Mexico
(Español) Invitación: Encuentro del CIG y nuestra vocera Marichuy por la construcción de la Justicia
A las y los presos y expresos políticos
A las familias de las y los desaparecidos políticos
A las familias de las y los asesinados políticos
A nuestras compañeras y compañeros que luchan por la justicia
Presentes
Hermanas, hermanos
Reciban un afectuoso saludo de quienes conformamos el Congreso Nacional Indígena, el Concejo Indígena de Gobierno y la comunidad indígena nahua de San Pedro Tlanixco, municipio de Tenango del Valle, Estado de México, que al igual que ustedes mantenemos una lucha por construir la verdad y la justicia desde abajo, pues sabemos que de arriba sólo viene traición y mentira.
Hemos caminado el país con nuestra vocera la compañera María de Jesús Patricio Martínez, conociendo los dolores y esperanzas de los pueblos y comunidades originarias de toda la geografía del México de abajo, también las geografías no indígenas, que como nosotras y nosotros viven la guerra que viene de los poderosos y que sabemos que se pondrá peor, que esperan que aceptemos la impunidad para los crímenes de estado, la mentira y la traición; esperan que dejemos de buscar a las y los desaparecidos, de exigir la libertad de nuestras presas y presos, de dejar de buscar justicia para nuestras asesinadas y asesinados.
En ese escenario, no tenemos más opción que organizarnos y hacer nacer la verdad y la justicia desde nuestro dolor y rabia hechos organización, por lo que en el marco de la visita de la vocera del CIG, respetuosamente les invitamos a que nos acompañen al
ENCUENTRO CON EL CIG Y NUESTRA VOCERA MARICHUY POR LA CONSTRUCCIÓN DE LA JUSTICIA
Que tendrá lugar en la comunidad indígena nahua de San Pedro Tlanixco, municipio de Tenango del Valle, Estado de México, el día 22 de noviembre de 2017 bajo el siguiente orden del día:
(Español) Palabra de la vocera Marichuy en Tehuacán, Puebla – 19 de nov.
Palabra de la vocera Marichuy en Tehuacan, Puebla
19 noviembre, 2017
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Hermanas y hermanos:
Desde estas tierras indígenas, vamos escuchando y caminando la palabra de los pueblos, naciones y tribus originarias de los distintos estados del país, para encontrarnos y organizarnos en la lucha por la vida que nos encomendó el Concejo Indígena de Gobierno. Nos lo propusimos porque vemos que está en riesgo la vida de nuestros pueblos y de la madre tierra.
Los ríos Coyolapa, Huitzilatl, Atzalan y Tonto son la vida de una región muy grande, pero para los empresarios y gobiernos significan únicamente la generación de la energía eléctrica para sus megaproyectos de muerte en la sierra negra. La pretendida construcción del proyecto hidroeléctrico Coyolapa, por parte de la Minera Autlán, propiedad de la familia Larrea, y de la Comisión Federal de Electricidad, así como la intención de construir otras tres hidroeléctricas, así lo demuestran.
Sobre estas tierras de Puebla, los de arriba decidieron donde iban a poner las estaciones eléctricas, donde las carreteras y donde los caminos, hacia donde deben de correr los ríos y en lo inmediato donde poner la cortina de una presa que despoje, y destruya la tierra, para el proyecto de la empresa Minera Autlán, misma que, nos comentan nuestros hermanos, se está valiendo de los políticos de la región y del estado, de todos los signos y todos los colores, para imponer su proyecto repartiendo dinero, contratando matones a sueldo y amenazando a todos quienes en la Sierra Negra y la Mixteca se oponen a sus ambiciones.
Confiemos en nuestra gente, en la palabra que es la de nuestros hermanos y hermanas, no nos confiemos de los capitalistas de los gobiernos y las empresas, que nos prometen que nada dañarán y en todos lados vemos la destrucción y la muerte que dejan a su paso. Es la hora de no dar un paso atrás, de no rendirnos ni vendernos.
Arriba, todos los políticos se apresuran a conquistar a los inversionistas mineros nacionales y extranjeros, pero abajo defender nuestros derechos, territorios y nuestras vidas es la única alternativa que tenemos. Más de 20 millones de hectáreas de la superficie del país están divididas en decenas de miles de lotes mineros, cada uno de ellos es una concesión diferente que busca apropiarse de la tierra de las comunidades indígenas y campesinas.
En los espejos en los que se reflejan las luchas de los que somos el Congreso Nacional Indígena hemos visto como cada vez más, las empresas mineras están invadiendo nuestros territorios. Con violencia los gobiernos y grupos de la delincuencia organizada se disputan nuestras tierras ancestrales porque en ella solo ven oro, plata, hierro, cobre, zinc, antimonio y cualquier cantidad de minerales. En esos mismos territorios nosotros vemos a nuestros ancestros y a las futuras generaciones.
Como en la Sierra Negra, en el Valle y en la Mixteca en el caminar de las resistencias de los pueblos indígenas, hemos visto que la destrucción y privatización de nuestros territorios está amenazando y dañando a regiones enteras, y la dignidad de todos los pueblos, indígenas y no indígenas, está dando paso a que nazcan nuevos tejidos nacidos de la lucha de todas y todos. Con ellas, con ellos soñamos juntos la rebeldía, o sea, el nuevo mundo en el que trabajamos los pueblos todos los días para construir desde abajo.
Debemos estar juntos como pueblos, aprender de nuestros pasos en cada lucha, y en las del compañero en quien confiamos y quien nos vemos a nosotros mismos. Debemos saber mirar y escuchar el dolor y la lucha de otros pueblos originarios del país, y sobre todo de los pueblos indígenas y campesinos de la sierra poblana.
En la mentira, la simulación y el miedo, las empresas mineras y los gobiernos encuentran y seguirán encontrando su camino natural. El nuestro es el de la alegría, la organización, la autonomía y nuestra libre determinación. El Concejo Indígena de Gobierno es el llamado para gobernarnos en nuestros territorios, decidir todos juntos el destino de nuestros pueblos y territorios, construir desde ahí el país que queremos para todas y para todos, y para cuidar esas decisiones como la palabra sagrada que son.
Compañeras, compañeros, a eso nos convocamos el Congreso Nacional Indígena, y a eso llamamos al pueblo de México que está en las ciudades y los campos, a través del Concejo Indígena de Gobierno.
Nosotras, nosotros, sin importar los resultados de las elecciones venideras, y de la guerra que vivimos en todas les regiones en las que estamos los pueblos originarios, permaneceremos atentos a esta histórica lucha por defender a nuestra madre tierra de la amenaza capitalista que nos quiere desmontar como pueblos si nosotros y nosotras, los que nos tocó vivir esta tormenta, no destruimos el poder que alienta y sostiene esta guerra.
Desde Tehuacán, Ciudad de Indios, Puebla
A 19 de noviembre de 2017
Nunca Más un México sin Nosotros