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La Lista

(Español) La última semana de Marichuy en Europa

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La lucha por la autonomía de los pueblos indígenas es la bandera de Marichuy, quien viajó a Europa para participar en la Gira por la vida, el recorrido que realiza un grupo de integrantes del EZLN.

| 11 diciembre, 2021

Venimos a estos países ‘desarrollados’ para ver si el desarrollo es bueno”, dice entre risas María de Jesús Patricio, mejor conocida como Marichuy, vocera del Congreso Nacional Indígena (CNI). El comentario provoca las carcajadas de un auditorio diverso que hasta entonces permanecía en silencio en el Ateneu del Raval, justo en el corazón de Barcelona.

Es la última semana de Marichuy y otros miembros del CNI en Europa que fueron invitados por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en la Gira por la vida. Vinieron a compartir su experiencia en la lucha por la autonomía de los pueblos indígenas, pero también a conocer otras formas de organización social como los movimientos okupas en cuyos espacios han dormido los zapatistas y la vocera.

Las últimas actividades de Marichuy se planearon en Barcelona que los ha recibido con su rostro más frío y las lluvias más largas que ha habido en todo el año. “Les trajimos la lluvia”, dice cuando se entera que el clima es muy distinto en la capital catalana.

Hemos visto cómo les afecta el desarrollo (a los países europeos). Nos llevaron a una mina que quieren reabrir y está saliendo el agua del río contaminada, ya sale color marrón”, cuenta en entrevista Marichuy que se refiere a una zona en Touro, en la comunidad autónoma de Galicia.

Desde que aterrizó en Viena hace dos meses, la vocera del CNI ha participado en un sinfín de discusiones y conferencias en Austria, Italia y España de las que ni siquiera lleva el recuento. A pesar de esto, juzga Marichuy, la gira no se compara con haber recorrido 28 estados de México en 2018 cuando inició el proceso de recolección de firmas para ser candidata a la presidencia.

Para estas fechas, Marichuy ya está curtida en los precios de las frutas y las verduras en distintas regiones. Con la misma reacción que tienen los europeos, se sorprende de que los precios en Barcelona sean mucho más baratos. En Viena pagó cuatro euros por un aguacate, mientras que aquí le costaron poco más de un euro.

Marichuy compró algunos aguacates mientras caminaba por el barrio de Sants, uno de los más auténticos de Barcelona, alejado de lo que los catalanes llaman guiris, es decir, turistas. Sants también es un ejemplo de trabajo colectivo y resistencia, pues hace algunas décadas la presión vecinal ocasionó que una fábrica textil abandonada, en vez de ser atiborrada de edificios, se convirtiera en uno de los parques más hermosos de la ciudad.

En este barrio, el Consejo de la Juventud de Barcelona (CJB) organizó una charla con Marichuy y Nisaguie Flores junto con otros activistas catalanes. Como en muchos otros espacios, dentro de La Lleialtat Santseca, que significa lealtad al propio barrio, se habla exclusivamente en catalán. Entonces, cuando el moderador las invitó a subir al escenario ellas no lo comprendieron, como el resto de la charla. “Pude entender algunas palabras que se parecen”, dice Marichuy. Por eso, cuando el CNI se reúne hablan en español, porque si dos idiomas de una misma familia lingüística –castellano y catalán– se tornan incomprensibles, habrá que imaginar la complejidad de convivir con las 12 distintas familias lingüísticas que existen en el país.

Aunque la situación de violencia y represión que existe en México es incomparable, Marichuy ha visto que algunas regiones en España padecen también el embate de las empresas o el castigo del gobierno cuando se manifiestan. Barcelona será la ciudad con la mejor red de bibliotecas públicas y parques de ensueño, pero también es el lugar donde los Mossos d’Esquadra han disparado proyectiles contra manifestantes, como sucedió el pasado mes de febrero en el que una mujer perdió un ojo en una marcha a favor de la libertad de expresión. Barcelona, como le han contado a Marichuy, también es el lugar donde las inmobiliarias buscan desalojar a los inquilinos y encarecer los departamentos.

Al final del evento, la gente se les acerca a saludarlas, esta vez les hablan en castellano. A Nisaguie le ofrecen una bebida típica –vermut– que le sabe raro, como a chile piquín. Se nota aturdida de tanta gente que la aborda, dice que no está acostumbrada. “Nisa, ¿te acuerdas de mí?” y ella responde apenada que no. Lo cierto es que a los foros donde se presentan llegan activistas, estudiantes, artistas entusiasmados por escucharlas, aunque no conozcan a detalle la diferencia entre CNI y el EZLN, o a pesar de que, por ejemplo, un periodista catalán anote en su libreta «naua» sin hache intermedia, cuando escucha el pueblo al que pertenece Marichuy en el sur de Jalisco.

A menudo las discusiones se extienden hasta dos horas y media como ocurrió el lunes 22 de noviembre en el Ateneu del Raval, un centro que se define como fábrica de tejido social comunitario. El discurso de Marichuy y Nisa es claro y sus enemigos concretos: se llaman Corredor Interoceánico, Tren Maya, Proyecto Integral Morelos, en suma, los megaproyectos. Nisa, que vive en Juchitán, explica que no se trata solo del despojo de su territorio y recursos naturales, sino que los proyectos acarrean problemas como el narcotráfico. Y no lo dice al aire, pues el mismo fiscal de Oaxaca, Arturo Peimbert, ha aceptado que el delito de narcomenudeo se ha duplicado en la zona del istmo de Tehuantepec desde 2019, cuando comenzaron las obras del Corredor Interoceánico.

Es aquí en Barcelona, a finales de la gira, donde integrantes del CNI y los zapatistas se enteran de lo que consideran un total desprecio a las comunidades. El pasado 22 de noviembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador publicó un decreto para que las obras públicas federales sean consideradas de seguridad nacional y obliga a las dependencias a entregar los permisos provisionales en un plazo de cinco días.

“Está claro el mensaje. Se nota que les urge echar andar los megaproyectos. Oportunista, la forma en como sacaron esto. No les importa que haya resistencia, ni que haya leyes que protejan a las comunidades. No le importa si hay violación de convenios”, dice Marichuy, a quien las querellas entre partidos políticos la tienen sin cuidado, al igual que los rumores rumbo a las elecciones de 2024, sobre si será candidato Marcelo Ebrard o Claudia Sheinbaum, y, de hecho, nunca ha escuchado hablar de Claudio X. González, líder visible de la derecha. Para los pueblos indígenas, lo repiten siempre, todos son lo mismo.

Marichuy
Foto: Wikimedia Commons

A lo largo de la semana, durante las charlas, Marichuy saca una libreta de su morral y anota lo que le va pareciendo importante. Explica que en esa libreta registra lo que ha escuchado en distintas regiones y que después, al llegar a México, tendrá que compartirlo con los demás compañeros. Es notoria la experiencia que ha adquirido al comunicarse con la gente y, en ocasiones, arranca suspiros con una retórica infalible: “como dicen los compañeros zapatistas, sin prisa pero sin pausa”, o “no sé por qué hay tanto temor de los de arriba por preguntarle a los de abajo”. Sin embargo, en los momentos más inesperados, acaso para que la solemnidad no devore su discurso, Marichuy dice cosas como: “no pierdan el trabajo colectivo, como decimos nosotros: si nos equivocamos somos varios y las regañadas duelen menos”, y entonces el auditorio estalla en risas. De hecho, no hay una sola charla en la que la vocera no haga reír a los asistentes con sutilezas.

“Tampoco podemos quedarnos en la tristeza absoluta porque si no entonces nos trabamos. Tenemos que estar bien para seguir en lo que estamos y agarrar fuerzas”, dice la vocera en referencia a su sentido del humor.

Con facilidad, Marichuy contesta preguntas sobre cómo se organizan las comunidades indígenas y cómo combaten el machismo dentro de las mismas. Pero para otros que la escuchan, ella no solamente es una indígena en resistencia contra el despojo del territorio sino una especie de gurú a quien le hacen preguntas sobre la cosmogonía, una economista a la que cuestionan sobre la riqueza, una suerte de oráculo de quien esperan conocer el futuro.

Uno de los más entusiastas es Jonathan Eugenio, un actor mexicano que vive en Barcelona desde hace 15 años. Para espantar la nostalgia de su tierra, Jonathan sigue vistiendo poncho y botas vaqueras. Ya no quiso regresar a su natal Chihuahua porque ser homosexual le era complicado en lo que, recuerda, era una ciudad conservadora. Además, descubrió que el sistema público de salud catalán lo proveía de una medicina que necesita tomar de por vida. Es el único que le pregunta a la vocera por su trabajo como médica tradicional. “Cuando era adolescente fui parte de los cordones zapatistas. Quería conocer a Marichuy, solo la había visto por redes sociales en 2018. Me gusta que habla desde la serenidad que es propia de quienes han estado cerca del dolor de otros seres humanos”, dice Jonathan.

A Marichuy se le acercan italianos, franceses, chilenas, colombianas, danesas, catalanes, y con asombro descubre que el proyecto de recabar firmas para obtener la candidatura en 2018 cruzó los mares hasta sitios insospechados.

“No tenía idea, pero están al pendiente. Nos identifican bien. Las danesas dicen que estuvieron de cerca en la campaña. Se me acercó otro que dice que fue parte de un colectivo que levantaron firmas”, cuenta Marichuy. Y es que, en Barcelona, si eres mexicano, es probable que te pregunten por dos cosas: el narcotráfico y el zapatismo, como si el futuro del país vacilara entre esas dos opciones.

En el Raval, barrio de callejones estrechos y laberínticos, es común encontrarse con espacios comunitarios gestionados por migrantes. Desde hace décadas se han creado redes para combatir la exclusión. Fue con este tipo de colectivos que los zapatistas se reunieron. Conocieron el gimnasio de autodefensa feminista, el ecomuseo gitano, el sindicato de vendedores ambulantes, y la realidad de los migrantes africanos que han cruzado el mar en patera. Felipe Ibarra, coordinador del Ateneu del Raval, propuso que los zapatistas recorrieran esos espacios para luego, frente a esos colectivos, explicar la autonomía de los caracoles. Los zapatistas relataron su historia desde 1994, el funcionamiento de la Junta del Buen Gobierno y los siete principios bajo los cuales se rigen. Incluso se sinceraron: “No venimos a decir que todo es bueno, también cometemos errores”.

Felipe piensa que los zapatistas, Marichuy y los integrantes del CNI trajeron un respiro al barrio luego de los estragos de una pandemia. “Nos reencontramos con gente de Barcelona con las que habíamos colaborado y no nos habíamos visto. También conocimos a otros activistas de otros barrios. Pero sobre todo aprendimos que las luchas tanto en la selva de árboles como en la de cemento no son tan diferentes. Cuando se trabaja con la justicia social te puedes ir desanimando, pero ellos explican que la fórmula es la constancia”, dice Felipe.

Marichuy ha recibido varios regalos, pero el más especial se lo dieron durante su estancia en Santiago de Compostela. Una comunidad le obsequió una pluma de un pájaro. Se trata de un arrendajo, un ave que tiene la costumbre de enterrar, a lo largo de sus trayectos, pedazos de los frutos que recolecta. Con ese pequeño gesto, el pájaro contribuye a la expansión de los bosques.

“Eso me pareció muy simbólico”, dice Marichuy, mientras una lluvia insólita arrecia en el barrio de Sants.

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Convivial Thinking

The Zapatistas’ “Journey for Life” and its Implications for a Global Solidarity

by Franca Marquardt

Meeting the Zapatistas

“We have given you the seeds of rebellion against colonialism and capitalism” – this is what the group of Zapatistas that visited us here in Leipzig announced on our last night together. I am still processing this important moment, one that now seems like a dream. But it was quite the opposite, something very real: a coming-together of worlds for the prospect of a global solidarity. The Zapatistas and their resistance against colonial capitalism have been an inspiration to me and to many fellow students and activists. I have never been to Chiapas or studied their political organisation in depth. But when I heard about this “journey for life” and the Zapatistas’ plan to travel to Europe and meet local movements, I was intrigued. As an anthropology student and social activist, I am constantly confronted with the impasse we face in our actions and reflections that are still contained within a limited, Eurocentric framework. Ultimately, a just transition cannot be advanced unless we take into account all voices and perspectives and form alliances between actors across the world. The journey of the Zapatistas, I thought, could be a chance to put these ideas into practice while dealing with socio-ecological issues in a way that considers local fights in a global context and provides the global movement with the most important tool: hope.

In October last year, the Zapatistas announced that they will “colonise” Europe to meet movements here and to listen and share ideas on a better life beyond capitalism. People across Europe have united under the prospect of this important moment, inviting the compass to their cities and towns, eagerly planning and organising their stay. As part of the Leipzig network, we have been meeting weekly, discussing ideas and plans. This was an empowering but difficult process, as it was never clear if or when the Zapatistas would actually arrive and what we needed to consider. At some point this summer, we weren’t even sure if the journey would still happen but we acknowledged that they had already archived one of their main objectives: motivating people and groups to get organised in their own “homes” and form alliances for change. It was even more amazing when we heard that the first delegation, the squadron 421, had set sail and finally arrived in Spain this June.

The first group was made up of seven compass who then went ahead to coordinate the arrival of the main delegation, together with local structures. This would turn out to be a difficult process, entailing struggles to obtain passports and visas, as well as restrictions caused by the ongoing covid crisis. This was representative for the mobility restraints that many marginalised and racialized people face when trying to enter European countries. Back in August we protested in front of the Mexican honorary consulate in Leipzig, to put pressure on authorities and make people aware of these facts. It was even more ironic when we found out that the consul is the CEO of Porsche Leipzig – not surprisingly he ignored our demands. Later this summer I participated in the climate camps in Leipzig and in Munich, where I held workshops on the topics of Zapatism, degrowth and pluriversality. I engaged in discussions about how we position ourselves as climate activists in Germany, and how we can relate our histories and struggles to those of the Zapatistas, the Rojava Kurds or to many smaller resistance movements that are ongoing.

Following the Munich camp, finally, the main delegation of 170 compass arrived in Vienna (out of all places) in mid-September. This all happened very fast and required people to work together to support the Austrian network, trying to organise accommodation and facilitate the arrival last minute. The atmosphere at the airport was very powerful, as we celebrated and sang songs to welcome the compass. Meeting them after all these months of anticipation and struggles was unbelievable, and an important source of hope. From this moment on, people were working day and night to plan the next steps of the journey. It was then decided that the compas will travel in groups of five to different regions across three stages. So, on the 22nd of September we welcomed two groups in Leipzig that stayed with us for a week, taking part in many events and encounters with local movements. Somehow, we managed to pull together a program, found local housing projects for them to stay in, and cook food. To our surprise, they preferred sausages, pizza and coca cola to pumpkin and rice – another proof that we cannot translate our moral standards onto different people’s contexts. As the compass made clear, the main objective of the journey was to meet with local movements in an intimate setting, rather than to speak at public events or lectures. Hence, we organised meetings with feminist organisations, postcolonial groups and the Latin American community in Leipzig alongside visits to significant places of resistance in and around the city.

The program was very strict, as the compass told us they wanted to meet as many groups as possible and focus on the “work” (after all, they were on a mission). Before coming to Europe, all delegates have been trained for months, thus knowing exactly what they wanted to share and what questions they wanted to ask. They told each group a detailed version of their history, starting way before the uprising in 1994, stressing the centuries long oppression that formed the basis of their resistance today. They also described their worldviews that are rooted in the indigenous identity and how this translates into their political and social organisation today. The compass was interested to hear about the history of Germany, especially Nazi Germany and the significance of the wall and eastern Germany. They stressed that each person’s history is important as their indigeneity is rooted in their interactions with their families, communities and the environment. The Zapatistas also asked many questions about how each group operates, how they are organised and how they sustain themselves. Communication wasn’t always easy, as everything had to be translated between Spanish and German, and two delegates only spoke the indigenous language Tzotzil.

My favourite moment was the visit to Pödelwitz, a town that used to run the risk of being evicted for coal mining. The compass took time to tell people about their history, their political organisation and their current struggles. They also listened to the residents’ accounts of their resistance and the oppressive consequences of coal mining industries in Germany, that have been a centre of environmental activism for several years. At the same time, another group of compass was visiting Lützerath, a town in the West of Germany that still runs the risk of being evicted. This way, I could feel the impact that the journey was making on many levels, by supporting these struggles and by providing hope and inspiration for people resisting and fighting for their rights in these places. As part of the organising network, I was lucky to witness some moments outside of these encounters that were even more insightful and sometimes surprising. It was beautiful to see how the compass interacted with people and the environment, as this was the first time that they left Mexico and were exposed to a different world. They were taking many pictures on their phones, of as the woods, the chestnuts, or the wild pigs in the forest. Being present in these moments made me rediscover some curiosity about the place I live in and reminded me to notice the small things that are so often overlooked while rushing through life.

So, what is it that we can learn from the “journey for life” and the initiative of the Zapatistas? Is this the start of something more powerful, a realisation of the interconnectedness of our lives and our struggles? How can we carry this seed further and combine local efforts and global alliances against social and environmental injustice?

Histories of resistance

Engaging with the Zapatista movement in its many forms, helps us understand the significance of colonial capitalism and how this relates to postcolonial subjects and social movements. It links historical issues of colonial dispossession and racism to contemporary global capitalism, while foregrounding the importance of transnational solidarity between actors worldwide. Since the 1980s, the Zapatistas have worked towards recovering land in resistance to the hegemonic growth of capitalism, to counter their oppression and to advance the project of autonomy and self- determination of Indigenous communities. The geo-political revolution in 1994 enabled radical democracy and egalitarianism through the temporary secession of the Mexican state. Thus, it represents in certain ways a successful fight against neoliberal capitalism and the creation of a postcolonial landscape. Since 2012, the Zapatistas and the CNI have initiated a process to share the issues and insights of Indigenous communities throughout Mexico into the national political sphere and popular media. This process of opening up and becoming more engaged within wider contexts, is also represented by the 2017/18 presidential elections, where for the first time an indigenous woman, Marichuy, took part as a candidate. The candidacy was not about winning elections, but about pointing out the triple impossibility of a poor, indigenous and woman president in the imagination of Mexican society and exposing the underlying racism and sexism. The Zapatistas have inspired and enriched the global struggle for climate justice and peace while reactivating and uniting struggles from the “left and the bottom”. Now, the journey in 2021 makes sense as the process of “coming out of their shells”, where members of the Zapatistas are actively fighting back against worldwide neo-colonial and capitalist oppression by showing their support for local groups across the world that share similar struggles.

Towards a decolonial praxis?

The Zapatistas stress how 500 years of indigenous dispossession led to this system of neoliberal control and exploitation. Their resistance and autonomy as a decolonial praxis, thus, is a productive lens to understand the contribution they make in challenging the mantra that there is no alternative to neoliberalism. According to the Zapatistas, their journey represents an antithesis to the “encounter” between European colonisers and indigenous populations in the Americas, as this time the indigenous people are “colonising” Europe. This juxtaposition of taken-for-granted history opens up a space for different agencies that are at play in drafting a just transition, and highlights the imperative of recognising perspectives by postcolonial subjects and oppressed people in many places.

It also provides an important reflection on the normative framings in Western academia that are deployed when discussing indigenous movements, or anti-capitalist transition ideas. For example, how can “degrowth” incorporate impulses and critiques from the global south into its blueprint for a just transition? How can we relate different worldviews and approaches while respecting their epistemological and cultural embeddedness?

What the Zapatistas remind us, is that decolonisation should, first and foremost, begin at “home”, within our own epistemological traditions and institutions. The meeting between the Zapatistas and European actors is, in a way, exemplary for the imperative of connecting different lines of thought that originate from different epistemic traditions and contexts. This way, it is an important starting point for sketching out ideas on pathways for social and economic change, to find out what agencies and tools are needed. Discussing decolonial degrowth perspectives in relation to the struggles of the Zapatistas and other indigenous and Southern-based movements is important to be able to grasp the depth of a just transition. It also provides a perspective on the value- based and ethical dimensions of the discourse and expressions of resistance to colonial capitalism. Inspired by the Zapatistas’ striving for “a world where many worlds fit”, multiple worldings and practices need to inspire the collective search for a socially just and ecologically stable world. If concepts only include one part of the population and essentialise others, they continue a cycle of systemic violence. Thus, in a carbon-constrained world, we must all work together for the same ends, but in pluriversally different ways that avoid this violence.

Towards a global solidarity?

Engaging with the Zapatistas’ embrace of values such as dignity, trust and autonomy, and their experience in the political organisation of grassroots democracy can be a starting point of building global solidarity as a viable agenda for a just, socio-economic transition. Through listening to each other’s histories and stories, actors are affirmed in their struggles, as they realise how people across the world are concerned with similar issues, in different ways.

This horizontal interaction between actors entails an emancipatory process of restored indigeneity and self-determination. In their communiques and speeches, the Zapatistas highlight the importance of relating their claims to oppressed and marginalised people everywhere (the poor, the women, the racialised). In this way, they construct a global consciousness that recognises the grievances and hopes of people worldwide as deeply intertwined. “Relating” as a value is antiracist and anti-essentialist as it defines identities according to a relation, rather than to a “root identity”, which is a tool for seclusion. Inspired by Glissant’s “poetics of relation” we might want to think about a relational conception of human existence as a tool to counter the West’s imposition of universalist values. As the Zapatistas always foreground, “we are equal because we are different”. Hence, we need to move from the conception of difference as a source of conflict, to difference as an implicit tool for the remaking of the word, making space for “a world where many worlds fit”. Difference and diversity should be a core principle of our discourse and actions rather than an “add on” or separate category.

Our contacts with people, groups, collectives, movements and organizations from different parts of the planet have shown us a diverse, multiple and complex world. This has reinforced our conviction that any proposal of hegemony and homogeneity is not only impossible, but above all criminal. (communiqué June 2021[1])

It is essential that environmental movements in the north create alliances with anti-imperialist struggles in the global south who have been focused on these issues for decades. As the only successful social movements for serious economic and social change have been the anti- colonial movements, that should be the force we need to mobilise around. Instead, during COP26 in Glasgow right now, “leaders” continue making empty promises while marginalising the voices of many from the global south and those oppressed within society, that know best what needs to be done in their communities to fight climate change and inequality. Although many activists made their way to Glasgow to challenge “business as usual”, the voices of women, of the poor, of racialised people continue to be side-lined, while the powerful leaders of the neoliberal world order (politicians and billionaires) take centre-stage. It is clear, that this can hardly lead to any lasting change in the struggle to protect our earth, our communities and ensure wellbeing for all. Hope can only be found outside these “official spaces”, at alternative gatherings, protests and meetings that emerge from the common frustration of those excluded from these events. The Zapatistas (actually the same group who was in Leipzig) visited Scotland right before the conference. By meeting with many local groups and communities, they affirmed actors in their struggles. In some ways, these encounters and actions are much more lasting than those commitments made at the summit.

The Zapatista worldview is in constant conflict with the interests of the industrialised world, which strives for “progress” and “growth”. Because colonial capitalism is operating globally, we also need to resist collectively and globally. This entanglement of global capitalism can be seen in the plan of the current megaproject “Tren Maya”. In Yucatan, Mexico, a 1500 km long railway line is to be built to boost tourism in this Mayan region. The project would cause the destruction of one of the last rainforests in southern Mexico, disregarding the rights of the indigenous population. It leads to land grabbing and displacement as well as additional militarisation in one of the most conflict-ridden regions of the country. German capital and German companies are also involved in the planning, construction and commissioning, with DB Consulting & Engineering, SIEMENS and TÜV Rheinland, as well as the German arms industry. The Deutsche Bahn markets itself as an ecological company and means of transport, yet the company repeatedly participates in neo-colonial projects that destroy ecosystems and livelihoods of people. On the 30th of October we protested for #NoAlTrenMaya in front of the Leipzig central station and many other locations across the world. This would not have been possible without the solidarity and mobilisation by the Zapatistas and exchanges throughout the journey.

What about you?

Through the “journey for life” and the encounter with the Zapatistas, we move beyond the space of resistance, illuminating spaces of possibility. At the same time, we need to build our own narratives and imaginaries of a better life, that are rooted in our own indigeneity and are enriched through relationality between plural experiences and actors. While practices of conviviality and care are ancient, they are also re-emerging and evolving as a part of a mosaic of movements that are struggling against neoliberal oppression. In Europe, people struggle to identify with their indigeneity, as neoliberalism pushes for an individualistic conception of the self and the environment. However, indigeneity simply means living in harmony with our ecosystems that we are embedded in and acknowledge our world beyond the simply human to break with the nature/culture divide. We need to acknowledge that indigenous ideas are still present and cannot be easily erased as they have existed for ten-thousands of years in comparison to the relatively new concept of the ‘West’. This also includes a different conception of time, as life plays out in a circular rhythm of a resurgence of indigeneity, rather than in a linear process from birth to death. While it is impossible to reproduce ideas from the Zapatistas and apply them to local contexts in Europe, a confrontation with their worldviews can inspire us to search for commons and leftover indigenous practices in our surroundings. For example, there is a resurgence of solidary agricultures (Solawis) in Germany that can be identified as sources outside of capitalist logic and thus as some forms of indigenous commons. This can be a source of hope and strength for dealing with the familiar and the “everyday” as a basis for resistance and for social mobilisation.

Soon there will be another megaproject or event that will demand a collective protest and resistance from the left and the bottom across the world. While the first chapter of the “journey for life” is soon coming to an end, the Zapatistas have encouraged us to keep questioning, to keep fighting and to keep hoping for a better world. It is down to us to plant the seed of resistance and keep these visions alive.

‘Is Zapatismo one more grand answer to the problems of the world?

No. Zapatismo is a bunch of questions. And the smallest can be the most disturbing: 

And you?

In the face of the capitalist catastrophe, does Zapatismo propose an old-new idyllic social system which would repeat the imposition of hegemonies and homogeneities now deemed “good”?

No. Our thought is small like us: it is the efforts of each person, in their own geography and according to their own calendar and customs, which will perhaps allow the liquidation of the criminal and, simultaneously, the remaking of everything. And everything is everything.’ (communiqué June 2021)

Franca Marquardt is part of the Department of Anthropology at the University of Leipzig, Germany. She tweets as @FrancaMarquardt

 

References

Escobar, A. (2018). Designs for the pluriverse: Radical interdependence, autonomy, and the making of worlds. Duke University Press.

Glissant, É. (1997). Poetics of relation. University of Michigan Press.

Khasnabish, D. A. (2013). Zapatistas: Rebellion from the Grassroots to the Global. Zed Books Ltd.

Nirmal, P. and Rocheleau, D. (2019). “Decolonizing degrowth in the post-development convergence: Questions, experiences, and proposals from two Indigenous territories.” Environment and Planning E: Nature and Space 2(3) 465-492.

Olesen, T. (2004). Globalising the Zapatistas: from Third World solidarity to global solidarity?. Third World Quarterly25(1), pp.255-267.

For a list of all communicados: https://radiozapatista.org/?page_id=3365&lang=en

http://enlacezapatista.ezln.org.mx/

[1] Members of the Zapatistas have shared ‘communiques’ to the public since the announcement of the journey in the summer of 2020. This way, they regularly give updates on their visions and the meaning of the journey. English versions can be found here: https://radiozapatista.org/?page_id=3365&lang=en

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CDH Fray Bartolome de las Casas

(Español) Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU exige la liberación inmediata de indígenas presos injustamente

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San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México

6 de diciembre de 2021

Pronunciamiento conjunto

 

El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas exige la liberación inmediata de Marcelino Ruíz Gómez, Abraham López Montejo y Germán López Montejo.

 

  • Declaró que la privación de la libertad de los presos indígenas fue arbitraria y exige investigación exhaustiva e independiente de los hechos y se castigue a los responsables de la violación de sus derechos
  • Sin dilación el Estado mexicano debe reparar integralmente el daño causado

En el marco de su 91° período de sesiones, del 6 a 10 de septiembre de 2021, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas aprobó la Opinión núm. 43/2021, correspondiente a la privación de libertad de los señores Marcelino Ruíz Gómez, Abraham López Montejo y Germán López Montejo (Marcelino, Abraham y Germán), así como de los señores Juan de la Cruz Ruiz y Adrián Gómez Jiménez (Juan y Adrián).

El 15 de marzo de 2019, Marcelino, Abraham, Germán, Juan y Adrián iniciaron una huelga de hambre al interior de los Centros Estatales de Reinserción Social para Sentenciados (CERSS) No. 5 de San Cristóbal de Las Casas y 10 de Comitán, para exigir justicia y libertad, denunciando al Estado mexicano por la privación arbitraria de su libertad, tortura, discriminación, presunción de inocencia, falta de traductor, falta resolución pronta, completa e imparcial y por consecuencia la falta de acceso a la justicia.

Después de más de 130 días de huelga de hambre y a la fecha, el Estado mexicano ha permanecido indiferente frente a las medidas necesarias para remediar tal situación. Lo único que han recibido es hostigamiento, represión, intimidación, humillación, calumnias por parte de las autoridades de los centros penitenciarios, así como como vigilancia y amenazas hacia las familias y organizaciones que les acompañan. Las sentencias por parte de jueces NO han tomado en consideración las graves violaciones a derechos humanos como la tortura.

Las abuelas, madres, padres, hermanas, hijas, hijos y esposas de los presos integrantes del Colectivo de Familiares de Presos en Lucha en compañía de colectivos solidarios y del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), acudieron al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria para denunciar la situación injusta, quien ha determinado que el Estado mexicano  incumplió las normas internacionales relativas al derecho a un juicio justo e imparcial, además de su posición discriminatoria ignorando la igualdad de los seres humanos, en función de su origen étnico o social e idioma, falta de asistencia médica, entre otros.

Además los familiares han denunciado la preocupación frente a esta situación de graves violaciones a derechos humanos, la falta de atención a la salud y en especial ante el marco de la contingencia por COVID-19, solicitado medidas alternativas a la prisión, sin éxito. En varias ocasiones han denunciado la falta de una alimentación digna para ellos y la población penitenciaria en general sin que las peticiones sean atendidas, pues se les ha entregado alimentos escasos o en malas condiciones.

Marcelino fue detenido el 5 de febrero de 2002, y lleva 19 años, 10 meses y 1 día privado de manera arbitraria e ilegal de su libertad y sentenciado a 25 años de prisión, pagando por un delito que no cometió. Abraham y Germán fueron detenidos el 17 de enero de 2011, y llevan 10 años, 10 meses y 18 días privados de manera arbitraria e ilegal de su libertad y sentenciados a 75 años de prisión cada uno, pagando por un delito que no cometieron.

Juan fue detenido el 28 de febrero de 2007, después de 12 años, 9 meses y 10 días de prisión, fue puesto en libertad mediante resolución del cuadernillo 278/MR-2/2019, la Mesa de Reconciliación que le otorgó el beneficio de sentencia suspendida, debido a que su declaración fue obtenida bajo tortura y no contó con traductor ni con abogado que conociera su lengua y cultura, cabe mencionar que tenía una libertad desde el 11 de febrero de 2016 mediante cuadernillo 387/MR/2012 sin que esta se cumpliera. Adrián fue detenido el 3 de febrero de 2004 y liberado el día 7 de septiembre del 2021, tras 17 años 8 meses y 4 días preso injustamente, un Juez Federal le concedió el amparo liso y llano por violaciones al debido proceso entre pruebas insuficientes para acreditar su responsabilidad.

A 40 días de su notificación, exigimos al estado mexicano el cumplimiento inmediato de la Opinión núm. 43/2021 del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de Naciones Unidas para la liberación inmediata de Marcelino Ruíz Gómez, Abraham López Montejo, Germán López Montejo y la reparación integral de todo el daño que se les ha causado a ellos y a sus familiares. En especial atención pedimos al Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez su pronta intervención.

De manera especial debe implementar esta decisión la mesa de diálogo interinstitucional del estado de Chiapas compuesta por el Gobernador Rutilio Escandón Cadenas, el Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado Juan Óscar Trinidad Palacios, el Presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos Juan José Zepeda Bermúdez, así como la Consejera del Consejo de la Judicatura del Estado Isela de Jesús Martínez Flores quien ha coordinado la mesa de diálogo y análisis de expedientes penales, así como la Jueza del Juzgado de Ejecución de Sentenciados M. Guadalupe Flores Rocha, ya que hasta el día de hoy no existe ningún resultado aun sabiendo de las graves violaciones al debido proceso y violaciones a derechos humanos cometidos a los presos indígenas.

Los familiares de los presos agradecemos la solidaridad de los colectivos y organizaciones nacionales e internacionales que nos han acompañado en esta larga lucha por la justicia y la verdad para nuestros familiares y les pedimos seguirnos acompañando en este caminar y que no nos dejen solas y solos.

 

Libertad inmediata e incondicional para nuestros compañeros presos injustamente.

Atentamente,

Marcelino Ruíz Gómez

Abraham López Montejo

Germán López Montejo

Juan de la Cruz Ruiz

Adrián Gómez Jiménez

Colectivo de Familiares de Presos en Lucha

Familias Unidas contra la Tortura y en Defensa de los Derechos Humanos

Grupo de Trabajo «No estamos todxs»

Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas

Concejo Autonomo Regional de la Zona Costa de Chiapas

Frente Cívico Tonalteco

Red de Mujeres de la Costa de Chiapas

Lumantik Herriak

Chuvajeltik

Promedios De Comunicación Comunitaria (ProMedios)

Colectivo Flor de Asfalto

Colectiva Autónoma de Colaboración Social

Nodo Solidale Italia

Nodo Solidale México

Casa de salud comunitaria Yi’bel’ik

Taller Ahuehuete

 Confederación General del Trabajo

 Internationalt Forum (IF) de Dinamarca.

Movimiento Sueco para la Reconciliación (SweFOR) 

Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos

“Todos los Derechos para Todas y Todos”

(Conformada por 85 organizaciones en 23 estados de la República)

Diana Riba i Giner  Eurodiputada de Esquerra Republicana de Catalunya en el Parlamento Europeo.

Aurora Madaula i Gimenez. Diputada en el Parlamento Catalán.

Carles MacGragh i Pruja. Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Consejo de los Ilustres Colegios de Abogados de Catalunya CICAC y Vicepresidente de la Fundación del Consejo General de la Abogacía Española CGAE.

Sergi Zorrilla Cubells. Asesor de medios y políticas del Parlamento Europeo.

Gemma Aristoy  i Pujol. Regidora de Sant Cugat del Valles, Barcelona

Beth Mejan i Aznar. Regidora  de Derechos Sociales de Sant Cugat del Vallés, Barcelona.

Frances Paré.

Llumull Accions Audiovisuals.

La Garriga Societat Civil/La Garriga Guerrera.

 

Descarga el Pronunciamiento Conjunto en Pdf

Lee las opiniones adoptadas por el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria.

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Avispa Midia

(Español) Cine documental: ¿qué lo hace extractivista o aliado de las comunidades?

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Por Claudia Ramos Guillén | Avispa Midia

El extractivismo como modelo que se implementa en los territorios genera enormes impactos en las formas de vida de las personas, sobre todo de mujeres, niñes y cuerpos racializades, exacerbando los niveles de violencia que de por sí viven. Este modelo de despojo por parte de la implementación de proyectos extractivos es causante de la desecación de ríos, la pérdida de nuestra agua, de nuestro tejido social y de las formas y estrategias de vida y tiene una raíz profundamente capitalista y heteropatriarcal.

Desde esta perspectiva cobra importancia reavivar la discusión sobre lo extractivo que puede llegar a significar el cine documental y las representaciones que se hacen de las realidades, pueblos, comunidades y personas que habitamos en los territorios.

El pasado 20 de noviembre, en el marco de la 5ª Edición del Festival Ocote, festival de cine documental en Chiapas, se realizó el conversatorio “documental aliado o documental extractivo”, dentro de las actividades de clausura de dicho festival en el Parque El Encuentro en la ciudad de San Cristobal de Las Casas, Chiapas.

En este conversatorio participaron les realizadores Melissa Elizondo (El sembrador, 2018), Elke Franke (Kuxlejal, 2020) y Ange Valderrama Cayuman, quienes con la moderación de Gabriela Domínguez Ruvalcaba (La danza del Hipocampo, 2014), compartieron sus procesos creativos y su encuentro con las realidades que buscan reflejar, teniendo en cuenta los ejercicios de poder y violencia que se ejercen al interpretar realidades a las que no pertenecen.

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Avispa Midia

México: Mujeres chontales resisten al despojo anunciado de su territorio

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Por Santiago Navarro F

Silvia Ramírez Nolasco nació en la comunidad de Santa María Zapotitlán, en el estado de Oaxaca, al sur de México. Ella conoce cada vereda de su territorio, las flores y las plantas medicinales que convergen con la calma del bosque. Ella habita la parte alta del pueblo Chontal, dónde los primeros rayos del sol contrastan con el blanco de la neblina presurosa que va danzando al ritmo del viento. Saca de su morral un radio walkie talkie y se comunica de montaña a montaña con las autoridades agrarias de su comunidad y avisa, “todo está bien”.

Su mirada es atenta y profunda, siempre está alerta. Su radio es parte de su responsabilidad. Cuenta con el respaldo de sus hermanas chontales, mayores y menores que ella. Es concejala de la Asamblea del Pueblo Chontal e integrante del Comité Regional de Mujeres Chontales. “Tuve que aprender a reconocer mi territorio cuerpo como mujer. A cuidarlo y defenderlo. Porque antes, los hombres no nos tomaban en cuenta, la mujer solo servía para los hijos y las labores del hogar. Todas hemos tenido que aprender a luchar para hacer entender, a los hombres, que las mujeres somos parte de la comunidad y que sabemos asumir un cargo”, dice la concelaja.

En las comunidades chontales más mujeres se suman a las tomas de decisiones y van asumiendo cargos como autoridades tradicionales. Aunque la lucha de Silvia, y de las mujeres con las que ha caminado, no solo se reduce a procurar espacios en las asambleas comunitarias (máxima autoridad de los pueblos originarios), sino además se han organizado, “para defender el territorio tierra y el territorio cuerpo en conjunto, porque son uno mismo; es una necesidad porque está en riesgo”, cuenta al equipo de Avispa Midia.

El riego al que se refiere Silvia es porque, desde el año 2018, se enteraron que más de 5 mil hectáreas del pueblo chontal, específicamente cinco comunidades agrarias, están concesionadas a una empresa llamada Minera Zalamera S.A de C.V., filial de la canadiense Minaurum Gold Inc, cuyo objetivo es extraer oro, plata, cobre, zinc y plomo. “Desde entonces toda la comunidad se puso en alerta y las mujeres, pues, somos las que más hemos trabajado para informarnos. Hemos tomado conciencia de que es necesaria nuestra participación. Es necesario prepararnos para defender nuestra memoria, nuestra historia, nuestro territorio que nos heredaron nuestras ancestras y ancestros”, agrega.

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La Organización sociedad Civil Las Abejas de Acteal

(Español) Nuestro corazón se siente contento hoy porque 35 Organizaciones de México y del mundo pensaron en nosotros para reconocer una lucha que hacemos día con día

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Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal

Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal

Municipio de Chenalhó, Chiapas, México.

27 de noviembre de 2021.

                                                  

 

A las y los que luchan por la vida, el Territorio y la Madre Tierra

Al Congreso Nacional Indígena

Al Consejo Indígena de Gobierno

Al Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas

A las y los Defensores de los Derechos Humanos

A los Medios Libres y Alternativos

A los Medios de Comunicación Nacional e Internacional

A la Sociedad Civil Nacional e Internacional

 

Hermanas y hermanos:

Desde esta Tierra Sagrada saludamos a todas aquellas organizaciones que luchan por la vida y el Territorio, defendiendo a la Madre tierra, que generosamente nos da lo necesario para sobrevivir cada día, en contra de los intereses de los poderosos que sólo quieren extraer sus riquezas y usarla para generar más y más ganancias, aunque la dejen estéril y destruida, condenando a muerte a todos los vivientes del planeta.

Nuestro corazón se siente contento hoy porque 35 Organizaciones, Movimientos y Colectivos de México y otros países del mundo pensaron en nosotros para reconocer una lucha que hacemos día con día– y que aún es muy pequeña- desde hace casi 29 años, como Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, ayudando a cuidar y proteger nuestro territorio. Nuestros esfuerzos se han tejido en una red muy grande, un movimiento por la defensa de la vida, que hoy trae a muchos compañeros y compañeras hasta nuestra sede para celebrar con nosotros la entrega de este premio a la defensa ambiental, que se hace cada año para nunca olvidar a nuestro hermano Mariano Abarca, quien fue perseguido, encarcelado y asesinado por la empresa minera canadiense BlackFire hace exactamente 12 años, por participar en la lucha y resistencia colectiva y organizada de su pueblo contra las afectaciones a su vida y a sus tierras, por la extracción de un mineral que se llama Barita, en Chicomuselo, Chiapas. Nuestra propia historia nos ha llevado a un camino muy parecido al suyo y hoy les decimos que no nos vamos a cansar de seguir su ejemplo.

Desde diciembre de 1992, nuestra organización se fundó en el proceso de lucha del Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas por sacar de la cárcel a 5 catequistas tsotsiles de nuestro municipio que fueron culpados de asesinato a base de mentiras, para espantar y desanimar a quienes, como ellos, se atrevían a hablar abiertamente de las injusticias que cometía el gobierno en nuestras comunidades mayas tsotsiles. Tras lograr su liberación con Peregrinaciones, plantones, ayuno y oración, esta experiencia donde vimos que unidos tuvimos más fuerza y contamos con el apoyo de otras organizaciones solidarias para liberar a nuestros compañeros, los participantes decidimos conformarnos como Organización de la Sociedad Civil, identificarnos como “Las Abejas” y nombrar representantes en cada una de nuestras comunidades, de modo que pudiéramos informarnos y defendernos juntos de los problemas que vivimos, como la amenaza a los pueblos campesinos que ya se veía venir con la reforma al Artículo 27 que emprendió Carlos Salinas y el inicio de la parcelación y posibilidad de venta de las tierras colectivas. Es así como en 1993, nos organizamos para resguardar el territorio frente a la amenaza de la exploración para extracción de petróleo en nuestras tierras y cerros. El gobierno estaba enviando comisiones de exploración a nuestros terrenos comunales, sin tomarnos en cuenta ni pedirnos permiso. Hermanos de los municipios de Pantelhó, Chalchihuitán y Chenalhó nos organizamos para hacer marcha-peregrinación, orar e ir a rezar con nuestros ancianos a los cerros sagrados para pedirle a sus protectores que ayudaran a cerrarle el paso al gobierno, para que nos dejaran en paz. Fue así como pudimos parar esa invasión, ya que, al ver los resultados de los estudios, los ingenieros encontraron agua en vez de petróleo.

Ese año también supimos que el gobierno preparaba un Tratado de Libre Comercio con otros países para ponerse de acuerdo con ellos y facilitarles venir por nuestras riquezas (oro, petróleo, grava, etc.), lo que quiere decir, despojarnos de nuestras tierras y contaminarlas. Fue en 1994 que escuchamos que se juntaron los zapatistas para taparles el camino y que se levantaron el 1º de enero de ese año. En el proceso de guerra que siguió, nosotros dejamos claro que somos civiles sin armas, y demandamos que hubiera diálogo para tomar acuerdos y parar la guerra, con diferentes acciones dentro y fuera de nuestras comunidades, lo que no le gustó a los priístas y cardenistas de nuestro municipio. El no colaborar con la guerra contrainsurgente del gobierno contra el EZLN y actuar organizadamente en el camino de la lucha no violenta, nos costó ser perseguidos, tener que vivir desplazados de nuestras comunidades por varios años y ver cómo paramilitares de los partidos políticos mencionados, asesinaron con tanta crueldad a nuestras 45 hermanas, hermanos y otros 4 hermanitos más pequeños que ultrajaron aún antes de nacer, el 22 de diciembre de 1997, asesorados, financiados y encubiertos por altos funcionarios de los tres niveles de gobierno y el Ejército mexicano.

Desde entonces, Las Abejas nos hemos fortalecido con la sangre de nuestros Mártires y la solidaridad de muchos hermanos que se han identificado con nuestro dolor y nos hemos animado mutuamente. Tal es el caso de nuestros hermanos tseltales y ch’oles de “Xinich” en Palenque, con los que juntos organizamos una Peregrinación a pie hacia la Basílica de Guadalupe en 2001 para pedirle a la Jme’tik -la Vírgen, que es nuestra madre- y al Estado Mexicano, que respetaran los Acuerdos firmados en San Andrés con el EZLN, para dar lugar en la Constitución Mexicana al derecho a la autonomía de los pueblos indígenas, y con ello, el respeto a nuestra vida y Territorios. Por los caminos de esta lucha no violenta, también hemos podido ir a solidarizarnos de distintas maneras con varios hermanos y hermanas que se resisten a abandonar su tierra, sus casas y su modo de vivir, amenazados por los intereses capitalistas, como los compañeros de Temacapulín, Acasico y Palmarejo en el estado de Jalisco, que siguen en lucha contra la Presa El Zapotillo; o los compañeros del Consejo de Autoridades Agrarias de la Montaña de Guerrero, donde precisamente acudió representando a Las Abejas de Acteal nuestro hermano Simón Pedro, ex-presidente de la Mesa Directiva de nuestra organización, quien fue cobardemente asesinado el pasado 5 de julio por no cansarse de trabajar por la defensa de los derechos humanos, y seguir siempre preocupado por buscar caminos no violentos para apoyar a los pueblos que defienden su tierra contra la violencia del crimen organizado, las minas, las presas y los grandes mega-proyectos.

Queremos aprovechar para decirle a la Fiscalía Indígena y a la Fiscalía General de la República que hoy hay miles de ojos mirando cómo están procesando el caso de nuestro hermano Simón Pedro, y que, como hemos demostrado por casi 24 años sin rendirnos en la exigencia de la justicia en el Caso de la Masacre de Acteal, jamás dejaremos de demandar que se encuentre y castigue a los verdaderos autores materiales e intelectuales de su asesinato. Hoy también invitamos a todas las organizaciones solidarias a que nos acompañen y apoyen en este camino, sobre todo para poder cumplir nuestra promesa de nunca abandonar a la familia de Simón Pedro, nuestro hermano.

Hermanas y hermanos, aunque nos siguen asesinando, nos siguen persiguiendo, nos han querido silenciar y nos han querido exterminar, nosotros seguimos y seguiremos aquí, guardando la memoria y luchando de manera no violenta, con la palabra y la verdad como única arma. También queremos decirle hoy a la familia de nuestro hermano Mariano Abarca que su memoria y su lucha siguen vivas a través de nuestras voces, a través de nuestras denuncias y de nuestra resistencia. Y que sepan que seguiremos apoyando la lucha por que en su caso puedan tener el consuelo de la justicia.

¡Mariano Vive! ¡Simón Vive! ¡Vivan las Abejas de Acteal!

Desde Acteal, Casa de la Memoria y la Esperanza.

 

Atentamente

La Organización sociedad Civil Las Abejas de Acteal.

Por la Mesa Directiva:

Cristóbal Ruiz Arias                                         Gerardo Pérez Pérez

Presidente                                                       Secretario

Manuel Ortiz Gutiérrez                                         Pedro Pérez Pérez

Tesorero                                                           sub presidente

Sebastián Guzmán Sántiz

Sub tesorero

 

radio
Noticias de Abajo

(Español) Noticias de abajo de 28 de noviembre 2021

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GLOBAL: El planeta esta más enfermo de misoginia que de covid, mas de la mitad de las mujeres de distintos países reportó violencias machistas dentro y afuera de sus hogares. Desinformemonos.

WALLMAPU: Represión policíaca en tierras recuperadas de Lof Quemquemtreu, asesinan a un joven mapuche y hieren a otro.

CHILE: Restauración conservadora en tiempos constituyentes. Avispa Midia

CANADA: Arrestos y desalojo por parte de la policía montada contra  defensores de la tierra de la Nacion Wet’suwet’en. Its Going DOwn y SubMedia.

DESDE EL OMBLIGO

LUCHA POR LA VIDA: AMLO implementa régimen de excepción para ejecutar megaproyectos y conferencia de prensa del grupo de Observación de la Caravana Migrante.
CHIAPAS: Continúan los ataques paramilitares contra comunidades autónomas zapatistas. RedTDT

JALISCO: Jalisco pasa del sexto al tercer lugar en feminicidios. En primer lugar se encuentra el Estado de México con 110 denuncias y en segundo Veracruz. Zona Docs

MÉXICO: 25 de noviembre Cero Tolerancia a la violencia machista.

Música:

Canto pal cerro – flor de espino

Libre incendiaria – Makila 69

Las balas – Comparsa BAM

radio
Prensa Comunitaria

(Español) Detrás del caso de Nanci Sinto podría haber una estrategia del MP para callar a voces opositoras

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Créditos: Nanci Sinto, activista maya kaqchikel fue detenida señalada del daño al patrimonio cultural. Foto Regina Pérez
Tiempo de lectura: 7 minutos
La activista Kaqchikel Nanci Sinto se suma a la larga lista de personas, entre políticos y defensores de derechos humanos criminalizados por Consuelo Porras, que podría tener como objetivo callar liderazgos y voces disidentes.
Por Regina Pérez

Un día antes de que las mujeres salieran a las calles para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, a exigir el cese de la violencia en su contra, el Ministerio Público (MP), dirigido por Consuelo Porras, coordinó la detención de la activista maya Kaqchikel Nanci Paola Chiriz Sinto, señalándola de haber participado en las pintas al Congreso el 21 de noviembre de 2020, durante las manifestaciones en contra de la aprobación del Presupuesto 2021.

La captura de Sinto generó varias reacciones en las redes sociales, principalmente de solidaridad en las que varias personas criticaron el hecho de que se le detuviera cuando ella fue víctima del abuso policial que se vivió ese día y que hasta la fecha no se observan avances ni indicios de que el MP presente un caso contra los responsables de las violaciones a los derechos humanos en contra de los manifestantes.

El delito bajo el cual la Fiscalía de Delitos contra la Vida coordinó la detención de Sinto y del pintor Juan Francisco Monroy fue el de depredación contra los bienes culturales. La jueza Lluvia Velásquez Soto los ligó a proceso y les otorgó arresto domiciliario, con la condición de pagar una fianza de Q5 mil.

El pintor Juan Francisco Monroy y la activista Nanci Sinto fueron ligados a proceso. Foto Regina Pérez

La audiencia que empezó a las 2:30 de la tarde culminó casi tres horas después. Fue una larga jornada en la que Sinto recibió varias muestras de solidaridad, tanto en la Torre de Tribunales como en las redes sociales. Al final del día y tras recibir la resolución de la jueza, una guardia del Sistema Penitenciario le quitó las esposas y fue puesta en libertad.

Visiblemente emocionada, Sinto abrazó a su hermano, quien la acompañó desde que llegó a la Torre de Tribunales. Afuera la esperaban varias personas para mostrarle su apoyo.

No obstante, aunque salió libre tendrá que enfrentar un proceso penal, que sigue su curso con la audiencia de etapa intermedia fijada para el 9 de febrero, donde el MP presentará los medios de investigación en contra de ella y de Monroy.

De acuerdo con declaraciones de Sinto, el allanamiento en su casa empezó alrededor de las 6 de la mañana. Ni la Policía Nacional Civil (PNC) ni el MP quisieron confirmar si ella estaba entre las personas detenidas por los hechos ocurridos el 21 de noviembre de 2020, pues la única información que circulaba era la de un medio afín al gobierno.

Alrededor de las 11 de la mañana, la activista fue llevada a la Torre de Tribunales. En la carceleta dijo a los medios de comunicación que no era ninguna delincuente y que los que deberían ser detenidos son quienes violentaron los derechos de los manifestantes durante el 21 de noviembre de 2020. Ese día las fuerzas policiales arrojaron gases lacrimógenos contra las personas que protestaban en la Plaza de la Constitución, reprimieron y golpearon a periodistas, activistas y manifestantes frente al Congreso.

“Quiero decir que no soy ninguna delincuente, no le hice nada al Estado ni a nadie, más bien el que daña la vida digna de esta población es el mismo Estado y hoy quienes tendrían que estar presos están libres, y ojalá así como nos han ido a buscar a quienes manifestamos de forma legítima, así busquen a aquellos veteranos que defendieron el privilegio de las élites, que quemaron el Congreso, vehículos, a ellos también”, afirmó la defensora de derechos humanos de manera contundente.

Ella se refería a los disturbios provocados por militares retirados que el pasado 19 de octubre causaron destrozos dentro del Congreso y quemaron varios vehículos.

La detención de Sinto y Monroy se suma a otros casos similares ocurridos en 2021, como la captura del exsuperintendente de la SAT, Francisco Solórzano Foppa, el exanalista de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Aníbal Argüello, el integrante de Centinelas, Misael Méndez, el manifestante Rudy López, acusado de depredación de bienes culturales, así como el acoso judicial contra periodistas comunitarios en El Estor y otros.

Rudy López, un manifestante mam fue detenido tras una manifestación el 12 de octubre señalado de dañar el patrimonio cultural. Foto Regina Pérez

Estrategia de silencio y mensaje de represión

El exfiscal Juan Francisco Solórzano Foppa, quien fue detenido en mayo pasado bajo varios cargos que no pudieron ser probados por la Fiscalía de Delitos Electorales, opinó que el caso de Sinto muestra que hay un mensaje continuo de represión por parte del Ministerio Público.

También podría ser parte de una estrategia de persecución y uso del derecho penal desde el MP para perseguir voces críticas al gobierno. “Ya se había publicado anteriormente que la Fiscalía que llevaba el caso de Nanci no estaba investigando a los policías, a la cadena de mando dentro de dicha institución o dentro del Ministerio de Gobernación, sino que únicamente se estaba dedicando a investigar a los manifestantes”, señaló Foppa al preguntar si este se trataba de un caso donde se usa el derecho penal para callar a opositores.

Esta situación, a su criterio, es preocupante, porque hay dos personas que durante las manifestaciones de noviembre de 2020 perdieron un ojo y que se supone que la Fiscalía debería de estar investigando esos hechos. “Sin embargo, lo que estamos viendo es que se están usando todas esas pruebas para perseguir y montar casos como el de Nanci, sinceramente veo que son casos muy mal armados…solo de ver las imágenes no creo que haya delito, no se daña el patrimonio con pintarlo”, manifestó.

Sinto dijo a Prensa Comunitaria que vincula su captura a la estrategia de silencio que el Estado quiere implementar contra la ciudadanía y la población en general, “en el sentido de que no nos sigamos organizando y que no sigamos manifestando en relación a los actos de corrupción y de violencia contra los derechos humanos en El Estor y en otros territorios Q’eqchi’, la aprobación del Presupuesto y la persecución contra jueces y periodistas…”.

La activista señaló que la estrategia del Estado para reprimir es estructural e histórica, “lo que están generando es perseguir a todas y todos, no necesariamente tienen que ser activistas, creo que hay una forma de reprimir a quienes no coincidan con la forma del Estado de vulnerar nuestros derechos, también se criminaliza de distinta forma a los ciudadanos o líderes, no quiero minimizar lo que me está sucediendo, pero sí hay otras estrategias muy violentas como lo que vemos en El Estor con los desalojos, es otra forma de criminalizar”, dijo.

Por su parte Foppa destacó que ve una intención y un mensaje continuo, permanente y sistemático de parte del MP de represión hacia las distintas personas que deciden manifestarse contra el Estado “y esto viene orquestado desde el gobierno, en contubernio con las altas autoridades del Organismo Judicial”.

La activista maya Kaqchikel también cree que hay una estrategia más sutil “que no deja de ser criminalización y violenta, es el uso del derecho penal”, refirió.

Norma Sactic, directora la Asociación Política de Mujeres Mayas (MOLOJ), considera que detrás de la detención de la activista está que el gobierno actual ha iniciado una persecución en contra de liderazgos. “Sabemos que hay medidas de control a todos los que estamos denunciando o haciendo acciones en este caso a favor de las comunidades, de poder fortalecer sus procesos organizativos, es una de esas acciones de monitoreo”, indicó.

Sactic también resaltó la militancia política de Sinto, quien fue secretaria nacional de Juventud del partido político de oposición Winaq, aunque actualmente ya no forma parte de dicha agrupación.

Entérese más aquí:

Objetivo es callar a la ciudadanía

Solórzano Foppa concordó con que este caso puede ser utilizado para infundir miedo en la población que manifiesta por sus derechos. “Ese es el objetivo fundamental y creo que lo que tenemos que tener claro y que no puede haber es retroceder, sabemos que no les queda más que tratar de utilizar el derecho penal para infundir miedo y temor en la población que ejerce su derecho legítimo de manifestación pero no podemos quedarnos callados”, indicó.

Sinto recibió muchas muestras de solidaridad tras su detención, gesto que agradeció. “Eso evidencia mi recorrido político, laboral, académico, también como sujeta política y defensora de derechos humanos, no soy una persona indiferente y ajena”, dijo.

Por otro lado, expresó su preocupación porque a otra persona que esté detenida por el mismo caso en que se le vincula a ella no tenga la misma presión social y con mayor facilidad se le puede dejar en soledad. “Hay que considerar que la represión va parejo, por supuesto quieren desarticularnos por ser líderes o defensores de derechos humanos, pero también hay personas individuales que se han organizado desde su indignación, entonces quieren callarlos”, afirmó.

Para Sactic, el mensaje de la Fiscalía a personas y colectivos es “aténganse a las consecuencias que esto puede pasar ante las diferentes manifestaciones, acciones públicas que se han hecho contra este gobierno, se ve claro que van a ir contra todos para poder callar las diferentes protestas que se vienen haciendo en las calles”.

Durante la audiencia de primera declaración, el fiscal Jorge de León indicó que otras personas están siendo investigadas por los hechos ocurridos el 21 de noviembre de 2020. Además, dijo que están solicitando autorización judicial para acceder a perfiles en redes sociales de estas personas. “Existe una resolución judicial a través de la cual se faculta al MP a requerir información privada de las cuentas de redes sociales de dichas personas y de otras que están siendo objeto de investigación y que el MP vaya individualizando dentro de la presente investigación”, señaló.

Lo afirmado por el fiscal coincide con la línea que Consuelo Porras, jefa del MP, expresó de manera pública en septiembre pasado al indicar que pedir la renuncia de funcionarios o empleados públicos puede constituir un ilícito penal, esto en medio de masivas manifestaciones ciudadanas en su contra y del presidente Alejandro Giammattei, para solicitarle su renuncia.

En un comunicado de prensa, el procurador de Derechos Humanos (PDH) expresó su preocupación por estas detenciones. En el caso de Chiriz Sinto fue una de las personas agredidas en la manifestación del 21 de noviembre como quedó documentado en videos, redes y fotos. La Procuraduría señaló que ella fue vigilada e intimidada en su trabajo y vivienda por un año.

A la fecha, las investigaciones de esta y otras denuncias por violaciones a los derechos humanos de manifestantes y periodista no presentan ningún avance en el MP, puntualizó Rodas en el comunicado.

Entérese más aquí:

radio
Radio Pozol

(Español) Violencia paramilitar ahora contra indígenas Zoques en Chiapas, denuncian desde el norte del estado

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Chiapas, México. 23 de noviembre. “No te vayan a hallar, porque te van a salir matando, me dijeron. Me metí en el montazal. Pasé en el puro filo de la montaña, lo bueno que libré mi vida… ¿Por qué lo hicieron eso? ¡Nunca lo había visto eso!”, comenta un niño de 12 años que junto con mujeres, niños, ancianos y hombres zoques, fueron desalojados con golpes y balazos el pasado domingo 21, por la mañana, de su comunidad, el ejido Esquipulas Guayabal del municipio de Chapultenango, por parte de un grupo de corte paramilitar, señalaron.

Hasta este martes 23, las 40 personas desalojadas violentamente de sus tierras en las faldas del volcán Chichonal, permanecen en la cabecera municipal sin que alguna autoridad de cualquiera de los tres niveles defina cuando podrán volver a sus tierras y recuperar sus casas, ganado, gallinas y cosechas.

“Salimos sin zapatos, sin ropa, sin documentos, sin dinero, perdimos todo, ahora no tenemos de qué vivir”, expresan los ejidatarios que describen a los atacantes con vestimenta militar y armas R-15 y cuerno de Chivo, provenientes del municipio vecino, Rincón Chamula, los cuales “poco a poco se han ido asentando en la zona y apoderándose de vastas hectáreas de terreno”, denuncian las familias agredidas.

Otras de las personas a la que los ejidatarios responsabilizan del clima de violencia en la zona son: el profr. Alejandro Morales, el sr. Elías López y el ex comisariado Moisés Domínguez Bautista, a los cuales señalan de querer lucrar con las tierras ejidales. “La tierra no se vende, es patrimonio de los abuelos”, aseguran las y los indígenas zoques del norte de Chiapas.

“Queremos Justicia. Queremos que el gobierno nos tome en cuenta, que no nos tenga en esta situación”, exigen las familias afectadas, quienes denuncian que durante el desalojo sufrieron de golpes, patadas, tirones de cabello, garrotazos, culatazos y disparos a un lado de los pies y la cabeza mientras huían. “Nosotros ganamos la sentencia”, explican los ejidatarios de Guayabal, en referencia a la sentencia del tribunal agrario del pasado día seis de octubre, en el que las autoridades reconocen como únicos dueños a los ejidatarios zoques agredidos, lo que habría provocado el descontento de los atacantes, explican.

“Los viejitos tenían más idea. Nosotros no queremos perder El Costumbre, queremos heredarlo a nuestros hijos” aseguran los ejidatarios ahora despojados de sus tierras. “El Procede (ahora Fanar) afecta al ejido, el certificado de parcela significa que puedes vender la tierra”, exponen los indígenas zoques quienes años atrás denunciaron el registro ilegal de sus tierras en el entonces Procede, logrando la eliminación de dicho registro y que sus tierras estuvieran disponibles al “mejor postor”.

Las y los ejidatarios repudian enérgicamente la agresión en su contra y aseguran que harán lo necesario para dar con los responsables materiales e intelectuales de la violencia hacia sus familias.

En la región norte del estado, desde el 2017 diversas comunidades han denunciado lo que ellos llaman “la llegada de los proyectos de muerte”, en referencia a proyectos extractivos en el territorio zoque, como son: 12 pozos petroleros en 84,500 hectáreas; 11 concesiones mineras en 70 mil hectáreas; 1 proyecto geotérmico sobre 15 hectáreas en Francisco León, Chapultenango y Ostoacán; así como una represa en San Antonio Poyamó, Ocotepec, lo que despierta suspicacias en las comunidades del porqué de la urgencia del gobierno para que los ejidos puedan vender sus tierras.

Colectivos y organizaciones sociales nacionales e internacionales han condenado el ataque a los ejidatarios zoques de Guayabal, como es el caso del colectivo italiano Nodo Solidale, quienes señalan que “el Gobierno Federal mexicano, siguiendo los pasos del manual militar de la OTAN sobre guerras asimétricas, alimenta la fragmentación (y despojo) del territorio sin exponerse como actor militar activo, está omitiendo e ignorando las posibilidades de solución pacífica en los diferentes conflictos e impulsando la conformación de grupos civiles armados confrontados”, como en el caso de conflictos en las comunidades de Aldama, Venustiano Carranza, entre otras.

Antes del término de la presente edición los ejidatarios de denunciaron “actos de hostigamientos hacia la población albergada de Esquipulas Guayabal, por parte de funcionarios regionales del INPI”, quienes bajo amenazas impiden a las familias hablar de manera libre o externar sus preocupaciones a los medios de comunicación, denuncian los ejidatarios.

Información relacionada:

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radio
Ejido Esquipulas Guayabal

(Español) ¡Alerta! Ataque armado contra zoques de Chiapas

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Reporte 15:00 hrs

A la comunidad internacional
A los medios de comunicación

Hoy, 21 de noviembre de 2021 desde las 10:00 horas, un grupo armado atacó a hombres, mujeres, niños y ancianos zoques del Ejido Esquipulas Guayabal, municipio de Chapultenango, Chiapas al sur de México.

Resultado del ataque las muejeres zoques heridas fueron llevadas a casas particulares por la flata de condiciones adecuadas del hospitl básico de Chapultenango; además, hay mujeres y niños desaparecidos y casas quemadas. Hasta el momento, el grupo armado mantienen sitiada la comunidad.

El ataque deriva de la incorfomidad de la resolución del expediente 476/2019 del tribunal agrario por la disputa de más de 2 000 hectáreas sobre las tierras del volcán, donde de manera dolosa y bajo engaños el Registro Agrario Nacional y Procudaduria Agraria han confrontado a los campesinos del lugar por la ejecución del programa PROCEDE desde el año 2002.

¡Responsabilizamos al Estado Mexicano por su negligencia para resolver el conflicto agrario que data de hace mas de 19 años!

Ejido Esquipulas Guayabal, Chapultenango, Chiapas.

Fuente: Congreso Nacional Indígena

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Actualización 18:00

El grupo armado con fusiles de asalto de alto calibre atacó a hombres, mujeres, niños y ancianos zoques, hasta las 18:00 mantiene tomado el pueblo del ejido Esquipulas Guayabal, municipio de Chapultenango, Chiapas.

La mayoría de las familias zoques se encuentran desplazadas en la cabecera municipal y continúan personas desaparecidas, entre ellas las autoridades comunitarias del ejido.

¡Exigimos el desarme inmediato del grupo armado!
¡El retorno de la paz en las tierras zoques del volcan!

Esquipulas Guayabal, Chapultenango, Chiapas

 

Foto de portada: Radio Zapatista