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Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad

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Subcomandante Insurgente Marcos

SCI Marcos: Carta al Movimiento Ciudadano por la Justicia (5 de junio)

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL


MÉXICO.

Junio del 2011.

“El dolor nos recuerda
Que podemos ser buenos,
Que alguien mejor nos habita,
Que corre en noble sentido el río de las lágrimas.

Dolor llamamos al envés de la hoja de la risa,
A la tiniebla que queda al otro lado de la estrella
Que en tu frente tenía apacible nombre
Y orientaba nuestros pasos día a día.

Dolor es el combustible con que arde
La llama de recuerdos que ilumina
Una noche del olvido derrotado
Por el rayo de tu risa al revolar.

Dolor se llama el duelo
De vivir por tu memoria.”

Fragmento de “49 Globos”.
Juan Carlos Mijangos Noh.

Al: MOVIMIENTO CIUDADANO POR LA JUSTICIA 5 DE JUNIO, a los familiares de l@s niñ@s muertos y heridos en la Guardería ABC el 5 de junio del 2009, y a tod@s quienes se han solidarizado con su lucha.
Hermosillo, Sonora, México.

De: Subcomandante Insurgente Marcos.
Chiapas, México.

Les escribo a nombre de las mujeres, hombres, ancianos y niños del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, para saludarlos y manifestarles nuestro respeto y admiración por su digna lucha.

No es fácil sacar palabras del dolor, nosotros lo sabemos.

¿Y de la rabia?

¿Del saber que los malos gobiernos ignoran propositivamente los reclamos de justicia?

¿De ver cómo se manipula el calendario para simular justicia, y para calcular que la desmemoria cubrirá la muerte? Esa muerte absurda de los 49 pequeños y las decenas de heridos, infantes sin más culpa que haber nacido en un país donde el gobierno ha unido el nepotismo con la corrupción y la impunidad.

Poco o nada podemos agregar a lo que sus dignas palabras han señalado sobre lo que ocurrió: la desgracia llegando a quienes ni la esperaban ni la merecían; la irresponsabilidad que la propició; la complicidad de gobiernos, legisladores y jueces; la continua postergación de una investigación a fondo. Y los nombres y las imágenes de las niñas y los niños, las actividades y movilizaciones para honrarlos de la mejor manera, es decir, exigiendo castigo a los responsables, justicia para las víctimas y la adopción de medidas que impidan que la tragedia se vuelva a repetir.

Todo eso y más hemos aprendido de su página de internet (www.movimiento5dejunio.org), y del libro “Nosotros somos los culpables” de Diego Enrique Osorno, que arma el rompecabezas de la tragedia.

La muerte de una niña, de un niño, siempre es desproporcionada. Llega atropellando y destruyendo todo lo cercano. Pero cuando esa muerte es sembrada y cultivada por la negligencia y la irresponsabilidad de gobiernos que han convertido la ineptitud en negocio, algo muy profundo se sacude en el corazón colectivo que abajo hace andar la pesada rueda de la historia.

Entonces las preguntas crecen y se extienden: ¿por qué?, ¿quiénes son los responsables?, ¿qué se hace para que nunca más se repita esa tragedia?

Y ha sido el empeño de ustedes el que nos ha dado las respuestas. Porque de arriba sólo hemos visto desprecios, burlas, simulaciones y mentiras.

La mentira es siempre un ultraje, pero cuando desde el Poder se teje para esconder a familiares y amigos, es una villanía.

Allá arriba no se han arrepentido. No lo harán. En lugar de honrar a los infantes muertos de la única forma que les sería permitida, es decir, con justicia, siguen en sus juegos de guerra donde ellos ganan y todos pierden.

Porque no es resignación ante la muerte la que se predica desde allá arriba. Lo que quieren es el conformismo frente a la irresponsabilidad que calcinó e hirió esas vidas.

Lejanos como estamos, en calendario y geografía, no mandamos palabras de conformismo ni de resignación. No sólo porque ni uno ni otro pueden hacer frente a las consecuencias de ese crimen que ahora cumple 2 años. También, y sobre todo, porque la lucha de ustedes nos hace sentir respeto y admiración por su causa, por su paso y por su empeño.

Allá arriba deberían saber que no sólo el dolor une, también el ejemplo de tenaz lucha que en ese dolor se anima.

Porque ustedes, hombres y mujeres llevados por la desgracia a esta lucha, son seres extraordinarios que despiertan la esperanza en muchos rincones de nuestro país y del planeta.

Como extraordinarios son esos hombres y mujeres que han echado a andar de nuevo, en la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, para recordarle a quienes mal gobiernan, a los criminales y al país entero, que es una vergüenza el nada hacer cuando la guerra de todo se apodera.

Desde uno de esos rincones, desde las tierras indígenas de Chiapas, las zapatistas, los zapatistas, los miramos desde abajo, sabiendo que el dolor también agiganta los pasos si son dignos.

Y a estas líneas que ahora les escribimos, sólo las anima el deseo de decirles una cosa:

Bien haya la sangre que les dio vida a esas niñas y niños, y malhaya la de quien se las quitó.

Y decirles a ustedes que cuenten con nosotros, que, aunque lejanos y pequeños, reconocemos la grandeza de quien sabe que la justicia sólo se alcanza con la memoria y nunca con la resignación.

Ojalá algún día puedan llegar a estas tierras. Acá encontrarán un corazón moreno que los abrazará, unos oídos atentos para escuchar, y una historia dispuesta a aprender de ustedes.

Porque las grandes lecciones, las que cambian el rumbo de la historia, vienen precisamente de personas que, como ustedes y quienes ahora andan, hacen de la memoria el camino para crecerse.

Con ustedes, y con quienes ahora marchan, podremos entonces, juntos, ustedes, ellos, nosotros, hablar palabras donde el dolor sea una cicatriz que nos recuerde y comprometa a que nunca más se repita la desgracia, y a que por fin termine el carnaval sangriento con que arriba festejan la impunidad y la desvergüenza.

Mientras eso ocurre, desde acá seguiremos escuchándolos y aprendiendo de ustedes.

Vale. Salud y que la justicia por fin camine abajo.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.

México, Junio del 2011.

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KeHuelga

Inicia la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad

Palabras de Javier Sicilia al inicio de la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad:

(Descarga aquí)  

Cobertura en Radio Pozol

Cobertura en la KeHuelga

Cobertura en el Centro de Medios Libres del DF

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Caravana Ciudadana por la Paz con Justicia y Dignidad

Listos ciudadanos y ciudadanas para Caravana Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad

Comunicado de prensa:

México D.F., 31 de mayo de 2011 (Cencos).- En conferencia de prensa, organizadores de la caravana Nacional Ciudadana por la Paz con Justicia y Dignidad anunciaron el itinerario y la ruta final, dijeron que al rededor de 400 asistentes ya se han apuntado para realizar el trayecto completo desde Cuernavaca, Morelos y hasta Ciudad Juárez Chihuahua, acompañados por casi 80 representantes de los medios de comunicación nacional e internacional, documentalistas y decenas de organizaciones que en cada ciudad, aunque no estén en la ruta, están organizando eventos paralelos.

Julian LeBarón dio lectura a un emotivo texto en el que invita a todos los mexicanos a unirse a la marcha para “llenar de gente Ciudad Juárez” para que entre todos se lleve un mensaje que fortalezca y de su solidaridad a los hombres, mujeres y niños que hacen sus vidas en una de las ciudades más violentas del mundo.

También la poeta Enzia Verduchi anunció que el grupo de poetas que acompañará la Caravana ya se esta organizando y llamó a sumarse para declamar en cada ciudad y en cada momento rumbo al norte “para recuperar el valor de la palabra que se ha transformado con los eufemismos que el gobierno utiliza en su guerra”.

Clara Jusidman, presidenta de Incide Social, recordó que “esta Caravana es completamente ciudadana y no recibe ayuda ni financiamiento de alguna institución”, por lo que invitó a las personas que se solidaricen con el movimiento a que donen víveres y medicamentos, llevándolos a Incide (t. 55908754, c. Hilario Pérez de León No.80, col. Niños H. de Chapultepec, entre linea 2 Metro Villa de Cortes y Nativitas) y a apoyar económicamente depositando en la cuenta:            0062 4027 733      , Banorte, a nombre de Daniel Giménez Cacho y Julieta Egurrola.

Emilio Álvarez Icaza recordó que las inscripciones siguen abiertas para todos, esto hasta las 12 de la noche del miércoles 1 de julio en la dirección caravanapazyjusticia@gmail.com

Centro Nacional de Comunicación Social

Caravana Ciudadana por la Paz con Justicia y Dignidad

Cuernavaca a Ciudad Juárez

4 al 11 de junio de 2011

1. Itinerario de la caravana

Sábado 4 de junio

Hora
Actividad
Lugar Ciudad
7 am Salida Paloma de la Paz Cuernavaca, Morelos
9 am Acto Público / Ángel de la Independencia Ciudad de México, D.F.
11 am Salida rumbo a Morelia
2 pm Comida

Morelia, Michoacán

5 pm Acto Público Frente al Palacio de Gobierno Morelia, Michoacán
9 pm Cena y Pernocta

Morelia, Michoacán

Domingo 5 de junio

Hora
Actividad
Lugar Ciudad
8 am Desayuno

Morelia, Michoacán

9 am Salida de Morelia rumbo a SLP
2 pm Comida En el trayecto San Luis Potosí, SLP
5 pm Acto Público Cerro de San Pedro San Luis Potosí, SLP
6 pm Acto Público /Verbena Plaza del Carmen San Luis Potosí, SLP
9 pm Cena y Pernocta en San Luis Potosí, SLP

Lunes 6 de junio

Hora
Actividad
Lugar Ciudad
8 am Desayuno en San Luis Potosí, SLP
12 pm Caminata / Acto Público Del Caballito de González Ortega a
Plaza Central
Zacatecas, Zacatecas
3 pm Salida de Zacatecas rumbo a Durango
6 pm Acto Público Plaza Central Durango, Durango
9 pm Cena y Pernocta en Durango, Durango

Martes 7 de junio

Hora
Actividad
Lugar Ciudad
8 am Desayuno en Durango, Durango
9 am Salida de Durango a Saltillo
3 pm Comida en Saltillo, Coahuila
4 pm Salida de Saltillo a Monterrey
6 pm Acto Público Plaza de Armas Monterrey, NL
9 pm Cena y Pernocta en Monterrey, NL

Miércoles 8 de junio

Hora
Actividad
Lugar Ciudad
7 am Desayuno en Monterrey, NL
8 am Salida de Monterrey a Torreón
12 pm Almuerzo en Torreón, Coahuila
1 pm Acto Público Bosque Venustiano Carranza Torreón, Coahuila
3 pm Salida de Torreón rumbo a Chihuahua
9 pm Cena y Pernocta en Chihuahua, Chihuahua

Jueves 9 de junio

Hora
Actividad
Lugar Ciudad
9 am Desayuno en Chihuahua, Chihuahua
10 am Acto Público Frente a Palacio de Gobierno Chihuahua, Chihuahua
12 am Salida de Chihuahua a Ciudad Juárez
6 pm Recepción en Villas de Salvarcar, Ciudad Juárez
9 pm Cena y Pernocta en Ciudad Juárez, Chihuahua

Viernes 10 de junio

Hora
Actividad
Lugar Ciudad
9 am Desayuno en Ciudad Juárez, Chihuahua
10 am Actividades del Pacto Ciudadano

Mesas de trabajo en lugar por confirmar / Clausura en el Monumento a Benito Juárez (5 pm)

Sábado 11 de junio

Hora
Actividad
Lugar Ciudad
9 am Desayuno en Ciudad Juárez, Chihuahua
10 am Acto Público Ciudad Juárez y El Paso Regreso de Caravana El Paso, Texas/

Ciudad Juárez, Chihuahua

8 pm Acto cultural / Cena y Pernocta en  Torreón, Coahuila

Domingo 12 de junio

Hora
Actividad
Lugar
Ciudad
8 am Desayuno en Torreón, Coahuila
9 am Salida de Torreón a Cuernavaca y ciudades de origen
radio
KeHuelga

Noticiero de la KeHuelga

En esta edición podrás escuchar, entre otros temas:

  • Pasó la marcha, la lucha apenas comienza
  • También Amnistía
  • Ciudad Monstruo: contra CFE
  • Ciudad Monstruo: Huelga de hambre en el Zócalo
  • Día del maestro día de lucha
  • Oaxaca: parada construcción de la Venta III
  • New York: Protesta contra Wall Street
  • También en España
  • La guerra en Libia
radio
TeleSur

Marcha por la paz en Chiapas: Cobertura en TeleSur

Marcha por Justicia y contra la Impunidad, sábado 7 de mayo de 2011, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

http://multimedia.telesurtv.net/8/5/2011/34217/zapatistas-participan-de-marcha-por-la-paz-en-mexico/

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Radio Zapatista

Londres se une a la Marcha del Silencio por la Justicia y contra la Impunidad

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Londres, 8 de Mayo de 2011

Londres se une a la Marcha del Silencio por la Justicia y contra la Impunidad

Nos reunimos poco a poco frente al número 16 de la calle de St George Street, Mayfair cerca de Oxford Street, que es donde se encuentra la Embajada de México en el Reino Unido.  Mientras que las tiendas en Oxford Street se encuentran repletas por ser fin de semana, las calles que se encuentran alrededor están prácticamente vacías.  Zona de oficinas después de todo, en el corazón de Londres. Lujosa locación para la embajada, pero el contribuyente el que paga la cuenta.

Ante tanto vacío, el grupo de gente con pancartas y colores se volvía cada vez más evidente. Se leían las consignas: No más sangre, Paz con Justicia y Dignidad, Sólo saben Privatizar y Militarizar, Mandar Obedeciendo es la Paz, You get high and Mexicans die, The streets belong to the children, not to the army.

También la embajada estaba vacía por ser domingo. Aunque en muchos sentidos siempre ha estado vacía, aún dentro de la actitud conciliadora y mediatizadora de conflictos. Vacía porque ahí no hay respuesta para el mar de abusos de derechos humanos perpetrados en México (Acteal, Aguas Blancas, El Bosque, Inés y Valentina violadas por militares en Guerrero, Feminicidios de Juárez, la muerte colectiva para la digna familia Reyes Salazar y un largo y verdaderamente lamentable etcétera). No hay respuesta, ni la puede haber con el actual embajador Eduardo Medina Mora, arquitecto del desastre nacional desde su puesto como Procurador General de la República hasta Septiembre de 2009 y Director General del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) de diciembre de 2000 a septiembre de 2005. Defensor de la estrategia oficial, Medina Mora declaró públicamente en su discurso a la salida de la PGR que “ha habido progreso” y que “la decisión histórica de usar el poder del Estado  para parar a las organizaciones criminales fue fundamental para asegurar el futuro de la nación.” Cuarenta mil muertos lo obligan a uno a pensar lo contrario.

Más allá de la esperanza de que los primeros empleados encuentren las pancartas, los nombres de las víctimas que se dejaron en el buzón y tengan que cortar el listón negro con el que se clausuró simbólicamente la Embajada, nos reunimos allí para encontrarnos. Para encontrarnos en nuestro silencio, pero también para compartir que sí, que efectivamente, también estamos hasta la madre.

Se leyó la carta de Javier Sicilia que convocaba a la marcha nacional, hubo minutos de silencio solemne y también la presentación de la instalación: “Distancia, 68 metros de ausencia” de Mara Bueno. Se trata de 68 metros de tela blanca que fueron desplegados frente a la Embajada y sobre la cual, los manifestantes se tendieron para ser una representación gráfica de las muertes de esta guerra. En las palabras de Mara: “Se trata de la representación física del 1% de los 40,000 asesinatos. 68 kilómetros es el resultado de multiplicar 40,000 por la altura media de un mexicano: 1.70 metros. La intención es hacer algo tangible de este número que es imposible de entender con tan sólo imaginarlo.”

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Reporte Índigo

Javier Sicilia: De las letras al reclamo social (Reporte Índigo)

El pasado 17 de marzo Javier Sicilia amaneció con la amarga noticia de que su hijo Francisco, de 22 años, había sido encontrado muerto junto con otras seis víctimas en el interior de un Civic en el fraccionamiento Las Brisas del municipio de Temixco.

En un abrir y cerrar de ojos, dejó de ser poeta para convertirse en un símbolo más de la tragedia que viven día a día miles de mexicanos.

Con el dolor a cuestas y en medio del luto, Sicilia levantó inmediatamente la voz para exigir justicia, comenzó el doloroso camino de encontrar a los culpables y convocó a la marcha realizada el 5 de mayo que tuvo como sello el pedido de renuncia del secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna.

La defensa del cuestionado funcionario por parte del gobierno federal no tardó en llegar.

El secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional de México, Alejandro Poiré, destacó la labor de García Luna al frente de la seguridad del país, al afirmar que ha sido pieza claveen el combate del crimen organizado y uno de los principales impulsores de una policía nacional capacitada que preste seguridad a los ciudadanos.

"Si alguien ha impulsado la formación de una policía bien equipada, con capacidades y que garantice la seguridad de las personas, ese es Genaro García Luna", dijo Poiré.

El reclamo de Sicilia comienza a trascender. Ayer, senadores del PRD, PT y Convergencia, anunciaron que harán una invitación formal a Sicilia para que asista a dialogar a la Comisión Permanente del Congreso acerca de la ola de violencia e inseguridad que atraviesa el país.

Los legisladores desean la presencia del periodista en su calidad de dirigente ciudadano para que exponga y dialogue sus puntos de vista y proponga alternativas desde una visión más social y con mayor participación ciudadana para combatir a la delincuencia organizada.

En entrevista exclusiva con Reporte Indigo, Sicilia dijo que si a una ciudadanía se le instala el miedo, si no puede salir a las calles con seguridad, es señal de que el Estado no está cumpliendo su cometido.

“Y si esa ciudadanía tiene que vivir bajo la violencia del propio Estado porque está combatiendo a delincuentes que existen porque el Estado no está cumpliendo con su trabajo, pues entonces ya no hay país, ya no hay ciudad, ya no hay nación, hay un darwinismo social, y eso es muy grave”, afirmó.

 

 

 

 

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The Frayba Report

The Frayba Report: National March for Justice and Against Impunity

Monthly report by the Fray Bartolomé de Las Casas Human Rights Center in Chiapas, Mexico.(Descarga aquí)  
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Reporte Frayba

Reporte Frayba: Marcha Nacional por la Justicia y contra la Impunidad

Reporte mensual del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, Chiapas. (Descarga aquí)  
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Upside Down World

Mexico’s Drug War Victims Find Their Voice in Massive Silent March

Disculpa, pero esta entrada está disponible sólo en Inglés Estadounidense. For the sake of viewer convenience, the content is shown below in the alternative language. You may click the link to switch the active language.

Source: Upside Down World
Written by Kristin Bricker
Tuesday, 10 May 2011 16:19
Drug war victims finally made themselves heard in Mexico in the most unlikely way: a nation-wide silent March for Peace with Justice and Dignity. Photo courtesy of Notisystema.com.
Drug war victims finally made themselves heard in Mexico in the most unlikely way: a nation-wide silent March for Peace with Justice and Dignity.
Over 100,000 Mexicans took to the streets over the weekend to protest the war on drugs, impunity, corruption, and violence. The largest march lasted four days and covered nearly 100 kilometers from Cuernavaca, Morelos, to Mexico City. On Thursday, May 5, about 500 protesters began marching in Cuernavaca. Along the way, more contingents joined the march, while other marches set out from different states to join the protest in Mexico City. By the time the marches met in Mexico City’s main square on May 8, an estimated 100,000 people were gathered to protest the war.
Those who couldn’t make the trip to Mexico City held protests in their own states. In Chiapas, 25,000 masked Zapatistas marched in complete silence to the main plaza in San Cristobal de las Casas, where Comandante David read a communiqué from Subcomandante Marcos. “Tens of thousands of people have died in this absurd war,” said Comandante David. “Their only sin was to have been born or lived in a country that is badly governed by legal and illegal groups who are thirsty for war, death, and destruction.”
About seventy Central American migrants passing through Mexico to reach the United States also joined the March for Peace with Justice and Dignity. They marched along railroad tracks through Oaxaca, Veracruz, and Puebla, the route that migrants generally travel as they cling precariously to boxcars. Near the border between Veracruz and Puebla, armed men attempted to kidnap at least one woman during the march. The protesters don’t know if the attack was politically motivated, or just another example of the extreme violence migrants suffer daily as they travel through Mexico. Drug trafficking organizations frequently kidnap migrants for ransom or human trafficking. According to Eduardo Almeida of the Puebla-based Nodo human rights organization, the presence of reporters covering the march likely dissuaded the kidnappers in this case.
In Ciudad Juarez, about one thousand protesters marched in silence until they ran into the city’s mayor at the Benito Juarez monument. He fled the area on foot to avoid the protesters as they began chanting at him.
Protests occurred in all 31 states in Mexico. Protests were also reported in the United States, Canada, Europe, and South America. Mexican immigrants organized many of the protests that occurred in foreign cities.
“We Are Not Collateral Damage”
This weekend’s march, convoked by renowned Mexican writer Javier Sicilia after his son Juan Francisco was murdered in Morelos, allowed the drug war’s innocent victims to bring their stories to the national and international media, in many cases for the very first time. Prior to Sicilia’s public outrage over his son’s murder, the government stigmatized drug war murder victims, arguing that 90% of them are “cartel hit men.” Government agents have repeatedly doctored crime scenes and planted weapons on bodies to make innocent victims appear to be dangerous criminals. When the government does admit that innocent people have died in the drug war, it justifies the deaths as “collateral damage.”
However, from May 5-8, the drug war’s innocent victims stepped out of the shadows and into the international spotlight.
Many were meeting each other for the first time. When the marchers took breaks along Mexico’s 95D freeway, they sat down together to talk about their shared pain. Variations of the following exchange were frequently overheard during the march:
“Who is the young man in the photo you’re carrying?”
“He was my son. He was murdered. And who is the young man on your t-shirt?”
“He is my son. He’s disappeared.”
Some marchers lost family members within the past few months and had not yet politicized their search for answers; they were still in the initial stages of shock and desperation.
Carlos Castro marched with a 15-foot by 7-foot banner that pleaded “RETURN MY FAMILY TO ME” printed above photos of his missing wife, two daughters, and the family’s housekeeper. “I’m marching today to see if I can find my daughters,” Castro said as he choked back tears. The four women disappeared on January 6, 2011, from their home in Xalapa, Veracruz. Castro says he has no clue who took his family and housekeeper. “They entered [the house] and took the whole family. I’m doing this so that they [the kidnappers] receive this message and return them to me. I don’t know why they took them, they had no reason to take my daughters.” Castro’s wife Josefina Campillo Cerreto had just ended a stint as the Actopan (Veracruz) City Council’s trustee when the family was kidnapped. On December 13, 2010—just three weeks before the kidnapping—she updated her Facebook profile to list her job at the City Council and posted what would be her last status update: “I’d rather die fighting than give up without a fight.”
25,000 Zapatistas marched in Chiapas to demand "No more blood on Mexican Soil!" Photo by Moysés Zúñiga Santiago / La Jornada.
Most marchers had at least a general idea of who disappeared or killed their family members. Surprisingly, protesters at the march against President Felipe Calderon’s drug war weren’t just limited to victims of military and police abuse. Victims of both organized and unorganized crime also marched against the war in large numbers.
Teresa, a middle-aged woman who lives in Morelos, marched with a photo of her son, Joaquin. “They killed him ten months ago in Mexico City,” she recounts. “I’m carrying his photo so that everyone knows who he was, sees that he had a face and a mother, just like the over 30,000 dead in this country. The dead aren’t just numbers. They were loved ones.” Joaquin was apparently murdered during a mugging. Teresa filed a report with the government, but the investigation, if there ever was one, went nowhere. As long as the investigation remains open, the government won’t let her cremate her son and spread his ashes in Cancun, where he was born. Joaquin is buried in a temporary grave in Morelos. The protests convoked by Javier Sicilia were the first time Teresa took to the streets to demand justice for her son. “I identify with Javier,” she says. “He was a young, productive, happy boy. Joaquin was beginning his third year of college, studying architecture. Joaquin was the type of young man this country needs, just like Juanelo [Javier’s son] was.”
Isaac Gomez Lopez, an art student who lives in Cuernavaca, argues, “A lot of people use the drug war as a pretext to attack other people. Now, it’s almost like anyone can kill someone and justify it by saying ‘it’s the drug war’ and it won’t be investigated. It just goes into a file.” Cuernavaca’s murder rate jumped after soldiers killed drug kingpin Arturo Beltran Leyva there in late 2009. Beltran Leyva’s death destabilized the territory his organization controlled, providing an opening for other organizations to move in an attempt a takeover, which inevitably led to more violence. “You start to see curfews, the streets empty because they’re not as safe,” says Gomez Lopez. “It’s really affecting tourism.”
Victims of organized crime marched against the war as well. “I’m a victim of human trafficking and organized crime,” declares Ivan Monroy Medina of the Regional Coalition Against Trafficking of Women and Girls. “Seven months ago they took my daughter. She was eleven months old and they violently took her from my wife in Mexico State.” Ramos says that human trafficking is a growing problem in his state. “There were meetings in the neighborhood where we were living. They warned us to be careful because a lot of children had been stolen from the neighborhood. Fifteen or twenty days later, it happened to us.” Monroy Medina and his wife reported the kidnapping to the authorities, “but since we don’t live in Predregal [an upscale neighborhood] and since we don’t know how to play golf and don’t know governors, they don’t pay any attention to us.”
Seven members of the LeBaron family drove down from the Mormon community of Colonia LeBaron, Chihuahua, to participate in the march. The LeBarons made international headlines in 2009 when they publicly refused to pay a million-dollar ransom for 16-year-old Erick LeBaron after he was kidnapped. “The kidnappers told Erick, ‘But there’s so many of you, can’t you all chip in and pay the ransom?’” recounts Adrian LeBaron, Erick’s uncle. The LeBarons feared that if they paid one exorbitant ransom, kidnappers would descend upon their community like vultures. Instead, Colonia LeBaron organized protests in Chihuahua City to demand that the government take action to bring Erick home. Their gamble worked; the kidnappers released Erick after seven days.
The LeBaron’s victory was short-lived. Only a few months later, a criminal organization punished Erick’s older brother Benjamin for organizing about fourteen local communities into an anti-kidnapping organization called SOS Chihuahua. “Twenty armed men went to his house and broke all his windows, and so his brother-in-law [Luis Widmar] came over to help him,” recounts Benjamin’s brother Julian. “They kidnapped them both and executed them about a mile down the road.”
Despite the fact that the LeBaron’s battle is with organized crime, Julian argues that his community’s problems started when President Calderon declared war on drugs. “The war on drugs has been a disaster for this country,” he insists.
Chihuahua, particularly Ciudad Juarez, is Mexico’s drug war “laboratory.” There, argues Proceso reporter Marcela Turati, “Not only drug traffickers, drug dealers, and even drug addicts, but also common citizens, above all youngsters, are involuntarily subjected to an experiment: how it would be, in Mexico, to live under military control.” A large contingent from Chihuahua participated in the March for Peace and Justice with Dignity to tell the president that the experiment has failed.
Maria Alvarado traveled all the way from Ciudad Juarez to participate in the march because the military disappeared her sister Nitza Paola Alvarado and cousins Rocío Irene Alvarado and José Ángel Alvarado on December 29, 2009, from Ejido Benito Juarez, where they were spending the holidays with family. “We tried to follow the them,” she recalls. “But it was very dark and they were taking them on back roads. We returned to the house because we were scared.” The military later left Nitza’s truck at a Chihuahua State Investigations Agency office without giving the local authorities any explanation as to why they were leaving it there.
The Alvarado family filed all of the necessary complaints with relevant government agencies, but they hit a brick wall. “The military has always said that there’s no indication that it was them, that they’ve never carried out operations in the town, which is a big lie,” insists Alvaro. “They stayed three weeks on the ejido in a hotel called Los Arcos, and they made rounds in the entire ejido.”
Regardless of who perpetrated the attacks on their families, all of the drug war victims in the march had the same demand: “We’re demanding that the authorities do their jobs,” says Alvarado. “All they do is create fat case files, and they don’t investigate.”
“They told us we had to take the legal route. ‘You have to go give your testimony and file your complaint and we’ll see if we get motivated to go chase the kidnappers,’” complains Adrian LeBaron. “We told them, ‘We don’t want to be another little paper in your mountains of files. We want our son.’ So we protested.”
A common slogan on signs and banners in the March for Peace with Justice and Dignity was directed at the authorities: “If you can’t do your job, then quit!”
National Pact for Peace
The movement to compel Mexican authorities to “do their jobs” and reduce the country’s staggering impunity rate doesn’t show any signs of letting up.
Javier Sicilia says that Zapatista spokesperson Subcomandante Marcos sent him a letter to tell him that the Zapatistas would join his march. The letter was hand-delivered and came with an oral message, too: “This march, this struggle, transcends the Left. This is a war against all of us, and all of us need to join together.”
“This is a struggle between those who want life and those who want death,” declared Comandante David during the Zapatistas’ march in Chiapas. “And we, the Zapatistas, we chose to struggle for life—that is, for justice, liberty, and peace.”
On May 8 in front of about 100,000 people, Olga Reyes, who has lost six family members in the drug war, and Patricia Duarte, whose son Andrés died in a fire at the ABC Daycare due to government negligence, read the proposal for a National Pact for Peace, a citizens initiative to reduce violence, corruption, and impunity in Mexico. The pact has six central demands:
  1. truth and justice
  2. an end to the war in favor of a focus on citizen security
  3. combat corruption
  4. combat crime’s economic roots and profits
  5. emergency attention for youths and effective actions to rebuild the social fabric
  6. participative democracy, better representative democracy, and democratization of the media
The proposal will be finalized and signed during a public event on June 10 in Ciudad Juarez, the deadliest city in the world.
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