(Español) Sobre las ruinas de Bonafont se construye “Altepelmecalli”: La Casa de los Pueblos
Veinte días después de haber tomado las instalaciones de la empresa Bonafont, las comunidades que integran Pueblos Unidos iniciaron una serie de actividades públicas con la intención de darle vida al lugar en el que antes se extraían diariamente 20 litros de agua por segundo.
Encuentros por la vida y la autonomía
Las actividades comenzaron con el encuentro de mujeres “Tejiendo Autonomía y Justicia”, realizado los días 27, 28 y 29 de agosto. Un día después continuaron con el Encuentro Internacional de Científicas y Científicos por la Vida, el cual concluyó este sábado 4 de septiembre después de seis intensos días de reflexión y participación, en donde no sólo hubo participación de la academia y comunidad científica, sino también de organizaciones sociales que documentan e investigan sobre las afectaciones al medio ambiente por megaproyectos y empresas. Las comunidades y pueblos también tuvieron una participación importante a lo largo de estos días, compartiendo sobre su vida cotidiana, su cosmovisión y el papel fundamental del agua en esta región, que como ellos mismos señalaron es como un “cajete de agua” el cual se forma a las faldas de los volcanes Popocatépetl e Ixtacihuatl o Don Goyo y Doña Rosita, como los locales también les llaman de forma cariñosa y cercana.
En el “Encuentro Internacional de Científicas y Científicos por la Vida” participaron más de dos centenares de personas, provenientes de diferentes grupos indígenas: otomís, tutunakú, nahuas y ñusavi; 12 estados de la República y de 15 diferentes países. Destaca la participación de intelectuales y científicos tales como Raúl Zibecchi, Gilberto López y Rivas, Raquel Gutiérrez, Yuderkys Espinoza, Eliana Acosta, entre otros, además de los documentalistas Juan Rulfo y Valentina Léduc, junto con otros artistas, poetas, bailarines, etc. También participaron universidades como la UNAM, BUAP, UACM, IBERO, además de activistas, organizaciones sociales, promotores comunitarios y estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado. El formato del encuentro fue híbrido con actividades virtuales y presenciales.
Durante el encuentro las y los participantes coincidieron en la importancia de defender la vida frente a los intereses neoliberales, patriarcales, coloniales, extractivistas, y racistas, desde las ciencias, pero sobre todo desde los saberes de quienes habitan los territorios.
Es así que a partir de la reapropiación del espacio de parte de los Pueblos Unidos, “La casa de los pueblos” se convirtió así en un espacio de reflexión, sentipensamiento, escucha, propuestas y alternativas para vivir e imaginar otros mundos posibles para la vida.
Bonafont y el saqueo de agua
El grupo Pueblos Unidos está integrado por 20 comunidades de la región cholulteca del estado de Puebla. Estos poblados se organizaron durante varios meses para conversar cómo en los últimos años las comunidades vivían una creciente escasez de agua debido a la sequía de los ameyales y pozos artesianos que antes siempre les proveían de agua cristalina, de la cual no sólo bebían con confianza, sino que también permitía que esta región, rica en agua por los escurrimientos de los volcanes, fuera una región agrícola muy productiva a pesar de la invasión inmobiliaria e industrial que desde hace dos décadas viene sufriendo. Éste análisis fue el que los llevo a decidir instalarse en un plantón a las afueras de la empresa en marzo de este año, frenando el saqueo de agua por parte de Bonafont, filial de la multinacional agroalimentaria de origen francés Danone, la cual durante 29 años extrajo agua de forma indiscriminada de esta planta.
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Según información de Pueblos Unidos, en esta planta, cada segundo se llenaba un garrafón de agua, y para embotellar un litro de agua se usaban entre tres y cuatro litros de agua purificada. También informaron que, aunado al uso desmedido del agua, también está la contaminación generada por el plástico que se usa para embotellar el vital líquido. En tanto la industria del agua usa 1.5 millones de toneladas de plástico para envasarla, del cual apenas se recicla el 13% del total de estos platicos desechados, además de los desechos, los integrantes informaron que para la elaboración de estas botellas se usan sustancias químicas nocivas para la salud como el arsénico, el cual ha sido asociado como detonador de cáncer.
La región rica en agua, además de ser afectada por la empresa Bonafont, sufre de la sobre explotación y contaminación del agua derivado de la existencia de parques industriales que desde hace más de 30 años usan grandes cantidades de agua, la cual, después de ser contaminada con sustancias tóxicas durante sus procesos de producción, es desechada en los ríos Atoyac y Metlapanapa, generando deterioro ambiental y múltiples enfermedades como cáncer e insuficiencia renal.
Entre los daños al medio ambiente, destacan que, después de haberse instalado el plantón fuera de Bonafont, el 29 de mayo de 2021,de forma inesperada, apenas a dos kilómetros de distancia de la planta tomada, apareció un socavón en la tierra, el cual integrantes de Pueblos Unidos señalan que fue la muestra de que: “La naturaleza nos dio la razón de que en esta región se sobre explota el agua”.
Hoy, a casi seis meses del cierre de actividades en la planta, las comunidades aledañas observan que sus pozos artesianos vuelven a tener agua. Es por ello que las comunidades decidieron hacer un juicio popular el 8 de agosto en donde en un ejercicio de autodeterminación, decretaron que en esta región no se permitirían más industrias, ni más zonas residenciales.
Altepelmecalli: La casa de los Pueblos
Tras la toma de las instalaciones y la cancelación del pozo de donde Bonafont saqueaba el agua, los Pueblos Unidos decidieron que Bonafont no extraería más agua, y que por el contrario, ese lugar de muerte se convertiría en lugar de vida. Ahora es un espacio para la vida comunitaria de los pueblos donde “se están construyendo su propia salud, deporte, arte, educación, organización de mujeres, justicia, alimentación para todos los pueblos, y un hogar para la organización de los pueblos para la defensa de la vida”.
Además de los dos encuentros realizados, en estas tres semanas de haber tomado las instalaciones, Pueblos Unidos ha venido realizando actividades de salud como pruebas de insulina y medición de la presión, además de talleres de primeros auxilios, la apertura de un espacio seguro para mujeres y actividades deportivas, artísticas y recreativas.
Para los siguientes meses se planea continuar con más actividades, entre las que están un “Encuentro de Aprendizaje”, y una “Feria de Salud”. Además de continuar articulándose con otras luchas en México y con otros países quienes luchan por la defensa del agua y contra Bonafont y Danone.
Somos defensores de la vida. Los criminales son los que saquean el agua
Las y los integrantes de Pueblos Unidos señalaron que, desde el inicio del plantón en marzo, la intimidación y criminalización han sido una constante. En fechas recientes supieron de la existencia de carpetas de investigación en contra de algunos de los integrantes de Pueblos Unidos, por lo que afirman que es necesario que se tenga en claro que quienes han liberado el agua que era explotada en la ex planta de Bonafont “son defensores de la vida, de la naturaleza y ambientalistas”.
En entrevista para este medio, señalaron que en estos meses han sido víctimas de hostigamiento a través de drones, personas en vehículos particulares que se paran a grabarlos, además de la presencia intimidatoria de la Guardia Nacional y otras instituciones de Seguridad Pública quienes, lejos de proteger a la población, sólo buscan intimidar y generar miedo, por lo que señalaron que ellos seguirán firmes en su lucha: “Esta lucha es por la vida, y quienes acá estamos, estamos dispuestos a dar la vida”, además de decir: “Si tocan a un compa, nos tocan a todos”.
Señalan finalmente que continuarán en una campaña contra la criminalización y violencia hacia defensores de la vida y el territorio.
Fuente: Avispa Mídia