DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS 

COMUNICADO ANTE EL AUMENTO DE LA VIOLENCIA EN CHIAPAS Y LA PERSECUCIÓN A LAS PERSONAS DEFENSORAS DE LA VIDA 

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios libres y alternativos
A los medios de comunicación nacionales e internacionales
A los-las creyentes de otra denominación religiosa.
A los hombres y mujeres de buena voluntad
A los tres niveles de gobierno. 

El gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, sobre todo de las y los pobres, y de cuantas y cuantos sufren, son gozo y esperanza, tristeza y angustia de los discípulos-las discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón (cf. Conc. Vaticano II, GS 1).

En nuestro país cada día experimentamos la inseguridad y violencia en nuestras calles, escuelas, comercios y desgraciadamente también en nuestros templos, lugares que nos reúnen como comunidad para el encuentro con las hermanas y hermanos y con Dios.

El asesinato de 3 personas: 1 guía de turistas y 2 sacerdotes Jesuitas, en el Estado de Chihuahua, dentro de un templo católico, nos hacen ver la magnitud del problema que se acrecienta cada vez más.

Desgraciadamente también en nuestro querido estado de Chiapas se ha aumentado en los últimos años esta misma situación de violencia e inseguridad. Recordamos los asesinatos del año 2021: el 5 de julio de Simón Pedro, ex presidente de las abejas de Acteal, del Fiscal indígena Gregorio Pérez, muy cercano a su centro de trabajo; del periodista Fredy López Arévalo; y en 2022: de la señora Paula Ruíz y el mes pasado del presidente municipal de Teopisca, entre otras muchas personas más.

Como Diócesis de San Cristóbal de las Casas nos hemos propuesto seguir construyendo la pastoral de la paz.

Unas palabras de nuestro tercer sínodo diocesano nos lo recuerdan:

“Como diócesis estamos trabajando por la paz que solo se obtiene creando un orden nuevo que comparte una justicia más perfecta, donde personas y comunidades vivan en un ambiente de paz. Para dar razón de esta esperanza por la paz nos ayudan las palabras de Juan Pablo II: ‘Sean fuertes en la lucho contra todo injusticia y explotación, contra todo lo que profano la convivencia humana y las relaciones humanas, contra todo crimen que atenta a la vida: contra todo pecado’.” (III SD 80).

Desde el 2020 en la carta pastoral ¡Caminemos juntos a la luz del Señor! número 15 se había señalado que.

“El crimen organizado cada día ocupa más espacios en el territorio chiapaneco, dolorosamente se va sumando a la situación nacional, y se da una lucha entre grupos en competencia a nivel estatal y local. En este rubro destaca la trata de personas para la pornografía, venta de órganos y la explotación sexual y laboral de migrantes y nacionales… Dichos grupos y fuerzas, en muchos municipios, logran controlar a las autoridades municipales. Todo esto causó inseguridad, violencia, extorsiones y desplazamiento forzado de personas y familias. 

Ya en la carta Pastoral “En esta hora de gracia”, en el número 5.5, se decía: “En las últimas semanas nuestro país se ha visto envuelto en una serie de acontecimientos violentos muy preocupantes. Estos hechos han revelado cómo el narcotráfico se halla ligado a las estructuras policiacas, judiciales y políticas…”. 

En la actualidad, con la detención de algunos exfuncionarios de alto nivel del Gobierno, están saliendo muchas más cosas a la Luz.

También en el número 16 se expresaba que:

“Ante los procesos de varios pueblos, de caminar por su libre autodeterminación, el sistema económico y político busca crear la intimidación, represión, persecución y violación de sus derechos humanos y como pueblos”.

La mayoría de las Zonas de nuestra Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, presenta situaciones de conflicto:

Zona Tsotsil: Comunidades de los municipios de: Chenalhó, Aldama, Simojovel, Chalchihuitán, Pantelhó, Chamula, Amatán, El Bosque y Huitiupán.

Zona Chol: Municipios de Tila, Salto de Agua, Palenque.

Zona Chab: Municipios de Chilón, Sitalá.

Zona Tseltal: Municipio de Oxchuc, Cancuc y Ocosingo.

Zona Sureste: Municipios de Chicomuselo, Comalapa y Las Margaritas. Persecuciones por la lucha contra la minería que daña el ecosistema y tráfico de personas.

Zona Sur: Municipios de Carranza, Teopisca, Las Rosas y Socoltenango. Zona Centro: Municipio de San Cristóbal de las Casas. Feminicidios. Intimidación y persecuciones por la defensa de los humedales”.

Al hacer un trabajo de acompañamiento en el sufrimiento de los pueblos y buscar la verdadera vida para los mismos, se afectan los intereses de personas y grupos que solo buscan la máxima ganancia a cualquier costo, sin importar el sufrimiento de las y los más pobres. Ha sido muy clara la implementación de las estrategias del sistema económico-político que nos gobierna, cuando una comunidad se organiza en defender su tierra y territorio, en cuidar de su gobierno comunitario por usos y costumbres, cuando se denuncian las injusticias que cometen, a veces, las mismas autoridades de las comunidades, municipios, etc. Pareciera el motivo para que se reaccione con persecución, intimidación, amenazas y encarcelamiento.

Muchas y muchos han sido desplazadas y desplazados de sus hogares por la violencia que impera a su alrededor y por cuidar su vida y la de los suyos, perdiendo todo el patrimonio que con muchos sudores y lágrimas habían logrado.

Nuestra Iglesia diocesana también ha sido mediadora en varios de los conflictos que se han suscitado en nuestro estado, siempre en contribución a la búsqueda del diálogo y la reconciliación, por la vía pacífica. Este trabajo, arduo y nada fácil, trae muchas veces la ingratitud de alguno de los actores involucrados cuando solamente persiguen sus ambiciones egoístas y no la búsqueda del bien común.

Todo esto ha traído como consecuencias amenazas e intimidaciones contra los y las Agentes de Pastoral de nuestra diócesis, en varias de las zonas arriba mencionadas. Entre las que más destacan son, desde hace varios años, las que se hacen contra nuestro agente de pastoral Presbítero Marcelo Pérez Pérez, y que en estos últimos días han incrementado, además de que existe una solicitud de orden de aprehensión en su contra. También sobre otras hermanas y hermanos Agentes de Pastoral, como es el caso del hermano Manuel Sántiz Cruz, indígena tseltal y defensor de los derechos humanos y del territorio, de la parroquia de San Juan Cancuc, y de los otros 4 hermanos privados de su libertad junto con él; con quienes no se ha llevado a cabo el debido proceso, violentando sus derechos; en la detención del hermano Pedro Cortés López y a Diego Mendoza Cruz, de acuerdo a la palabra de quienes abogan por ellos, los testigos presenciales, expresaron que no se les presentó la orden de aprehensión y además se hizo con lujo de violencia, por lo cual también se violentaron sus derechos.

Pero existen otras amenazas e intimidaciones sobre hermanas y hermanos Agentes de Pastoral y que no han tenido tanta trascendencia ante los medios, por diferentes razones. Estas situaciones mencionadas se han dado a conocer, de diversas maneras, a las autoridades de los tres niveles de gobierno las cuales se ven rebasadas, permisivas y/o coludidas por el sistema de control que el crimen organizado ejerce en el territorio nacional. Ante cualquier agresión que puedan recibir ellas o ellos, le recordamos a quienes gobiernan que, el Estado Mexicano debe garantizar la integridad física de estas hermanas y hermanos.

Como Diócesis de San Cristóbal de Las casas instamos a que cese la persecución, represión e intimidación para nuestros hermanos y hermanas que luchan por la construcción de un mundo diferente y mejor.

Porque otro mundo es posible. Seguimos construyendo la historia, con esperanza renovada, al estilo de Jesús de Nazaret.

San Cristóbal de las Casas, Chiapas; a 03 de julio de 2022.

+ Rodrigo Aguilar Martínez
NuObispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas

+Luis Manuel López Alfaro
Obispo Auxiliar

Hna. María Reyes Arias Sarao
Secretaria-Canciller

Pbro. José Luis Bezares Selvas
Vicario de Justicia y Paz