiofónica que se transmite en radios comunitarias y por internet y damos incluso servicios a dependencias gubernamentales y municipales. Nuestra labor siempre ha sido pública y nuestra crítica y propuesta política y social es pública también.

4.- La desaparición forzada de nuestro compañero Jorge Gabriel Cerón Silva en marzo del 2007, nos obligó a incorporarnos a la lucha por la vida, la libertad, la justicia y los derechos ciudadanos y a impulsar el Comité de Familiares y Amigos de Secuestrados, Desaparecidos y Asesinados en Guerrero. La publicación de la Ley de Víctimas demostró que nuestras demandas son justas, corresponden a derechos humanos reconocidos mundialmente y por lo tanto, legales, a pesar de la canallada del Gobierno de Ángel Aguirre al retractarse de apoyar la creación del Centro de Atención a Víctimas que operamos con grandes carencias y dificultades. De igual manera el gobierno municipal de Chilpancingo, en una acción represiva, desalojo nuestro Módulo de Información y Denuncia de la Plaza Cívica de Chilpancingo en febrero del 2011 donde dábamos información y orientación a familiares de víctimas de la violencia y recabábamos recursos para nuestras actividades, con el pretexto de que realizábamos actividades comerciales.

¿Quiénes son los violentos e ilegales? Es absurdo que nos quieran vincular con grupos “subversivos” cuando son ellos los que abusan del poder, encubren y protegen a la delincuencia organizada por ellos mismos, cabalgan sobre un manto de impunidad y manejan discrecionalmente los recursos públicos para su beneficio.

5.- La crisis política, económica y social que vive el país la han creado ellos y la han agudizado con sus llamadas reformas estructurales, léase políticas antipopulares. Ellos son los responsables del malestar y hartazgo social, de la inquietud que significa la inseguridad social, la laboral y de la sobrevivencia misma. Los despojos de los recursos naturales a las comunidades, la explotación de la fuerza de trabajo de obreros y campesinos, el desprecio a los distintos sectores del pueblo y la represión creciente, son la causa de lo que nos quieren responsabilizar. Ahora, desesperados, “ven moros con tranchetes” y en sus delirios etílicos ven en nosotros los monstruos que ellos mismos están creando. Allá su conciencia.

Lo preocupante, es que enfermos de poder e incapaces de convencer, persistirán en imponerse a toda costa, con la violencia pues. No nos espantan, son tigres de papel y confiamos en que el pueblo no dejará solos a sus propios hijos y nos hará entender la necesidad de superar diferencias secundarias y concentrar fuerzas para la resistencia y el cambio que habrá de avanzar en las autonomías y en los movimientos del pueblo.

6.- Finalmente, como una aportación al equívoco informe de la etílica inteligencia, les decimos que como Taller de Desarrollo Comunitario hemos hecho pública nuestra adherencia a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. Simpatizamos con el EZLN que resguarda a sus Bases de Apoyo, a las comunidades zapatistas que en Chiapas construyen su autonomía a través de sus propios proyectos comunitarios autogestivos. Formamos parte del movimiento civil y pacífico que se impulsó desde La Otra Campaña en el 2006. No tenemos nada que esconder y no tenemos necesidad de actuar en la clandestinidad pues nos interesa ser bien conocidos por nuestro pueblo. Percibimos que mientras los malos gobiernos persistan en sus políticas antipopulares, el pueblo ejercerá con todo derecho la autodefensa, pero eso le corresponde a los pueblos.

Comprendemos a los grupos y organizaciones que han optado por la lucha armada, los respetamos, aunque reiteramos que no compartimos por ahora esa forma de lucha. Nos mantenemos en resistencia ante los embates del sistema capitalista que se manifiesta de diversas formas y de los malos gobiernos y pugnamos por la construcción de las autonomías que entendemos como el preludio de la nueva sociedad que desde ahora debemos comenzar a construir, donde los gobiernos manden obedeciendo al pueblo y los ideales de pan, trabajo, justicia, democracia y libertad, se hagan realidad.

¡REPUDIAMOS LA DIFAMACION Y LAS AMENAZAS VELADAS DE REPRESION!

¡POR LA VIDA, LA LIBERTAD, LA JUSTICIA Y LOS DERECHOS CIUDADANOS!

TALLER DE DESARROLLO COMUNITARIO A.C.

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Frayba

FRAYBA: Sin garantías que salvaguarden su integridad, familias desplazadas del Ejido Puebla recogerán cosecha de café

El día de hoy, en rueda de prensa, familias desplazadas de ejido Puebla, Chenalhó Chiapas manifestaron que: “vamos a ir unos días a nuestra comunidad, la Colonia Puebla con el fin de cosechar nuestro café debido a que el tiempo del corte de café ya se está pasando y nosotros tenemos la necesidad económica de contar con ese recurso que junto con el maíz y el frijol es la base del mantenimiento de nuestras familias.”

El Centro Fray Bartolomé de las Casas anunció que: “Junto a organizaciones nacionales e internacionales de Derechos Humanos, acompañaremos la jornada de labores que realizaran las familias desplazadas del 17 al 27 de enero de este año, señalando la responsabilidad del Estado mexicano ante probables hechos de difícil o imposible reparación que puedan suscitarse en la zona.”


San Cristóbal de Las Casas, Chiapas
09 de enero de 2014

Boletín de prensa No. 01

Desplazamiento forzado en Chiapas en impunidad

  • Ante la omisión de autoridades estatales y federales, el caso está en tramite ante la CIDH.
  • Sin garantías que salvaguarden su integridad física, familias desplazadas recogerán cosecha de café.

Al transcurrir cuatro meses y medio de que 98 personas fueran desplazadas forzadamente del ejido Puebla, municipio de Chenalhó, hoy, este Centro de Derechos Humanos da testimonio de las reiteradas omisiones en que han incurrido autoridades del gobierno estatal y federal para resolver un conflicto cuya gravedad advierte que se repitan hechos de imposible reparación, como los que han acontecido en la zona Altos de Chiapas.

Tras innumerables reuniones que hemos sostenido con representantes del gobierno estatal y federal corroboramos que el tema del desplazamiento forzado, lleva consigo múltiples violaciones de Derechos Humanos, y el caso ha sido desestimado por las autoridades quienes proponen tratamientos administrativos sin atender procedimientos mínimos de justicia, sin señales claras para resolver un conflicto en el que hoy el Estado mexicano evidencia su ineficacia y complicidad.

Constatamos también que las peticiones mínimas puestas ante el gobierno del estado en Chiapas por las familias desplazadas para generar condiciones para el retorno a su comunidad no han sido atendidas; entre ellas mencionamos: restitución del predio que les fue despojado, aclaración pública del falso rumor de envenenamiento del agua potable del ejido Puebla y medidas de reparación del daño comenzando por resultados prontos y efectivos ante las tres averiguaciones previas que obran en la Fiscalía de Justicia Indígena adscrita a la Procuraduría General de Justicia del estado de Chiapas.

En ese sentido, y en distintas ocasiones, el ingeniero. Francisco José Yañez Centeno, Jefe de la Unidad para la Atención de las Organizaciones Sociales de la Secretaría de Gobernación y Oscar Eduardo Ramírez Aguilar, Secretario de Gobierno del estado de Chiapas, propusieron medidas económicas, materiales y de aparente reconciliación para que a través de proyectos de desarrollo se beneficiara a los pobladores del ejido Puebla, incluyendo a perpetradores de hechos delictivos, a cambio de olvido en la investigación de los hechos, impunidad para los agresores y firma de acuerdos carentes de sustento y sin garantías de no repetición alguna.

Hoy, al estar rebasados los plazos que las distintas autoridades comprometieron, acompañamos la difícil decisión que las familias desplazadas han tomado de acudir a recoger su cosecha de café a sus tierras de cultivo en el ejido Puebla; anunciamos también que, junto a organizaciones nacionales e internacionales de Derechos Humanos, acompañaremos la jornada de labores que realizaran las familias desplazadas del 17 al 27 de enero de este año, señalando la responsabilidad del Estado mexicano ante probables hechos de difícil o imposible reparación que puedan suscitarse en la zona.

Finalmente reiteramos que con este conflicto, una vez más, corroboramos que en el fondo se reflejan los claros resultados y costos de la impunidad con la que autoridades de distintos niveles siguen protegiendo a actores locales que están polarizando las comunidades indígenas en su afán de desestructurar y desmantelar el tejido comunitario que favorece propuestas organizativas, como la autonomía, en respuesta a la crisis de gobernabilidad del Estado mexicano.

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Animal Polítiuco

El lente que captó el surgimiento zapatista

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Raúl Zibechi

El Ya basta! en América Latina

Raúl Zibechi

La Jornada

En los 20 años que transcurrieron desde el alzamiento zapatista del primero de enero de 1994, los movimientos latinoamericanos protagonizaron uno de los ciclos de luchas más intensos y extensos en mucho tiempo. Desde el Caracazo de 1989 se sucedieron levantamientos, insurrecciones y movilizaciones que abarcaron toda la región, deslegitimaron el modelo neoliberal e instalaron a los de abajo, organizados en movimientos, como actores centrales de los cambios.

El zapatismo formó parte de esta oleada de los 90 y se convirtió muy pronto en uno de los referentes ineludibles, aun para quienes no comparten sus propuestas y formas de acción. Es casi imposible enumerar todo lo realizado por los movimientos en estas dos décadas. Apenas podemos repasar un puñado de hechos significativos: el ciclo piquetero en Argentina (1997-2002), los levantamientos indígenas y populares en Ecuador, las movilizaciones peruanas que forzaron la renuncia de Fujimori, y el Marzo Paraguayo, en 1999, que llevó al exilio al militar golpista Lino Oviedo.

En la década siguiente tuvimos la formidable respuesta del pueblo venezolano al golpe derechista de 2002, las tres guerras bolivianas entre 2000 y 2005 (una del agua y dos del gas) que borraron del mapa político a la derecha neoliberal, la impresionante lucha de los indios amazónicos en Bagua (Perú) en 2009, la resistencia de las comunidades de Guatemala a la minería, la comuna de Oaxaca en 2006 y la movilización del campesinado paraguayo en 2002 contra las privatizaciones.

En los tres pasados años se hizo sentir una nueva camada de movimientos que insinúan un nuevo ciclo de protestas, como la movilización de los estudiantes secundarios chilenos, la resistencia comunitaria al emprendimiento minero Conga en el norte del Perú, la creciente resistencia a la minería, a las fumigaciones y a Monsanto en Argentina, la defensa del TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure) en Bolivia y la resistencia a la represa de Belo Monte en Brasil.

Sólo en 2013 tuvimos el paro agrario colombiano que fue capaz de unir a todos los sectores rurales (campesinos, indígenas y cortadores de caña) contra el TLC con Estados Unidos y a una parte de los movimientos urbanos, y también las movilizaciones de junio en Brasil contra el feroz extractivismo urbano de la mano de obra para el Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro.

Este conjunto de acciones a lo largo de dos décadas permite asegurar que los movimientos de los abajos están vivos en toda la región. Muchos de ellos son portadores de una nueva cultura política y de organización que se manifiesta de modos muy diversos en las diversas organizaciones, pero conforman modos de hacer diferentes de los que conocimos en las décadas de los 60 y 70.

Una parte de los movimientos, desde los estudiantes secundarios chilenos hasta las comunidades zapatistas, pasando por los Guardianes de las Lagunas de Conga, el Movimiento de Pobladores y Pobladoras de Venezuela y el Movimiento Passe Livre de Brasil (MPL), entre los más destacados, muestran algunas características comunes que sería interesante destacar.

La primera es la masiva y destacada participación de jóvenes y mujeres. Esta presencia revitaliza las luchas anticapitalistas, porque están participando directamente las personas más afectadas por el capitalismo, las que no tienen un lugar en el mundo aún hegemónico. Es la presencia mayoritaria de quienes no tienen nada que perder porque son, básicamente, mujeres y jóvenes de abajo que le dan a los movimientos un carácter de intransigente radicalidad.

En segundo lugar, viene ganando terreno una cultura política que los zapatistas han sintetizado en la expresión mandar obedeciendo, que se expresa de forma aún difusa. Los que cuidan las lagunas en Perú, herederos de las rondas campesinas, obedecen a las comunidades. Los jóvenes del MPL toman decisiones por consenso para que no se consoliden mayorías, y rechazan explícitamente los carros de sonido impuestos en el periodo anterior por las burocracias sindicales para controlar las marchas.

La tercera cuestión en común se relaciona con la autonomía y la horizontalidad, vocablos que 20 años atrás apenas empezaban a utilizarse y se incorporaron de lleno a la cultura política de quienes siguen luchando. Se reclaman autónomos del Estado y los partidos, en tanto la horizontalidad es la dirección colectiva y no individual del movimiento. Los miembros de la ACES (Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios) de Chile funcionan de modo horizontal, con una dirección colectiva y asamblearia.

La cuarta característica que veo en común es el predominio de los flujos por sobre las estructuras. La organización se adapta y se subordina al movimiento, no se congela en una estructura capaz de condicionar al colectivo, con intereses propios separados del movimiento. Los colectivos que pelean son algo así como comunidades en resistencia, en las que todos y todas corren riesgos parejos y donde la división del trabajo se adapta a los objetivos que traza el conjunto en cada momento.

En esta nueva camada de organizaciones no es fácil distinguir quiénes son los dirigentes, no porque no existan referentes y portavoces, sino porque la diferencia entre dirigentes y dirigidos se viene atenuando a medida que crece el protagonismo de los abajos. Este es quizá uno de los aspectos más importantes de la nueva cultura política en expansión en las dos pasadas décadas.

Por último, quisiera decir que el zapatismo es referente político y ético, pero no como dirección de estos movimientos, que no pretende ni podría serlo. Puede ser inspiración, referencia, ejemplo si se prefiere. Siento que hay múltiples diálogos entre todas estas experiencias, no al estilo de encuentros formales y estructurados, sino intercambios directos entre militantes, capilares, no controlados, sino el tipo de trueques de saberes y experiencias que necesitamos para potenciar el combate al sistema.

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EZLN

Rebobinar 1: Cuando los muertos callan en voz alta

CUANDO LOS MUERTOS CALLAN EN VOZ ALTA.

(Rebobinar 1)

(En el que se reflexiona sobre l@s ausentes, las biografías, narra el primer encuentro de Durito con el Gato-Perro, y habla de otros asuntos que no vienen al caso, o cosa, según irá dictando la posdata impertinente)

Noviembre-Diciembre del 2013.

Me parece que hemos confundido mucho esta cuestión de la Vida y la
Muerte.  Me parece que lo que llaman mi sombra aquí en la tierra es mi
sustancia auténtica.  Me parece que, al mirar las cosas espirituales, somos
demasiado como ostras que observan el sol a través del agua y piensan que
la densa agua es la más fina de las atmósferas.  Me parece que mi cuerpo
no es más que las heces de mi mejor ser.  De hecho, que se lleve mi cuerpo
quien quiera, que se lo lleve, digo: no es yo.

Herman Melville “Moby Dick”.

Desde hace un buen de tiempo que sostengo que la mayoría de las biografías no son más que una mentira documentada, y a veces, no siempre, bien redactada.  El biógrafo promedio tiene una convicción previa y el margen de tolerancia es muy reducido, cuando no inexistente.   Con esa convicción comienza a hurgar en el rompecabezas de una vida que le es ajena (por eso su interés en hacer la biografía), y va recolectando las piezas falsas que le permitan documentar su convicción propia, no la vida reseñada.

(Continuar leyendo…)

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CGT / Radio Pozol

Arranca la 2ª Escuelita Zapatista (primer grado). Videos sobre organización y autogobierno del EZLN

¡Visualiza y comparte! ¡Viva la Escuelita! ¡Viva el EZLN!

Escuelita Zapatista DVD 1: La libertad según las y los zapatistas  AQUÍ

Escuelita Zapatista DVD 2: La libertad según las y los zapatistas  AQUÍ

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Frayba

Partidistas de San Marcos Avilés continúan agresiones contra la Autonomía Zapatista

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

A 26 de diciembre de 2013

Boletín No.39

Partidistas de San Marcos Avilés continúan agresiones contra la Autonomía Zapatista

Tres años y dos meses de hostigamiento, amenazas y desplazamiento

Este Centro de Derechos Humanos, documentó y ha recibido reportes de las brigadas civiles de observación internacional (Bricos), desde el 15 de diciembre de 2013, de la continuidad de hostigamientos, agresiones, amenazas de muerte y desplazamiento forzado en contra de Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN) en la comunidad San Marcos Avilés (en adelante SMA) del municipio oficial de Chilón, Chiapas.

Desde hace tres años la Junta de Buen Gobierno de Oventik y BAEZLN en SMA han resistido ante el grupo ubicado como Partidista que ha llevado a cabo acciones en contra de la educación y del proyecto de autonomía zapatista en su conjunto, bajo la cobertura de funcionarios del municipio de Chilón y del gobierno del estado ahora encabezado por el gobernador Manuel Velasco Coello.

Para referencia de los últimos hechos, el 11 de diciembre del 2013 en SMA, a las 6:30 horas, Juan Pérez Cruz y su esposa María Elena Cruz, ambos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ingresaron en el cafetal de un BAEZLN robando el fruto de 200 matas de café. A las 20:00 horas del mismo día, desde la casa de Juan Pérez Cruz, a cincuenta metros del campamento de Bricos, se escuchó un disparo para intimidar a las BAEZLN. El día 12 de diciembre de 2013, a las 6:00 horas, Juan Pérez Cruz llegó a la casa de un BAEZLN y le dijo textualmente: “Te vine a avisar que tu cafetal ya no te pertenece, ya es mío, porque tú no pagas el impuesto predial, ya no vayas a volver a tu cafetal y a tu milpa, porque si no, allí te voy a matar con machete”. El día 14 de diciembre de 2013, realizaron otro disparo desde la casa de Juan Pérez Cruz.

Ante los hechos sistemáticos de agresiones y hostigamiento en contra de las BAEZLN, éstas dieron a conocer su posición:

Nosotros(as) bases de apoyo del EZLN de esta comunidad de San Marcos Avilés hemos tenido paciencia, hemos aguantado y resistido todos los males que nos hacen los partidistas de esta comunidad […] ya se nos acabó la paciencia y hoy decimos ¡ya basta! de todos los males que nos están haciendo, ahora por acuerdo de los bases de apoyo de la comunidad de San Marcos Avilés decimos que ha llegado el momento de defendernos cueste lo que cueste, pase lo que pase y a como dé lugar nos vamos a defender y ya no vamos a permitir que nos estén faltando el respeto y negando el derecho a vivir en nuestra propia comunidad […] A partir de estos momentos todo lo que vaya a pasar en la comunidad de San Marcos Avilés lo responsabilizamos a los tres niveles de gobierno oficial por no haber hecho caso del asunto […]

Posterior a estos hechos hemos recibido información de los Bricos que los partidistas continúan con agresiones, a otras BAEZLN, consistentes en robos a sus milpas y trabajaderos.

Debido a lo anterior, este Centro de Derechos Humanos ve con preocupación la grave situación perpetrada contra las BAEZLN de SMA. Por tal razón exige al gobierno del estado de Chiapas controle a los Partidistas quienes están actuando de manera impune en la comunidad; tome inmediatamente las medidas correspondientes, en cuanto a la sanción a los responsables de los hechos de agresiones, amenazas de muerte, robos, despojo y desplazamiento forzado; y se respete el ejercicio del derecho a la autonomía, libertad de pensamiento y expresión, el derecho a la propiedad y posesión de las tierras de trabajo de las BAEZLN, de acuerdo al Convenio 169 de la OIT, Declaración de las Naciones Unidad Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y en el marco de respeto de los Acuerdos de San Andrés.

Antecedentes:

El 9 de septiembre de 2010, 170 personas entre hombres, mujeres, niñas y niños BAEZLN habitantes del ejido SMA, sufrieron desplazamiento forzado, hecho perpetrado por 30 personas del mismo ejido afiliadas al partido PRI, Partido de la Revolución Democrática y Partido Verde Ecologista de México, quienes ingresaron de forma violenta, con palos, machetes y armas de fuego en las casas de las BAEZLN. Los hechos se dieron después de la construcción de la primera escuela autónoma en el ejido, para el comienzo de las actividades previstas del Sistema Educativo Rebelde Autónomo Zapatista.

Es importante señalar que, ese día, para no responder a la agresión, las BAEZLN abandonaron sus casas refugiándose en el monte. Después de 33 días de desplazamiento forzado sin alimentos y sin ninguna protección, el 12 de octubre de 2010, 27 familias BAEZLN (mujeres, hombres, niños y niñas; en total 170 personas) retornaron a su comunidad.

Desde el 9 de septiembre de 2010, momento en el que este Centro de Derechos Humanos tuvo conocimiento de la problemática en el ejido SMA, hemos informado a las autoridades gubernamentales de dicha situación a través de diversos oficios de fechas: 9 de septiembre de 2010, oficio 031-028-10/033/2010; oficio 031-028-10/088/2010; oficio 031-028-10/089/2010, oficio 31-038-11/167/11; y el 22 de febrero de 2013, mediante oficio 031-038-11/012/2013 entre otros, a fin de solicitar el cumplimiento en su obligación de garantizar la integridad y seguridad personal de los habitantes y buscar una solución al conflicto, hasta el día de hoy la única respuesta ha sido la de administrar el conflicto.

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Comité de la Palabra Verdadera del Suroeste de Inglaterra y el Grupo de Solidaridad con Chiapas de Dorset

Apoyo y Solidaridad desde el Reino Unido al ejido San Sebastián Bachajón, Chiapas, México

El Reino Unido tiene durante años un gran compromiso de apoyo y solidaridad con los ejidatarios indígenas tzeltales del ejido San Sebastián Bachajón, que se encuentra en la zona de la selva norte de Chiapas, México, en su lucha por defender su tierra, su territorio y los recursos naturales contra el saqueo y el despojo del Estado mexicano y de sus amigos en las corporaciones multinacionales.

Unos integrantes del Comité de la Palabra Verdadera del Suroeste de Inglaterra y el Grupo de Solidaridad con Chiapas de Dorset se reunieron recientemente para celebrar un foro público, que incluyó la proyección de la nueva película sobre esta lucha: “Tierra y Resistencia en San Sebastián Bachajón”. Esta película emocionante es una producción de Los Tejemedios, un colectivo de los medios libres del DF.
La película muestra la resistencia digna de los ejidatarios, adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, en contra de la represión del gobierno en curso, y su amor y respeto por su madre tierra. La película destaca su lucha continua en defensa de su autonomía como pueblos indígenas, y para poner fin a los planes para quitarlos de sus tierras ancestrales con fin de construir un complejo de lujo ‘ecoturista’. También habla del cruel asesinato del líder comunitario muy querido, Juan Vázquez Guzmán, en abril de 2013, un crimen que aún permanece en la impunidad, y cómo la lucha sigue en su memoria.
Los asistentes apreciaron mucho la oportunidad de ver un poco del ejido y de sus tierras, el banco de grava en disputa, la belleza de la zona, y de aprender del abogado del ejido, Ricardo Lagunes Gasca, más detalles sobre la lucha jurídica, y de los ahora ex-presos de Bachajón. La película les permitió escuchar las palabras de Juan Vázquez Guzmán, y ver a su lugar de enterramiento. Dijeron después que ver la película había reforzado su apoyo a sus hermanos y hermanas de San Sebastián Bachajón, y también les inspiró a continuar con sus propias luchas más locales.
Otra proyección de la película está prevista.  Ahora celebramos la liberación de Miguel Demeza Jiménez y Antonio Estrada Estrada. ¡Viva Bachajón!
Nos gustaría enviar un mensaje de amor, solidaridad y apoyo a los compas de San Sebastián Bachajón, desde nuestras propias luchas humildes del otro lado del mundo.
Más información:
Se puede ver el video aquí:
Para obtener más información y las últimas noticias de San Sebastián Bachajón:
Escriba una carta en apoyo a San Sebastián Bachajón:

http://solidaridadchiapas.wordpress.com/2013/11/08/solicitud-de-la-red-de-solidaridad-zapatista-del-reino-unido-para-san-sebastian-bachajon/

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San Sebastián Bachajón

Liberan a Antonio Estrada Estrada

ÚLTIMA HORA: Los ejidatarios de San Sebastián Bachajón informan:

Antonio Estrada Estrada (adherente a la Sexta Declaración, del Ejido de San Sebastián Bachajón), preso injustamente desde agosto de 2011 en el cerss 17 de Playas de Catazajá se acaba de comunicar por teléfono para informar que ya está libre.


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Sergio Rodriguez Lazcano

Carta a nuestr@s compañer@s del EZLN, de Sergio Rodríguez Lascano

Sergio Rodríguez Lascano

Compañer@s:

Hace casi 20 años, nos despertamos con la noticia de que los indígenas mayas del estado de Chiapas se habían levantado en armas en contra del mal gobierno del inefable Carlos Salinas de Gortari. A partir de ahí, grandes movilizaciones y un diálogo no siempre fácil se desarrolló con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

De manera fundamental, una nueva generación salió entonces a las calles y se identificó con la rebeldía zapatista. Fueron ell@s los que marcaron una buena parte de las movilizaciones que se desarrollaron en esa primera fase de la lucha zapatista.

La insurrección zapatista del 1 de enero había cimbrado la conciencia nacional. Efectivamente, como dijo José Emilio Pacheco: “Cerramos los ojos para suponer que el otro México desaparecería al no verlo. El primero de enero de 1994 despertamos en otro país. El día que íbamos a celebrar nuestra entrada en el primer mundo retrocedimos un siglo hasta encontrarnos de nuevo con una rebelión como la de Tomochic. Creímos y quisimos ser norteamericanos y nos salió al paso nuestro destino centroamericano. La sangre derramada clama poner fin a la matanza. No se puede acabar con la violencia de los sublevados si no se acaba con la violencia de los opresores” (José Emilio Pacheco, La jornada, 5 de enero).

La izquierda mexicana y mundial se encontraba en ese momento en un aparente callejón sin salida. El 11 de noviembre de 1989, comenzaron a caer, como pinos de boliche, las llamadas “democracias populares” (República Democrática de Alemania, Checoeslovaquia, Hungría, Bulgaria, Polonia, Rumania, Albania). En 1991, la Unión de República Socialistas Soviéticas se “desmerengó” y, más allá de lo que cada quien pensábamos de ese proceso, lo que no se puede negar es que, en la práctica, su derrumbe abrió paso a la llegada de un capitalismo salvaje dirigido por una mafia criminal.

En América Latina, el 25 de febrero de 1990, los sandinistas pierden las elecciones y se inicia no sólo el proceso de despojo en contra de los campesinos nicaragüenses, lo mismo que el final del cooperativismo, sino que también se desarrolla una dinámica de corrupción entre los dirigentes sandinistas. Todavía pesaba que uno de los fundadores del sandinismo y figura emblemática de la revolución, Tomás Borge, hubiera realizado un libro-alabanza-libelo  —disfrazado de entrevista a Carlos Salinas de Gortari—  titulado “Dilemas de la modernidad”.

El 16 de enero de 1992, se firman los acuerdos de Chapultepec que ponen fin a la guerra en El Salvador, sin que una serie de demandas centrales del pueblo pobre se hayan conquistado, en especial, el derecho a la tierra. En medio de ese proceso, el señor Joaquín Villalobos (“dirigente” del FMLN), quien ya cargaba sobre sus hombros la terrible decisión de matar al gran poeta Roque Dalton, le entrega su AK-47 a Carlos Salinas de Gortari.

Después de esto, se buscó ubicar todo en el marco institucional, de la democracia representativa.Todos abogaban por una izquierda que se limitara a ser cliente respondón del Estado capitalista.

En medio de la euforia anticomunista y de los coloquios en los que se pregonaba el fin de la historia y la llegada de un nuevo orden mundial, alguien describió bien la época que vivíamos e hizo una afirmación que le dio sentido a nuestra necedad: Eduardo Galeano, quien escribió un texto memorable: “En Bucarest, una grúa se lleva la estatua de Lenin. En Moscú, una multitud ávida hace cola a las puertas de McDonald’s. El abominable muro de Berlín se vende en pedacitos, y Berlín Este confirma que está ubicado a la derecha de Berlín Oeste. En Varsovia y en Budapest, los ministros de Economía hablan igualito que Margaret Thatcher. En Pekín también, mientras los carros de combate aplastan a los estudiantes. El Partido Comunista Italiano, el más numeroso de Occidente, anuncia su próximo suicidio. Se reduce la ayuda soviética a Etiopía y el coronel Mengistu descubre súbitamente que el capitalismo es bueno. Los sandinistas, protagonistas de la revolución más linda del mundo, pierden las elecciones: Cae la revolución en Nicaragua, titulan los diarios.Parece que ya no hay sitio para las revoluciones, como no sea en las vitrinas del Museo Arqueológico, ni hay lugar para la izquierda, salvo para la izquierda arrepentida que acepta sentarse a la diestra de los banqueros. Estamos todos invitados al entierro mundial del socialismo. El cortejo fúnebre abarca, según dicen, a la humanidad entera.

Yo confieso que no me lo creo. Estos funerales se han equivocado de muerto”.

(Eduardo Galeano: El niño perdido a la intemperie).

La insurrección zapatista del 1 de enero abrió un nuevo ciclo de confrontaciones sociales. La capacidad de trasmitir su mensaje, que era y es el de los condenados de la tierra, abrió una brecha para poder re-andar el camino en la búsqueda de una práctica emancipadora.

El pensamiento libertario zapatista abrió un gran hoyo en el aparentemente sólido edificio ideológico del poder del capital, y permitió que por ahí se expresaran viejas buenas ideas y nuevas buenas ideas.

En medio de la mayor euforia de la clase dominante; cuando se levantaban las copas de champagne para brindar por nuestro ingreso al primer mundo (el 1 de enero entraría en vigor el Tratado de Libre Comercio); cuando el priísmo estaba más seguro, en tanto había logrado “destapar” a su candidato sin que se dieran grandes fisuras en su interior; cuando las 15 familias más ricas del país festejaban la capacidad que habían tenido los mecanismos de control para dominar a los “jodidos” (como le gusta decir de los pobres, al zar de la televisión privada: Emilio Azcárraga Milmo); se dio el levantamiento de los pueblos zapatistas. Escogieron esa fecha como para demostrar que la memoria no había sido derrotada por una modernidad excluyente.

Ni el gobierno y los partidos de derecha, ni la izquierda o los sectores democráticos, teníamos la menor idea de que algo semejante iba a suceder. Sabíamos del rencor que se venía agolpando en el pecho de una manera soterrada, pero no pensábamos que se podría expresar de esta manera.

Empezamos a tratar de comprender. Por supuesto, no sólo no siempre entendíamos a cabalidad el conjunto de la nueva gramática de la rebeldía zapatista, sino que muchas ideas  nos eran ajenas y, muchas veces, las malinterpretamos.

Lo más importante es que el 1 de enero fue una bocanada de aire fresco. Salimos a las calles no sólo para exigirle al gobierno parar la guerra, sino para evidenciar que todos los cantos al fin de la historia eran, antes que nada, vacíos discursos ideológicos.

La idea de que NO todo estaba perdido fue clave para comprender que, al final, esa rebelión no era sino una grieta por donde podíamos ver que todavía había muchas luchas por delante. Que la historia no sólo no había terminado, sino que era, todavía, una-muchas páginas en blanco.

Ahora podemos agregar que, para nosotros, la insurrección zapatista no es una efeméride, un evento que corre el peligro de ser deglutido por el carácter omnívoro del capitalismo. Que, a pesar de los intentos llevados a cabo por los medios de comunicación, el zapatismo no forma parte de la sociedad del espectáculo.

El zapatismo ha sido un proceso, efectivamente, lleno de varios momentos luminosos pero, antes que nada, ha sido un proceso ininterrumpido de luchas, acciones, experiencias que, encadenadas entre sí, han constituido una nueva práctica de la izquierda de abajo.

Entonces, a pesar de las veces que los comentaristas y analistas —que confunden su ilusión con la realidad— han dado por muerto al zapatismo, éste no sólo ha continuado sino que ha ido generando nuevos procesos sociales.

A lo interno, con el desarrollo de la autonomía (auténtico proceso de auto-organización sin paralelo en la historia, por lo menos de manera tan profunda y prolongada) y la construcción de nuevas relaciones sociales, es decir, de nuevas formas de vida. Y hacia afuera, al no buscar hegemonizar u homogeneizar ni dirigir a otros movimientos sociales.

Ubicándose siempre al lado de los perseguidos, humillados y ofendidos, en especial, de los más perseguidos, más humillados y más ofendidos.

No en función de la defensa en abstracto de la patria o de la nación, sino en función de los seres humanos que,viviendo abajo y más abajo, son considerados como prescindibles o como simple carne de cañón que no merece ninguna otra cosa que ir atrás de sus dirigentes siempre tan dispuestos a decirles cuándo levantar la mano. Esos seres humanos que son la esencia fundamental de la patria o de la nación.

Si alguien le preguntara a un zapatista: ¿Cuáles han sido tus mejores años? Éste contestaría: “los que vendrán”. Porque algunas de las cosas más importantes que nos ha mostrado el zapatismo es su permanente voluntad de lucha, su capacidad organizativa y su convicción —a prueba de todo, incluso de la incomprensión de much@s— de que vamos a ganar.

Si la rebeldía zapatista —de la cual queremos ser cómplices— no es una fecha, ni un cumpleaños, ni un acontecimiento, ni algo petrificado, dogmático o terminado, entonces, es algo que se arma, se construye, se cimienta todos los días.

Si otros quieren darse por derrotados porque consideran que ya se perdió “la madre de todas las batallas”, ése es su derecho. Nosotr@s preferimos la visión de que, como decían los estudiantes franceses del mayo de 1968: “esto no es más que el inicio, el combate continúa”.

Mucha agua ha corrido bajo el puente desde el 1 de enero de 1994. Y muchos los ataques de los señores del dinero, la clase política y sus palafreneros, “intelectuales” de pacotilla que desde el primer día fueron contratados para una misión imposible: denigrar con cierta credibilidad a los pueblos zapatistas y a su ejército. Las plumas verde olivo se ofrecieron al mejor postor, desde el líbelo Nexos hasta lo que hoy es su espejo: el diario La Razón. Todos ellos han acogido a varios tinterillos proclives a exhibirse  como lo que son: mercenarios que escriben con la mano derecha y cobran con la izquierda.

El impulso vital que venía de abajo fue escuchado y entendido sólo por una parte de toda la izquierda mexicana. La que no sufre de esa enfermedad del cuello que es la tortícolis, producto de tener la cabeza y la mirada siempre volteando hacia arriba, suspirando por un poder que —aunque nadie de ellos se ha dado cuenta— ya no existe, que es un holograma.

Por nuestro lado, los que mantuvimos el planteamiento rebelde de la Otra Izquierda decidimos, con la ayuda del ejemplo de los pueblos zapatistas, mantenernos abajo y a la izquierda. Empeñados en construir otra realidad, donde los mecanismos comunitarios de auto-organización sean el motor de las transformaciones prácticas y teóricas. Al lado de quienes viven en los sótanos y la planta baja del edificio capitalista.

Para lograr esa construcción fue necesario estar dispuest@s a reaprender muchas cosas, como lo veremos más adelante.

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En ese proceso en el que “el educador debe ser educado” reaprender ha sido fundamental.

Desde luego, el camino no ha sido fácil. Varios paradigmas teóricos del pensamiento de izquierda fueron puestos en cuestión:

a)    La idea de una vanguardia que dirige desde el exterior al movimiento social.

b)    La idea de que la teoría es algo exclusivo de los pensadores universitarios.

c)    La idea de que la clase obrera es la única clase revolucionaria.

d)    La idea de que lo que importa en el concepto lucha de clases, es el segundo elemento y no el primero.

e)    La idea de que la diversidad y la diferencia es un estorbo para luchar juntos.

f)    La idea de que el Estado es el único instrumento que se puede utilizar para cambiar de manera duradera las condiciones de vida y la organización social del pueblo.

g)    La idea de que luchamos por una revolución socialista a la que se le debe firmar un cheque en blanco, dejando de lado las mal llamadas luchas minoritarias (indígenas, mujeres, homosexuales, lesbianas, otros amores, punks, etcétera).

h)    La idea de la izquierda —que también tiene un pensamiento único— de que quien no cuadre en su visión es un enemigo.

Frente a esa crisis de paradigmas hemos comenzado a construir un pensamiento muy Otro. Lo primero ha sido romper con esa visión de que la política es una tarea que únicamente pueden acometer los especialistas. Que se trata de un discurso lleno de secretos arcanos no apto para la población en general.

Descubrimos poco a poco que existe otra teoría: la que nace del seno de los movimientos de verdad, aquéllos que no son golondrinas que no hacen verano. Que es ahí en las comunidades, los barrios, los ejidos, los pueblos, donde la gente comienza a reflexionar sobre el significado de tomar en sus manos el control de sus destinos y, a partir de ahí, a elaborar una teoría producida por ella misma.

Esa irrupción de los “peatones de la historia”, como dicen los compañeros zapatistas, ha puesto en crisis a más de uno de los que se piensan a sí mismos como los poseedores del pensamiento político, de los que tienen “respuestas” para todo lo que pasa en el mundo, producto de una lectura profunda… de los periódicos. Desde luego, como siempre sucede, ningún pueblo les hace caso.

Las y los indocumentados de la política, los que no tienen papeles ni títulos universitarios son los que, desde hace ya varios años, están haciendo la verdadera teoría política.

La gran pregunta para los que se reivindican como organizaciones de vanguardia y para los que se consideran “formadores de opinión” es saber si van a tener la modestia de escuchar esas voces. Si van a ser capaces de bajar el volumen del estruendo que producen sus teorías, casi siempre producto de diseños analógicos, que son válidas para cualquier momento de la historia, es decir, para ninguno.

Aprender a escuchar solamente se logra cuando uno se calla. ¿Será posible que después de tantos años de hablar, la izquierda tenga la capacidad para callarse y escuchar? Las voces que vienen de abajo, aunque de pocos decibeles, son claras y nítidas. Solamente es indispensable inclinarse un poco y prestar atención.

Y, entonces, nos daremos cuenta que desde lo más profundo de la sociedad mexicana, cual torrente, están brotando tal nivel de ideas y pensamientos como los que hoy vemos en la Escuelita Zapatista. Si aguzamos el oído para mirar tendremos que reconocer que sí, es cierto, las nuevas generaciones de zapatistas son mucho más lúcidas y capaces que aquéllas que hicieron la insurrección. Las múltiples voces de las bases de apoyo zapatistas nos confirman que, a pesar del importante esfuerzo de su jefe militar y vocero, sólo logró trasmitirnos un pálido reflejo de lo que estaba pasando en territorio zapatista.

La riqueza de esa experiencia nos ha dado nuevas herramientas prácticas y teóricas. Es  responsabilidad  nuestra que su uso sea fructífero. Sabemos que no ha sido fácil, y estamos lejos de haberlo logrado, pero lo estamos intentando, realmente intentándolo. Y hoy podemos decir que aquí estamos.

Que no nos rendimos, que no nos vendemos, que no renegamos. Que, sin duda, nos hemos equivocado, pero hemos logrado preservar el fuego y separar la ceniza. Que ese fuego es hoy apenas un llama, a lo mejor una llamita, pero que todos los días es alimentado con dos cosas: las acciones destructivas de un poder neoliberal excluyente y rapaz que nos obliga a mantenernos en el imperativo categórico de eliminarlo, y la voluntad inquebrantable de lo que somos.

Todos los días con nuestra práctica y pensamiento velamos esa llama o llamita, que representa nuestra voluntad de luchar en contra de la explotación, el despojo, la represión y el desprecio, es decir, en contra de la esencia del capitalismo.

Que hacemos nuestras las siguientes palabras, que ustedes pronunciaron en el festival de la Digna Rabia:

“Permítanos contarles: El EZLN tuvo la tentación de la hegemonía y la homogeneidad. No sólo después del alzamiento, también antes. Hubo la tentación de imponer modos e identidades. De que el zapatismo fuera la única verdad. Y fueron los pueblos los que lo impidieron primero, y luego nos enseñaron que no es así, que no es por ahí. Que no podíamos suplir un dominio con otro y que debíamos convencer y no vencer a quienes eran y son como nosotros pero no son nosotros. Nos enseñaron que hay muchos mundos y que es posible y necesario el respeto mutuo…

“Y entonces lo que queremos decirles es que esta pluralidad tan la misma en la rabia, y tan diferente en sentirla, es el rumbo y el destino que nosotros queremos y les proponemos…

“No todos somos zapatistas (cosa que en algunos casos celebramos). Tampoco somos todos comunistas, socialistas, anarquistas, libertarios, punks, skatos, darks, y como cada quien nombre su diferencia…”

(Fragmentos del discurso del Subcomandante Insurgente Marcos: “Siete vientos en los calendarios y geografías de abajo”).

Esa concepción nos interpela para ir formulando una respuesta. A continuación daremos unas ideas, que desde luego solamente son una reflexión inicial.

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“En la Sexta no decimos que todos los pueblos indios se entren al EZLN, ni decimos que vamos a dirigir obreros, estudiantes, campesinos, jóvenes, mujeres, otros, otras, otroas. Decimos que cada quien tiene su espacio, su historia, su lucha, su sueño, su proporcionalidad. Y decimos que entonces echemos trato para luchar juntos por el todo y por lo de cada quien y cada cual. Por echar trato entre nuestras respectivas proporcionalidades y el país que resulte, el mundo que se logre esté formado por los sueños de todos y cada uno de los desposeídos.

“Que ese mundo sea tan abigarrado, que no quepan las pesadillas que vivimos ninguno, ninguna, ningunoa, de abajo.

“Nos preocupa que en ese mundo parido por tanta lucha y tanta rabia se siga viendo a la mujer con todas las variantes de desprecio que la sociedad patriarcal ha impuesto; que se siga viendo como raros o enfermos o enfermoas y raroas a las diversas preferencias sexuales; que se siga asumiendo que la juventud debe ser domesticada, es decir, obligada a “madurar”; que los indígenas sigamos siendo despreciados y humillados o, en el mejor de los casos, enfrentados como los buenos salvajes a los que hay que civilizar.

“Vaya, nos preocupa que ese nuevo mundo no vaya a ser un clon del actual, o un transgénico o una fotocopia del que hoy nos horroriza y repudiamos. Nos preocupa, pues, que en ese mundo no haya democracia, ni justicia, ni libertad”.

“Entonces les queremos decir, pedir, que no hagamos de nuestra fuerza una debilidad. El ser tantos y tan diferentes nos permitirá sobrevivir a la catástrofe que se avecina, y nos permitirá levantar algo nuevo. Les queremos decir, pedir, que eso nuevo sea también diferente”.

(Fragmentos del discurso del Subcomandante Insurgente Marcos: “Siete vientos en los calendarios y geografías de abajo”).

¿Qué escribiríamos si hoy tuviéramos la pretensión de decir qué es lo que nos muestra la experiencia zapatista?

Cada vez que un hombre, una mujer, un niño o un anciano base de apoyo zapatista habla de su lucha, de su autonomía, de su resistencia hay una palabra que se repite con insistencia: organización. Pero ¿Cómo llegar a ella? El problema no se resuelve utilizando la palabra como una especie de “ábrete sésamo”, buena para todo.

Tampoco se puede simplemente elevar a modelo lo que ellos mismos nos dicen que no es un modelo. Que ellos lo han hecho así, pero que otros modos habrá.

Si rechazamos el pensamiento único de la derecha, es imposible pensar que ahora vamos a implantar una especie de pensamiento único de la izquierda de abajo.

No, de lo que se trata es de aprender de las experiencias diarias que vamos trabajando. Y esas experiencias aunque semejantes no serán iguales. Pero, ¿habría algo que nos permitiera orientarnos en ese sinuoso camino?

Sí, hay varias cosas, por lo menos eso creemos nosotr@s.

a)    Ubicarnos siempre al lado de los condenados de la tierra.

b)    No mirar para arriba, pero tampoco para abajo. Buscar siempre echar miradas de complicidad a los lados, es decir adonde pertenecemos, a abajo.

c)    Privilegiar la escucha al discurso. Dar oportunidad a que el abajo hable y nos diga lo que él sabe.

d)    Entender que es inevitable que desde el poder y sus medios se van a realizar labores de linchamiento en contra de aquellos otr@s que desentonan, que no se cuadran ni cuadran: en contra de los rebeldes.

e)    Rehuir la tentación de dirigir los movimientos. Esto siempre provoca vértigo. Siempre surge la pregunta de cómo se van a expresar los que luchan, la población que abajo habita, si no hay quien les dirija. Pues la respuesta siendo sencilla tiene una gran complejidad aceptarla: por ellos mismos.

f)    Respetar las formas organizativas que cada quien se dé, aunque nos parezcan tortuosas y desesperadamente lentas. Cada quien su modo.

g)    No perseguir las coyunturas que de arriba nos imponen, sino trabajar para crear nuestras propias coyunturas. Mover el tablero de la política quiere decir no respetar las reglas de lo “políticamente correcto”. Aspiramos a ser “políticamente incorrectos”.

h)    Trabajar y construir en la diferencia. Generando espacios habitables donde las mujeres no sean hostigadas por el simple hecho de ser mujeres. Donde se acepte las diversas preferencias sexuales. Donde no se imponga una religión pero tampoco el ateísmo. Donde se promueva el encuentro de los diversos, de los otr@s.

i)    Donde no nos auto limitemos porque la polis es mucho más complicada que la selva. Muchos han dicho que los zapatistas pueden hacer lo que hacen porque su sociedad no es compleja. Pero que en las grandes urbes vivimos una sociedad compleja que impide la posibilidad de que la gente tome el control de su destino. Eso ha sido teorizado, tanto desde la derecha como en la izquierda. Este “argumento” contiene dos estupideces: pensar que los pueblos zapatistas conforman una sociedad simple. Quien dice eso nunca ha pisado territorio zapatista, donde casi cada compañer@ es un municipio autónomo. Simplemente hay que recordar que en una Junta de Buen Gobierno conviven compañer@s que hablan hasta cuatro idiomas diferentes. La otra estupidez es achicar a los pueblos de las grandes ciudades y expropiarles su capacidad de decisión, por un problema técnico: la dificultad en la comunicación. Digo, esos mismos son los que cantan las glorias del Internet y las redes sociales.

En fin, éstas son solamente algunas ideas. Ni son todas y muy probablemente no sean las mejores.

La cuestión es que si como dicen algunos: la historia nos muerde la nuca, debemos voltearnos y comerle la nuca a la historia. Claro, todo esto hecho con gran serenidad y paciencia.

En ese proceso surgirán muchas experiencias de las cuales aprender. Aquí sí que “florecerán cien flores”, que representen cien o más formas de organización diversa. No hay límites más que los que nos pongamos nosotros mismos.

En las palabras que recordamos de l@s compañer@s del EZLN durante el festival de la Digna Rabia, se ubica lo fundamental de lo que sería la nueva buena nueva: Sí, es verdad que el pueblo unido jamás será vencido, pero siempre y cuando se entienda que será en la diversidad que se construya el gran Nosotr@s que este país y el mundo necesita.

Por nuestro lado, finalmente, queremos decir que desde el 1 de enero de 1994 decidimos que nuestro futuro estaba al lado de nuestr@s herman@s y compañer@s zapatistas. Que no fuimos de los que buscaron simplemente tomarse la foto en el momento en que los medios de comunicación, y los que siempre persiguen la moda, acechaban a los dirigentes zapatistas, en especial al Subcomandante Insurgente Marcos.

Y hoy, casi 20 años después de su gran insurrección y 20 años después de que supimos que su rebelión era también la de nosotr@s, les decimos compañer@s zapatistas: aquí estamos, aquí seguiremos, buscando caminar con ustedes, hombro con hombro, como parte de la Sexta. Les decimos que, efectivamente, nosotr@s también tenemos un objetivo  muy modesto: cambiar la vida, cambiar el mundo.

Por todo lo anterior y por muchas otras razones y sinrazones, un grupo de hombres, mujeres, niñ@s, ancian@s, otr@s, hemos decidido organizarnos, porque hemos entendido que la rebeldía organizada es uno de los caminos, para nosotr@s el más importante, que sí nos llevan a donde queremos ir.

No a construir un camino único y sin obstáculos, sino uno donde nos encontremos a much@s otr@s y podamos trabajar junt@s sin que eso quiera decir que les digamos: “vengan a éste, el bueno es éste”. Porque después de veinte años estamos aprendiendo que los caminos se hacen andando, en la acción y no en debates teóricos sin raíces prácticas.

Desde las visiones zapatistas del mundo, de México y de la vida, buscamos generar un  marco común, un refugio habitable a nuestra rebeldía, una casamata que sea un punto de apoyo para poder continuar con nuestra labor del viejo topo (o mejor: de un escarabajo llamado Don Durito de la Lacandona) que corroe los cimientos del capital.

Por eso, nosotr@s, rebeldes e insumis@s, manifestamos nuestra voluntad de caminar junto a l@s zapatistas y nuestro deseo de ser sus compañer@s. Les decimos que vamos a poner todo el empeño en ello y que, efectivamente, en la larga noche que ha sido lo que algunos llaman día, tarde que temprano “noche será el día que será el día”.

Afuera ya no es medianoche… ya se mira el horizonte.

México, diciembre de 2013.