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El rapero TíoBad luchó por la lengua mixe-popoluca, propia de su pueblo Sayula de Alemán, y denunció a través del arte el despojo en su territorio por el fracking, el narco estado en Veracruz, los asesinatos a periodistas y el desplazamiento de su lengua. Este martes, fue hallado, asesinado.

Texto y fotos por Daliri Oropeza

Lengua enredada es mi dialecto,
janga yoshuatray Camnik
jemna nipatkajej townik
nikƗrysh dios nikakminga jujnik
nik jej tan agitkap mokuij. 

vamos a trabajar a la milpa
a encontrarnos en el camino
agradecerle a dios porque hubo lluvia
porque gracias a eso tenemos maíz.
Canción “Marap”,
Composición: TíoBad
Interpretación: Colectivo Altepee ft. Sector 145

Josué Bernardo Marcial Santos, TíoBad, hacía rap en sayulteca, lengua que, como todas las lenguas originarias en México, ha sido inferiorizada, silenciada, desplazada. Se dio cuenta que sólo “los viejos” la hablaban. Los jóvenes ya no. Vio todo lo que su comunidad está perdiendo con el desplazamiento de la lengua.

¿Quién ha escuchado hablar de la sayulteca, mixe-popoluca, popoluca de Sayula o Tɨkmay? Él la hizo resonar en cuantos escenarios pudo.

Recuperó el tono en el que tocan la jarana los originarios de Sayula de Alemán, donde sólo los abuelos versaban. Tío Bad logró forjar un nutrido grupo de niños y jóvenes interesados en aprender y replicar a través de la jarana la cultura popoluca de Sayula.

Su rap estuvo abanderado por la reforestación de la lengua sayulteca o mixe-popoluca. Él mismo comenzó a hablar la lengua al preguntarle a sus abuelas.

Pasaba horas sentado en el patio lleno de árboles y flores; les preguntaba palabras para hacer sus composiciones de rap, que después se convirtieron en versos. Aprendió a hablar la lengua que le negaron para poner en la conciencia de las personas que lo escuchasen que su pueblo existe.

A Josué Marcial Santos, TíoBad, cuyo apodo de rapero sayulteca era por el amor que tenía a sus tres sobrinas, se consideraba a sí mismo indígena. Lo llevaba tatuado en la piel.

Usaba gorra bombacha, de equipos béisbol. Su favorita tiene el logotipo de los Yankees, el equipo del Bronx de Nueva York: es azul rey y la compró en una gira jaranera por Estados Unidos. En Sayula le servía muy bien por el abundante sol. También le servía para identificarse entre los diferentes grupos de jóvenes. Con sus pantalones amplios, se identificaba con la cultura del hip hop y con ella del rap.

TíoBad se dedicó a transmitir la música tradicional de Sayula en un grupo que formó con otros amigos, llamado Tzump tuuj (gotas de lluvia en sayulteca).


TíoBad toca jarana en el fandango tradicional de Chacalapa. Foto: Daliri Oropeza.

En los últimos meses, el gobierno municipal insistía para que este grupo fuera a las fiestas patronales a presentarse. Se volvió un referente del rescate y la enseñanza popular de la jarana, la cual está ligado a las tradiciones organizativas de los pueblos originarios de la región con base en la mayordomías.

“El fandango es la organización más antigua del pueblo para agradecer o para pedir agua, lluvia para la siembra. Es: desde quién mata al cochino, quién pone la carpa, quién hace los tamales, quién pone las sillas… Todo eso es el fandango, la forma de organización de un pueblo. Cosa que ahora los pueblos han perdido”, dijo en una exposición frente a jóvenes que participan en el Congreso Nacional Indígena.

Participó activamente en el Colectivo Altepee, cuyo eje es la música tradicional de cuerdas, como motivo de participación política, social y comunitaria para personas jóvenes. Quienes integran el colectivo dan y reciben talleres de Música de cuerdas, de Creación de instrumentos, de Audio, de Video, hasta de Rap, lo cual lo vuelve una opción para jóvenes en una zona violenta.

TíoBad fue delegado de su pueblo ante el Congreso Nacional Indígena. Vivió de cerca procesos organizativos que le hicieron ser consiente de las imposiciones y amenazas que ha vivido el pueblo popoluca por cientos de años.

Además, el Tío conocía y trabajó por muchos años la técnica milenaria del nixtamal, la cual consiste en convertir el maíz en masa. Repartía más de 60 kilos al día en su pueblo. Él se rebeló ante las cifras de migración de jóvenes de Sayula. Por eso trabajaba lo propio de la región, más enfocado en los últimos años a la siembra y procesamiento del cacao. Con eso subsistía.


Tíobad preparando el fogón para cocer el maíz en el nixtamal. Foto:Daliri Oropeza.

La violencia en el pueblo del TíoBad

Sayula es un pueblo con un grave desgarramiento social, en el cual siempre juega la aspiración a la vida citadina y la marginación. Esta última es derivada de la concentración de actividad económica del puerto petrolero de Coatzacoalcos. A Sayula la divide la carretera transistmica por donde pasa todo de puerto a puerto (Salina Cruz). En suma, es un pueblo fuertemente golpeado por el narcotráfico, donde desde 2013 se incrementó la disputa por el territorio entre carteles. Pareciera que a los jóvenes de esta región les queda migrar o formar fila con el crimen.

El Pueblo de TíoBad está en la parte más estrecha del país, en la parte del Istmo Veracruzano que colinda con la zona del Istmo de Tehuantepec de Oaxaca. Su Pueblo está en la mera línea divisoria con Oaxaca, aunque del lado de Veracruz.

El ambiente de inseguridad se refuerza cotidianamente en la región. Esto, con el periódico que vende sus ejemplares de calle en calle. Se anuncia por medio de una bocina de alto alcance sobre una moto. El hombre que la conduce va encapuchado. Así, de manera sonora, va por todos los barrios anunciando asesinatos, muertes, robos. Como si todo ocurriera de manera cercana, gritan los asesinatos en la región, pero no especifican dónde.

En ese contexto ocurrió su propio asesinato. A TíoBad, primero lo desaparecieron y pidieron recompensa por él a modo de secuestro. Después lo asesinaron y abandonaron su cuerpo en la carretera.

Colectividades 

Con el Colectivo Altepee, TíoBad tuvo un acercamiento con su propia identidad indígena, que potenció el arte, la música de cuerdas y el uso de las jaranas en celebraciones tradicionales de los pueblos del sur de Veracruz donde era muy solicitado para ir a interpretar a cuantas fiestas, reuniones, homenajes o fandangos hubiese.

Así conoció toda la región istmeña.

El disfrutaba de aprender y enseñar las afinaciones y los versos. Fue una persona que siempre le tendió la mano a quien lo necesitara.


Taller de Rap en Acayucan, impartido por TíoBad. Foto: Daliri Oropeza.

TíoBad comenzó a cantar rap en la plaza pública central de la cabecera de Sayula. Era el rapero más joven. La mayoría tenía más de 15, él apenas cumplía 12. Se convirtieron en un crew o grupo de rap llamado Sector 145. En ese camino conoció al Colectivo Altepee, después de un taller de rap impartido por Mare Advertencia Lírika en Acayucan, la ciudad más cercana de Sayula, con quienes compartió sus creaciones y proyectos. Con este Colectivo, dedicado a la procuración de la música tradicional de cuerdas del sur de Veracruz, viajó por México y Estados Unidos. Él asegura que “el Hip Hop me ha cambiado la vida, y me salvó de la delincuencia”.

En su pueblo siempre fue estigmatizado como el “pacheco”, pues para explorar su creatividad hizo uso de la mariguana.

Las formas de narrar y compartir la emancipación, con la simpleza de un beat que guía o reta tu ritmo, el rap de TíoBad se convirtió en expresión emergente en espacios públicos o de concurrencias. Así es como llegó a los gustos de la juventud en su pueblo y en la mestizocracia. Con el mensaje de sus canciones, el Tío posibilitó la reconstitución de los pueblos indígenas, tanto en el propio y como donde fuera que cantara. Tuvo muy presente las exigencias del EZLN, el CNI; de estos temas siempre fue curioso. Leyó completos los Acuerdos de San Andrés y los comunicados del zapatismo derivados. En la vida de TíoBad fue primero el rap, hacer rimas, hacer un crew, y después darle voz a la protesta. Como en el origen del Hip Hop en El Bronx.

Siempre andaba cantando en voz alta en las calles serpenteadas de su pueblo.

“Nosotros con la música tratamos de que tener esos valores, unir a la gente más que nada, para que de ahí, lleguemos a ser la defensa del territorio, informar a la gente, eso es nuestro trabajo”.

TíoBad.

A TíoBad, entonces, le tocó vivir de cerca la preocupación por la existencia de los pueblos indígenas de México, le tocó participar en la discusión, por eso se presentaba como popoluca de Sayula. Cómo valorar. Cómo hacer que no se olvide la lengua, se preguntaba.

El Tío colocó temas en los que concuerdan con las comunidades que participan, como lo es el fracking (Fractura hidráulica en lengua inglesa), mensaje que fuertemente se coloca en las y los jóvenes porque el con el rap es más fácilmente transmisible, pues no es aburrido, En estos espacios el tema de la lengua sayulteca estuvo siempre presente.

“Allá en Veracruz, la violencia nos está acabando, también los megaproyectos, dijimos, ¿cómo le hacemos frente a eso con la música?… ahí está el rap, te lo describe así, muy directo y como decía el compañero y lo que hacía con el dominio pleno, se deshace el ejido y compran a la gente para hacer fracking, 224 pozos, y vienen más, es preocupante porque la gente no sabe, la televisión, el diario, el radio no habla de eso, y dijimos, pues hay que hacer una rola del fracking para que la gente sepa qué es”, dijo en un encuentro del CNI en Chilpancingo.

Esta es la canción que compuso contra el fracking, por la cual lo censuraron y corrieron de la Escuela Secundaria Técnica de Sayula:

Fracking, palabra que va a conocer el pueblo
Fracking es abrir la tierra para acercarnos al infierno
y si no me equivoco un proyecto de gringos locos
y si no me equivoco un proyecto de gringos locos
que ya tienen al planeta tan caliente como un foco
No te lo dijeron, no te lo comentaron
quieren nuestro petróleo porque el suyo se lo acabaron,
consumen tanto, pues nunca se imaginaron
que se les iba a acabar, solo porque tienen el baro
2010, geofísica, tucu tu tu tum tum, se que escuchan explosiones
estaban empezando, eran exploraciones,
tres meses después y ¡que se vienen los temblores!
Pónganse a pensar, eso apenas es el comienzo
no somos mensos y nos pusimos a investigar y vimos que…
al pueblo nunca se le ha hecho un consenso y
en México esta práctica la están por licitar,
El Estado involucrado dispuestos a tratar
unas tierras a las cual no las habido el trabajo
para enamorar gran dinero te han de dar
pero no quieren tu terreno, quieren lo que hay debajo
debajo
hay oro negro, y lo quieren a costa de todo
no importa que nos vean revolcados en el lodo
o que todititos nuestros paisanos quedemos muertos
Fracking es fractura hidráulica y quieren fracturar la tierra
es por eso que con gráfica decidimos hacerles la guerra
gases que se fugan por las grietas nos contaminan el aire,
es por eso que con métrica explicamos lo que no te explica nadie
750 sustancias químicas contaminan el agua,
es por eso que con lírica defendemos lo que más hace falta
Fracking es fractura hidráulica y quieren fracturar la tierra
es por eso que mediante el Hip Hop venimos a ponerte alerta
Analizando nos preguntamos ¿Cómo carajo
van a perforar la tierra 3 mil metros para abajo?
11 mil pozos asignados a Veracruz,
esa cifra la hizo decir ¡Jesús!
Y es que por pozo, se necesitan dos hectáreas,
¿acaso todas esas tierras serán necesarias?
llevando la vida diaria, poquito a poquito
pues por pozo se ocuparán 29 millones de litros
de agua y de agua sufrimos un desbasto
los ríos se están secando, no creas que es un mito,
todos debajo se contaminarán los mantos friáticos
y por arriba se prenderá el agua que sale por tu grifo,
Compañero te soy sincero, la verdad no sé si me explico…
lo único seguro es que nuestro futuro está en manos de unos cuantos ricos…
pero todo eso cambia si nos informamos,
pero todo eso cambia si nos organizamos,
pero todo eso cambia si como pueblos nos juntamos.

Esta es una canción que denuncia el narcogobierno de Javier Duarte en Veracruz: