militarización
Experimento genético del agronegocio podría tener consecuencias irreversibles
Fuente: Avispa Midia
Por Sare Frabes
Empresas de biotecnología, como los gigantes agroquímicos Bayer-Monsanto, Syngenta y BASF, desarrollan microorganismos genéticamente modificados para su uso en la agroindustria. Algunas de sus aplicaciones buscan la sustitución de agroquímicos tradicionales con la implementación de bacterias, virus y hongos transgénicos.
Organizaciones ambientales acusan que estas implementaciones se realizan sin regulación y sin la certeza científica de que los efectos alternos, potencialmente dañinos al medioambiente, sean irreversibles.
El uso de los microorganismos representan riesgos de contaminación generalizada en el suelo, así como desarrollo de resistencia a antibióticos o escenarios nunca contemplados de transferencia genética entre especies. Así lo sustenta un informe difundido por Amigos de la Tierra Internacional (FOE), el cual detalla una variedad de riesgos ecológicos, socioeconómicos y para la salud humana con la implementación de microbios modificados genéticamente.
A pesar de las advertencias, productos de este tipo ya se utilizan masivamente. En EEUU, acorde a la empresa Pivot Bio, su producto “Proven” – que proporciona fertilizante nitrogenado – se aplicó en una superficie mayor a 1 millón 200 mil hectáreas de plantaciones con maíz.

Según la red FOE, el sistema regulador en países como EEUU es obsoleto pues no es transparente sobre qué implicaciones tienen estos productos y si se han comercializado. Además, las empresas cuentan con la oportunidad de ocultar detalles bajo el argumento de “información comercial confidencial”, lo que dificulta conocer los alcances de lo que los ambientalistas enmarcan como un “experimento genético al aire libre sin precedentes”.
“El suelo es la base de la civilización humana, dependemos de él para el 95% de los alimentos que consumimos. Sin embargo, las empresas de biotecnología se apresuran a comercializar microbios modificados genéticamente con escaso conocimiento científico de sus posibles consecuencias. Una vez liberados, los microbios modificados genéticamente no pueden retirarse”, detalla una de las autoras del informe, Kendra Klein, doctora y subdirectora científica de Amigos de la Tierra.
Sin frenos
Recientemente, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los EEUU afirmó que ha registrado ocho microbios transgénicos como pesticidas. En este escenario, FOE reclama la preponderancia de las empresas agroindustriales en la industria genética, cuyo actuar “tiene un largo historial de ignorar las enormes repercusiones de sus productos en el medio ambiente y la salud humana, privar de sus derechos a los agricultores familiares, ocultar la verdad sobre sus productos y obstruir la normativa”.
Además, la organización ambientalista acusa a las trasnacionales de formar parte de plataformas integradas en las cuales no se pueden obtener por separado las semillas, pesticidas y otros productos patentados y “asociados con daños significativos a la vida del suelo y a la biodiversidad”.
FOE asegura que es una contradicción el que empresas como BASF busquen la regeneración de los suelos que fueron afectados “por la propia producción industrial de monocultivos de maíz y soja en la que se aplica el tratamiento de semillas, un sistema que la industria agroquímica perpetúa y del que se beneficia”.
Resalta que, en América se encuentra el segundo productor mundial de cultivos biotecnológicos, Brasil, con 105 eventos aprobados. Acorde al Servicio Agrario Exterior en Brasilia, del Departamento de Agricultura de EEUU, las tasas de adopción de cultivos con mejoramiento biotecnológico como soja y el algodón alcanzaron el 99% y para el maíz, el 95%. A esto se suma que Brasil se convirtió en una de las primeras naciones en aprobar la exportación de productos que contienen ingredientes alimentarios derivados de la biotecnología microbiana, como la levadura y la proteasa alcalina.
En octubre de 2023 Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay crearon la red internacional ABRE-Bio para la bioseguridad de los productos derivados de la biotecnología moderna. La iniciativa, promovida por gobiernos latinoamericanos y Alemania, en colaboración con organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC), pretende establecer procedimientos comunes y armonizará las normas para evaluar la bioseguridad de los productos, reduciendo costes y tiempo.
Al otro lado del mundo, Reino Unido aprobó durante 2023 la Ley de Tecnología Genética con lo que dio luz verde a las empresas de pesticidas y biotecnología para desarrollar y vender productos modificados genéticamente en Gran Bretaña.
“Sin un marco regulatorio sólido para evaluar los resultados a largo plazo de la introducción de microbios GE, las consecuencias no deseadas podrían ser catastróficas. Si las cosas salen mal, es casi imposible detectar estos organismos, y mucho menos recuperarlos”, declaró Roger Kerr, miembro de una gremial de campesinos produtores de alimentos orgánicos ante la promoción del Estado y empresas para la implementación de los transgénicos en Europa.
En El Salvador, megaproyecto Surf City usurpa tierras y deforesta manglares
Fuente: Avispa Midia
Por Sare Frabes
En portada: La comunidad de El Icacal durante conferencia de prensa para denunciar el despojo de sus tierras. Mayo, 2024.
Habitantes de la comunidad de la playa El Icacal, departamento de La Unión, en el pacífico salvadoreño, denuncian la usurpación de sus tierras, las cuales pretenden ser utilizadas para el desarrollo de la segunda fase del megaproyecto turístico “Surf City”. En su implementación inicial, durante el año 2022, ya ha sido señalado por provocar desalojos y desempleo en la región poniente de la costa salvadoreña.
El proyecto “Surf City” tiene como objetivo atraer turismo mundial a las costas del pacífico mediante la construcción de infraestructura en playas con ecosistemas biodiversos a través del litoral pacífico salvadoreño .
En El Icacal, la comunidad detalla que, desde julio del año 2023, la empresa Desarrollos Turísticos El Pacifico S.A. de C.V. se adjudicó de manera unilateral tierras de la población, las cuales se encuentran en las inmediaciones de un área protegida natural debido a la presencia de bosques salados, donde se erigen manglares de hasta 20 metros de altura.
Acompañados por el Movimiento Indígena para la Integración de las Luchas de los Pueblos Ancestrales de El Salvador (MILPA), habitantes de El Icacal han denunciado la deforestación ilegal de manglares. A ello, se suma el acoso y agresiones por parte del personal de seguridad de la empresa, la cual ya ha cercado una superficie de 11 kilómetros en la costa oriente salvadoreña.

Carlos Hernández, integrante de la comunidad, señaló que la construcción de infraestructura derivado del circuito turístico “Surf City 2” ha agudizado el asedio de grupos empresariales hacia las poblaciones campesinas e indígenas, debido a que buscan apropiarse de sus tierras para lucrar con megaproyectos turísticos y energéticos.
Hernández aseguró que parte de las tierras que ha usurpado la empresa conforma las parcelas agrícolas de los habitantes de El Icacal, por lo que se les ha imposibilitado mantener su labor campesina. También señaló a la empresa como responsable por la tala de 100 árboles de mangle, ubicados en el área protegida, ocurrida entre el 13 y 14 de mayo pasado.

“Se exige a instituciones medioambientales, de derechos de los humanos y protección del medio ambiente para que se garanticen los derechos de la comunidad. También queremos que la Fiscalía General de la República (FGR) investigue los casos de depredación de la zona protegida”, aseveró Ángel Flores, coordinador oriental de MILPA.
Agresiones
La población de El Icacal, integrada por campesinos, pescadores artesanales, artesanos y pobladores de ascendencia indígena, resaltaron que, en noviembre del 2023, personas armadas y encapuchadas ingresaron a la comunidad para intimidar a sus habitantes, e incluso señalan que el grupo armado amenazó de muerte a los habitantes para que abandonaran sus viviendas.
“Argumentaron que ellos eran dueños, sin presentar ningún documento, mas que solamente armas de fuego. A raíz de esto la comunidad está sufriendo depresión, estamos cansados”, compartió un habitante de la comunidad quien asegura que desde ese momento algunos pobladores salieron de El Icacal para buscar refugio con familiares en otras partes del departamento.
Para enero de este 2024, la empresa Desarrollos Turísticos El Pacifico contrató elementos de seguridad privada para restringir el paso de los pobladores por las tierras que ha cercado. Para la población es de especial preocupación el acoso e intimidación por parte de los vigilantes quienes también agreden a las infancias.
Ante ello, el pasado 28 de mayo, integrantes de MILPA presentaron una denuncia ante la FGR en contra de la empresa Desarrollos Turísticos El Pacifico. En ella, señalan a la empresa por el acoso y agresiones contra la comunidad.
El coordinador de MILPA asegura que están implicados trabajadores, funcionarios públicos, empresas privadas y fundaciones, quienes “a través de diferentes mecanismos, maniobras legales y actos ilícitos, están acaparando tierras”.
Desplazamiento
La segunda fase del proyecto “Surf City” cuenta con inversión del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El banco otorgó un préstamo de 106 millones de dólares al gobierno de Nayib Bukele, quien recientemente se reeligió como presidente de El Salvador, pese a que seis artículos de su constitución lo prohiben.
El megaproyecto preveé el desarrollo de infraestructura en zonas prioritarias del departamento de San Miguel, contiguo a La Unión, donde contempla la construcción de atractivos como parques de diversiones y de playa, miradores y malecones integrados en corredores para promover el turismo y deportes acuáticos.
Por su parte, MILPA asegura que la comunidad de El Icacal ha sufrido históricamente la usurpación de sus tierras por hacendados, empresas inmobiliarias y hoy turísticas, provocando conflictos por los bienes comunes como la tierra.
Así, la amenaza de desplazamiento actual se alimenta del miedo de que, según Flores, en cualquier momento se otorguen escrituras fraudulentas a favor del Estado. Esto debido a que, pese a vivir durante décadas en esa región, los pobladores de El Icacal no cuentan con documentos legales o escrituras que les reconozcan como propietarios de las tierras.


























