México
La solución son ustedes – El Concejo Indígena de Gobierno llega al Caracol de Morelia, Chiapas
Ni la vocera ni el Concejo Indígena de Gobierno ni los zapatistas son la solución: la solución son ustedes. Palabras más, palabras menos, eso dijo la comandanta Miriam, hablando en nombre de la Comandancia General del EZLN en el acto de recibimiento del CIG y su vocera en el Caracol de Morelia, Chiapas. Ese ustedes interpelado no sólo con la palabra, sino en la práctica, con el ejemplo.
Imposible describir lo que fue el 15 de octubre de 2017 en territorio zapatista. A las 7:30 aproximadamente la caravana del Concejo Indígena de Gobierno estaba saliendo de Guadalupe Tepeyac, en la Selva Lacandona, rumbo al Caracol de Morelia. Mientras, desde el día anterior llegaban a ese caracol miles y miles de bases de apoyo zapatistas, indígenas de pueblos adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, milicianos y milicianas. Desde temprano, una doble fila se formó desde la entrada del caracol al local de la secundaria autónoma zapatista, un gran espacio que, en un plazo de dos meses, se transformó en nueva sede del caracol, con una impresionante estructura construida con el esfuerzo colectivo y los ahorros de las cooperativas. Un kilómetro de mujeres, hombres, niños y ancianos, esperando la llegada del Concejo Indígena de Gobierno y su vocera, mientras a la entrada del caracol una banda tocaba al lado del camión que llevaría a Marichuy al local del evento. Más de seis horas esperaron así miles de personas, bajo el sol y la lluvia, la llegada de la caravana que sufrió muchos percances en el camino.
Cuando la caravana finalmente llegó, el cansancio desapareció. Marichuy, acompañada por comandantas y una insurgenta del EZLN, bajaron del vehículo que las llevaba y subieron al camión. Un kilómetro de vivas, un kilómetro de alegría, entre el verdor de esas montañas que tanto esfuerzo les ha costado proteger a los pueblos indígenas. Imposible no recordar, en ese momento, los actos políticos repletos de gente acarreada para recibir tortas y cachuchas, soportando humillaciones para recibir las migajas con las que el candidato de turno compra su supuesta lealtad. La diferencia aquí es que este recién formado Concejo Indígena de Gobierno es suyo. “Nuestros abuelos soñaron con ver esto”, se escuchó en las bocinas a la entrada del nuevo caracol. “No lo pudieron ver, pero nos toca a nosotros, a los retoños, vivir este momento”.
Al entrar al espacio, nueva sorpresa. Una enorme doble fila de milicianos y milicianas del EZLN, formada con la disciplina y organización que bien conocemos pero que nunca deja de sorprender, recibió a Marichuy y a las comandantas. Así recorrieron el gran espacio y sus muchas construcciones, decoradas con grandes murales, hasta el templete frente a una gran explanada donde se congregaron los miles de asistentes.
Así, con el ejemplo, nos interpelaban a todas y todos, antes de hacerlo con la palabra. Después de la bienvenida por la Junta de Buen Gobierno y la Comandanta Elizabeth, vino la palabra del EZLN en voz de la Comandanta Miriam.
Dirigiéndose a las mujeres, la Comandanta hizo un recuento de lo que fue la vida de las mujeres antes del levantamiento de 1994. Sin ese recuento, lo que sucede aquí no se puede entender. El durísimo trabajo, las humillaciones, las violaciones. Los niños forzados a trabajar desde muy pequeños, castigados con hormigas en las manos en caso de no poder hacerlo por ser demasiado chicos. Las deudas jamás saldadas que obligan a los hombres a trabajar indefinidamente para el patrón, obligando así a las mujeres a trabajar la milpa para sobrevivir, en los pocos momentos que no trabajaban para el patrón. Después, la huida a los montes en búsqueda de libertad. Y la posterior creación de comunidades para en nuevas tierras. Y la reproducción de la opresión hacia las mujeres por parte de los hombres, que “traían el pensamiento del patrón”.
Entre ese entonces y este ahora está la organización, el levantamiento, la lucha interna de las mujeres, la construcción de una realidad otra. Son concejalas, comandantas, miembras de las juntas de buen gobierno, las que han hablado en estos eventos y acompañado a Marichuy. Son ellas las que están al frente de esta iniciativa, las que con su palabra y su ejemplo nos invitan a la acción.
“Pero ahora nos quieren volver a arrebatar nuestras tierras, y no sólo las mejores, sino todo lo que tenemos”, dijo la Comandanta Miriam. Por eso esta iniciativa. Pero también fue clara: “No es la vocera ni el CIG los que nos van a salvar. Somos nosotras. Porque el CIG está para obedecer… Si no luchas, compañera, nadie lo va a hacer por ti”.
Como han repetido una y otra vez, el Concejo Indígena de Gobierno no promete soluciones: es una invitación a la organización. Hasta ahora, informó Marichuy, el CIG cuenta con 141 concejales de 35 pueblos de 62 regiones del país, y sigue en construcción, pretendiendo abarcar 93 regiones del país. Concejales y concejalas cuya tarea es escuchar y obedecer el mandato de los pueblos, actuando por medio de su vocera.
Ya era noche cuando terminó la primera parte del acto. Después, la cena seguida de un festivo acto cultural y, finalmente, como siempre, la música, el baile, la fiesta, que se prolongó hasta la madrugada. En la bruma del amanecer, las concejalas y concejales del CIG y su vocera se preparan para subir a los camiones rumbo al Caracol de La Garrucha. A nosotros nos queda el sentimiento de gratitud y el sentido de la responsabilidad.
Escucha los audios:
Palabras de la Junta de Buen Gobierno Corazón del Arcoíris de la Esperanza, Caracol de Morelia:
(Descarga aquí)
Bienvenida del Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del EZLN, en voz de la Comandanta Elizabeth:
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Palabras del Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del EZLN, en voz de la Comandanta Miriam (lee aquí):
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Segunda parte de las palabras de la Comandanta Miriam – Arte, Cultura y Comunicación:
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Palabras de cocejala de Sonora:
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Palabras de cocejala del Estado de México:
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Palabras de cocejala de la Costa de Chiapas:
(Descarga aquí)
Palabras de Marichuy, vocera del Concejo Indígena de Gobierno (lee aquí):
(Descarga aquí)
Palabras de Marichuy en Guadalupe Tepeyac
Escucha aquí: (Descarga aquí)
Buenas tardes hermanos y hermanas bases de apoyo, hermanos y hermanas del Congreso Nacional Indígena, hermanos y hermanas concejales, y hermanos invitados, así como los medios libres y los medios de paga.
Hermanos indígenas, es la hora de los pueblos, es el momento de voltear a ver a nuestras comunidades, voltear a ver a nuestros hermanos. Lo que estamos sufriendo también lo sufren ellos, aunque sean de otro color, aunque piensen diferente a como pensamos, tenemos que unir esos dolores que tenemos, esas rabias de todo lo que nos han hecho por años, a nuestros abuelos, a nuestros hermanos, todo lo que está haciendo el sistema capitalista para destruir nuestras comunidades, para robarles, para despojarles de todo lo que nuestros abuelos han peleado por años.
Es el momento de juntar esos esfuerzos y luchar juntos contra este sistema. Si no unimos estos esfuerzos vamos a seguir por años sufriendo lo mismo y quizás lo peor. Por eso los pueblos indígenas aglutinados en el Congreso Nacional Indígena dijimos que era importante caminar juntos y dar este paso para poder derrocar a este monstruo gigante que está acabando con nosotros, que está acabando con nuestras tierras, que está acabando con nuestros territorios, con nuestra lengua, con nuestra forma organizativa que tenemos en nuestras comunidades. Es tiempo, hermanos, de articularnos, de juntarnos, de ponernos de acuerdo en cómo le vamos a hacer para que a nuestras comunidades ya no se las sigan acabando. Es el momento de hacer ese esfuerzo y de voltear a ver a nuestros hermanos que tenemos al lado y que juntos pensemos cómo nos vamos a organizar para derribar este sistema capitalista, que no solamente está acabando con nuestros pueblos, va a acabar con todo.
Por eso decimos que es la hora de los pueblos, porque los pueblos hemos estado desde que inició este país. Desde que existe la tierra hemos estado y han llegado otros con malas intenciones de que solamente los pueblos indígenas ven cómo le sacan riqueza, cómo se aprovechan de nuestras riquezas que tenemos en nuestras comunidades. Por eso tenemos que olvidarnos de aquellos que nos han dividido y que nos han hecho que nos peleemos entre nosotros. Tenemos que unirnos entre nuestros hermanos indígenas, tenemos que unirnos con las personas de la sociedad civil que viven en la ciudad y que también están sufriendo y que también han venido luchando por años. Tenemos que pensar juntos cómo vamos a hacer para que nuestras comunidades sigan existiendo. Y solamente es unirnos nosotros los que pensamos que hay un enemigo en común y que está allá afuera y qué es el que hace que nos estemos peleando en nuestras comunidades. Que estemos pensando que el que está cerca es el que nos está acabando. Y no es cierto. Allá está arriba. Y es ese sistema capitalista que solamente quiere acabarnos para quedarse con todas las riquezas que tienen nuestras tierras.
Y no lo vamos a permitir. Por eso dijimos es la hora de los pueblos. Es la hora que los pueblos van a levantar su voz, se van a organizar y vamos a luchar no solamente por los pueblos indígenas, vamos a luchar por todo el mundo.
¿Y cómo lo vamos a hacer? Uniendo, articulando, concientizando. Y vamos a ir caminando juntos. Y vamos a ir peleando por todos, por todos los mexicanos y por todo el mundo. Por eso decimos que es la hora de los pueblos, es el momento de unirnos hermanos, es el momento de pensar que si no damos este paso tan importante que lo vemos desde el Congreso Nacional Indígena, tal vez luego vamos a estar diciendo que por qué no hice caso.
Necesitamos caminar juntos, y juntos poder defender nuestras comunidades, poder defender nuestros habitantes que tenemos en nuestras comunidades, las riquezas que vemos alrededor de nuestras comunidades. Nos toca defenderlos hermanos, y solamente unidos podemos lograrlo.
Y ahorita las mujeres tienen que dar un paso muy importante en este proceso de organización. Si todas las mujeres le echamos ganas junto con nuestros hombres vamos a lograr que este sistema capitalista que está acabándonos, podremos derribarlo.
Gracias, hermanos.