Autonomia y Resistencia
Especulación eleva costo del maíz; amenaza soberanía alimentaria en México
Fuente: Avispa Midia
Por Jeny Pascacio
La crisis actual por el aumento en el precio del maíz no responde a un problema de abasto, sino a una especulación financiera derivada de temas internacionales que impacta en el precio final, señaló la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País.
En la actualidad, la tonelada de maíz se encuentra en 8,500 pesos, 20 por ciento más que en el mismo periodo de 2021, cuando registró un costo de 6,900; es decir, 345 pesos por bulto de 50 kilos.
Mediante comunicado, la Campaña Nacional hizo un enérgico llamado a las autoridades en sus diferentes niveles de gobierno para que ejerzan acciones contundentes de manera pronta y expedita ante la actual crisis de precios del grano. Destacó que difundir lo contrario representa una acción en contra de la estabilidad económica del país y de la soberanía alimentaria.
Liberalización
Entre 1988 y 1998 se liberalizó el sistema-producto maíz que estaba regulado por la intervención de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) a la compra y a la distribución bajo forma de tortillas con subsidio generalizado.
Malin Jönsson, coordinadora de la organización Semillas de Vida de la Campaña Nacional, explicó que en esa década se retiró el involucramiento del Estado en el comercio y distribución de alimentos. “Entonces el precio pagado a los productores es una cosa, pero el precio a los consumidores es otra y ninguno de los dos tiene subsidio y se supone que está controlado por el precio en el mercado internacional”.
Pero los costos están directamente relacionados con el precio en la Bolsa de Chicago que empieza a comprar contratos futuros de los alimentos básicos como el maíz y el trigo, y eso contribuye al incremento del precio en México y afecta de manera directa a los consumidores.
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Jönsson abundó que, en teoría, los números son vigilados, pero se aprovechan del contexto del conflicto bélico en Europa para subir costos pensando en un desabasto. No obstante, “no hay un desabasto de alimentos, realmente se está produciendo suficiente maíz para el consumo humano y no es necesario incrementar el precio”.
México produce suficiente maíz blanco para abastecer 13 millones de toneladas anuales que se requieren para elaborar tortillas de masa de auténtico nixtamal. Mientras, al año se cosechan 24 millones de toneladas de maíz blanco.
El alza de precio es producto de la especulación financiera injustificada “que no merecemos las y los mexicanos”.
Maíces nativos
Para Semillas de Vida es muy importante la producción de los maíces nativos que necesitan subsidios con apoyos directos a la producción de la diversidad de los alimentos del país para hacerle frente a los verdaderos efectos económicos y alimentarios de las guerras.
En este contexto, es importante que el Estado tome un papel mayor en la producción, de lo contrario seguirá la fluctuación de los precios que no beneficia ni a los productores ni a los consumidores, sólo a los intermediarios se quedan con esa ganancia y se pone en riesgo la soberanía alimentaria.
En abril de 2020 se promulgó la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, pero a la fecha el reglamento no ha sido presentado, aunque existe la propuesta de crear un Consejo Nacional de Maíz Nativo donde se van involucrar diversos actores de las dependencias federales estatales, pueblos originarios, además de la sociedad civil.
“Porque algunos actores no tienen la visión de la soberanía alimentaria, sino de dejar entrar a las grandes corporaciones, convencidos de que necesitamos ese apoyo”, lamentó Jönsson. Para la organización es urgente la creación de un organismo nacional que regule y establezca referentes comerciales nacionales basados en la oferta y demanda interna, tomando como prioridad el consumo humano y por ende nuestra soberanía alimentaria.
Consumo a la baja
En los últimos años se ha reducido el consumo de tortillas en México, debido al precio y a la mala calidad de los productos que se añaden a la producción de las tortillas. Ahora, el maíz supera precios jamás vistos y el mercado de abasto es incierto.
La tortilla es el principal alimento de los mexicanos y proporciona en promedio cerca de 45 % de las calorías, 40 % de las proteínas y 50 % del calcio que se requiere. En el campo pueden aumentar los porcentajes hasta llegar a 70% de las calorías y 50% del consumo diario de proteínas.
Además, privilegia nuestra cultura milenaria y mejora la alimentación, sana, nutritiva y saludable, declaró la organización quien resiste la privatización de la semilla y que hace hincapié en la elaboración de tortillas elaboradas con solo maíz de buena calidad, sin agrotóxicos y sin transgénicos, nixtamalizado exclusivamente con cal y agua, “es un derecho de las y los mexicanos y un asunto de seguridad nacional”.
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La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País señala la urgencia de que el país produzca el maíz blanco y maíz amarillo que se requiere para cubrir las prioridades de nuestra alimentación, “es una meta que se puede alcanzar”.
En un documento hizo un enérgico llamado a las autoridades en sus diferentes niveles de gobierno para que ejerzan acciones contundentes de manera pronta y expedita ante la actual crisis de precios del grano.
“No podemos permitir que el maíz para tortillas se emplee en la industria y para el ganado y no en nuestro principal alimento. Tampoco debe tolerarse que los fabricantes de harina para tortillas utilicen maíces amarillos de mala calidad”.
¿Dónde está Semarnat ante la devastación actual en el sureste?: La palma aceitera
Fuente: Avispa Midia
Por Aldo Santiago
El pasado viernes (25) un comunicado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) incendió las redes sociales.
En el documento, titulado ¿Dónde estaban los pseudoambientalistas cuando hace años empezó la verdadera devastación del sureste de México?, la dependencia reclama que el actual gobierno federal “trabaja en la remediación del desastre socioambiental”, permitido y promovido por administraciones pasadas en dicha región del país.
Uno de los temas que menciona el comunicado de Semarnat por contribuir a la devastación del sureste mexicano es la siembra de cultivos exóticos como la palma de aceite, los cuales demandan grandes cantidades de agua, así como la utilización de agroquímicos que generan severas afectaciones ambientales.
Una semana antes, Avispa Midia publicó la investigación El dilema de La Encrucijada: el lavado verde de la palma aceitera, donde revelamos la existencia de más de 7 mil hectáreas de palma aceitera cultivadas dentro de la Reserva de la Biosfera La Encrucijada, un Área Natural Protegida (ANP) en Chiapas.
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Días después, el comunicado de Semarnat corroboró esta información al referir que existen 8,000 hectáreas de palma aceitera dentro de La Encrucijada, una ANP con extensión de 144 mil hectáreas, la cual alberga los ecosistemas de humedales más importantes del Pacífico Americano.
Lo que no menciona el comunicado de Semarnat, al pretender justificar que la expansión de la palma aceitera es un problema del pasado, es que la agroindustria recibe el apoyo de la actual administración federal por distintas instituciones. Mediante acciones u omisiones, permiten la expansión de los monocultivos.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), así como las Secretarías de Bienestar y la de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), bajo la administración de la autodenominada “Cuarta Transformación”, continúan el trabajo de gobiernos pasados al apoyar el avance de la palma aceitera en el sureste mexicano.
Tal es el caso de la poca o nula fiscalización de la Profepa ante las reiteradas denuncias de contaminación por parte de las plantas procesadoras de aceite de palma ubicadas en Chiapas.
En ese estado, como reitera el comunicado de Semarnat, existen más de 49 mil hectáreas sembradas con ese monocultivo. Chiapas también posee la mayor infraestructura para su procesamiento, lo que en regiones como Benemérito de las Américas, en la frontera con Guatemala, está causando severos problemas de salud.
Apenas el pasado febrero, más de 4 mil personas se movilizaron para denunciar la contaminación que les provoca malestares como nauseas, mareos y dolores de cabeza; sequía, así como afectaciones en las tierras y muerte de ganado.
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La protesta de febrero sucedió tras años de denuncias ignoradas por las autoridades ambientales. Incluso, previamente los habitantes de Benemérito de las Américas enviaron documentos y cartas, tanto a la Profepa como al presidente Andrés Manuel López Obrador, sin obtener respuesta alguna.
Como documentó Avispa Midia, la expansión de la palma aceitera en la costa de Chiapas obtiene un nuevo impulso con el programa de gobierno Sembrando Vida. Así lo aseguró Juan Carlos Castro, director de La Encrucijada quien alertó que productores palmeros se “colaron” como beneficiarios del programa que pretende atender la degradación ambiental del país.
La organización Earthworm Foundation, quien trabaja con palmeros para alcanzar la “sustentabilidad” del monocultivo, también señaló que dentro de Sembrando Vida existen productores que están combinando sus cultivos de palma aceitera con cacao.
Esto lo confirmó la empresa Nestlé, quien mediante el documento Abastecimiento responsable de aceite de palma de 2020 aseguró que trabajó con el programa de subsidios del gobierno federal con productores dentro de La Encrucijada, quienes suministran a cuatro procesadoras de la región.
Cabe destacar que la multinacional Nestlé es la principal compradora del aceite de palma proveniente de La Encrucijada, lo cual implica numerosas infracciones al manejo del ANP.
Por su parte, la expansión de la palma en México también cuenta con el apoyo de la Sader. Su titular, Víctor Villalobos Arámbula ha mostrado su respaldo a la industria palmera, tanto con productores nacionales como con alianzas con compañías trasnacionales.
“La Sader es un aliado de los productores de palma de aceite, por lo que juntos revertiremos las opiniones infundadas y negativas de su cultivo con argumentos basados en la ciencia y la investigación, lo que redundará en ampliar la producción de aceite”, expresó Villalobos en una reunión de 2019 con representantes de gremios palmeros.
Entre los presentes en aquella reunión se encontraba Jorge Terrones López, Director General del Grupo Oleosur y presidente del Consejo Mexicano para el Desarrollo de la Palma de Aceite. Resalta la cercanía de representantes de Olesur con Sader, debido a que su subsidiaria, Plantaciones del Soconusco, cuenta con plantaciones dentro de la Reserva de La Encrucijada, sin contar con autorización de la Semarnat.
Más recientemente, en 2021, la Sader y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) se han sumado a las metas de PepsiCo a través de su programa “Agrovita”.
En mayo de 2021, Villalobos Arámbula participó en el lanzamiento del programa Agrovita, una iniciativa de PepsiCo Alimentos México, quien anunció una inversión de 20 millones de pesos para la expansión de palma de aceite en Chiapas y Tabasco, lo que se traduce en un renovado impulso para la expansión de las plantaciones de este monocultivo, principalmente en zonas que cuenten con las condiciones climáticas, como la región costa, selva y zona norte de Chiapas.