Frayba
(Español) La Misión de Bachajón denuncia amenazas a defensores e intento de robo a cooperativa de mujeres

Chilón, Chiapas, a 16 febrero de 2018.
A LAS COMUNIDADES DE LOS MUNICIPIOS DE CHILÓN Y SITALÁ.
A LAS AUTORIDADES CORRESPONDIENTES.
AL PÚBLICO EN GENERAL
Desde el mes de octubre del año pasado, en los municipios de Chilón y Sitalá se ha desatado una serie de actos delictivos y violentos que han mantenido a las poblaciones en un estado de vulnerabilidad y miedo.
La Misión de Bachajón, preocupada por los sucesos acontecidos acudió al Centro de Derechos Indígenas, A.C. (CEDIAC) para denunciar públicamente una serie de hechos delictivos:
1. El intento de robo a la cooperativa de mujeres “Luchiyej Nichimetic”, acontecido en fecha 11 de febrero del presente A este acto se suma al robo del mes pasado, donde un grupo de personas entró y robó bordados y productos en general con los cuales las compañeras se mantienen y apoyan a sus familias.
2. La amenaza hacia los promotores del gobierno comunitario. Las amenazas han sido expresas y abiertas diciendo que los matarán o secuestrarán. Tememos por su seguridad y por su vida.
Ante esto DECLARAMOS:
- SE EXIGE A LAS AUTORIDADES mantener la seguridad de los municipios y cumplir con su trabajo de garantizar una vida segura y en paz para todas las personas que los integran y para los trabajadores y servidores de la Misión de Bachajón.
- A LOS DELINCUENTES INVOLUCRADOS EN LOS SUCESOS DEL ROBO Y LAS AMENAZAS: los tenemos claramente identificados, sabemos quienes son y no dudaremos en llevar a cabo todas las acciones legales necesarias para hacer justicia. Los hacemos responsables de lo que pueda suceder a los trabajadores o servidores de la Misión de Bachajón, ante cualquier cosa que pueda ocurrirles a ellos y sus familias.
- SE HACE UN LLAMADO A TODAS LAS COMUNIDADES a mantenerse unidas en este periodo electoral. Ta que los intereses partidistas buscan dividir a las comunidades.
Por lo demás, se hace clara la postura de que estamos a la observancia de todos los hechos que están sucediendo durante este periodo electoral e informaremos a las autoridades pertinentes a fin de exigir que cumplan con sus responsabilidades.
CENTRO DE DERECHOS INDÍGENAS, A.C.
CEDIAC.
Fuente: Chiapas Denuncia Pública
(Español) Ejército mexicano responsable de crímenes de lesa humanidad
A 23 años de la ejecución de Gilberto Jiménez Hernández y 20 años de la ejecución de José Tila López García

El Estado mexicano garantiza impunidad en violaciones a derechos humanos cometidas por militares y por paramilitares, en territorios de pueblos originarios ocupados militarmente, como parte de una política contrainsurgente cuyo objetivo ha sido eliminar la resistencia zapatista y otros proyectos de organización autónoma. En el contexto de la estrategia diseñada e implementada desde el Plan de Campaña Chiapas 94, el Ejército mexicano provocó crímenes de lesa humanidad que permanecen en la impunidad.
El 18 de febrero de 1995 inició la incursión militar en el ejido La Grandeza, municipio de Altamirano, Chiapas, al día siguiente las familias se desplazaron forzadamente a la montaña por miedo, la mayoría eran mujeres, niñas, niños y personas mayores. El 20 de febrero, la patrulla de reconocimiento del 17º Batallón de Infantería compuesta por 54 soldados llegó al refugio de la población desplazada donde se encontraba Gilberto Jiménez Hernández con su esposa y sus diez hijos. Mientras buscaba refugio, un militar le ordenó detenerse, él se tendió en el piso pero el soldado Abner García Torres “sin ningún aviso ni motivo, le disparó, sin importar que Gilberto llevara a su hija en la espalda, desde una distancia aproximada de ocho metros.”
El 30 de noviembre de 2016, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) determinó la responsabilidad del Ejército mexicano en la ejecución extrajudicial del campesino, indígena tseltal, Gilberto Jiménez Hernández (conocido como Caso La Grandeza) y recomendó al Estado mexicano investigar y reparar adecuadamente las violaciones a derechos humanos “considerando el daño a los familiares, así como los efectos comunitarios, en el marco del Plan de Campaña Chiapas 94.”[1]
El Informe de la CIDH significa el reconocimiento de una política genocida en contra de los pueblos originarios en Chiapas y es un avance para garantizar a las víctimas el derecho a la verdad, en la exigencia de no repetición. Dignifica la persistente acción en demanda de justicia por parte de los familiares de Gilberto Jiménez Hernández, testigos directos de la ejecución extrajudicial.
Sin embargo, el caso La Grandeza se encuentra en la impunidad, las acciones del Ejército mexicano han sido encubiertas deliberadamente. No ha habido una investigación adecuada, imparcial y efectiva de los hechos por parte de las instituciones de procuración de justicia civil. Se llevó el proceso jurídico en la misma instancia militar que cometió la violación a derechos humanos y los responsables no han sido sancionados.
Es preciso señalar que la violencia directa respondía a una lógica de guerra en contra de la población civil. En la zona norte de Chiapas el gobierno mexicano formó grupos paramilitares responsables de violaciones a derechos humanos, que actuaban con la omisión y permisividad del Ejército, como parte del Plan de Campaña Chiapas 94, un documento firmado por la Secretaría de la Defensa Nacional.
Otro crímen de lesa humanidad es la ejecución extrajudicial de José Tila López García2, indígena chol, el 21 de febrero de 1998, en la zona baja de Tila, por integrantes del grupo paramilitar3 Organización Desarrollo Paz y Justicia. José Tila fue ejecutado cuando regresaba de denunciar la violencia generalizada en la región ante la Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos (CCIODH). Su caso es conocido por la Relatoría Especial para Ejecuciones Extrajudiciales, Arbitrarias y Sumarias de la Organización de las Naciones Unidas.
En este contexto, la Ley de Seguridad Interior es un instrumento más para el ciclo de violencia y corrupción generado desde las estrategias de contrainsurgencia creadas por el Estado y ejecutadas por el Ejercito mexicano. La Ley permite el uso “legitimo” del Ejército mexicano para actuar en el ámbito de seguridad desde una lógica de guerra. La experiencia histórica en Chiapas refiere que la militarización genera violaciones a derechos humanos y mantiene la impunidad en crímenes de lesa humanidad, como las ejecuciones extrajudiciales de Gilberto Jiménez Hernández y José Tila López García.
La actuación del Ejército mexicano, en “apoyo” a las tareas de seguridad pública, responde a la criminalización de las personas y organizaciones sociales que luchan por los derechos humanos, legitima las injusticias cometidas en el pasado por militares y es un riesgo actual para las luchas por la autonomía y en defensa de sus territorios.
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México.
20 de febrero de 2018
Boletín No. 06
[1] Informe de Admisibilidad y Fondo No. 51/16 publicado el 17 de abril de 2017 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. https://www.oas.org/es/cidh/decisiones/2016/mxpu11564es.pdf

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