Xochicuautla, 23 de diciembre de 2014
Alejandro Reyes, Colectivo Radio Zapatista
“Nosotros sabemos que lo que le hagan a la tribu yaqui se lo van a querer hacer a todos los pueblos indígenas de México. Que lo que le hagan a los normalistas de Ayotzinapa se lo van a querer hacer a todos los estudiantes de México. Que lo que le hagan a los pueblos indígenas y a los estudiantes se lo van a querer hacer a todos los mexicanos.”
– Representante de la tribu yaqui

Foto: Jorge Ramos
El 8 de agosto, en San Cristóbal de Las Casas y en los alrededores sobrevolaban helicópteros militares y en San Juan Chamula el presidente de México y el gobernador de Chiapas se disfrazaban de indígenas tsotsiles. “Ratificamos hoy más que nunca nuestro compromiso…”, sonaron las palabras, huecas, sin traducción y sin ningún vínculo con la realidad. Mientras eso, en el caracol de La Realidad, en la selva lacandona, se llevaba a cabo la compartición entre 28 pueblos originarios de México organizados en el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el EZLN.
La palabra compartición no existe en los diccionarios, aunque se anuncia que se incluirá en la 23ª edición del de la Real Academia Española. En ese diccionario la definición será: “Acción y efecto de compartir”. Pero para los zapatistas y los pueblos indígenas la compartición es algo mucho más profundo y tiene un sentido político. Para entenderlo, habría que escribir un ensayo. O no. Para entenderlo, hay que practicar la compartición, cueste lo que cueste. Y cuesta. Tan es así, que desde el poder se hizo todo lo posible para evitar que se realizara la compartición entre el CNI y el EZLN. Primero con el ataque por parte de miembros de la CIOAC Histórica al caracol de La Realidad y el asesinato del maestro Galeano, justo tres semanas antes de que iniciara la compartición planeada para finales de mayo, y que por eso se tuvo que posponer. Después, las agresiones, amenazas y desplazamiento forzado, por parte de paramilitares de la ORCAO, a varias comunidades pertenecientes al caracol de la Garrucha, que empezaron a una semana del inicio de la compartición (reprogramada para agosto) y que continuaron durante el evento. Y, finalmente, con el simulacro mediático de la aparición de Peña Nieto y Manuel Velasco en Chamula justo el último día de la compartición.
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