(Español) L@s últim@s guardianes de la montaña
¡Todo el bosque es sagrado! nos dice enérgicamente, pero con los ojos llorosos y la voz entrecortada América Morales, una mujer indígena otomí de la comunidad indígena Otomí de San Francisco Xochicuautla, municipio de Lerma en el Estado de México. Ella, junto con un grupo de comuneros y habitantes que se reivindican como indígenas, enfrentan cotidianamente a los trabajadores de las empresas Autopistas de Vanguardia S.A. de C.V. (Autovan), Constructora Teya, S.A. de C.V. (Teya), –ambas filiales de Grupo Higa– y también recientemente a la constructora Grupo Carso. Las y los comuneros nos dicen que las constructoras han intensificado sus incursiones a la comunidad desde septiembre del 2018 y, específicamente el 25 de marzo de 2019 –día en que pudimos estar presentes– se atrevieron a presentarse en el paraje Zarzamora con un grupo de golpeadores contratados por las mencionadas constructoras. Subversiones pudo constatar que: 1) estos golpeadores no son trabajadores regulares de las constructoras, es decir, no operan maquinaria ni realizan labores de construcción, exclusivamente –dijeron– «venimos a la negociación»; 2) eran alrededor de cuarenta hombres visiblemente agresivos que se estuvieron drogando cómodamente frente a los representantes de las empresas, los medios de comunicación que ahí estábamos y frente a las y los comuneros y habitantes indígenas; 3) amenazaron directamente a las y los comuneros, diciéndoles que «es mejor arreglarse así entre pocos» porque «es como todo, el dinero puede más, si tú me traes 100 yo te traigo 200 y si tú me traes 200 yo te traigo 300».
Cuando América reitera con indignación que «¡Todo el bosque es sagrado!» está respondiendo no sólo a la pregunta que le hemos hecho sobre ¿Cuales son los sitios sagrados en Xochicuautla?, no solo responde a las declaraciones que esa mañana del 25 de marzo grabamos del ingeniero Rogelio García, quien se presentó ante nosotros como supervisor de la empresa Autovan. América también responde a todo un complejo proceso de ingeniería del conflicto, implementado para destruir cualquier atisbo de resistencia en esta comunidad. Una estrategia para consumar un largo proceso de despojo que se materializó el 4 de Junio del 2018, cuando se firmó un convenio entre las empresas constructoras, dependencias gubernamentales, Organizaciones No Gubernamentales y aproximadamente 28 Pobladores. A ese convenio, que fue presentado públicamente como «Proyecto alternativo», siguió un «peritaje» (recorrido) en el que se determinaron cuáles son los «sitios sagrados de Xochicuautla» que supuestamente van a ser respetados en la construcción del «nuevo trazo carretero» de la autopista Toluca-Naucalpan.
Pero a América nadie la consultó, ni a ella ni a quienes mantienen una postura firme en defensa de su territorio; tampoco consultaron a quienes mantienen una reconocida actividad espiritual en la comunidad, ni les invitaron a dar su opinión respecto al supuesto peritaje sobre los sitios sagrados. Mucho menos fueron invitados a la firma o análisis del convenio, que hoy por hoy, es el argumento principal de las constructoras que incursionan cada mañana en territorio otomí intentando avanzar en el trazo carretero para, de una vez por todas, concretar el ambicioso proyecto. Y es por eso que le ruedan las lágrimas y se le endurecen los puños cuando nos reitera, mirándonos a los ojos, que ¡todo el bosque es sagrado! porque en esa frase se le acumulan cientos de historias, alegrías, tristezas, corajes, desengaños, traiciones, etc.
Desde 2015 se han interpuesto una serie de amparos que otorgaron la suspensión definitiva del proyecto carretero, no únicamente en la comunidad de San Francisco Xochicuautla sino también en las comunidades aledañas de Santa Cruz Ayotuxco y San Lorenzo Huitzizilapan en las que también se han otorgado las mismas medidas para proteger el territorio, hasta la resolución final de los juicios. Cada pueblo ha luchado según sus posibilidades, a pesar de la represión y de que muchos líderes y representantes comunes han sido cooptados o comprados en el proceso, siempre hay pobladores con dignidad y profundo amor por sus territorios dispuestos y dispuestas a continuar defendiéndolos.
Son más de diez años de defensa del territorio, en los que se han enfrentado a toda la maquinaria estatal, al sistema de procuración de justicia, a las fuerzas de seguridad pública, a la prensa nacional e internacional. Y ahora están por enfrentar –quizás– la más feroz envestida, no sólo porque las empresas constructoras están ya visiblemente dispuestas a utilizar la violencia al más puro estilo del régimen priísta, sino porque la ingeniería del conflicto ha sido cuidadosamente desarrollada y hoy, las organizaciones sociales, colectivos y redes de apoyo solidarios con la defensa del territorio han sido divididas y no están respondiendo, ni siquiera realizando difusión frente a la amenaza. Es decir que los últimos guardianes de la montaña de Xochicuautla ¡Están solos! La frase no es exagerada y tampoco es coincidencia que el EZLN declarara lo mismo a principios de este 2019. Los movimientos indígenas en defensa de sus tierras y territorios están siendo aislados y divididos a nivel nacional para consumar el proceso de despojo más grande de las últimas décadas por parte de un neoliberalismo que no sólo se mantiene intacto, sino que encontró la fórmula para generar un consenso social del despojo.
La ingeniería del conflicto y el consenso social del despojo.
Apenas el pasado 3 de abril de 2019 se realizó una conferencia de prensa convocada por el Consejo Supremo Indígena de San Francisco Xochicuautla, en el café-restaurante Biarritz en el centro de la ciudad de Toluca. Unas horas más tarde los titulares de la prensa versaban así:
«A cambio de fideicomiso, permitirán paso de autopista Toluca-Naucalpan» — El Sol de Toluca
«Xochicuautla permitirá conclusión de autopista Toluca-Naucalpan, Edomex» — MVS Noticias
«Se acaba el conflicto en Xochicuautla; Concejo Supremo da aval para la autopista Toluca-Naucalpan» — Plana Mayor
Este panorama es devastador. El Estado mexicano junto con los grupos empresariales están empujando un consenso social para legitimar un despojo que legalmente aún está en disputa en los tribunales correspondientes. En dicha conferencia de prensa nos presentan los rostros de los comuneros y comuneras que se proyectaron como defensores de su territorio a nivel nacional e internacional y su palabra, en resumen, efectivamente avala la construcción de la autopista con algunas modificaciones mínimas, a cambio de recursos económicos. Este grupo de comuneros y comuneras, además, se deslinda de quienes fueran sus compañeros de lucha –que continúan en resistencia– y les minimizan diciendo que son pocos, abriendo así de par en par la puerta a una posible represión, actos que tanto habían denunciado antes.
Éstas son algunas citas textuales grabadas durante esa conferencia, en voz de quienes conocimos como defensores del territorio de Xochicuahutla:
—Dr. Armando García: «Como se han dado cuenta esta lucha ha llegado a su fin. Pero no es un fin que se termine ahí, puesto que todavía hay en su mayoría muchos temas a tratar. Como en películas la mayoría termina en un final feliz, en el caso de nosotros no es así. Tal es así que todavía dentro de nuestro grupo inicial, hay un grupo minoritario que insiste en querer detener la carretera. Han hecho alusión a que se han estado violando los derechos humanos…»
—José Luis Fernández: «La liberación de la vía por parte de nosotros, quienes estuvimos resistiendo realmente, queda liberada […] Se va a destinar un recurso anual a la comunidad, pues efectivamente para obras de infraestructura, para las necesidades de la comunidad, no sabemos cuánto […] Es una recomendación que ellos dicen que van a cumplir […] Y un ejemplo, vamos a implementar pozos de captación porque efectivamente es una zona donde se genera mucha agua, y que esta agua se desperdicia, estaremos buscando de una manera técnica las formas de cómo captar toda esa agua, para que esa agua se siga distribuyendo a la Ciudad de México y a la Ciudad de Toluca…»
Esos son exactamente los mismos argumentos jurídicos que el pasado 25 de marzo nos expresaron los abogados de Autovan, mientras el grupo de golpeadores que contrataron nos rodeaba en círculo. Son los mismos argumentos que este Consejo Supremo Indígena de Xochicuautla se ocupó en dejar muy en claro a todos los medios de comunicación, con las mismas palabras y con el mismo descrédito hacia las y los comuneros que aún están poniendo el cuerpo y la vida para que no se destruya su bosque. Peor aún, usaron el mismo argumento que por años se utilizó en su contra: «son unos cuantos, no representan al pueblo».
Es entonces que nos preguntamos¿Qué interés existe en decretar públicamente el término de un movimiento social, cuando aún existen decenas de comuner@s inconformes? ¿cómo se llegó a este punto? y sobre todo ¿Los intereses de quién resultan beneficiados?
Posterior a dicha conferencia el Consejo Supremo Indígena de San Francisco Xochicuautla, liderado por José Luis Fernández y Armando García, ha promovido en sus redes sociales una campaña haciendo un llamado a la paz y a la reconciliación. Sin embargo diversos pobladores han arremetido con denuncias y reclamos que no se habían visto en ningún momento anterior, recalcándoles, en sus propias redes sociales, que aún existe inconformidad en los pobladores de Xochicuautla por la construcción de la autopista y que la resistencia continuará.
Los dos Consejos Supremos Indígenas en Xochicuautla, la vieja estrategia de la división intercomunitaria.
Para lograr unir la autopista Toluca-Naucalpan en el tramo que atraviesa las tierras comunales de San Francisco Xochicuautla, a las empresas constructoras aún les falta destruir alrededor de diez parajes: La bon´do (Brote de agua), Ni´ndesht´e (Barranca del Tejamaníl), Nitzi Jushida (Lomas de Maguey), Mehuey (Pararrayo), La n´Zhepheda (Zopilote),La n´Peni (Tejocote), La n´Ghosti (La puerta), La n´Moni, Buena Vista y Zarzamora.
El pasado 21 de marzo de 2019 –nos relatan– que un aproximado de cincuenta comuneros hombres y mujeres replegaron la maquinaria que había venido ganando terreno en sus cotidianas incursiones desde el mes de septiembre de 2018. Estableciéndose la nueva línea de defensa en el Paraje Zarzamora, donde el 25 de marzo pasado tuvimos la oportunidad de documentar una de las tantas incursiones de las empresas constructoras y, después de los incidentes que ya relatamos, entrevistamos a comuneros que han decidido mantener la resistencia en contra de la autopista Toluca-Naucalpan.
Algunos de los testimonios grabados pueden ser consultados en el video que acompaña este reportaje, pero para comenzar a entender la existencia de los dos Consejos Supremos transcribimos aquí, parte de las entrevistas con el médico Jaime Vargas González, quien nos relató:
Formo parte del Consejo Supremo que se eligió el 8 de septiembre del 2013. Este Consejo Supremo se eligió precisamente para defender las tierras, los usos y costumbres de esta comunidad de San Francisco Xochicuautla… Ésta es el acta [la muestra] que se levantó en una asamblea general que es como se rige la máxima autoridad en San Francisco Xochicuautla. Y es el punto que quiero recalcar porque los compañeros que actualmente se dicen que son Consejo Supremo y que se reestructuró, lo hicieron con el fin de negociar las tierras, cuando el Consejo Supremo su objetivo era la defensa. Y así lo dejamos establecido en el quinto punto en aquella ocasión del 8 de septiembre de 2013, cuando se eligió. Dice el quinto punto:
Se elige por usos y costumbres el Consejo Supremo Indígena de esta comunidad, para que desde este momento sean los que representen y con el absoluto derecho para salvaguardar nuestro territorio, medio ambiente y recursos naturales. Aclarando que siempre estará presente en la toma de decisiones la asamblea general de nuestra comunidad como máxima autoridad.
Y en esto quiero hacer hincapié, porque los compañeros que actualmente se dicen que son Consejo Supremo, algunos sí fueron de los que originalmente se eligieron, pero están tomando la dirección errónea porque están faltando al juramento que se hizo en esa toma de posesión de elección del Consejo Supremo, donde juramos defender la tierra y era para la defensa, no para la negociación.
El señalamiento nos pareció grave y solicitamos al médico Jaime Vargas pudiera explicarnos con más detalle ¿cómo había ocurrido este proceso?
Mira, por ejemplo [señalando el documento] aquí esta, es una mesa resolutiva sobre la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan en la comunidad de San Francisco Xochicuautla. El 28 de mayo de 2018, en la «casa de la solidaridad», que es la casa del señor José Luis Fernández y los asistentes son: comunidad indígena en resistencia –se hacen llamar–; Gobierno del Estado de México, Secretaría de Derechos Humanos, Secretaría del Estado de México, su secretario Juan Molina; Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares (SAASCAEM), empresa Autovan; gobierno federal representado por el Lic. Rafael Avante, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación; licenciado Edgar Torres, coordinador de asesores; la Comisión Nacional de Derechos Humanos con la representación de la Secretaría Técnica de la CNDH a través de la Lic. Tere Gómez de León y Lic. Ivonne Curiel; y Servicios y Asesoría para la Paz (SERAPAZ), que fue la organización que promovió esta entrevista y este convenio. En este documento solicitan su «Proyecto alterno» según ellos dicen es una autopista ecológica, para nosotros y como ya lo hemos dicho en varias ocasiones, es como decir: «mátame pero yo te digo como me mates, para que no me duela tanto», pero a fin de cuentas me vas a terminar matando, ¿no? Siendo que siempre dijimos y se lo hicimos saber tanto al Comisionado de Derechos Humanos, como al de la ONU, como al de la organización SERAPAZ, que siempre iban a tomar en cuenta a toda la comunidad, no nada más a los que se dicen ser voceros.
A partir de abril de 2016, cuando tiraron la casa del doctor Armando, a partir de ahí fueron dejando de invitar a toda la base de la lucha, fueron nada más eligiendo a ciertos compañeros, para que en un momento dado pudieran llevar a cabo este convenio. A los demás compañeros, como un servidor, incluso ya no nos invitaban a ese tipo de reuniones, cuando ya tenían la reunión en cuanto a la negociación, porque sabían que pues los compañeros que aún seguimos, no íbamos a estar de acuerdo en cuanto a esa negociación, porque el objetivo de la lucha siempre fue: NO al paso de la autopista, NO a la violación de los derechos humanos, NO a la destrucción de nuestro bosque sagrado.
Finalmente apuntalamos más la pregunta y le consultamos al médico Jaime Vargas ¿Cómo es entonces que existen dos Consejos Supremos Indígenas en Xochicuautla?
Fue después de una plática con el lic. Avante de la CNDH que, por cierto, me dejó mucho que desear ya que después de entrevistarse conmigo, y de que le dejé claro que no aceptaríamos ninguna negociación, sacó fotos de nuestra reunión y dijo que yo ya estaba negociando. Durante esa entrevista le expliqué que se estaban dirigiendo con las personas erróneas, ya que ni José Luis Fernández ni el doctor Armando García tenían ningún cargo de representación en la comunidad. Y ese comentario lo aprovechó el lic. Avante para hacerle saber a José Luis Fernández, que con nosotros no podrían negociar y de ahí surgió la idea de reestructurar el Consejo Supremo.
Y así lo hicieron según, en una asamblea amañada, porque fue en su domicilio como se puede ver en las fotografías del evento, en donde hay gente que no era de la comunidad, que ellos los invitaron, que eran de las organizaciones. ¿Y quien avaló a ese Consejo Supremo? fue alguien que no es de la comunidad […] Es por ello que ese Consejo no cuenta con el sello de la delegación, ni con la firma de los delegados, porque ni se realizó en un lugar de usos y costumbres.
Las mesas técnicas, de diálogo o, como le dicen en la comunidad, de negociación, iniciaron en 2016 después de la destrucción de «el castillo», domicilio del doctor Armando García. Dicho agravio generó una intensa movilización social así como la interposición de varios incidentes de violación de la suspensión en sus amparos. Este escenario posibilitó que se comenzaran los «diálogos» que rápidamente fueron abandonados por varias organizaciones y personas en lo individual, que no estaban dispuestas a negociar la defensa de su territorio, pero que se volvió un buen espacio para aquellas organizaciones y personas que en lo individual buscaban otros fines, distintos.
La delimitación de los lugares sagrados es una traición no solo a su pueblo, traicionaron su juramento y traicionaron al Divino Rostro.
Durante la conferencia de prensa del 3 de abril de 2019, convocada por el Consejo Supremo Indígena de San Francisco Xochicuautla que presiden José Luis Fernández y Armando García, participó su nueva abogada –que no dio su nombre– quien ratificó la postura a favor de la construcción de la autopista Toluca-Naucalpan. Ante dicha situación resulta imprescindible recordar el panorama jurídico actual del conflicto que, al parecer, olvidaron que existe: omiten la mención de dos amparos que se encuentran vigentes, el amparo 1117/2015 en el Tercer juzgado de distrito del Segundo circuito de Toluca, cuya sentencia está siendo atacada mediante un recurso de revisión; y el 1635/2018 en el Cuarto juzgado de distrito con sede en Toluca, signado por indígenas de San Francisco Xochicuautla y de San Lorenzo Huitizizilapan. Estos se suman a los amparos 771/2015 que se encuentra en trámite y al 441/2016, que está siendo analizado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, estos últimos con suspensión definitiva vigente.
De igual manera la abogada no expresó la existencia de otros dos amparos 1373/2015 y 1289/2015 firmados por niños de la comunidad de San Francisco Xochicuautla, que también resultaban en suspensión definitiva pero que cuando las negociaciones fueron avanzando, se desistieron. Es al menos sospechoso que, cuando los amparos están obteniendo victorias jurídicas, en un país donde es difícil lograrlo, de repente estos se desistan. Esta situación deja muchas dudas respecto de la forma en que este Consejo Supremo y sus representantes defienden a su comunidad.
El tema de las suspensiones es de vital importancia para establecer la legalidad de la defensa del territorio que están realizando l@s últim@s guardianes de la montaña en Xochicuautla. Ya que tanto la empresa como el Consejo Supremo Indígena de San Francisco Xochicuautla presidido por José Luis Fernández y Armando García, con una visión mercantil argumentan que «Las suspensiones sólo protegen los sitios sagrados y no suspende los trabajos de obra en la autopista».
En esta argumentación, que denota la urgencia de terminar las obras antes de que se cumplan los cinco años que por ley se otorgan antes de que expire el decreto expropiatorio; se olvidan de algo que los indígenas de esta comunidad tienen muy presente desde su cosmovisión y que es lo que América Morales, reconocida por sus actividades espirituales en la comunidad, nos señaló desde un inicio: ¡Todo el bosque es sagrado!
Incluso la argumentación jurídica que actualmente se encuentra en tribunales versa sobre la protección al Divino Rostro, deidad protectora que está compuesta por siete cerros sagrados, que comprenden no sólo el territorio de San Francisco Xochicuautla sino, incluso, el de otros municipios y comunidades. Estos son: El Cerro Campana, el Cerro de Santa Cruz Ayotuxco, la Capilla del Señor de la Exaltación, el Santuario de Chalma, El Cerro de Santa Cruz Tepexpan, el Cerro de la Verónica y el Cerro de Hueyamalucan (conocido como de la Palmita). En conjunto estos siete cerros forman una imagen de Cristo recostado sobre todas estas montañas que los habitantes indígenas recorren cada año por diferentes senderos y con distintos descansos, dependiendo del objetivo o de la fecha en el que lo realicen. Todos los cerros son sagrados, no solamente ciertos puntos.
El punto La Capilla y las demás capillas junto con los descansos y parajes que existen son puntos en los cuales se descansa para después continuar la peregrinación. Estos espacios representan solo una parte pequeña de la ruta religiosa así como de los centros y sitios ceremoniales de la comunidad indígena otomí de San Francisco Xochicuautla que en conjunto forman parte integral de su religiosidad y su cultura.
Esta concepción choca y evidentemente no fue tomada en cuenta a la hora de pensar y trazar el llamado «Proyecto alternativo». Los representantes de las empresas constructoras han intentado cambiar el sentido de lo que el término centro ceremonial significa para los pueblos indígenas desde hace cientos de años en ese territorio.
Dentro de la comunidad la suspensión tiene sentido debido a que implica la suspensión de la obra en los centros ceremoniales o lugares sagrados lo cual incluye los siete cerros enteros, mientras que, para efectos de la negociación tuvieron que delimitar un cierto espacio, yendo no solamente contra el sentido de la resolución judicial sino también, y más importante, en contra del de su misma comunidad.
Entrevistamos vía telefónica al Lic. Hugo Hernández uno de los abogados que inició la defensa legal en contra de la Autopista Toluca-Naucalpan con distintos pueblos afectados. Y que, dejo de representar a quienes iniciaron la negociación, manteniendo la defensa legal actualmente con los indígenas y comuneros que están dando continuidad a la defensa de la tierra y el territorio de San Francisco Xochicuautla y otros pueblos originarios; nos comentó:
Las personas que me explicaron [cuando iniciaron los primeros amparos] la argumentación sobre los lugares sagrados, los cerros, sus componentes y su significado fueron precisamente don Antonio y su hija, Francisca Flores, así como su hermano don Cirilo, América Morales y otras personas de la comunidad. Cada uno de los elementos narrados sirvieron íntegramente para preparar los escritos que fueron interpuestos en juzgados federales.
Ahora me resulta contradictoria su actitud, porque fueron ellos los que nos dieron las herramientas que ahora pretenden desconocer y tergiversar, acomodándolas a su antojo para fines pecuniarios. Le han fallado no solamente a su comunidad y a las personas que les acompañaron durante años de manera desinteresada y con un esfuerzo increíble sino también a su espiritualidad, sus dioses y creencias por un fideicomiso –que, cabe mencionar, se rige por reglas financieras de secrecía como en el caso del Río Sonora en que tuvieron que pelear para ver cómo se distribuyó ese dinero– y que le traerá a la comunidad beneficios como trabajo, salud, educación y vivienda que es algo que el Estado tiene que proporcionar. Están vendiendo su espiritualidad y territorio por algo que el gobierno se encuentra obligado a proporcionales de por sí.
Asimismo, es extraño que prácticamente a cada organismo de derechos humanos al que han acudido les ha dado la razón, incluso en los amparos no existe argumentación por parte del gobierno y de la empresa que desvirtúe aunque sea de manera indiciaria o genere alguna contradicción que haga que se pierdan los juicios: es como si vamos ganando por mucho en cualquier juego y de repente me salgo. Es bastante extraño, pero el dinero siempre posibilita esas situaciones «extrañas».
América Morales nos lo recordó desde el principio e insistió a los ingenieros y trabajadores de las constructoras, incluso a los golpeadores ¡Todo el bosque es sagrado! Finalmente nos narra un episodio de quienes ahora están del lado de las constructoras y recuerda entre una sonrisa y un coraje que:
A finales del 2014 y principios del 2015 cuando el Consejo Supremo Indígena era uno solo, organizó, junto con algunas asociaciones religiosas y junto con las y los abogados que iniciaron la defensa jurídica, una peregrinación por los siete cerros que comprende El Divino Rostro, para bendecir el amparo, la luchay a los abogados. Durante la ceremonia realizaron un juramento tanto los abogados, como los firmantes del amparo, y los miembros del Consejo Supremo Indígena en el cual juraron no venderse nunca, en ningún momento. Por eso la traición, no solo es una traición para el pueblo, ellos saben lo que están traicionando, por eso agachan la mirada.
Por eso, América está decidida a continuar esta lucha hasta las últimas consecuencias, y no es la única; quizás sean pocos, para quienes no recuerdan todos los años de resistencia. Pero la legitimidad de su lucha y la dignidad del@s últim@s guardianes de la montaña en Xochicuautla y en defensa del territorio –insisten– no se vende.