Mexico
(Español) Pronunciamiento del Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno por la recuperación de tierras comunales de Mezcala
Al Pueblo de México
A las redes de apoyo al CIG
A la Sexta Nacional e Internacional
A los medios de comunicación
Es la hora de que la comunidad indígena coca de Mezcala recupere lo que siempre ha sido suyo y que le fue arrebatado por el empresario Guillermo Moreno Ibarra.
Es la hora de que el Tercer Tribunal Colegiado en materia administrativa de Jalisco reconozca y haga valer la razón legítima y también legal que tiene el pueblo de Mezcala, que con su organización y su lucha, ha hecho prevalecer en contra del olvido y la mentira de los malos gobiernos que sirven a los poderosos.
Abrazamos la dignidad que no se vende, no se rinde y no claudica de los compañeros de la Comunidad Indígena de Mezcala, pese a la represión e intentos de división, de intentos de que se olviden de que la tierra fue suya alguna vez. Eso, sabemos que no es, ni será fácil, sino que es el reflejo de la vida.
Como Congreso Nacional Indígena y Concejo Indígena de Gobierno estaremos vigilantes y alertas al actuar de los malos gobiernos y los poderosos que ambicionan lo que es de las comunidades.
Atentamente
Septiembre de 2018
Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos
Nunca Más Un México Sin Nosotros
Congreso Nacional Indígena
Concejo Indígena de Gobierno
(Español) Comitancillo: una comunidad laboratorio de la ZEE del Istmo
Por Sare Frabes y Ñaní Pinto
Con la perspectiva de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no solo va a apoyar las Zonas Económicas Especiales (ZEE), sino que va a trabajar para hacerlas «más grandes», como dice Alfonso Romo, futuro jefe de la oficina de la presidencia planeado para el periodo de Obrador, el presente reportaje expone las formas en que se van implementando estos grandes proyectos y los conflictos generados principalmente en territorios indígenas. En esta ocasión abordamos específicamente la comunidad zapoteca de San Pedro Comitancillo, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, uno de los puntos clave para la ZEE de Salina Cruz y para el Corredor Transístmico, que conectará en un eje industrial a los océanos Pacífico y Atlántico.
La Garza es un cerro sagrado para el pueblo zapoteca de San Pedro Comitancillo, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. La imponencia de la montaña está grabada en el imaginario y la cotidianidad de la comunidad, plasmada en manifestaciones artísticas en muros del centro del pueblo.
El carácter sagrado del cerro no es de hoy. También lo era para los antepasados zapotecas que vivieron en la región 1500 años a.C. y fue documentado por antropólogos del Instituto Nacional de Antropología y Historia (INAH). «Encontramos un abrigo rocoso con pintura rupestre, lo que habla de una veneración hacia el Cerro de la Garza como cerro sagrado», revelan los antropólogos Marcus Winter y Roberto Zárate en el documento, obtenido por el equipo de este reportaje, titulado Proyecto de Salvamento Arqueológico.
Winter y Zárate realizaron un trabajo de registro y rescate de sitios arqueológicos a lo largo de los 80km de construcción de la carretera Salina Cruz-La Ventosa, que se inició a finales del 2001. «La meta inmediata del salvamento fue registrar los datos en peligro de desaparición», dice el documento.
El registro permitió identificar diez sitios ubicados en los carriles de la autopista. Uno de ellos, descrito como de «principal interés para el proyecto», fue el sitio Biaza Barranca, localizado entre los cerros La Garza y El Cordón del Indio Dormido, también en Comitancillo, donde se localiza el Río Guiguchuni.
Las laderas y pie de monte del Cerro de la Garza de donde derivan muchos escurrimientos de agua producto de los nacimientos que se ubican en la zona alta del cerro y las planicies situadas entre Tehuantepec y Comitancillo, también fueron zonas habitadas en tiempos prehispánicos. «Las poblaciones se distribuyen en las laderas y en las planicies extremas de los arroyos, como los sitios Nizashoga, La Poza; cercanas a los nacederos, como el sitio Las Pilas, en el Cerro la Garza», evalúan los investigadores.
De acuerdo con los antropólogos, el área donde se construyó la carretera reúne características favorables para el asentamiento humano de tiempos prehispánicos: aluvión para el cultivo, agua dulce de los ríos y manantiales y acceso fácil a las montañas. «Sabemos que hubo ocupación humana continua en el Sur del Istmo desde por lo menos 1500 años antes de Cristo, que la población fue creciendo a través del tiempo y que existían culturas distintas en el área con rasgos culturales propios».
«Varios sitios arqueológicos y algunas montañas sagradas fueron afectados por la construcción de la carretera y por la extracción de material para revestimiento», denuncian los investigadores sobre la construcción de la carretera.
La carretera, por un lado, dividió el territorio de Comitancillo, dificultando el acceso de la comunidad al Cerro La Garza. «Se limitó el acceso a la principal riqueza de nuestro territorio», sostiene una vecina de la comunidad. Por otro lado, de acuerdo con el punto de vista de los que creen que los megaproyectos traen desarrollo, la obra sacó a Comitancillo del aislamiento con lo que se considera los centros económicos, ya que facilita la conexión con ciudades como Salina Cruz, que se tornó el centro de la Zona Económica Especial (ZEE) en el estado de Oaxaca. «Nos dejó bien ubicados para recibir inversiones», dice una autoridad ejidal de Comitancillo que no será identificada por cuestiones de seguridad.
La construcción de la carretera era así el anuncio previo de la llegada de otros proyectos al territorio de Comitancillo. El municipio es considerado estratégico para los planes de desarrollo económico proyectados para la región del Istmo de Tehuantepec. Uno de estos planes es el Corredor Transístmico, una plataforma logística que se edificara a lo largo de la carretera Salina Cruz-Coatzacoalcos, que conecta los océanos Pacífico y Atlántico.
De acuerdo con el documento «Corredor Transístmico Plataforma Logística Salina Cruz-Coatzacoalcos, elaborado por la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT), el proyecto busca aprovechar la infraestructura existente para que el puerto de Salina Cruz reciba insumos y bienes intermedios de Asia para transformarlos en los parques industriales que acompañen el trayecto de la carretera, desde donde los productos finales serían exportados a Europa o hacia Estados Unidos, vía marítima o ferroviaria.