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Transnacional adjudica gasoducto que pone en riesgo arrecifes en Golfo de México
Fuente: Avispa Midia
Por Santiago Navarro F
En portada: Construcción de la estación de compresión de TC Energy en el municipio de Barrillas, Veracruz. Foto: Renata Bessi
La empresa de capital canadiense TC Energy (anteriormente Trans-Canadá) fue señalada en 2019, junto a otras empresas, por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como una de las empresas que habían firmado contratos con “cláusulas leoninas”, de las cuales recibieron millones de dólares de un servicio de transporte de gas que no había brindado. A cuatro años de las declaraciones del presidente, esta empresa ha adjudicado de forma directa, en alianza con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la construcción de un gasoducto marino, un proyecto que pone en riesgo una red de ecosistemas de arrecifes en el golfo de México.
Este ducto permitirá a TC Energy tener presencia en los proyectos estratégicos del gobierno actual en México como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico. La llave a Puerta al Sureste es un ducto submarino de 715 kilómetros que transportará diariamente más de mil 300 millones de pies cúbicos (MMPCD) de gas natural. A su vez conecta otro gasoducto de 800 km llamado Sur de Texas-Tuxpan, también propiedad de la canadiense, a través del cual se importa gas de los Estados Unidos y Canadá.
En la habitual conferencia matutina del mandatario de México, de enero pasado, el director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, sostuvo que con esta infraestructura de gas natural la paraestatal se suma a la magna obra del Tren Maya, en la Península de Yucatán. “Se trata de construir todo un sistema eléctrico en la selva de la península”, puntualizó. El complejo llamado Puerta al Sureste tendrá un costo aproximado de 4 mil 500 millones de dólares.
De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto, dividido en dos etapas -zona terrestre y marina-, se tiene proyectado, en su primera fase, la construcción de tres estaciones de compresión en tierra firme, al menos 21 kilómetros de ductos terrestres, necesarias para conectar el ducto marino, así como líneas eléctricas, caminos de acceso y obras provisionales.
Dos estaciones ya están siendo construidas en Veracruz: una en Tuxpan y otra en Coatzacoalcos. La tercera estación está en el Municipio de Paraíso, Tabasco.
El quipo de este reportaje visitó una de las estaciones, la que esta en el municipio de Barrillas, Coatzacoalcos Veracruz. Se pudo constatar que las tierras ya estaban cercadas, con personal de vigilancia y con cámaras de seguridad. La maquinaria pesada ha limpiado toda la vegetación y, desde entonces, las tuberías han comenzado a llegar. Esta construcción está a escasos 500 metros de un cuerpo de agua dulce y un poco más de un kilometro de un complejo habitacional llamado Ciudad Olmeca.
En entrevista para Avispa Mídia, Pablo Ramírez, especialista en energía y cambio climático de Greenpeace México, destaca: “Hemos estado alertando que en el camino de este gasoducto resalta la opacidad. Las autoridades y la empresa han sido muy opacas en todo el proceso de análisis de impacto ambiental”.
Lo que más preocupa, advierte Ramírez, es que “no hay estudios de las posibles afectaciones a toda una red de ecosistemas arrecifales mesofóticos que existen fuera de áreas protegidas en el Golfo de México, la parte marina del gasoducto”.
Según la reglamentación de las Unidades de Gestión Marina, en su criterio ZGN-01, “con el fin de proteger y preservar las comunidades arrecifales, principalmente las de mayor extensión, y/o riqueza de especies en la zona, y aquellas que representan valores culturales particulares, se recomienda no construir ningún tipo de infraestructura en dichas comunidades”, haciendo referencia a las zonas protegidas marinas.
La MIA presentada por la filial de la canadiense, Transportadora de gas natural de la huasteca S. de R.L. de C.V, asegura que el desarrollo del proyecto “no afectará comunidades arrecifales”, argumentando que se encuentran a un poco más de 550 metros del Área Natural Protegida denominada Sistema Arrecifal de Lobos Tuxpan, y a 2.8 km del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, “con lo que se reitera la no afectación a estas comunidades”, asevera la empresa.
El pasado mes de mayo, científicos expertos en sistemas arrecifales coralinos adscritos a la Universidad Veracruzana, del Colectivo Interdisciplinario de Ciencia Aplicada y Derecho Ambiental (CICADA), conjuntamente con un equipo de Greenpeace, recorrieron la parte centro y norte de Veracruz, por donde cruzará el ducto marino. Constataron que existen arrecifes que están en riesgo por estar fuera del área de protección de flora y fauna Sistema Arrecifal Lobos Tuxpan (APFF SALT).
En la investigación que realizaron los científicos a bordo del barco de Greenpeace Artic Sunrise, identificaron que en la zona centro del área de influencia de ducto existen al menos 366 estructuras de alta complejidad que pueden representar ecosistemas arrecifales mesofóticos, entre las profundidades de los 50 y 80 metros, los cuales no habían sido previamente reportados.
Del mismo modo, en la zona norte en las aguas de Veracruz, donde escanearon, con tecnología de punta una superficie de 10 millones 044 mil 221.6 metros cuadrados, hallaron al menos 69 estructuras de este tipo de ecosistemas de arrecifes mesofóticos, que no habían sido reportados ni estudiados previamente.
Greenpeace utilizó un tipo de dron marino equipado con cámaras y sensores, con capacidad de sumergirse hasta 100 metros de profundidad -vehículo operado de manera remota (ROV, por sus siglas en inglés). Gracias a esta tecnología registraron, a través de fotografías y videos del fondo marino, en el centro y norte del estado de Veracruz, la biodiversidad que habita esta región. “Lo que encontramos es que sí hay arrecifes que se encuentran en una zona somera, es decir, de baja profundidad. Pero este tipo de arrecifes pueden vivir hasta los 150 metros de profundidad”, afirma Ramírez quien fue parte de esta exploración.
El problema, agrega el integrante de la organización, “para poder establecer un ducto marino se requieren actividades como dragados. Incluso los colocan sobre los arrecifes. Entonces con mucha certeza podemos afirmar que estos ecosistemas si están en riesgo”.
Incluso, en la misma MIA se establece una serie de actividades que afectarán a la vida marina en torno al gasoducto: como ahuyentamiento de fauna marina; cruce con terceros y, el tipo de perforación que usarán, llamado direct-pipe, así como zanjeo y soldadura.
Por su parte, TC Energy puntualiza en la MIA que, aunque no afectan a este tipo de comunidades de arrecifes, “sin embargo dada la cercanía que existe con los mismos, se propondrán medidas de compensación dentro del Programa de Protección a la Fauna Marina”.
La empresa
Greenpeace sostiene una campaña para intentar detener el avance de este gasoducto marino y ha presentado diversas argumentaciones científicas y probatorias de que sí existe ecosistemas y vida marina que será impactada por este complejo. En su portal aparece una frase que es tajante: “El gasoducto Puerta al Sureste amenaza los arrecifes, acelera el cambio climático e incrementa nuestra dependencia energética de Estados Unidos”.
TC Energy salió a defenderse con un comunicado anunciando que, “contrario a los argumentos falaces de Greenpeace, el ducto marino no cruzará por ningún arrecife de coral vivo. Se ubicará de forma segura a profundidades de 100 a 120 metros, profundidades mucho más allá de donde los arrecifes de coral pueden vivir y crecer debido a la falta de luz solar en este entorno particular”.
Sin embargo, la investigación presentada por los científicos afirma haber encontrado todo un sistema de arrecifes distribuidas en regiones tropicales y subtropicales, “entre las profundidades intermedias y más bajas de la zona fótica de -30 a ~-150 m, donde la luz es suficiente para la producción primaria fotosintética”.
¿Quién fiscaliza?
El pasado 2 de marzo, fue presentado un informe de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), en el cual se presume que un equipo de esta agencia y de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) realizaron, durante dos días, diversos recorridos de navegación en el área que comprende “la construcción y operación de obras en zona marina”, en Tuxpan, Veracruz, referente al área de influencia del gasoducto marino, según el informe.
“La visita se realizó con la finalidad de verificar las condiciones generales y estado actual que guardan los arrecifes emergentes y sumergidos y las incidencias del trazo del proyecto” relacionadas con el Área Protegida Lobos, enfatiza el documento presentado por el ingeniero Carlos Yegros Díaz, Subdirector de Gestión Industrial de Cambio de Uso de Suelo A.
En el documento se destaca que el personal de Conanp no pudo detectar, con los equipos que llevaba, el límite de las profundidades. No obstante, recurrió a una aplicación digital que alcanzaba los 100 metros de profundidad de la cual no menciona si encontraron no algún tipo de arrecifes y, “para descartar alguna falla con el equipo de medición (la aplicación digital)” enfatiza en el documento, recurrieron a una cuerda de 50 metros lanzada al mar para intentar identificar las profundidades “que tampoco toco fondo por lo que no realizaron inmersiones de los buzos”, sostuvo el funcionario de la ASEA.
Con este informe se concluye que la MIA regional de la Etapa 1, presentada por la filial de la canadiense TC Energy, “es congruente”, determinan en el documento, dando por hecho que no de identificaron especies de coral.
Para seguir un procedimiento del análisis ambiental de la obra, la empresa presentó en dos etapas sus MIAs y esto, “es una falta al procedimiento, era suficiente para que la ASEA lo desechara. Pero no se desechó, sino que se ha estado avanzado de una manera opaca y de una manera no pública, con argumentos de que la información es de seguridad nacional. La ASEA es la responsable principal de haber aprobado este proyecto”, advierte el integrante de la ONG.
Fotos tomadas por el equipo de Greenpeace
El festejo y las alianzas
TC Energy ha anunciado oficialmente, en su cartera de proyectos, que Puerta al Sureste es 100% de su “propiedad efectiva”. Por otra parte, Bartlett Díaz ha anunciado que la CFE tendrá una participación en las acciones del 15% en total de esta sociedad y, “a partir de 2026 irá aumentado su participación”, señaló el director general de la paraestatal mexicana. Se pretende que el ducto comience a funcionar en 2025.
Tras el convenio, pactado en agosto del 2022, François Poirier, presidente y consejero delegado de TC Energy, enfatizó que les “complace haber sido seleccionados por la CFE como su socio y forjar esta estratégica e importante alianza público-privada, la primera de este tipo en los 85 años de historia de la CFE”.
El festejo oficial de este pacto se realizó el pasado mes de junio de este año 2023 en el Club de Banqueros, rememorando que es el primer aniversario de este acuerdo. Bartlett Díaz destacó en este evento que, “la alianza es valiosa para ambos países. Representa la cooperación y la voluntad para realizar proyectos que beneficiarán a México y Canadá”.
El festejo no es para menos, con este nuevo gasoducto, TC Energy ya tendrá desplegados al menos 3 mil 900 kilómetros de tuberías en distintas partes de México. Puerta al Sureste, además de suministrar gas al complejo denominado tren maya y a la Península de Yucatán, también conectará con el ducto Jáltipan- Salina Cruz y a su vez, con la planta de licuefacción de Gas Natural Licuado en Salina Cruz, desde donde se pretende exportar gas principalmente a Europa y Asia. De la misma forma se suministrará gas al menos a 10 parques industriales que se establecerán en la región conocida como Corredor Interoceánico.
Desde 2021, la CFE ha anunciado entre sus acuerdos que la empresa estadounidense Sempra Energy, mediante su subsidiaria mexicana Sempra Infraestructura -socia de TC Energy -, está incluida en el “desarrollo de una terminal de gas natural licuado en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca”, la misma terminal de donde se exportará gas al continente europeo y asiático.
De esta forma, TC Energy entra a ocupar un papel estratégico en la reorganización económica del sur-sureste de México, ya que podrá mercar su gas explotado en Alberta y Toronto, en Canadá, por medio del método conocido como fracking. Posteriormente conecta con procesos de explotación en Charleston, en Estados Unidos. El camino que recorre este energético es a través de ductos que pertenecen a TC Energy, hasta llegar a su terminal en Houston, Texas. Posteriormente conecta con el gasoducto Valley Crossing, un ducto interestatal estadounidense de 257 kilómetros, diseñado especialmente para exportar gas a México.
Al final de este pequeño puente intermedio, TC Energy vuelve a conectar su gas con el primer ducto marino edificado en territorio mexicano llamado Sur de Texas-Tuxpan, el cual también es de su propiedad en sociedad con la estadounidense Sempra Energy, a través de la empres Infraestructura Marina del Golfo (IMG).
Así, Puerta al Sureste, terminará conectado vía terrestre en la Estación de Regulación y Medición Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, con dos nuevas centrales de generación de energía CC Mérida y CC Riviera Maya (Valladolid) de la CFE, posteriormente continua con el gasoducto terrestre Mayakan.
Las empresas leoninas
TC Energy y Sempra Energy han trabajado de forma estrecha en el comercio de este energético, el cual consideran como “energía limpia” y un “puente para la transición energética”. En 2019, el mandatario mexicano les había amenazado con demandarlas en cortes internacionales de Londres y París por haber establecido contratos “ventajosos y leoninos” con el gobierno anterior, presidido por Enrique Peña Nieto.
Estas empresas son: Carso, del multimillonario Carlos Slim; TransCanadá (hoy TC Energy) y la empresa IEnova (hoy Sempra Infraestructura), ya que, según López Obrador, son las propietarias de siete gasoductos distribuidos en diversos estados de México, los cuales no estaban brindando el servicio pero que estaban recibiendo el pago como si lo estuviera haciendo, porque así lo estipulaban los contratos.
En una investigación lanzada por Connectas y Avispa Mídia llamada Los “Ventajosos” beneficios de Sempra Energy en México revelamos que el pago que había realizado el gobierno de México, por causas de “fuerza mayor”, ascendió los 16 millones de dólares por estos gasoductos que no funcionaban. Entre los proyectos que estaban cobrando este servicio figuraba el Gasoducto Sur de Texas-Tuxpan, el cual es propiedad de Sempra Energy y TC Energy.
Las empresas fueron perdonadas y llegaron a nuevos acuerdos con el presidente de México y con la paraestatal CFE que son los proyectos que hoy continúan. En su momento, dijo el presidente de TC Energía en México, Robert Jones: “Reconocemos y agradecemos al presidente Andrés Manuel López Obrador por su participación directa y por su liderazgo, facilitando las conversaciones y estableciendo el rumbo que condujo a una resolución positiva. También agradecemos a la CFE por su ayuda en facilitar el acuerdo”.
Las heridas abiertas de Gaza
Por: Amy Goodman y Denis Moynihan
La escritora neozelandesa Em Berry publicó recientemente un poema titulado “Por nuestra culpa” (Because of us), que dice:
Esta mañana he aprendido
que la palabra inglesa ‘gauze’
(tela médica finamente tejida)
proviene de la palabra árabe […] ‘Ghazza’
porque los gazatíes han sido hábiles tejedores durante siglos.
Me pregunté entonces
cuántas de nuestras heridas
se habrán curado
gracias a ellos
y cuántas de las suyas
han quedado abiertas
por nuestra culpa.
El poema de Berry resulta dolorosamente oportuno, dado que las fuerzas armadas israelíes, después de varias semanas de bombardear objetivos civiles –entre ellos escuelas, hospitales y ambulancias–, han ampliado la invasión terrestre de la Franja de Gaza y están atacando centros médicos directamente con tanques y soldados.
Según la Organización Mundial de la Salud, 26 de los 36 hospitales de Gaza han tenido que cerrar, debido a que se les ha negado el suministro de electricidad, combustible y la reposición de insumos médicos y han sufrido daños a causa de los ataques israelíes. Muchos pacientes murieron debido a que respiradores, incubadoras y máquinas de diálisis han quedado inutilizables. El personal que ha quedado atrapado en el hospital Al-Shifa, el más grande de Gaza, cavó una fosa común para enterrar a más de 180 pacientes fallecidos.
La ofensiva militar israelí también causó la muerte de unos 200 trabajadores médicos. Entre ellos, el doctor Hammam Alloh, un médico internista y nefrólogo de 36 años de edad que trabajaba en el hospital Al-Shifa y perdió la vida el sábado 11 de noviembre cuando Israel bombardeó su casa. Su padre, su suegro y su cuñado también murieron en el ataque. Lo sobreviven su esposa y sus dos hijos pequeños.
El doctor Alloh habló con Democracy Now! el 31 de octubre, dos semanas antes de su muerte:
“Los pocos camiones con ayuda para la población de Gaza a los que se les ha permitido ingresar resultan insuficientes en comparación con nuestras necesidades […]. Guantes, gasas… no es precisamente lo que estamos necesitando. Estamos necesitando insumos y dispositivos médicos, medicamentos […] para brindar una atención médica eficaz a las personas afectadas”.
Días antes, el doctor Alloh había tomado una decisión sumamente dolorosa: había instruido a su personal que suspendiera el procedimiento de reanimación de una paciente de edad avanzada, ya que el hospital no contaba con un respirador en funcionamiento disponible para ella. Sin un respirador, aunque la reanimación hubiera resultado exitosa, la paciente inevitablemente habría terminado muriendo. Alloh había ordenado al personal médico y de enfermería priorizar la atención y concentrarse en salvar a aquellas personas con posibilidades de sobrevivir.
A pesar de los constantes bombardeos de Israel y la inminente invasión terrestre, el doctor se negó a abandonar el lugar:
“Si me voy, ¿quién cuidará a mis pacientes? No somos animales. Tenemos derecho a recibir una atención médica adecuada. Así que no podemos irnos sin más. ¿Creen que fui a la facultad de medicina y que hice mis estudios de posgrado durante 14 años para pensar solo en mi vida y no en mis pacientes? […] Esta no es la razón por la que me hice médico”.
Esa valiente decisión le costó al doctor Hammam Alloh la vida. Un miembro de su familia le informó a Democracy Now! que el cuerpo de Alloh permanece enterrado bajo los escombros. El hospital Al-Shifa, mientras tanto, se ha convertido en una zona de guerra.
El médico noruego Mads Gilbert, quien trabajó durante muchos años en Gaza, dijo a Democracy Now!: “Si tuviera que elegir hoy entre el infierno y Al-Shifa, elegiría el infierno”. En las últimas semanas, Gilbert ha intentado repetidas veces entrar en Gaza, para llegar al hospital, pero no ha podido. “20 de los 23 pacientes de las unidades de cuidados intensivos del hospital han fallecido. Otros 17 pacientes murieron por falta de suministros médicos, oxígeno y agua. Y tres, o cinco, de los 38 bebés prematuros han muerto a causa de esta lenta asfixia a la que el Ejército de ocupación israelí está sometiendo a todos los hospitales […]. No tengo palabras para describir esta matanza de pacientes en hospitales civiles, perpetrada por seres humanos de manera sistemática”.
Aunque el doctor Mads Gilbert no logre encontrar las palabras, las que el fallecido doctor Hammam Alloh pronunció durante la entrevista con Democracy Now! constituyen un llamado póstumo a la acción:
“Necesitamos que esta guerra termine, porque somos seres humanos de verdad. No somos animales. Tenemos derecho a vivir en libertad […], [pero] nos están exterminando. Estamos siendo erradicados de manera masiva. Dicen que les importa [el derecho] humanitario, [la protección de] los derechos humanos, pero no es lo que estamos viviendo aquí. Para demostrar que estamos equivocados, hagan algo, por favor”.
De los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza, al menos 1,6 millones se han visto obligados a abandonar sus hogares a causa de la ofensiva israelí contra el territorio palestino. A principios de esta semana, Israel lanzó panfletos sobre diversas partes de la sureña ciudad de Jan Yunis en los que se ordenaba a los residentes a abandonar la ciudad. Para muchos de ellos se trataría de la segunda vez que se ven obligados a huir, tras haber tenido que abandonar sus hogares en el norte de Gaza.
Mientras tanto, después de cuatro intentos fallidos, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó este miércoles su primera resolución respecto a la actual guerra en Gaza, en la que pide pausas humanitarias prolongadas en el enclave ocupado. Estados Unidos se abstuvo en la votación.
El difunto poeta palestino Mahmoud Darwish, de niño, sobrevivió a la Nakba, que en árabe significa “catástrofe”, un acontecimiento ocurrido en 1948 en el que 15.000 palestinos murieron y 750.000 fueron expulsados de sus hogares en el marco de la creación del Estado de Israel. Darwish vivió gran parte de su vida en el exilio y fue crítico de la organización Hamás. En su poema titulado “A un joven poeta”, Darwish escribió:
“Un poema en un momento difícil
son hermosas flores en un cementerio”.
En un momento en que la Organización Mundial de la Salud ha advertido que los hospitales de Gaza se están convirtiendo en cementerios, es hora de hacer caso a poetas y médicos y detener la matanza, poner fin a la ocupación y curar las heridas abiertas de la guerra.