(Español) [Comunicado]DESAPARICIÓN DE MIGRANTES. Aclaraciones de la Misión de Observación del Éxodo Migrante-Veracruz
5 de noviembre de 2018. 23:00 horas. Xalapa, Veracruz.
Este lunes 5 de noviembre salieron de Veracruz hacia Puebla y CDMX los más de 2 mil migrantes rezagados que se quedaron hasta la noche del domingo albergados en la ciudad de Córdoba, en el centro del estado, luego de 3 días en la entidad y 25 de travesía desde Honduras, Guatemala y El Salvador, de donde partieron la gran mayoría el 12 de octubre pasado.
Acompañar su tránsito en el territorio veracruzano implicó un enorme esfuerzo solidario de entre 50 y 100 personas de colectivos de defensa de Derechos Humanos de todo el estado, comunidades religiosas y sociales que integramos la Misión, así como de algunas autoridades locales y miles de personas que, por el más básico sentido de humanidad, se organizaron o salieron espontáneamente a su encuentro para ofrecer a los niños centroamericanos, mujeres, hombres, enfermos o familias enteras, todo lo que tuvieron a su alcance.
Como denunciamos desde el primer día (sábado 3 de noviembre), la dispersión de la caravana-éxodo migrante en los 300 kilómetros de la ruta Veracruz fue producto de la frustración, el desconcierto y la desesperación provocada por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, al ofrecer un apoyo que retiró tres horas después excusándose en la falta de agua en CDMX. Un doblez cruel, inicuo y contradictorio que no sólo dejó en la indefensión a más de 5 mil personas en la entidad que encabeza las estadísticas nacionales de violencia contra migrantes, sino que, insistimos, los vulneró aún más. Anímicamente, los devastó.
El miedo y la desesperación de los hermanos centroamericanos no eran latentes; eran patentes, manifiestos, explícitos. Si los migrantes hicieron a un lado la unidad que era su fuerza en el momento en que más la necesitaban; si caminaron 70 kilómetros de Sayula a Isla con llagas en los pies, insolación, hambre o sed, con todo y sus hijos de la mano o en los brazos; si se treparon desesperadamente en los camiones de carga y camionetas en la cuenca del Papaloapan; si viajaron a la intemperie, hacinados o encerrados bajo candado; si arriesgaron su vida sobre las llantas de refacción de los trailers o colgados de las redilas; si pagaron 50, 100 o 200 pesos a los taxis y transportes locales; si desoyeron incluso las advertencias de la Misión humanitaria por el alto riesgo que todo eso implicaba, fue en gran parte porque entendieron que tenían que salir cuanto ante del territorio de la muerte y la impunidad, de las fosas clandestinas y del infierno patrocinado por el Estado. Porque sabían o fueron descubriendo rápidamente lo que significaba atravesar por Veracruz.
Conocemos la inquietud y el revuelo de alcance internacional que ha provocado la denuncia pública de la desaparición de 100 migrantes en Veracruz, realizada por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO). Puesto que observamos como ellos las condiciones en que transitó el éxodo por nuestro estado precisamos lo siguiente:
- Para quienes integramos la Misión Veracruz fue IMPOSIBLE registrar y acompañar a cada uno de los miles de vehículos que los migrantes abordaban SIMULTÁNEAMENTE en los 300 kilómetros del trayecto en que se disgregó la caravana en la entidad.
- Los días 3 y 4 de noviembre –en los poblados de Isla, Loma Bonita y Tierra Blanca- registramos 3 reportes de hermanos centroamericanos que en el caos de los traslados perdieron contacto con algun integrante de su familia (cónyuges), lo cual reportamos colectivamente a fin de ayudarlos en su búsqueda.
- Debido a la enorme cantidad y acelerada movilidad de los migrantes (en la esperanza de encontrar a sus familiares en el siguiente punto de la ruta), y por el caos provocado por los motivos que ya expusimos, no nos fue posible corroborar si las separaciones de familias eran temporales o sostenidas.
- El 4 de noviembre, por la noche, desmentimos en un comunicado la desaparición de los camiones que hasta entonces era un rumor, luego de confirmar con el sacerdote que recibió a los migrantes en Puebla -Gustavo Rodríguez Zárate, de la Parroquia de Asunción- que a excepción de algunos retrasos, no había reportes de la desaparición de familiares y/o camiones en ese punto. Tampoco los había en los que nosotros cubrimos, a excepción de las tres personas ya mencionadas.
- Hasta el domingo 4 la Misión de Observación seguía en Veracruz, incluyendo a la DDHPO. Por tanto, no teníamos modo de confirmar si los familiares extraviados habían llegado a Puebla o a CDMX o estaban en tránsito, pues el arribo descontrolado y caótico a ambas ciudades desbordaba las capacidades de registro, atención y/o seguimiento.
- Como Misión de observación del éxodo migrante- Veracruz NO TENEMOS CERTEZA DE LA DESAPARICIÓN DE CIEN MIGRANTES en Isla, Veracruz, pues nadie en absoluto pudo tener registro de todos y cada uno de los centroamericanos que abordaron vehículos en el trayecto, ni de corroborar su llegada. Muchos de ellos en sucesivos transbordes.
- Eso de ninguna manera significa que no haya ocurrido. Sabemos que los migrantes se han convertido en un botín y conocemos de sobra el negocio criminal que se ha desarrollado a sus expensas en los últimos años: robos, secuestros, extorsiones, trata, desaparición forzada, asesinatos y vejaciones de todo tipo, sobre todo en Veracruz. Es posible, es probable, desgraciadamente no podemos descartar
que haya sucedido. - Por tanto, RESPALDAMOS LAS DECLARACIONES DE LOS COMPAÑEROS OAXAQUEÑOS que desde la DDHPO han alertado sobre los indicios que ellos tienen de la desaparición, dado que tuvieron la información de primera mano y oportunidad de confirmar en Puebla con los propios migrantes que les presentaron sus denuncias y/o testimonios a su llegada.
- Afirmamos categóricamente que de haber subido en Sayula a los camiones que Yunes prometió, entonces tendríamos certeza de la integridad de más de 5 mil migrantes, entre ellos aproximadamente 2 mil menores. No la hay. Ningún censo fue posible en la improvisación del apoyo a la contingencia en la que no hubo mecanismos de intervención institucional reales y efectivos para ofecer la ayuda humanitaria que el gobernador de Veracruz, en su primer mensaje de twitter, hacía parecer “una obviedad”.
- Por el contrario, algunos integrantes de la Misión Veracruz fueron amenazados y amedrentados por agentes de seguridad del Estado (policía y migración), como denunciamos el 3 de noviembre, en un intento claro de criminalización de la asistencia humanitaria.
- Respaldamos la decisión de la DDHPO de lanzar una alerta generalizada a todas las instancias, y hacemos eco de su denuncia, que lejos de desestimar las voces de los hermanos centroamericanos advierte de la alta probabilidad de un dolo eventual e irreparable.
- Exigimos al Estado mexicano realizar una investigación exhaustiva para confirmar o desmentir estos delitos, y a los tres niveles de gobierno, entender la movilidad humana como un derecho humano ante la búsqueda de mejores condiciones de vida, puesto que estamos ante una situación de emergencia que pone en riesgo la integridad de miles de hombres, mujeres y niños.
- Por último, exhortamos a los pueblos en la ruta migrante a hacer presente su acción solidaria en apoyo de los hermanos migrantes, sin xenofobia, racismo ni clasismo, como lo han hecho los pueblos en el camino hasta el día de hoy. Humanidad y solidaridad, es lo que pedimos a nombre de las personas que viajan buscando para ellos y para sus hijos una oportunidad de vivir.
Misión de Observación de Derechos Humanos del Éxodo Migrante-Veracruz
Centro de Derechos Humanos de los Pueblos del Sur de Veracruz Bety Cariño A.C.
Centro de Derechos Humanos Toaltepeyolotl
Red Unidos por los Derechos Humanos (RUDH)
Pastoral Social de Paraje y de Amatlán de los Reyes-Veracruz
Colectivo Vive Migrante de Amatlán de los Reyes
Kolpin-Cordoba
Redes de Resistencia y Rebeldía (R3) de Xalapa, Veracruz, Grandes Montañas y Sur.
Fotografía: Misión de Observación Éxodo Migrante en Veracruz