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(Español) El forcejeo entre “civiles” y militares
Dos puños en alto: la orden para guardar silencio. La seña hace enmudecer a cientos de personas que rodean el edificio de siete pisos convertido en cascajo; apagan las motosierras y detienen el motor del trascabo. Desde la cima de ese monte de piedras y varillas, en una esquina de la colonia Condesa, un militar grita mirando hacia los escombros:
–¡Norma, Consuelo o María, si me escuchan golpeen o griten!
Los oídos de todos se agudizan esperando escuchar un grito, un quejido, algún ruidito. Hasta los ritmos cardiacos parecen disminuir con tal de escuchar “el milagro”.
A metros de distancia, detrás de la cinta amarilla con la que los militares limitan el acceso “a los civiles”, un hombre que se resiste al peso del cansancio y que pasó como topo arrastrándose entre los escombros del edificio, buscando sobrevivientes, se lamenta: “Así no se hacen las cosas. Esos que están al mando no saben”.
Vestido con estampado de camuflaje, casco rojo y credencial que lo identifica como funcionario federal, el hombre, experto en rescates y espeleología, explica: “El protocolo que siguen está mal. Ellos pretenden sacar primero todo desde arriba, pero eso tarda y no permite que haya un avance.”
La montaña de cascajo supera las copas de los árboles que embellecen la avenida Ámsterdam (donde tenían privilegiada vista los departamentos pulverizados).
Es el mediodía del miércoles 20: han trascurrido 23 horas desde que ocurrió el sismo, y el monte de cascajo sigue a la altura de las copas de los árboles.
La cima ha sido conquistada por soldados, marinos, personal con chalecos de Protección Civil y algunos albañiles de brazos macizos, quienes por horas han retirado, capa por capa, los trozos de concreto que se encuentran en la punta y que a veces tiran a los costados, cuando no directo a la hilera de brazos de voluntarios, “civiles”, la mayoría, que se coordinan hasta colocarlos en un camión de basura.
“En el sismo del 85 nos metíamos entre los pisos, hacíamos túneles y llegábamos a los que estaban atrapados, encontrábamos gente viva o los cuerpos –prosigue el rescatista frustrado–. Pero con este procedimiento de quitar primero todo desde arriba, de estar levantando, no se avanza, se pierde tiempo y no dejan avanzar”.
(Español) Para todos todo: Pronunciamiento del campamento Fuerza y Resistencia Indígena en la Ciudad de México
Al Pueblo de México
Al Consejo Indígena de Gobierno
Al Congreso Nacional Indígena
A la sexta Nacional e Internacional
EL sismo del día 19 de septiembre de 2017 afecto a muchas comunidades y pueblos indígenas, los que hemos sido históricamente despreciados, en la ciudad de México, construida sobre la antigua México Tenochtitlan los pueblos residentes en esta ciudad hemos sido de nuevo golpeados, esta vez por la precaria condición de las viviendas en las que habitamos y que no resistieron el sismo y uno de los edificios se incendió.
Primero fuimos golpeados al ser despojados de nuestros espacios de trabajo en el centro histórico, bajo pretextos de remodelación de la alameda central, perímetro a y b del mismo. Tras engaños seguimos sin poder ejercer el derecho a tener un trabajo digno, la historia del México antiguo marca a la ciudad de México como el principal centro de comercio, donde tradicionalmente veníamos a traer las artesanías y productos cosechados de nuestros pueblos, resistimos durante la época colonial, independencia, revolución y seguimos resistiendo.
Vemos con dolor la tragedia del sismo y a su vez hemos decidido de manera digna comenzar un campamento en la plaza de la ciudadela nombrándolo Fuerza y Resistencia Indígena, integrado por familias Nahua, Zapoteco y Purépecha que al ver nuestras casas dañadas y tras años de espera de una respuesta para poder acceder a una vivienda por parte del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México comenzamos la construcción de este campamento, desde el cual nace la brigada Para Tod@s Todo, formada principalmente por mujeres, vemos urgente la reconstrucción de este país desde abajo y a la izquierda, no solo reconstruir las viviendas, reconstruir organizadamente esté país donde los malos gobiernos se aprovechan del pueblo, explotan, despojan, reprimen, mienten y siembra muerte y destrucción en todo el país, usan la tragedia solo para tomarse la foto y aparentar que les importa el pueblo.
Llamamos al pueblo de México a unirse en esta reconstrucción de todo el país, llamamos al pueblo a organizarse para saber desde la tragedia como queremos construir esté país que para tod@s todo sea una realidad y acabemos con la explotación, el despojo, el desprecio y la represión, hacemos un llamado a los colectivos y organizaciones de la sexta en la ciudad de México a que hagamos un balance de los daños en sus geografías y logremos hacer de la solidaridad una costumbre entre tod@s para iniciar este nuevo mundo donde quepan muchos mundos.
Porque el pueblo unido avanza sin partidos.
Campamento Fuerza y Resistencia Indígena
Plazade la ciudadela 20 de septiembre de 2017