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Imagen tomada de: eitmedia.mx
Colectivo Grieta, 8 de septiembre de 2020
Gobiernos van y vienen en México, se pintan la cara de distintos colores: Los capitales permanecen.
Dentro de las transnacionales asignadas a la construcción del tren neoliberal de AMLO, para el primer tramo se encuentra el consorcio liderado por Mota-Engil México, en convenio con China Communications Construction Company, Gavil Ingeniería, Eyasa y Grupo Cosh.
A este consorcio se le asignó la construcción de la plataforma y vía del mal llamado Tren Maya, así como el suministro de materiales y elaboración del proyecto ejecutivo; también se rehabilitarán las vías existentes del ferrocarril Chiapas-Mayab.
El tramo ganado por Mota-Engil México es de aproximadamente 228 kilómetros y para lo cual se le asignaron 15 mil 538 millones 133 mil 56.79 pesos que fue la oferta más económica de la licitación.
Mota-Engil de origen portugés ha utilizado a diferentes administraciones de México para incrementar su capital y la 4T no hizo excepción en ello. La forma de operar de Mota-Engil se pueden apreciar en dos megaproyectos que actualmente tiene en marcha: uno en el Estado de México y otro en Nayarit; por mencionar sólo dos ejemplos, además del tren neoliberal de AMLO.
Mota-Engil y la Autopista “Siervo de la Nación” en el EdoMex
En el Estado de México, en el municipio de Ecatepec, Mota-Engil tiene a su cargo la construcción de la carretera “Siervo de la Nación” que debió de haber estado en operación en el 2015, justo en el 200 aniversario luctuoso del General José María Morelos y Pavón, por lo que la obra lleva un incumplimiento en su fecha de entrega de 5 años y contando. Los estudios de factibilidad técnica que fueron avalados por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y por la cual el gobierno del EdoMex pagó 15 millones de pesos, no contemplaron que en el trazo original de la autopista se encontraron ductos de Pemex y de gas, colectores de agua potable, vías de tren ya concesionadas y asentamientos humanos. Estas costosas omisiones modificaron el trazo original de la obra que terminó por ser una autopista completamente elevada; por lo que la propuesta económica inicial presentada por Mota-Engil de 4 mil 200 millones de pesos aumentó significativamente duplicando su costo quedando en 8 mil 600 millones de pesos.
La administración de Eruviel Ávila en el EdoMex para compensar este incremento del costo, aumentó la concesión a Mota-Engil de explotar económicamente esta vía de 27 a 46 años; para esto le facilitó incrementar la cuota de peaje de 40 a 50 pesos, además de permitirle una modalidad de tarifa dinámica: Mota-Engil puede cobrar cuotas más elevadas en función de las horas pico de tráfico. 5 años de retraso y el doble del costo.
Actualmente Mota-Engil acosa a los vecinos del predio El Dique, en Ecatepec, intenta despojarlos de su predio para que la constructora pueda seguir con la construcción de la autopista.
Desde 2018 vecinos de este mismo predio ya habían denunciado la intención de la constructora por demoler por lo menos 15 casas y pagarlas a precios muy bajos, también denunciaron la intención de Mota-Engil de derribar por lo menos 250 árboles, así como la destrucción del patrimonio histórico que data de 1880.
Denuncian vecinos de El Dique que la empresa Mota Engil reanudó las intimidaciones para que desalojen el predio. Foto tomada de: comunicadores.mx
La autopista formaba parte del proyecto de vías de comunicación con el Aeropuerto de Texcoco; la finalización de esta autopista es primordial, será una vía de conexión importante y uno de los accesos principales a otro de los megaproyectos que impulsa la administración de AMLO: el aeropuerto internacional de Santa Lucía.
Mota-Engil y Costa Canuva en Nayarit
Costa Canuva es una megadesarrollo turístico que proyecta Mota-Engil en Nayarit con una inversión total de 1,800 millones de dólares; con una extensión de 267 hectáreas, cuenta con una playa de siete kilómetros, cuatro de las cuales son vírgenes, y tres más con vistas y acantilados, campo de golf; una marina con capacidad para 500 posiciones de atraque y yates. El desarrollo prevé una casa de club de playa, 20 kilómetros de rutas y pistas especiales para bicicleta y patineta, y un club acuático para actividades como kayak, paddle, surf, y pesca, entre otras.
Los precios en los hoteles que se encontrarán en el destino tendrán un rango promedio de 450 dólares a 1,200 por noche; también contempla un complejo residencial con lotes que van desde 500 a 2,500 metros cuadrados, con un costo de entre 250,000 y 2.5 millones de dólares; además de 30 lotes condominales, que tendrán un precio de entre 800,000 y 20 millones de dólares.
En 2014, Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se transfirieron los derechos de propiedad de el ejido El Capomo, una superficie de 267 hectáreas con siete kilómetros de frente de playa en la Riviera Nayarit, a un grupo empresarial en cuyo centro está el consorcio Grupo Prodi / Mota – Engil México. Grupo Prodi (de capital mexicano), tiene el 49% de control accionario de Mota – Engil México.
En 2015, para el manejo financiero del proyecto Costa Canuva se crea Mota-Engil Turismo, con dos socios: Mota-Engil América Latina SAPI y Mota-Engil Turismo Holding (constituida por Mota Engil Tourism BV y Mota-Engil México). Y es con Mota-Engil Turismo que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) firma un contrato de fideicomiso para “crear un desarrollo turístico de primer orden que tenga una combinación, entre otros, de servicios de alojamiento turísticos, condominales, residenciales, actividades comerciales, actividades deportivas y marina”.
Parte de las vías de comunicación al megadesarrollo turístico también la realiza Mota-Engil. En 2016, la SCT por licitación le asignó a Mota-Engil México y a Mota-Engil Ingeniría, uno de los tramos para la construcción de la nueva carretera Compostela – Las Varas, por 709 millones de pesos. La vialidad llega casi hasta Costa Canuva.
El gobierno por medio del despojo pone los ejidos y los consorcios se quedan con el negocio del mega desarrollo turístico; FONATUR es el encargado de entregar la tierra y el territorio al capital; Rafael Lang, director gemeral de Mota-Engil Turismo, lo describe así: “Los dos proyectos al igual que éste (Costa Canuva) son proyectos que se detonaron en el seno de Fonatur, que provienen de este tipo de asociaciones donde el Fondo aporta los predios y grupos particulares asumen las obligaciones de hacer, y los dos son hoy referente de éxito de desarrollos turísticos detonados por Fonatur”.
Los fideicomisos juegan un papel importante en el despojo de tierras y territorios, el Fideicomiso Bahía de Banderas se constituyó por decreto presidencial en 1970, en donde el gobierno federal como fideicomitente designa como fiduciario al Banco Nacional de Obras y Servicio Público s.A. (BANOBRAS) y como fideicomisarios a los ejidatarios cuyas parcelas fueron expropiadas para el fideicomiso.
El fideicomiso consistía en enajenar los inmuebles expropiados, realizar las obras que señale BANOBRAS y enviar al fideicomiso Fondo Nacional de Fomento Ejidal las utilidades que se generen y los productos de las ventas a los integrantes de todos los ejidos que se expropiaron.
Pero este fideicomiso no se cumplió, y, por lo menos hasta el año pasado, El Comisario Ejidal de El Capomo y Anexos, de Lima de Abajo, municipio de Compostela, Nayarit, denunciaron el despojo de 800 hectáreas de la Riviera Nayarita, por parte del Fideicomiso Bahía de Banderas.
Los desarrolladores del proyecto Costa Canuva están destruyendo manglares, selvas, playas y especies endémicas de fauna y flora protegida, denuncian grupos de ecologistas. Foto tomada de: realidadessperiodico.com
Los medios de despojo
En 1989 el gobierno federal, el Fideicomiso y la empresa Nueva Vallarta, suscribieron el acuerdo de coordinación para formalizar la cesión de derechos y obligaciones. En 2002, la empresa constructora Nuevo Vallarta (Nuvasa), celebró el contrato de compra-venta con BANOBRAS de los predios expropiados al ejido El Capomo, con el Fideicomiso Bahía de Banderas como vendedora y Nuvasa como compradora.
En 2003, Nuvasa a fin de cubrir adeudos fiscales por 210 millones 809 mil 206 pesos, dio en pago a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público las 329 hectáreas expropiadas al ejido El Capomo, valuadas en 296 millones 977 mil 449 pesos.
En 2004, la Secretaría de Función Pública difunde el acuerdo por el que se desincorpora del régimen de dominio público de la Federación y se autoriza su aportación a título gratuito al patrimonio del Fideicomiso FONATUR, tres inmuebles con una superficie de más de tres millones de metros cuadrados, del Ejido El Capomo de Lima de Abajo, para el desarrollo turístico denominado Centro Integralmente Planeado Nayarit.
En 2017 se expidió el decreto del gobierno del Estado de donación de terrenos del Ejido El Capomo para el desarrollo del complejo turístico Costa Canuva a cargo de Mota-Engil.
Los excedentes de aquellas 329 hectáreas expropiadas en 1970, totalizan unas 800 hectáreas, de las que fueron despojados 306 ejidatarios de El Capomo y Anexos, Lima de Abajo, Nayarit.
En febrero del 2019, el director general del Fideicomiso Bahía de Banderas, Roberto Vergara, les dijo a los ejidatarios: “a la fecha, la relación con el Ejido Capomo, ha quedado finiquitada conforme a los convenios suscritos por la asamblea de ejidatarios con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, como institución fiduciaria en el Fideicomiso Bahía de Banderas”.
Ya en la administración de AMLO, el 23 de abril del 2020 FONATUR le asigna la construcción del Tramo 1 del mal llamado Tren Maya a Mota-Engil México SAPI de C.V. en convenio con China Communications Construction Company LTD, Grupo Cosh S.A. de C.V. Eyasa S. de R.L de C.V y Gavil Ingeniería S.A.; y es FONATUR quien propone a los ejidatarios y pequeños propietarios hacerse socios aportando sus tierras a un nuevo fideicomiso: Fideicomiso de Infraestructura y Bienes Raíces FIBRAS.
Con una deficiente información de FONATUR sobre la forma en como las FIBRAS por medio de instrumentos financieros de alto riesgo hará socios a los ejidatarios que se vean impactados por el reordenamiento territorial mal llamado “Tren Maya”, hay bases en común en los casos de Nayarit y el proyecto de AMLO: ya sea por medio de compra de tierras –no pagadas- como en el caso de Costa Canuva o de hacer socios a los ejidatarios por medio de instrumentos financieros como en el caso del reordenamiento territorial “Tren Maya”; ambos forman parte de esta acumulación por despojo, esta forma de valorización de capital que a través del robo de tierras y territorios por medios legales a sus habitantes, hace más ricas a pocas transnacionales y más pobres a los despojados de estas tierras.
Otra característica del sistema capitalista en su momento neoliberal y que se cumple cabal en la administración de AMLO es la garantía de que el capital transnacional tenga certidumbre en su incremento de ganancias; Mota Engil siempre gana, sin importar si el aeropuerto de Peña Nieto es en Texcoco o el aeropuerto de AMLO es en la base aérea de Santa Lucía, las autopistas de Mota Engil no paran, sin importar si llevan años de retraso o el doble del costo de construcción: el dinero siempre sale del financiamiento público y después, de la concesión otorgada.
La otra cara de las ganancias de Mota Engil es la incertidumbre para los despojados, sin promesa de trabajo, sin la certeza de poder comprar una vivienda donde habitar dignamente, sin la garantía de poder acceder a las playas de Nayarit o habitar uno de sus hoteles de lujo; o transitar por una autopista (si se tiene auto) que gradualmente irá incrementando su costo para finalmente llegar a un aeropuerto en donde no sabrán si podrán pagar un vuelo. Pusieron todo y los dejaron fuera.
La próxima semana AMLO le inaugurará a su socia corrupta Mota Engil la línea 3 del tren ligero de Guadalajara que atraviesa la zona metropolitana. El tren se dividió en 3 tramos, 2 estuvieron a cargo de Mota Engil – Prodi, los mismos constructores-inversionistas del complejo Costa Canuva. El tren de Guadalajara tuvo casi 3 años de retraso, con un costo original de 17 mil 692 millones de pesos, acabó costando 35 mil 054 millones de pesos, casi el doble del costo original; misma situación que la autopista en el EdoMex. No hay sanciones y sí ganancias.