(Español) Familias de Banavil retornan para conmemorar a la niña Antonia
- Que hagan una búsqueda hasta encontrar a nuestro padre Alonso López Luna
- Que se ejecuten las órdenes de aprehensión pendientes en contra de los responsables de la desaparición forzada de Alonso López Luna y el desplazamiento forzado que venimos sufriendo y que haya justicia de todos los responsables.
- Generar condiciones para el retorno inmediato y definitivo de nuestras familias en Banavil, actualmente somos 21 personas, que nos garanticen seguridad en el momento del retorno y después del retorno, así mismo que nos garantice el estado mexicano que esto no se va a repetir.
- Cancelación de las órdenes de aprehensión contra Antonio y Pedro López Girón
- Reparación de daño por el tiempo que hemos estado en desplazamiento y todos los bienes que hemos perdido en Banavil.
- También exigimos la presentación de nuestros 43 compañeros estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa Guerrero, entre otras hermanas y hermanos que están luchando por la justicia y verdad por la desaparición forzada.
- Justicia para Acteal.
(Español) Morir en los campos agrícolas
Por Kau Sirenio
Las cuerdas chillantes del violín hacen que la noche sea más triste de lo normal en San Totolcintla, municipio de Mártir de Cuilapan, mientras que las mujeres y hombres apurados tejen sus cintas de palma; frente al violinista yacen dos ataúdes, uno de color azul tenue y el otro de blanco. Son los cuerpos mortales de las dos jornaleras que fallecieron en Jalisco en un accidente automovilístico.
Al olor de copal y flores, ante el altar que la familia montó para despedir a Fresnia Juárez Domínguez y Diana Juárez Villegas. Lo acompañan las luces titilantes de las velas que dibujan un funeral de campesinas que murieron en los campos agrícolas para no morir de hambre en su pueblo donde la miseria se asoma todos los días.
Los papás, hermanos, cuñadas y cuñados se abrazan entre ellos para darse ánimo para no desmayar por el dolor que los acompaña desde el viernes cuando se enteraron del accidente en que viajaban sus familiares.
«Mi hija salió temprano el viernes a las seis de la mañana al corte de tomate pero ya no regresó, nos avisaron que la camioneta que las trasladaban se accidentó, así que dejamos nuestros quehaceres y nos fuimos a preguntar qué fue lo que pasó con nuestra familia», contó Isaac Juárez Carlos, papá de Diana.
El jornalero habló de su vivencia en Jalisco donde trabajaba en el corte de caña, mientras que su esposa e hija lo hacían en el corte de tomate por una paga de 15 pesos por arpilla, «en la jornada cuando mucho alcanzaban cortar cinco o siete arpilla».
Durante la plática, del interior de la casa sale el sonido del violín y la guitarra que van formando en el oído el canto del más allá de los nahuas de Guerrero, su música fúnebre que se combina con el religioso.
En la casa de la familia Juárez Villegas y Juárez Domínguez los vecinos llegan con la ayuda, maíz y despensas son depositados ante el altar; de ahí lo toman las mujeres que apoyan en la cocina para preparar la cena y el almuerzo.
La población de esta comunidad habla el náhuatl, lengua que aún conservan a pesar de la fuerte movilidad social hacia los campos agrícolas donde se va la familia completa a trabajar en temporadas de otoño-invierno en el corte de chile, tomate, caña, aguacate, angú, espárrago o zarzamora. Otras familias se van a las ciudades turísticas a ofrecer las artesanías que elaboran.
La mayoría de los habitantes de las comunidades asentadas en la ribera del río Balsas, son jornaleros agrícolas, quienes se van por temporadas a los campos agrícolas de los estados de Morelos, Michoacán, Colima, Jalisco, Sinaloa y Baja California, toda la familia. Y también emigran a los Estados Unidos.
Para los trabajadores agrícolas, el peligro que enfrentan cada vez que salen de su pueblo se hizo costumbre: «nuestro panteón está lleno de paisanos que han muerto en los surcos de los campos agrícolas», señala Melquiades García Ríos, comisariado de Bienes Comunales de San Juan Totolcintla.