Los Chimalapas se ha convertido ya en una leyenda. Se habla en muchas partes de la región, se habla en el país y se habla también en muchas otras partes del mundo porque aquí se están librando batallas muy importantes para la conservación de los recursos naturales.

La relativa conservación de la región se debe principalmente a la histórica defensa por la integridad territorial y natural dada por parte de la población indígena Zoque Chimalapa, que de manera ancestral la han habitado, poseído y resguardado.

Los habitantes y dueños de Los Chimalapas, han sido asediados históricamente por intereses ajenos, personificados tanto por empresas madereras, ganaderos privados y narcotraficantes, como por megaproyectos de desarrollo (Proyecto Hidroeléctrico Chicapa-Chimalapa; autopista Cintalapa-Palomares y su desvío de trazo, Ocozocuautla-Ocote-Espinazo del Diablo-Acayucan) impulsados por diversas instancias gubernamentales. A estos intereses se han enfrentado los indígenas Chimalapas, directa, legal e incluso, violentamente (cuando han visto agotados todas las instancias) para defender lo suyo, bajo una lógica de beneficio común, opuesta a la apropiación privada y lucrativa. Por la ausencia de decisión política para hacer privar el Estado de Derecho en esa región, Chimalapas y sus comunidades hoy padecen un grave problema agrario, mezclado con un falso y doloso conflicto de límites estatales entre Oaxaca y Chiapas, situación que amenaza con desembocar en enfrentamientos violentos y al amparo del cual, continúan su acción depredadora, talamontes, traficantes de fauna, ganaderos invasores y narcotraficantes.

Frente a todo ello, hoy día, ONG´s ambientalistas y de derechos humanos, artistas como los integrantes del grupo Maná, académicos y científicos activistas se han unido en apoyo a la Defensa y la Conservación de Los Chimalapas, formando junto con las comunidades el Comité Nacional para la Defensa y la Conservación de Los Chimalapas (CNDCHIM).

Para los campesinos de esta región, como para los indígenas en general de nuestro país, la tierra es algo mucho más allá que simplemente el sustento de la producción; la tierra es donde se originaron, donde están sus casas, donde descansan sus antepasados, donde nacen las siguientes generaciones, los hijos; donde pasan la vida y tienen una interacción con su entorno natural, que por eso lo han protegido y lo han defendido, es un símbolo de identidad, de cohesión, y por ello es que día a día se suman más voluntarios en la Defensa del territorio y de la Selva más biodiversa de México y Mesoamérica: LOS CHIMALAPAS, EL PULMON DE LA HUMANIDAD.