Presos
Wallmapu on alert: hunger strikes and racist attacks
By Asamblea Anarquista del Biobío (Biobío Anarchist Assembly) | Radio Kurruf
The so-called “Mapuche conflict” ongoing in Wallmapu (Mapuche territory in southern Chile) is nothing but a term that represents how the political forces have historically monopolized the discourse. However, this isn’t new. In the 19th century, when the Chilean State was born, these forces spoke of “pacification of the Araucanía”, same happened when the Inca and Spanish imperialisms arrived declaring war. The occupation of Mapuche territory is not limited to wars only, it also has implied a civilizational clash between hierarchical-authoritarian cultural forms, such as the imperialist ones, and non-state-federative forms, such as those practiced by the Mapuche communities. According to the traditions in the West, the founding act of the Chilean State is based on the centralization of power in a «race», an official language and a specific territory. The expansion of the rule of law has led to the reduction and division of Mapuche territory, together with the patriarchal culturalization and the establishment of capitalist social relations, which historically determined the peasantization of the communities and the Mapuche proletariazation in the cities.
The process of Mapuche cultural revitalization and the struggle for land, which has been going on since the 1990s, has had as a response tougher sentences from the judiciary, frame-ups, militarization and deaths. The current episode shows us the inconsistencies of the rule of law, as the 27 Mapuche political prisoners, including their leader Machi Celestino Cordova, are asking the government to comply with the protection of rights that the state promised to guarantee through ILO Convention 169. To make themselves heard, they have resorted to endless hunger strikes that put their lives in danger.
(Español) Continúa huelga de hambre de presos políticos Mapuche
Rodrigo Curipan tras reunión con Larraín:
«No se pudo destrabar la huelga por intransigencia del gobierno»
El Ministro de Justicia viajó el miércoles 26 de agosto a Collipulli para reunirse con las vocerías de los presos políticos Mapuche en huelga de hambre. Se avanzó en la voluntad de crear una mesa bilateral de alto nivel político para normar y reglamentar el Convenio 169, pero se negaron las modificaciones en las medidas cautelares de los presos políticos mapuche, por lo que continúan las huelgas secas y líquidas en las cárceles de Angol, Temuco y Lebu.
“No se pudo destrabar la huelga por intransigencia del gobierno. Nos encontramos con un ministro que tuvo poca maniobrabilidad política”, señaló Rodrigo Curipan, vocero de los ocho presos políticos de Angol, tras la segunda reunión sostenida con el Ministro Larraín en los más de 115 días de huelga de hambre de los presos políticos, que esta semana sumaron el ayuno hídrico a su protesta, seguidos por los once presos mapuche en Lebu.
La propuesta de los huelguistas fue entregada en la primera reunión, sostenida el 9 de agosto. “Hoy lo que esperábamos eran respuestas”, dijo Curipan, recordando que el propósito principal de la huelga es la aplicación del Convenio 169 de la OIT, en particular sus artículos 8, 9 y 10 referidas a la sanción diferenciada en materias penales para las personas pertenecientes a pueblos originarios y cuyo artículo 10.2 señala: “Deberá darse la preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento”.
“Estamos pidiendo al Estado que cumpla la igualdad ante la ley. Hoy vemos
a carabineros que mataron a mapuche y están en arresto domiciliario
esperando un juicio”, señaló Curipan haciendo referencia a los imputados por el crimen de Alex Lemun y Camilo Catrillanca, recordando además que hay 13 mil internos en Chile cuyas medidas cautelares y condenas fueron cambiadas, permitiéndoles estar en sus hogares con sus familias, “pero cuando se trata de mapuche se trata de manera discriminatoria, se dilata, se burocratiza”.
Si bien la vocería identificó un avance en la voluntad del gobierno para formar una mesa de trabajo que estandarice la aplicación del Convenio 169, señalan que “antes es necesario salir de la huelga de hambre y para ello primero es necesario abordar cómo se resuelve la situación de quienes están en prisión preventiva y también de quienes están en condición de condenados para ser trasladados a un CET” (Centro de Estudios y Trabajo), todo esto dentro de lo que entiende el convenio internacional suscrito por Chile y vigente desde el 2009.