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Mi nombre es Alberto Moreno Ibarra. Soy parte de la ENAH desde trece años, primero como estudiante oyente en la Licenciatura de Etnología en el curso 2004, después me inscribí y fui parte de la generación 2005-2008 de la misma licenciatura. Me recibí con honores y recomendación para publicación en 2010 y continué la Maestría en Antropología Social, la cual acabé en 2013. A partir de ahí, he sido profesor titular de la licenciatura de Antropología Social en un par de ocasiones como titular de la optativa “Antropología y anarquismo”. Hace un año comencé mi labor como adjunto en un PIF de la misma Licenciatura y este año planeaba continuar allí.

El día 22 de agosto del presente año, antes de comenzar mi labor, llegó una comitiva encabezada por el Jefe de Seguridad Gustavo Márquez Márquez con dos propósitos, primero que le firmara el oficio No. 401.A(1).2017/526, donde se indica que “la Dirección a mi cargo [Mtra. Julieta Valle Esquivel] ha determinado su baja definitiva en su categoría de académico de la Escuela Nacional de Antropología e Historia”; y para indicarme que tenía que salir de las instalaciones de la ENAH en ese momento, que no podía permanecer más dentro de la escuela y que no podría ingresar de nuevo. Leí el documento, no firmé de recibido. Yo le extendí a Gustavo Márquez Márquez mi denuncia, dónde lo señalo como quien ha perpetrado en contra de mi persona amenazas y agresiones, la firmó de recibida sin nombre ni fecha.

En ningún momento se me ha dicho específicamente por qué se me da de baja. La directora de la ENAH arguye que se basa en un documento hecho por Márquez, el cual no conozco, a pesar de que lo solicité por correo electrónico y no se me ha entregado.

La arbitrariedad y el abuso de autoridad son ahora en la ENAH una constante. Mi caso no es el único donde sin más argumento que el clásico “porque lo mando yo” de la Dirección se impone su criterio sobre las instancias y los procedimientos de la propia Institución.

Exijo que haya un debido proceso, que mi versión de los hechos sea escuchada y valorada, no solo por las instancias correspondientes sino también por la comunidad de la ENAH y el público en general. Además, exijo que mi denuncia en contra de Gustavo Márquez Márquez sea recibida y procesada sin faccionalismo ni revancha. He sido objeto de agresiones y amenazas por parte de Gustavo Márquez Márquez y la única respuesta de la Dirección es encubrirlo y darme de baja de mi puesto de trabajo, eso supera todos los límites tolerables dentro de la ENAH.

Pido, en la medida de sus posibilidades, a los colegas, colectivos y miembros de la ENAH que difundan el caso. Que me hagan saber de más casos como el mío para sumar fuerzas. La huella de injusticias y atropellos en la administración de Julieta Valle son demasiados, pongamos un alto.

MTRO. ALBERTO DAVID MORENO IBARRA