(Español) Oaxaca, el epicentro de la miseria (partes I, II y III)
Reportaje y fotografías de José Luis Santillán
I.
En la pasada serie de reportajes “Guerrero, el laboratorio del miedo” analizamos ligeramente algunas aristas de los efectos sociales del miedo provocados por el terrorismo de estado, llamado por los medios masivos de comunicación “fenómeno de la narcoviolencia”. Vimos los terribles efectos que causa en la población, la inminente y necesaria vinculación con el estado-capitalista mexicano, así como el uso contrainsurgente que se despliega por parte de las fuerzas armadas mexicanas.
Esta nueva serie periodística busca ser un puente para comenzar a entender la pobreza y sus efectos sociales, como parte de un entramado complejo de ingeniería del conflicto y el control social que se ejerce en contra de las clases subalternas. En especifico nos dimos a la tarea de ir a Oaxaca, el estado más pobre de México, para poder compartir testimonios reveladores e impactantes de este país donde nuestros gobernantes mienten públicamente, diciéndole al mundo que el rezago social se está abatiendo.
También analizaremos los efectos psicológicos de la pobreza en la población y el uso de estos para incrementar aún más las obscenas ganancias económicas de la reducida elite empresarial mexicana y transnacional. Inherente al control social que significa limitar o direccionar la educación, la economía, la movilidad y la salud de la población, a través de la pobreza y su desmedido incremento, en conjunto con la híper violencia propiciada en el país, son rasgos -que es necesario evidenciar- de una contrainsurgencia cada vez más especializada no sólo en la “neutralización de sus objetivos“ sino también en el “camuflaje social“.
Es fundamental entender el papel de la pobreza en México, no como institucionalmente se utiliza por todos los gobiernos y supuestas tendencias ideologías. Ni siquiera los autoproclamados partidos de izquierda proponen apuntar a la raíz fundamental del problema, porque también viven y se nutren de los pobres, ya sea como eslogan, cuota o “capital social”. Es necesario que desde el pensamiento crítico se puedan analizar y divulgar las más novedosas formas que implementa el terrorismo de Estado para mantener su poder político y económico a nivel global.
Oaxaca, el precio de ser pobre, indígena y mujer.
A partir de la medición en 2015 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el estado de Oaxaca se situó en el primer lugar a nivel nacional en el Índice de Rezago Social. Este indicador representa cuatro dimensiones asociadas al fenómeno de pobreza en México. De acuerdo a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, es el estado con más población indígena en el país, lo que representa, de acuerdo a las estadísticas gubernamentales, que en México y especialmente ahí, la población indígena es la más pobre entre los pobres. La misma fuente oficial confirma que no existe más vulnerabilidad que ser mujer, indígena y pobre en este país que esa entidad. Estas características son muy similares en Chiapas, Guerrero y Veracruz.
Pasar de las fuentes gubernamentales a la realidad es aún más terrible si a todas las carencias le sumamos la cuota de violencia desmedida que se centra principalmente en las zonas con más pobreza y marginación del país. Para marzo de este 2018 ya se contabilizaban 143 feminicidios en el gobierno de Alejandro Murat. De acuerdo a las estadísticas oficiales 527 fueron en el periodo de Gabino Cué, 283 con Ulises Ruiz Ortiz y 429 con José Murat. Es por esto que diversas organizaciones de la sociedad civil han señalado la urgencia de declarar la alerta de género para la entidad.
Una de las zonas recorridas para este reportaje fue la Selva Chinateca, en la región de la Chinantla. En el municipio de Santiago Jocotepec se encuentra la comunidad de Cerro Caliente. Ahí platicamos con Victoria Jiménez Mendoza, indígena que nació y creció en esta región, donde ahora sus hijos y su familia luchan día a día por sobrevivir y tratar de mejorar sus condiciones de vida. Victoria nos cuenta cómo se vive en este municipio donde el 99,68% de la población es indígena y es considerado alta marginación.
Los paisajes son impresionantes. El agua es abundante, los ríos que vienen desde Veracruz y prosiguen su paso hacia la costa, son majestuosos. Para llegar a algunas comunidades hay que pasar por los puentes colgantes de hasta 150 metros de longitud. En medio de esta gran belleza de la selva Chinanteca las comunidades indígenas sobreviven entre condiciones lacerantes que distan mucho del Oaxaca que presento el Gobernador Alejandro Murat en su primer informe de gobierno.
Ese Oaxaca moderno del siglo XXI está muy lejos de estos hermosos parajes y no es una lejanía que sólo pueda medirse en kilómetros, hablamos del hambre, desnutrición, muerte por enfermedades curables, condiciones de vida en indigencia y marginación. La entrevista con Victoria es amena. Ella no pierde la sonrisa a pesar de que los temas de los que platicamos no son fáciles, estamos en el patio de la escuela primaria de la comunidad e iniciamos el diálogo sobre tres puntos fundamentales para cualquier población: la salud, el trabajo y la educación.
¿Podrías presentarte y platicarnos cómo se vive en esta región?
“Mi nombre es Victoria Jiménez Mendoza, pues vivo aquí soy ciudadana, presto mi servicio y conozco muy bien las necesidades que hay en mi comunidad… Aquí estamos en la escuela primaria, por allá se ve una aula que construimos nosotros los padres de familia, porque no hubo apoyo por parte del presidente municipal, eso fue ahorita en 2018. Y nosotros cooperamos de a $ 200 pesos para comprar los blocks y el techado otros $100 y lo de la luz que instalamos en la escuela igual fue cooperación de los padres de familia, porque con el municipio no contamos y siempre nos niega y nos dice, que no hay nada pues.”
¿Cómo es la salud en esta región?
“Hay una clínica en una comunidad vecina, pero ahí está muy fuerte lo que es el reglamento interno del pueblo de Rio Chiquito. Pues la mera verdad no encuentro que clínica es, si es IMSS, ISSTE o es Secretaria de Salud. Porque ahí tenemos que pagar lo de la vacuna, de cada vacuna nos está cobrando de a $10 pesos y la consulta para ir a esa clínica es de a $25 pesos, y si te hacen lavado de una cortada o de una herida, ahí nos cobran $60 pesos y por eso ya estamos viendo que es como si fuera particular, ya no se ve que es del gobierno.
Esa clínica ya tiene como 20 años. Para llegar a la clínica son 20 minutos caminando o 10 minutos en carro y atiende a las comunidades de Rio Chiquito, Echeverría y Cerro Caliente, pero tiene un costo y eso es lo que ya estamos cansados de pagar, y si pedimos que los médicos, o los enfermeros vengan a la comunidad a hacer vacunas, tenemos que cooperar para sus pasajes también, y a mí no me gusta porque veo que en la ciudad hay muchachos que te ofrecen la vacuna y todo es gratuito y aquí no es así.
Pues lo que más hay son las gripes, las fiebres, ahí anda la famosa tifoidea, hay la enfermedad de la presión alta, presión baja, la diabetes y ahorita en este pueblo de Cerro Caliente anda pegando mucho de la Vesícula y muchas personas se están operando de esa enfermedad… Un ultrasonido nos está saliendo caro, como en $1,000 o $1,200 pesos y hay que ir hasta playa (Playa Vicente Veracruz) o hasta Tuxtepec y eso del Seguro Popular, mentira que nos apoya el gobierno, porque han ido señores y ahí los doctores quieren ver grave y hasta que ven a la persona gravemente hasta entonces lo atienden y si vamos con un dolorcito -ahora sí que algo que nos avisa que viene algo más grave, creó- pero no nos atienden tampoco.
Cuando estamos hablando ya de una operación o una enfermedad mayor, hay que ir a Tuxtepec o Playa Vicente Veracruz, es donde nos queda cerca. Y un viaje de aquí a playa si es en la noche, nos está saliendo en unos $500 pesos, y si es de aquí a Tuxtepec $1200 el puro viaje […] Si vamos a cuidar a un enfermo una semana estando afuera de un hospital estamos gastando, qué se yo, depende la enfermedad, pero unos $10,000 o $15,000 porque los médicos te dan receta y a comprar medicamentos, porque pues no hay nada gratis.”
¿Cómo es la economía de la región?
“La verdad no, no hay suficiente trabajo el salario mínimo que gana un campesino aquí, picando el potrero de la gente, nos dan $ 150 al día, de siete a cuatro de la tarde, y unos campesinos que son albañiles se ganan sus $250 diarios de siete a siete y hay trabajo cuando cae, porque digamos tampoco hay compañeros que construyen mucho, algunos que cuando construyen un cuartito de cinco por seis o de diez por ocho y así se la llevan, porque ya los materiales también están caros pues, no como quiera cae chamba de los albañiles.
Nos dedicamos a la milpa, a sembrar maíz, frijol, se da lo que es el tomate, el chile, pero igual es para el consumo propio, porque para vender pues casi no hay pues, porque ya se aumento el número de habitantes y tierra casi no hay… Pues vivimos de escasos recursos, son regiones pobres pues, no dan para más y ahorita se subió todas las mercancías, la canasta básica y cada día los ciudadanos y el municipio se está hundiendo más con lo que es la pobreza.
Pues el gobierno no ha hecho nada, lo único que hace es mandar a su gente desde allá arriba desde Oaxaca o México, vine a hacer su simple encuesta, nada más, siempre está cada año con su encuesta preguntando ¿Cuántas personas viven en esta casa?, ¿A que se dedican?, ¿Que trabajo hay? Y lo mismo preguntan, pero no solucionan nada, todo lo hacen cuando se acerca de cambiar el gobierno, ya sea federal o estatal pero nada más nos utiliza así con su simple encuesta o su simple entrevista, porque no hay nada más.”
¿Cómo es la educación en esta región?
“Pues aquí en cerro caliente hay la educación, lo que es preescolar, y de ahí sigue lo que es la primaria, hay la secundaria de parte de CONAFE, le llamamos secundaria comunitaria y de ahí para terminar su prepa los alumnos tienen que ir a Rio Manso que nos queda a cuarenta minutos de camino, y le cobra un pasaje a los alumnos de treinta pesos diarios, treinta de ida y treinta vuelta son sesenta pesos y más sus libros, más la alimentación que tiene que comer, muchos pues no aguantan, se dan de baja, llega un año o al quinto semestre o tercero y lo deja a medias pues, porque no hay para más.
Y luego con ese programa de prospera y ese es mentira pues, si manda cada dos meses pero no alcanza a los alumnos, donde hay dos o tres muchachos ahí hacen una redondea que le llaman los de prospera y ahí lo disminuyen más. Y si tienes dos o tres jóvenes que cursan la secundaria entonces es cuando lo disminuye más todavía.
Para cursar la universidad trabajan y estudian a la vez, por eso algunos van con el CONAFE, prestan su servicio a la vez y ahí les dan un apoyo mínimo de $1200 cada dos meses y para estudiar tienen que ir a Tuxtepec, que es donde hay escuelas, pero ahí hay más privadas que publicas, si no hasta Oaxaca ahí hay públicas. Y de aquí a Oaxaca estamos a diez horas, estamos hablando de quinientos pesos solo para llegar y de regreso otros quinientos son mil pesos de puro pasaje, sin hablar de que hay que comer, hay que beber, ir al baño, es mucho dinero pues. Hay que irse a rentar allá y cuesta también la renta y toda la comida allá en Oaxaca es cara pues.
De esta comunidad los que han logrado estudiar la licenciatura serán unos diez nada más, uno esta hasta Celaya allá fue a estudiar y le costó mucho trabajo; estudio, trabajo y hasta hoy en día no ha regresado a su pueblo, porque no hay dinero y no se ha acomodado en un buen trabajo. Tenemos jóvenes que son licenciadas en derecho y no encuentran trabajo fijo, andan moviéndose de acá para allá buscando, ahora con eso que se cambio, que por contrato tienen que trabajar y ellos nada mas las contratan por cinco o seis meses. Una nada más, la que es maestra de primaria está trabajando aquí, es la única que estudio y está trabajando aquí, ahorita está enseñando en tercero y cuarto.”
No hay mucho más que agregar a las palabras de Victoria. Es evidente que el ciclo de la pobreza está extendido en la región y no se puede vislumbrar su ruptura. Es importante compartir algunos datos públicos adicionales para comprender la dimensión de la pobreza de la que nos platicó.
Por ejemplo, en el tema de salud, en el municipio de Santiago Jocotepec, habitan 13,568 personas de acuerdo al Sistema Nacional de Información Municipal, 5,552 son derechohabientes, 631 atendidos en el IMSS, 138 en el ISSTE, 1 en el ISSTE Estatal, 4,765 en servicios médicos de Pemex, Defensa o Marina, 8 en Seguro Popular, 10 en instituciones privadas y 12 en otras organizaciones. La gran mayoría, es decir 7,970 personas, no cuentan con los servicios de alguno de estos sistemas de salud.
En materia educativa, el municipio se cuentan sólo con 23 preescolares, 27 primarias, 13 secundarias y 1 bachillerato para atender a toda la población. El promedio de aulas por escuela es de 2 en preescolar, 5 en primaria, 3 en secundaria y 4 en bachillerato. Por su puesto ninguna cuenta con algún taller o laboratorio.
Mientras que en economía, según cifras del mismo SIM, de la población total sólo 3,402 personas mantienen una Participación Económica Activa (PEA).
El municipio contó con un gasto de egresos en el ejercicio fiscal 2017 de $ 42, 557,597.05 pesos del cual solo se destino $1,035,000 pesos a la regiduría de educación, mientras que a la presidencia municipal se destinaron $4,176,486.
Contrastes
En noviembre 2017 Alejandro Murat Hinojosa rindió su primer informe de gobierno en el recién construido Centro de Convenciones Ciudad de Oaxaca, obra que hasta el momento lleva un costo de aproximadamente 250 millones de pesos del erario público. Durante una presentación, llena de modernos spots y graficas multimedia, el gobernador habló ampliamente de lo que denominó “Oaxaca productivo” y presento cifras multimillonarias de gastos con dinero público para consolidar enormes mega proyectos, por ejemplo:
- La construcción de lo que denominan “Agroparques”, cuyo nombre completo es “Agro parque industrial” y es parte de los megaproyectos que pertenecen a la Zona Económica Especial (ZEE) que se está instalando en el Istmo. En un inicio su costo se estimó en 400 millones de pesos, sin embargo, en reciente entrevista, el gobernador del estado comentó que el costo se elevaría: para los centros de acopio y puntos de venta se destinarán los 400 millones de pesos, para la adquisición del predio se invertirán 500 millones y 100 millones para la operación de las cadenas productivas. Empresas como Jumex y Kola Loka ya están apuntadas y se estima que por lo menos 50 empresas más tendrán cabida en este corredor industrial que presume de beneficiar a los pobladores, pero los beneficios fiscales y la multimillonaria infraestructura, que se pagó con dinero público, han sido directamente para los empresarios.
- Se invirtieron otros 371 millones de pesos en la reconstrucción del aeropuerto de Ixtepec, que es parte fundamental de la infraestructura logística que se requiere para todos los corredores industriales que se proyectan en el Istmo.
- La transformación del puerto de Salina Cruz en un puerto multimodal es otra de las obras con costos multimillonarios y pilares de la ZEE de Salina Cruz, aprobada y publicada en el diario Oficial de la federación el 19 de Diciembre del 2017, donde se detallan los generosos incentivos fiscales y aduaneros para las empresas que van a operar en la zona.
El gobernador sólo dedicó 8 segundos de su discurso al referirse a las acciones de su gobierno en favor la economía de los campesinos oaxaqueños, que representan por lo menos el 30.2%, y lo resumió en esta ambigua frase:
“En la parte agrícola; seguiremos trabajando en la parte básica de la economía de nuestros agricultores”.
A lo que sí dedicó una explicación, incluso histórica, fue a plantear que él es quién por fin, pondrá en marcha el mega proyecto más ansiado por el estado mexicano y la política expansionista de Estados Unidos en la entidad, el Corredor Transístmico. Sus palabras textuales fueron:
“Los españoles, desde fines de 1700, mandaron un ingeniero a ver eso del transístmico, 300 kilómetros, después Porfirio Díaz tubo la convicción de hacer un tren y lo hizo. Tres años estuvo en operación y fueron incrementando el movimiento de las mercancías ¿y qué pasó? pues pasó la revolución y el canal de Panamá. A más de cien años el gobierno mexicano y los oaxaqueños anhelamos esa ruta, como un gran corredor comercial de valor agregado. Como nunca en la historia moderna de Oaxaca y de México estamos en condiciones y estamos en esas condiciones porque el Presidente Peña decidió crear las Zonas Económicas Especiales y en el próximo mes estaremos con el presidente generando su decreto de creación, un área única que se sumara al tren que van a licitar el año que entra, el tren original de Porfirio Díaz. Pero que nos permitirá de manera modular, empezar a transitar mercancías de una costa a otra costa, y eso se va a sumar a un presupuesto histórico.”
Lo qué omitió decir el gobernador Murat es que lo que él presenta como un proyecto innovador y detonador de desarrollo, no es más que la continuidad de los ejes de las políticas neoliberales. El Corredor Transístmico es pieza clave de lo que en su momento se llamo Plan Puebla Panamá y que en 2008 se reconfiguro al actual Proyecto Mesoamérica.
Sin embargo, sus fines estratégicos para el sustento energético, económico, político y militar que requiere Estados Unidos para mantener su hegemonía no han cambiado, tampoco han variado las implicaciones de impacto en detrimento de la biodiversidad, cultura y economía para la población, como lo han desmostrado múltiples estudios desde que Vicente Fox dio a conocer el Plan Puebla Panamá.
Desarrollo económico para unos cuantos, miseria y muerte para miles.
Esté parece ser el código de ética del sistema capitalista, lamentablemente compartido por quienes gobiernan y han gobernado México. Cada vez que los políticos, empresarios y gobernantes hablan de desarrollo, se cierne un velo de intranquilidad para miles de personas y se alegran unas cuantas familias empresariales.
Es fundamental traer a la memoria que, precisamente en territorio Chinanteco hace 42 años, el presidente Luis Echeverría Álvarez, conocido trabajador de la Central Intelligence Agency (CIA) de Estados Unidos, habló también de un innovador proyecto que convertiría la región en un polo de desarrollo económico, prometió empleos y un futuro mejor para la región.
El mega proyecto de Echeverría se cumplió, las expropiaciones iniciaron en 1972, los trabajos empezaron en 1974, y se concluyeron en 1989. La presa Cerro de Oro desplazó a cerca de 26 mil indígenas Chinantecos, no fue fácil, al empezar las obras, sólo la población, en calidad de ejidataria, comenzó a trasladarse a las nuevas tierras, pero los no ejidatarios no fueron contemplados en el “proyecto de desarrollo”, incluso los hijos de los ejidatarios no tuvieron a dónde ir, por lo que el desplazamiento de su territorio fue forzado.
El proceso se extendió desde 1974. En 1988 es inaugurado el embalse por el presidente Miguel de la Madrid Hurtado. En 1991 se inundó, tenía una capacidad de 1,250 hectómetros cúbicos de agua e inundo 22,000 hectáreas. La resistencia de los pueblos chinantecos fue en ocasiones reprimida y en ocasiones utilizada como capital político por diversas organizaciones, finalmente el “proyecto de desarrollo” avanzó.
En 2010 la zona fue nuevamente objeto de otra envestida capitalista, cuando el personal de Corporación Mexicana de Hidroelectricidad (Comexhidro), Conduit Capital Partners y de una dependencia del gobierno de Estados Unidos llamada Private Investment Corp (OPIC), llegaron a la rivera de la presa Cerro de Oro. Su objetivo fue despojar de los terrenos a los dueños y construir en tierras ejidales una serie de turbinas para generar electricidad y venderla. Una práctica cada vez más frecuente, que es alentada desde el gobierno federal, tras la puesta en marcha de la Reforma Energética.
El 26 de septiembre de 2013, la organización de derechos humanos Fundar dio a conocer una victoria de la lucha de los Chinantecos: las empresas habían decidido retirarse del proyecto. Este triunfo no sólo es de los ejidatarios, sino de toda una forma de ver y entender el mundo, tal y como reflexiona Guillermo Alberto Padilla Rubiano, profesor e investigador del CIESAS en el libro; Consulta y consentimiento previo: Hidroeléctrica Cerro de Oro, Tuxtepec, Oaxaca.
“La tensión se genera a partir de dos miradas contrapuestas: la del inversionista o empresario, generalmente de fuera de la región, que tiene consideraciones específicas relacionadas con la garantía de su inversión, y la de la comunidad, que vive y desarrolla su vida en ese lugar, donde está la historia de su pueblo, sus ancestros y donde la naturaleza le ha brindado lo indispensable. En el proceso de validar sus derechos, la participación comunitaria da lugar a pensar, verbalizar y exteriorizar la importancia de la relación entre los seres humanos y la naturaleza. Esta relación siempre ha estado presente allí, pero pocas veces las personas, particularmente las que vivimos en ciudades, somos conscientes de ello”
Sin embargo, nuevamente se habla de “nuevos y modernos polos de desarrollo, detonadores de la economía que traerán beneficios históricos a la población”. Quien lo dice pertenece a la clase que mantiene el control político, militar y económico de México, pero el anhelo de escapar de la miseria y pobreza, puede aún mantener la expectativa de quienes sufren las peores consecuencias del “progreso”.
El testimonio de Victoria dio cuenta que ni la Chinantla es un polo de desarrollo, ni se crearon empleos y la gran mayoría de habitantes de la región apenas sobreviven.
En la siguiente entrega analizaremos los efectos psicológicos de la pobreza en la población. La conducta autodestructiva de seguir votando por quienes deterioran las condiciones de vida de la población puede ser un efecto socio-conductual que algunos grupos saben aprovechar para su beneficio.
II.
Para esta segunda entrega volvimos a Oaxaca, ahora a los Valles Centrales, y visitamos nuevamente a familias que hace un año protagonizaron una rebelión popular. Ésta es un ejemplo reciente de que el combate a la llamada «delincuencia organizada» está en manos de los vecinos organizados, ya que en México, las autoridades son, en el menos grave de los casos, cómplices de los grupos delictivos. La historia de estas 23 colonias, que lograron echar fuera de su territorio a una poderosa agrupación delictiva, es también una historia de lucha contra los gobiernos local, estatal y federal.
Continuamos con el propósito de buscar pistas que nos puedan clarificar los más novedosos métodos de control social que se implementan contra las clases subalternas, en este caso hablamos de la pobreza como forma de control y contrainsurgencia. También, de la mano de la neurociencia recorreremos, brevemente, caminos que nos ayuden a comprender cómo es posible que un ser humano, a pesar de toda la evidencia científica y racional, pueda negar su propia realidad en detrimento de su futuro.
A un año de la rebelión de los pobres
En mayo de 2017 inició un levantamiento popular en 23 colonias del municipio de Zaachila, zona conurbada de la ciudad de Oaxaca. En las calles se instalaron cientos de barricadas. Los vecinos organizados en fogatas, con machetes, exigían diálogo con el gobierno estatal; exigencia que simplemente fue ignorada por las autoridades del recién electo gobernador priísta, Alejandro Murat.
En el mes de junio de 2017, después de que hombres armados de la agrupación delictiva «14 de junio» dispararon contra los pobladores, los vecinos organizados tomaron el basurero municipal y lo cerraron indefinidamente. La ciudad de Oaxaca comenzó a inundarse de basura y el descontento social incrementó. El gobierno se vio obligado a voltear los ojos al problema que continuaba desbordándose.
De acuerdo a testimonios de vecinos, la agrupación «14 de junio» fue una fuente importante de votos para la llegada al gobierno del joven Murat, consideran que por ello que no actuaba en su contra. Lo que comenzó como una organización social, poco a poco se fue convirtiendo en un grupo delincuente que se dedicaba al robo y la extorsión, además de ejercer una violencia desmedida contra los vecinos.
El 3 de julio de 2017, después de una nueva balacera, miles de vecinos organizados lograron desterrar a los integrantes de la «14 de junio». Los vecinos mantuvieron los bloqueos del basurero hasta que lograron que el gobierno se comprometiera a no permitir el regreso de la agrupación.
A un año de los hechos, regresamos a entrevistar a los pobladores de la agencia Vicente Guerrero, una de las más activas y participativas en el movimiento, para conocer cuál es el estado actual de sus condiciones de vida. Sobre todo, después de que el gobernador Alejandro Murat Hinojosa presumiera, a nivel nacional e internacional, de encaminar a Oaxaca al siglo XXI como un estado moderno.
La retórica del gobierno estatal resulta ser, más bien, promocionales vacíos y promesas para hacer marketing político. Lo que encontramos fue miseria y desolación. Los testimonios son demoledores. Entrevistamos a tres vecinos y preguntamos nuevamente sobre los temas más básicos como la seguridad, la salud y los servicios.
—¿Cómo son los servicios de salud en tu comunidad?
Mi nombre es Cecilia Méndez Cruz, soy comerciante ambulante, vendo comida, tengo cuatro hijos y trabajo para ellos; tengo tres jóvenes y una niña, vivo en una casa de lámina, no tenemos luz… le echo ganas para trabajar para mis hijos.
Los servicios de salud… pues no te atienden. Tú vas a una consulta, te dan una cita, llegas a tu cita y dos o tres horas más tarde te atienden y te regresan. Y no tienes más que irte a un servicio particular, porque los doctores ahí nada más están leyendo su libro o con su celular entretenidos. De plano nomás te dicen que no tienes nada. Te dan fichas días antes para que llegues y pues no te atienden.
—¿Cómo son los servicios urbanos en tu comunidad?
Mi nombre es Luz María Méndez Cruz, vivo en la agencia Vicente Guerrero, pertenece a Zaachila en la ciudad de Oaxaca. Yo soy ama de casa, trabajo desde muy temprano, cinco o cinco y media de la mañana hasta las diez de la noche, no tengo un sueldo verdad, pero bueno es algo que yo hago con mucho gusto.
[…] En la agencia donde yo vivo no hay drenaje, las calles no están pavimentadas, el transporte… ahí entran coches colectivos y solo una compañía de transporte que se llama Halcón que entra muy esporádicamente, entonces pues toda la gente tenemos más la necesidad del taxi que es caro y es insuficiente a veces. Sí hay agua potable pero no es suficiente porque la colonia es una de las más grandes del estado de Oaxaca, ahora ya es agencia, pero es enorme la agencia. El transporte es insuficiente, el agua es insuficiente entonces hay que comprarla y drenaje no hay.
—¿Cómo son los servicios de seguridad en tu comunidad?
Mi nombre es Fernando García Clemen, vivo en la colonia Vicente Guerrero, perteneciente a Zaachila, Oaxaca. Soy vendedor ambulante, me dedico a vender desde artículos de belleza, artículos para el hogar. A eso me dedico, caminar, mucho caminar.
[…] La seguridad en mi comunidad, en mi agencia Vicente Guerrero, es inseguridad porque la verdad ahí hay policías que trabajan en el municipio de Zaachila, ellos se encargan de dar rondines. Pero ¿qué hacen? si tú les dices «¡Ey aquí hay un delincuente! robó al vecino x», lo detienen, se lo llevan nada más como a un kilómetro, hay unos carrizales y ahí hay un río, ahí lo sueltan. ¿Qué hacen? esculcan ellos mismos al ladrón y le roban ora sí, digamos, lo que el otro se había robado, lo despojan de unos cuantos pesos o el teléfono, lo despojan y ya lo dejan libre. Al rato tú ya lo ves nuevamente en la agencia caminando y dices «bueno ¿qué pasa?». Supuestamente los policías están para el orden y para cuidar la seguridad de nuestra comunidad. Y lo que más duele, es que ellos están cobrando un sueldo de nuestros impuestos, que a nosotros nos van descontando día a día. Pero desgraciadamente digo, que las autoridades se quedan con parte de este dinero y a veces aquellos también, hasta se ven en esa necesidad de hacer este tipo de actos ¿Por qué?, porque su sueldo es bajísimo, nuestros recursos no los vemos aterrizados como debe de ser, se desvían allá arriba con ellos nada más y a los empleados que son de seguridad pues no les dan lo correspondiente, y a nosotros también, nos pasan a dar un mal servicio, porque denunciamos y no nos hacen caso, sueltan al ratero. O sea no hay una seguridad en nuestra colonia, nosotros ahorita estamos unidos y nos estamos cuidando entre nosotros mismos como ciudadanos, como vecinos y compañeros que somos allá.
Desaparecer la pobreza, sólo en nuestra mente
Usted puede realizar un experimento muy sencillo. Pregúntele a un grupo de jóvenes de Chimalhuacán, Tepito o Iztapalapa, o de cualquier punto de los cinturones de miseria que circundan la Ciudad de México: «¿De qué clase eres?» Las respuestas le van a sorprender, muy pocos o casi ninguno dirá «soy pobre», la mayoría se asume de clase media ¿Será cierto?
La realidad contrasta con estas respuestas. Entonces ¿qué pasa?, ¿por qué negar la realidad? En primera instancia, después de 1989, con la caída del muro de Berlín, el capitalismo se asumió como sistema hegemónico en el mundo. Y, el proceso político-económico del neoliberalismo controla la educación, los medios de comunicación y los espacios culturales donde se educa a las clases subalternas. Por supuesto que para el sistema capitalista son necesarios los pobres, o como Marx les llamaba: el ejército industrial de reserva. Pero necesitan ser pobres que no estén generando conflictos para poder mantener la estabilidad económica, entonces, no sólo importa disfrazar o mover cifras, también desaparecer la pobreza, aunque sea tan sólo en la mente de los pobres. Pero ¿cómo se logra esto?
La pobreza, la indigencia y la miseria son considerados negativamente; no es deseable para ningún ser humano vivir con carencias. La conducta más sana, necesariamente tiende a alejarse de estas condiciones de vida; pero existe una gran diferencia entre construir o procurar una vida libre de carencias y otra, muy distinta, ignorar o negar que se vive en tales condiciones.
La neurocientífica Tali Sharot, investigadora del University College de Londres, junto con un equipo científico, realiza una serie de estudios para analizar cómo actúa el cerebro frente a información negativa. Después de años de investigación en una conferencia comentó:
Es un fenómeno global la predisposición al optimismo, ha sido observada en muchos países diferentes, en culturas occidentales, en culturas no occidentales, en hombres, en mujeres, en niños, en personas mayores. Está bastante extendido. Pero la pregunta es ¿esto es bueno para nosotros? Algunas personas dicen que no. Algunas personas dicen que el secreto de la felicidad es tener bajas expectativas. Creo que la lógica va más o menos así: si no tenemos expectativas de grandeza, si no esperamos encontrar el amor y estar sanos y tener éxito, entonces no vamos a decepcionarnos si estas cosas no suceden. Y así no nos decepcionamos, cuando no lleguen las cosas buenas, y estaremos agradablemente sorprendidos cuando sucedan; seremos felices. Es una muy buena teoría, pero resulta ser incorrecta por tres razones.
1) Pase lo que pase, tengas éxito o fracases, la gente con expectativas altas, siempre se siente mejor. Porque cómo nos sintamos cuando nos echan o nos nombran empleado del mes depende de cómo interpretemos esa situación. Los psicólogos Margaret Marshall y John Brown estudiaron a estudiantes con expectativas altas y bajas. Y descubrieron que cuando la gente con expectativas altas tiene éxito, lo atribuye a sus propias cualidades. «Soy un genio, por lo tanto tengo un sobresaliente, por lo que conseguiré sobresalientes una y otra vez en el futuro». Cuando fracasan, no es porque sean tontos, sino porque el examen simplemente era injusto. La próxima vez lo harán mejor. Las personas con expectativas bajas hacen exactamente lo contrario. Cuando no aprueban, lo hacen porque son tontos, y cuando aprueban lo hacen porque el examen simplemente era muy fácil. La próxima vez la realidad los alcanzará. Así que se sienten peor.
2) Independientemente del resultado, el puro acto de la anticipación nos hace felices. El economista del comportamiento George Lowenstein pidió a los alumnos de su universidad que se imaginaran recibiendo un apasionado beso de una celebridad cualquiera. Entonces dijo, «¿Cuánto están dispuestos a pagar para recibir un beso de una celebridad si el beso fuera dado inmediatamente, dentro de 3 horas, de 24 horas, de 3 días, en un año o diez años más tarde?» Descubrió que los estudiantes estaban dispuestos a pagar lo máximo para recibir el beso, no inmediatamente, sino para recibirlo 3 días después. Están dispuestos a pagar extra por esperar. Ahora, no estaban dispuestos a esperar un año o 10; nadie quiere a una celebridad envejecida. Pero tres días parecía un tiempo óptimo ¿Por qué? Bueno, si recibes el beso ahora, está hecho y terminado. Pero si recibes el beso dentro de 3 días, bueno, son tres días de nerviosa anticipación, la emoción de la espera. Los alumnos querían ese tiempo para imaginar dónde va a pasar, cómo va a pasar. La anticipación les hace felices. Esto es, por cierto, la razón por la que la gente prefiere el viernes al domingo. Es un hecho realmente curioso, porque el viernes es un día laboral y el domingo es un día de placer, así que es de suponer que la gente prefiera el domingo, pero no es así. Y no es porque les vuelva locos estar en la oficina y no puedan soportar pasear por el parque o almorzar tranquilamente. Sabemos esto porque cuando preguntas a la gente sobre su día favorito de la semana, sorpresa, sorpresa, el sábado resulta ser el primero, después el viernes, después el domingo. La gente prefiere el viernes porque el viernes trae consigo la anticipación del fin de semana que tienen por delante, de todos los planes que tienen. El domingo, la única cosa que puedes anticipar es la semana laboral. Los optimistas son personas que esperan más besos en su futuro, más paseos en el parque. Y la anticipación aumenta su bienestar. De hecho, sin la predisposición al optimismo, estaríamos todos un poco deprimidos. Las personas con depresión leve, no tienen una predisposición cuando miran al futuro. En realidad son más realistas que las sanas. Sin embargo, las que sufren depresión severa, tienen una predisposición al pesimismo. Por lo que tienden a esperar que el futuro sea peor de lo que resulta ser al final. El optimismo cambia la realidad subjetiva. Las expectativas que tenemos del mundo hacen que cambie la forma en que lo vemos. Pero también cambia la realidad objetiva. Actúa como una profecía autocumplida. Y ésta es la tercera razón por la que bajar tus expectativas no te hará feliz.
Experimentos controlados han demostrado que el optimismo no está sólo relacionado con el éxito, sino que desemboca en éxito. El optimismo nos lleva hacia el éxito en los estudios, los deportes y la política. Y puede que el beneficio más sorprendente del optimismo sea en la salud. Si esperamos un futuro brillante, el estrés y la ansiedad se reducen. Así que, en general, el optimismo tiene muchos beneficios. Pero lo que realmente me parece complicado es, ¿cómo mantenemos el optimismo ante la realidad? Como neurocientífica, esto es especialmente complicado, porque de acuerdo con todas las teorías que hay, cuando tus expectativas no son alcanzadas, deberías alterarlas. Pero esto no es lo que nos encontramos.
Y usando un método llamado resonancia magnética funcional pudimos identificar las regiones del cerebro que estaban respondiendo a la información positiva. Una de estas regiones se denomina circunvolución frontal inferior izquierda. Así que, si alguien decía «La probabilidad que tengo de sufrir cáncer es del 50%» y nosotros decíamos: «Buenas noticias, la media es del 30%», la circunvolución frontal inferior izquierda respondía con fuerza. Y no importaba si eras extremada, mediana o ligeramente pesimista, la circunvolución frontal inferior izquierda de todos funcionaba perfectamente bien tanto si eras Barack Obama o Woody Allen.
En la otra parte del cerebro, la circunvolución frontal inferior derecha estaba respondiendo a las malas noticias. Y aquí está la cosa; no estaba haciendo un buen trabajo. Mientras más optimista fueras, era menos probable que esta región respondiera a la información negativa inesperada. Y si tu cerebro está fallando al integrar malas noticias sobre el futuro, llevarás puestas constantemente tus gafas de color de rosa. Queríamos saber, ¿podremos cambiar esto?»
El doctor Chris Chambers, neurocientífico de la Universidad de Cardiff, comentó al respecto de la investigación:
Y a pesar de cuan sofisticadas son estas redes neuronales, es iluminador ver cómo el cerebro a veces viene con respuestas incorrectas y demasiado optimistas a pesar de la evidencia.
Es impactante poder entender cómo funciona la psique humana y sobre todo, darle forma y carácter científico a ese término que de pronto ya comenzaba a sonar ambiguo: manipulación.
De acuerdo con la RAE una de las definiciones de la palabra manipulación es:
Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares.
Otro de los efectos psicosociales en la conducta de las clases subalternas, y que es aprovechado por los economistas conductuales en favor de la maximización de ganancias, es abordado ampliamente en el libro Escasez: por qué tener muy poco significa mucho. En este libro, Eldar Shafir psicólogo cognitivo y Sendhil Mullainathan, economista conductual, señalan que:
La escasez grava la mente, provocando un efecto de túnel del que es difícil salir pero no imposible de evitar.
La visión de túnel, desde el punto de vista de la psicología cognitiva, es «una alteración de la atención que se produce en situaciones de estrés intenso, particularmente cuando se experimenta una sensación de amenaza». Los periodistas Luis Ángel Monroy y Gómez-Franco en su artículo La pobreza y sus efectos sobre las decisiones de las personas señalan que este fenómeno tiene efectos psicosociales asociados a la pobreza:
La visión de túnel a su vez distrae recursos cognitivos: la persona no deja de pensar en aquello que tiene que resolver en un contexto de escasez, lo que deja menos recursos cognitivos disponibles para otras actividades. La visión de túnel, por tanto, cobra un impuesto cognitivo. Estas distorsiones no son voluntarias, son reacciones al ambiente de escasez.
Parecería que los seres humanos que queremos ser felices tenemos una tendencia hacia el optimismo y preferimos hacer a un lado los elementos negativos de nuestra mente. Aunado a lo anterior presentamos conductas colectivas asociadas a una situación de pobreza que presumiblemente nos predeterminarían a tomar decisiones con un sesgo cognitivo. Este conocimiento de la conducta ha servido para que empresarios y políticos no sólo nos vendan productos, que incluso son dañinos para nuestra salud, sino también es efectivo para llevar a buenos términos campañas políticas electorales, a sabiendas de qué es lo que la gente necesita escuchar y qué es, precisamente, lo que no desean que les digan.
Por eso, las promesas continúan siendo un medio tan eficaz, con el poder de generar expectativas, que aún cuando se intuye que no son ciertas, mantienen la suficiente dosis de optimismo en los receptores como para elegirlas. Las campañas de miedo funcionan a la perfección bajo la misma lógica, y cuando hablamos de pobreza, la mayoría, aunque en términos reales lo son, asumirán que se está hablando de un tercero y que no le compete ese discurso.
III.
Con esta tercer entrega concluimos la serie de reportajes donde situamos a Oaxaca como el epicentro de la miseria en México. El recorrido por diversas regiones del estado, nos muestra testimonios que dan cuenta del impacto de la pobreza en la vida de las personas, son historias que nos dejan ver claramente la realidad detrás de las cifras y los indicadores. La dureza de los testimonios nos permiten dimensionar el grado de marginación en el que viven millones de seres humanos en pleno siglo XXI.
Quizás los indicadores puedan variar mínimamente en el futuro, posicionando a Oaxaca en el segundo o tercer lugar estadístico, pero es indispensable no dejarse llevar por el discurso triunfalista de los funcionarios y las variaciones estadísticas que nos presentan, ya que no reflejan la realidad. Siempre resultara mucho más ilustrativo escuchar los testimonios de las familias para saber si las cifras que nos presentan representan un cambio dirigido hacia una vida digna o sólo es la continuidad de la sobrevivencia.
Paradójicamente Oaxaca, como casi todo nuestro país, es un estado con una vasta riqueza; en lo cultural, por ejemplo, es el estado donde se habla la mayor cantidad de lenguas indígenas, lo que está directamente relacionado con la diversidad de su arte, rituales, cosmovisión, agricultura, historia, usos y costumbres. Además, también está su impresionante riqueza natural, biodiversidad, abundancia hídrica y eólica, su estratégica geografía y contundente historia. Pese a todos estos y muchos más recursos, que podrían desglosarse ampliamente, no se ha logrado proporcionar un nivel de vida digna para sus habitantes, por lo menos para la inmensa mayoría.
En Oaxaca 3 millones 674 mil personas viven en vulnerabilidad económica, pobreza y pobreza extrema. Tan solo 315 mil personas no son pobres y la entidad es hogar de una de las familias más ricas del país, la familia Harp Helú. El señor Alfredo Harp Helú ha amasado una fortuna que asciende a los 1,200 millones de dólares hasta marzo del 2018, según Forbes. Y sí que es una familia acaudalada; Alfredo Harp es primo hermano, ni más ni menos, que de Carlos Slim Helú, quien, según el mismo artículo, ha amasado una fortuna de 67,100 millones de dólares.
La pobreza más allá de la falta de dinero
A pesar de que ya está demostrada la fallida estrategia de los programas sociales en México, la prioridad de estos se basa en cuantificar cifras e indicadores para que a la mínima variación porcentual, el gobierno en turno reclame mediáticamente el triunfo en la batalla contra la pobreza. Y es así como a miles de comunidades llegaron programas que les dan estufas, pisos firmes, comida en lata y procesada o incluso las llamadas ciudades rurales ¿La finalidad? Mover esos pequeños indicadores que puedan mantener carreras políticas prósperas y ampliar perspectivas electorales. ¿Y los pobres? Pues siguen pobres, porque la raíz del problema continúa intacta.
Es momento de preguntarnos ¿Qué pasa con la pobreza, incluyendo, pero más allá de los términos materiales? ¿Qué pasa con las personas? Personas que son un inmenso abanico de emociones, sueños e historias, es decir, que jamás podrían reducirse a simples estadísticas. A partir de 2010, el nuevo Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) sustituyó a los Índices de Pobreza Humana (IPH e IPH-1/IPH-2). Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), este indicador muestra la intensidad de la pobreza a nivel individual en tres aspectos básicos: la educación, la salud y el nivel de vida, subdivididos en diez indicadores. Pero ¿qué hay de las consecuencias emocionales, psicológicas y sociales, entre otras tantas que conlleva la escasez en la vida de los seres humanos? Parecieran preguntas que ni al sistema capitalista, ni al mercado, ni a los gobiernos, importan.
Como personas con un pensamiento crítico, debemos cuestionarnos seriamente, cada vez que un gobierno se adjudica el abatimiento de la pobreza, o cada vez que nos presentan un novedoso «programa para erradicar la pobreza» ¿De qué pobreza estamos hablando? Ya que las carencias no son sólo materiales, ni de umbrales monetarios y las valoraciones en indicadores simplemente no contemplan un impacto significativo en la vida de las familias. Aunque el día de hoy un trabajador aumentara drásticamente su salario mínimo, las secuelas de toda una vida de carestía han generado ya graves consecuencias a él y su entorno familiar. Por lo tanto la pobreza no es algo que se abate por decreto, ni debe reducirse solamente a las métricas económicas, debemos considerar siempre los resultados de bienestar integral para las familias.
La Pontificia Universidad Católica Argentina a través del Programa Observatorio de la Deuda Social Argentina presenta aproximaciones bastante interesantes para dimensionar de forma más profunda la complejidad de las consecuencias psicosociales relacionadas con la pobreza. En sus Informes Temáticos de la Deuda Social Argentina por ejemplo, desglosan algunas afectaciones psicosociales, que comenzaron a investigar desde el 2004:
- Rendimiento de comprensión verbal: La capacidad de los sujetos para procesar y razonar información verbal.
- Estrategias de afrontamiento frente a problemas: son los esfuerzos que realizan las personas para manejar los estímulos del medio que amenazan el bienestar personal; puede distinguirse el afrontamiento evitativo o negativo (predominio de conductas de evasión o indiferencia ante los problemas) de otros más adaptativos como el afrontamiento resolutivo (esfuerzos orientados a la solución de los problemas).
- Malestar psicológico: síntomas de depresión (tristeza, desgano y desesperanza) y de ansiedad (inquietud, nerviosismo y agitación).
- Capacidad de realizar proyectos personales: entendida como las metas y objetivos que las personas se proponen para alcanzar bienestar personal.
- Conformidad con las capacidades propias para enfrentar la vida: Es el concepto que las personas tienen de sí mismas sobre su grado de capacidad, sobre las habilidades propias y la efectividad que tienen para enfrentar la vida.
Todos estos aspectos relevantes para una vida plena resultan con afectaciones particulares cuando se vive con niveles de pobreza y se agudizan conforme el nivel de pobreza es más alto, de acuerdo al boletín del Barómetro de la Deuda Social Argentina. Es decir, que las secuelas de la pobreza estructural, en el ámbito de las emociones son extensas, e investigaciones como la anteriormente señalada comienzan a explorarlas y a arrojar resultados. Estos resultados deben ayudarnos a entender ampliamente que la desigualdad social y la acumulación económica de unos cuantos a costa de la pobreza de millones de seres humanos no sólo es éticamente reprobable, sino que continúa generando graves secuelas sociales intergeneracionales.
El argumento de que, entre más riqueza acumulen los ricos, más beneficios económicos obtendrán los pobres, es tan falso, que la Universidad Católica Argentina, en sus Reflexiones del informe «Tiempo de Balances: Pobreza, Exclusión y Desigualdad en La Argentina Urbana (2010-2016 expuesto en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, declara puntualmente que:
En análisis histórico muestra que de manera independiente del crecimiento económico o de la ampliación de las políticas sociales, existen barreras productivas estructurales que impiden la inclusión de los núcleos de marginalidad.
Por mucho que devengan importantes flujos de inversiones, no habrá derrame hacia los sectores menos dinámicos si no hay políticas activas de desarrollo sectorial-local-regional, hacia el sector industrial informal y las economías sociales.
Beneficiarse de la pobreza ¿quién puede hacerlo?
Demos un breve recorrido por las nuevas formas de generar beneficios económicos para quienes saben aprovechar la pobreza en su propio beneficio. Desde el siglo XIX, Karl Marx desentrañó y expuso claramente cómo se efectúa la explotación de los obreros por los empresarios a partir de la plusvalía, lo que genera un proceso de robo descarado. Se han creado un sin fin de técnicas para continuar incrementando las ganancias de ese robo. En términos económicos se les conoce como maximización de los excedentes.
Muhammad Yunus, economista y banquero bangladesí, por ejemplo, logró establecer en el Grameen Bank una cuota del 50% para las mujeres y creó un banco en Bangladesh con el modelo «Los pobres sí pagan». Instituyendo el modelo de microcréditos a personas en pobreza que nunca recibirían un crédito por no contar ni con un aval ni bienes para hipotecar. El modelo de Yunus ha sido retomado exitosamente por múltiples instituciones crediticias que han generado multimillonarias ganancias con tasas de interés superiores al 20% en los microcréditos, cuando en cualquier otra institución bancaria las tasas rondan un 13% como máximo. Es decir, los pobres terminan pagando mucho más para que se les tenga confianza financiera, reformulándose así la frase de Yunus: «Los pobres sí pagan y pagan mucho más».
En México podemos recordar como de la noche a la mañana nos inundamos de casas de empeño y microcréditos, justo un poco antes de la crisis financiera del 2008; o singulares rescates bancarios como el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA) que recibió durante diez años la cantidad de 260 mil 364 millones de pesos provenientes de los impuestos de los mexicanos, de acuerdo a la investigación «Privatización bancaria, crisis y rescate financiero».
Y hablando de impuestos, es de suma importancia mencionar que uno de los gastos, y al mismo tiempo aportaciones, que los pobres hacen a la economía del país, es a través de impuestos como el IVA (Impuesto al Valor Adquirido). En 2017 los mexicanos pagamos 835,941.29 millones de pesos sólo de IVA, sin embargo, los pobres son subestimados y se tiende a pensar que no pagan impuestos, cuando en la realidad sucede lo contrario, quienes no pagan los impuestos que deberían de pagar, son los más ricos de este país.
Sólo por citar un par de ejemplos, de acuerdo a la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas las familias con ingresos más bajos, pagaron el 62% de los más de 53,000 millones de pesos recaudados por el impuesto especial a refrescos a la SHCP, tan solo de 2014 a 2016. En contraste, el periódico alemán Süddeutsche Zeitung junto con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, dieron a conocer la investigación The Paradise Papers o Papeles del Paraíso, 13.4 millones de documentos que revelan los nombres de más de 120,000 personas y empresas, multimillonarias de todo el mundo y sus inversiones en paraísos fiscales, filtrados al público el 5 de noviembre de 2017. Entre las grandes personalidades que fueron descubiertas evadiendo impuestos se exhibió a: la reina Isabel II, el príncipe Carlos, el actual secretario de comercio de los Estados Unidos, Wilbur Ross, el presidente ruso Vladimir Putin, empresas como Apple, Nike y Uber o celebridades como Shakira, Bono y Madonna.
En el gran escándalo de evasión de impuestos se encontraron 62 nombres de ciudadanos mexicanos, entre ellos: Carlos Slim, el magnate del acero Guillermo Francisco Voguel Hinojosa, Juan Antonio Cortina Gallardo, Ricardo Salinas Pliego, Miguel Quintana Pali y Enrique Coppel Luken. Estos entre muchos otros donde figuran líderes empresariales mexicanos, quienes prefieren enviar sus multimillonarias fortunas a estos paraísos fiscales y evadir los impuestos en México.
Por otro lado, y en consonancia con quienes saben aprovecharse de la pobreza para beneficio propio, los economistas y premios Nobel, George A. Akerlof y Robert J. Shiller, en su libro La economía de la manipulación. Cómo caemos como incautos en las trampas del mercado hacen un gran y revelador recorrido que nos brinda los elementos objetivos necesarios para poder entender las más sofisticadas técnicas de ventas, que se han hecho públicas y denotan cómo estas técnicas de ventas en marketing o publicidad, no pasan necesariamente por el filtro de la ética, de hecho se alejan de ella e incluso rayan en el engaño, el fraude y por supuesto la manipulación.
Akerlof y Shiller abordan las siguientes temáticas: capítulo 1. Nuestro camino está sembrado de tentaciones; capítulo 2. Minería de reputación y crisis financiera; capítulo 3. Los publicistas descubren cómo poner el foco en nuestros puntos débiles; –uno de los más reveladores– capítulo 4. Fraudes relativos a coches, casas y tarjetas de crédito. Y más adelante llegamos a la Manipulación en política, las Empresas de alimentación, farmacéuticas y manipulación, la Innovación: El bueno, el feo y el malo. Pasando también por el Tabaco y alcohol y La quiebra como negocio y Michael Milken pesca con bonos basura como cebo.
A pesar de que Akerlof y Shiller son defensores del sistema capitalista y creen firmemente que lo único que hace falta es humanizarlo, este libro es una excelente herramienta para poder entender cómo la economía multidisciplinaria, especialmente la economía conductual al servicio de las grandes empresas multinacionales puede maximizar sus ganancias a costa del deterioro ambiental, denigración y explotación de millones de seres humanos, despojo de tierras, contaminación desmedida e incluso atentar contra la salud de l@s consumidor@s.
Lo cierto es que finalmente somos nosotr@s l@s consumidor@s quienes mantenemos vivo este sistema económico, por ello es prioritario analizar críticamente los mecanismos de coacción social que ejercen tanto empresarios como políticos para mantener la estabilidad de la pirámide social, estabilidad que importa mucho, sobre todo en la punta.
El tamaño de la desigualdad en México y Oaxaca
A través de un ligero ejercicio comparativo de información pública, comencemos a dimensionar el tamaño de la desigualdad en nuestro país y específicamente en el estado de Oaxaca. Ya que generalmente se habla de combatir la pobreza extrema, deberíamos preguntarnos también ¿qué hay de la riqueza extrema? ¿qué tanta distancia existe entre ambos extremos? ¿a quién le importa? Decía Eduardo Galeano: «A nadie molesta mucho, al fin y al cabo, que la política sea democrática, siempre y cuando la economía no lo sea».
En México vivimos 119, 530, 753 habitantes de acuerdo a la Encuesta Intercensal 2015, realizada por el INEGI. El recurso económico de la nación para atender todas las áreas del Estado, aprobado y revisado por el Congreso de la Unión, y que se expresa en el Presupuesto de Egresos de la Federación, para el ejercicio fiscal 2018 es de 5 billones 279, 667 millones de pesos. El Presupuesto de Egresos del Estado de Oaxaca para el ejercicio fiscal 2018 es de 67,019.8 millones de pesos. Según la revista Forbes la fortuna tan solo de 16 mexicanos, 14 hombres y 2 mujeres asciende a 141 mil millones de dólares, es decir 2 billones 820 mil millones de pesos.
De acuerdo a la revista Expansión en alianza con CNN Carlos Slim Helú ganaba en 2010 la cuantiosa cantidad de 2.11 millones de dólares la hora, si esto es cierto, Carlos Slim estaría ganando por hora unos 42.2 millones de pesos acorde a la conversión actual, es decir que si trabajara ocho horas al día, estaría ganando algo así como 337.6 millones de pesos diarios. Mientras el salario mínimo en México es de 88.36 pesos diarios.
Según estos datos para llegar a la ganancia diaria de $42,200,000 MXN del señor Carlos Slim, es necesario juntar 477,591.7 trabajadores con salario mínimo. Es decir, necesitaríamos llenar cinco y medio estadios Azteca cada día con trabajadores que ganan el salario mínimo para juntar la misma cantidad de dinero que gana un solo hombre.
Ése es el tamaño de la desigualdad en México, una riqueza obscena representada en uno de los magnates más ricos del mundo, en contraste con la vulnerabilidad, la pobreza y la miseria del 77.3% de la población. Es decir 92 millones 397 mil 273 mexicanos viviendo en un abanico de pobreza que el CONEVAL categoriza como: Vulnerabilidad por ingresos, vulnerabilidad por carencias sociales, pobreza y pobreza extrema. Mientras que tan solo el 21.7% del total de la población, es decir: 25 millones 938 mil 173 mexicanos no son pobres ni vulnerables y el 1% del total de la población es decir 1 millón 195 mil 307 mexicanos vive con niveles de riqueza según el informe La distribución y desigualdad de los activos financieros y no financieros en México de la CEPAL.
Sin embargo ese 1% de la población es poseedora de una riqueza extrema, que sitúa a México en el lugar 14 de los hombres más ricos (billionairies) de la lista de Forbes por país de 2016, por encima de países como Suiza o Dinamarca. El estudio de la CEPAL señala que si en 2014 se hubieran repartido equitativamente entre todas las familias mexicanas los 28 billones de pesos que acumularon las familias más ricas del país «En promedio cada hogar tendría, si se distribuyera este monto de manera equitativa, 900, 000 pesos en activos físicos (casas, terrenos, automóviles y diversos bienes del hogar), y financieros (dinero e inversiones financieras), monto que sería más que suficiente para que las personas tuvieran una vida holgada».
Regresando al estado de Oaxaca además de la poderosa familia Harp, también hemos visto que los puestos gubernamentales han ayudado a algunos políticos a amasar cuantiosas fortunas mientras la inmensa mayoría de la población se hunde en la pobreza. Uno de los exitosos casos de éxito financiero se le atribuyen al ex-gobernador del Oaxaca Ulises Ruiz Ortiz, en las averiguaciones previas 008/UEIDCSPCAJ/2007 y 007/UEIDCSPCAJ/2007 levantadas por César David Mateos Benítez en octubre del 2011.
De acuerdo a la querella presentada ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el ex-gobernador y su familia se hicieron de varias empresas, entre ellas, Inmobiliaria Gieshuba e Inmobiliaria Giechachi; y el más ostentoso, según las estimaciones de expertos en bienes raíces y en equipo médico consultados por la revista Proceso, es el Hospital Sedna, un complejo arquitectónico «inteligente», que cuenta con tecnología médica de vanguardia. Este inmueble está valuado en mil 500 millones de pesos, cifra apenas inferior a los 2 mil millones de pesos que el gobierno federal asignó a Oaxaca para 2009.
Una investigación de The New York Times reveló algunas de las propiedades de José Murat Casab gobernador del estado de Oaxaca entre 1998 y 2004 y padre del actual gobernador del estado Alejandro Murat. Destacan en esta investigación propiedades multimillonarias en Estados Unidos que le pertenecen, revelando una transferencia por $750,000 dólares para la compra de un condominio en Florida. Se dice explícitamente que son dueños de un departamento en la calle 55 West en Mahattan y que los hijos del ex-gobernador pasan largas temporadas en un condominio familiar en el Time Warner Center, frente a Central Park de New York.
Germán Tenorio Vasconcelos, secretario de salud de Oaxaca durante el gobierno de Gabino Cué Monteagudo, fue detenido y consignado en junio del 2017 acusado del delito de «abuso de autoridad». A Germán Tenorio Vasconcelos se le ha comprobado públicamente ser propietario por lo menos de la clínica particular Del Carmen, y del avión particular tipo Cessna AIRCRAFTcon matrícula XA-LKO con un costo superior a los 3.5 millones de pesos.
Así podríamos continuar con un listado de políticos y funcionarios que han hecho de la administración pública en el estado de Oaxaca una generosa fuente de ingresos multimillonarios. Lo que nos regresa a una de las preguntas iniciales en esta entrega, y que nos remite a todo lo revisado en esta serie de reportajes: ¿Será que la enorme desigualdad en México podría disminuir sólo centrándonos en el problema de la extrema pobreza? ¿Qué hay de la riqueza extrema?