Intelectuales, académicas y académicos, organizaciones sociales y políticas firman “Defendamos la vida en Rojava en tiempo de Covid-19” un llamado lanzado desde la Ciudad de México por el Comité en Solidaridad con Kurdistán-CDMX en el marco de la Jornada Global por la Vida “El Encierro No Me Calla”.

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Hoy, nos expresamos frente al contagio del Covid-19 en el Norte de Siria, riesgo desencadenado por el sistema capitalista, racista y patriarcal. Desde nuestra solidaridad en el continente que habitamos, con atención al Medio Oriente y al Kurdistán y simultáneamente hacia México, Argentina, Venezuela, Colombia, Honduras, Guatemala, Chile, Bolivia, Ecuador, Brasil, Paraguay y todo Centroamérica asumimos la emergencia del Covid-19 en términos de migraciones transnacionales en contexto de guerra, militarización y despojo. Vemos los efectos de la pandemia manifestarse mientras crece el contagio de los desplazamientos forzados, los asesinatos de las personas defensoras del territorio, los y las presas políticas, las personas refugiadas creadas por la guerra y los golpes de Estado. Mientras desde México desafiamos el aislamiento impuesto por el Covid-19 siguiendo nuestras actividades organizativas y generando redes de apoyo mutuo y solidaridad, declaramos lo siguiente:

• Denunciamos que Abdullah Öcalan, filósofo y revolucionario anticapitalista, crítico del socialismo real, haya pasado este 4 de Abril su cumpleaños 71 en una cárcel de máxima seguridad en la isla-prisión de Imrali, tras 21 años de encarcelamiento luego de su secuestro llevado a cabo en desprecio de las convenciones internacionales de los derechos humanos. Hoy más que nunca, reconociendo el rol clave que Abdullah Öcalan ha jugado y sigue jugando en la búsqueda de una solución pacífica a la cuestión kurda exigimos su libertad así como la de todas las presas y presos políticos en Turquía.

• En un contexto de más de 900.000 desplazados y millones de muertos por la guerra, denunciamos la invasión turca en Rojava, Kurdistán y el rol de la dictatorial Turquía sobre el control de los flujos migratorios, como lo vimos en la frontera turco-siria y griego-turca. En el marco de una grave escalada nacionalista de cierre de fronteras, estamos enfrente de una situación que condena a la muerte a cualquier persona que huya de la guerra en curso por ausencia de agua, por hambre o por contagio de Covid-19.

• Denunciamos que frente a los llamados de la ONU de cese al fuego en el Norte Siria, aceptados por las unidades de autodefensa confederadas en las Fuerzas Democráticas Sirias así como por las YPG (Unidades de Defensa del Pueblo) y las YPJ (Unidades de Defensa de las Mujeres), Turquía continúa bombardeando las aldeas de Rojava. Mientras que un Tribunal Internacional contra los crímenes del Estado Islámico se está estableciendo en la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, los ataques incesantes de Turquía, en complicidad con la Unión Europea y otras organizaciones internacionales, provocan la reorganización del Estado Islámico como fuerza de desestabilización de Medio Oriente y peligro para el mundo. En este sentido llamamos con urgencia al cese al fuego en Rojava, en el Norte y Este de Siria.

• Condenamos la crisis sanitaria provocada por los bombardeos y los cortes de agua de Turquía hacia Rojava y la irresponsabilidad por parte de los distintos Estados y organizaciones multilaterales como la ONU y la OMS, que actúan por la conservación de la economía dominante por encima de la de la vida. Por el contrario, tomamos como ejemplos los procesos autónomos y comunitarios desde México hasta Rojava que nos han demostrado que la organización económica tiene que basarse en el beneficio de los pueblos y de la sociedad, y tiene que reorientar las metas productivas en la medida de lo posible para que se garantice el abasto de los materiales y bienes necesarios para afrontar la situación de crisis social, ecológica y económica, que ya existía antes del Covid-19.

• Valoramos el rol de paz entre todas las identidades políticas regionales y reconocemos la auto-organización comunal, ecológica y pacífica de diferentes pueblos dentro de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria y su perspectiva de Confederalismo Democrático como una alternativa intercultural de organización social para la salida del dominio de vida de la modernidad capitalista y de la mentalidad patriarcal. Esta alternativa se basa en la democracia directa y pone la defensa del Planeta como primer eje en el respeto de la Madre Tierra. Asimismo, la consideramos como una de las únicas vías democráticas de salida al conflicto generado en Medio Oriente por una guerra de poder global.

• Llamamos a repensar desde contextos políticos y sociales diferentes al sistema dominante y tomando en cuenta el camino de los pueblos originarios tanto en Rojava como en México, Centro y Sudamérica, estrategias para la implementación de una salud comunitaria basada antes que nada sobre la autonomía, la prevención social y la educación más allá de las medidas estatales represivas y centralizadoras. Necesitamos más que nunca poner al centro, fuera de la urbanización individualista y del industrialismo, la práctica de “volver a la Tierra, a la Naturaleza” y al cuidado del Planeta. En Rojava, en una fase histórica de resistencia frente a la guerra, aún en situación de pandemia global, se da prioridad a repoblar aldeas rurales, a la reforestación, al cultivo diversificado y otras actividades de trabajo comunitario y se reflexiona sobre el sentido de las palabras “autodefensa”, “salud” y “comunidad”. Este ejemplo nos convoca en cualquier lugar del mundo al potenciamiento sistemático y creativo de la solidaridad en el campo del auto-gobierno, de la salud, de la autodefensa y de las redes de economía autogestivas.

Como la autonomía zapatista, la revolución de Rojava ha creado un parteaguas en el curso histórico, mostrado siempre la posibilidad de una salida alternativa a lo que se pretende imponer desde el dividirnos. Por eso, en esta coyuntura nos resuenan las palabras de las comunidades autónomas en Chiapas que nos invitan a “no perder el contacto humano, sino a cambiar temporalmente las formas para sabernos compañeras, compañeros, compañeroas, hermanas, hermanos, hermanoas.”

Actuando dentro de esta contingencia, potenciando nuestras conexiones ante el ataque capitalista y patriarcal de los bombardeos de Turquía hacia Rojava, las personas y organizaciones firmantes de este pronunciamiento reiteramos nuestra solidaridad con la lucha de las mujeres kurdas y de los otros pueblos del norte de Siria, porque hoy y siempre ¡defender Rojava significa defender la vida, la naturaleza y la humanidad!

¡Viva la Revolución en Rojava!
¡Viva la resistencia de los pueblos en el mundo!

Contactos:
Mail: kurdistan_mx@riseup.net / kurdistansolidaridadmx@gmail.com
Fb: Comité en Solidaridad por Kurdistán – CDMX