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Campaña Popular contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas

(Español) Campaña Popular se reúne con Embajadora de Suecia

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Comunicado de Prensa
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas; 17 de marzo de 2018.

La Campaña Popular contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas se reúne con Embajadora de Suecia.

  • Violencia feminicida, desplazamiento forzado, militarización, migración, situación de las mujeres indígenas, niñas, niños, adolescentes y feminicidios temas de la agenda.

El pasado martes 13 de marzo de 2018 en la Ciudad de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, integrantes de la Campaña Popular Contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas (Campaña Popular) sostuvieron una reunión con la Embajadora de Suecia en México, la Sra. Annika Thunborg, en el marco del Encuentro de Personas Defensoras de Derechos Humanos en Chiapas.

La organización internacional de acompañamiento a personas defensoras SweFor (Movimiento Sueco por la Reconciliación), como preámbulo, mencionó el interés del gobierno sueco por conocer la situación actual de los derechos humanos de las mujeres y la violencia feminicida en México, trayendo a la memoria la impunidad en que se mantiene el asesinato de la Defensora Digna Ochoa perpetrado en el año 2001 en la Ciudad de México.

Durante el encuentro, las organizaciones participantes denunciaron la existencia de un contexto  histórico, persistente y sistemático de violación a los derechos humanos de mujeres, niñas, adolescentes, indígenas y migrantes en Chiapas. Se hizo especial énfasis en el recrudecimiento de la violencia hacia las mujeres, la conflictividad social y la división comunitaria ante la coyuntura electoral.

La Campaña Popular precisó que a más de un año de haberse declarado la Alerta de Violencia de Género las acciones implementadas por el Gobierno de Chiapas tienen un carácter publicitario, manipulador y de uso de las mujeres a través de los programas asistencialistas (ej. PROSPERA, Salario Rosa) y de los partidos políticos, que encubren la grave omisión del Estado Mexicano a su deber de atender, prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres.

El Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa refirió que las acciones estatales han sido una burla para la lucha contra la violencia hacia las mujeres, ejemplo de ello fue la rodada ciclística realizada el pasado 8 de marzo en la Ciudad de Tonalá, organizada por el Ayuntamiento para “evitar más agresiones a mujeres”, sin que ello trascienda a garantizar acceso a la justicia para las personas denunciantes que refieren que las carpetas de investigación contienen crímenes en impunidad.

Ana Isabel Nigenda Cervantes, de Formación y Capacitación A.C., también denunció la grave situación que enfrentan las mujeres y niñas en el contexto de movilidad humana, quienes se insertan en contextos que vulneran no solo sus derechos sino su dignidad humana, son constantemente víctimas de la violencia estructural, que se presenta en forma de servidumbre, trata de personas, trabajos forzados, tortura y tratos crueles e inhumanos, explotación y violencia sexual, embarazos no deseados, secuestros, extorsiones, desapariciones forzadas, violencia intrafamiliar y feminicidios, por parte de grupos delictivos, sumado al abuso de las autoridades mexicanas civiles y militares. En Chiapas existe incluso una Fiscalía Especializada para personas Migrantes y otra especializada contra la Trata de Personas y ninguna de estas es funcional pese a que estamos en un estado fronterizo en donde las denuncias por trata y abuso a personas migrantes es una constante que documentamos las organizaciones defensoras de derechos humanos.

Jennifer Haza de la organización Melel Xojobal, expusó el contexto de violencia por la que atraviesan niñas y adolescentes, ya que desde 2011 a la fecha se han registrado 47 feminicidios de niñas y adolescentes por su condición de género, de igual forma mencionó que en Chiapas un 44% de mujeres de 15 años o más han experimentado algún tipo de violencia.

Gloria Flores y Julieta Gómez del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, AC, denunciaron que la situación de violencia cultural que viven las mujeres indígenas y campesinas fue otro de las temáticas que, de manera atenta, escuchó la Embajadora Thunborg, sobre la cual el Gobierno de Chiapas ha demostrado su falta de interés y capacidad para abordar con políticas adecuadas la transformación de las prácticas culturales que las discriminan, así como la generación de acciones que les garanticen el acceso a la justicia y combatan la constante impunidad de la violencia feminicida y los feminicidios que se han registrado en las comunidades de la Entidad. El no tener acceso a la justicia las hace más vulnerables y deciden no denunciar porque las revictimizan.

Karla Aguilar Herreros, de la Organización Agua y Vida: Mujeres, Derechos y Ambiente A.C., compartió la omisión del Estado a su deber de garantizar a las mujeres el acceso al agua potable y a servicios de salud de calidad. Lo que ha generado el incremento de muertes maternas, tracoma y diabetes. En este sentido, San Cristóbal de Las Casas, Bejucal de Ocampo, y El Porvenir son los municipios con más alto índice de muerte materna. También denunció que en todo Chiapas existe una falta de infraestructura hospitalaria significativa que se refleja en el funcionamiento de únicamente dos bancos de sangre (Tapachula y Tuxtla Gutiérrez) para toda la Entidad. El Colectivo, de igual manera, hizo hincapié en las violaciones sexuales a mujeres en el trayecto de su casa al ojo de agua.

Susana Montes, del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, AC alertó sobre las consecuencias que la militarización genera en la vida de las mujeres y sus comunidades, situación que debe atenderse ante la posible aplicación de la Ley de Seguridad Interior. Además Chiapas ha vivido la violencia que la incursión militar en los territorios conlleva: desaparición forzada, desplazamientos, ejecuciones extrajudiciales, violaciones, aumentos de embarazos e hijos sin padres, etc.

Mercedes Ozuna de Semilla del Sur denunció la falta de atención a las 1329 personas desplazadas en el municipio de Chalchihuitan, Chiapas, a quienes el Gobierno de Chiapas ha dejado de suministrar alimentos y atención médica a pesar del compromiso que adquirió ante organismos internacionales de defensa de los derechos humanos, entre ellos, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas.

Martha Figuera, de COLEM, expusó que en períodos electorales los feminicidios aumentan, que si bien el Gobierno de Chiapas se ha comprometido a atender la problemática, las acciones han sido insuficientes y solicitó a la Embajadora transmitiera esta información al Gobierno de Suecia para que se pronuncié respecto del incumplimiento del Estado Mexicano a su deber de garantizar los derechos humanos específicamente de las mujeres y niñas.

Las participaciones terminaron con la palabra de dos personas desplazadas del Municipio de  Chalchihuitan, quienes narraron la situación de desplazamiento forzado a causa de grupos civiles armados y las condiciones actuales en las que viven tras el olvido institucional.

El encuentro finalizó con una ronda de preguntas por parte de la Embajadora, quien mostró interés en cada una de las participaciones de las integrantes de la Campaña Popular.

¡No más violencia contra las mujeres!

Atentamente:
Campaña Popular contra la Violencia hacia las Mujeres y el Feminicidio en Chiapas

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Radio Zapatista, Subversiones y La Tinta

(Español) “Ven, mírale, organízate, resiste”

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Cobertura Colaborativa del Primer Ecuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan. Chiapas, México, Marzo 2018

Por Radio Zapatista, Subversiones y La Tinta

El fuego de la palabra que nos incendia
Las luces de nuestras ancestras que nos guían
El latir de  tambores que resuenan en los huesos
Y la danza de mujeres-bosque,

Mujeres-monte
Un solo cuerpo hecho abrazo que
construye un mundo hecho de muchos mundos
(diferentes espacios-tiempos-modos bailan)

El sol bendice rituales de sanación
Y las carcajadas colectivas
Resuenan entre las montañas
Arte en palabra, en color, en sonido,
en movimiento, en miradas

Un espacio seguro, donde hay libertad y dignidad
Presencia honesta de muchas voces originarias y guerreras
Agitándose y en sincronía
Un niño dice que parece una película
Y una obra representa nuestras opresiones

Una niña duerme al cuidado colectivo,
mientras su madre busca café zapatista
Y el maíz nativo como alimento,


Identidad

Historia
Resistencia
Territorio
Raíz de nuestros saberes
Y una mujer diciendo: “Acá podríamos vivir todas”

Un sello en la unidad de nuestras rebeldías,

un acuerdo por vivir, y un grito colectivo

“No tenemos miedo”

 

radio
NotiFrayba

(Español) NotiFrayba: Desplazadas de Chalchihuitán y Chenalhó en riesgo a la vida y seguridad

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Foto: C’ananlumtik, febrero de 2018. Danny Alveal Aravena

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos urge al Estado mexicano garantizar los derechos de comunidades en desplazamiento forzado e implemente acciones eficaces ante el riesgo a la vida, seguridad e integridad personal, en los municipios de Chalchihuitán y Chenalhó, Chiapas, México.

En la resolución 15/2018, emitida el 24 de febrero de 2018 y dada a conocer el 5 de marzo, se informa de la medida cautelar No. 882-17 otorgada a intregantes del pueblo tsotsil que se desplazaron desde noviembre de 2017. La CIDH solicita al Estado Mexicano realice acciones de investigación ya que la situación de violencia por agresiones, hostigamientos y amenazas por parte de grupos civiles armados ha generado una crisis humanitaria y el riesgo continúa.

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Cobertura Colaborativa Radio Zapatista, Subversiones y La Tinta

(Español) Una constelación de luchas en tierras zapatistas

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Una constelación de luchas en tierras zapatistas

Crónica y reflexiones tras el “Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural  de Mujeres que luchan”.

(…) tal vez, cuando ya acabe el encuentro, cuando regresen a sus mundos, a sus tiempos, a sus modos, alguien les pregunte si sacaron algún acuerdo. Porque eran muchos pensamientos diferentes los que llegaron en estas tierras zapatistas. Tal vez entonces ustedes responden que no. O tal vez responden que sí, que sí hicimos un acuerdo. Y tal vez, cuando les pregunten cuál fue el acuerdo, ustedes digan acordamos vivir, y como para nosotras vivir es luchar, pues acordamos luchar cada quien según su modo, su lugar y su tiempo.

(Discurso de apertura. Compañera Érika)

Cobertura colaborativa realizada por Radio Zapatista, Subversiones y La Tinta

Caracol IV, Torbellino de Nuestras Palabras. Morelia, Chiapas. Allí donde las estrellas brillan más, allí donde el territorio es más libre, allí donde las mujeres zapatistas abrieron su casa para recibir a miles de mujeres de todas partes del mundo. Algunas tardamos horas en llegar, otras días. Muchas conocíamos la historia del zapatismo y la rebeldía de sus mujeres, algunas sabíamos de la importancia de la Ley Revolucionaria de Mujeres para las comunidades indígenas y otras apenas habíamos escuchado hablar de un Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el sureste mexicano.

Mientras el Paro Internacional de Mujeres hacía que miles de compañeras alrededor del mundo suspendieran sus tareas y salieran a marchar por las calles de sus ciudades, otras miles asistíamos al llamado de las zapatistas. Llegar no fue fácil. Muchas no pudieron estar. Todas convocadas por una misma consigna: ser mujeres que luchamos.

Fueron tres días, del 8 al 10 de marzo, en que nos regalamos alegrías, miradas, palabras, bailes, poesías, pinturas y “cosas raras”, dirían las mujeres zapatistas. Un fragmento de tiempo nos condensó en una misma latitud. Cada una con sus sentires y sus luchas viajó hasta allí y entregó sus dolores, sus sonrisas, su fuerza de ser mujer en cánticos y consignas que retumbaban en los corazones de quienes  estábamos. Y se replicaban por el bosque que nos rodeaba hasta insospechados rincones del planeta. Tuvimos una certeza: desde distintas latitudes, todas juntas esos días, hicimos temblar el mundo.

Las zapatistas eligieron el Día Internacional de la Mujer que lucha para inaugurar el Primer Encuentro Internacional, Político, Artístico, Deportivo y Cultural de Mujeres que Luchan, en “17 de Noviembre”, uno de los tres Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas del Caracol IV “Torbellino de Nuestras Palabras” de la localidad de Morelia (que coexiste con la demarcación oficial correspondiente a Altamirano) y sede de la Junta de Buen Gobierno “Corazón del Arcoíris de la Esperanza”. Región a la que también denominan “zona Tzotz-Choj” (murciélago-jaguar), en referencia a un antiguo gobernante de la ciudad de Toniná y en la que continúan habitando los pueblos mayas tseltal, tsotsil y tojolabal.

Esta región, al igual que muchas otras de Chiapas y de México, ha sido y es escenario de luchas campesinas y por la defensa de los territorios. En el caso zapatista trascendió la creación de un gobierno propio y la construcción de la autonomía por la vía de los hechos en la que la participación de las mujeres sigue siendo crucial.

El lugar en donde se realizó este encuentro internacional, uno de los más grandes hasta ahora, fue parte de una finca ganadera tomada por bases zapatistas. Este municipio autónomo fue escenario de una de las mayores tomas de tierras tras el levantamiento armado en 1994.

Actualmente, y como pudimos observar tanto en el viaje de ida como de vuelta, el paso de camiones cargados de  madera es constante. Los grandes aserraderos en manos de grupos de poder local del Partido Verde Ecologista son una de las tantas expresiones del saqueo y despojo de bienes comunes naturales en ésta y otras regiones; son parte de los megaproyectos de infraestructura y desarrollo  de los grandes capitales nacionales e internacionales.

¿Será que salió un poco bien?

(…) que dónde duermen, que dónde comen, que dónde se bañan, que dónde van al baño, que el sonido, que la luz, que el agua, que si se enferman, que qué les vamos a decir, que cómo les hablamos, que cómo las escuchamos y miramos.

(Discurso de clausura. Compañera Alejandra)

Las preguntas que se hicieron las compañeras zapatistas durante los meses que tardaron en organizar el encuentro, las tuvieron desveladas y sin hambre durante mucho tiempo, según nos contaron. Organizadas desde abajo y a la izquierda, buscando el acuerdo de las zapatistas de cada una de las comunidades: no fue una tarea fácil, pero lo lograron. Ante esto, las consignas “gracias” y “vivan las zapatistas” fueron de las más coreadas en las cientos de actividades que se realizaron. Gracias a las zapatistas por recibirnos en su territorio. Gracias por procurarnos comida para tres días a más de cinco mil mujeres. Gracias por proveernos agua para beber, para ir al baño, para darnos una ducha. Gracias por las palabras, cada una de las que nos dijeron y cada una de las que escucharon de nuestros decires. Y sobre todo, gracias por esas miradas en las que nos reconocimos a través de paliacates y pasamontañas, rímeles y lentes, pañuelos y sombreros cubriéndonos del sol.

Carolina y Marina son mujeres zapatistas que llegaron desde el Caracol III La Garrucha. Su rol fue el de coordinación en la organización de este evento junto con otras 60 compañeras provenientes de los otros caracoles zapatistas. En una entrevista que les realizamos, nos contaron que se sentían orgullosas, al igual que sus compañeras, de haber podido organizar este Encuentro sin antecedentes en la historia del zapatismo: “es el primero que es sólo para mujeres, se han hecho otros, pero nunca como éste que no se permiten entrar hombres porque este encuentro lo organizan sólo mujeres”.

Nos contaron también que el evento está en marcha desde el mes de julio de 2017, cuando se propusieron realizarlo: “entonces tuvimos muchas reuniones para planearlo. Nos costó trabajo hacerlo, porque nunca habíamos hecho, sí con la ayuda de los hombres, pero en este caso somos puras mujeres quienes organizamos y quienes vimos cómo le hacemos para recibirlas a ustedes”.

Después de la primera reunión en julio, las delegadas llevaron la propuesta de realizar el Encuentro a sus comunidades, donde fueron sólo las mujeres (y cada una de ellas) las que decidieron convocarnos: “se fue hasta los pueblos donde están las compañeras zapatistas. A cada pueblo a preguntar si es que  va a haber este encuentro. Entonces dijeron que sí y fue ahí donde se empezó a planear todo —nos cuentan Carolina y Marina— para organizar este evento que hoy fue muy difícil para nosotras. Nunca antes lo habíamos hecho. Nos costó mucho trabajo porque empezamos a ver que se necesitan muchas cosas y entonces nos tuvimos que preparar para poder hacerlo”.

No sólo las coordinadoras tuvieron tareas antes y durante el Encuentro. Cada una de las mujeres zapatistas que asistió participó activamente de alguna manera en los diferentes trabajos. Así, las insurgentas y milicianas fueron las encargadas de cuidar el lugar para que no ingresaran los hombres. Otras compañeras se ocuparon de la higiene del lugar, otras de conducir los camiones que entraban y salían del predio del Encuentro, ya sea con alimento, o bien, con basura. También hubo médicas y promotoras de salud. Las Tercias Compas ocuparon roles técnicos en el sonido y la luz, también estuvieron encargadas de la comunicación y el registro completo del evento.

El 8 de marzo las zapatistas presentaron sus participaciones, mientras que los días 9 y 10 se realizaron las actividades de las mujeres que veníamos de distintas partes del mundo. Más de dos mil compañeras bases de apoyo zapatistas estuvieron presentes en cada una de las actividades. Al respecto, Carolina y Marina nos explican el trabajo de las bases de apoyo: “verlas a ustedes y también estar en cada actividad que ustedes hacen para que vayan a los pueblos para explicarles qué son las cosas que vieron de ustedes, qué fue lo que presentaron. Porque así somos nosotras, tomamos en cuenta todo lo que vemos y tiene que llegar hasta los pueblos”.

Muchas mujeres zapatistas pusieron el cuerpo en este encuentro durante meses y eso se notó en la gran organización que hubo: cinco comedores, decenas de talleres, conversatorios y proyecciones, partidos de fútbol, voleibol y basquetbol. Cada actividad era multitudinaria y ocurría de manera simultánea con otras: mientras algunas formaban parte de un ritual de sanación alrededor del fuego, otras compañeras miraban una obra de teatro, conversaban sobre las violencias en nuestros cuerpos y nuestros territorios o participaba de un mural colectivo.

Un campamento enorme, dos habitaciones y diversos espacios habitables abrigaron a miles de mujeres del frío húmedo de la noche moreliana. Las compañeras zapatistas contaron con el apoyo de un equipo de mujeres encargadas de responder los correos, realizar los registros, organizar el transporte, los horarios y las actividades previas al encuentro y durante el mismo. En las palabras de clausura, agradecieron su apoyo, así como también el de los compañeros que se quedaron en las comunidades cuidando a las familias, a los animales, las casas, los cuarteles, los campos, pendientes de que “los malos gobiernos” no hicieran nada contra el Encuentro.

Palabras revueltas

(…) vendríamos seis mujeres zapatistas para cada una de ustedes: una pichita (que así les decimos a las que acaban de nacer), una niña, una jóvena, una adulta, una anciana y una finada. Todas mujeres, todas indígenas, todas pobres, todas zapatistas que te abracen fuerte, porque es el único regalo que podemos darte de vuelta.

(Discurso de clausura. Compañera Alejandra)

La insurgenta Érika fue quien leyó el discurso de apertura. Acompañada en el escenario por otras compañeras insurgentas, milicianas y juntas de buen gobierno, comenzó enviándole un abrazo a Eloisa Vega Castro, de las redes de apoyo al Concejo Indígena de Gobierno (CIG), quien murió cuando acompañaba a la delegación del CIG el pasado 14 de febrero.

Nos plantearon que su trabajo iba a ser el de cuidar el lugar para que no ingresaran los hombres: “porque lo sabemos, son mañosos”. Una risa cómplice (como muchas que sucederían durante todo el evento) se soltó entre todas las mujeres que estábamos allí escuchando atentamente las palabras de inauguración.

Las zapatistas no dudaron en dejarnos claro que su palabra es colectiva y que necesariamente lleva impregnada edades, historias y lenguas distintas. A través de la voz de Érika, hablaron muchas. Ella nos narró cómo su vida estuvo marcada por haber crecido en la resistencia y rebeldía zapatista de sus abuelas, sus mamás y sus hermanas mayores. Nos contó de su trabajo sin salario como sirvienta en una casa, donde no sabía hablar español; de cómo supo que había una organización que luchaba y empezó a participar como base de apoyo y a estudiar siendo parte de los trabajos colectivos junto a otras mujeres. En sus reuniones  y en sus estudios políticos en la clandestinidad fue creciendo la rabia y el coraje para enfrentar a las patrullas militares que rondaban sus comunidades y, sin miedo, tomar las armas.

Las compañeras zapatistas nos recuerdan que no sólo el capitalismo es el que nos quiere destruir, sino que también tenemos que luchar contra el patriarcado, ese sistema que “les hace creer y pensar a los hombres que las mujeres somos menos y no servimos”. Pero no sólo a los hombres, nos aclaran las zapatistas, “también hay mujeres de las ciudades que nos desprecian que porque no sabemos de la lucha de mujeres, porque no hemos leído libros donde las feministas explican cómo debe ser y tantas cosas que dicen y critican sin saber cómo es nuestra lucha”.

Un bosque de mujeres

Entonces pues no basta un colectivo para organizar todo eso. Por eso llegamos aquí más de dos mil mujeres zapatistas de los cinco caracoles. Y tal vez no bastó, porque ustedes son como cinco mil, aunque algunas dicen que ocho mil y otras dicen que nueve mil. A saber cuántas mujeres que luchan llegamos en estos días, pero creemos que podemos estar de acuerdo en que somos un chingo.

(Discurso de clausura. Compañera Alejandra)

 

Las zapatistas saben que las formas de nombrar esa cantidad de árboles que rodean el lugar donde se realizó el Encuentro son distintas, y que cada árbol que es parte de ese bosque o monte, es diferente. Como sea que le llamemos a ese conjunto de árboles, nos permite pensarnos a nosotras, las mujeres, “diferentes e iguales” a la vez. Partir de que nuestros colores, tamaños, lenguas, culturas, profesiones, oficios, pensamientos y formas de lucha, son diferentes.

En la puerta había un gran cartel que decía “Prohibido entrar hombres”. El llamado fue claro. La convocatoria era para nosotras.

Ellas nos dijeron que podíamos elegir entre competir o escuchar y hablar y que sea lo que sea que eligiéramos, iba a ser nuestra decisión. Si decidíamos competir, de cualquier manera, no habría hombres que nos dijeran “quién gana y quién pierde”. Si elegíamos regalarnos baile, música, cine, video, pintura, poesía, teatro, escultura, diversión, conocimiento, tampoco sería bajo la mirada de los hombres. La elección fue clara: acordamos no competir y respetar nuestras diversidades. Mirarnos y abrazarnos en rondas de cuerpos incontables, mientras gritábamos “¡luchar, resistir, nuestro acuerdo es vivir!”. El acuerdo por vivir, se hizo entre mujeres del campo y de la ciudad, indígenas, autoconvocadas, artistas, feministas, luchadoras provenientes de los cinco continentes.

Carolina y Marina, las coordinadoras entrevistadas nos dijeron: “Vemos que la situación que hay es que muchas mujeres están siendo asesinadas. Qué culpa tenemos nosotras como mujeres que a cada día nos anden matando. Entonces pues, por eso mejor hacemos este encuentro para ver qué podemos hacer o si estamos de acuerdo que nos sigan matando cada día o qué debemos de hacer como mujeres. Por eso es que se hizo esto para ver si queremos seguir vivas, pues hay que hacer algo”. Lo primero, en palabras de las compañeras, es “no vendernos, no rendirnos, no claudicar”.

Luces encendidas en el cielo de Morelia

Llévala a las desaparecidas. Llévala a las asesinadas. Llévala a las presas. Llévala a las violadas. Llévala a las golpeadas. Llévala a las acosadas. Llévala a las violentadas de todas las formas. Llévala a las migrantes. Llévala a las explotadas. Llévala a las muertas. Llévala y dile a todas y cada una de ellas que no está sola, que vas a luchar por ella. Que vas a luchar por la verdad y la justicia que merece su dolor. Que vas a luchar porque el dolor que carga no se vuelva a repetir en otra mujer en cualquier mundo.

(Discurso de clausura. Compañera Alejandra)

La noche del 8 de marzo el Caracol quedó completamente a oscuras. En uno de los auditorios de dos pisos y a lo largo de la cancha de fútbol, las compañeras zapatistas  encendieron simultáneamente más de dos mil velas. Una pequeña luz para que, finalizado el Encuentro, la llevemos a nuestras tierras. Para volver a encenderla en nuestros corazones, en nuestros pensamientos y en nuestras tripas.

Anteriormente habíamos escuchado los discursos de inauguración y la historia de las compañeras de cada Caracol, expresadas también artísticamente en obras de teatro y en las voces de las mujeres de “Dignidad y la Resistencia”, banda musical de Oventic.

También nos hicieron varias propuestas, a todas dijimos que ¡sí! Acordamos “seguir vivas y seguir luchando, cada quien según su modo, su tiempo y su mundo”. Acordamos estudiar, analizar, discutir en nuestros colectivos el sistema patriarcal, para, si se puede, “nombrar quién o quiénes son los responsables de nuestros dolores que tenemos”. Y acordamos también, volver a reunirnos en un segundo encuentro el próximo año “pero no nada más aquí en tierras zapatistas, sino que también en sus mundos de cada quien, de acuerdo a sus tiempos y modos”.

Queda la urgencia de iluminarnos entre nosotras, compartir esas luces y llevarlas a otras mujeres: “llévala y, tal vez, luego llegue en tu pensamiento que no habrá ni verdad, ni justicia, ni libertad en el sistema capitalista patriarcal. Entonces tal vez nos vamos a volver a ver para prenderle fuego al sistema. Y tal vez vas a estar junto a nosotras cuidando que nadie apague ese fuego hasta que no queden más que cenizas”. Mientras eso ocurre, mientras “ese día que será de noche” llegue, seguiremos practicando, entrenando para estar sabedoras de lo más importante que se necesita. “Y eso que se necesita es que nunca más ninguna mujer, del mundo que sea, del color que sea, del tamaño que sea, de la edad que sea, de la lengua que sea, de la cultura que sea, tenga miedo. Porque acá sabemos bien que cuando se dice ‘¡Ya basta!’ es que apenas empieza el camino y que siempre falta lo que falta”.

Escucha  y descarga las palabras de inauguración y clausura del Encuentro:

(Para descargar, haz clic con el botón derecho sobre el título del audio.)

 

 

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Las mujeres zapatistas

Words of the Zapatista women at the closing ceremony of the First International Gathering of Politics, Art, Sport, and Culture for Women in Struggle

Source: Enlace Zapatista

Listen here (in Spanish): (Descarga aquí)  

Words of the Zapatista women at the closing ceremony of the First International Gathering of Politics, Art, Sport, and Culture for Women in Struggle in the Zapatista Caracol of the Tzotz Choj Zone

March 10, 2018

Good evening, good morning, good afternoon, compañeras and sisters in struggle, wherever you may be.

Sisters and compañeras who have accompanied us in this First International Gathering of Women in Struggle:

We are going to say a few words on behalf of all of us, the Zapatista women of the five caracoles.

We would like to thank the compañeras from the city who worked as part of the support teams: we know very well how fucking hard they worked to handle the emails, registration, organization of transportation, and the scheduling of times and locations for all the activities.

We would also like to send our regards to our Zapatista compañeras who could not come to this gathering, and who stayed behind attending to other tasks so that we could be here.

Similarly, we would like to thank our compañeros who had to stay behind to take care of our families, animals, homes, barracks, and fields, and who were on alert in case the bad governments committed any malicious acts against this gathering.

But our final words are especially for you, sisters and compañeras, women in struggle.

(Continuar leyendo…)

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Las Mujeres Zapatistas

Zapatista Women’s Opening Address at the First International Gathering of Politics, Art, Sport, and Culture for Women in Struggle

Source: Enlace Zapatista

Zapatista Women’s Opening Address at the First International Gathering of Politics, Art, Sport, and Culture for Women in Struggle.

Listen here (in Spanish): (Descarga aquí)  

March 8, 2018. Caracol in the Tzots Choj zone.

Good morning, sisters of Mexico and the world:

Good morning, compañeras from the national and international Sixth:

Good morning, compañeras from the National Indigenous Congress:

Good morning, compañeras who are comandantas, bases of support, autonomous authorities, project coordinators, milicianas, and insurgentas:

First, we want to send a big hug to the family of the compañera Eloísa Vega Castro, from the Indigenous Governing Council support network in Baja California Sur, who died while accompanying the CIG delegation this past February 14.

We waited until today to honor the memory of Eloisa so that our embrace could be even bigger and reach even farther, all the way to the other end of Mexico.

This hug and this greeting are huge because they’re from all the Zapatista women and all the Zapatista men on this day, March 8, for that woman who struggled and whom we miss today: Eloisa Vega Castro. May our condolences reach her family.

Sisters and compañeras who are visiting us:

Thank you to all of you who are here at this First International Gathering of Women in Struggle.

Thank you for making the effort to come from your many worlds to this little corner of the world where we are.

We know well that it was not easy for you to get here and that perhaps many women who struggle were not able to come to this gathering.

My name is Insurgenta Erika—that’s how we refer to ourselves when we’re speaking about the collective rather than the individual. I am an insurgenta captain of infantry, accompanied here by other insurgentas and milicianas of various ranks.

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radio
Radio Zapatista

(Español) Convocadas por el zapatismo, miles se encuentran en Chiapas como mujeres que luchan

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Eugenia Gutiérrez. Colectivo Radio Zapatista.

México, 8 de marzo de 2018.

¿Cómo describir el momento que viven hoy las luchas feministas a nivel mundial? ¿Cómo analizar sus alcances y sus límites? Enarbolando la bandera del feminismo, hoy se movilizan miles de personas para organizar debates, marchas, huelgas o celebraciones. Las protestas contra la violencia patriarcal permean hoy todos los ámbitos que determinan nuestro entorno. Las luchas feministas se despliegan en lo social, lo cultural, lo económico y lo político. En el marco de este 8 de marzo, día que concentra esfuerzos de reflexión y acción a nivel mundial, la violencia machista se discute en foros, artículos, libros, medios de comunicación y todo tipo de esfuerzos organizativos. Y, sin embargo, la violencia sexista no cesa. Por el contrario, los datos duros indican que crece y se consolida. (Continuar leyendo…)

radio
Regeneración Radio

(Español) 3 años de la siembra de la niña Antonia. Continúan los despojos y el desplazamiento

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Del 21 al 23 de marzo de 2018 por tercer año consecutivo las familias desplazadas de Banavil retornaron temporalmente para recordar la siembra de la niña Antonia, quien perdiera la vida en condiciones de desplazamiento forzado el pasado 21 de febrero de 2015 en medio de discriminación y una atención médica precaria en el hospital de Las Culturas en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas. Sus hermanas Lucia, Petrona y María, así como sus primos y primas Alonso, Lorenzo, Miguel y Petrona junto a sus tías, tíos y su abuela Antonia rezaron junto a acompañantes de la Sociedad Civil Nacional e internacional.


El pequeño Lorenzo se detiene un momento para regalarnos una fotografía.

El regreso a sus tierras para recordar a Antonia se da en medio de nuevos despojos de sus tierras, de nueva cuenta actores que les desplazaron hace 6 años están repartiendo ilegalmente 5 hectáreas y media de tierras en el ejido Santa Rosa, propiedad de Lorenzo López Girón y Alonso López Luna, éste último cabeza de las familias desaparecido desde el 4 de diciembre del 2011.

La experiencia de vida de las familias de Banavil está relacionada con la oposición política en los Altos de Chiapas por lo menos desde la década de los noventa, primero afiliados al Partido de la Revolución Democrática (PRD), para pasar en 1996 a incorporarse como Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN). Junto a indígenas sin tierras llevaron a cabo acciones de recuperación en medio del alzamiento, en donde recuperaron las 5 hectáreas y media en Santa Rosa, que después serían legalizadas y se convertirían en ejido en 1997 como apuesta gubernamental para calmar los ánimos en los pueblos.


Lorenzo López Girón visto a través de un vidrio quebrado durante las agresiones que les llevaron al desplazamiento.

Enseguida se inaugura un proceso de violencia que fue impulsado por las discordias que causó el reconocimiento oficial de sus tierras, y en medio de un intenso “bombardeo” de programas sociales que beneficiaron alrededor de 30 familias, pero sobre todo a un grupo de personas que posteriormente desembocaría en la constitución de un grupo de carácter clientelar con rasgos caciquiles que actúa por encomienda del gobierno municipal y estatal, hostigando y amenazando a las familias zapatistas y sus simpatizantes.

Apartir de la cooptación de las personas en la comunidad, en el año 2000 salieron las familias del Paraje adscritas al zapatismo. Una parte de éstas participaron en el proceso de violencia que desembocó en el desplazamiento forzado de las familias López Girón, López Méndez y López Guzmán en el 2011. En medio de este periodo se presentaron diversas tensiones y violencias con distintas características: aparentes conflictos al interior de la iglesia, continuas multas de autoridades comunitarias, montajes jurídicos avalados por la asamblea de la comunidad, amenazas, expulsiones a las niñas de la escuela primaria y finalmente el desplazamiento.

Dentro de quienes llevaron a cabo este largo proceso de violencias se encuentra Pedro Méndez López, actual comisariado del ejido Santa Rosa. Junto a Agustín Guzmán Méndez y Diego Méndez López, así como sus cuñados Miguel Guzmán Méndez, y Agustín Guzmán Méndez, a partir del 16 de septiembre de 2017 reactivaron los hostigamientos y despojos en contra de las familias desplazadas de Banavil. Talaron 4 árboles en las tierras de la familia López Girón, cuyos titulares son Alonso, padre de familia y Lorenzo, su hijo, denunciaron las familias desplazadas en un comunicado el pasado 23 de octubre de ese mismo año. Las tierras están siendo repartidas entre personas del ejido, iniciando un nuevo despojo de sus tierras de las familias desplazadas de Banavil.


A su llegada, la señora Antonia recolecta flores de mostaza para la comida que serán acompañadas con frijol.

No sé que es lo que pensaron, no sé dónde encontraron la idea, empezaron a partir nuestro terreno, nuestro terreno y su tierra de mi papá. Y lo partieron, hicieron un callejón pero no sé qué tanto de lo hicieron el callejón, lo limpiaron, no sé porque no podemos entrar en Santa Rosa y de ahí empezaron a cortar el árbol y enseguida empezaron a destruir nuestra casa ahí y ya no tenemos casa ahí y no podemos entrar, así empezó el mes de septiembre.  Empezamos a denunciar, giramos oficio en delegado de gobierno, presidente municipal, juez de paz de Tenejapa, pero como que no lo quieren, está cómplices el juez.  Lorenzo López Girón.

Pedro Méndez López ha sido parte del proceso de violencias que han vivido las familias de Banavil por mantenerse en resistencia sin recibir apoyos gubernamentales. Junto a Alonso López Ramírez, actualmente recluido en el CERESO No. 5 de San Cristóbal de Las Casas, en el año 2003 iniciaron los hostigamientos en contra de la familia López Girón, hasta la fecha siguen haciendo activos, cubiertos de la anuencia de las autoridades municipales y estatales, respondiendo con despojos y amenazas a la lucha por justicia, verdad y retorno que exigen las familias desplazadas desde hace 6 años de Banavil.


María, madre de la pequeña Antonia, frente a su tumba después del rezo.

Pedro Méndez López ha sido parte del proceso de violencias que han vivido las familias de Banavil por mantenerse en resistencia sin recibir apoyos gubernamentales. Junto a Alonso López Ramírez, actualmente recluido en el CERESO No. 5 de San Cristóbal de Las Casas. En el año 2003 iniciaron los hostigamientos en contra de la familia López Girón, hasta la fecha siguen activos, cubiertos de la anuencia de las autoridades municipales y estatales, respondiendo con despojos y amenazas a la lucha por justicia, verdad y retorno que exigen las familias desplazadas desde hace 6 años de Banavil.

radio
Red de Apoyo al Concejo Indígena de Gobierno en Chiapas

(Español) Carta de solidaridad de la Red de Apoyo al CIG de Chiapas

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Chiapas, México a 19 de febrero de 2018

Con fraternal solidaridad desde Chiapas, por el accidente ocurrido el 14 de febrero a la caravana del CIG.

A la familia de la compañera Eloísa Vega Castro
A las redes y grupos de apoyo Sudcalifornianos
A las compañeras y compañeros del Congreso Nacional Indígena
A las compañeras y compañeros del Concejo Indígena de Gobierno
A la compañera Marichuy, Vocera del CIG

Con estas sencillas palabras pero desde nuestros corazones, como hermanas y hermanos, como compañeras y compañeros que somos, queremos enviarles un abrazo para hacerles sentir nuestro acompañamiento en estos momentos de profundo dolor.

Abrazamos profundamente a los y las familiares, amigas, amigos, compañeras y compañeros de Eloisa Vega, de la Red Sur Californiana de apoyo al CIG. Honramos su vida, así como la nombran los y las compañeras del Concejo Indígena de Gobierno: “Con su conciencia, ella y quienes compartieron sueños y caminos decididos a hacer nacer nuevos mundos, hacen que la esperanza y la lucha se hagan fuertes, se hagan sagrados”.

Como una compañera de las redes y grupos de apoyo al CIG, como nosotras y nosotros, es y será parte de ese camino al que nos estamos sumando por la reconstitución de los pueblos, por otra política, otra forma de gobernarnos, frente a la tormenta que se extiende.

Deseamos una pronta recuperación a los compañeros y compañeras víctimas de ese fatal accidente carretero del día miércoles 14 de febrero. Les enviamos nuestro cariño y ánimo, y les recordamos que por nuestra parte seguiremos trabajando; tejiéndonos, desde el florecimiento de los pueblos hacia la autonomía, siguiendo este largo caminar por una vida justa y digna para todas y todos.

Con gratitud y respeto.

Red de Apoyo al Concejo Indígena de Gobierno en Chiapas

radio
NotiFrayba

(Español) NotiFrayba: No a la militarización

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En el contexto de la estrategia diseñada e implementada desde el Plan de Campaña Chiapas 94, el Ejército mexicano ocupó territorios de los pueblos originarios ocasionando violaciones a derechos humanos. Escuchemos dos historias de crímenes de lesa humanidad que permanecen en la impunidad: Las ejecución de Gilberto Jiménez Hernández y de José Tila López García.