represión
A Nadia, nuestra Nadia
A Nadia, a nuestra Nadia
Desde el sábado 1 de agosto, los noticieros nacionales e internacionales reportaron que los cuerpos sin vida de un fotoperiodista y cuatro mujeres fueron hallados en un departamento de la colonia Narvarte, en el D.F. Lloramos de rabia e impotencia por el asesinato de Rubén, compañero de lucha, amigo, maestro, colega… Ruben, uno de los nuestros.
En las primeras imágenes, Nadia, reconocimos tu casa, rogamos que no estuvieras ahí. Te llamamos hasta el cansancio, llenamos de mensajes tu facebook, vimos cómo las horas devoraban nuestras esperanzas hasta que fue confirmado por nuestros propios amigos. Eras tú, estabas ahí, y también fuiste torturada y asesinada.
Quizá en unos días algún político farsante nos va a presentar una de sus famosas “verdades históricas”. Nos va decir que el móvil fue el robo, o un crimen pasional. O que se equivocaron de casa o que todos eran miembros del crimen organizado. Quizá incluso encuentren un chivo expiatorio que “confesará” bajo tortura. Quizá termine en la cárcel por muchos años. Y entonces van a cerrar el caso y pretenderán que lo olvidemos. Y nos van a amenazar con reprimirnos si seguimos exigiendo justicia en un caso supuestamente resuelto. Esas son las promesas que el gobierno sí cumple.
Rubén Espinosa: Veracruz y la violencia contra los periodistas
I. Asesinan en DF a Rubén Espinosa, fotoperiodista desplazado por violencia en Veracruz (Regeneración Radio)
Fotografía: Ehécatl Ríos
«La muerte escogió a Veracruz como su casa y decidió vivir ahí.» Rubén Espinosa
Por Carlos Ogaz
El 1° de agosto por la mañana en diferentes medios se reportó el hallazgo de cinco cuerpos sin vida —cuatro mujeres y un hombre— en un departamento de la Colonia Narvarte, en la Ciudad de México. Uno de los cuerpos correspondía al fotógrafo Rubén Espinosa, reportado como desaparecido por sus familiares horas antes, confirmó Artículo 19 en una alerta.
Los familiares de Rubén, quien vivía en el DF desde hace un mes, luego de haberse «autoexiliado» deVeracruz debido al hostigamiento y las amenazas que recibía por su labor, supieron de él por última vez el viernes a las 14:00 horas, cuando les avisó en un mensaje que se dirigía a su hogar. Luego de percatarse de la ausencia, los familiares lo reportaron como desaparecido.
Fotoperiodista de Proceso, Cuartoscuro y AVC Noticias, Rubén «abandonó Veracruz tras agresiones en su contra. A mediados de junio pasado, Espinosa salió del estado (…) para refugiarse en el Distrito Federal…», señala la alerta. Rubén se especializaba en la cobertura de protestas sociales y mantenía unapostura crítica frente al gobernador del priista Javier Duarte.
«El miércoles 10 de junio, por la mañana, el fotoperiodista notó a una persona afuera de su casa, en Xalapa. “No le di mucha importancia y seguí camino a realizar mi trabajo”, relató (…) En la tarde, dos individuos más permanecían frente a su hogar. “Tres me veían de manera agresiva, ahí se encontraba el primer sujeto, quien aparentemente me tomó una foto y me hizo una seña como de ‘¿Qué pedo?’”. En la noche, cuando regresaba a su casa, dos personas lo siguieron, por lo que se refugió en una tienda de artículos para bebé. Minutos después, el fotoperiodista continuó su camino. Antes de llegar observó que afuera de su casa otras dos personas lo esperaban. Cuando lo vieron caminaron hacia él y Espinosa se hizo a un lado para dejarlos pasar. Éstas se detuvieron, lo miraron fijamente y se fueron.», agrega el comunicado.
Un día antes, el comunicador encabezó el acto de la recolocación de una placa en honor a la periodista Regina Martínez, asesinada en la entidad el 28 de abril de 2012.
De acuerdo con Artículo 19, «El homicidio de Rubén Espinosa marca un nuevo hito en la violencia contra la prensa en México. Es la primera vez que un periodista desplazado internamente es asesinado en el Distrito Federal. La violencia que había sufrido Espinosa era conocida públicamente, por lo que el homicidio del fotorreportero se produjo sin que las autoridades encargadas de proteger periodistas en este país movieran un solo dedo a favor de Espinosa.»