Fuente: Avispa Midia
Por Rocío Heredia
En portada: Habitantes opositores a la presa Milpillas. Foto: GRIETA

Desde la Red de Afectados por la Minería (REMA) convocan a una manifestación pacífica a realizarse mañana, 12 de septiembre, en el municipio Jiménez del Teúl, Zacatecas, contra la imposición de la presa Milpillas y a favor de la defensa del río Atenco. Mediante convocatoria, integrantes de la Red detallaron que este llamado se encuentra especialmente dirigido “a organizaciones sociales, colectivos, comunidades aliadas, académicos, artistas, periodistas y medios de comunicación”, esperando que respalden la acción. 

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En abril de este año, David Monreal, -Gobernador actual de Zacatecas-, junto a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum y con el respaldo de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), anunciaron oficialmente la reactivación del proyecto Presa Milpillas, pausado durante todo el sexenio anterior.

El motivo de retomar este proyecto responde a que fue integrado en el Plan México -la estrategia económica nacional impulsada por la mandataria morenista-, donde forma parte de los 17 proyectos estratégicos que buscan “asegurar” el abastecimiento del agua en el país. 

En marzo del 2017, el entonces gobernador priísta en Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, anunció el inicio del proyecto que desde entonces ha tenido el objetivo de abastecer de agua a la región central de la ciudad. Oficialmente el plan se trata de llevar agua del río Milpillas (o Atenco, conocido así por los habitantes) durante los próximos 50 años, al corredor Fresnillo-Zacatecas para proveer a 514 mil habitantes.

Foto: NTR Zacatecas 

Pobladores de las comunidades ubicadas en los municipios Jiménez del Teúl, Sombrerete, Fresnillo y Zacatecas capital, se oponen al discurso oficial pues -como han expresado a través de sus comunicados-, tan sólo la construcción de la presa destruirá los ecosistemas que hay en la cuenca. Con apoyo de ambientalistas, han evaluado que la presa desaparecería el 92% de las aguas de manantial que alimentan al Río Atenco, centro de existencia de las comunidades y ejidos. En total habría 19 comunidades afectadas. 

Además, señalan que las autoridades sólo están escuchando y validando la opinión de quienes habitan el centro urbano y la zona industrial, descartando las razones del sector agrícola, lo anterior por cuestiones de interés económico por parte de la clase política.

El gobernador Monreal, ha explicado que se trata de un proyecto de desarrollo que incentivará el crecimiento económico, turístico y agrícola en la región, un acuerdo sostenido a través del diálogo con las comunidades, sin embargo, los habitantes de los municipios afectados niegan que sus opiniones se hayan tomado en cuenta.

Foto: Meganoticias

En marzo de este año, Efraín Morales López, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó a través de una conferencia matutina de gobierno (mañanera) que la obra en cuestión “representa una inversión de alrededor de 8 mil 900 millones de pesos, aunque para este año se otorgarán 350 millones como inversión inicial”.

El 10 de septiembre, el Frente Social por la Soberanía Popular de Zacatecas (FSSPZ), reveló en conferencia de prensa que el financiamiento de la presa proviene del gobierno estatal, federal y del sector privado donde ubican a Grupo Modelo, empresa cervecera que cuenta con una planta colindante con el municipio de Calera, instalada desde 1997 y adquirida en 2013 por la compañía belga Anheuser-Busch InBev. 

Así mismo, el Frente señaló con preocupación que el 51% de la inversión vendrá de una asociación público-privada. Esta tendrá una concesión de 25 años para recuperar el gasto y generar ganancias, una situación que elevará el costo de agua para quienes habitan el corredor Fresnillo-Zacatecas-Guadalupe, y en contraparte generará ganancias extraordinarias para la empresa que obtenga la concesión. 

En declaraciones oficiales de gobierno, la situación actual del proyecto se encuentra en la etapa de “pre-inversión” y en sub-etapa de “preparación”, mientras que el inicio operativo está previsto para el año 2028. Por ello, los habitantes que se verán afectados ante la construcción de este proyecto han comenzado a movilizarse.