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Berta Zúñiga Cáceres, coordinadora general del COPINH, comparte sobre las acciones legales contra el banco de desarrollo holandés FMO por su apoyo financiero a la empresa DESA, a pesar de las reiteradas advertencias de violación de derechos humanos en la imposición del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca.
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Por Darío Aranda / Foto de portada: Hernán Vitenberg
El gobierno de Río Negro dio en concesión a empresas mineras más de 50 mil hectáreas, donde se incluyen territorios de comunidades mapuches. Fallos judiciales cruzados —que llegaron hasta la Corte Suprema—, una movilización histórica de pueblos indígenas y la decisión de no dejar pasar a las empresas extractivas.
Compañías extractivas, el Poder Judicial y el gobierno de Río Negro, de un lado. Del otro, comunidad mapuches con posesión territorial centenaria. Es el contexto de fallos judiciales cruzados, cierre de tranqueras y una marcha histórica sobre Viedma. “Hemos logrado organizarnos, desde las comunidades, para enfrentar a petroleras, mineras, forestales y los negociados inmobiliarios. Sabemos que el extractivismo en Argentina tiene directa relación con la deuda externa y nos vamos a permitir que esa deuda se pague con nuestros territorios”, afirmó Orlando Carriqueo, de la Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche.
En julio de 2021 las comunidades mapuches de Río Negro se enteraron por los medios de comunicación que el gobierno provincial, mediante la Secretaría de Minería, había otorgado permisos de exploración sobre más de 50 mil hectáreas a la empresa Ivael Mining Sociedad Anónima. De inmediato, y como sucede a lo largo del país, exigieron que se cumplan los derechos vigentes, entre ellos el establecido en el Convenio 169 de la OIT (que en Argentina tiene rango supralegal, por encima de normativas locales). Intentaron diálogos con el Gobierno pero no dio respuesta.
Comenzaron un proceso de varios trawn (reuniones de comunidades, que incluye ceremonias y participación de werkenes y lonkos). Decidieron el “cierre de tranqueras a las mineras” y siete comunidades recurrieron al Poder Judicial. Presentaron un amparo donde denunciaban la vulneración de las leyes que protegen los derechos indígenas.
Fundamentalmente el derecho al consentimiento y a la consulta libre, previa e informada. También alertaron sobre el riesgo ambiental que significan las mineras y recordaron la vigencia de la Ley General del Ambiente (25.675).
En febrero de 2022, el juez Marcelo Muscillo dictó una medida cautelar en línea con los pedidos de las comunidades originarias. “Se prohíben las tareas de exploración, prospección, cateo y/o explotación minera como así también el ingreso de nuevos permisionarios dentro de los territorios indígenas”, destacó.
El gobierno de Río Negro, a través de la Fiscalía de Estado, apeló de inmediato. En mayo, el Superior Tribunal de Justicia (con los votos de Liliana Piccinini, Ricardo Apcarian y Sergio Ceci) revocó la medida cautelar (no resolvió el amparo), lo que significó un paso adelante para la magaminería y el gobierno de Arabela Carreras.
Las comunidades mapuches apelaron a la Corte Suprema de Justicia de Nación (que no tiene plazo para resolver). En paralelo, el Pueblo Mapuche organizó una histórica marcha el 10 de junio, a Viedma. “Igkaleiñ Taiñ Mapu (en defensa del territorio)”, se podía leer en la bandera que encabezaba la manifestación por las calles de la capital provincial. Hacía muchos años que las comunidades mapuches no se hacían presente de esa forma, masiva, en Viedma.
Hicieron cientos de kilómetros para explicitar la injusticia donde atiende el poder. Realizaron paradas en lugares emblemáticos que favorecen el extractivismo: el Poder Judicial, la Legislatura, la Dirección de Tierras, la Casa de Gobierno y el Superior Tribunal de Justicia.
María Cona Torres es “pillan cushe (mujer mayor con mucha sabiduría)”. Fue una de las voces que se escuchó, micrófono en mano, durante la movilización. Al hablar intercalaba mapuzungun con español. “En pandemia nos decían que nos quedemos en casa, mientras en nuestro territorios avanzaban las mineras y nos robaban la tierra. Pero acá estamos, fuertes, aunque nos traten de ‘indios ignorantes’ por no saber leer o escribir, sabemos que tenemos derechos y sabemos que la minería es daño para el agua, daño para la tierra y daño para nosotros”, afirmó. Denunció que el Gobierno no quiere escuchar: “La gobernadora (Arabela Carreras) nos cierra la puerta en la cara. Que sepa que queremos ser libres para vivir como lo marca nuestra cultura y nuestros derechos”.
Orlando Carriqueo es vocero de la Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche. “Hay discusiones centrales que estamos dando en Río Negro gracias a que nos hemos organizado. Nos enfrentamos al poder político provincial y nacional, a las mineras y demás proyectos extractivos”, explicó Carriqueo y realizó un vínculo entre el presente y el pasado: “La historia de la Argentina demuestra que hay situaciones que no están resueltas, por ejemplo que no se reconoce el genocidio que sufrimos y que hoy sigue habiendo avances sobre las comunidades, tanto mapuches como de otros pueblos originarios del país”.
Otro debate, y conflicto, reciente se originó por el proyecto de “hidrógeno verde”, que incluye a la minera australiana Fortescue Metals Group y la cesión (por parte del gobierno provincial) de 625 mil hectáreas en la meseta de Somuncurá. “En esa zona hay al menos 32 comunidades mapuches afectadas, a las que se vulneran sus derechos”, explicó Carriqueo. El 14 de junio emitieron un comunicado conjunto, destinado a la gobernador Arabela Carreras: “Nos dirigimos a usted con el fin de hacerles llegar nuestra inquietud y preocupación como pobladores de la meseta de Somuncurá. Reclamamos la consulta previa, libre e informada de las comunidades ancestrales y de los habitantes que se encuentran viviendo en el territorio”. Recordaron que dentro de las 625 mil hectáreas “está incluida un área natural protegida y patrimonio ancestral mapuche”.
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Escucha nuestro nuevo #NotiFrayba, especial sobre personas defensoras criminalizadas en Chiapas ??
En Chiapas existe un patrón recurrente hacia personas defensoras de derechos humanos, a quienes se les amenaza, agrede y asesina; el Estado mexicano sigue sin generar mecanismos apropiados y que den evidencia de resultados para revertir la impunidad y la violencia. Los gobiernos tanto estatal como federal no garantizan ni protegen a quienes defienden los derechos humanos, utilizan el poder político para su criminalización y hostigamiento judicial.
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ROMPIENDO FRONTERAS
–MUNDO: Convocatoria a la Semana Internacional de Solidaridad con lxs Prisionerxs Anarquistas 2022 – 23 al 30 de Agosto. La Peste y Solidarity International
–COSTA RICA: Reportaje sobre Ak Kúk, Jala de Piedra, en el Territorio Birbri de Dëyë Di (conocido como Salitre). Desde la Coordinadora de Lucha Sur Sur.
De Informativo Mesoamericano de Voces Nuestras.
–PALESTINA: Gaza: 44 mártires y 360 heridos es el resultado de la agresión israelí. Una tregua entra en vigor. 3 nuevos asesinatos por el ejército israelí de ocupación en Nablus. Este año Israel ha asesinado a 129 palestinos. Palestina Libre
DESDE EL OMBLIGO DEL MONSTRUO
–MEXICO: Marcha por la libertad de las presas y presos políticos en México. Demandaron Libertad para Magda y Karla de la okupa Cuba-CNDH, de los 7 Presos políticos de Eloxochitlan Oaxaca, del indígena Fidencio Aldama de la tribu Yaqui defensor del territorio y Kenia Hernández indígena y activista Amuzga. Noticias de abajo
–CDMX: En la Ciudad de México, colectivos pro zapatistas, celebran los 19 años de los gobiernos autónomos en territorios zapatistas llamados Caracoles y denuncian las agresiones contrainsurgentes hacia las comunidades en resistencia. Noticias de abajo
–CDMX: Recordando a Cariño #NiUnaBiciBlancaMas. Jornada de memoria y protesta contra la imprudencia automovilistica. Morras Chambeando.
–MEXICO: Familias de personas desaparecidas realizan clausura simbólica en #FGR para exigir la creación del Banco Nacional de Datos Forenses. JF
Música:
-Juntas de Buen Gobierno- Grupo zapatista
-Palestina Resiste
-Amapola – No necesitamos banderas
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San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México
09 de agosto de 2022
Boletín No. 26
Gobierno mexicano tiene pendiente el respeto y reconocimiento del Derecho de los Pueblos Indígenas
• Saludamos a las autonomías que a contrapelo resisten los embates de las nuevas formas de despojo y colonización.
En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) sostiene que el Estado mexicano tiene una deuda histórica con los pueblos originarios, sigue sin reconocer plenamente sus derechos colectivos, en medio de un racismo y discriminación estructural que activa diversas violencias en su contra.
Las políticas actuales del gobierno mexicano siguen su ruta hacia el control, explotación y mercantilización de los bienes naturales en territorios de los Pueblos Indígenas de México. Se niega la diversidad de sistemas de vida que tienen raíces profundas desde la cultura ancestral. Además, por la riqueza que presentan los territorios en que habitan, sufren cotidianamente una práctica de control poblacional con el fin de despojarlos de sus tierras y medios de vida. El gobierno actual a través de imposición busca el “desarrollo”, violando el derecho a la consulta previa, libre e informada como sucede con el impulso de los proyectos del Plan Integral Morelos, Corredor Interoceánico y el Tren Maya, símbolos de la colonización y exterminio contra los Pueblos que resisten al sistema capitalista.
Además, se busca generar una política de asimilación e integración de los Pueblos Indígenas a través un nuevo indigenismo que tiene como elemento central el exterminio y sus pilares son la explotación, despojo, desprecio y represión. El Estado mexicano ha banalizado también su derecho a decidir sobre su territorio.
Las políticas implementadas en materia social generan un asistencialismo y dependencia que impactan la visión colectiva y formas de organización de los Pueblos. En este sentido, reconocemos los aportes de los procesos que se han construido a partir de los Acuerdos de San Andrés junto al ejercicio pleno de la autonomía, autodeterminación y resistencia, como los son desde el 9 de agosto de 2003 el nacimiento de los Caracoles Zapatistas y las Junta de Buen Gobierno que impulsan el ejercicio de los derechos colectivos desde la organización de abajo, de los pueblos que avanzan en la liberación de la dependencia y control gubernamental.
Saludamos a los Pueblos Indígenas de México y el Mundo que, desde sus diferentes formas de Autonomía, Autodeterminación y Resistencia, persisten en la construcción de Paz y Vida Digna. Hoy como nunca son nuestra brújula para la defensa de los derechos humanos.
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La mañana del pasado sábado (30), habitantes del ejido Tila, norte de Chiapas, marcharon por las principales calles de la comunidad para conmemorar el 88 aniversario del reconocimiento de sus tierras ejidales, lo cual sucedió a través de la resolución presidencial emitida el año 1934.
Las y los indígenas Choles, aprovecharon para denunciar “la corrupción de los tres niveles de gobierno y del sistema agrario”. Por ser indígenas “no somos tomados en cuenta, sólo en las contiendas políticas”, puntualizaron durante un mitin en la plaza central de Tila.
Los también integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI), evidenciaron que Eduardo Gutiérrez Martínez fue reconocido como comisariado por el Registro Agrario Nacional (RAN), en el periodo 2015-2018, falsificando firmas para obtener personalidad jurídica. Otro de los comisariados que posteriormente no han sido reconocido por el ejido es Miguel Vázquez Gutiérrez, denuncian los indígenas Choles. Ambos comisariados desconocidos por el ejido son respaldados por los tres niveles de gobierno y dependencias agrarias, recalcan los descendientes del pueblo Maya.
Los indígenas del norte de Chiapas, exigen se respete la resolución presidencial que ampara y protege las 5,405 hectáreas. Por defender la herencia de sus antepasados “hemos recibido amenazas, represión, hostigamiento, calumnias y difamaciones”, expresan los ejidatarios en resistencia.
Lucha histórica
Las tierras del ejido fueron reconocidas a los ch’oles por resolución presidencial en 1934. En 1966 se intentó modificar el plano para entregar 130 hectáreas a la presidencia municipal, pero los ch’oles obtuvieron el amparo 890/77, que ganaron en definitiva en el año de 1994.
En 1982, el Congreso estatal decretó la expropiación de las 130 hectáreas que ambicionaba el ayuntamiento. Un nuevo amparo de los ejidatarios, el 259/1982, comenzó a tramitarse. Dicho amparo, ganado en 2008 por el ejido, ordenó la restitución de las 130 hectáreas de tierras ancestrales; sin embargo, bajo el falso argumento de imposibilidad para la ejecución de la sentencia, el ayuntamiento municipal la incumplió, motivo por el cual las y los ejidatarios de Tila promovieron el incidente de inejecución de sentencia 1302/2010 ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Desde diciembre del año 2015, los indígenas choles por acuerdo de la asamblea, retiraron a la presidencia municipal del ejido y a los partidos políticos, tomando en sus manos las gestiones de limpieza, seguridad, justicia entre otros rubros.
De acuerdo al posicionamiento de las y los ejidatarios, el actual gobierno de Rutilio Escandón no ha dado las garantías judiciales, al no dar cumplimiento a la ejecución de sentencia ordenada por la SCJN, que condena la restitución de las tierras expropiadas al ejido para un denominado fundo legal. Esta condena, aunque fue emitida desde el 12 de septiembre del 2018, sigue sin ejecutarse, lo que ha provocado el incremento de la violencia en la región contra los ejidatarios, asegura el académico y comunicador José Adriano Anaya.
Como lo indica el periodista Luis Hernández, “La controversia agraria en Tila no es sólo asunto de tierras; es, también, una disputa para enfrentar el poder del cacicazgo, frenar la privatización de la tierra, reconstituir el pueblo chol, construir la autonomía y resistir la política de contrainsurgencia”.
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Chiapas, México. 30 de julio. La mañana de este sábado el ejido Tila marcho por las principales calles de la comunidad para conmemorar el 88 aniversario del reconocimiento de sus tierras ejidales a través de la resolución presidencial de 1934.
Las y los indígenas Choles, aprovecharon para denunciar “la corrupción de los tres niveles de gobierno y del sistema agrario”. Por ser indígenas “no somos tomados en cuenta, sólo en las contiendas políticas”, puntualizaron durante un mitin en la plaza central de Tila.
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Jobel, Chiapas, México
A 28 julio del 2022
Al Ejercito Zapatista de Liberación Nacional
Al Congreso Nacional Indígena
A la Sexta Nacional e Internacional
A las Redes de Resistencia y Rebeldía
A quienes firman la Declaración por la Vida
A las personas que siembran Dignidad y Organización
Organizaciones, colectivos y redes adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona denunciamos la continuidad de las agresiones, hostigamiento y desplazamientos forzados con la complicidad e impunidad preponderante de los tres niveles de gobierno hacia las comunidades autónomas de; El Esfuerzo, Municipio Autónomo Rebelde Zapatista Comandanta Ramona; Nuevo San Gregorio, región Moisés y Gandhi, Poblado La Resistencia, Poblado Emiliano Zapata, Poblado San Isidro y 16 de febrero, Municipio Autónomo Rebelde Zapatista Lucio Cabañas, del Caracol 10 “Floreciendo la Semilla Rebelde”, de la Junta de Buen Gobierno “Nuevo Amanecer en Resistencia y Rebeldía por la Vida y la Humanidad” en Chiapas, México. Asimismo, denunciamos la obstaculización al trabajo de derechos humanos que realizan las Brigadas Civiles de Observación (BriCO).
El jueves 14 de julio de 2022, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba), documentó, que aproximadamente a las “08:00 horas, ejidatarios de Muculum Bachajón encabezados por el comisariado ejidal junto con policías municipales y agentes de protección civil , arribaron al poblado San José Tenojí, Chilón,donde mantuvieron una reunión, alrededor de las 13:50 horas ingresaron violentamente al poblado “El Esfuerzo”, municipio autónomo Comandanta Ramona (cuenta con 54 hectáreas de tierras recuperadas en 1994 por el EZLN), desplazando a seis familias Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (BAEZLN) quienes salieron de su lugar habitual para salvar sus vidas y se trasladaron a la comunidad de Xixintonil, además prendieron fuego a las casas y a sus bienes y se corre el riesgo de que se pierdan 20 hectáreas de maíz y frijol que aún no han cosechado” [1].
El día 29 de junio de 2022 en conferencia de prensa nuestrxs compañerxs del Frayba presentaron un Boletín donde denunciaron las amenazas de muerte contra observadores nacionales e internacionales y la obstaculización del trabajo de defensa que realizan . [2].
Recordamos que desde marzo de 2021 se instaló un campamento para las BriCO en la comunidad zapatista de Nuevo San Gregorio con el objetivo de salvaguardar la integridad física y emocional de nuestrxs compañerxs zapatistas. En un contexto de agresiones constantes desde noviembre de 2019 por parte de un grupo de personas provenientes de diferentes comunidades aledañas conocidos como “Los 40 Invasores”, quienes han cercado y despojado 155 hectáreas de tierras recuperadas en 1994 por el EZLN, que forman parte del territorio colectivo de Nuevo San Gregorio [3].
Desde el mes de abril de 2019 La Región Moisés y Gandhi ha sido objeto de agresiones armadas por parte del grupo paramilitar de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO), por un interés agrario de despojo de tierras recuperadas por el EZLN [4].
El 5 de mayo de 2022 el grupo paramilitar ORCAO desplazó de manera forzada a cuatro familias integradas por 29 personas en el Poblado de La Resistencia, además 11 familias integradas por 54 personas del Poblado Emiliano Zapata. A esto le sumamos las agresiones paramilitares hacia el Poblado de San Isidro y hacia el poblado de Moisés y Gandhi [5].
En otra agresión, el día 10 de enero de 2022 que aproximadamente a la 01:00 horas, fue atacada la comunidad autónoma 16 de Febrero en dónde un grupo no identificado de alrededor de 15 personas encapuchadas y armadas, entraron a la comunidad autónoma, demás de golpear a algunas familias y desaparecer por algunas horas a cuatro personas [6].
Como Adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona hemos sido testigxs del digno proceso de resistencia y dignidad de las familias zapatistas para no ceder a las provocaciones criminales. Del mismo modo hemos sido testigos y acompañantes del trabajo de lxs observadorxs y de nuestrxs compañerxs del Frayba. Podemos asegurar que hemos intentado hacer un trabajo impecable como personas defensoras de derechos, donde el principal objetivo es y ha sido salvaguardar el proyecto de autonomía y de vida que representa la lucha zapatista. La importancia del trabajo de las BriCO es fundamental dentro del quehacer político en el estado de Chiapas, un trabajo que se ha realizado desde hace 28 años. Vemos altamente preocupante que este trabajo que apuesta a la vida se vea amenazado de diferentes formas hasta el extremo de amenazas de violación dirigida hacia nuestras compañeras observadoras. Es realmente lamentable que se suspendan las actividades de observación en ese territorio, sabemos y compartimos las razones del porque nuestrxs compas del Frayba han tomado dicha decisión, pues deja en una vulnerabilidad a lxs pobladores de la comunidad zapatista de Nuevo San Gregorio. Hoy, una vez más constatamos el desgobierno de la supuesta y cínica “Cuarta Transformación” que deja que la vida, la integridad física y emocional de los defensores de los derechos humanos se vea amenazada.
Frente a todo este escenario de guerra contra la vida y autonomías de los pueblos zapatistas podemos decir que son 28 años donde la Madre Tierra resiste y da sustento a las autonomías de los pueblos zapatistas, guardianes de las tierras recuperadas que son legítimamente tierras del EZLN. Desde ahí florece y semilla el tejido de la vida que resiste y se rebela ante este sistema capitalista criminal; mediante una relación de respeto y cuidado a la Madre Tierra con procesos organizativos a través de la autonomía desde la comunidad y la colectividad, son lugares de resistencia que alumbran el horizonte y podemos mirarnos en el espejo de que otro mundo está siendo posible.
Por ello, convocamos a lxs compañerxs adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y Redes de Resistencia y Rebeldía, a que todas y todos como compañerxs de lucha por la Vida y por la defensa de la Madre Tierra nos sumemos desde nuestras geografías, según nuestros modos, tiempos a MANIFESTARNOS A LA BREVEDAD que podamos, con el objetivo de denunciar esta Guerra contra la vida, las autonomías de los pueblos Zapatistas, por la seguridad integral de las personas defensoras de los derechos humanos y a exigir al desgobierno mexicano el cese a su complicidad e impunidad imperante.
Así también, convocamos a participar en acciones dislocadas y públicas durante la primera semana de agosto del 1-8 de agosto para visibilizar conjuntamente las denuncias. Es decir, llamamos a manifestarnos espontáneamente y conjuntamente, sin que una manera anule a la otra para romper el cerco mediático… Todas las voces!
!Alto al hostigamiento a las comunidades zapatistas!
!Alto a las prácticas contrainsurgentes a las comunidades del Caracol 10 del EZLN!
Red de Resistencias y Rebeldías AJMAQ
Red Universitaria Anticapitalista (Ciudad de México)
Mujeres y la Sexta, Abya Yala
Resistencias Enlazando Dignidad-Movimiento y Corazón Zapatista (Red MyC Zapatista)
Adhesiones:
Sexta Grietas del Norte
Red de Resistencia y Rebeldía Tlalpan
Mexicanos Unidos
Armando Soto Baeza
Carolina Concepcion González González . Profesora – Investigadora en la UABCS . La Paz, Baja California Sur
Peter Rosset
Espacio de Lucha contra el Olvido y la Represión (ELCOR-Chiapas)
Diana Itzu Gutierrez Luna (Chiapas, México)
La Cátedra Jorge Alonso
Colectivo Nodo Solidale (México – Italia)
José Antonio Olvera Llamas
Colectividad Nuestra Alegre Rebeldía(NAR) de la Red Morelense de Apoyo al CNI/CIG
Lumaltik Herriak
Desmi A.C.
Charlotte Saenz
Caitlin Manning, San Francisco, CA
Comite de Apoyo a Chiapas, Oakland, CA
Miriam de Nazaret García del Saz
Enrique Bauza Ferre
Red de Solidaridad con Chiapas, Buenos Aires – Argentina
Raúl Zibechi (Uruguay)
Colectiva Corazón del Tiempo / Puelmapu territorio ancestral Mapuche
Ramona Mercado Autogestivo Natural, Córdoba, Argentina
Valeria Sbuelz, Córdoba, Argentina
Red de feminismos descoloniales
Citizens Summons, Bonn, Alemania
Tampico abajo y a la izquierda
Confederación General del Trabajo (CGT)
Constanza Araya Sandoval, Antropóloga, Madrid
Associació Cultural el Raval-El Lokal
IF Mexicogruppen, Dinamarca
Red Latina sin fronteras
Patrícia Rios Brandi
Centro de Documentación sobre Zapatismo – CEDOZ-
Elena Cedrón portal Confraternizarhoy, Argentina
¡Compas arriba! Medios Libres
Olivia Meehan
Asociación Cultural Q’anil, San Juan Sacatepéquez, Guatemala
Francisco De Parres Gómez – Antropólogo / Fotógrafo
Carolina Elizabeth Díaz Iñigo – Antropóloga
Colectivo Transdisciplinario de Investigaciones Críticas (COTRIC)
Asamblea Libertaria Autoorganizada Paliacate Zapatista, Grecia
Y Retiemble!. Colectivo de apoyo en Madrid al CNI-CIG y al EZLN
Miriam Barranco Díaz.
Ma. Eugenia Sanchez Diaz de Rivera. Puebla.
Colectivo gata-gata. Alemania.
André Nascimento
Assentamento Utopia e Luta – Porto Alegre-Brasil
Valentina Cisneros
Israel Mora Pirra
Antonio Gritón (artista visual)
Arturo Anguiano Profesor-investigador
Morfin Otero, Francisco
Inés Durán Matute
Escuelas para Chiapas
Kate Keller
Alicia Castellanos Guerrero
Gilberto Lopéz y Rivas
Sylvia Marcos
Bárbara Zamora
Raúl Delgado Wise
Ana Esther Ceceña
Juan Villoro
Jorge Alonso Sánchez
Márgara Millán
Servando Gajá
Comunidad Circular AC
Sashenka Fierro Resendiz, Ensenada, BC
Magdalena Gómez
JAD Co.Productions
Núria Gràcia
María Eugenia Sánchez
Magdalena Gómez
Aída Hernández
Juan Carlos Rulfo
Elisa Cruz Rueda
Raúl Romero Gallardo
Silvia Resendiz Flores, Activista feminista, Ensenada Baja California
Luiz Alberto Barreto Leite Sanz
Epifanía Pérez Vázquez, Adherente a la Sexta Declaración
Cassio Brancaleone
Arbel Mendoza Pérez/ Misión de Guadalupe, Chiapas
Clara Redal Montané, Madrid
Unitierra Oaxaca
Carlos López Beltrán
Paula Mónaco Felipe
Mujeres de la Sexta Jovel
Coopia
Lengualerta (cantor-CDMX)
Fernanda Navarro
Renata Ferreira da Silveira – Porto Alegre/Brasil
Marcelo Argenta Câmara – Porto Alegre/Brasil
Dilermando Cataneo da Silveira – Porto Alegre/Brasil
Bárbara Gonçalves Hesseln – Porto Alegre/Brasil
Nelson Rego – Porto Alegre/Brasil
Sinthia Cristina Batista – Agb Porto Alegre – Docente UFRGS – Porto
Alegre/Brasil
Ateneu Libertário A Batalha da Várzea – Porto Alegre/Brasil
Associação dos Geógrafos Brasileiros – Seção Porto Alegre
Teia dos Povos – Brasil
Teia dos Povos São Paulo – Brasil
Teia dos Povos Rio Grande do Sul – Brasil
Teia dos Povos Ceará – Brasil
Teia dos Povos São Paulo – Brasil
Território Junana – Maquiné/Brasil
Utopia e Luta Assentamento Urbano – Porto Alegre/Brasil
Federação Anarquista Gaúcha – FAG – Brasil
Resistência Popular Vale dos Sinos – Brasil
Deriva Jornailsmo Independente – Brasil
Mecha de Arizona State University
LifeLockDIY
Abya Yala rompe el cerco
Colectivo CriptoPozol + DDHH
Red de Rebeldía y Resistrenzas Puebla
Jorge Luis López
Cooperativa Pulmón de Oxígeno conformada por la colectiva el Timón Bailarin
Patricia Sepúlveda Parrao, música y docente Universidad de Talca, Chile.
Café Libertad Kollektiv, Hamburgo, Alemania
La caminata de los pueblos indígenas de Córdoba. Argentina
Visión alternativa a.c.
Mujeres que luchan Xalapa
RASH GDL Rojos y Anarquistas skinheads sección GDL
Ma. del Carmen Bustos Garduño
Víctor Gutiérrez Torres, Voces de la educación
Angélique Sapolin
Elías González Gómez del blog Amanecer
La Zarzamora de Wallmapu
Colectivo Acción Solidaria en Viena Austria
Andreas Bethmann, Bremen, Alemania
Nodo de Derechos Humanos
Solidarisches Mittelhessen
Avispa Midia will be presenting a series of processes and exercises for the construction of autonomy. Other forms of social relations. The following is an interview with members of the Blacklidge Community Collective. They share the experience of their community space, which also serves as a dining room, print shop, library and many other self-organized activities in Tucson, Arizona.
Avispa Midia (AM): How would you describe the project?
Y: The short version is, it’s a space for experiments in autonomous living. But in that, it’s also a library, it’s also a garden, it’s also a community center, it’s also like a commons. It’s all of those things. It’s a DIY venue…
X: Yeah, I think most often when I don’t feel like saying BCC or the “Blacklidge Community Collective,” I just refer to it as “the community space.”
Z: It’s a PHYSICAL space, and I think that’s really really important, that we have a physical space, together. If anybody has a desire to do or host something here, like it’s never been turned down. It’s just this expansive space where we can create things.
AM: How did the project start and how many people are involved?
Y: Depending on how detailed you wanna get, it started out of the remnants of a cooperative coffee shop called A Shot in the Dark. After it closed, some of the worker-owners there who were mostly very young, teenaged to early 20s punks, newly interested in anarchist politics, were very invested in starting a DIY venue that also did harm reduction work. And getting to know them, it was probably just 2 micro- generations of people coming out of anarchist circles and subcultures, and we kind of were talking to them, just like older folks 15 years older than them roughly, about also looking for a space.
So, we found a small space in the neighborhood just north of here in which we did basically just that. Where on top of doing DIY shows and a harm reduction drop-in center during the day, we would do other kinds of events at night – poetry readings, we did a tattoo fundraiser, lectures and workshops. And then just before the pandemic, we found this space. And it expanded, joining forces with multiple archival projects and the print shop project that were also looking for a space. And then shortly after that, Tucson Food Share joined us, and a mutual aid project joined us. And that’s sort of more the current iteration. We moved into this space only like a month to 2 months before the uprising.
Anyone is welcome to the meetings. Yeah, I mean, I don’t know, as far as people who come here regularly, maybe roughly once a month come here – 100 people? Or maybe more – 120 people? People who come to meetings it’s maybe a core group of about 10-15 people. And people that are around on a more weekly basis because they’re a part of some project here, or are coming to a lot of things here, 40.
Z: And then last weekend there was a play, Romeo and Juliet, and there were probably 300 to 400 people here over the course of 3 days, maybe more? In the street, blockaded off for the play.
Maybe this is a good section to talk about – are there any other projects that happen here that we haven’t mentioned yet?
Y: The Mesh Network is an experiment in trying to get affordable to free, semi-autonomous internet access. And so, probably the biggest one in the United States that I’m aware of is in New York City and this project, the local Tucson -what are they calling it? -Internet Commons or something, is largely inspired by the project in New York.
And, yeah, you basically have these transmitters that get put on top of rooftops within a certain distance of each other, I think the range is roughly a mile, but it’s better if it’s closer. And yeah, those different nodes connect to each other and talk to each other and you can slowly spread internet access as you put more and more of those antennas up.
You need concrete access, like you need a doorway, a gateway into the main internet which is what most internet companies are providing you – they have space in a large server farm that all of their network is connected to. So, all those internet service providers, that’s what they do, and then they charge you for access to their gateway.
And so the Mesh Network is hoping to provide – it’s not fully autonomous internet because the internet isn’t fully autonomous- but their long term plan is to buy servers at a server farm nearby within range of our rooftop, and be able to provide free and semi-autonomous, less regulated internet access to anybody that’s in range of the antennas.
Z: Did we mention the garden? I think the garden is really special. They way that this building is set up, it’s a big brick warehouse at the end of a Dead End road. So you pull up and the garden is right in front of the main entrance to the building – you have to walk through the garden to get inside. The desert is really harsh and the summers are really hard here and things die really easily, and I feel like the garden is just this energy of life that you walk through to get into this space.
X: There’s a lot of different goals with the garden. We don’t think that we’re going to really change the course of food sovereignty with this tiny little garden, but we can try. We can at least make some difference in how much money we’re individually spending on groceries. We can at least have food to contribute to the weekly dinners that happen here. Just kind of like, planting a seed in people’s minds of thinking about food sovereignty and the way we get our food and how fucked up food systems are.
Y: I’d maybe add something related to the garden – it’s maybe like a big picture thing as far as what’s interesting to me about the BCC. A friend said when reflecting on their grocery program that they had at a similar space in Atlanta, Georgia that the food program that they were doing at the time – it fed, you know, a couple hundred people a week probably. But the thing that was important to them wasn’t the quantity of people they were feeding, but the fact that everyone involved with the space, as well as people that were just coming to the space for the food program, were all reliant on food program, on some level at least, for food.
And so, in those moments, through that program, they were all tied together and they all needed each other. And that set the pace for building autonomous relationships and autonomous communities – it’s like, that’s the kind of interdependence we need. And for me, the garden really contributes to that, or at least holds the seeds for something like that.
Z: Food is so important – the connection between the garden, feeding ourselves, feeding each other, the Tucson food share, a project that was housed out of here before they moved into their own building, and of course the Tuesday night dinners, which we haven’t talked about too much yet. But the Tuesday night dinner is my favorite event that happens here.
There’s probably like 50 to 100 people who you can almost guarantee will be there on a rotating basis, like people that you know you’re going to see every week and I just think that’s really special.
The connection between growing plants, watering things, having food, getting food from the food share to cook dinner for ourselves, to feed other people, and then like – people bring their moms to TND and shit. It’s special.
X: Yeah, something that I’m thinking about is this person whose work I really enjoy, Dayna Lybb Nuckolls, who defines liberation as, “the labor of communal imagining,” and I feel like that really goes down here a lot.
When I think about that phrase, the first thing I think about is Tuesday dinners. Because it’s not just having dinner together. It’s all these other things of coming together communally in the space to make dinner together, and having different people do different roles every week – coming together in that way. Going to the food share to get the food, and then coming here and making the food together, and then serving the food, and then people come and eat it and hang out together and talk in person, away from screens.
Z: Yeah, a lot of projects and things that I really care about in our community started at the BCC dinner and continue to flourish because of that commitment of like, I see you every week and if I have a question, I just ask you at dinner, and then we have a conversation about it.
Y: And what’s so cool about that is, the number of projects that have come and gone from the space only being here 2 years, is actually really cool, because it’s proving that this experimental hub idea, or approach that we’re having, is constantly generating new projects and new initiatives that can take on a life of their own.
Z: I’m thinking about how an idea needs a home in order to grow, and in order to start. And sometimes people want to do something, or people want to start something, but If you don’t have a place to do that, it’s harder. I mean it’s back to, the BCC is a physical space. It’s a building that we can walk into and do things together in, and especially in the desert, we need an indoor space. We are blessed by having the indoor space and the AC and everything.
AM: What are the main needs or problems you are addressing with this project?
X: The need for physical space. Like you said, ideas need a home to be able to grow.
When I moved to Tucson, I was just blown away like, oh my god people are really doing shit that we could never do in Phoenix, partially I think because there wasn’t a physical location. We were all just doing shit out of our bedrooms, which is still feasible and you can still do a lot of things that way, but definitely not to the same capacity. Especially when you’re just doing it by yourself or with a couple of friends, there’s not that opportunity to meet other like-minded people to then branch off and do other projects with.
Y: If we’re thinking in the broadest term, or the broadest base of people who may be a part of the space, we’re talking around 100-120 people. Those people don’t all think the same, they don’t all have the same goals. At the very least, they don’t all have the same words to describe those goals. Maybe there’s certain aligned values amongst all of those people, or inclinations maybe is a better word.
But for me, what is and always has been exciting about the potential of the BCC, is to build a real movement. And not in just this very constituent framing of building new subjects that will influence government or something. But like, new ways of relating and living together that will at least help be some of the seeds for a better way of living in the midst of all of this crisis and capitalism and global order.
I’d like to think we are the tiniest little specks of what could become something like Rojava or Chiapas and the Zapatistas. You know, they’re blowing us out of the water. I don’t want to put us on some sort of plane that’s anywhere close to the epicness of what they’re doing, and the challenges that they’re all really facing – people are dying constantly – there’s real stakes to what they’re doing. So, I don’t mean to compare us in that way.
But my hope is that there’s some seeds, of potentially decades in the future – that some of those people who are doing that in this area, can trace some things back on some level to the BCC.
For me, it’s not just creating a space to feel good and connect with cool people. Which, it’s obviously that, that’s a big aspect of it. But it’s to build material resources to survive and materially resist the state.
The BCC was supportive in concrete ways to the protests in the summer of 2020, and the uprising, both materially and vocally. We’ve been supportive of the protests growing against the deaths in the Pima County jail. We did a tattoo fundraiser for Chilean prisoners in the wake of their uprising in 2018. We’ve done info nights for Fidencio Aldama – who is a Yaqui political prisoner for resisting a pipeline in Sonora.
Z: I think a problem that this project addresses is isolation. I feel like capitalism pushes us to be so individualistic, and we fight that in this really simple way of gathering and coming together.
AM: Do you consider this project to be an alternative to capitalist relationships?
Y: I would say that’s the effort – to push those dynamics and those relationships increasingly to the fringes of our lives as much as possible. That framing for me is more useful than trying to live some pure life in which suddenly we are not subject to those things, but that in given moments and in the longer trajectory, we are pushing those things further and further out.
Z: I also think it’s really important to note how new the project of the BCC is. It’s so young and it’s so early.
So, like – are we an alternative to capitalist relationships? Yes.
Are we living in this whole other dimension where we don’t participate in capitalism at all? No.
But are we trying really hard to plant those seeds so that hopefully, eventually, we are participating as little as possible? I think we are. I think we’re planting it; we’re starting it.
X: Even just in the short time that I’ve been here, being here consistently has forced me to re-think and re-frame ways of relating to myself and to other people and to place, outside of what is ingrained in us by capitalism and by this way of life. I think it’s a mistake to think that spaces like this are automatically different and we’re in this bubble that isn’t touched by these things anymore.
AM: How do you make decisions and how do you confront obstacles?
Z: Something I love about this project is that whoever has the energy in the moment to do something, those are the people just doing that project. And very rarely do we try to filter or censor each other in the things that we have energy to do. It feels really open to a lot of people’s different methods and ideas and ways of making decisions.
Y: A part of it is that consensus, as some sort of decision-making process, in a project that is this multi-faceted…. There’re multiple different projects housed here that do vastly different things. Printing is not the same as fucking gardening. And so, in a consensus process – what does someone who is almost exclusively doing things in the print shop have to say about the garden?
Z: And I think something that’s so cool about this space is like – how are those decisions made? It’s not the print shop and the garden sitting in a room for two hours having a meeting, and taking meeting notes, and sending out the notes document, and talking about it and then voting on it for two months – it’s simply, maybe 2 maybe 5 people, probably eating food, in person, making eye contact, having a conversation, and figuring it out.
Y: There’s a way that radicals in general get obsessed with “process” as the representation of the “new way” – but it’s still actually a strange governance mentality, where it’s like, “our experience of relating together is through a mediated process of negotiation” of like, “this is the governance space where we decide how we live together”
And that’s not actually how people live together. What matters more is our relationships to each other. Direct relationships, as un-mediated as possible.
AM: What has been the main thing you’ve learned so far?
[birds chirping]
X: I feel like I’m just learning shit all the time, every time I come here. Just generally, I’ve learned how to be a better human.
Z: I’ve learned this before in life, but the BCC has really solidified it for me that – navigating the world is so much easier with other people. Like, doing things alone is almost never the easiest way.
X: Something that I heard a while ago is that survival is a shared burden, and not an individual obligation. And the BCC has really concretely solidified that in my mind by showing it to me physically.
Z: A cheesy thing that I’ve learned is – hope. Hope for the future. There’s a really, really wide umbrella of people who spend time here and projects that happen here, but a really consistent thing that I see here is people who really believe in something beyond just right now and just today. And people who really care about it and think about it frequently, and in their everyday actions are trying and working to build that. Learning hope, learning friendship, trust, consistency, commitment.
Y: Yeah, who knows? It could all collapse tomorrow.
Z: Exactly! Good thing we are here right now, in the beautiful garden. It is such a nice day.
AM: Is there anything else you want to share about the project?
Z: Is there some kind of one liner to describe the BCC that we missed? It’s just so hard to pin down like, is it an anarchist project, is it an autonomous project?
X: It isn’t any one of those things, which I think is worth celebrating. Maybe to other people it may seem vague or distant, but I think that’s a really great thing. Like with anarchists in Phoenix, for example, sometimes there’s so much emphasis on defining [a project’s] limits and boundaries that they’re suffocating themselves before they even start.
And I think that’s something that the BCC does really well – not having those hard limits and not having those hard boundaries of what the BCC is and can be, that makes it able to be so fluid in a way that works really well. It opens up so much space for so many things to live and thrive.
Y: I mean even just that language that you used…where people who are maybe not as close to the BCC could have a hard time “pinning it down,” is like, you know, the effort to pin down, there’s a lot of dominance implied in that phrasing. There’s an implication there. When we’re trying to pin down what something is, we should question why we’re trying to do that. What is the function of pinning something down?
Z: Yeah, it’s actually beautiful that we don’t try to. That’s unique for me – that we’re not forcing ourselves to define anything.
Y: When writing the mission statement or whatever that hasn’t been approved yet, I kind of opened with the line that we are living at the end of America. And hopefully the BCC will outlast America. Whether in this form or some other form, I think we will outlast America.
Z: I think that too. I really liked what you said, Y, about how maybe 20 years from now, something in that time can be traced back to something that was started here, right now.
Y: Some would argue that America is already over and we are merely living in her death rattle.
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Convocados y reunidos pueblos Chontales, Chatinos, Zapotecos de Valles centrales y del Istmo, Ñu saavi, Mazatecos, Chinantecos, Zoques y Otomíes residentes en la ciudad de México. Reunidos en Santa María Zapotitlán, comunidad Chontal al sur de Oaxaca declarada como territorio prohibido para la minería. Nos pronunciamos contra la guerra de exterminio capitalista y de sus diferentes rostros de muerte.
Tales como la imposición de 425 concesiones mineras existentes en el estado de Oaxaca que abarcan en su conjunto 6 millones 350 mil hectáreas, ya que ninguna de estas concesiones ha sido autorizada por los pueblos.
Los pueblos chontales exigimos a la Secretaría de Economía que, retire de su cartografía minera la concesión denominada Zapotitlán 1, y que se respete la libre determinación de las comunidades contra la imposición de la industria minera.
Responsabilizamos a la empresa minera Continuum Resources y al gobierno estatal y federal por los ataques paramilitares hacia la comunidad de El Rebollero, San Pablo Cuatro Venados, ya que, no bastando con la destrucción e incineración de sus viviendas y cultivos, se sostiene una agresión constante con armas de alto poder hacia la población que actualmente se encuentra bajo asedio para dar paso a la extracción minera.
Exigimos la cancelación inmediata de las 425 concesiones mineras emitidas en el estado de Oaxaca.
Además, alertamos que como parte de los pueblos originarios chatinos y chontales de la Sierra Sur y del Istmo en Oaxaca estamos siendo impactados por los efectos de la crisis climática, como la proliferación de plagas que están devastando los bosques.
También exigimos al Estado el respeto a la libre determinación de los pueblos y denunciamos la simulación de asambleas, y falsas consultas que buscan legitimar la imposición de proyectos neocoloniales que generan despojo, represión, explotación y desprecio, bajo una pretendida lógica de desarrollo y progreso, tales como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y el Tren Maya.
Exigimos un alto a las agresiones y hostigamientos contra David Hernández Salazar y la comunidad de Puente Madera San Blas Atempa, quienes se organizan contra la imposición del Corredor Interoceánico.
Nos declaramos en alerta máxima por la aceleración de los megaproyectos de desarrollo
establecidos para el sur-sureste mexicano y llamamos a fortalecer los procesos de resistencia desde los pueblos originarios, para posicionarse contra la violencia, el despojo y la devastación de los cuerpos y territorios. Nuestra lucha antipatriarcal se pronuncia contra el asesinato de las defensoras de los territorios y exigimos un alto a todas las formas de violencia contra las mujeres y las disidencias sexuales.
De la misma manera nos pronunciamos contra la biopiratería disfrazada de espeleología que durante más de 50 años ha realizado actividades sin la autorización de las comunidades mazatecas, a quienes tampoco les han informado sobre los objetivos de su trabajo.
Exigimos verdad y justicia para nuestro compañero zapoteco xiche Álvaro Sebastián Ramírez, asesinado cobardemente el pasado 19 de julio del 2022.
Denunciamos la privatización del agua que el gran capital lleva a cabo en el estado de Querétaro, lo cual ha sido señalado por la comunidad Otomí. Alto a las agresiones y hostigamiento para quienes defendemos el agua.
Exigimos la libertad inmediata de los presos políticos de Eloxochitlán de Flores Magón, así como del compañero Fidencio Aldama de la tribu Yaqui, y del resto de presos políticos del país.
¡Alto a las agresiones contra las comunidades zapatistas quienes han sido blanco de ataques paramilitares con la anuencia del Estado!
Atentamente
Asamblea del Pueblo Chontal para la Defensa de Nuestro Territorio (APCHDNT), Tequio Jurídico, Comuneras y comuneros de la comunidad El Rebollero, Colectivo Somos Pueblo, Pueblo y Migrantes Ñuu Savi, Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y Territorio (APIIDTT), Movimiento de Articulación de los Pueblos Olvidados de la Cañada (MAPOC – Sierra Mazateca), Pueblo Chinanteco, Organizaciones Indias por los Derechos Humanos en Oaxaca (OIDHO), Red de
Apoyo de la comunidad El Rebollero, Cuatro Venados, Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), Pueblo Zoque residente en la ciudad de Guadalajara y Comunidad Otomí residente en la Ciudad de México.