Radio Zapatista
(Español) San Isidro los Laureles sufre desalojo de sus tierras recuperadas
Este 12 de mayo, la comunidad de San Isidro los Laureles fue desalojada con violencia del predio que recuperaron el pasado 20 de diciembre. El desalojo se llevó a cabo por la policía junto con guardias blancas, que llegaron a las seis de la mañana a bordo de 40 carros, camionetas y tres camiones de la policía sectorial. Los agresores quemaron las pertenencias de los campesinos.
(Descarga aquí)Se trata de 60 familias, pertenecientes a la organización Semilla Digna, integrantes del Consejo Nacional Indígena y adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. En una denuncia en audio (escucha arriba), los campesinos se dicen preocupados por la integridad de las familias, por sus pertenencias y por sus cosechas.
Las 200 hectáreas de tierras recuperadas en diciembre de 2015 pertenecieron a sus antepasados, y en ellas muchos de sus abuelos y abuelas trabajaron en el corte de caña desde mediados del siglo pasado. Para saber más sobre San Isidro los Laureles y la recuperación de las tierras, escucha nuestro reportaje: La lucha por la tierra de San Isidro los Laureles.
Abajo, la denuncia escrita de San Isidro los Laureles:
Palmyra’s persistence at Syria
Haciendo historia. Notas de Radio Zapatista. Nota 2.
Por: Eugenia Gutiérrez.
Ciudad de México, 22 de abril de 2016.
El 29 de abril de 2011, durante las primeras protestas masivas contra el régimen de Bashar al-Asad, el niño de trece años Hamza Ali al-Khateeb fue detenido por militares en Deraa, Siria. Desapareció junto con decenas de personas. Un mes después, el 29 de mayo de 2011, el cuerpo de Hamza era entregado a su familia con huellas de quemaduras, ruptura de cuello, quijada y rodillas, balazos, latigazos y mutilación genital. A sus familiares se les advirtió guardar silencio. Desoyeron la amenaza de la policía secreta y dieron a conocer al mundo la verdad por medio de fotografías y videos. La rebelión en Siria se generalizó.
Cinco años después del estallido de la lucha contra la crueldad del gobierno sirio, el conflicto está desmoronando las bases del término “genocidio” para llevarlo a otros niveles conceptuales. Los datos recientes sobre afectaciones a la población civil informan que han muerto 250 mil personas y describen un panorama impresentable donde casi una decena de grupos orientales y occidentales, gubernamentales y no, religiosos o económicos, se disputan a sangre y fuego uno de los puntos medulares de la historia de lo que llamamos civilización.