Tierra y Territorio
(Español) San Isidro los Laureles sufre desalojo de sus tierras recuperadas
Este 12 de mayo, la comunidad de San Isidro los Laureles fue desalojada con violencia del predio que recuperaron el pasado 20 de diciembre. El desalojo se llevó a cabo por la policía junto con guardias blancas, que llegaron a las seis de la mañana a bordo de 40 carros, camionetas y tres camiones de la policía sectorial. Los agresores quemaron las pertenencias de los campesinos.
(Descarga aquí)Se trata de 60 familias, pertenecientes a la organización Semilla Digna, integrantes del Consejo Nacional Indígena y adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. En una denuncia en audio (escucha arriba), los campesinos se dicen preocupados por la integridad de las familias, por sus pertenencias y por sus cosechas.
Las 200 hectáreas de tierras recuperadas en diciembre de 2015 pertenecieron a sus antepasados, y en ellas muchos de sus abuelos y abuelas trabajaron en el corte de caña desde mediados del siglo pasado. Para saber más sobre San Isidro los Laureles y la recuperación de las tierras, escucha nuestro reportaje: La lucha por la tierra de San Isidro los Laureles.
Abajo, la denuncia escrita de San Isidro los Laureles:
Joint Declaration of the CNI and EZLN on the cowardly betrayal of the Indigenous Ñatho community of San Francisco Xochicuautla
TO THE PEOPLES OF THE WORLD
TO THE ALTERNATIVE PRESS
The National Indigenous Congress (CNI) declares itself in maximum alert following the cowardly betrayal of the indigenous Ñatho community of San Francisco Xochicuautla, municipality of Lerma in the State of Mexico, in order to implement the highway project Toluca Naucalpan, as well as after the assault on community police in Ostula. We call upon all peoples, organizations, and individuals in solidarity to be attentive and to heed the call made by the community of Xochicuautla.
We denounce that:
On Monday, April 11, at 9am, over 1000 state police from the State Commission for Citizen Security (CES) and the Action and Reaction Forces (FAR) began to enter the community from three directions: through the Buenavista neighborhood; via Cuauhtémoc street to the “Lampeni” location; and to “Lapondishi,” the site of the Encampment for Peace and Dignified Resistance, which was then destroyed by the police forces.