policía comunitaria
(Español) Coahuayana se opone al «mando único»
Agencia Autónoma de Comunicación
SubVersiones.
Por Valentina Valle y Heriberto Paredes.
Poco más de un mes ha pasado de la firma, en Tuzantla, del acuerdo que establece el «Mando Único», acto con el cual el gobernador Silvano Aureoles Conejo reiteró su voluntad de arreglar los asuntos de seguridad en el estado y, sin embargo, Michoacán está a punto de colapsar nuevamente.
Empezamos nuestro recorrido en la meseta p’urh’epecha, donde la inconformidad de Nahuatzen con su alcalde, fruto de las fraudes electorales de junio pasado, mantiene al pueblo en estado de alerta desde hace ya varias semanas; seguimos en Uruapan, que nos recibió con un homicidio recién perpetrado y sus calles repletas de camionetas blindadas sin placas; pasamos por Tierra Caliente, después de que Simón «El Americano» liberara el paso del enésimo bloqueo, supuestamente colocado para blindar la zona y permitir la elección de un nuevo líder del crimen organizado; alcanzamos la Sierra-Costa, donde en Coalcomán una reunión entre la Fuerza Rural y los emisarios gubernamentales nos recordó la razón de que el comandante Felipe Díaz no estuviése en la junta, sino en una ofrenda en la explanada municipal; y llegamos a la Costa, donde el primer comandante de la policía comunitaria de Santa María Ostula, Cemeí Verdía, sigue encarcelado y quien ahora ha tomado las funciones tiene una orden de aprehensión, al igual que el comandante de Coahuayana, donde el presidente municipal presentó, entre las protestas de su propio pueblo, un nuevo aparato policiaco cuyos objetivos él mismo dio prueba de desconocer.
PRONUNCIAMIENTO CONJUNTO DE SANTA MARIA OSTULA Y COMUNEROS DE LA COMUNIDAD DE POMARO
AL PUEBLO DE MÉXICO Y A LOS PUEBLOS DEL MUNDO.
“TENEMOS UN ENEMIGO COMÚN: EL CAPITALISMO”
Hoy 16 de agosto de 2015 las autoridades agrarias y civiles de Santa María Ostula y un grupo de más de cincuenta comuneros de Pómaro que trabaja por la reconstrucción de su comunidad, ambas comunidades pertenecientes al pueblo nahua de la costa de Michoacán, sostuvimos una reunión de trabajo y acordamos hacer pública nuestra decisión de caminar juntos y de unir a nuestro pueblo ante los embates del capitalismo en contra de nuestras comunidades por medio de los programas y acciones del mal gobierno en complicidad con los cárteles mafiosos y las empresas trasnacionales para despojarnos de nuestras tierras y robar nuestros recursos naturales; esta es nuestra palabra:
PRIMERO.- LA COMUNIDAD DE SANTA MARÍA OSTULA lucha por la defensa de sus tierras comunales y en contra de los grupos criminales que en los dos años anteriores se dedicaron a robar sus maderas con el apoyo del presidente municipal hoy en la cárcel, Juan Hernández Ramírez, quien también trató de asesinar al comandante general de la comunidad, Cemeí Verdía Zepeda. En estos momentos la comunidad, junto al reclamo primordial de que se le respete la totalidad de sus tierras, bosques y aguas, tiene las siguientes exigencias: 1) Libertad inmediata e incondicional del comandante general de la policía comunitaria de Ostula, Cemeí Verdía Zepeda; 2) Castigo a los integrantes del Ejército Mexicano, la Marina Armada de México, la Policía Federal Preventiva y la Policía Estatal (denominada Fuerza Ciudadana), que participaron en el ataque perpetrado en contra de la comunidad el pasado 19 de julio del año actual, ataque en el que murió el niño Hidelberto Reyes García, y fueron heridos muchos comuneros; 3) Aprehensión de los jefes templarios en la región y desarticulación verdadera de dicho cártel; 4) Respeto y otorgamiento de garantías para la policía comunitaria de Ostula y para las policías comunitarias y autodefensas de los municipios de Aquila, Coahuayana, Coalcomán y Chinicuila; 5) Castigo a los responsables de las desapariciones y asesinatos de comuneros de Ostula del año dos mil ocho a la fecha.