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Por Carlos Fazio (*)

En medio de las expectativas generadas por la llegada a Israel del asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, para discutir con el Gabinete de Guerra del Estado sionista el momento de poner fin a los bombardeos de saturación indiscriminados en la Franja de Gaza y las estrategias para pasar a una fase de menor intensidad, así como un eventual nuevo intercambio de prisioneros, van surgiendo algunos elementos que permiten constatar que, en la coyuntura, Hamas, la Jihad Islámica y los otros grupos de la resistencia palestina han logrado ganar la batalla de la narrativa al eje conformado por Washington-Tel Aviv-Bruselas.

La entente conformada por Estados Unidos, la OTAN e Israel sigue firme en sus intentos de aniquilar a Hamas. Mo obstante, medios occidentales como la revista estadunidense Foreign Affairs, han destacado la capacidad de Hamas de mantenerse fuerte hasta el momento, con una dirección organizada, presencia mediática y una red de apoyo internacional, lo que demuestra que el pretendido objetivo de Israel y el Occidente colectivo de exterminar al grupo político-militar palestino está lejos de lograrse y pone en serias dudas las discusiones sobre el futuro de gobernanza en la Franja de Gaza.

Asimismo, el diario de Tel Aviv Haaretz consignó que, ante la férrea resistencia, el ejército israelí enfrenta dificultades para avanzar en las áreas de infiltración en la Franja de Gaza, lo que genera tensión en el alto mando castrense respecto a los objetivos de la guerra y el tiempo asignado para lograrlos. De acuerdo con el matutino, el ejército israelí no tiene una imagen de inteligencia completa sobre las ubicaciones donde Hamas y la Jihad Islámica oculta a poco más de un centenar de retenidos desde el pasado 7 de octubre, y no duda de que la continuación de la guerra no convencional asimétrica en curso ponga en peligro sus vidas.

Haaretz, que define al régimen Benjamín Netanyahu como golpista de extrema derecha, llamó a sus lectores a no dejarse llevar por el ambiente que reina en la televisión israelí lleno de “cánticos de victoria”. Según el medio, Netanyahu sueña con anexarle a Israel todos los territorios palestinos, y convirtió su oposición al establecimiento de un Estado palestino en la joya de la corona de la campaña para mantener su estatus de primer ministro.

De acuerdo con el Financial Times, Israel tiene la firme intención de continuar la guerra genocida. Su objetivo −compartido por la administración Biden−, es matar a los tres principales dirigentes en Gaza: Yahya Sinwar, Mohammed Deif y Marwan Issa y conseguir una victoria militar “decisiva” contra los batallones combatientes, así como destruir la red de túneles subterráneos que son “el principal canal de oxígeno de Hamas para reconstruir sus capacidades militares” (aunque el principal objetivo de la operación militar sea la deportación de toda la población de Gaza; la eliminación de Hamas, la excusa, y los hechos del 7 de octubre el detonante ideal). En función de esos objetivos, la campaña bélica podría durar un año o más, pero según el medio británico la fase más intensiva de la ofensiva terrestre se prolongará hasta finales de enero de 2024. No obstante –y aunque intentar resolver por las armas una situación que remite a un régimen colonial de apartheid iniciado en 1948, sea una ilusión−, la duración de la guerra de ira y venganza desesperada de Israel dependerá de los avances operativos sobre el terreno, la presión internacional y las oportunidades para liberar a los rehenes.

A su vez, Foreign Affairs señaló que un objetivo alcanzado por Hamas al lanzar la operación Diluvio de Al-Aqsa, fue documentar la centralidad de Gaza con el proyecto de lucha integral para la liberación de Palestina, en tanto que el objetivo declarado de Israel y EU de exterminar al grupo insurgente, revela una falta de comprensión de la realidad. La revista estadunidense exhibió la ironía de que en lugar de aislar a Gaza, los intensos bombardeos, la destrucción de infraestructura de telecomunicaciones y el bloqueo de Internet ayudó a que la Franja de Gaza esté hoy en el centro de la atención mundial. Lo que se combinó con la estrategia mediática de la resistencia palestina, que continuó transmitiendo información desde el campo de batalla y proporcionando una contranarrativa eficaz a la censura y las versiones propagandísticas de Israel sobre la guerra.

Al publicar casi a diario videos sobre emboscadas, ataques y destrucción de tanques, carros de combate y excavadoras israelíes, las Brigadas Al Qassam, ala militar de Hamas, mantuvieron cierta influencia sobre la cobertura de la guerra por parte de los medios internacionales, arrebatándole la exclusiva del relato a los órganos de inteligencia del ejército y el Mosad israelíes. Asimismo, las imágenes de mujeres liberadas despidiéndose de sus captores palestinos en el centro de la ciudad de Gaza y zonas que los portavoces del ejército israelí aseguraban tener bajo control, significaron réditos a Hamas en la batalla por la información y obligaron al gabinete de guerra de Netanyahu a suspender durante seis días los bombardeos de saturación sobre pobladores e infraestructura civil critica.

El 15 de diciembre, la revista británica The Economist concluyó que Israel no logró eliminar el liderazgo de Hamas ni destruir su infraestructura en la red de túneles que se extienden por cientos de kilómetros a pesar de su potencia de fuego y las capacidades de vigilancia de los drones. Por lo que no le queda más opción que reducir su ataque, dado que Estados Unidos, su principal aliado y proveedor de armas, insiste en niveles de potencia de fuego más bajos ante la gran mortandad de civiles.

En sentido contrario, gracias al conocimiento del terreno y de la extensa red de túneles para convertir las calles de Gaza en un laberinto mortal, y mediante una combinación de tácticas y operaciones militares complejas y su habilidad para manejar la guerra urbana así como un arsenal de armas ligeras y medianas −lanzadores portátiles, proyectiles antitanques, ametralladoras ligeras y rifles automáticos además de bombas y misiles fabricados localmente−, y merced a una preparación psicológica y disposición para el enfrentamiento directo desde distancia cero, los comandos especiales de la Resistencia ocasionaron pérdidas diarias al enemigo, merced a emboscadas complejas, infiltraciones a través de túneles y sobre el suelo; incursiones rápidas y retiradas planificadas, mediante las cuales el ocupante proyectó imágenes catastróficas en sus círculos mediáticos, a pesar de toda la censura impuesta.

Según Al Mayadeen, en los últimos días el número de soldados israelíes muertos en la Franja superó los 450. De ellos, 125 perdieron la vida en los combates terrestres, 55 después del fin del alto al fuego hace dos semanas, y cuatro son prisioneros israelíes en manos de la resistencia. El canal satelital panárabe reveló que las operaciones de la resistencia clasifican según el tipo y el daño propiciado a los ocupantes, de acuerdo con la naturaleza y el objetivo exigido para la misión. Algunas incursiones requieren distraer al enemigo y obligarlo a cambiar de lugar, atacarlo, amenazarlo, aunque no se le haga un gran número de bajas. En otras, es necesario proporcionarle pérdidas materiales a sus equipos para obligar a sus soldados a salir a la batalla a pie, con el objetivo de enfrentarse con ellos, capturarlos, eliminarlos, hacerlos preocuparse por los heridos y no continuar el enfrentamiento.

Hoy en día puede concluirse que la resistencia comenzó a adoptar tácticas más dolorosas para la ocupación, con las cuales presiona a su liderazgo político y militar, a los colonos supremacistas y a la estructura social israelí Sumado a lo anterior, tras más de 75 días de una guerra de aniquilación contra la población civil de Gaza que le generaron un impacto negativo en el mundo, ha quedado exhibido que los objetivos fijados por Netanyahu y su Gabinete de Guerra no podrán alcanzarse, mientras la resistencia palestina aumentará el techo de sus demandas a medida que aumenten las pérdidas de las fuerzas israelíes en el terreno.

Ejército israelí asesina a tres rehenes por “error”

En ese contexto, el 12 de diciembre la red informativa Al Mayadeen –restringida por el ejército de ocupación en la Franja de Gaza por perjudicar “la seguridad de Israel”−, había revelado que oficiales del Mosad y el Shin Bet, además de un representante de la oficina del primer ministro Netanyahu y otro del jefe de inteligencia militar, negociaban en secreto en una capital europea un nuevo intercambio de prisioneros con Hamas, que incluiría a niños, mujeres y hombres, entre ellos, tres altos oficiales del ejército israelí capturados el 7 de octubre. Según el medio, que citó el sitio web saudita Eilaf, a cambio, Israel liberaría a alrededor de 300 prisioneros palestinos, incluidos 10 veteranos que llevan años tras las rejas, entre ellos, Marwan al-Barghouti, líder de Fatah.

Dos días después, tras la reunión de dos horas del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, con el jefe del Mosad, David Barnea, medios israelíes consignaron la posibilidad de que se registraron avances en la búsqueda de un nuevo intercambio de prisioneros. Sin embargo, líderes de Hamas y la Jihad Islámica habían reiterado días previos que no habrá negociaciones sobre la liberación de prisioneros antes de un alto al fuego total en Gaza.

La situación de los retenidos israelíes dio un trágico e inesperado giro el 15 de diciembre, luego de que el ejército de ocupación reconoció haber asesinado a tres rehenes de Hamas identificados por “error” como una “amenaza”. Citando a un alto oficial israelí del Mando Sur del ejército, el periódico The Times of Israel aseguró que las víctimas fueron acribilladas por “fuego amigo” mientras portaban una bandera blanca. Según el diario, un soldado que hacía guardia desde un edificio en el sector de Shejaiya notó que tres personas salían de una edificación, todas sin camisa y una de ellas con una bandera blanca improvisada. Creyendo que se trataba de una trampa ideada por Hamas, abrió fuego y grito: “¡Terroristas!” Dos de los rehenes murieron al instante y el tercero corrió herido hacia la instalación de dónde había salido. El comandante del batallón pidió detener los disparos, mientras se escuchaba que alguien pedía a gritos “¡Socorro!” en hebreo.  Poco después, el superviviente salió de nuevo a la calle y otro soldado le disparó y lo mató. Tras una inspección de los cuerpos, el comandante entendió que se trataba de rehenes israelíes.

Una investigación preliminar del ejército de ocupación consideró que los dos soldados actuaron en contra de los protocolos de combate. No obstante, un oficial del Mando Sur señaló circunstancias “atenuantes”, como el hecho de que las fuerzas en Gaza llevan días sin ver civiles palestinos y que las únicas personas que ven de paisano suelen ser milicianos de Hamas, que se presentan como desarmados mientras camaradas ocultos abren fuego contra los militares.

Como señaló el sitio estadunidense Responsible Statecraft, la historia demuestra que luchar contra combatientes de guerrillas bien organizados en medio de población civil hostil es una receta para la derrota. Según la publicación, la diferencia entre la guerra de contrainsurgencia y la ocupación es que en la primera hay “insurgentes y civiles” y los últimos son mayormente partidarios de las fuerzas enviadas para “ayudarlos”. Sin embargo, en la segunda hay “insurgentes y civiles hostiles”. El mejor ejemplo de guerra de ocupación fue Vietnam, la cual ilustró “la dificultad de librar este tipo de combate, sin mencionar ganarla”. Conforme a Responsible Statecraft, el ejército israelí está en Gaza en una situación similar a la que enfrentó el ejército de EU en la provincia de Quảng Ngãi, en Vietnam. Los oficiales enfrentan allí una batalla de contrainsurgencia y no pueden ocupar el territorio sitiado. Por otro lado, la hostilidad colectiva de la población hace que las operaciones militares del ejército sean extremadamente difíciles.

Los riesgos inherentes a la guerra de ocupación fueron evidenciados de manera clara cuando el ejército sionista mató a los tres conciudadanos citados arriba. Con una consecuencia desfavorable para el régimen de Netanyahu: por la noche del 15 de septiembre, miles de enojados familiares de detenidos israelíes en manos de Hamas protestaron en la calle Kaplan, conocida como “Plaza de los Prisioneros”, en Tel Aviv, exigiendo la negociación inmediata para un nuevo intercambio de rehenes. Medios israelíes, consignaron que los familiares insistieron a las autoridades que quieren a sus pariente vivos, no en ataúdes ni en el Instituto de Medicina Forense de Abu Kabir.

Para aumentar la presión sobre su enemigo, el domingo 17 de diciembre Hamas publicó un video de un minuto, que muestra a tres ancianos israelíes cautivos suplicando por su liberación. Uno de ellos, que se identificó como Haiem Bery, de 79 años, dijo en hebreo que estaba retenido junto con otros rehenes ancianos con enfermedades crónicas y que sus condiciones eran duras. “Tienen que liberarnos de aquí. No importa el costo. No queremos ser víctimas directas de los ataques aéreos militares (israelíes). Libérenos sin condiciones”, clamó. El video concluye con los tres hombres diciendo al unísono: “No nos dejen envejecer aquí”. Antes detalla que los tres rehenes proceden del kibutz Nir Oz, situado junto a la frontera israelí, que fue blanco de los ataques del 7 de octubre. Los otros dos rehenes fueron identificados por medios israelíes como Amiram Cooper, de 84 años, y Yoram Metzger, de 80 años.

El 20 de diciembre, las Brigadas Al-Quds, el ala militar del Movimiento Yihad Islámica, publicaron un video con declaraciones de otros dos detenidos israelíes quienes exigen al gobierno de Tel Aviv un cese al fuego, la conclusión de un acuerdo de intercambio de prisioneros y enfatizan que sus vidas están en peligro debido al bombardeo de su ejército. El prisionero Gadi Mozes, pidió intensificar la presión sobre el gobierno sionista y hacer todos los esfuerzos posibles para devolver a los prisioneros a sus hogares.

Dirigiéndose al primer ministro Netanyahu y a los miembros del Gabinete de Guerra, Yoav Galant, Benny Gantz y Herzi Halevy, el detenido les aseguró que todos los rehenes viven una situación crítica por los constantes ataques del ejército israelí.

“Estamos en esta situación y estamos muriendo a cada momento…La situación es insoportable. Es posible que muramos, ya no hay garantía de que el ejército israelí no nos bombardee. Estamos en peligro… Un proyectil del ejército israelí podría caer sobre nosotros… Sentimos que no queréis que regresemos vivos”, denunció. Otro de los detenidos, Elad Katzir, aseguró que están en manos del movimiento Yihad Islámica y expresó su temor por el peligro que corren los prisioneros debido a los misiles del ejército de ocupación que, según sus palabras, “amenazan sus vidas”. Igual que su compañero, emplazó a Netanyahu y a todos los responsables de la toma de decisiones en Israel a hacer todo lo necesario para lograr un alto al fuego y concluir un acuerdo de intercambio de prisioneros. “No queremos morir en Gaza… nuestras vidas corren gran peligro”, aseveró.

Ese mismo día, Israel informó a Qatar su disposición a acatar una semana de tregua en la Franja de Gaza para el intercambio de prisioneros palestinos a cambio de la liberación de unos 40 israelíes retenidos por la resistencia, según revelaron medios israelíes.

Tres días antes, el sitio web estadunidense Axios informó sobre una reunión en Varsovia, Polonia, entre el jefe del servicio de inteligencia israelí, David Barnea, el primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdul Rahman Al Thani y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Bill Burns. En el encuentro Al Thani aseguró a Barnea que Hamas condicionó la reanudación de las negociaciones a detener la guerra en la Franja de Gaza.

Túneles de la Resistencia dejan a Israel en shock

Como parte de la guerra de propaganda, el 17 de diciembre la agencia estadunidense The Associated Press (AP), envió un despacho desde Beit Hanoun, en la Franja de Gaza, que daba cuenta del descubrimiento por el ejército de Israel de un túnel de cuatro kilómetros de largo, cuya entrada estaba a sólo 400 metros del cruce fuertemente fortificado de Erez y de una base militar israelí. Según el ejército, el pasadizo era suficientemente ancho como para que pasaran automóviles, y facilitó el tránsito de milicianos y suministros en preparación para el ataque del 7 de octubre.

Escenas difundidas por Israel el domingo 17 mostraron al ministro de Seguridad, Yoav Galant, apresurado a visitar la entrada del túnel y tomando fotos allí, en un claro intento por destacar un logro militar del ejército después de 70 días de guerra y más de 50 días de combates terrestres. Además, el descubrimiento de los pasadizos de la resistencia era uno de los objetivos declarados de esta guerra.

“En este punto, este es el túnel más grande de Gaza”, subrayó a los periodistas el contralmirante Daniel Hagari, principal portavoz militar israelí, en un recorrido por la entrada del túnel. Según la nota de AP, la entrada al túnel es una abertura circular de cemento que estaba debajo de un garaje, ocultándola de los drones israelíes y de las imágenes de satélite. Otro vocero militar, el mayor Nir Dinar, dijo que los servicios de seguridad no sabían del túnel porque las defensas fronterizas israelíes sólo detectaban los que estaban destinados a entrar a Israel. “No sorprende que ésta haya sido la estrategia de Hamas desde el principio”, agregó Dinar. “La sorpresa es que lo lograron y el tamaño de este túnel… fue realmente impactante”.

El cruce de Erez, una instalación similar a una fortaleza que gestionaba el movimiento de palestinos hacia Israel para trabajar, recibir atención médica o transitar hacia Jordania, tenía un gran valor simbólico para Hamas. El enorme cruce estaba protegido por cámaras y patrullas militares, y la base militar adyacente sufrió graves daños el 7 de octubre y no ha reabierto.

Sin embargo, la ubicación y los detalles del túnel revelaron que el supuesto logro militar israelí carece de cualquier valor real. El lunes 18, las Brigadas Al-Qassam, brazo armado de Hamas, publicaron un video en respuesta a las imágenes difundidas por el ejército israelí el día anterior. El documento fílmico señaló que el objetivo del túnel estaba vinculado a la batalla Diluvio de Al-Aqsa. Con ello Hamas confirmó a las fuerzas sionistas haber llegado tarde a la escena y señaló el total cumplimiento de la tarea para el cual fue realizado.

Llegasteis tarde… Misión cumplida #DiluvioDeAlAqsa pic.twitter.com/FFxzQA97yk

— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) December 18, 2023

Según una nota de Al Mayadeen, por el tamaño y la estructura del túnel, es indicado para operaciones ofensivas como lo confirmó el video de las Brigadas Al-Qassam, destinado para el transporte de fuerzas especializadas durante la operación Diluvio de Al-Aqsa. Esos conductos, extendidos por kilómetros, fueron utilizados para el traslado rápido de los combatientes como armamentos ligeros, de un área a otra de manera secreta bajo tierra, para contrarrestar la capacidad de la ocupación en su detección a distancia. También permiten mantener la capacidad de sorprender al enemigo, objetivo logrado el 7 de octubre. Sin embargo, no son utilizados para operaciones defensivas o infiltraciones detrás de las líneas enemigas, ya que su tamaño y longitud los hacen inadecuados para tales fines.

En tal caso, agrega el medio, requerirían cavidades para acomodar a un pequeño número de combatientes, junto con equipo de las fuerzas de comandos, como también aconteció en las escenas de la resistencia en Juhor al-Dik, Beit Hanoun y otros lugares. Los túneles defensivos suelen ramificarse y separarse, y además convergen en nodos específicos para evitar ser descubiertos. También incluyen aberturas cercanas a la superficie para realizar tareas de reconocimiento e infiltración.

El descubrimiento reveló que los túneles de la resistencia están altamente tecnificados. La sorpresa estaba clara en el rostro de Galant y sus oficiales dentro del túnel, blindado con acero y reforzado con columnas de cemento y acero. Eso muestra el nivel de pericia y trabajo profesional de las fuerzas de Al-Qassam encargadas de cavar galerías para enfrentar sus misiles y bombas durante la guerra. También fueron observadas otras instalaciones dentro del túnel, como canales de drenaje y saneamiento para enfrentar el peligro de inundaciones.

Asimismo, el trabajo de ingeniería revela la capacidad de la resistencia para refugiarse bajo tierra en lugares donde es imposible lleguen las bombas perforadoras del enemigo, en su mayoría de fabricación estadunidense, las cuales pueden penetrar hasta 20 a 30 metros bajo tierra como máximo. Además, indicaría el avance de la seguridad de la resistencia por haber mantenido en secreto una instalación tan grande durante años y oculta a los ojos del enemigo y de sus aparatos de inteligencia que rodean el sector, a pesar de la participación de decenas, y posiblemente cientos de combatientes en su realización.

El Pentágono aprobó limpieza étnica y colonización de Gaza

En medio del asalto genocida sin precedentes de Israel contra la Franja de Gaza, en noviembre pasado la publicación oficial estadunidense Army University Press socializó un artículo por encargo del Departamento de Defensa y la revista Military Review del ejército de EU, en el que se pedía la limpieza étnica en Gaza.

Escrito por Omer Dostri, un antiguo apparatchik del Likud e investigador en el Foro de Defensa y Seguridad de Israel, el artículo sostiene que la mejor manera para restablecer la “política de disuasión” derrumbada el 7 de octubre por Hamas y proporcionar “seguridad”, es que se vuelva a ocupar la Franja de Gaza a largo plazo, se limpie étnicamente a cientos de miles de residentes palestinos, se amplié exponencialmente el tamaño de la zona de exterminio y se establezca asentamientos dentro de Gaza.

Dostri mantiene la arraigada creencia sionista de que robar tierras y establecer asentamientos con colonos supremacistas es la respuesta disuasoria adecuada, opción que implicaría la creación de un régimen colaboracionista para gobernar a los palestinos restantes con un “liderazgo local central” o la partición del territorio en distritos autónomos con diferentes liderazgos. Esos núcleos de población estarían rodeados de importantes “zonas tampón” de varios kilómetros para proporcionar profundidad estratégica y permitir respuestas rápidas a posibles “incursiones terroristas futuras” mediante francotiradores y ametralladoras teledirigidas. Según el autor, la guerra de exterminio en Gaza es una “oportunidad histórica e inigualable para remodelar el panorama de amenazas” y “alterar el equilibrio demográfico en la región”.

La estrategia de guerra escrita por Dostri para la principal organización multimedia del Pentágono, es en gran medida similar al plan que las Fuerzas de Defensa de Israel aplicaron a partir de la última semana de octubre, mediante tácticas psicológicas de “conmoción y pavor” y asesinatos en masa, combinados con la destrucción del sistema de túneles de Hamas. Según el especialista de seguridad nacional del Instituto de Jerusalén para la Seguridad y Estrategia, la misión tendrá un “costo relativamente alto en términos de bajas de soldados y asignación de recursos”, pero ese sacrificio “garantizará el éxito”.

Como señaló Dan Cohen en Uncaptured Media, en conjunto, el documento de Dostri es un llamamiento a cometer crímenes de guerra, y serviría como prueba clara de la intención de llevar a cabo un genocidio. Y el hecho de que ese llamado se publicara en nombre del Departamento de Defensa, genera dudas sobra la culpabilidad de la administración Biden en el genocidio en Gaza con bombas y misiles fabricados en factorías estadunidenses.

(*) Carlos Fazio, escritor, periodista y académico uruguayo residente en México.