
Europa
Cartas náuticas III: Desembarca el Escuadrón 421 en Galicia
A nombre de todas las mujeres, niños, hombres, ancianos y, claro, otroas zapatistas, declaro que el nombre de esta tierra, a la que sus naturales llaman ahora Europa, de aquí en adelante se llamará “Slumil K’ajxemk’op”, que quiere decir “Tierra insumisa”, tierra que no se resigna, que no desmaya. Y así será conocida por propios y extraños mientras haya alguien aquí que no se rinda, que no se venda y que no claudique.
Con esas palabras Marijose, otroa zapatista del Escuadrón 421, rebautizó el “viejo continente” este martes 22 de junio de 2021 en la ciudad de Vigo, Galicia.
Quinientos veintiocho años después de que la carabela La Pinta arribara a estas costas tras el primer y fatídico “encuentro” entre el continente europeo y el que poco después sería nombrado América, llegó a Galiza el navío La Montaña, tras 50 días de navegación desde Isla Mujeres en el Caribe mexicano.
A bordo trajo a siete zapatistas, el Escuadrón 421 –cuatro mujeres, dos hombres, unoa otroa–. A bordo trajo cinco siglos de resistencia y 38 años de lucha zapatista. A bordo trajo oídos y miradas atentas y corazones abiertos, para encontrarse con quienes resisten y luchan contra el sistema enloquecido que atenta contra la humanidad. A bordo trajo la utopía de un verdadero Encuentro que no sea de muerte sino de vida, de lucha, de resistencia y rebeldía.
Desde hace días, empezaron a llegar a Galiza delegaciones de muchos rincones de Slumil K’ajxemk’op y de otros países, para darle la bienvenida al Escuadrón 421, la avanzada de una “invasión zapatista” a la que se sumarán muchos y muchas más que llegarán por vía aérea, incluyendo a niñas y niños. No muy lejos del local del desembarque, el Centro Social das Pedriñas, renombrado “Caracol Base de la Europa Zapatista”, se acondicionó para recibir a lxs delegadxs que llegaron de las muchas geografías.
LLEGAMOS.
LLEGAMOS.
20 de junio del 2021.
Serían las 06:59 –hora de México- del día 20 de junio del 2021, cuando, desde La Montaña y por entre un horizonte brumoso, se avistó tierra de la península ibérica. Serían las 09:14:45 cuando el navío fondeó en la bahía de Baiona o Bayona, Galicia, Estado Español, Europa. De ahí queda cerca, “a tiro de piedra”, la geografía llamada Portugal, y un poco al Noreste se avista Vigo. Tod@s bien de salud. Por cuestiones de papeleo y etcétera, La Montaña y el Escuadrón 421 permanecerán aquí hasta, tentativamente, el día martes 22 a las 1700 –fecha y hora de Vigo-, en que se hará el desembarco. La Guardia Civil del Estado Español abordó la nave, tomó los datos de la tripulación y pasajeros, revisó los pasaportes y realizó el chequeo de rutina. Sin novedad. Condiciones climatológicas: nublado, lluvias ligeras pero frecuentes, 15 grados centígrados.
Al poco tiempo se acercaron varios veleros con compas de la Europa insumisa, para dar la bienvenida… o para comprobar si eran ciertos los rumores que corren por los barrios, campos y montañas del mundo: “los zapatistas han invadido Europa”.
En tierra, al pie de lo que parece un faro, otro grupo gritaba algo como “¡Nos rendimos!”… Nah, es broma. Gritan que Zapata Vive, que Bienvenid@s, que… no se entiende bien. Portan pancartas y dibujos. Hasta donde se alcanza a ver, no hay señales obscenas –lo que puede indicar que no nos han repudiado… todavía-. Algún desubicado porta un cartel que reza: “Comedor La Palomita Insurrecta. Caldo Gallego, Empanadas Ídem y Xoubas. Descuentos especiales a Invasor@s, escarabajos y gato-perros”. En otro cartel se lee “¡Sáquenme de aquí!”. Las personas más prudentes usan las pancartas como paraguas.
El cielo europeo llora conmovido. Sus lágrimas se confunden con las que humedecen las mejillas –curtidas a sol, mar, angustias y adrenalina-, del intrépido Escuadrón 421. En sus pasos, en sus miradas, en sus latidos, los pueblos mayas -así dirá la leyenda-, cruzaron el Atlántico en 50 días con sus noches, en su larga y accidentada travesía por la vida.
Afuera hace frío, pero dentro, en la geografía del corazón, algo como un sentimiento entibia el alma. En las montañas del sureste mexicano el sol sonríe y, del equipo de sonido, salen alegres las primeras notas de una cumbia.
Claro, falta el desembarco, el traslado de la delegación aérea, la organización de la agenda, los encuentros,… y la fiesta de la palabra.
Es decir, falta todo.
SupGaleano.
Junio del 2021.
Música: La Cumbia del Sapito – Alfredo y sus Teclados