(Español) Desde el campamento de Reubicación Nuevo Yibeljoj, las familias miembros de Las Abejas de Acteal, quienes aquí estamos en la resistencia
Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Campamento de reubicación Nuevo Yibeljoj
Chenalhó, Chiapas, México.
17 de octubre de 2020.
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios libres y alternativos
A los medios de comunicación nacional e internacional
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
Es grande la alegría en nuestro corazón. El día de hoy cumplimos 20 años de habernos llegado en esta tierra, pero, también duele recordar, porque aquí no llegamos por gusto, la violencia paramilitar no nos dejó opción de poder retornar a nuestra comunidad de origen.
En primer lugar, agradecemos a la Madre Tierra y a Dios Padre-Madre por habernos permitido vivir y guardado de toda enfermedad, sobre todo por habernos salvaguardado de agresiones paramilitares y de los gobiernos, con sus estrategias de desgaste y ataques a nuestra resistencia, dignidad y autonomía.
Los que organizamos esta celebración, somos mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños, desplazados en el campamento Nuevo Yibeljoj, miembros de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, y lo hacemos en coordinación con nuestras autoridades la Mesa Directiva.Así mismo una representación de los sobrevivientes de la Masacre de Acteal, coordinadores, representantes de las comunidades que conforman Las Abejas, Coro de Acteal y el área de comunicación de dicha organización, que incondicionalmente nos acompañan en esta histórica celebración de nuestro caminar.
Antecedentes:
Quienes ahora conformamos y habitamos el campamento Nuevo Yibeljoj, somos originarios de la comunidad Yibeljoj, somos miembros de la Organización Las Abejas desde su fundación en el año de 1992.
Un mes antes de la masacre de Acteal, nuestra comunidad Yibeljoj, miembros de Las Abejas, fuimos obligados a salir de nuestras casas bajo amenazas de muerte por un grupo paramilitar priista de Chenalhó, creado por el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León.Fue así que el 16 de noviembre de 1997, 97 familias, llegamos a refugiarnos en una pequeña comunidad llamada Juan Diego X-oyep, abandonando nuestras casas, pertenencias, milpas y cafetales.
Después de permanecer 3 años en el campamento Juan Diego X-oyep, se empiezan a escasear el agua, la leña, no hay tierras para sembrar la milpa, habían brotes de varios tipos de enfermedades; se empieza a poner difícil la sobrevivencia de las y los desplazados. Ante este panorama, decidimos hacer una reubicación del campamento, porque no había condición mínima para retornar a nuestra comunidad de origen, debido a que los paramilitares ahí estaban libres, sus armas que usaron en la masacre de Acteal, nunca fueron decomisadas. Pero, gracias a un grupo de hombres y mujeres que tuvieron un corazón solidario, pudimos conseguir este lugar para fundar lo que hoy es, el campamento Nuevo Yibeljoj.
Los acuerdos fundamentales que se establecieron en el campamento Nuevo Yibeljoj, eran: no aceptar proyectos y programas asistencialistas del mal gobierno, no partidos políticos, no sectas religiosas, entre otros.
En el campamento Juan Diego X-oyep, creamos nuestro propio proyecto de educación, salud, colectivos de economía alternativa, cuidado de la madre tierra y, todo esto acordamos practicar y fomentarlos en nuestra reubicación de campamento.
Pero, las políticas de engaño y cooptación del mal gobierno, pronto llegó a este campamento, muchos compañeros y compañeras cayeron en la trampa del mal gobierno, y retomaron el camino al que le llaman, “vida oficial”.Es triste, pero esa es su decisión y la respetamos.
Aunque ahora seamos menos familias quienes sostenemos ese compromiso que asumimos hace 20 años, hoy lo volvemos a confirmar: seguir en la resistencia, seguir organizados en la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, seguir caminando con los sobrevivientes de Acteal que demandan justicia desde hace casi 23 años y que hasta la fecha ese crimen de Estado sigue impune.
Los que seguimos en la resistencia en este campamento, creemos que otro mundo es posible, y para que eso sea realidad, es trabajar en proyectos autonómicos, y uno de ellos y que consideramos indispensable, es la educación de nuestros niños, que aunque camina lento, pero ahí vamos poco a poco con nuestra propia escuela tsotsil.
Hermanas y hermanos, para nosotras y nosotros hoy es un día de fiesta, pero, como dijimos al principio, recordar lo que nos sucedió hace 20 años, duele. Duele e indigna, porque no se ha hecho justicia, porque nunca ha habido algún retorno con justicia de los 10 mil desplazados tan sólo en el municipio de Chenalhó en el año de 1997.Y sí, varias comunidades de Las Abejas intentaron retornar a sus comunidades como en los casos de la colonia Puebla y Miguel Utrilla Los Chorros, en estas comunidades sólo pudieron vivir “tranquilos” por unos años, y empezaron a recibir rechazos y agresiones por tener otro pensamiento que los partidistas, el de creer en una paz con justicia, el optar por no recibir apoyos y programas gubernamentales.Fue así el caso de un grupo de compañeros nuestros del barrio “Río Jordán” de la colonia Miguel Utrilla Los Chorros, fueron agredidos, destruidas sus casas, desde el año pasado están desplazados en Acteal, y hasta la fecha no hay señales de que puedan retornar con justicia.Tal vez, si llegan a “humillarse” con sus agresores, tal vez si “reconocen” que son “minoría” y que según los usos y costumbres partidistas, es, que la “mayoría manda”, aunque violen derechos humanos fundamentales.
La violencia armada en contra de las comunidades y pueblos en resistencia ha regresado con más poder destructivo, gracias a la impunidad otorgada por los gobiernos priistas y panistas, y ahora el gobierno de la “4 Transformación”, llegó para abonarla.
Nosotros como desplazados de la guerra de contrainsurgencia en el año de 1997, y los sobrevivientes de la masacre de Acteal, a través de nuestra organización Las Abejas, hemos venido exigiendo una investigación verdadera y el castigo a los paramilitares responsables de los hechos previos y durante la masacre de Acteal y del mismo modo a los autores intelectuales; también demandamos el desarme de los grupos paramilitares y la desmilitarización del municipio de Chenalhó.Pero la respuesta que obtuvimos de los malos gobiernos, fue la burla, la humillación, y aplicó la política de desgaste en nuestra organización, con el objetivo de borrar la memoria, y así abandonar la exigencia de justicia verdadera y abortar los mecanismos de no repetición de hechos como el de Acteal.
Lo que desde hace casi 23 años advertimos, es que si los jueces y gobiernos no aplicaban la justicia en el caso Acteal, tarde o temprano podía suceder otra masacre como la de Acteal. Ahora se sabe públicamente que los paramilitares en Chenalhó, han regresado, ahora surgidos en Santa Martha Chenalhó, atacando a Aldama con el pretexto de una disputa de 60 hectáreas de tierra.
Sabemos que tanto de lado de Aldama como en Santa Martha hay personas sufriendo y viviendo en las montañas por temor de ser agredidos, y que seguramente no están de acuerdo con esa violencia en esas tierras tsotsiles, ahora la pregunta de miles de personas ¿Por qué no actúa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, suponiendo que no es igual que sus antecesores priistas y panistas quienes propiciaron masacres? Del gobierno estatal no podemos esperar nada de justicia, porque son los mismos amigos de los asesinos y criminales ex gobernadores, llámese sabinistas, güeros velazcos y sus bandas de corruptos y asesinos.
Y seguimos suponiendo que Obrador no es igual que Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, y Peña Nieto, pero, volvemos al caso Aldama y de los paramilitares de Santa Martha.¿Por qué sigue permitiendo su gobierno dejar a este grupo paramilitar siga disparando en contra de las familias de Aldama? Supongamos que la guerra de contrainsurgencia sólo fue en los sexenios priistas y panistas. ¿Por qué de repente reaparecen los grupos paramilitares en donde hay organizaciones, pueblos y comunidades en resistencia a los megaproyectos como el mal llamado “Tren Maya”, el “Corredor Transístmico”, el “Proyecto Integral Morelos”, del cual costó la vida de nuestro hermano Samir Flores por oponerse a este proyecto? Peguntamos como él hizo ¿desarrollo para quién, y a costa de qué?
¿Por qué en Tila, en donde en el año de 1995 fungió de laboratorio paramilitar y de ahí surge el grupo paramilitar “Paz y Justicia”, y resulta que cuando los ejidatarios del pueblo de Tila cuando determinan en asamblea no más partidos políticos y gobierno oficial en su territorio, vuelve ese grupo paramilitar quién torturó, desapareció, ejecutó a decenas de personas inocentes, para agredir y matar a los ejidatarios?
¿Por qué en el gobierno de Obrador, ahora ya no es en tiempo del priismo, suceden ataques a las comunidades zapatistas, como son el caso de la comunidad Moisés Gandhi, y el centro de Comercio Nuevo Amanecer del Arcoiris, del crucero de Cuxuljá, Municipio Autónomo Lucio Cabañas, en donde el grupo paramilitar Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), atacó e incendió las bodegas de café y maíz de los hermanos zapatistas?
Y la violencia no para, apenas antier, el pueblo tseltal de Chilón, Chiapas, fueron reprimidos violentamente por la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública, por oponerse a la militarización de su territorio, condenamos este hecho y exigimos la liberación inmediata de José Luis Gutiérrez Hernández y Cesar Hernández Feliciano.
Ante todo lo anterior, es que si estamos viendo y no lo suponemos, ha regresado la guerra abiertamente en contra de los pueblos organizados que resisten y siguen consecuentes en la construcción de su autonomía.
Como ven, hermanas y hermanos, en este día no podemos sólo celebrar nuestros 20 años de la fundación de este campamento de desplazados, por eso con nuestra humilde palabra y solidaridad con nuestros hermanos y hermanas que en este momento sufren, lloran, sangran, que su quejido retumba en las montañas en donde se esconden de las balas paramilitares; decimos, exigimos con toda la fuerza de nuestro corazón y dignidad tsotsil: Alto a la guerra, alto al fuego en contra de personas inocentes.Y pedimos se investiguen a ese grupo paramilitar de Santa Martha, Chenalhó, al grupo paramilitar “Paz y Justicia”, se investigue y castigue a los paramilitares de la ORCAO, y exigimos respeto a la libre determinación y autonomía de los pueblos del Congreso Nacional Indígena, del Concejo Indígena de Gobierno y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Desde el campamento de Reubicación Nuevo Yibeljoj, las familias miembros de Las Abejas de Acteal, quienes aquí estamos en la resistencia, quienes estamos haciendo todo lo posible con lo poco que tenemos para construir poco a poco nuestra autonomía, pedimos que nos respeten nuestro modo de pensamiento y decisión de creer y pensar que otro mundo más humano y libre puede existir, no se sabe qué día, qué mes y año ocurre, pero, lo que sí sabemos es que el mundo de los ricos, de los capitalistas, de los políticos corruptos, de los malos gobiernos, de los feminicidas, de los narcos, de los paramilitares, de los que traicionan a sus propios hermanos y hermanas a cambio de migajas o de unos cuántos pesos, se va a acabar.Y puede ser pronto, porque la Madre Tierra ya no aguanta más destrucción, porque Dios Padre-Madre ha escuchado el clamor de su pueblo, que pide justicia y paz verdadera.
Hermanas y hermanos, por el momento hasta aquí llega el hilo de nuestra palabra, los 20 años de nuestra lucha y resistencia no caben todo en este comunicado, pero les pedimos lleven en su corazón nuestra palabra humilde, como dijimos en la convocatoria, no es posible invitar a mucha gente con su presencia física por las condiciones sanitarias del Covid-19, pero estamos seguros que en donde quiera que caminan y existen, nos escucharon y difundan nuestra palabra, cuéntenle a sus compañeros y compañeras, a sus familias a sus conocidos, que aquí seguimos, que quienes nos acompañaron en nuestro éxodo un día 17 de octubre en el año 2000, desde X’oyep hasta esta tierra, díganle que no nos hemos vendido, que nuestra dignidad no tiene precio, que no traicionaremos la sangre derramada en Acteal, y de las y los que han dado su vida por nosotras y nosotros.
Desde el campamento de reubicación Nuevo Yibeljoj, aquí palpita, dignidad.
Atentamente
La voz del campamento de Reubicación Nuevo Yibeljoj de Las Abejas de Acteal
Por los representantes:
Fernando Pérez Jiménez Alfredo Jiménez Pérez
Por l@s fundador@s del campamento Nuevo Yibeljoj:
Mariano Pérez Sántiz Antonia Vázquez Pérez José A. Jiménez Pérez
Por la Mesa Directiva de Las Abejas de Acteal:
Simón Pedro Pérez López Hilario Jiménez Pérez
Francisco López Sántiz
Escuchar Audio de comunicado: https://archive.org/details/comunicado-nuebo-yibeljo