
Frayba
(Español) Acción Urgente: En riesgo la vida y la integridad de centenares familias desplazadas-retornadas en Chalchihuitán
- Retornan bajo presión del gobierno de Chiapas y sin condiciones de seguridad
- Certificado de impunidad al grupo armado de corte paramilitar de Chenalhó
- Continua la violencia generalizada en el territorio comunal de Chalchihuitán
Las organizaciones de la sociedad civil que conformamos el Colectivo que emite esta Acción Urgente, desde hace varios meses hemos recibido información sobre la situación de desplazamiento forzado en el que se encuentra el pueblo tsotsil de Chalchihuitán, y de que de ellos, el grupo que recién retornó a sus comunidades –Pom, Ch’enmut, Cruzkakalnam, Tzomolton, Cruzton, Bejeltón y Bololchojon– son 3858 personas (niños, niñas, mujeres, hombres). Según testimonios, nos reportan que bajo una persistente presión de funcionarios del gobierno -sobre todo de protección civil-, y ante el hecho de ver perder sus cosechas, animales, posesiones y viviendas, sin que los gobiernos federal y estatal cumplieran el desarme y desarticulación de los grupos armados, desde alguna instancia se tomó la decisión de retornar a sus comunidades de origen, sin condiciones ni medidas de seguridad. Del total de personas desplazadas, otras 1165 personas no retornaron por el temor constatado, causado por las acciones armadas que continua haciendo el grupo armado de corte paramilitar.
Es grave que, como diversos testimonios confirman, continúan los disparos de armas de alto poder y la tensión en toda la región, lo que da como consecuencia, el alto riesgo a la vida e integridad de las familias que retornaron a sus comunidades a partir del pasado 2 de enero, siendo de nuevo, las mujeres, los niños, niñas, las ancianas y ancianos, las más afectadas y vulnerables en este retorno y quienes además, no participan en la toma de este tipo de graves y delicadas decisiones.
En estas condiciones, el riesgo de una masacre es claro. De ocurrir, la responsabilidad directa es de los 3 niveles de gobiernos: el federal, el del estado de Chiapas y el municipal de Chalchihuitán, quienes con su inacción, han permitido este retorno al matadero, ya que van sin alimentos, con la cosecha perdida por la violencia generalizada, varios de ellas y ellos enfermos y bajo los impactos psicológicos de la violencia, todo lo cual da evidencia que en ningún momento están aplicando los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos de la Organización de Las Naciones Unidas, lo cual implica que no se están respetado, garantizando y protegiendo los derechos humanos de las desplazadas/os y desplazadas/os, ahora retornadas/os.
Siendo entonces un retorno de altísimo riesgo en vidas e integridad física de centenares de familias indígenas, lo que demuestra el desprecio hacia los pueblos originarios, ya que constituye un hecho criminal que es contemplado y consentido por los gobiernos federal, estatal y municipal.
No obstante que se instaló una mesa de seguridad con los gobiernos federal y estatal para atender la demanda de desarticulación, desmantelamiento y castigo al grupo armado de Chenalhó, al momento no hay ninguna respuesta y ningún avance, pues –reiteramos–, el grupo armado de corte paramilitar sigue actuando en impunidad.
Ante esta situación grave y crítica, como colectivo de organizaciones que envía esta Acción Urgente, exigimos Alto a las acciones armadas en la región, reiteramos la exigencia de su desarticulación, castigo y que se garantice de manera inmediata y urgente la vida e integridad de las familias desplazadas retornadas, así como de aquellas que han decidido no retornar a sus comunidades.

(Español) En México no hay justicia: Acteal, herida abierta
- Las Abejas solicitaron a Jan Jarab intervención de la ONU para reconocer al Estado mexicano como responsable de la Masacre de Acteal.
49 velas, 49 cruces, que representan 45 personas más 4 no nacidas masacradas por paramilitares el 22 de diciembre de 1997, en la misma ermita donde rezaban y ayunaban por la paz, en Acteal, Chiapas, es el escenario donde se recordó el crimen de lesa humanidad. En este sitio sagrado Jan Jarab, representante de la Organización de las Naciones Unidas en México, escuchó los testimonios que duelen en la memoria pero se hacen necesarios para continuar la reivindicación de justicia.
En la víspera a 20 años de impunidad, víctimas sobrevivientes de la Masacre de Acteal e integrantes de la Organización Sociedad Civil las Abejas narraron ante la ONU la verdad que el Estado mexicano intentó negar y continúa ocultando: graves violaciones a derechos humanos como estrategia contrainsurgente en la región Altos de Chiapas.
Guadalupe Vásquez Luna, sobreviviente, leyó el escrito entregado al representante del organismo internacional de derechos humanos: “Señor Jan Jarab, como víctimas sobrevivientes de La Masacre y miembros del pueblo tsotsil estamos cansadas y cansados de tanta injusticia, humillación, desprecio y discriminación de parte del Estado mexicano. A pesar de ello, nos hemos propuesto junto con otros pueblos originarios el de construir Otra Justicia, digna y humanizada. No sabemos cuántos años más deben pasar para conocer la verdad y ver la justicia. Acteal sigue siendo una herida abierta, en México no hay justicia. La dilación es discriminación.”
Las Abejas de Acteal solicitaron a la ONU: Su intervención para que la injusticia en este crimen de lesa humanidad no siga prolongándose; para evitar la repetición de hechos; que Acteal sea reconocido como un sitio de memoria y esperanza; que se reconozca al Estado mexicano como responsable de la masacre.
Jan Jarab durante su visita a Acteal, el 21 de diciembre de 2017, expresó que la ONU tiene como prioridad los derechos de los pueblos originarios y la lucha contra la impunidad.