Chiapas
“Llegaron directo a matarlos”: testigos de la masacre de Chicomuselo
Fuente: Chiapas Paralelo
Por Angeles Mariscal
“Ignacio, candidato a Diaconado de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, y Teresita de Jesús, una joven catequista de niños y niñas; además de 9 personas de su familia fueron masacrados en la comunidad Nueva Morelia, en Chicomuselo por uno de los cárteles de la droga.”
La masacre contra 11 personas de la familia de Ignacio, catequista de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas de Chiapas y candidato a Diaconado -el cargo más alto que se le da a un seglar-, fue una acción directa. Fue un ataque dirigido. ¿Por qué? “Por siempre resistir, por no ser parte de las filas de ninguno de los dos grupos”.
Los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Sinaloa (CDS) mantienen una disputa por el control de varias regiones de Chiapas, entre ellas la sierra, donde se ubica la comunidad Nueva Morelia, del municipio Chicomuselo. Ahí a la población la obligan a tomar partido, a participar en bloqueos, a darles alimento y parte de la ganancia de sus cosechas. A quien se niega, lo consideran su enemigo.
Así lo cuenta una persona cercana a la familia, quien narra a este medio de comunicación cómo sucedieron los hechos.
Explica que no tienen certeza de cuál de los dos cárteles fue el que los asesinó, porque desde el día 8 de mayo ambos sostenían enfrentamientos en las zonas cercanas a Nueva Morelia. En ese lugar, desde enero pasado, unas 700 personas decidieron desplazarse, abandonar la comunidad. Ese mes se dio el primer enfrentamiento.
El 12 de mayo a la población de Nueva Morelia ya le habían cortado los servicios de agua, luz, internet. Ese domingo, un grupo a bordo de varias camionetas entró al pueblo y se dirigió directo a la casa del papa de Ignacio; eran alrededor de las 17:30 horas.
En esa casa se habían refugiado 11 personas: “el papá de Nacho (Ignacio), Nacho y su esposa, su hermana que está en silla de ruedas, Teresita de Jesús, cuñada de Nacho, Yojari, una joven sobrina de Nacho”. A todas las mataron.
A un grupo lo colocaron afuera de la casa y ahí les dispararon. Otros alcanzaron a correr al interior de la vivienda, pero también les dispararon.
Luego le prendieron fuego a la casa, por lo que algunos de los cuerpos tienen quemaduras. El grupo de hombres armados permanecieron muchas más horas ahí. Todavía grabaron las imágenes de los cuerpos tirados y la casa incendiándose. Las imágenes las compartieron en sus redes sociales.
El lunes por la mañana aún se encontraban en la zona, impidiendo que personal de la Fiscalía de Justicia levantara los cuerpos.
Hasta el martes, personas allegadas a la familia lograron acercarse. En un papel blanco escribieron el nombre de las personas asesinadas: Alfonzo, 73 años; Tere (Teresita de Jesús), 28 años; Dolores nació el 28 de marzo de 1968; Rosalinda, 56 años; Yojari (la más joven) nació el 18 de septiembre de 2006; Ignacio nació el 22 de julio de 1972, Isidra el 15 de mayo de 1970; Urbano el 6 de enero de 1982; y Brandi, otra joven de la que no se tiene certeza de cuántos años tenía.
Teresita de Jesús no solo era la cuñada de Ignacio, también era catequista de niños y niñas, la persona encargada de la formación religiosa de quienes iban integrándose a la Parroquia de Chicomuselo.
Ella misma era un joven de ojos negros y brillantes. En la fotografía con la que la población de Nueva Morelia la quiso recordar -para borrar quizá la imagen de su cuerpo ensangrentado, tirado boca abajo sobre la tierra-, se le observa con una sonrisa suave y una cabellera negra y ondulada.
- Por qué los mataron- le pregunto a persona cercana a la familia
- El grupo armado llegó directo a la casa del papá de Nacho y ahí los ejecutaron. (Los mataron) por siempre resistir, por no ser parte de las filas de ninguno de los dos grupos (el CDS y el CJNG). Pidieron ser libres (…) se oponían a la extracción minera.
La familia de Ignacio y cientos de personas más de la comunidad Nueva Morelia también formó parte de los grupos ambientalistas que durante años se opusieron a la extracción de la mina La Revancha, concesionada a la Compañía Minera Caracol SA de CV. Sin embargo, en el marco de la disputa entre cárteles, uno de los grupos inició la extracción de manera ilegal, porque la población nunca autorizó el uso de sus tierras.
Feligreses de la Parroquia de la Diócesis de San Cristóbal también denunciaron esta situación a través de diversos comunicados públicos. Desde 2022 sostuvieron reuniones con la Subsecretaria de Derechos Humanos del gobierno federal para pedir su intervención y detener el avance de los cárteles y la extracción minera ilegal.
- ¿Cómo están ahora, con esta masacre? – les pregunto con torpeza.
- Queremos ser visibles, queremos que nos escuchen (…) duele mucho el corazón.
Este miércoles Ignacio, Teresita de Jesús y los otros 9 miembros de su familia fueron sepultados, juntos; en ataúdes de colores que colocaron sobre la tierra rojiza.
Este mismo día entró un convoy del ejército mexicano a la zona, “entraron junto con gente del MAIZ-CJNG, tiraron bombas a la gente que está cuidando la comunidad Piedra Labrada. Tienen sitiadas varias comunidades”, explicaron los pobladores, desesperados porque las autoridades no los protegen, al contrario, para la población de la sierra hay un vínculo entre autoridades y grupos criminales.
Grupos armados ejecutan a once civiles en Chicomuselo, Chiapas
Fuente: Avispa Midia
Por Ñaní Pinto
En portada: Casas incendiadas durante el ataque contra población civil en el ejido Nueva Morelia.
La crisis humanitaria, producto de la violencia que desborda en la región fronteriza de Guatemala con Chiapas desde hace tres años, ha escalado en días recientes con el incremento de enfrentamientos entre grupos armados y la ejecución de once civiles en la comunidad de Nueva Morelia, municipio de Chicomuselo, en la Sierra Madre de Chiapas.
Pobladores de la región fronteriza señalan que, desde el pasado jueves (9), grupos armados presuntamente miembros de los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa (CDS) han incrementado sus actividades en la región, particularmente en las comunidades de Piedra Labrada y Lázaro Cárdenas, donde se registró un aumento de los enfrentamientos violentos.
El lunes (13) las agresiones por el control de los territorios en la Sierra Madre de Chiapas derivaron en la masacre en Chicomuselo. Mediante denuncias anónimas e imágenes compartidas en redes sociales se confirmó la ejecución de los civiles.
Por su parte, medios nacionales refieren que fuentes de la diócesis de San Cristóbal de las Casas informaron que entre las víctimas se registra el asesinato de dos servidoras de la iglesia católica. Una denuncia anónima a la agencia EFE asevera que entre las víctimas se encuentra un joven de 15 años, cinco hombre y cinco mujeres.
Medios locales resaltan que, pese a las advertencias de la población hacia las autoridades por la incursión de los grupos armados desde la semana pasada, no se efectuaron operativos para contener la violencia, aún cuando el Cuartel del 101 Batallón de Infantería de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) se encuentra a 28 kilómetros de Nueva Morelia.
Un día después de la divulgación de las ejecuciones, en un breve comunicado, la Fiscalía General del Estado de Chiapas (FGE) confirmó los asesinatos y aseguró que un grupo conformado por elementos del Ejército y la Guardia Nacional se apersonaron en el lugar de los hechos para el levantamiento e identificación de los cadáveres.
“Para garantizar la paz en la zona se realiza las investigaciones por lo que el Grupo Interinstitucional lleva a cabo patrullajes en la región con el propósito de fincar responsabilidades”, aseguró la FGE.
Minería, en el centro de la disputa
Como este medio ha documentado, desde finales del año 2022, grupos armados han incursionado en el ejido Nueva Morelia para, por medio de intimidaciones, extraer barita de una mina que fue clausurada por no contar con permisos ambientales.
Para mayo de 2023, Avispa Mídia registró que grupos del crimen organizado operaban en la región, primero para recoger la barita que había sido extraída por la minera canadiense Blackfire Exploration y que fue abandonada en un local conocido como “La Plataforma”.
Reportes anónimos aseguraron que, meses después de la evacuación de dicho material, los grupos armados reactivaron las operaciones mineras sin que ninguna autoridad se presentara en el lugar.
Cabe destacar que, cansados de la violencia que azota la región, el 12 de octubre del 2023 miles de pobladores de Chicomuselo salieron a las calles a protestar para exigir un cese a la crisis que se vive en la región fronteriza. No obstante, días después de la manifestación, un grupo armado asesinó al profesor Artemio López Aguilar, quien participó como coordinador de la marcha contra la narcoviolencia.
En Chicomuselo existen 10 concesiones mineras vigentes y dos vencidas, pero desde el año 2009, tras el asesinato del activista ambientalista Mariano Abarca, se detuvo la extracción de barita.
Testimonios recopilados por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas en un informe presentado en febrero de este año, refieren que continúa la extracción del mineral con la anuencia de autoridades ambientales y cuerpos de seguridad como la Guardia Nacional.
Pese a que la región está sumida en la violencia, la cual ha provocado el desplazamiento de miles de personas, hasta el cierre de esta edición resalta el silencio de parte de los gobiernos estatales y federales sobre la masacre.