El capitalismo, que según el análisis del EZLN es causa de tantos males sociales y de la destrucción del planeta en curso, enfrenta una crisis a nivel global que todo indica llevará al colapso del sistema-mundo actual. Este diagnóstico no parte una afición por teorías conspirativas apocalípticas ni de opiniones alarmistas sin fundamento; es resultado de profundos análisis derivados tanto de un proceso interno como de los muchos encuentros realizados a lo largo de los últimos diez años, concebidos para tratar de entender la fase actual del capitalismo y la crisis civilizatoria que atravesamos.
Ante esa previsión, los pueblos zapatistas comenzaron a indagar cómo vivían los antepasados, los abuelos y tatarabuelos, fortaleciendo saberes y rescatando otros del olvido. Esos saberes se empezaron entonces a transmitir a los jóvenes. Conocimientos de lo que en la salud autónoma se conoce como las trés áreas (hierberos, hueseros, parteras), de prácticas de agricultura, de construcción de viviendas con materiales naturales.
En el encuentro, se hicieron demostraciones de preparación de alimentos, de plantas medicinales, de confección de diversos implementos. Nos enseñaron el funcionamiento de un trapiche y la forma de producir piloncillo a partir de la caña de azúcar. Y una champa -una vivienda- se empezó a construir en colectivo.
Al inicio del día, compañeras y compañeros bases de apoyo explicaron el sentido de estos dos días (7 y 8 de agosto) de demostraciones y talleres, para compartir con los pueblos del mundo no sólo las técnicas específicas que demostraron, sino, sobre todo, la comprensión de que es posible liberarse de la dependencia de todo aquello que el capital produce, para posibilitar nuestra supervivencia cuando nuestra civilización desenfrenada empiece a colapsar.
El cuarto día del Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas partes del todo”, que se lleva a cabo en el semillero Comandanta Ramona del Caracol de Morelia del 3 al 16 de agosto, continuó con compartición de luchas en el Estado Español, Italia, Grecia, Brasil, Francia y Ecuador, así como varias geografías de México.
Como siempre, Palestina estuvo presente en las palabras de muchas de las organizaciones y colectivos y en las acciones de solidaridad. Entre ellos, Pallasos en Rebeldía del Estado Español, que desde hace décadas trabaja en Palestina. En Francia, la red internacional BDS se organiza para combatir el genocidio del pueblo palestino por medio de campañas globales de Boicot, Desinversión y Sanciones.
La organización Desde el Margen en Ecuador compartió la situación de violencia criminal y estatal en ese país y las acciones para enfrentarla. En Francia, el sindicato de base Educación Solidaria defiende los derechos de los trabajadores de la educación y trabajan para la transformación social por medio de la educación. En pleno Atenas central, en Grecia, la Comunidad Okupa de Prosfygika es una comunidad autogestionada de 1.5 hectáreas que alberga 400 personas de 27 nacionalidades. En Sicilia, Terra Insumisa Alcamo es una plataforma de investigación radical sobre prácticas ecológicas orientadas a la autonomía y defensa de la tierra y el territorio. En el Estado Español, Sieso de Jaca es un pueblo abandonado que fue ocupado por un grupo de personas orientadas por “el común”, donde todo se decide en colectivo y no existe la propiedad privada. En Brasil, el pueblo guaraní Tenondé Porã resiste y construye la autonomía en tierras recuperadas.
En México, faciliadores se organizan en la Red Ágil para acuerpar comunidades en lucha y contribuir para un cambio de lo piramidal a lo participativo. El movimiento Deuda por Clima trabaja para la anular las deudas ilegítimas del sur global. También en México, diversas organizaciones y colectivos se organizan para ofrecer atención a la salud mental en contextos de terror de Estado. En el Estado de México, las periferias se organizan con encuentros políticos y sociales para construir alternativas fundamentadas en la autonomía, uniendo diversos procesos de lucha.
Lxs jóvenxs zapatistas presentaron una obra de teatro donde, tras el llamado de los muertos en la obra anterior, se reúnen los miembros de la Comandancia y de las Juntas de Buen Gobierno para analizar no sólo las fallas, sino también los logros de la estructura piramidal del gobierno autónomo desde la creación de los MAREZ y Juntas de Buen Gobierno. Después, enseñan el camino de la resistencia y la rebeldía, de la construcción de una vida digna por medio del común, a las nuevas generaciones, representadas por un grupo de óvulos y espermas, “agüitas”, quienes llevarán adelante la lucha por la vida.
Compartimos aquí los audios de la mayoría de las presentaciones en este cuarto día del encuentro.
Resumen: de la primera participación zapatista en el Encuentro de Resistencias y Rebeldías, día 4 de agosto del 2025:
En la asamblea de una comunidad zapatista, están discutiendo cómo se van a organizar por los problemas que hay en los municipios autónomos rebeldes zapatistas y las juntas de buen gobierno. Entonces llegan unos enviados de la asamblea de nuestros muertos y muertas, quienes murieron luchando por libertad y justicia. Esos enviados citan a la asamblea de vivos a que rindan cuentas frente a los caídos en tantos años de lucha. Los vivos quieren mandar una comisión, pero les dicen que no, tienen que asistir todos y todas. En la asamblea de los caídos les explican a los vivos cómo ha sido la lucha por siglos, que luchan y mueren y siempre queda alguien arriba, en la punta de la pirámide. Entonces los muertos les demandan a los vivos que no repitan lo mismo, que no copien o calquen lo que da el sistema de la pirámide. Les dicen que ellos, los vivos, tienen que ver que valió la pena la lucha y no terminar en lo mismo de antes.
(No sé ustedes, pero creo que están juzgando y sentenciando la pirámide. ¿Será absuelta o condenada? No sé, pero creo que algo significa esa construcción que flanquea la presentación teatral y que algo va a pasar. Oh, lo sé, es sólo un supositorio, alentado por los rumores que llegan a esta capitanía de puerto. Así que habrá que esperar las siguientes partes para tener la imagen del todo).
El semillero “Comandanta Ramona” del Caracol de Morelia amaneció animado este 4 de agosto con miles de personas dispuestas a escuchar y compartir historias de lucha ante las muchas formas de violencia y despojo que se viven en distintas geografías, en este Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas partes del todo”.
Desde diferentes rincones de México y de otras naciones (Grecia, Italia, Francia, Canadá, Cataluña), diversos colectivos se organizan para enfrentar la violencia contra las mujeres y las disidencias sexogenéricas, para generar alternativas de salud integral desde la visión de los pueblos, para crear procesos educativos y formativos para las nuevas generaciones, para la sanación del espíritu recurriendo a prácticas ancestrales, para tender una mano compañera a los pueblos que sufren la brutalidad del sistema, como Palestina y El Salvador, para construir la comunalidad en diversos contextos, para divulgar la palabra rebelde capaz de incentivar acciones por un mundo otro, para luchar contra la violencia carcelaria, para defender la tierra y el territorio, para generar cambios a partir de las artes.
Compartimos aquí las palabras de algunos de los colectivos y organizaciones que participaron en este segundo día del encuentro.
¿Cómo enfrentar el horror de nuestros tiempos, del que Palestina es ejemplo vivísimo y evidencia de un mundo que ha perdido el rumbo? ¿Cómo crear algo nuevo, más humano, más justo, más digno, en medio de la tormenta?
Del 3 al 16 de agosto de 2025, el EZLN propone un paso más en esa defensa pertinaz de la vida ante la muerte nuestra de cada día. Juntar algunas partes del todo que resiste y reexiste, esa multitud de luchas dispersas en geografías diversas que enfrentan la destrucción y plantan semillas de vida, a pesar de todo. Porque quizás, en ese encuentro de resistencias y rebeldías, veamos reflejada la imagen de un mundo otro que ya existe, aunque pequeño, aunque marginal y marginado: un mundo en el que la vida es sagrada, en el que el respeto y la dignidad son brújula para navegar en la tormenta.
Este domingo 3 de agosto dio inicio el Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas Partes del Todo” en el Semillero Comandanta Ramona del Caracol de Morelia, con la llegada de cientos de milicianas y milicianos portando arcos y flechas y banderas de la tan violentada y siempre digna Palestina.
“Todos somos niñas y niños palestinos”, dijo el Subcomandante Insurgente Moisés en la inauguración del encuentro. “Hoy, en una de las partecitas de esta tierra, está haciendo un genocidio el sistema capitalista contra el pueblo de Palestina. No podemos olvidar, no podemos dejar a un lado.”
Así, con Palestina viva en los corazones, dio inicio este encuentro en el que se siembra la esperanza.
El Encuentro de Resistencias en el Caracol Morelia no es un evento más: es parte de una serie de encuentros convocados durante este 2025 por el EZLN para pensar, desde distintas geografías, alternativas al capitalismo y su necropolítica. No se trata solo de criticar, sino de entrelazar luchas, compartir saberes y sembrar otras formas de vida.
Compartimos aquí algunas partes del todo de las palabras de este primer día de compartición de luchas y prácticas por la vida.
Palabras del Subcomandante Insurgente Moisés:
(Descarga aquí)
El Congreso Nacional Indígena abrió la jornada con fuerza colectiva, compartiendo logros, memorias y resistencias. Con el texto El CNI ante la Actual Guerra Capitalista, llamaron a los pueblos a no guardar silencio, a enseñar a las nuevas generaciones, a hacer de la palabra una semilla.
Obra de teatro en varios actos con notas de pie de página. Monólogo a muchas voces.
Para el maestro con cariño, esperando que se recupere pronto de que duele su panza.
(Se abre el telón. Pero resulta que no está listo todo y lo vuelven a cerrar. Pero no muy cierra porque se atora la cobija que es el telón. Tardan. Ya por fin se abre el telón y empieza la obra de teatro. Sale al escenario un compa que de por sí no muy quería participar, pero ni modos, qué le va a hacer, le tocó).
El compa empieza a hablar:
– “Bueno, yo les voy a contar la parte que me toca. Porque la problema no fue sólo que éramos un chingo de personas quienes vimos la obra de teatro. O sea “la seña”, que así le decimos también acá. El caso o cosa, según, es que para mirar y escuchar no es que te sientas y ya. No. Porque el auditorio se movía y unas veces veías de un lado, luego de otro, luego de arriba, después de abajo. Y también a veces podías mirar lo que miraban los que participaban. Por ejemplo, a veces mirabas lo que miraba la Marijose, o la Verónica Palomitas, o el Monarca o el Capitán. O sea que podías mirar y escuchar todas las partes del todo, pero desde diferentes lugares. Un relajo pues”. (nota de pie de página Uno).
“Bueno, pero éramos muchos por razón de que era un secreto. El Capitán le dijo a la Verónica Palomitas que hay que hacer una obra de teatro, pero no le digas a nadie. Y, bueno, pues la Verónica es su modo que, si le dices que es un secreto, rápido va y lo publica. Y luego la Marijose le pidió permiso al Manuel de poner un letrero en la taquería “TaCostilla” para anunciar la obra.”
“El caso o cosa, según, es que se corrió la voz y al rato ya todos sabían de la obra de teatro. Y más por el título, porque las jóvenas zapatistas se organizaron para asistir y criticar: si la compañera la más bonitilla está gorda o flaca, o es alta o chaparra, si tiene su ojo chueco, si camina jorobada, si muy rabona su nagua que de una vez no se puede creer, y así. Yo las critiqué que no sirve que hacen así, pero me respondieron que van a mal hablar, sí, pero en común y organizadas. Los jóvenes, o sea los machitos, pues con más razón. Hasta partidistas, porque todos querían saber quién era la compañera la más bonitilla. Hasta las compañeras ya de edad llegaron, porque, dijeron, “de seguro anda con su nagua toda rabona que si se agacha se le ve hasta la garganta”. Total, que éramos creo más de dos chingos”.
“Y a unos les tocó sentarse arriba del escenario que sea que veían como si fueran un dron. Y otros les tocó mero abajo, que sea que veían las suelas y todo desde abajo, como si fueran bichitos. Los demás en los lados, alrededor de donde se presentaba la historia. Y donde te sientas, se mueve por todos lados”.
“Bueno, les digo esto para que entiendan que, aunque les voy a contar la historia, en realidad sólo les voy a contar una parte, la que me tocó mirar. Si quieren saber el todo, pues van a tener que hacer una asamblea y una compartición con todos los que asistimos”.
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Nota de Pie de Página Uno. – El local donde se presente la obra deber ser como una esfera. En su centro o núcleo estará el escenario y las bancas para el público estarán por todos lados en la esfera alrededor del escenario. Pero las bancas se mueven por toda la orillada de la esfera teatral. O sea que, como quien dice, ni cuarto muro, ni primero, ni segundo, ni tercero, ni arriba, ni abajo, ni a los lados. Así el escenario no estaría en el centro de una circunferencia de dos dimensiones, sino en el centro de una esfera multidimensional, agregando a la 3D la dimensión temporal.
O sea que la base de los espectadores es giratoria en todas las dimensiones. De modo que las escenas se aprecien por todos los lados, o sea desde diferentes y distintos puntos de vista. A los lados, por arriba, por abajo y en el lugar simultáneo de quienes actúan. Sería como un átomo, donde los neutrones serían la escenografía y las luces; los actores serían los protones; y los espectadores serían como los electrones girando alrededor del núcleo o escenario.
Ok, ok, ok. Sí, en caso de que fuera posible esto, sería carísimo, pero en realidad el problema está en que, para obtener una visión del conjunto de la escena, se necesitarían una serie de comparticiones en asamblea, donde cada quien diga lo que vio y así complete la visión de los demás. Y, aun así, se tendría sólo una parte, y sería necesario un número infinito de asambleas para tener el todo a partir de las partes.
Nota de pie de página a la nota de pie de página Uno. – Este planteamiento escénico será conocido luego como “La Paradoja del Capitán”. Nada de que Schrödinger, DC, ni Marvel, ni tortura animal, ni cosas por el estilo. Resistencia y Rebeldía. Fuck Trump and Fuck Netanyahu. Oh, lo sé, pero no pude resistirme.
Nota de pie de página a la nota de pie de página de la nota de pie de página Uno. – Como se puede apreciar, el autor de este delirio no desaprovecha para meter, como quién dice, la política. Ignorando así el sabio precepto que indica que el arte es arte y no política, y que una cosa es una cosa y otra cosa es no me chingues. Amén.
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Bueno, de ahí que aparece el Capitán que está en su champa y a saber qué está garabateando en un su cuaderno. Entonces se escucha que lo llama por radio el SubMoy. No es que dice “soy el SubMoy” sino que lo conocí su voz. Entonces el Capitán lo responde en el radio que “adelante”. Y el SubMoy le dice: “te voy a mandar un colego que necesita que lo apoyes”. “Está bueno”, dice el Capitán.
Y ahí nomás llega un chamaquito, como de unos 4 o 5 años que dice que se llama “Chinche”. El niño explica que se llama “Chuy”, pero como siempre está haciendo maldades, su mamá le dice “Pinche Chuy, tiraste el agua”, “Pinche Chuy, mojaste la ropa seca” y así. Pero el Chuy no habla bien y no sabe decir “pinche”, y dice “Chinche”. Entonces así se le quedó.
Y el Chinche le dice al Capitán que lo tiene que buscar quién es la compañera la más bonitilla. Que para qué quiere saber, le pregunta el Capitán. “Pues porque ya lo estoy buscando una mi mujer”, dice Chinche. “Pero si eres un crío de 4 o 5 años”, le dice el Capitán. “No importa, quiero buscar de una vez para luego no andar batallando de un lado a otro, y que regalitos y que canciones y que hay que bañarse y peinarse, y que ropa para verse bien galán, y de una vez no se puede creer”. “Pero qué vas a hacer, y qué tal que no te quiere”, le dice el Capitán. “Bueno”, dice Chinche, “pues ahí lo voy a ver yo, le echo la política para convencer. Pero tú no tengas pena y cumple la orden de que vas a apoyar”. “Bueno”, dice el Capitán, “ahí te aviso luego lo que salió de la investigación”. Bueno, tardan más hablando, pero les estoy contando como quien dice el resumen. Y se va el Chinche.
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Bueno de ahí sigue otra parte. Creo que dicen “otra escena”, pero es en el mismo lugar o sea en la champa del Capitán. Lo agarra su radio y dice “martillo, martillo”. Entonces se oye la voz del Monarca que dice “adelante, adelante”. O sea que “Martillo” es el Monarca. Entonces el Capitán le dice “Búscalo al Comando Palomitas y lo mandas”. “No se escucha, repite, repite”, dice el Martillo. El Capitán le repite que lo busque al Palomitas. Pero se ve que no recibe bien su radio del Monarca. “No se escucha, repite, repite”. Y el Capitán como que se desespera y grita “¡Que mandes al Palomitas!” Ahí sí lo escucha el Martillo y responde “copiado, copiado, ahí llevo”. Y al rato llega el Monarca cargando un costal pergamino lleno de palomitas de maíz. “¿Y eso?” pregunta el Capitán. “Pues pediste palomitas. Las acaban de hacer el compa Faustino y la Angelina”. “Dije “El Palomitas”, o sea el comando palomitas”, como que se enoja el Capitán. Y se va otra vez el Martillo, mientras el Capitán se atasca de palomitas. Bueno, pues regresa el Monarca con la Verónica Palomitas.
La Verónica lo está buscando si hay dulce de chamoy. El Capitán le pregunta por qué llegó nomás ella. La Verónica dice que el Amado y el Chinto ya están viejos y ya lo están buscando una su marida. Y la Cintia y el Chuy a veces llegan, pero no están ahorita.
“¿Pues cuántos años tienen pues?” “El Amado y el Chinto ya tienen 14 años, o sea que ya son palomitas rancias, ya no sirven”. Bueno, de ahí el Capitán le dice que hay un trabajo muy importante y muy secreto, que no puede decir a nadie ni andar publicando.
La Verónica, ya me acordé, en la obra se llama “Tiendera”, que porque siempre está en la tienda. O “Tamale Crudo” porque hace que duele tu panza. Bueno, la Verónica pregunta si en el trabajo hay chamoy. “Hay”, le responde el Capitán. La Verónica dice “bueno, ahí lo voy a ver si es que me conviene y si cumplo o no”. El Capitán la regaña porque es orden del SubMoy, pero la Verónica dice que ella es niña y por eso luchamos, para que las niñas hagan lo que quieran y los niños sí tienen que obedecer. Se ponen a discutir los dos, la Verónica con el Capitán. Tardan y nomás están neceando, entonces eso me lo salto. Ya por fin el Capitán le dice que hay que buscar a la compañera la más bonitilla. Entonces se ve que ahí está la problema como quien dice, porque la Verónica pregunta:
¿Pero dónde voy a buscar? Pues entre todas las compañeras, le responde el Capitán. ¿Todas las compañeras todas o sólo unas todas? Todas. ¿Aunque sean de otro planeta? ¿Cuál otro planeta? Bueno, fuimos a unos lugares que son muy otros, acaso llueve agua, llueve nieve y las niñas nos tenemos que forrar como tamale por el frío. Todas, dije. Bueno, pero ¿qué les digo o qué hago? Les tomas foto para ver si es que cumpliste el trabajo y ver cuál es la más bonitilla.
Ya lo sé cuál es la compañera la más bonitilla. ¿Quién? Mi mamá. ¿Pero quién te dijo eso? Mi papá. No vale. ¿Por qué no vale si mi papá es hombre y los hombres siempre dicen esas cosas raras de que si muy bonitilla o no mero? Bueno, pues porque tu papá tiene que decir eso porque si no tu mamá se embravece y se convierte en gorsodoma y hasta ahí nomás llegó tu papá. Es la más bonitilla. No es. Sí es. Tardan.
El Capitán como que se rinde y no tiene mucho saldo para mandar a la página el escrito de la obra y dice: “Bueno, entonces vas a buscar a la segunda más bonitilla”. “Bueno”, dice la Verónica. “Entonces te voy a prestar mi celular y tomas foto y traes para ver”, la despide el Capitán. Se va la Verónica Palomitas.
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En la siguiente escena entra la Marijose saludando al público, como si estuviera desembarcando en Vigo, Galizia. Luego dice: Aquí lo traje tu celular, capitán. ¿Cómo? Si le di a la Verónica para que toma fotos. Bueno, es que llegó la Verónica al puesto de tacos con una su banda de palomitas y pidió 5 órdenes de tacos, surtido. ¿A poco se zampó 25 tacos? No, sino que los compartió con su banda. ¿Y luego? Bueno, pues a la hora de pagar, pues no trae paga. Entonces me da el celular y me dice que queda en prenda y que ya que tenga paga viene a pagar su debe y ya le devuelvo su celular. Maldita Verónica. Entonces lo miré que es tu celular y te lo traje porque creo que va a tardar la Verónica en conseguir la paga. Bueno, ni modos, pero dile al Manuel que no se olvide de mis tacos, que ahí le voy a pagar luego. Já, dice la Marijose, o sea que lo sabe que no hay cuándo va a pagar el Capitán, mientras se retira saludando y mandando besos al público.
El Capitán revisa las fotos que tomó la Verónica de la compañera la segunda más bonitilla y son puras selfies de la Verónica haciendo caras y gestos. El capitán reflexiona y entiende que, en su cabeza de Verónica, ella es la segunda más bonitilla porque es la hija de la primera más bonitilla.
En eso llega la Verónica a cobrar los intereses de su salario como Comisión de Investigación. El Capitán le reclama que no cumplió. La Verónica alega que quién dice que no cumplió si sí lo hizo el trabajo. No hiciste. Sí hice. No. Sí. Míralo, ahí está la foto de la compañera la más bonitilla. Entrega una piedrita. Pero esto es una piedra. “No, ahí está la foto de todas las compañeras de todos los planetas. Porque todas las compañeras son las más bonitillas porque son compañeras y son compañeras porque son las más bonitillas. No hay quien más ni quien menos, sino que cabal”. Pero no se mira. Es que no sabes mirar bien, tienes que mirar dentro de la piedra. ¿Entonces la rompo la piedra? ¿Con un martillo? No, tienes que mirar dentro, pero respetando a la piedra porque la piedra no tiene delito. Pero no hay fotos. Hay. ¿Cómo sabes que no hay si no has mirado? ¿Y cómo voy a mirar? Lo agarras la piedrita y lo pones cerca de tu oreja y ahí lo vas a mirar. ¿Lo voy a mirar con la oreja? Bueno, pues de plano no entiendes. Así son los pinches hombres, que no saben mirar. Ah, y te aviso que tienes debe en la taquería, con el Manuel y la Marijose, porque en la chinga del trabajo pues tengo que comer, que sea el motor necesita gasolina. Pero fueron tacos, no gasolina. Es que hay diferentes tipos de motores. Ahí que te pasen la cuenta. Se va la Verónica Palomitas.
El Capitán queda pensando. “Bueno, pues entonces hay que cambiar de estrategia”, dice, “hay que buscar a la compañera la tercera más bonitilla”.
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Llega el Chinche a ver si ya hay razón de su encargo. El Capitán le dice que se siente, le pasa un dulce de chamoy. El Capitán tiene en las manos la piedrita que le dio la Verónica. La mira y le da vueltas. La pone cerca de su oreja. Le siguen dando vueltas. El Chinche ya se acabó el dulce y como que tose para que el Capitán vuelva a la realidad.
El Capitán suspira y le dice:
“Bueno compa, lo primero que tienes que hacer es conseguir un martillo”.
Telón… Telón… dije “Telón” … ¿?
Bueno, pues no hay telón. Era su cobija del Capitán y se la llevó. Y, como no cae el telón, entonces, como quien dice, se mira todo. Y así es como sabemos que, en Registro del Encuentro de Resistencias y Rebeldías próximo, hay ya 768 asistentes y participantes, de 37 geografías (Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Chipre, Colombia, Dinamarca, Ecuador, Egipto, Eslovenia, El Salvador, Estado Español, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Gales, Galicia, Ghana, Gran Bretaña, Grecia, Guatemala, Italia, Kurdistán, Los Balcanes, Marruecos, México, Noruega, País Vasco, Panamá, Perú, Rumania, Suiza, Uruguay). Y unas 252 participaciones apuntadas.
Eso, y un mensaje corto para el Frayba:
Todas las agresiones, hostigamientos, persecuciones y ataques de los malos gobiernos a quienes tienen, en la defensa de los derechos humanos, su vocación y destino, no son sino la confirmación de que están cumpliendo con la labor que abrazaron; y que las víctimas del Poder tienen, en ustedes, una esperanza de verdad y justicia.
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¿Ahora sí telón? ¿Ya consiguieron para reponer? … ¡No chinguen, ésa es la cobija del SubMoy! ¡Corran por sus vidas!
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
El Capitán. México, mayo-junio-julio del 2025.
Imágenes de preparativos para el «Encuentro de Resistencias y Rebeldías Algunas Partes del Todo» en agosto del 2025, Terci@s Compas Zapatistas Audio: Voz y palabras de Eduardo Galeano, «Reuniones Cumbre» y «Experto Internacional».
VIII.- EL COMÚN CONTRA LAS CAJAS MORTALES Y LAS PIRÁMIDES. Una asamblea de jefas, jefes y jefoas.
Imagine que llega a una asamblea zapatista. Permítame acompañar su mirada y su escucha. Estamos en una reunión. Preside el SubMoy. En una mirada general (“a vuelo de pájaro”, se decía antes -ahora es “con un dron”-), puede usted detectar diferencias evidentes entre quienes participan.
De género, por ejemplo. Hay mujeres, hombres y otroas.
De calendario. Hay niños, jóvenes, adultos y personas ya de juicio (“tercera edad” o “adultos mayores”). No falta la cría que aún está en el vientre de la madre.
De lengua. Hay quienes tienen por lengua madre el Cho´ol, el Tzotzil, el Tzeltal, el Tojolabal, el Mam o Ta Yol Mam, el Zoque, el Kakchikel, y la castilla.
De geografía. Hay de las distintas zonas de pueblos originarios del suroriental estado mexicano de Chiapas.
De credos y creencias. Hay católicos, evangélicos, presbiterianos, ateos, y sin creencia definida o indefinida.
Hay diferencias también en lo que es o significa nacer, crecer, vivir, y luchar como originarios en una geografía donde ser “otro” es motivo de desprecio, explotación, represión y despojo. “Ser” donde “no ser” es la regla y el estigma para el diferente.
Por ejemplo, hay quien sostiene, argumenta, debate, grita, manotea, se enoja, bromea, murmura: “viera que no nos chingaron los reyes mayas, los aztecas, los españolistas, los curas, los franceses, los gringos, los malos gobiernos de México y el mundo, y todos los cabrones, cabras y cabritos caxlanes que llegaron nomás a ver qué roban, ya hubiéramos encontrado la cura para el cáncer, el remedio para la tristeza y el consuelo para el desamor. Para todas las demás desgracias, ahí la llevamos, aunque lentos… como el caracol”.
Y, en cambio, hay quien le contra argumenta y defiende a ciertas religiones y caxlanes; que para la tristeza ya se descubrió la cumbia; y que, para el desamor, cualquier carpintero sabe que “un clavo saca a otro clavo”.
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Ahora busque semejanzas, identidades comunes.
Bueno, la primera que salta es que esas personas son zapatistas. Eso usted lo supone porque el gran galerón en el que se encuentran reunidas está en un caracol. Un “puy”. Esos como centros de trabajo y reuniones, donde suelen haber clínicas, a veces laboratorios, campos deportivos, tiendas de colectivo y del común, comedor, templetes, y gente caminando de un lado a otro.
Es posible que ahí ande también la Verónica Palomitas, quien tiene su propio servicio de mensajería. A cambio de un dulce, usted puede encargarle que vaya a conseguirle algo de la tienda cooperativa. La Verónica Palomitas se monta en su bicicleta y pedalea sin descanso para cumplir la misión. No importa la distancia. Así sean hasta 100… metros, la jefa en funciones del Comando Palomitas le asegura que su pedido llegue a sus manos de usted.
Sin embargo, a pesar de las evidencias, puede ser que no todos sean zapatistas. Es normal que, a veces, lleguen hermanos no zapatistas a algún servicio de salud -el ultrasonido, por ejemplo-, a pedir orientación sobre algún asunto, a echar fiesta o simplemente a pasear.
Si esperamos a la hora del pozol (esa especie de “break lunch” que se acostumbra en zonas campesinas en el trabajo o en sus largas reuniones), les escuchará hablar y sonreír en lenguas que usted supone originarias porque no entiende nada. Porque sí, no es lo mismo reírse en tzeltal que en tzotzil o cho´ol.
Ni llorar.
El finado supGaleano acostumbraba desesperar a la Verónica Palomitas cuando se ponía a chillar: “no te entiendo si lloras en cho´ol”, le decía y la Verónica se desconcertaba. “Viera que chillas en castilla, tal vez te entiendo”. La niña trataba de averiguar cómo se llora en castilla, pero ya se le había olvidado por qué era el berrinche…
Ah, ya. Unas chanclas muy bonitillas que la Verónica Palomitas miró en la tienda cooperativa. Su papá le decía que “no hay la paga” y el finado divagaba porque le argumentaba que eran mejor las botas. Inútil todo, por eso la chilladera. Nada grave, porque el Capitán, siempre prevenido, sacaba de su chistera… ¡un dulce de chamoy! Y entonces la Verónica y el Capitán se ponían a planear cosas terribles y maravillosas… como una obra de teatro con notas de pie de página. Pero todo eso son secretos que no se van a publicar… todavía.
Pero no se distraiga, concéntrese. Las semejanzas no son concluyentes, porque el ser originarios lo comparten con millones en México y en el mundo; el ser zapatistas con cientos de miles; el ser mujeres o varones u otroas también lo comparten con millones.
Cierto, tiene usted razón. Es palpable que esas personas no están ahí para quejarse, sea de su mala suerte, sea de que nacieron indígenas, sea que los han despojado, explotado, despreciado, reprimido. En fin, esa historia que comparten con otros pueblos originarios del mundo.
No se escuchan quejas más allá de que duele su panza porque los tamales estaban crudos, o porque ya entró su sueño, o porque ese otro compa usa palabras muy duras que ni él entiende, pero ni modos, hay que respetar su palabra.
Pero no se engañe, el silencio que se escucha no es de acuerdo, aceptación o resignación. Es de pensamiento.
Tampoco crea que todo transcurre en calma, no. Hay discusiones, y fuertes. No hay gritos y sombrerazos porque son pocos los que usan sombrero. Digamos que hay “gritos y cachuchazos”. Las compañeras suelen ser más letales: se lanzan mal miradas y gestos. Y no hay trifulcas con sillas como arma y escudo, porque… no hay sillas, sino unas bancas que disuaden cualquier carrera armamentista (pesadas pues).
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Ah, es cierto. Entre las diferencias está su historia como zapatistas. Los hay quienes, en la clandestinidad, prepararon el relámpago de enero de 1994. Quienes marcharon, armados de verdad y fuego, en las calles de 7 cabeceras municipales que fueron tomadas por “los indios”. Veteranos combatientes, viejos guerrilleros, responsables locales, de región y de zona, comandantas y comandantes del llamado “Comité Clandestino Revolucionario Indígena”.
Están quienes eran unas crías en el alzamiento, y crecieron en medio de traiciones de todo tipo, ataques y hostigamientos de los ejércitos, las policías, los paramilitares. Quienes levantaron la autonomía zapatista.
Están quienes han nacido en los últimos 30 años y que levantaron escuelas, clínicas y toda la estructura organizativa de la autonomía zapatista. Quienes han organizado encuentros, festivales, semilleros, torneos, juegos, artes, cultura. Quienes son Tercios Compas, Promotores de Educación, Promotores de Salud, Coordinadores de Arte y Cultura, pintores y pintoras, teatristas, canta-autores, bailarines y bailarinas, músicos y músicas (sin agraviar), albañiles, poetas, carpinteros, novelistas, mecánicos, choferólogos, milicianas, milicianos y milicianoas, poetizas, insurgentas e insurgentes, autoridades autónomas, cineastas, escultores, comisiones de todo lo necesario (comisión de templete, de limpieza, de estacionamiento, de letrinas, de bañaderos, de perritos y gatitos, de cocina, de leña, de vigilancia, de tienderos, de taquería, de tamale crudo, de pirámide, de musicales, de motor, de agua, de luz, de… ¿escarabajos?)
Y, claro, están las crías que se dedican a lo que toda cría en el mundo debería dedicarse: a hacer travesuras.
Tres generaciones. Cuatro si tomamos en cuenta a la niñez. 5 contando la que viene en camino.
En fin, una sociedad más o menos compleja. Con sus trabajos y sus disputas. Con la forma que estas mismas comunidades se han dotado para organizar los primeros y resolver las segundas.
Lo que se aprecia es la seriedad de la reunión. La misma seriedad con la que decidieron y llevaron a cabo un alzamiento; la misma seriedad con la que decidieron la autonomía y la levantaron; la misma seriedad con la que definieron su camino con dos palabras “Resistencia y Rebeldía” -y la luchan y la viven día y noche-; la misma seriedad con la que llamaron a la lucha por la vida; la misma con la que ahora planean este próximo encuentro.
La misma seriedad con la que se miraron en el espejo de la práctica, criticaron no el reflejo que les devolvía el espejo, sino lo que eran y son, y así se reconstruyeron.
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Muchas personas. Muchas diferencias. Y lo que tienen en común en realidad no les hace diferentes a otros, otras, otroas en el mundo.
Pero encontraron un punto de coincidencia. Un común. Algo en lo que coinciden y no les demanda dejar de ser lo que son, ni renegar de su historia, sus raíces, su modo. Algo a lo que pueden aportar, apoyar, con sus conocimientos, trabajos, opiniones, dudas.
Ya. Son parte de lo que se conoce como “Interzona”. Pero sólo una parte, porque hay autoridades de Inter-ACGAZ, ACGAZ, CGAZ y GAL. Hay coordinadores. Hay jóvenes de las distintas áreas. Mucha juventud. Mucha bulla.
Ahora les une un propósito común: dar de entender a otras geografías, modos, géneros, lenguas, generaciones, el cómo, contra una pirámide, se construyó otra; cómo fue derribada esta última; y cómo el común fue y es machete, hacha, barretón, martillo, que la edificó primero, y que luego la destruyó para así destruir la más grande: el sistema. El capitalismo, la pirámide madre, la que bajo su sombra y jerarquía ha visto nacer y crecer otras pirámides: el patriarcado, la homofobia, el vanguardismo, el autoritarismo, la psicopatía hecha gobierno, los nacionalismos, la destrucción criminal de la naturaleza, las guerras.
Y el por qué hay que destruir la pirámide, cualquier pirámide, todas las pirámides.
Es una asamblea por el modo. Pero no se reunieron para enterarse, sino para sacar un acuerdo del qué, cómo, dónde, por qué.
Una reunión para acordar y organizarse. Para preparar todo de modo que nuestras compañeras, compañeros y compañeroas de México y el mundo, se sientan como es de por sí, es decir, en compañía.
Y toda esta bulla para prepararse para un encuentro. Uno con compañeros, compañeras y compañeroas semejantes en sus diferencias. Uno internacional. Uno por la vida.
Desde las Montañas del Sureste Mexicano.
El Capitán. México, julio del 2025.
Imágenes de preparativos para el «Encuentro de Resistencias y Rebeldías Algunas Partes del Todo» en agosto del 2025, Terci@s Compas Zapatistas Audio: Voz y palabras de Eduardo Galeano, «El derecho al delirio».
Primero bufó irritado. Erizada la piel como gato huraño y rebelde, desdeñoso de cajas y pirámides. Así nomás, sin avisar siquiera.
Luego, para quien no sabe, una especie de caricia tierna. Después los zarpazos creciendo en cantidad y fuerza. Más luego, un remolino de inconformidad. Al poco, aquello era un corredero. A la furia del viento se sumó una lluvia como para decirle al ventarrón que compartía su rabia. Arrojó hombres y hojas contra las paredes de las champas y, lo juro, crujieron los cimientos del templete de concreto.
Viento y lluvia. Ni para donde hacerse. Mejor quedar a mitad de la furia que arriesgarse al vuelo de guillotina de las láminas arrancadas como desafiando el modesto pudor de los galerones ya limpios, con pintura y paredes renovadas.
Pero, por extraño que parezca, la tormenta respetó la periferia y se concentró en el centro. Ahí donde el esqueleto de una pirámide se elevaba a no pocos metros de la grava.
Como diciendo: “Aquí pirámides no”.
Y las mantas que simulaban las paredes de la pirámide, se hinchaban con esa mezcla de alas y velamen que a ratos semejaban un navío errante y a ratos una aeronave extraviada, sin tierra a la vista, sólo con la certeza de que abajo permanecía el suelo esperando sin apuro, como diciendo “aquí nomás”.
Tratamos de hablar con él, pero, entre la lluvia y los ventarrones, apenas conseguimos que amainara lo suficiente para que los compañeros que habían trepado a lo más alto para colocar el signo del dinero bajaran. Inmediatamente un fuerte y concentrado soplido terminó por arrancar el velamen y la manta voló montaña arriba.
“Así nacen los fantasmas”, pensé.
Empezamos a explicar atropelladamente que no era para que quedara de por sí, sino que era más bien como una explicación de la política. Para revelar, pues. Que nada de dioses falsos o verdaderos. Que de por sí se va a destruir. No sólo ésa, sino que todas las pirámides. Sí, en el todo y las partes. Sí, en todos los rincones del planeta.
Amainó de a poco, como dudando de nuestro compromiso.
Se fue luego pero no rápido, como diciendo “si el ser humano no cumple, cumpliremos nosotras, las partes de la madre primera”.
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El SubMoy checó la construcción y sentenció: “No fácil va a caer”.
Un compa como que caló la construcción haciendo, con su machete, una muesca en uno de los travesaños. Sólo murmuró: “de que va a caer, va a caer. De repente dilata, pero cae porque cae”.
“Lo más difícil va a ser la columna central, está muy maciza”, agregó, “va a haber que ponerle mucha fuerza, muchas ganas y no pocos, sino que muchos”.
“O sea: en común y organizados”, sentenció un joven pintor. Todos reímos, aunque todavía con el susto de ese viento irritado que a saber de dónde vino.
“Ese poste está bien enraizado. Aunque lo tumben, retoña. Hay que arrancarlo hasta las raíces”, acotó una mujer ya de edad, plantada en jarras frente a la construcción de madera, como desafiándola.
“Es su alma de la sistema”, respondió una compañera a la pregunta de una niña sobre el mástil central, “la propiedad privada de la tierra, de las máquinas, de las casas, de la gente, de la naturaleza, de los sueños y las pesadillas, de los cielos y los mares, de lo que se ve y lo que no se ve, del mundo pues. Está metida no sólo en la base de la sistema. También en nuestra cabeza, en nuestro corazón y en nuestra historia”.
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“Pero ¿cuántos vienen?”, me preguntaron.
“Un buen tanto”, respondí.
“¿Pero traen su gana de luchar?”, insistieron.
“Saber”, me dije, “como dice el SubMoy: falta ver”.
“Oyes capitán, ¿esa cosa va a estar ahí toda la vida”, me pregunta una miliciana.
“No, cómo crees, es para la plática zapatista. ¿Por qué preguntas?”
“Porque creo viene un equipo de fútbol y pues esa cosa está en el frente de una de las porterías, por donde está nuestro comedor. Entonces no va a haber ni partido ni comida. El partido de futbol, vaya y pase, pero la comida, pues…”
La tarde empezó a brotar de los árboles. Por un instante, coincidieron la luna, el sol, la lluvia y el viento, compareciendo ante la montaña.
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Eso, ¿va a estar ahí siempre?
Pues no, por eso estamos luchando. De repente dilata, pero ya vamos a ser más.
Y en el viento siguió la advertencia que la lluvia grabó en la tierra:
“Si el ser humano no cumple, cumpliremos nosotras, las partes de la madre primera. La pirámide caerá”.
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No muy lejos en calendarios y geografías, Palestina seguía siendo una lágrima de sangre en el rostro indiferente de los gobiernos del mundo.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
El Capitán. México, Julio del 2025.
Imágenes de preparativos para el «Encuentro de Resistencias y Rebeldías Algunas Partes del Todo» en agosto del 2025, Terci@s Compas Zapatistas Audio: Voz y palabras de Eduardo Galeano, fragmentos de los textos «Los Hijos de los Días», «El Miedo Manda» y «Los Nadies»