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EZLN | Catorceava Parte y Segunda Alerta de Aproximación: La (otra) Regla del Tercero Excluido
Catorceava Parte y Segunda Alerta de Aproximación:
La (otra) Regla del Tercero Excluido.
Noviembre del 2023.
La reunión fue hace un año. Una madrugada de noviembre. Hacía frío. El Subcomandante Insurgente Moisés llegó a la champa de la Capitanía (sí, no se equivoca usted, para esas fechas el SupGaleano ya había muerto, sólo que no se había hecho público su deceso). La reunión con las jefas y jefes había terminado ya tarde, y el SubMoy se dio tiempo para pasar y preguntarme sobre lo que llevaba avanzado en el análisis que debía presentarse al día siguiente a la asamblea. La luna avanzaba perezosa hacia su cuarto creciente y la población mundial llegaba a los 8 mil millones. En mi cuaderno de apuntes aparecían tres notas:
El hombre más rico de México, Carlos Slim, a un grupo de estudiantes: “ahora, lo que yo veo para todos ustedes es un México boyante con crecimiento sostenido, con muchas oportunidades de generación de empleo y actividades económicas” (10 noviembre del 2022). (Nota: tal vez se refiera al Crimen Organizado como actividad económica generadora de empleo. Y con mercancías de exportación).
“(…) la cifra de personas que en este momento están reportadas como desaparecidas en México, desde 1964, asciende ya a 107 mil 201; es decir, 7 mil más que en mayo pasado, cuando se superó el umbral de 100 mil. (7 de noviembre del 2022). (Nota: buscar a las buscadoras).
En Israel la ONU situaba la cifra de prisioneros palestinos en unos 5.000, entre ellos 160 niños, según el informe que la Relatora Especial sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967. Netanyahu llega a la cabeza del gobierno por tercera vez. (noviembre del 2022). (Nota: quien siembra vientos, cosechará tormentas).
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Una grieta como proyecto.
No era la primera vez que tocábamos el tema. Es más, las últimas lunas había sido la constante: el diagnóstico que serviría a la asamblea tomar una decisión sobre el “qué sigue”. Llevaban también meses discutiendo eso, pero la idea-propuesta del Subcomandante Insurgente Moisés no acaba de aterrizar, de concretarse. Era todavía una especie de intuición.
–No es que estén cerradas todas las puertas-, empecé. – Es que no hay puertas. Todas ésas que aparecen como “verdaderas”, no llevan a otro lado que no sea al punto de partida. Cualquier intento de ruta es sólo un viaje por un laberinto que, en el mejor de los casos, te lleva al inicio. En el peor, a la desaparición-.
¿Entonces?, inquirió el SubMoy encendiendo el enésimo cigarrillo.
-Pues creo que tienes razón, sólo queda abrir una grieta. Ya no buscarle por otro lado. Hay que hacer una puerta. Va a tardar, eso sí. Y va a costar mucho. Pero sí, es posible. Aunque no cualquiera. Eso que están pensando, nadie, nunca. Yo mismo no creí que llegaría a escucharlo siquiera –, señalé.
El SubMoy quedó un rato pensativo, mirando el piso de la champa, lleno de colillas de cigarro, residuos de tabaco de la pipa, un fósforo quemado, lodo húmedo, algunas ramitas rotas.
Luego se levantó y, dirigiéndose a la puerta, sólo dijo: “Pues ni modos, falta ver… falta lo que falta”.
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El fracaso como objetivo.
Para entender lo que significaba ese breve diálogo, debo explicarles una parte de mi trabajo como capitán. En este caso, un trabajo que heredé del difunto SupGaleano, quien a su vez lo recibió del finado SupMarcos.
Una labor ingrata, oscura y dolorosa: prever el fracaso zapatista.
Si se está pensando en una iniciativa, yo busco todo lo que pueda hacerla fracasar, o, al menos, que reduzca su impacto. Buscar lo contrario contradictorio. Digamos algo así como “Marcos Contreras”. Soy, pues, el máximo y único representante del “ala pesimista” del zapatismo.
El objetivo es atacar con todo tipo de objeciones las iniciativas desde que empiezan a nacer. Suponemos que eso hace que se vaya afinando y consolidando esa propuesta, sea organizativa interna, sea iniciativa externa, sea una combinación de estas dos.
Para ponerlo claro: el zapatismo se prepara para fracasar. Es decir, imagina el peor escenario. Con ese horizonte en perspectiva, se van elaborando los planes y detallando las propuestas.
Para concebir esos “fracasos futuros”, se usan las ciencias de las que podemos disponer. Hay que buscar por todos lados (y cuando digo “todos lados” son todos, incluyendo las redes sociales y sus granjas de bots, las noticias falsas y los retrucos que se realizan para conseguir “seguidores”), obtener la mayor cantidad de datos e informaciones, cruzarlas y conseguir así el diagnóstico de lo que sería la tormenta perfecta y su resultado.
Deben tratar de entender que no se trata de construir una certeza, sino de una hipótesis terrible. En términos del finado: “supongamos que todo se va a la mierda”. Contra lo que se pueda creer, esa catástrofe no incluye nuestra desaparición, sino algo peor: la extinción de la especie humana. Bueno, al menos tal y como la concebimos hoy.
Se imagina esa catástrofe y se comienzan a buscar datos que la confirmen. Datos reales, no las profecías de Nostradamus o el Apocalipsis bíblico o equivalentes. Es decir, datos científicos. Se recurre entonces a publicaciones científicas, datos financieros, tendencias, registro de hechos, y muchas publicaciones.
A partir de ese futuro hipotético, se pone en marcha el reloj en sentido inverso.
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La regla del tercero excluido.
Ya en posesión del dibujo del colapso y su inevitabilidad, empieza a funcionar la regla del tercero excluido.
No, no es la conocida. Ésta es una invención del finado SupMarcos. En sus tiempos de teniente, decía que, en caso de una falla, primero se intentaba una solución; segundo, una corrección; y tercero, pues ya no había tercero, quedaba como “no tiene remedio”. Ya después fue afinando esa regla hasta llegar a la que ahora les expongo: sustentada una hipótesis con datos verídicos y con análisis científico, procede buscar dos elementos que contradigan la mentada hipótesis en su esencia. Si se encuentran esos dos elementos, ya no se busca el tercero, entonces hay que replantear la hipótesis o confrontarla ya con el juez más severo: la realidad.
Les aclaro que, cuando los zapatistas dicen “la realidad”, incluyen su accionar en esa realidad. Lo que ustedes llaman “la práctica”.
Aplico entonces esa misma regla. Si encuentro al menos 2 elementos que contradigan mi hipótesis, entonces abandono la búsqueda, desecho esa hipótesis y busco otra.
La hipótesis compleja.
Mi hipótesis es: ya no hay remedio.
Apuntes:
La convivencia equilibrada entre el ser humano y la naturaleza es imposible ya. En la confrontación ganará quien más tiempo tiene: la naturaleza. El capital ha convertido la relación con la naturaleza en una confrontación, una guerra de saqueo y destrucción. El objetivo de esta guerra es el aniquilamiento del contrario, la naturaleza en este caso (humanidad incluida). Con el criterio de la “obsolescencia programada” (o “caducidad prevista”), la mercancía “seres humanos” caduca en cada guerra.
La lógica del capital es la de la ganancia mayor a la máxima velocidad. Esto hace que el sistema se convierta en una gigantesca máquina de desechos, incluyendo seres humanos. En la tormenta, las relaciones sociales se trastocan y el capital improductivo arroja a millones al desempleo y, de ahí, al “empleo alternativo” en el crimen, y a la migración. La destrucción de territorios incluye el despoblamiento. El “fenómeno” de la migración no es el preludio de la catástrofe, es su confirmación. La migración produce el efecto de “naciones dentro de naciones”, grandes caravanas trashumantes chocando con muros de concreto, policíacos, militares, criminales, burocráticos, raciales y económicos.
Cuando se habla de migración, se olvida la otra migración que le antecede en el calendario. La de las poblaciones originarias en sus propios territorios, ahora convertidos en mercancías. ¿No se ha convertido al pueblo palestino en migrante al que hay que expulsar de su propia tierra? ¿No ocurre lo mismo con los pueblos originarios en el mundo?
En México, por ejemplo, las comunidades originarias son el “extraño enemigo” que osa “profanar» el suelo de la finca del sistema, ubicada entre el Bravo y el Suchiate. Para combatir a este “enemigo” hay miles de soldados y policías, megaproyectos, compra de conciencias, represión, desapariciones, asesinatos y una auténtica fábrica de culpables (cfr. https://frayba.org.mx/ ). Los asesinatos del hermano Samir Flores Soberanes y de decenas de guardianes de la naturaleza definen al actual proyecto de gobierno.
El “miedo a lo otro” alcanza niveles de franca paranoia. La escasez, la pobreza, las desgracias y el crimen tienen como responsable a un sistema, pero ahora la culpa se traslada al migrante al que hay que combatir hasta aniquilarlo.
En “la política” se ofrecen alternativas y ofertas a cuál más de falsa. Nuevos cultos, nacionalismos -nuevos, viejos o reciclados-, la nueva religión de las redes sociales y sus neo profetas: los “influencers”. Y la guerra, siempre la guerra.
La crisis de la política es la crisis de las alternativas al caos. El frenético sucederse en los gobiernos de la derecha, ultraderecha, el inexistente centro, y lo que presuntuosamente se da en llamar “izquierda”, es sólo un reflejo de un mercado cambiante: si hay nuevos modelos de celulares, ¿por qué no “nuevas” opciones políticas?
Los Estados-Nación se trastocan en agentes aduanales del capital. No hay gobiernos, hay una sola Border Patrol con distintos colores y diferentes banderas. La disputa entre “Estado Gordo” y “Estado Famélico” es sólo una fallida ocultación de su naturaleza primigenia: la represión.
El capital empieza a sustituir al neoliberalismo como coartada teórico-ideológica, con su consecuencia lógica: el neomaltusianismo. Es decir, la guerra de aniquilamiento de grandes poblaciones para conseguir el bienestar de la sociedad moderna. La guerra no es una irregularidad de la máquina, es el “mantenimiento regular” que asegurará su funcionamiento y duración. La reducción radical de la demanda para compensar las limitaciones de la oferta.
No se trataría de un neodarwinismo social (los fuertes y ricos se hacen más fuertes y ricos, y los débiles y pobres de hacen más débiles y pobres), o de la Eugenesia que fue una de las coartadas ideológicas para la guerra nazi de exterminio del pueblo judío. O no sólo. Se trataría de una campaña mundial de aniquilamiento de la población mayoritaria en el mundo: la de los desposeídos. Desposeerlos también de la vida. Si los recursos del planeta no son suficientes y no hay un planeta de repuesto (o no se ha encontrado aún, aunque en eso están), entonces corresponde reducir drásticamente la población. Achicar el planeta mediante el despoblamiento y la reordenación, ya no sólo de determinados territorios, sino del mundo entero. Una Nakba para todo el planeta.
Si la casa ya no se puede expandir ni es factible hacerle más pisos; si los habitantes del sótano quieren subir a la planta baja, asaltar la alacena, y, ¡horror!, no dejan de reproducirse; si los “paraísos ecológicos” o “autosustentables” (en realidad sólo son “cuartos de pánico” del capital) no son suficientes; si los del primer piso quieren los cuartos del segundo y así; en suma, si la “civilización moderna” y su núcleo (la propiedad privada de los medios de producción, circulación y consumo), corre peligro; pues entonces hay que expulsar a inquilinos -empezando por los del sótano-, hasta que se logre “el equilibrio”.
Si el planeta se agota en recursos y territorios, sigue una especie de «dieta» para reducir la obesidad del planeta. Lo de buscar otro planeta está teniendo dificultades no previstas. Es previsible una carrera espacial, pero su éxito es una incógnita todavía muy grande. Las guerras, en cambio, han demostrado su “eficacia”.
La conquista de territorios trajo el crecimiento exponencial de los «sobrantes», «excluidos», o «prescindibles». Siguen las guerras por el reparto. Las guerras tienen una doble ventaja: reaniman la producción bélica y sus subsidiarias, y elimina a esos sobrantes de forma expedita e irremediable.
Los nacionalismos no sólo resurgirán o tendrán nuevo aliento (por eso el vaivén de las ofertas políticas de ultraderecha), son la base espiritual necesaria para las guerras. “El responsable de tus carencias es quien tienes al lado. Por eso pierde tu equipo”. La lógica de las “barras”, “porras” y “hooligans” -nacionales, raciales, religiosos, políticos, ideológicos, de género-, alentando guerras medianas, grandes y pequeñas en tamaño, pero con el mismo objetivo de depuración.
Ergo: el capitalismo no caduca, sólo se transforma.
El Estado-Nación dejó hace tiempo de cumplir su función de territorio-gobierno-población con características comunes (lengua, moneda, sistema jurídico, cultura, etc.). Los Estados Nacionales son ahora las posiciones militares de un solo ejército, el del cártel del capital. En el actual crimen mundial del sistema, los gobiernos son los “jefes de plaza” que mantienen el control de un territorio. La lucha política, electoral o no, es por ver quién asciende a jefe de plaza. El “cobro de piso” es mediante los impuestos y los presupuestos para campañas y el proceso electoral. El crimen desorganizado financia así su reproducción, aunque cada vez sea más patente su incapacidad de ofrecer a sus subyugados la seguridad y la justicia. En la política moderna, los jefes de los cárteles nacionales se deciden por elecciones.
De este manojo de contradicciones no surge una nueva sociedad. A la catástrofe no se sigue el fin del sistema capitalista, sino una forma diferente de su carácter depredador. El futuro del capital es el mismo que su pasado y presentes patriarcales: explotación, represión, despojo y desprecio. Para cada crisis, el sistema tiene siempre a la mano una guerra para solucionar esa crisis. Por lo tanto: no es posible delinear o construir una alternativa al colapso más allá de nuestra propia supervivencia como comunidades originarias.
La mayoría de la población no ve o no cree posible la catástrofe. El capital ha logrado inculcar el inmediatismo y el negacionismo en el código básico cultural de los de abajo.
Más allá de algunas comunidades originarias, pueblos en resistencia y algunos grupos y colectivos, no es posible construir una alternativa que rebase lo mínimo local.
La prevalencia de la noción de Estado-Nación en el imaginario de abajo es un obstáculo. Mantiene las luchas separadas, aisladas, fragmentadas. Las fronteras que las separan no son sólo las geográficas.
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Las Contradicciones.
Apuntes:
Primera serie de contradicciones:
La lucha de los hermanos de la región cholulteca contra la empresa Bonafont, en Puebla, México (2021-2022). Viendo que sus manantiales se secaban, los pobladores voltearon a ver hacia el responsable: la empresa Bonafont, de Danone. Se organizaron y tomaron la planta embotelladora. Los manantiales se recuperaron y volvió el agua y la vida a sus tierras. La naturaleza respondía así a la acción de sus defensores y confirmaba lo dicho por los campesinos: la empresa depredaba el agua. La fuerza represiva que los desalojó, después de un tiempo, no pudo ocultar la realidad: los pueblos defendían la vida, y la empresa y el gobierno defendían la muerte. La madre tierra respondió así al cuestionamiento: sí hay remedio, correspondo con vida a quien defiende mi existencia; podemos convivir si nos respetamos y cuidamos mutuamente.
La pandemia (2020). Los animales recuperaron su posición en algunos territorios urbanos abandonados, aunque fue momentáneo. El agua, el aire, la flora y la fauna tuvieron un respiro y se rehicieron, aunque fueron de nuevo avasalladas en poco tiempo. Señalaron así quién era el invasor.
La Travesía por la Vida (2021). En el oriente, o sea en Europa, hay ejemplos de resistencia a la destrucción y, sobre todo, de construcción de otra relación con la madre tierra. Los informes, relatos y anécdotas son demasiados para estas notas, pero confirman que la realidad allá no es sólo la de la xenofobia y la idiotez y petulancia de sus gobiernos. Esperamos encontrar esfuerzos semejantes en otras geografías.
Por lo tanto: sí es posible la convivencia equilibrada con la naturaleza. Debe de haber más ejemplos de esto. Nota: buscar más datos, volver a revisar los informes de la Extemporánea a su vuelta de la Travesía por la Vida- Capítulo Europa, qué miraron y qué aprendieron, seguir las acciones del CNI y de otras organizaciones y movimientos de pueblos originarios hermanos en el Mundo. Atención a las alternativas en zonas urbanas.
Conclusión parcial: las contradicciones detectadas ponen en crisis uno de los planteamientos de la hipótesis compleja, pero no todavía la esencia. El llamado “capitalismo verde” bien podría absorber o suplantar esas resistencias.
Segunda serie de contradicciones:
La existencia y persistencia de la Sexta y las personas, grupos, colectivos, equipos, organizaciones, movimientos acuerpados en la Declaración por La Vida. Y muchas personas más en muchas partes. Hay quien resiste y se rebela, y trata de encontrarse. Pero es necesario buscar. Y eso nos enseñan las Buscadoras: buscar es una lucha necesaria, urgente, vital. Con todo en contra, ellas se aferran a la más remota esperanza.
Conclusión parcial: la sola posibilidad, mínima, ínfima, improbable hasta un porcentaje ridículo, de que las resistencias y rebeldía coincidan, hace trastabillar a la máquina. No es su destrucción, es cierto. No todavía. Las brujas escarlatas serán decisivas.
El porcentaje de probabilidad del triunfo de la vida sobre la muerte es ridículo, sí. Entonces quedan opciones: la resignación, el cinismo, el culto a lo inmediato (“carpe diem” como sostén vital).
Y, sin embargo, hay quienes desafían los muros, las fronteras, las reglas… y la ley de probabilidades.
Tercera serie de contradicciones: No es necesaria. Aplica la regla del Tercero Excluido.
Conclusión general: por lo tanto, hay que plantear otra hipótesis.
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¡Ah! ¿ustedes pensaban que la iniciativa o el paso que anunciaban los pueblos zapatistas era la desaparición de MAREZ y JBG, la inversión de la pirámide y el nacimiento de los GAL?
Pues lamento arruinarles la tranquilidad. No es así. Regrese usted a antes de la llamada “Primera parte” y la discusión sobre los motivos de lobos y pastores. ¿Ya? Ahora coloque usted esto:
Permissu et gratia a praelatis dico vobis visiones mirabiles et terribiles quas oculi mei in his terris viderunt. 30 Anno Resistentise, et prima luce diei viderunt imagines et sonos, quod nunquam antea viderant, et tamen litteras meas semper intuebantur. Manus scribit et cor dictat. Erat mane et supra, cicadae et stellae pugnabant pro terra…
Con el permiso y gracia de los superiores os cuento las maravillosas y terribles visiones que mis ojos han visto en estas tierras. En el año 30 de la Resistencia, y con las primeras luces del día, vieron imágenes y sonidos que nunca antes habían visto y sin embargo siempre miraban mis letras. La mano escribe y el corazón dicta. Era de madrugada y arriba, grillos y estrellas luchaban por la tierra…
El Capitán.
No apareció entonces porque no sabían de la muerte del SupGaleano, ni de las demás muertes necesarias. Pero así somos los zapatistas: siempre es más lo que callamos que lo que decimos. Como si nos empeñáramos en diseñar un rompecabezas siempre inconcluso, siempre con una pieza pendiente, siempre con esa interrogante extemporánea: ¿y tú qué?
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
El Capitán.
40, 30, 20, 10, 2, 1 año después.
P.D.- ¿Entonces qué es lo que falta? Pues… falta lo que falta.
Fuente: EnlaceZapatista
EZLN | Treceava Parte: DOS PARTIDOS DE FÚTBOL Y UNA MISMA REBELDÍA. “El fútbol es la continuación de la política por otros medios”
Treceava Parte: DOS PARTIDOS DE FÚTBOL Y UNA MISMA REBELDÍA.
“El fútbol es la continuación de la política por otros medios”.
Don Durito de La Lacandona (“DD”, para efectos legales).
Noviembre del 2023.
I.- Vísperas de la Travesía por la Vida-capítulo Europa.
Se ha recibido un reto futbolístico de un equipo femenil de la Europa que resiste y lucha.
El SupGaleano se ha autodesignado “director técnico” del equipo “Ixchel – Ramona”, formado por milicianas. Como debe de ser, el Sup ha estudiado al equipo rival. Reúne a las compañeras que harán el viaje. Analiza con detalle las habilidades y características de cada una de las jugadoras. Va con el Subcomandante Moisés y da su diagnóstico: “nos van a hacer pedazos”. El SubMoy lo queda viendo con cara de “¿y?”, como dándolo por descontado. Pero el ahora finado no ha terminado: “Pero tengo un plan secreto, como dice la Dení. Con eso revolucionaremos el balompié y lo redefiniremos en su esencia: el juego”.
El Subcomandante Insurgente Moisés, coordinador de la gira, está bastante atareado con los cursos de preparación, las actas de nacimiento, los pasaportes y el diseño de la ruta a seguir, así que deja que el SupGaleano proceda “a discreción”. El prospecto de finado sonríe y sentencia: “Discreción es mi segundo apellido” (no me pregunten cuál era su primer apellido porque se necesitarían varias cuartillas para explicarles).
El difunto en ciernes inicia la preparación del equipo femenil. Pero, para que su estrategia tenga éxito, necesita el apoyo del temible, terrible y terrorífico “Comando Palomitas”, el cual, en ese momento está tratando de abrirle un boquete al navío escuela en el que se preparó el llamado “Escuadrón 421”. Desilusionados porque, antes de terminar la zapa debajo de la línea de flotación, el buque se ha transformado en un imponente avión de dos motores dos, fueron a consultar con el SupGaleano qué podrían hacer para prenderle fuego a la aeronave. El Sup los convenció de que no convenía quemarlo, que era mejor esperar a que estuviera en pleno vuelo para derribarlo desde dentro. El amado Amado y el Chinto objetaron: si se cae el avión, también caerá el Comando Palomitas. El Sup respondió que no era momento de detenerse en pequeñeces. Además, el Comando era requerido para una labor más elevada, valga la reiteración, que sabotear un viaje aéreo que ni siquiera completaba la paga para los boletos, ya ni hablar de la falta de pasaportes, y de que la mayoría de la denominada “División Aerotransportada La Extemporánea” se mareaba en el camión de redilas.
Reunidos el Comando Palomitas, el Sup, el Tzotz, el Tragón y la Pelusa en el bunker ultrasecreto que está en el templete del Puy de la zona Tzotz Choj, se procedió a afinar los detalles de lo que, de ahí en adelante, sería conocido mundialmente como el “Brillante y Excelso Plan para Derrotar a un Rival Mejor Preparado, Entrenado y Equipado que Nosotras” (BEPDRMPEEN, por sus siglas en español), subtítulo “Y eso que tienen mejor técnica y dominio del balón”.
La reunión top secret siguió su curso normal. Es decir, el Chuy le quitó a la Lupita la paleta de chamoy, la Verónica le dio un zape al Chuy y, como si fuera el Supremo Gobierno, se quedó con la paleta del Chuy, la de la Lupita y la suya propia. El Chinto y el amado Amado insistían en que sus bicicletas se habían descompuesto “así nomás” y que el Monarca tenía que ver de arreglar. La Pelusa, el Tragón y el Tzotz se asomaban a la mesa buscando galletas, y el Sup impartía la cátedra magistral de “Cómo ganar un partido de fútbol con todo en contra”.
El aparente caos se aplacó cuando el Sup sacó, a saber de dónde, una caja de “Choki La Galleta Diabólica”, y sólo entonces -después de que se despacharon 5 paquetes-, se repartieron las misiones, se hizo el cronograma, y se atascaron con el sexto paquete “en honor a los futuros caídos”. “Y caídas”, se sintió obligado en agregar el Chuy, sólo para recibir de la Verónica otro zape modelo “la igualdad de género no aplica en la desgracia”. La Lupita aprobó la acción con la paleta de chamoy que el Sup le dio para que no siguiera llorando.
Fueron entonces el “tres veces T” Comando Palomitas, el Sup y el ala canina del comando, al semillero y, con las milicianas reunidas, se explicó y practicó el nuevo esquema “pasivo-agresivo” que, como debe de ser, tenía como núcleo protagónico al mentado Comando.
Siguiendo la antigua y probada regla zapatista de “No juegues con las reglas del enemigo”, el Sup desarrolló una especie de mezcla de rugby, con dramaturgia decimonónica, con algo de Anime, con cine muy a lo Hollywood esquina con Cannes, con el impresionismo de Monet, una pizca de Allan Poe cruce con Conan Doyle, algo de la épica de Cervantes, la brevedad de Joyce, la perspectiva de Buñuel, una pizca de Brecht mezclado con Beckett, la sazón de unos tacos al pastor, una cumbia así muy rebajada -raspadita pues-, la Anita Tijoux y la Shadia Mansour rompiendo fronteras -Palestina libre-, y, bueno, no tomé el apunte de todo, pero ya sólo faltaba el balón.
La estrategia en cuestión tenía 3 fases:
La primera era que la Verónica agarraba un muñequito zapatista y se dirigía decidida a la portería contraria, se plantaba frente a la portera enemiga y le hablaba en Cho´ol. La portera, por supuesto, no entendía nada, pero ahí estaban la Lupita y la Esperanza Zapatista que le traducían con señas que la niña le daba el muñequito. Y la Esperanza, como su nombre lo indica, se ofrecía a tomarle una foto con la niña y el muñequito. Para la foto, le decía que dejara el balón, porque la Verónica quería que la abrazara. En el momento en que esto ocurría, la Esperanza pateaba el balón “al fondo de las redes” y todo el equipo gritaba “¡Gol!”. Se practicó infinidad de veces con éxito. Lo único que no se pudo lograr es que la Verónica no le quitara el muñequito a la portera y saliera corriendo.
La segunda variante consistía en que la portera zapatista recibía el balón, se lo colocaba bajo la camiseta deportiva, como si estuviera embarazada y empezaba a caminar como si tal. Todo el equipo zapatista se acercaba a ayudarla y llevarla a los servicios médicos. Claro, como estaban en territorio extraño, las compañeras se equivocaban e iban a dar frente a la portería enemiga, donde, milagro, la portera zapatista “se aliviaba” del balón que, rodando apenas, rebasaba la línea enemiga y se daba a luz un gol que olvídate del Messi y el Cristiano. Mientras, el TTT Comando Palomitas rodeaba a la hermana responsable de la pizarra para “exhortarla” a dar por bueno el tanto conseguido “con el sacrificio de la compañera zapatista y su pichito balón”.
La tercera variante implicaba un riesgo para la protagonista, ya que debía fingir un desmayo. Se practicó sólo una vez en el semillero porque ahí el terreno es de grava (piedra y arena), y se esperaba que en el campo enemigo hubiera pasto. La compañera debía desmayarse a medio campo. El Subcomandante Moisés, alarmado, correría para ver a la compañera y, con él, toda la banca zapatista se volcaba. Todas las compañeras clamaban, en sus respectivas lenguas maternas, por el servicio médico. Como era de esperar, el enemigo no tendría servicio médico, así que se tendría una camilla preparada con antelación. La árbitra querría llamar a los paramédicos, pero el SubMoisés alegaría usos y costumbres de los pueblos originarios, así que mismo zapatistas levantan a la desmayada y la colocan en la camilla. Confundidas por el dolor y la pena de ver a su hermana de lucha caída en combate, las milicianas no atinarían en dirigirse a la banca cargando la camilla, así que terminarían por llegar hasta la portería enemiga. En ese momento, los más primeros dioses, los que nacieron el mundo, harían su trabajo y la compa herida se despertaría sin necesidad de que ningún sapo macho, plebeyo o de la realeza, la besara, y encontraría el balón a sus pies, justo en la línea de gol y con un puntapié sellaría el destino. Era de esperar que, animadas por la alegría de ver a su compañera a salvo, las milicianas gritaran “¡Goool!” Para ese momento, el Comando Palomitas ya estaría al pie del marcador para asegurarse de que se celebrara la vida.
La cuarta no muy recuerdo – ya sé que dije que eran 3, pero ¿no eran 4 los tres mosqueteros? -, aunque era semejante en ingenio, creatividad y picardía a los otras tres.
Según me platicaron las milicianas a su regreso, en los territorios que llaman “Italia” y “Estado Español”, las hermanas enemigas entendieron rápido de qué iba el asunto y empezaron a jugar con el mismo estilo. No sé si se podría calificar por la FIFA como balompié pero, a juzgar por las fotos y videos que me mostraron, aquello fue una fiesta. Resultado: no hubo quien ganó ni quien perdió… y la Verónica regresó con el muñequito que, era de suponer, pertenecía al ahora difunto SupGaleano. No, no se lo devolvió.
“Y ése fue el mensaje para las geografías de todo el mundo: no juegues con las reglas de tu enemigo, crea tus propias reglas”, me declaró el SupGaleano antes de su postrer suspiro.
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II.- ¿Cuántos Chipres caben en un juego de fútbol?
Esto me lo relató el Subcomandante Insurgente Moisés, al contarme detalles y anécdotas del llamado “capítulo Europa” de la Travesía por la Vida. Lo que a continuación relato es lo que logré rescatar de la narración, llena de admiración y respeto, del Subcomandante Moisés.
“Hay una geografía que se llama Chipre. Bueno, de ahí que está partido, o sea pedaceado. Hay chipriota, hay grecochipriota y hay turcochipriota y no me acuerdo cuánto más que se apellidan chipriota. Los capitalistas la dividieron esa tierra, la pedacearon. Y también pedacearon a su gente, su lengua, su historia, su cultura. Y resulta que, aunque es una isla pequeña, pues todos los dineros la quieren y, como hacen de por sí, los dividen, pero cada parte quiere la parte del otro. O sea que en medio de los poderosos y sus guerras, quedan los pueblos.
Bueno, entonces hay un equipo de fútbol en esa geografía que se llama Chipre. Tiene buenos jugadores y son profesionales. O sea que su trabajo es jugar fútbol. Entonces están perdiendo varios partidos y se reúnen entre ellos para analizar y se dicen que es que pierden porque está mal la estrategia de los partidos. Van y le dicen al dueño del equipo, o sea al patrón, que están perdiendo por esa causa, que ellos ya pensaron en una estrategia más mejor y así van a ganar más partidos.
El patrón, o sea el dueño del equipo, los mira con desprecio y les dice: “ustedes ganan o pierden según a mí me convenga. A veces me conviene que pierdan y así se va a seguir”.
Los jugadores saben jugar muy bien, pero también tienen bueno su corazón. Entonces como quien dice se rebelan. Se dicen resistencia y rebeldía, pero en su lengua. Y mandan al dueño del equipo, o sea al patrón, al diablo. Entonces hacen su propio equipo de fútbol. Y se organizan y hacen un su estadio. Esa tierra está dividida, así que, en medio, dicen “en tierra de nadie”, por ahí hacen su estadio y entonces invitan a jugar y a practicar a todo el que quiera. Los otros grupos y colectivos que luchan los apoyan y se organizan bien. No importa si eres chipriota, grecochipriota, turcochipriota o chipriotanoséqué. No se cobra, es voluntario lo que cada quien quiera dar. O sea que, como quien dice, la paga no es lo que importa. Entonces, cada tanto hacen sus partidos y no hay divisiones de nacionalidades, ni religiones, ni banderas, sólo hay fútbol. Y es como una fiesta.
O sea que, como quien dice, esos hermanos lo rompieron esas fronteras que pusieron los patrones y los dueños.
“O sea que como que hicieron su caracol. ¡Tienen un caracol futbolero! Les dije que a ver cuándo se puede que hacemos un juego de fútbol allá en su tierra o acá en tierra de nadie”, dice el Subcomandante Insurgente Moisés, vocero de las comunidades zapatistas, jefe del EZLN, y coordinador de la Travesía por la Vida.
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Vale. Salud y que los juegos, como lo son las rodadas, no sean una competencia sino pretextos para convivir entre diferentes.
Doy fe.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
El Capitán.
México, noviembre del 2023. 40, 30, 20, 10, 2 años después.
Música: «Somos Sur», interpretada por Ana Tijoux y Shadia Mansour
Imágenes del partido de fútbol entre el equipo Ixchel-Ramona y la hermanas enemigas italianas tomadas en la geografía que llaman Roma, Italia, en noviembre del 2021. Aderezo de imágenes de movilización de los pueblos zapatistas en contra de las guerras en 2022. Tercios Compas. Copyleft noviembre de 2023
Fuente: Enlace Zapatista