Chiapas
(Español) Licenciado Encinas, una disculpa pública no basta, no es un verdadero acto de justicia
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.
22 de septiembre de 2020.
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios libres y alternativos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
Una y otra vez el Estado mexicano nos ha humillado, nos ha marginado, nos ha culpado, nos ha engañado, nos ha mentido, nos ha despreciado, nos ha querido utilizar, nos ha dividido, nos ha ofendido y ha querido comprar con su dinero y sus proyectos la sangre de nuestras 45 hermanos, hermanas, hermanitas y hermanitos, abuelas y abuelos, tías, tíos y de 4 bebés no nacidos, cuya vida nos arrebataron en Acteal hace ya casi 23 años.
Foto: Área de comunicación de las Abejas |
Tal vez pensaron que nos íbamos a cansar. Que las repetidas injusticias que han cometido con nosotros, año con año, iban a matarnos por dentro. Que el dolor iba a terminar por dejarnos callados, si pasaba suficiente tiempo. Que después de lograr dividir a nuestra organización y a los sobrevivientes y familiares de nuestros mártires, perderíamos la esperanza de que viniera la verdadera justicia y nos conformaríamos con cualquier ayuda o apoyo para nuestra familia. Que aceptaríamos cualquier cosa que aliviara aunque fuera un poquito la situación de dolor y pérdida que ha marcado nuestras vidas, desde que los paramilitares se organizaron para venir a matarnos. Que nos conformaríamos con cualquier cosa para evitar sentir que todo lo que hemos estado esperando y exigiendo por tantos años no ha servido para nada.
Pero no. El cansancio no nos venció. El desgaste no nos dobló. Los golpes no nos han tumbado. La desesperanza no se ha apoderado de nuestro corazón. Ninguna promesa de compensación económica ha sido suficiente para conformarnos con una disculpa pública que no llega a la raíz de la verdad, que deja en la impunidad a todos los responsables y por ello no garantiza que no pueda volver a suceder un Acteal en nuestras tierras. No nos hemos conformado con migajas de justicia. Tampoco han logrado que odiemos a nuestros hermanos que dejaron la organización.
Y todo esto lo hemos logrado también gracias a que no hemos estado solos en esta lucha por la justicia verdadera. Los mártires y su fuerza nos han mantenido. Y también nos han apoyado nuestros hermanos solidarios. No olvidamos que son muchos los hermanos y hermanas del mundo entero que han conocido nuestro dolor y han caminado con nosotros para lograr que la verdad vea la luz, que más personas sepan lo que realmente pasó en Acteal, cómo pasó y quiénes fueron los perpetradores y responsables, para que no olvidemos por qué dieron su vida nuestro hermano Alonso Vásquez y nuestros demás hermanos y hermanas, para no traicionarlos. Hoy queremos agradecer especialmente a todos los hermanos y hermanas que nos hicieron llegar sus videos y cartas de apoyo en la exigencia de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dicte ya el informe de fondo sobre el caso Acteal. Que no considere cerrado el caso con la firma de la solución amistosa entre algunos de nuestros hermanos y el gobierno federal. Gracias al Padre Marcelo Pérez Pérez, a la Comunidad JUNAX, a Juan de la Cruz, a Susana de la Cruz, a Jorge Ávila, a Teresa Carmona, a María Estela Barco, a Fray Gonzalo Ituarte, a Pedro de Jesús Faro Navarro, a Mónica Wise Robles, a Max García, a Michele Di Spigno, a las hermanas del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, a Irma Vázquez Cadenas, a Rubén Moreno, a Jorge Luis López y a todas y todos en el Equipo Frayba, al Grupo de las y los trabajadores (Morelos), a Begoña Lecumberri, a Itzel Silva Monroy, a Blanca Martínez, a Pablo Obando, Jorge Jarillo, Daniela Valdés, Almudena, Silvia y Eunice de la Mesa por México, a gatoperro COLECTIV@ Puebla, a Susana Montes y a Mariana Ramírez Rodríguez, a la Doctora Adriana Ruiz Llanos, a Liliana Campos Ruiz, a Rogelio Rueda, a Manuel Valdivia y al Doctor Roberto Campos de la Red de Salud Intercultural, por hacer suya nuestra voz. También queremos agradecer particularmente a todos los periodistas independientes y medios libres que nos han prestado su oído, su cámara y sus espacios de transmisión para ayudar a difundir nuestra palabra. También agradecemos de corazón a las 44 organizaciones de la Sociedad Civil Mundial que firmaron desde Valencia (España) la carta dirigida a esta Comisión Interamericana de Derechos Humanos, explicando por qué el Caso 12.790 Manuel Santis Culebra y Otros (Masacre de Acteal) está lejos de haber encontrado la justicia en México, por lo que se requiere que una instancia como la CIDH recomiende este mismo año al gobierno mexicano el señalamiento de todos los culpables, tanto intelectuales como materiales, y las medidas necesarias para que sean juzgados, de tal forma que estos crímenes de lesa humanidad no sigan pasando una y otra vez. Les agradecemos porque en esa carta del 21 de agosto supieron explicar que el consuelo verdadero para los sobrevivientes y familiares de los masacrados será que se haga verdadera justicia.
Foto: Área de Comunicación de las Abejas |
Tal vez hubo quienes pensaron que nos tragaríamos el cuento de que este mal gobierno actual es diferente de aquel mal gobierno pasado que trajo miles de soldados a nuestras tierras, supuestamente para protegernos y evitar que la violencia nos alcanzara. Que fue otro el mal gobierno que hizo el plan para convencer a nuestros familiares de que se hicieran paramilitares, que los entrenó, les consiguió las armas y dinero para que se organizaran para aprender a quemar, a robar y a matar. Que fue otro el gobierno que ordenó a su policía y ejércitos que no hiciera nada para evitar la matanza durante las siete horas que nos dispararon, nos persiguieron, nos desvistieron, nos ultrajaron, nos mutilaron ynos ultimaron. Que fueron otros los funcionarios públicos que trataron nuestros cuerpos sin vida como si fuéramos animales, que se los llevaron sin permiso, sin dejarnos honrar a nuestras ánimas como era necesario para que pudieran llegar a su destino. Que fueron otros los que hicieron mal su trabajo al recoger la evidencia necesaria para que fuera difícil después saber con verdad quiénes y cómo nos mataron y poder dar con los asesinos.
Que fueron otros los que quisieron separar, a los niños que quedaron huérfanos, de sus familiares que sobrevivieron. Que fueron otros los que no se preocuparon por informarnos dónde habían llevado a los heridos y de decirnos a sus familiares si estaban aún con vida y cómo se encontraban. Que fueron otros los funcionarios que se vieron obligados a meter a la cárcel a los asesinos que nosotros reconocimos, pero redactando sus confesiones en forma amañada y en expedientes mal elaborados, de tal forma que al paso del tiempo pudieran ser liberados. Que fueron otros quienes hicieron todo lo posible para que todos los funcionarios que, desde los más altos niveles del gobierno estatal y federal, idearon, buscaron financiamiento, coordinaron y ejecutaron el Plan de Campaña Chiapas 94, hasta el momento sigan tan campantes y aún no paguen su culpa por los asesinatos, violaciones, desplazamientos forzados, quema de casas, robo de pertenencias y el terror que provocaron. Que fueron otras las autoridades que decidieron dejar libres a los paramilitares asesinos, a pesar de haber sido plenamente identificados por los que sobrevivieron a su crimen. Que son otros los que han premiado a los paramilitares por el delito de masacrarnos y les han conseguido casas, tierras, dinero mensual y poder para caminar libres entre nosotros, obligándonos a recordar a cada momento lo que nos hicieron y lo que nos arrebataron, como si nuestro dolor no valiera nada. Que son otros los que con todas estas acciones siguen dando a los asesinos y a sus herederos o amigos el poder de desquitar su coraje con nosotros, pues muchos siguen queriendo acabar con nuestra semilla de dignidad, de servicio desinteresado, de amor por la justicia verdadera, de hermandad y sacrificio por la paz.
Pero sabemos que sí, que sí son los mismos. Sabemos que este gobierno, aunque usa otros nombres y otras máscaras, está haciendo lo mismo que hicieron todos los malos gobiernos anteriores: militarizando nuestra tierra, apoyando a sus propios paramilitares, administrando el terror, solapando la violación a los derechos humanos cuando les conviene, manteniendo en la cárcel a personas inocentes, pactando con el narco, garantizando los intereses del gran capital a costa del despojo de tierras y recursos naturales, provocando la muerte de los pueblos indígenas, sin respetar sus derechos.
Por eso, Licenciado Encinas, una disculpa pública no basta, no es un verdadero acto de justicia. ¿Y el castigo a los responsables? El Ejército Federal debe ser investigado y todos los altos mandos responsables de dirigir el Plan de Campaña Chiapas 94 deben ser llevados a juicio. Por eso, pensamos que la solución amistosa firmada el pasado 3 de septiembre fue un engaño para que ustedes puedan lavarse las manos en este caso y aparentar que el gobierno de López Obrador es diferente. Si de veras estuvieran tan interesados ustedes en la paz y en la igualdad, ¿por qué siguen garantizando impunidad a los paramilitares? ¿por qué sigue habiendo muertos y heridos de balas de grueso calibre en Aldama y en Tila, por qué sigue aumentando el número de desplazados en Aldama y en Chalchihuitán, por qué se deja actuar libremente y sin castigo a los grupos de corte paramilitar que destruyen casas de los que buscan su vida autónomamente, colectivamente, sin aceptar apoyos del gobierno, como nuestros hermanos Abejas de Los Chorros que ya llevan más de un año desplazados aquí en Acteal, o los hermanos zapatistas que vieron arder sus bodegas comunitarias de café en Moisés-Gandhi?
¿A poco no se dan cuenta que si no hay castigo, si no ven consecuencias negativas de los delitos que cometen, los paramilitares seguirán envalentonados, desatando violencia descontrolada a su paso? ¿Acaso es eso precisamente lo que quieren ustedes, el caos y el terror para que sea más difícil la organización independiente del gobierno? ¿Acaso necesitan los votos y la influencia política que los paramilitares les pueden brindar? ¿Por qué no los han parado?
El gobierno de la 4T sigue negando que son paramilitares los que se filmaron a sí mismos en video con armas de uso exclusivo del Ejército, funcionando en Chenalhó y a favor de Santa Marta en el conflicto con Aldama. Si dejan que sigan armados y disparando a la población civil, están preparando el camino a otra masacre, tal como hicieron en su momento Zedillo, Chuayfet, Ruiz Ferro y otros de los autores intelectuales de la masacre de Acteal. Ellos son culpables porque fomentaron la masacre al no hacer nada para evitarla y propiciar las condiciones en que se gestó.
Las Abejas de Acteal no son indiferentes a los sufrimientos, los ataques, los muertos, los heridos y el desplazamiento forzado en Aldama, los compañeros muertos y heridos en los ataques en Tila, el robo de café y destrucción de bodegas comunitarias en el Municipio Autónomo Zapatista Lucio Cabañas, entre otros. No podemos aceptar una disculpa pública, mientras vemos que por la impunidad construída, se siguen muriendo y están sufriendo compas, hermanas y hermanos. La No violencia de Las Abejas de Acteal no es eso.
Por último, queremos pedir de corazón y con todo respeto que nos sigan acompañando las organizaciones e individuos que nos han seguido y han caminado con nosotras en esta etapa, así como a los periodistas conscientes que han hecho una gran labor de informar cómo está nuestra verdadera situación y han sabido entender y respetar nuestra lucha, nuestra resistencia.
Porque si este día se cierra la campaña “Las Abejas van por el informe de fondo” esto es sólo el fin de una pequeña etapa, porque la búsqueda de la justicia va a seguir y nosotros, junto a ustedes, no vamos a parar.
Desde Acteal, Casa de la Memoria y Esperanza.
La voz de la Organización Sociedad Civil de las Abejas
Por la mesa directiva
Simón Pedro Pérez López Hilario Jiménez Pérez
Francisco López Santiz
Audio de comunicado de las abejas de acteal.
https://archive.org/details/comunicado-de-las-abejas-22-de-septiembre-2020_202009
(Español) Comunicado de Kongra Star en solidaridad con comunidades indígenas de México
Nosotras, como mujeres del Kurdistán Occidental y como mujeres que luchan, escribimos este comunicado respondiendo al llamado de nuestras hermanas y hermanos indígenas en México ante los ataques que están recibiendo las comunidades indígenas por parte de grupos paramilitares y la impunidad con la que cuentan debido a la inacción del Estado mexicano.
Estos ataques nos duelen como si fueran también sobre nosotras, porque nos reconocemos en cada uno de los hechos que narran las compañeras. Los ataques a aquellas que están resistiendo y construyendo un mundo nuevo son constantes, vengan de parte de los estados o de grupos paramilitares o de mercenarios. Estos ataques son dirigidos en contra los pueblos indígenas que luchan contra los mega-proyectos que saquean sus tierras, que se autoorganizan de forma democrática y desde la base, que luchan por una sociedad donde haya justicia de género y ecológica, que se oponen a la globalización capitalista. El sistema patriarcal, que en este caso representa el Estado mexicano, es responsable de los ataques en las comunidades zapatistas, así como de las desapariciones, los asesinatos y las violaciones de niños, niñas y mujeres jóvenes. Este sistema es el mismo que está llevando a cabo un cambio demográfico en Afrin y que lleva al secuestro, violación y asesinato de mujeres jóvenes cada día a manos de la ocupación turca.
Estos son proyectos alternativos que prueban que hay otra forma de vivir más allá de los estados-nación capitalistas y patriarcales, y por esto son atacados y criminalizados por dichos estados. Tal y como es atacada la población indígena en Chiapas, aquí en el norte y el este de Siria la población indígena es atacada, asesinada y desplazada.
La guerra de contrainsurgencia que se está librando en contra del EZLN no es distinta tampoco a la guerra de desprestigio y deslegitimación que se está llevando a cabo contra las YPG, YPJ o las SDF, nuestras fuerzas de autodefensa. Así como no es distinto el silencio de los Estados en todo el mundo, que avala toda esta violencia y demuestra su complicidad con estos crímenes, que son útiles a sus intereses de dominación y explotación, tanto de las personas como de los territorios. Que estos grupos no tengan un vínculo directo con el Estado no exime a éste de su responsabilidad en relación a estos crímenes.
Sin embargo, todo esto no nos llevará a rendirnos sino a fortalecer nuestra resistencia, porque nos reafirma en que una vida libre, especialmente para las mujeres, no es posible en el sistema patriarcal imperante y en que sólo a través de la autoorganización y la autodefensa de las comunidades y los pueblos y la solidaridad internacionalista será posible vivir libremente y en armonía con los otros pueblos y con la naturaleza.
Por todo ello, nosotras, como Kongra Star, condenamos los ataques realizados por los grupos paramilitares a las comunidades indígenas y a las miembros de la comunidad zapatista y del Consejo Nacional Indígena y exigimos al gobierno mexicano que reconozca la existencia de estos grupos armados y atienda a las demandas de las comunidades en Chiapas.
También mandamos toda nuestra solidaridad, fuerza y amor a las comunidades indígenas y zapatistas, que son un ejemplo de dignidad y valentía y una prueba de que es posible este nuevo mundo, y a todas las mujeres que en México están librando una lucha histórica contra los feminicidios.
Aunque nos encontremos lejos les decimos nuevamente que su lucha es nuestra lucha, así como nuestra revolución es también su revolución.
La lucha sigue, porque la resistencia es vida.
Jin, Jiyan, Azadi! – Mujer, Vida y Libertad!
Kongra Star – 13 de septiembre del 2020