COMUNICADO DEL GRUPO DE TRABAJO CLACSO
“CUERPOS, TERRITORIOS, RESISTENCIAS”
ANTE LOS ATAQUES CONTRA LAS TIERRAS RECUPERADAS ZAPATISTAS
Y SU GOBIERNO COMÚN
Desde el GT “Cuerpos, Territorios, Resistencias” de CLACSO queremos expresar por este medio nuestra indignación y enorme preocupación tras conocer la denuncia emitida por la Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (A.C.G.A.Z) del Gobierno en Común (Chiapas, México), con fecha de 24 septiembre de 2025. Como narran los compañeros y compañeras zapatistas, el poblado Belén (en el territorio perteneciente al Caracol Dolores Hidalgo) ha sufrido la invasión de sus tierras recuperadas en varias ocasiones: 30 personas del municipio de Huixtán ocuparon dichas tierras los días 22 de abril, 12 de mayo, 12 de julio y 29 de agosto de 2025. En esta ocasión fueron acompañados por miembros del Ejército Federal y la policía municipal de Ocosingo. Aunque los compañeros y compañeras zapatistas intentaron dialogar, los invasores reclamaron esas tierras argumentando que se las había vendido el gobierno y que contaban con documentos legales. Durante la incursión, amenazaron a los compañeros zapatistas, intentaron cooptarlos, destruyeron carteles y realizaron mediciones de tierra.
Durante los días 18, 20 y 22 de septiembre del año en curso volvieron a ser ocupadas esas tierras zapatistas por 15 personas. El día 20 de septiembre acudieron camionetas del Ejército Federal, de la policía municipal de Ocosingo, así como de la fiscalía general del estado. Aunque, de nuevo, las y los zapatistas intentaron dialogar, los invasores destruyeron y quemaron casas de los zapatistas.
Denunciamos estos graves hechos que suponen una violación a los derechos colectivos de los pueblos zapatistas y un ataque a su gobierno en común. Ataques que profundizan las divisiones comunitarias y encienden la mecha en un territorio donde el crimen organizado, con la impunidad por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, ha generado desplazamientos forzosos.
Recordamos que las tierras recuperadas en 1994 por parte de los zapatistas están siendo trabajadas en colectivo y en común con personas no zapatistas, dentro de la nueva propuesta de crear “tierras sin papeles”, tal y como los zapatistas informaron en enero de 2024, coincidiendo con el 30º aniversario del levantamiento armado zapatista.
En la reciente denuncia zapatista, ellos explican que esas tierras ya fueron pagadas por el gobierno mexicano a los terratenientes, como parte de las indemnizaciones que se llevaron a cabo tras la rebelión armada. Cabe mencionar que la invasión de tierras recuperadas por parte de grupos varios no es algo nuevo, sino que ha sido una constante y parte de una guerra contrainsurgente que hoy, una vez más, se torna en guerra prolongada de desgaste.
Mientras los y las zapatistas construyen, desde hace décadas, un proceso organizativo autónomo desde el que han sembrado paz en un contexto de militarización y de guerra permanente contra las comunidades, pareciera que los gobiernos de los tres niveles pretenden desatar conflictos entre organizaciones indígenas que puedan generar una escalada de violencia de mayores dimensiones que torne la zona en un polvorín.
Exigimos a todos los niveles del gobierno actual –autodenominado de la Cuarta Transformación–, que respete el ejercicio de la autonomía zapatista y sus tierras recuperadas en las que siembran la vida buena y la paz. En el pasado Encuentro de Resistencias y Rebeldías, celebrado en agosto de este año, El Subcomandante Moisés afirmó: “Hoy es Palestina, mañana seremos nosotros y nosotras”, aludiendo a las reiteradas violencias a las que los pueblos zapatistas resisten por muchas vías, una de ellas a través de políticas contrainsurgentes tales como el programa gubernamental llamado “Sembrando Vida”. Dicho programa promueve división constante de las tierras comunitarias, empuja a miembros de las comunidades indígenas que lo reciben a la migración e, incluso, a sumarse a las filas del crimen organizado.
En estos tiempos en los que asistimos al genocidio en Gaza, fruto de una política de colonización sistemática, de deshumanización constante del pueblo palestino, reivindicamos el fin de las políticas neocoloniales que siguen violentando la vida comunitaria de los pueblos originarios y, en particular, de nuestros compañeros y compañeras zapatistas que, durante más de 500 años han resistido y por más de 30 años han dejado de lado las armas y se han enfocado en construir un proyecto de Vida frente a los sistemas de muerte, buscando así la vida en común de la cual somos parte en cuanto habitantes del planeta Tierra.
Por todo lo anterior nos sumamos a las acciones de solidaridad con los pueblos zapatistas y al repudio generalizado expresado por el Congreso Nacional Indígena por las acciones denunciadas por la Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Zapatistas (A.C.G.A.Z).
Afirmamos que este ataque al territorio zapatista y a su autonomía representa un ataque a todas nosotras y nosotros. Exigimos, contundentemente, el fin de las políticas de muerte que se practican en el territorio zapatista, en Ecuador, en Gaza y en todas las partes del mundo de este gran planeta Tierra.
¡Alto a la guerra contra los pueblos zapatistas y sus gobiernos en común!
¡Alto a la represión y criminalización de las y los hermanos del Ecuador!
¡Alto al genocidio en Gaza!
GRUPO DE TRABAJO CLACSO
“CUERPOS, TERRITORIOS, RESISTENCIAS”
Planeta Tierra, a 29 de septiembre de 2025