Buenas tardes compañeros, compañeras del Congreso Nacional Indígena.
Compañeros, compañeras de La Sexta Declaración
Compañeros, compañeras, bases de apoyo, consejos autónomos, juntas de buen gobierno.
Compañeros, compañeras, milicianos, insurgentes, donde quiera que se encuentren.
Compañeros, compañeras, responsables locales, regionales.
Compañeros, compañeras, de los medios alternativos, nacional e internacional.
El día de hoy hemos llegado a la culminación de nuestro primer encuentro y compartición entre compañeros y compañeras del Congreso Nacional Indígena, y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
San Cristóbal de las Casas, Chiapas. 13 de agosto de 2014.
Es mediodía de la noche de la segunda súper luna de verano. En el caracol zapatista de La Realidad, Chiapas, se congregan algunas decenas de personas un día después de concluida la compartición entre el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), donde se honró la memoria de David Ruiz García durante una semana. Está por cumplirse un año del arranque de ese enorme proyecto formativo que las comunidades zapatistas llamaron “escuelita”. Nadie imaginaba entonces que un año después tendría que reconstruirse otra escuelita despedazada por paramilitares. Es domingo 10 de agosto de 2014. Fuera de La Realidad, los ecos de Hiroshima y Nagasaki resuenan en Gaza, Ucrania, Siria, Líbano, Irak o Afganistán. Dentro del caracol sigue gritando en silencio la indignación por el asesinato de José Luis Solís López, compañero y maestro Galeano.