Asesinan al defensor indígena Marcos Aguilar Rojas y hieren a su compañero Gabriel Aguilar en ataque armado en San Lorenzo Azqueltán
La comunidad indígena de San Lorenzo Azqueltán, en Villa Guerrero, Jalisco, denunció un nuevo ataque armado en el predio comunal El Caracol. Marcos Aguilar Rojas fue asesinado y Gabriel Aguilar resultó herido mientras realizaban labores comunitarias. Organizaciones exigen protección urgente y justicia para la comunidad tepehuana–wixárika.
Por Mario Marlo | Somos el Medio
Ciudad de México, 27 de noviembre de 2025.— La Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas, Todos y Todes” (Red TDT) informó que el 26 de noviembre se registró un ataque armado en el predio comunal El Caracol, en la comunidad indígena de San Lorenzo Azqueltán, municipio de Villa Guerrero, Jalisco. El hecho dejó como saldo el asesinato de Marcos Aguilar Rojas y heridas de gravedad en su familiar y compañero de comunidad, Gabriel Aguilar Rojas.
De acuerdo con testimonios, ambos comuneros se encontraban retirando ganado que había invadido territorio comunal cuando fueron atacados a balazos. Las personas responsables fueron identificadas como parte de un grupo que ha mantenido conflictos con la comunidad por la posesión del predio. Marcos murió en el lugar y Gabriel fue trasladado para recibir atención médica urgente.

El ataque se registró en El Caracol, un predio comunal que la comunidad ha defendido colectivamente durante décadas ante múltiples intentos de despojo. Azqueltán sostiene un proceso de autonomía y un sistema propio de justicia y seguridad que, pese a su reconocimiento oficial, ha sido reiteradamente vulnerado por agresiones armadas, amenazas y la invasión ganadera realizada por actores externos.
La Red TDT y la Asociación Jalisciense de Apoyo a los Grupos Indígenas (AJAGI) señalaron que estos hechos forman parte de un patrón prolongado de violencia contra la comunidad tepehuana–wixárika. Enfatizaron que el Estado mexicano debe garantizar la vida de las personas defensoras del territorio y asumir su responsabilidad en la protección del pueblo de Azqueltán, que enfrenta un riesgo permanente.
Las organizaciones demandaron que las autoridades del estado de Jalisco investiguen los hechos de manera inmediata y sancionen penalmente a los perpetradores. También insistieron en que se brinde atención médica especializada a Gabriel Aguilar y que el cuerpo de Marcos Aguilar sea entregado dignamente a su familia. Asimismo, exigieron medidas colectivas de protección y acciones concretas que avancen hacia el reconocimiento y titulación definitiva de los bienes comunales.
San Lorenzo Azqueltán es una comunidad indígena conformada por pueblos tepehuanos y wixáritari que habitan el territorio desde tiempos ancestrales. Con base en un título virreinal de 1733, la comunidad reclama la restitución de 45 mil hectáreas que les pertenecen. Durante más de dos siglos han enfrentado procesos de invasión de tierras, presencia de ganaderos mestizos, amenazas, violencia y desapariciones.

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El problema se agravó con la creación de ejidos que fragmentaron el territorio comunal y permitieron el avance de actores que buscaron apropiarse de las tierras. Sin embargo, la comunidad ha sostenido su proceso organizativo y en 2013 declaró su autonomía, reconocimiento que fue validado por el Estado de Jalisco en 2015. Desde entonces, tepehuanos y wixáritari han reforzado la defensa de su territorio y sus prácticas culturales.
El asesinato de Marcos Aguilar Rojas y la agresión contra Gabriel Aguilar representan un nuevo episodio de violencia en una larga historia de despojo. Las organizaciones alertan que la situación exige una intervención urgente y eficaz para evitar nuevas agresiones y garantizar la integridad de la comunidad.
The National Indigenous Congress denounces the murder of Marcos Aguilar Rojas, from the Indigenous community of San Lorenzo de Azqueltán
November 26, 2025
We denounce with indignation, rage, and deep concern the murder of our comrade Marcos Aguilar Rojas, agrarian representative of the community of San Lorenzo de Azqueltán, as well as the gunshot wounds inflicted on his brother Gabriel Aguilar Rojas, delegate of the National Indigenous Congress.
The attack was carried out on November 26, 2025, by the assailants Esteban Aguilar Herrera, Manuel Aguilar Herrera, José Aguilar Herrera, Victor Hugo Pérez, Favio Flores Sánchez, and Abraham Pérez, all of whom are linked to the local caciques–or political bosses–and small landowners of the municipality of Villa Guerrero, Jalisco. They fled in a gray car toward either Villa Guerrero or Mezquitic.
The cowardly attack occurred on the communal land of El Caracol, a territory that the Azqueltán community has collectively defended against previous attempts at dispossession by these same individuals, who have acted under the protection of the systematic impunity granted to them by the Jalisco State Judiciary and Prosecutor’s Office. These institutions have repeatedly protected those who violate, threaten, and attack the Indigenous community, deepening the violence through their omission, silence, and complicity.
We hold the federal government responsible for denying agrarian recognition to the Indigenous community of Azqueltán; the government of the state of Jalisco for the impunity it guarantees to the criminals who have historically attacked the community; and we hold directly responsible the murderers Manuel and Esteban Aguilar Herrera and Victor Hugo Pérez, whose acts form part of a permanent strategy of dispossession and aggression against native peoples.
Today, as the National Indigenous Congress, we declare loud and clear: the violence against Azqueltán is not an isolated incident, but part of a national pattern in which power—whether governmental, economic, or criminal—attacks Indigenous communities when they defend their territory and their lives. We will not accept that the murder of our comrade goes unpunished, nor will we allow the dignity of Azqueltán to be trampled upon by the interests of local bosses, corporations, governments, or organized crime.
We demand full justice, immediate punishment for those materially and intellectually responsible, and a real guarantee of security for the community of San Lorenzo de Azqueltán.
From the rage and pain that we make our own, we embrace the community and its family.
Never again a Mexico without us!
National Indigenous Congress






