Yucatán: los guardianes de los cenotes de Homún no queremos la mega granja agrícola

Por Alberto Velászquez

¿Qué está realmente en juego en Homún, Yucatán? Para los de arriba es claro, está en juego el dinero a través de la creación de una megagranja (con capacidad alrededor de 45 mil cerdos) porcícola que se pretende instalar en el territorio maya de Homún y que es justificada por los empresarios y por el gobierno como una “creación de empleos” que no rebasa ni cincuenta puestos de trabajo. Para los de abajo, para el pueblo, está en juego su dignidad, su derecho a decidir, su derecho al territorio y a un ambiente sano, y por si fuera poco también su sustento económico.

Homún es un pueblo maya, aunque la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) realizada por la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO) y aprobada por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA) diga que en Homún no existe población indígena. Además, se encuentra ubicada en la Reserva Anillo de Cenotes. Sus habitantes, al igual que mucho de los pueblos vecinos, se ha dedicado recientemente (de diez años para acá) al turismo ecológico a través de paseos guiados en los distintos cenotes y en la que prácticamente toda la comunidad se ha visto beneficiada ya sea por los paradores turísticos, los guías que te llevan en tricitaxi de un cenote a otro, los restauranteros, vendedores de todo tipo (estanquillo, de trajes de baño), renta de chalecos salvavidas, renta de cabañas, y cuanto podamos imaginar.

Es un pueblo que, como explican muchos de los ka’anan ts’onot (Guardianes de los cenotes), ya no depende de las dadivas del gobierno. Y así pudo escucharse el grito con el que protestaba un guardián de los cenotes al pie del monumento a la patria mientras hondeaba la bandera maya (ya que posee los colores de los cuatro rumbos cardinales: amarillo, rojo, blanco y negro), y por encima de él, un rostro en piedra de un maya prehispánico y más arribita la bandera de México. Ahí protestaron los mayas de Homún, con un grito claro se oía:

¡Nadie nos va a venir a privar de nuestro empleo, de nuestro pueblo, de Homún!

Queremos tener un lugar maravilloso como siempre hemos tenido, pero lo que es SEDUMA lo quiere cambiar, lo quiere vender, pero eso no lo vamos a dejar…

Antes nos engañaban y hacían lo que querían, pero ahorita es otra época, donde nosotros mandamos igual porque tenemos nuestros derechos

Nuevamente los ka’anan ts’onot se movilizaron hasta Jo’ (Mérida) para que se escuche su voz después del fallo a favor de la MIA que realizó el Tribunal. En una pancarta podía apreciarse el reclamo hacia las autoridades: ¡Otra vez la justicia es para el que tiene Poder!

En su movilización, primero clausuraron simbólicamente la oficina de SEDUMA, en donde después de permanecer afuera un rato, decidieron ingresar a entregar su “Carta Abierta” en la que señalan el desprecio que la empresa y el gobierno realizan contra el Pueblo Maya de Homún ahí explican que: “Ka´anan Ts´onot va por la vía de los Tribunales, sólo así podría ser posible que los mayas otra vez vivamos con dignidad en nuestro propio territorio”. Don Doro, otro de los guardianes de los cenotes de Homún, mencionó: “Nos dijo Batllori que quiere dialogar, pero nosotros le dijimos ¡MA’! (¡NO!), si cuando lo invitamos a Homún no fue qué vamos a negociar ahorita, nosotros no queremos la granja, MA’. El mensaje entonces es claro: “El Pueblo ¡NO! Quiere la granja porcícola”, el cual también podía leerse en una manta, y así fue como don Doro lo expresó: Ma’! (que por cierto me hizo recordar cuando de chico me regañaban, si no lo entiendes en español te lo digo en maya: Ma’).

También aprovecharon para desmentir a Eduardo Batllori, titular de SEDUMA, quien ha mencionado que los “cenoteros” también tienen granjas porcícolas, en su carta expresan: “Además de las chafas, mienten. Mienten cuando dicen que nosotros, los de Ka’anan Ts’onot, contaminamos más con nuestras propias granjas de cochinos. No tenemos granjas de cochinos. Si lo van a decir que lo demuestren. El pueblo bien lo sabe” y junto a la carta entregaron una constancia firmada por el comisariado ejidal de que ellos no poseen ninguna granja porcícola.

La empresa PAPO es una aparcera de un cochino más gordo, Kekén quien básicamente puede considerarse el monopolio de la industria porcícola en Yucatán. Por tanto, después de la entrega de la carta, los ka’anan ts’onot se dirigieron a las oficinas de la empresa Kekén, a las afueras de la oficina don Clemente May explicó:

Cuando se terminen todos los juicos si ellos ganaban iban a poder abrir la granja, los juicios apenas están empezando. Nosotros venimos a recordarle a Claudio [Claudio Freixes, director general de Kekén] que ya platicamos con él y acordamos que él nos iba a ofrecer una mesa de diálogo, esa mesa de diálogo nunca se realizó. Sin embargo un juez corrupto dio un fallo a favor de la MIA. Nosotros vamos a apelar ese caso y aún nos falta un amparo que todavía vamos a iniciar. Entonces nada más venimos acá a Kekén a recordarle esto a Claudio y le vamos a entregar la carta donde él platicó con nosotros, donde él decía que no se va a meter ni un cochino en Homún hasta que todo esté legal, esperamos que él cumpla con su palabra como hasta ahorita lo está haciendo.

Los ka’anan ts’onot esperaron a que saliera, al ver que no salía, incluso una guardiana del cenote, Martina del Rosario Ramírez, le empezó a cantar en maya:

Tu’ux yaanech Claudio?

Ma’ tin beetik mix ba’ati’

Tu’ux yaanech Claudio?

Ko’oten waye’.

 

¿Dónde estás Claudio?

No te estamos haciendo nada

¿Dónde estás Claudio?

Vente aquí

Sin embargo los esfuerzos no lograron hacer que alguien de la empresa salga a recibir la carta, por tanto don Clemente la dejó asentada sobre de una silla junto a la caseta de vigilancia. Por último, los guardianes de los cenotes se dirigieron al monumento a la patria, donde se manifestaron frente a los medios para gritar una vez más ¡Fuera Batllori! ¡No queremos la granja! ¡Somos mayas, no rusos! ¡El pueblo maya ya no se deja!